Capítulo 24: ¿Que es la felicidad?
El reloj despertó al rubio justo a la hora impartida, como pudo se levanto de la cama sin despertar al otro hombre dormido a su lado. Por poco tiempo lo admiro removiéndose entre la cama como si lo buscara, su nombre sonó entre sus labios tan bajito que apenas pudo oírlo.
“Perdóname” se vistió dándole la espalda y marchándose a su misión.
A las afueras de su mansión lo esperaba un carro viejo con dos hombres dentro del, se monto con pesadez resignado a la maldita infelicidad pero no dejando ni un momento en pensar en sus hijos y en Sasuke; se recordaba cada minuto que esto lo hacia por ellos. Los espías de Orochimaru le hicieron saber que Itachi el hermano mayor no se encontraba en casa por motivos de estudios, dándoles una fácil ventaja a ellos; la pareja dormía plácidamente ajena en su habitación.
Quien se imaginaria que todo era parte de un plan bien resulto por Orochimaru, esperando a que Naruto partiera de la mansión para capturar a Sasuke, y la sirviente con una buena suma de dinero se le soborno para entregar a los niños en el parque, ahora solo quedaba que su pequeño niño del dolor matara al padre observándolo desde unos cuantos arboles en otro carro.
Un grito se escucho en la casa proveniente de una mujer, los hombres lucharon con la esposa colocándola a dormir inmediatamente mientras que el esposo trataba de defenderse del chico tras la máscara amenazante portador de un arma.
-Por favor tengo una familia a quien cuidar- Dan rogo por su vida al pensar en el bienestar de su familia. Naruto quedo paralizado con las palabras del hombre, no podía hacer eso… simplemente no podía. Se dio la vuelta disparando a los hombres tras su espalda.
-¡Corre! Toma a tu esposa y corre…- Dan conmocionado tardo unos segundos en reaccionar.
-No tan rápido- un disparo impacto en el hombro de Dan al mismo tiempo que tiraban al rubio al suelo, Orochimaru sonrió –No pensé que me traicionaras ¡llévenselo!-
-¡Espera!- Naruto quiso detenerlo pero un golpe en su cabeza hizo que perdiera la conciencia.
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El Kyubi estaba fuera de control mostrando sus garras y dientes a cualquiera que se le cruzase; el pequeño Kiba luego de ser rescatado de una vida tan miserable había perdido el despertar del mañana. Hebi decepcionado decidió mandar todo a la basura. Sus jaulas temblaban hasta más no poder desesperadas por ser abiertas.
Hebi observo al Kyubi.
-Eres patético- no pasaron ni treinta segundos cuando las manos ahorcaban el cuello de Sasuke. Orochimaru también había experimentado con el cuerpo del rubio para que fácilmente reaccionara a los sentimientos de furia. Hebi corrió al campo de batalla para tener un mejor acceso a sus movimientos de pelea excitado por recobrar memorias viejas.
-Míranos… ¿Cuánto tiempo ha pasado de ser niños del dolor?- pregunto Kyubi con una sonrisa burlona, sus ojos eran rojos. Caminaban en círculos con una distancia adecuada, Orochimaru ansioso por lo que pasaría se posiciono en su sitio de costumbre en las apuestas.
Ambos sabían que estaban equivocados y perdidos, era increíble como terminaron sin darse cuenta tomando las peores decisiones. Era fácil recordar como una noche atrás se tocaban con manos desesperados de amor… se amaban y nunca dejaron de amarse con el tiempo. Pero la vida fue y era miserable con ellos, no permitiéndoles ser felices y jugándoles malas jugarretas a su paso, cada encuentro entre ellos resultaba peor que el otro; como deseaban nunca haberse conocido.
Naruto arrinconado en lo más oscuro de la poca razón que le quedaba miraba a través de sus ojos para observar a Sasuke asustado, Hebi lo controlaba. Monstruos que fueron creados por la maldad de las personas, abusos, violaciones, abandonos, tristezas, torturas… todas esas palabras hacían crecer a la bestia en sus interiores que estaban a punto de colapsar.
“Un poco de felicidad era mucho pedir”
Sasuke miraba al Naruto del interior y ambos sabían que iban a morir, pero recordaron que aun así si fueron felices; en realidad fueron muy felices, más felices de lo que esperaban. La felicidad era un concepto que cualquier persona podía manipular a su manera y para ellos la felicidad aunque no les fuera durado para toda la eternidad, como aquellos finales de cuentos de hadas, fue pura y hermosa: salieron de sus vidas como maquinas para hacer dinero, conocieron grandiosas personas, tuvieron amigos, hermanos, un hogar, una familia… a pesar de perder nuevamente a su familiares y tomar caminos diferentes ambos fueron felices a su manera de verlo: Sasuke reconstruyo su nuevo ser y tuvo una familia otorgándole todo el amor que pudieron darle esas personas, Naruto le llego la felicidad con la inocencia de sus hijos y después de tanto tiempo se volvieron a reencontrar “Que mas felicidad que esa” volvieron hablar y conocer de ellos y por una última noche se tocaron como los amantes que fueron a sus cortas edades. Así que para él, eso era la felicidad.
