Decirle aquello a Hashirama había sido un infierno, le dolía el pecho y un nudo en la garganta amenazaba con formarse, pero debía ser fuerte, tenía que vengar a su hermano mas era imposible vengarse de Tobirama sin afectar a Hashirama también.
Como odiaba su vida.
Avanzó hasta el castaño y acercó su rostro al de él listo para terminar con ese supuesto "amor" que le tuvo, eso debía decirle, nada mas, solo decir palabras hirientes y mentiras, para vengar la muerte de su hermano.
Izuna no merecía nada de lo que le pasó, solo era un niño.
Un niño que fue violado por otro niño.
Aun se preguntaba y le dolía reconocerlo ¿Cómo no lo supo? ¿Cómo fue que dejó que asesinaran a la persona mas importante para él?
Y lo peor es que fue frente a él, lo vio morir y ese recuerdo solo dolía, lo hacía sentir como su corazón se quebraba al no poder protegerlo.
Era su hermano mayor, debió protegerlo de todo, ayudarlo y ser un buen ejemplo, tenía sus ojos y era lo único que lo unía a él todavía, pues el clan Uchiha ya no lo era, había ganado un odio hacia ellos.
Su corazón ahora era odio puro y ni Hashirama podría devolverlo a la luz, porque una sola vela no alcanza para iluminar un bosque oscuro o un desierto vacío.
-¿Todo fue una mentira? -Sus ojos soltaban lágrimas que caían lentamente por sus mejillas.
Un ninja no debía llorar estuviese en la situación que estuviese, no debía mostrar sentimientos pero le era imposible ahora que Madara le había engañado.
-Esas noches en las que hicimos el amor ¿¡Realmente no significó nada para ti!? -Había sido tan corto el tiempo en el que había sido feliz, una aldea próspera y el amor de si vida a su lado. Ahora todo se derrumbaba.
-Por supuesto que no Hashirama -Fingió una risa que salía muy real, en ese momento solo quería llorar y deshacer la mentira, abrazarle y besarle para después hacer el amor, no dejarlo nunca, mas eso era una traición a su hermano. -Tienes un hermano de mierda ¿Lo sabías? Claro que no, para ti siempre fue un buen hermano al que debías proteger, pero a escoria como él no se debería proteger.
>> No sabes las cosas que hizo, tampoco sabes lo que me hubiera hecho si aquel día no hubieras llegado, estaba débil y tenía puesta una restricción, me hubiera violado.
>>Tu lindo hermanito me hubiera violado, tal como hizo a Izuna una vez, o quiero pensar que solo fue una vez, después lo mató ¿Realmente no lo conoces bien?
Hashirama no podía con la información que acababa de recibir, no sabía si creerla o no, después de todo Madara ya le había mentido con su corazón y sobre sus verdaderos sentimientos, le había destrozado el corazón que le dio en sus manos, ahora solo lloraba.
Pero no iba a creerle. No podía.
-¿Por qué creerte, Madara? Me has mentido todo este tiempo -Su corazón terminó de quebrarse por completo al ver al amor de su vida llorar, se veía tan débil e indefenso, mas sabía que por traicionar se llevaría un severo castigo... Ya no tenía nada que perder.
Sin Izuna ni Hashirama, morir le daba igual.
-No es necesario que me creas, mientras yo sepa la verdad es mas que suficiente, vengaré la muerte de Izuna y después veré que hago, tal vez destruya Konoha y... -No pudo continuar al ver como un kunai era lanzado a él -Veo que quieres comenzar ya.
-Madara por favor, aunque tu amor haya sido una mentira el mío jamás lo fue, no quiero lastimarte. Por favor entrega el pergamino -Sollozó a la vez que extendía la mano en busca de aquel pergamino del clan Senju, que no le fue dado.
-Izuna es importante para mi, yo lo amaba y si tu quieres proteger al asesino de mi hermanito, entonces te vuelves cómplice, lo siento Hashi pero... Yo lo vengaré, así deba matarte, matar al clan o la aldea. -Juntó sus manos en una posición e hizo los sellos correspondientes para su jutsu -Katon: Gokakyu no jutsu.
