Capítulo 1: Otoño.
Como detesto el otoño. Se preguntarán porque odio tanto esta estación de clima, simple, en otoño es cuando te perdí cuando me dejaste sola a mí y a mamá, no me gusta escuchar a mamá llorar en las noches cada vez que se acerca la fecha en que nos abandonaste. Tranquilo no te odio ni te culpo que nos hayas dejado no fue tu culpa ni nada; la culpa es del cruel destino que decidió llevarte antes de tiempo, ahora no estarás presente el día que me gradué, sobre todo cuando me case ya no me podrás llevar tú de la mano.
Otoño en la estación donde empiezan a caer las hojas, que florecieron en primavera y en verano permanecieron.
Ahora nos mudaremos con mamá a Japón, según mamá es ahí donde se conocieron los dos, que al principio mamá pensaba que eras una persona vanidosa y que solo pensabas en ti; pero cuando te volvió a ver acá en Grecia te conoció mejor y cambio radicalmente su punto de vista de cómo te veía antes.
Poco a poco hiciste que mamá se enamorara de ti.
Cuando mamá se enteró que estaba esperándome, se puso tan feliz y siendo pareja de ti te confeso de mi venida y que no quería que estuvieras con él solo porque no quería hacerte cargo de un hijo que no era tuyo.
Sabes, sorprendiste a mamá cuando le dijiste “te amo y a ese niño o niña que esperas también lo amo y siempre estaré contigo en las malas y en las buenas cariño”, ese día mamá se enamoró más de ti. Y así fue como decidieron llevar más a fondo su amor hasta el altar casándose; claro esperaron hasta que yo naciera y que mamá se aliviara.
Pero ahora estamos solos los dos sin nadie a nuestro lado solo mi abuela y algo el abuelo; pero no es lo mismo.
Extraño las noches en que venías a mi habitación me dabas el beso de las buenas noches junto con mamá y de ahí me contabas una historia, la cual jamás llegaste a su final. Papi te extraño vuelve por favor, sé que es imposible que una persona reviva después de morir, pero ojala si se pudiera.
Te extraño. No quiero ir a Japón porque si no tal vez me lo encuentre algún día, y yo no quiero conocerlo, ni siquiera cambiar palabras con ese tonto; sé que él es mi verdadero padre pero igual yo lo odio por lo que le hizo a mamá.
Ojala tú fueras mi verdadero padre y no ese tonto.
Otoño ojala te hubieses marchado tú, en vez de mi papá.
-¡Te odio!
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Al fin llega otoño, que bien, espero y mamá si me lleve a la casa de la abuela. Extraño comer comida de verdad o por lo menos comida “comestible”; -no es que la comida de mamá sepa horrible-, pero vamos mamá ha mejorado un poco más en la cocina, recuerdo que la primera vez que me hizo de comer; cuando ya tenía uso de razón, su comida cobro vida o por lo menos yo vi que se movió.
Pero que le vamos a hacer así es mi mamá de mala en la cocina, pero es buena madre.
Siempre es cariñoso conmigo, me compra dulces, me ama, me protege de ante todos; sin dudas la mejor mamá.
Aunque ahora ha cambiado un poco su actitud, o soló que está cerca de su nuevo editor, Hatori Yoshiyuki, tiene un semblante algo frío pero si lo tratas te das cuenta que es una buena persona. Y también es raro ya que cada que viene tío Yuu se comporta muy seco con él y eso que Hatori-san es amigo de la pareja de mi tío, pero va que importa.
Aunque me gusta cuando se queda en nuestra casa cuando mamá se retrasa en un capítulo del manga y a veces cocina para mí y mamá; yo si me como su comida, en cambio mamá siempre la tira a la basura y mi tío Yuu es quien ahora le hace de comer, para que no se vaya luego a enfermar por no comer.
Hatori-san siempre le pregunta por su salud pero mamá a veces no le contesta y contesto por él. A veces parece que a mamá no le gusta que hable con Hatori-san.
Incluso una vez me vio que estaba hablando de cómo me crio estos últimos años mamá y de la nada mi mamá me dijo “jovencito ve a tu habitación ahora, no ves que ya es noche”.
Me mando a dormir si apenas eran las siete treinta y siempre me duermo a las ocho cuarenta; esa ves hasta le alce la voz y le respondió “¡no quiero dormir!” entonces vi cómo los ojos de mamá empezaron a llenarse de lágrimas y rápido corrí a abrazarlo y pedirle perdón por ser un niño irrespetuoso y que ya me iría a dormir como quería.
