Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

[Reviews - 340]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este capítulo no estaba planeado ._. Literalmente, mientras lo escribía las cosas se dieron de manera natural; simplemente pensé "debería de enfocarme en estoy, y dejaré esto otro para el siguiente". 

Véanlo como una introducción a la nueva vida de Minho, y los nuevos problemas que le rodearán e.e 

Minho se encontraba aturdido, pero no le fue difícil seguirle el paso y poder correr a su lado, en vez de ir corriendo de tras de él. Cuando Taesung al fin decidió detenerse, habían corrido al menos seis cuadras.

 

-¡Yah! ¿Por qué hiciste eso?- Minho frunció el gesto.

 

-Si me iba corriendo y lo dejaba atrás, usted iba a enfadarse mucho.- Comentó con gracia.

 

-Aigo, eres un malcriado. –Ese hada malvada realmente podría sacar de quicio a cualquiera.

 

-Quiero ir a un lugar por aquí cerca…¿Me ayuda a llegar?

 

-Agh~…Está bien, Taesung ah…

 

¿Qué otro remedio? Intentó volver a ponerse en marcha, cuando notó que aún no le había soltado de la mano. Habían corrido por seis cuadras, y él no lo notó, al menos hasta ahora. Miró el agarre, lo sentía más que indebido, pero el chico parecía no notarlo siquiera. Subió la mirada, sin saber cómo actuar, soltarlo de inmediato sería grosero, pero tampoco podía seguir…Agh…

 

-Oh, lo siento…- Taesung le soltó, riendo. Definitivamente, el chico parecía ir en una excursión por el mundo. –Mire…- Sacó de su bolso un papel, que debía ser la dirección de donde quería ir.

 

-¿Tienes la dirección?- Minho alzó una ceja, ¿él ya tenía planeado ir?

 

-Pensaba ir hoy en la tarde.- Arrugó la nariz graciosamente. –Así que anoté la dirección por si tenía que pedir ayuda a alguien.

 

¿Así que si tenía planeado ir a fin de cuentas? Asintió, revisando una vez más el papel. No estaba lejos de a donde había corrido, le sería fácil llegar. Probablemente, si sobrevivía al siguiente año, le regalaría un mapa, así no tendría que estar preguntando a todo el mundo cómo llegar.

 

-Debemos ir por allá.- Señaló la calle, manteniendo el rumbo.

 

-¡Sí señor!- Definitivamente, Taesung estaba actuando como niño. Se puso firme y saludó como soldado, para inmediatamente seguirle.

 

-¿Cómo puedes ir de ciudad en ciudad, si tu sentido de la ubicación es tan malo?- Le cuestionó, doblando en la siguiente esquina.

 

-No lo sé…- Se encogió de hombros. –La gente se apiada de mí, y me dice siempre como llegar a los lugares que busco.

 

-Te aprovechas de la gente, Taesung ah, no deberías estar orgulloso de eso.- Le regañó.

 

-No lo estoy...- Incluso para haberse conocido hace poco, Minho supo que Taesung mentía. Le miró severo, ganándose una sonrisa infantil de parte del chico.

 

A partir de ahí no les fue difícil llegar al lugar que Taesung tan desesperadamente quería ir. Minho tildó la cabeza, era una…¿cafetería? ¿O una sala de conciertos? Incluso parecía un bar, aunque estuviese abierto al medio día. Hizo una mueca, tan sólo era otro de esas cafeterías demasiado modernas para su gusto. Volteó a ver al chico, Taesung tenía pinta de ir corriendo en cualquier instante, incluso podía verle saltar en su lugar. Una vez más se cuestionó que edad tenía, el chico había sufrido por sus 28 años, pero parecía un joven de 15 yendo a su primer concierto.

 

-¡Gracias!- Proclamó.

 

-¿Cómo diste con este lugar, Taesung ah?

 

-Uso mucho la computadora.- Alzó las manos. –Estaba buscando música, y di con este lugar. ¿Quiere entrar conmigo?- Preguntó amablemente.

