Los besos habían pasado a ser normales entre ellos. Porque sí, porque les gustaba, para despedirse, cuendo se les antojara. Los unía un fuerte sentimiento, pero no tenían el valor suficiente para hablar sobre lo que les pasaba. Estaban bien viéndose en los días predeterminados, se la pasaban bien juntos, & era lo único que le importaba por su momento. Asami tenía una leve obsesión con la espalda blanca del menor, siempre que podía la marcaba, mordía, & si se iban a dormir juntos, se pasaba todo el total de la noche, acariciándole la espalda suave. Pero nunca habían pasado más allá que de eso.
La mano amplia de Asami recorría la espada desnuda, mientras el rostro del mismo dueño de la espalda, estaba recostado sobre el pecho del mayor. Le levantó el rostro & lo observó.
-¿Qué?-Preguntó incrédulo el rubio.
-Nada.-Rió, & rozó sus labios.
El beso se hizo largo, el cuerpo pesado del mayor se acomodó encima del rubio. Podía sentir como las manos del menor le recorrían los músculos de la espalda. Le revolvía la lengua, mientras sus manos se dirigían a las tetillas rosadas, las acarició insistente hasta ponerlas rojizas & duras, Akihito soltó un gemido. Los labios de Asami se pasaron por el cuello.
-A..Asami.-Susurró.
Éste lo ignoró. Rozó el bulto de sus bóxers con el de él, & lo movió varias veces más, haciendo que el menor subiera sus piernas a su cadera para más contacto.
Akihito le revolvía el pelo, disfrutaba de los besos en el cuello, & los empujes suaves. El bóxer parecía achicarse, tenía una erección bastante urgente. Asami se detuvo, & lo observó. Bajó sus manos al bóxer, & con la mirada pidió permiso para bajarlos.
Se negó, rotunda & completamente.
-No te haré daño.-Le susurró, un poco confundido.
-No, no es eso.-Cerró los ojos.
-¿& entonces que es?-Sus manos retiraron la tela despacio.
El rostro blanco & delicado, ardía en un color carmín.
-Es algo personal.-Jadeó un poco, cuando la mano amplia había capturado su miembro.
-Puedes hablar de ello, & podría parar.
-No puedes parar a éstas alturas, dime, ¿Estoy seguro contigo?
-Estás protegido, lo sabes.-Se acercó, & me le besó las mejillas.-¿Estás seguro contigo?
-No lo sé.-Negó un poco, el corazón quería salirse de su pecho, aún mantenía los ojos cerrados, & la respiración un poco agitada.
-Te escucho, lo sabes.-Susurró.
-Creo que podremos hablarlo luego.-Escondió su rostro en el cuello del mayor.
-¿Continúo?
El menor asintió. Asami lo acariciaba gentilmente, podía disfrutar cada caricia que le brindaba. Estaba muriéndose de vergüenza & no quería que lo escuchase gemir.
-Si no te relajas, & no dejas salir los gemidos, no vas a disfrutar nada.-Susurró, mientras se dirigía a los pezones erectos.
Los lamió, & mordisqueó, haciendo que se retorciera & dejara salir algunos gemidos. Se quitó el bóxer, estaba apretándole todo el bulto, & Akihito nuevamente se ponía del color rojo más oscuro que existió. Era grande, muy grande.
-Joder.-Maldijo, dando un cabezazo al aire.
-¿Qué?-Lo miró.
-Se que no podía recordarlo en mejor momento.-Rodeó los ojos.-Pero recordé los rumores de las viejas.
-¿Qué viejas?-Rió, apretando su pulgar en el glande del rubio.
-Ains.-Jadeó.-Eres el de la virilidad enorme, joder, el dios del sexo.-Rió lleno de vergüenza.
-Ah, ahora comprobarás el mito.-Soltó alguna risita incómoda, realmente le encantaba creerse de todo, pero le daba algo de… ¿Vergüenza? O Incomodidad; Que la gente hablara de lo que portaba entre las piernas & como la ponía, con que fuerza. Todos eran comentarios realmente buenos, {& verdaderos} Pero a veces eran un poquito… Fuera de lo normal.
Asami vació casi una botellita entera de lubricante e introdujo un dedo.
-¡Ah, Asami, no!-Se quejó, no era una bonita sensación.
-Deja que toque el punto dulce, & me vas a pedir por favor que no lo saque.
-¿Te estás burlando de…?-Se calló & cerró los ojos cuando el segundo dedo lo dilataba.
-Sólo espera que lo toque.-Susurró & atrapó sus labios.
Akihito ya no podía controlar su respiración, su saliva ni nada que se le pareciera, estaba a punto de enloquecer si Asami no tocaba con más fuerza. Los 3 dedos juntos, largos, habían tocado la próstata. El mayor retiró los dedos, e introdujo la punta de su miembro. & empujó.
-¡Ah, no!-Lloriqueó, & se aferró a los hombros de su oponente. Apretó los dedos de sus pies contrayendo todos sus músculos.-Sácala.-Pidió.
-Espera un momento.-Besó sus labios & se detuvo ahí.
Empezó a moverse con lentitud, aumentaba un poco la velocidad, hasta que empezó a golpear a tope.
-¡Mmhg, justo ahí!-Pidió, mordiendo el labio inferior del pelinegro.
Asami golpeó varias veces el punto dulce, provocándole un orgasmo prostático. Akihito había dejado de respirar, de jadear, de todo. Había sido el mejor orgasmo del mundo, nunca había tenido uno así, & se sentía mejor que el otro & en poco tiempo. Asami se movió un poco más hasta venirse dentro de él & al salir, observó su semilla derramarse.
Cayó a un lado de la cama, estaba un poco agitado, pero normal. En cambio el rubio, estaba exhausto, cansado & a pesar que le había gustado, ahora sentía una culpa enorme & horrible; Se hizo bollito donde estaba, le dolía el trasero, & sentía un vacío en el pecho.
-¿Qué pasa?-Preguntó Asami, colocándose el bóxer, {Akihito ya lo tenía puesto hacía un momento.}
Negó.
-Bebé…-Le dio un beso en la espalda.
-No pasa nada.-Susurró.
Asami lo dio vuelta, & lo acurrucó en su pecho. Sabía que tenía un complejo con su cuerpo & algo más… Que se lo preguntaría más adelante. No se escuchó más nada, sólo el ventilador de techo con el “Tac, tac, tac, tac.” & nada más. Ambos se durmieron entre el cansancio & el calor.