No se si siguió llorando o se calmó porque después de abrazarlo me fui corriendo a mi habitación y no salí hasta la mañana; pero creo que se calmó ya que lo vi un poco más contento. Incluso me preparo unos ricos hockeys -es lo único bueno que si sabe cocinar bien- y después me llevo al parque de diversiones y me compro un juego que ya tenía más de un mes pidiéndoselo.
Ese fue uno de mis días más raros, pero muy agradable a la vez ya que pase todo un día con mi mamá sin interrupciones de su trabajo o algo por el estilo.
Un día raro pero lindo al lado de mamá.
Otoño que bueno que solo faltan dos días para tú llegada.
-¡Llega ya!
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¡Vaya! Así que ya viene el otoño, muchos ansían tú venida otros te odian y luego otros les da lo mismo si vienes o te vas, creo ser de esas personas. No pasa nada interesante en estas fechas o tal vez desde el otoño del año pasado paso algo muy interesante.
Mamá entró a trabajar en una nueva editorial; ya que renunció a la del abuelo porque sus compañeros lo tachaban de oportunista o que solo obtenía los mejores autores ya que es el hijo del dueño de la editorial. Mamá se hartó y decidió renunciar.
Busco empleo en otras editoriales, y lo consiguió rápido. Cuando fue su primer día llego algo molesto, pero no duro mucho su enojo. Pero un día que llego de la editorial no hablemos de su humor.
¡Ni hablar! Pareciera que se le metió el mismo demonio, venía de un humor que ni él mismo se aguantaba; pero fue extraño, ya cuando me vio corrió hacia mí me abrazo y me susurro algo como “no dejaré que él te aparte de mi lado”.
La verdad no entendí porque actúo así. Me dio algo de miedo, pero rápido se me fue el miedo cuando me dijo que si quería comer hamburguesas. No lo voy a negar mamá sabe cocinar, pero su especialidad es la comida instantánea.
Otoño aún no se porque a veces llega enojado del trabajo y cuando me ve me abraza y me empieza a consentir de la mejor manera que puede.
Pero creo que es por su jefe, ya que siempre llega diciendo “Estúpido Takano-san” y por lo que sé ese es el nombre de su jefe.
Aunque creo que si es un idiota por hacer de enojar así a mi mamá, debió hacer algo que de verdad hizo que mamá -literalmente- lo odiara. Provocando que hasta mamá me quiera proteger de él de verdad que es un tonto.
Pero, ¿qué fue lo que le hizo a mamá, para que lo odie? Es lo único que quisiera saber.
Vamos otoño has que sepa la razón en éste año del comportamiento de mamá hacia el idiota del jefe de mamá.
-¡Qué frustración!
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¿Qué sucede contigo otoño? El año pasado fuiste muy raro. Primero suspendieron mi serie de anime favorita por motivos inexplicables y luego mamá llego un día a la casa hablando por teléfono mientras alegaba que cambiaran el mangaka que estaría o está a cargo.
Pero no sirvió pelear por más de dos horas ya que al fin y al cabo se quedó con ese mangaka a cargo.
Aunque no sé porque no le agrada el mangaka; a mí me parece alguien muy agradable además parece como un príncipe de cuento de hadas.
Saben que es lo más raro, es que cada vez que él trata de acercarse a mí, mamá me jala a su lado y siempre me dice con una voz áspera “no te alejes de mí”. De verdad me congelo cada vez que escucho hablar con esa voz -mamá es alguien que siempre vez feliz y sonriente-, así que si está enojado es mejor que huyas si quieres seguir viviendo.
Jamás había visto a mamá tan seco y cortante con alguien, tan solo con ese mangaka y la verdad quisiera saber. Sé que si le pregunto no me va a contestar o peor aún se enojaría conmigo.
Pero quiero saber de verdad porque lo odia tanto si es un chico agradable como ya le he dicho y sobre todo a veces me ayuda en mi tarea de artes -ya que soy mala en esa materia-; pero cuando me ve mamá cerca de él me dice que mejor llame a tío Yoshino para que me ayude en esa materia, y desde esa ves no le he vuelto a pedir ayuda a Yukina-san.
Ya casi ni me hablo con él. Solo le contesto lo básico “si” o “no” y ya de ahí no hablo más con él.
Lo raro es que noté que mamá se puso incluso feliz que ya no me hablará con él; ya hablando en serio, mi mamá me está dando miedo.
Otoño ayúdame a entender la actitud de mi mamá hacia ese mangaka.
-¡Santo cielo!