 

Minho abrió la boca, sin saber qué decir. Ciertamente era un lugar que no le gustaba a primera instancia. Pero la manera en que Taesung se encontraba excitado por entrar, sabía que si le rechazaba –de cualquiera manera, amable o ruda- le ofendería. Definitivamente, ¿qué responder?

 

-Por favor, por favor, por favor…- Le escuchó rogar. –Yo invito, no tendrá que pagar nada…

 

-No puedo dejar que hagas eso.- Le interrumpió.

 

-Usted me trajo, y ha sido muy amable conmigo. Es lo menos. ¿Por favor…?- Volvió a rogar.

 

-Es que…no me gustan estos lugares…- Murmuró. –Son demasiado escandalosos. No sólo en ruido, también su apariencia.

 

-Yo soy escandaloso.- Sonrió, achicando sus ojos. ¿Acaso lo él lo había tomado como un cumplido?

 

-Supongo que si te dejo aquí, no sabrás cómo volver al hotel donde estás hospedado…- Jadeó.

 

-¿Eso es un sí?- Brincó. -¡Gracias! Usted es realmente amable.

 

Minho rio, realmente ese día Taesung parecía un niño pequeño. Agitó la cabeza, ¿qué otro remedio? Le siguió, entrando a ese extraño lugar. El lugar no tenía pinta de nada, y a la vez de todo. Era un extraño collage de muchas cosas. Miró a Taesung, sí, definitivamente era un lugar que a él le gustaría.

 

Tomaron asiento en una mesa, en frente de ellos se encontraba el escenario, donde una banda empezaba a tocar música. Aunque sus apariencias eran bastante rudas, no era tan agresivo el tipo de música que tocaban. Todo parecía ser una muy extraña mezcla de todo, que hasta en un punto podía llegar a disfrutarse.

 

-¿Quiere tomar algo?- Taesung le obligó a dejar de observar alrededor, y concentrarse en él.

 

-No sé si me gustaría beber algo de aquí…-¿Qué clase de mezcla rara sería? Tal vez ya era demasiado mayor para experimentar, no coría correr el riesgo.

 

-Entonces ¿una cerveza?- Le ofreció. Algo cerrado, y que no tuviera nada que ver con el lugar.

 

-Está bien, Taesung ah…

 

El chico sonrió, levantándose de su lugar y dirigiéndose a la barra, donde ordenaría las bebidas. ¿Qué estaba haciendo ahí? Minho realmente se sentía fuera de lugar, y era incapaz de comprender por qué no había podido negarse. El chico simplemente rogaba, y lograba lo que quería. ¿Qué tan preocupante era eso? Ese tipo de personas tenían al mundo en sus manos. Y es peligroso estar cera de ellas…

 

-¡Ya volví!- Saludó, dejando la cerveza. Después tomó se sentó, dejando su propia bebida en frente de él.

 

-¿Qué es eso?- Minho miró la cosa rara que se supone Taesung bebería.

 

-No lo sé.- Se encogió de hombros.

 

-…- Minho rodó los ojos. –Por favor…Si te intoxicas y mueres…deja algo escrito donde me deslindas de tu muerte…- Jadeó, en un tono de broma demasiado oscuro aun para su propio gusto.

 

-No moriré, Minho.- En cambio, Taesung rio. –En vez de fingir ser amargado, debería recordar las veces que hizo algo que no debía…Por que supongo que hizo cosas malas.- Le provocó.

 

Minho rio, ¿le estaba provocando para que confesara? Una vez más pensó en la palabra infantil. Ese chico no podía ser visto de otra manera, parecía tener alma de niño pequeño.

 

-Está bien…Sí…- Confesó. –Tal vez de joven hice cosas…

 

-Dígame alguna.- Le urgió, atento de escuchar la historia de aquel hombre.

 

-Mmm…Déjame pensar…Cuando era joven, compré un departamento y dejé la casa de mis padres sin avisarles…

 

-¿En serio?- Los ojos del chico se abrieron enormes y después escapó la risa. –Adivinaré, le creyeron muerto los primeros días.

 

-Mi madre se puso histérica.- Rio.

 

-¿Por qué lo hizo?