La lucha había comenzado, aunque a los dos les doliera herirse, les doliera las palabras y las mentiras, no querían matarse, querían vivir juntos.
El destino los quería separados, por alguna razón no se les permitía la felicidad, en su vida no existía esa palabra, no podía ser aplicada a su vida diaria porque era completamente imposible disfrutar de algo que jamás tuviste y jamás tendrás.
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-Indra ¿Eres feliz? -Su pregunta le extrañó mucho siendo que siempre le decía que lo era, a su lado siempre lo era.
-Lo sabes, si estoy contigo lo soy -Besó su frente con amor y pasó sus manos por su espalda para después acariciar su cabello.
-Entonces seremos felices los dos -Besó sus labios y lo abrazó fuertemente.
-Gracias.
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-¿¡Por qué no puedo ser feliz!? Tú lo dijiste Ashura, lo dijiste, serías feliz conmigo -Los recuerdos de su vida pasada comenzaron a llegar a su cerebro, mostrándoles cosas que jamas imaginaron.
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-Indra ¿Acaso no te importa en lo mas mínimo todo lo que vivimos juntos?
-Sollozó levemente mientras con su katana acariciaba el cuello de su hermano mayor y único amor.
-¿Cual amor? Eso se acabó cuando robaste mi sueño, acabaste con mi esperanza de ser como papá, me robaste todo Ashura, esto no puedo perdonártelo -Comentó gon una frialdad tan fría como un iceberg.
-No fue apropósito y aunque lo haya sido yo te conocía y tú no eres así, de seguro fue el hechizo de esa anciana ¿Verdad? -Bajó la katana de su cuello y saltó al otro lado del río -Dijiste que jamás me dejarías.
La gran carcajada que Indra soltó terminó por romper el corazón del menor, logrando que cayera de rodillas y sollozara el nombre de su amor perdido con dolor, soltando gemido lastimeros y lagrimas cayendo como cascadas de sus hermosos ojos.
-No Ashura, debes entender que jamás podríamos haber estado juntos, no culpes a esa anciana de algo que jamás pasó, porque yo jamás te amé -Y después de eso solo pudo sentir la sangre de Indra bajando lentamente por el filo de la katana, cayendo lentamente por sus brazos hasta caer en el suelo.
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Eso era lo último que ambos recordaban, como en su vida anterior quisieron ser felices, como les gustaría haberlo sido, mas no podían y justo ahora, desearían pronto llegar a la muerte para mas adelante poder serlo, ser felices como no pudieron serlo ni en su vida pasada ni en esa.
-Fuiste tú quien me mintió y me dijo que no me amaba, ¿Lo harás ahora también Madara? ¿Lo volverás a hacer? ¡Dos veces! ¿Tendrá que volver a pasar?
-Se podía ver cuan fuerte era su batalla, como la sangre corría por su cuerpo mezclándose con el sudor, todo era tan malo.
-Esta vez es real Hashi, Izuna no merecía eso, así que destruiré la aldea y mataré a Tobirama -Su respiración era agitada, estaba muy cansado y ya no tenía chakra. Era su fin.
-No puedo dejar que se vuelvan contra la aldea, así sean mis amigos, mis padres, mis hermanos e incluso mis hijos -Dijo por último antes de dar el golpe final, aquel que debía matarlo, logrando destrozar al castaño por completo, soltando un grito desgarrador.
-Te quiero, Hashi -Susurró antes de perder la conciencia.
-Mierda -Se tiró de rodillas y lloró -¡Maldición!
Todo había acabado, ahora solo faltaba el esperar la siguiente vida y poder ser felices ahí, poder hacer lo que ni en la primera ni segunda vida pudieron cumplir, las promesas que debieron romperse por el egoísmo y sobre todo... Amar.
Aquella vieja debía ver que el amor entre iguales valía igual que uno entre sexos diferentes.
Naruto y Sasuke tendrían que hacer lo correcto para eso.