Era 13 de diciembre cuando la guerra entre Corea del Sur y Corea del Norte se llevó acabo en seúl,la capital de Corea del sur.
Allí vivía un chico llamado Taemin de 15 años de edad,con el atentado habían mandado a todas las familias que no salieran de su casa ya que era muy peligroso,pero Taemin vivía en su mundo,casi ni sabia de la guerra, el vivía de mangas y libros.
Su idea de haber salido ya que su prima,la cuál se encontraba con su abuela muerta a su lado lo hizo reaccionar y salir de su burbuja de niño antisocial.
Hubo momentos al día siguiente en que los militares tuvieron que interferir y la gente corría del horror,casas destrozadas,familias,mujeres,niños muertos.
La madre de Taemin ya tenía la hora del viaje en donde iban a llevar a las últimas familias evacuadas a un pueblo lejano,casi inexistente,ni siquiera era parte de algunos mapas.
Justo al salir de su casa por un error torpe de Taemin su padre y su hermano fueron asesinados,delante de el al que acompañaron a recoger algunas cosas de las que se había olvidado y al volver al transporte,casi cuando llegaban a su padre y hermano les dispararon. El solo atino a quedarse ahí parado en shock pero su madre le tomo el brazo y le izo subir al transporte,donde tuvieron varias horas de viaje,interminables para Taemin,que solo reaccionaba a las imágenes que su mente se había encargado de grabar.
Tres días de vivir en ese nuevo lugar,Taemin había desarrollado una clase de enfermedad (problema mental) y no hablaba con nadie, siquiera con su propia madre,se había negado ir al colegio y salir de casa,hasta que un día gracias a una discusión con su madre se marcho de su casa llevando consigo una mochila.
Taemin descubrió un lugar alejado del pueblo en donde unas rocas hacían una especie de hueco en donde el pasaba el resto de los días luego de la hora de almorzar.
La preocupación de su madre al no saber donde se iba su hijo todas las tardes era muy grande,pero igualmente no le prohibía nada,al menos ahora Taemin salía de su casa.
“21 de diciembre del 2018” Escribía la fecha del dibujo en su cuaderno,mientras se colocaba la capucha de su caperuza.
Un fuerte ruido le izo tirar el lápiz y esconderse de inmediato al sentir un fuerte ruido y a una especie de lobo aullar,fuertes rugidos y golpes le hicieron recordar imágenes fuertes que los médicos se habían encargado de eliminar casi por completo con terapias y pastillas.
Las lágrimas aumentan al igual que su ritmo cardíaco,Taemin se tapa la boca cuando siente una especie de rugido bajo,como la de los perros cuando están enojados, y ve una sombra que demuestra que se trata de una especie de lobo,cree que la sombra esta dándole una imagen más grande,pero cuando le ve de frente se asombra del tamaño de aquel lobo y no puede evitar comenzar a temblar del miedo y el frío repentino que crecía en su cuerpo.
El lobo comienza a acercarse lento hasta quedar enfrente de Taemin mostrándole los dientes de una manera terrorífica,no era un lobo común,era demasiado grande y sus ojos eran demasiado bonitos e intrigantes...
Taemin cree que está apunto de morir cuando parece que el lobo va a atacarle y atina a taparse con sus manos la cabeza pero siente un fuerte ruido y un quejido de parte de aquella bestia lo que le hace obvserbar con miedo a aquel lobo que se encontraba con la vista perdida y una herda en el lomo.
Taemin está asustado y no sabe si hacer algo,o que hacer. Apenas se mueve pero el lobo vuelve a gruñir hasta bajar la cabeza de forma forzosa,seguramente por el dolor de la herida. El pequeño se encuentra muy asustado pero igualmente alza la mano hasta acariciar con suavidad el osico de la bestia,la cual se deja hacer la caricia,pero con una mirada un tanto furiosa.
Taemin saca de su bolso (con sumo cuidado) un botiquín mientras el lobo se cae en el suelo con los ojos cerrados,Taemin cree que está muerto,pero gracias a dios su corazón todavía late,así que aprovecha que esta desmallado y le cura,además dejando al pobre lobo tapado con una gran manta.
Al salir de aquel lugar se encuentra con lo que parece ser un animal despedazado y se da cuanta de el peligro en el que se había metido.