 

-No lo sé…Supongo que me urgía venir a aquí…- Realmente nunca había meditado sus acciones.

 

-¿No es de aquí?- El chico se vio desconcertado.

 

-Lo soy.- Le confirmó. –Pero nos mudamos, debido al trabajo de mi padre. Terminé por volver, siempre me gustó más aquí. Fui y vine a tantos y de tantos lugares. Pero siempre terminé aquí.- Miró su cerveza.

 

-¿Estaba buscando quién era?- Se atrevió a preguntar.

 

-Tal vez…Dime, ¿tú por qué viajas tanto?- Le miró, el chico había fruncido los labios pensando.

 

-Yo sé quién soy.- Afirmó. –Sólo que no me siento cómodo estando en un solo lugar. Como si no fuera mi lugar correcto…- Bajó las manos de la mesa. –Me he llegado a sentir como la pieza de un rompecabezas que no encaja en ninguno.

 

-¿Así que no hay lugar para ti?- Alzó una ceja. –Que insufrible. Me compadezco de tu pareja, ha de perder la cabeza con tus constantes viajes.- Sonrió, tratando de seguir con la plática.

 

-Si tan sólo existiera…Pero no es así.- Dijo cortante, y al notar la cara de cuestionamiento de Minho, decidió explicar. –Ah, usted lo ha dicho.- Se echó hacia atrás. -¿Quién podría soportar mis viajes? ¿Qué nunca este? No se trata de encontrar a alguien, porque sé que me será imposible encontrar a alguien que me haga sentir ganas de querer quedarme en un lugar.

 

Minho frunció el gesto, el chico simplemente se había dado por vencido. No supo que decir, ¿tratar de darle ánimos y palabras de aliento? ¿Regañarle? ¿Decirle que estaba en su derecho? A él no parecía importarle, disfrutaba de la vida, era demasiado obvio por su manera de ser…Aunque sabía que no debería de juzgarlo por las pequeñas cosas que apenas sabía de él. Quería conocer más, y así poder saber qué pensar de él.

 

-¿Entonces cuál es el propósito de tus viajes?- Se atrevió de cuestionar.

 

-Enriquecerme culturalmente.- Cliché. Incluso el mismo no pudo evitar reír. –Me gusta viajar, es parte de mi ser. Conozco a personas y descubro otros mundos ajenos a mi perfecta vida.

 

-Eso suena demasiado sabio, como para haber sido dicho por ti.- Le molestó.

 

-Usted es realmente molesto.- Rodo los ojos, riendo.

 

-Tal vez…Entonces, ¿qué opina tu familia de estos viajes?

 

-Están en desacuerdo, por supuesto.- Puso los ojos en blanco, imitando a su padre. –Pero saben que a final de cuentas, siempre hago lo que quiero. No pusieron mucha resistencia.

 

-Mimado.

 

-Y con orgullo.- Le retó. –Más que nada fueron mis padrinos los que convencieron a mi padre de dejarme ir…- Se apoyó sobre su mano. –En el fondo, él aún me ve como un niño pequeño.

 

-¿No tienes más familia?

 

-¿Qué mi padre y la familia de mis padrinos?- Frunció los labios, pensando. –Está el vecino de mi padre. Él es capaz de mentir en un hospital, diciendo que es mi padre, con tal de saber noticias.- Murmuró una pequeña risa.

 

-¿Eso es todo?- ¿Tan pequeña era su familia? Le sorprendió conocer eso. Taesung siempre hablaba de su familia, sonando a que estaba rodeado de familiares y familiares, no de un puño de personas que pueden ser contadas con los dedos de la mano.

 

-¿Qué puedo hacer?- Se encogió de hombros. –Mi padre es un señor amargado que se negó a volverse a casar. Siempre esperé ese día que me dijera que tenía una novia y se iban a casar, pero no pasó.

 

-Creo que tú estabas más interesado en que él tuviera novia.- Le sugirió. -¿Querías una madrastra?

 

-No.- Lo dijo como si nada, bebiendo de su extraña bebida. –Quería que él no se sintiera solo cuando yo me fuera.