“Que mas felicidad podían pedir”
Ya era su hora exacta para dejar de este mundo que les jugo muy mal. Se miraron y despidieron con la mano agitada en sus interiores.
Hebi ataco a Kyubi rompiéndole la nariz pero este no dejándose saco una navaja para hacer unos cortes al azar, el otro enterró su cabeza en el estomago de este para tumbarlo en el suelo y cuando lo tuvo bajo del lo comenzó a golpear en todo el rostro, Kyubi lo empujo hacia atrás con su peso y lo tomo por el cuello levantándolo unos cuantos centímetros.
““-Sasuke juega conmigo, no seas aburrido-
-Naruto estoy cansado- inhalo una vez mas de su cigarro, el rubio exasperado tomo el objeto contamínate –Dámelo Naruto- este le saco la lengua y comenzó a correr, el otro le siguió con el juego.
-Si me atrapas te daré esta cosa- dijo pero paro de correr cuando no vio a nadie cerca, de repente soltó un grito de dolor, se encontraba en el suelo arrollado por su amigo.
-Dame esa cosa- lo tomo y se levanto. El otro reclamo la trampa de su amigo pero este lo ignoro, estuvo mucho rato intentando sacar una conversación normal con Sasuke pero este solo lo ignoraba o se quedaba callado a sus preguntas.
-No entiendes que solo quiero hablar con mi mejor amigo- dijo sentándose en el pequeño espacio que le brindaban esas cuatro paredes de madera.
-Y tu no entiendes que solo quiero estar solo- Naruto se levanto molesto soltando un montón de palabras dirigidas a la única persona allí, salió del lugar cumpliendo la petición. Todo un día paso y ni siquiera entre las comidas apareció el pequeño rubio, el otro no le importo ni preocupo concentrándose en estar solo; así días pasaron sin encontrarse a su amigo por los caminos de la canal, cuando pregunto Itachi dijo que ahora dormía a unas cuantas casitas. Aun así no expreso mucha preocupación.
Comenzó a notar la falta de su amigo a los días después, se dio cuenta del vacío en su rutina que algo con la voz chillona y con una personalidad irritante hacía falta, en ese momento acepto que Naruto era su mejor amigo y se arrepintió de haberlo tratado así. Lo busco por muchos lugares frecuentados por ellos pero nada””
Hebi se zafo del agarre rasguñándole el brazo, comenzó a sangrar por la profundidad de las uñas, su pelea podría resultar un poco repetitiva pero aun así causaba dolor.
“Mas, mas, mas sangre, mas dolor, mas sufrimiento” reclamaban las bestias.
Kyubi lo jalo por los cabellos arrancando alguno de ellos con la navaja intento apuñalarlo en un punto vital pero este lo esquivo como pudo.
¡Basta!
““Luego de horas y horas preguntándoles a todos los niños si habían visto a Naruto, lo encontró en el lago donde siempre jugaban para luego darse un baño; estaba sentado mirando a la nada con sus rodillas recogidas.
-¿Recuerdas como nos conocimos?- la voz de Sasuke lo sorprendió, solo limito a sentir con su cabeza – Pues ese día deje de sentirme solo- recogió una piedra y lo reto quien la tirara más lejos, así estuvieron por un rato hasta que Sasuke gano el juego.
-Pensé que te molestaba-
-Lo haces- este le saco la lengua –Pero eres mi mejor amigo y te quiero- voltio la mirada para disimular aquella palabra vergonzosa, pero Naruto la había escuchado muy bien, inmediatamente se lanzo abrazarlo. En ese momento Neji, Kiba, Lee, Hinata, Tente, Sakura, Sai, Ino, Itachi, Deidara y Sasori llegaron aplaudiendo a los niños.
-¡Al fin se reconciliaron!-
-Ya nos preguntábamos cuando los volveríamos a ver juntos- todos se sentaron junto al lado conversando como una familia que eran, riendo y recordando viejos anécdotas de los mayores…
Viejos tiempos que no volverán…””
Una lagrima bajo por la bestia Hebi al venir a su cabeza ese recuerdo ¿Qué demonios estaba pasando con ellos?
Un puño en la boca del estomago lo dejo sin aire haciéndolo caer de rodillas “Quería acabar con esto de una vez por todas” algo en el aun estaba consciente. La pelea fue salvaje en todos los sentidos, ambos estaban muy lastimados y el aire ya no entraba con facilidad a sus pulmones, Hebi mantenía presionando el cuerpo de su oponente con su peso, lo miraba con nostalgia.