 

-Vaya, que amable.- Minho comentó con sarcasmo.

 

-¿Y usted? ¿Cómo es su familia?- Preguntó, mirándole de manera seria y atenta.

 

-Yo…- No había notado que esa mirada podía calar un poco. Jadeó. –Actualmente, sólo mi madre y su hermano. Mi padre murió hace un par de años.

 

-Oh…

 

-Supongo que ahora está bien, vivió por mucho tiempo enfermo.- Explicó.

 

-Ahora está mejor.- Le sonrió, tratando de hacerle sentir bien. –Y…¿No es casado?

 

-¿Por qué la pregunta, Taesung ah?- Rio.

 

-Siempre que le llamo, usted me auxilia. Sinceramente, estoy empezando a sentirme mal.- Agachó el rostro, escondiendo una risa.

 

-Te dije que me usabas de chofer.- Le reprochó.

 

-Nunca ha sido mi intensión.- Taesung se puso a la defensiva. –Y quisiera disculparme, si he interrumpido en sus planes y…

 

-No soy casado, Taesung ah. No te preocupes.- Le mandó a callar.

 

-Ah~ que desperdicio.- Susurró, aunque Minho fue capaz de escucharle y hacer una mueca ante eso. Taesung rio, para después dispersarse de nuevo en su alrededor, tarareando la cancioncilla que el grupo tocaba en el escenario.

 

Minho le miró, ese chico, a pesar de todas las diferencias, le seguía recordando a Taemin. Su físico, sin duda, era lo más parecido; el rostro no ayudaba mucho. Y su actitud infantil, para encubrir otra serie de pensamientos más maduros y profundos. ¿Qué hace que la gente sea así? Si ya había conocido a dos personas de ese modo, debería de haber un factor en común. Pero no sabría decir qué era. Escuchó al chico murmurar algo, mientras miraba su reloj.

 

-¿Qué ocurre?- Le cuestionó.

 

-Tengo que volver al hotel y trabajar.- Jadeó. –Me iré dentro de poco, será mejor que deje de jugar alrededor y acabe con mis deberes.

 

Ahí estaba de nuevo, su forma de pensar madura y sensata, que conoció la primera vez que le vio. El chico prácticamente era dos personas en una. Minho asintió, entendiendo lo que significaban las palabras del chico, era hora de volver a la rutina normal del diario.

 

-¿Cuándo te vas?

 

-No vaya a hacerme una fiesta de despedida, por favor.- Se burló de manera suave.

 

-Oh, no. Haré una fiesta para celebrar que por fin dejaré de ser chofer sin paga.

 

-Grosero.- Frunció los labios. –En dos días, probablemente.

 

-¿Y cuándo vuelves?- Volvió a cuestionarle.

 

-No lo sé…- Susurró. –Tal vez no vuelva…

 

-·+·-·+·-·-·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·

 

Mentiría si dijera que no le afectó escuchar al chico decir eso. Minho no lograba explicarse el por qué, pero le molestaba que Taesung considerara no volver a la ciudad. ¿Tan poco interesante se le había hecho? Tal vez no había conseguido más clientes. Fuera cual fuera el motivo, le picaba debajo de la piel, obligándole a sentirse más curioso con respecto al chico.

 

Aunque quiso evitarlo, terminó ahí, afuera del hotel, esperándole para poder decir adiós. Era molesto, estaba molesto consigo mismo, pero no importaba nada que hiciera, había empezado a actuar en automático. A los pocos minutos, el chico salió, jalando dos maletas que indicaban un viaje largo. ¿Iría algún otro lado? Tenía tanto por preguntar, que no sabría decir por dónde empezar.

 

-¡Taesung ah!- Le llamó, provocando que el chico volteara de inmediato.

 

-¿Minho?- Tildó la cabeza. –Le dije que no me hiciera una comitiva de despedida.- Quizás fue algo rudo al hacer esa broma, pero solucionó todo con la sonrisa final.

 

-Ah…Yo…- No podía. ¿Qué era lo que iba a decir? Simplemente estaba bloqueado.