-Tus condiciones son ridículas Kyubi… Mírate, das pena- este lo escupió con sangre. Sasuke observo tras el interior aquellos ojos azules dominados por el demonio, desde un principio destinados a terminar con sus vidas. Y si era así desde un principio porque no acabar con todo en solo un segundo; una pistola guardada dentro de su pantalón marco presencia.
Tres disparos fueron lo suficiente para terminar con ese infinito sueño. Los hombres de negro salieron al auxilio de Orochimaru tirado en el suelo, este con la poca fuerza que le quedaba le arrebato un arma a sus hombres y disparo con rabia a ambos cuerpos que estaban perdiendo sus vidas.
Sasuke sonrió levantando la mano haciendo un gesto grosero al hombre que volvió a caer.
-Tu reino termino- los dos hombres salieron del lugar para llevar a su amo al hospital. Sasuke se acercó un poco al cuerpo de Naruto observándolo por última vez, busco al hijo mayor con la mirada que estaba junto a su padre llorando. Y Dan estuvo todo ese tiempo tirado en el suelo inconsciente, se lamentó por el otro hijo que estaba muerto.
Ese final de ambos no fue como en una película de amor trágica, que ambos a punto de morir se agradecen, se besan y se dicen lo mucho que se amaron; en este caso no fue así. Naruto murió al instante.
Sasuke recordó una vez más aquellos momentos de su infancia junto a su amigo, como queriendo a pesar de todo volver a esos tiempos. Medito nuevamente sobre la felicidad y cada vez se convencía mas de que realmente fue feliz …Poco a poco el agotamiento de su cuerpo le paso factura, lo último que pudo escuchar fue el sonido de la sirena de una ambulancia.
Sus ojos se cerraron desapareciendo en un mundo de sueños que solo un pequeño niño ajeno a todas las realidades del mundo soñaría.
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-Mami tuve un sueño feo- el niño de cinco años recién levantado aparecía en la cocina mientras su madre se acercaba para abrazarlo.
-Todo está bien cariño- lo levanto para aferrarlo a sus brazos. Lo sentó en la mesa para que se comiera su desayuno y el con mucho ánimo comenzó a contar su sueño, donde existía maldad, maldad para una pareja de niños sin hogar.
-Amor estoy de vuelta- una voz masculina entraba a la cocina acompañado.
-¿Cómo te va querida Hinata?- ambos hombres se preocuparon al ver como la mujer soltaba unas débiles lágrimas. El hombre rubio esposo de la mujer la abrazo con temor a que hubiera pasado algo malo.
-Quiero hacerte una pregunta- la mujer que se resguardaba en su pecho levanto la cabeza enfrentándolo con la mirada – ¿Naruto tú has muerto?- su esposo confundido beso su frente y le sonrió.
-No sé de qué hablas amor- el niño termino su desayuno y llamo su padre para darle un gran abrazo, la mujer miro al otro hombre que solo le dedicaba una sonrisa solidaria.
-Creo que tuviste una pesadilla Hinata-
-Sasuke tu…- este solo asintió –Debo irme- un adolescente bajo las escaleras para saludar a su tío.
-Sasuke, salúdame a Itachi- este asintió antes de cerrar la puerta tras suyo. El pensamiento de un cuarto de hospital le llego a la mente. Paso un tiempo largo para que Naruto se recuperara pero los doctores comentaban que ese joven había resucitado, unos decía que era un milagro, otros que aun la muerte no lo necesitaba, pero Sasuke sabía que Naruto se aferraba a su vida con todas sus fuerzas y sabía que no podía terminar de esa manera. Lo extraño del caso de Naruto fue que perdió la memoria y ningún especialista pudo explicar el por qué.
Aun así Sasuke estaba agradecido con la vida por devolverle a Naruto. Luego de ese incidente nunca volvió a mencionar sus sentimientos pasando los años y visualizando a un Naruto casándose y teniendo un bebe, recordaba que el pequeño que había adoptado tiempo atrás estaba muy feliz por su familia.
Suspiro alzando la mirada al cielo y sonrió. Pensó en la posibilidad de que ya era tiempo de casarse y volverse estable; sus pensamientos fueron interrumpidos por un abrazo.
-Gracias por estar con Naruto y gracias por amarlo con tu vida-
-Hinata yo…- la mujer poso un dedo en sus labios.
-Yo también lo amo- este sonrió y correspondió al abrazo –Te invito a almorzar con nosotros- Sasuke aceptó la invitación y comenzó a caminar con la mujer recordando toda su vida sin arrepentirse de nada… UNA VEZ MÁS
FIN