 

-Lo sé...Usted dijo que somos amigos, vino a despedirse.- El chico era quien rellenaba los espacios en blanco, mientras Minho sólo podía quedarse ahí, tratando de desanudar su mente. –No lo obligaré a decir que sí.

 

-Taesung ah…- Jadeó. –...Es que me agradas.- Tenía que admitirlo, en el fondo, el chico le agradaba.

 

-Oh…- Rio suavemente. –...Ah, mi familia me matará si les digo que salí tarde.- Apagó el celular, ganándose una mirada de Minho. –Si lo llevo encendido en la carretera, podría distraerme. No es buena idea.- Arrugó la nariz graciosamente. -¿Quiere ir a desayunar?- Ofreció. Así que ese había sido el verdadero motivo por el cual apagó su celular.

 

-Sí.- Tenía que convencerlo, que regresara, para así poder seguir conociéndolo, y satisfacer su curiosidad. El chico le hacía sentir bien, y le hacía sentir mal, tenía que terminar de entender por qué y no lo lograría si Taesung se decidía a no volver.

 

El desayuno lo tomaron en cafetería del hotel. Habían dejado que el silencio fuera un acompañante extra, como si no tuvieran algo que decir, aunque eso no fuera el caso. Minho le miró, de nuevo notando ese aire educado en el chico. ¿Por qué? Taesung lograba despertar su curiosidad al ser de ese modo. Escondía su forma de ser tras un escudo bastante bizarro...Por un momento le recordó a sí mismo, tras su propia pared que había construido después de Taemin.

 

-¿En serio consideras no volver?- Rompió el silencio, logrando que Taesung le mirara.

 

-Tal vez...- Susurró, y tras ver el por qué escrito en la cara de Minho, se dio la tarea de explicarse. -No me siento...Siento que no debería de estar aquí.- Jadeó. -Es algo que, aunque me divierta, no me deja terminar de estar cómodo...

 

Minho le miró atento, sin saber qué decir. ¿Sería él? ¿Las calles? ¿La gente? ¿Qué? Sintió una súbita frustración ante tales palabras. Por fin algo que empezaba a sonar bien en su vida, y entonces el chico le dice que preferiría no regresar. Miró su plato, se sentía, quizás, algo decepcionado. ¿Había chocado contra el escudo que ese chico construyó alrededor de sí mismo? Después de todo, lo único que lograba entender era que no terminaría de conocerle, y no podría satisfacer su curiosidad. 

 

-No me lo tome a mal...Usted también me agrada, y mucho.- Corrigió, sabiendo que quizás le había ofendido. -Pero no se sí debería volver...- Jadeó.

 

-Yo quiero que vuelvas...Admitió Minho. -...Me causas curiosidad, quiero conocerte sinceramente.

 

-Siento lo mismo…- Taesung esbozó una pequeña sonrisa. –Usted me causa mucha curiosidad. Aunque quisiera evitarlo…

 

¿Qué hacer? Minho suspiró. Si la curiosidad era mutua, entonces debía de hacer algo. Había insistido tanto con lo de ser su amigo, que no podía simplemente dejar que aquel chico se fuera sin terminar de conocerle.

 

-¿Podrías volver? Por favor…- Rogó.

 

Taesung mordió su labio inferior, mientras jugaba con su comida. Obviamente no le era una decisión fácil de tomar. Seguir su instinto y mantenerse dentro de lo cómodo. O...seguir su curiosidad...

 

-¿Para qué quiere que regrese, si yo le hago rabiar tanto?- Necesita de una respuesta, lo que fuera, para poder negarse.

 

-No lo sé...Es por eso que quiero que vuelvas.- Tenía que aclarar su mente, descubrir eso que le llamaba la atención y poder dictaminar una sentencia a esto nuevo que estaba sucediendo.

 

-No sé qué decir.- Fue sincero. -No quiero volver, pero usted...Si regresara, realmente sólo podría ser por trabajo, y porque usted me lo está pidiendo...

 

-Por favor dime que ese es un si.

 

-Si queremos ser amigos, debemos de conocernos, ¿cierto?- Taesung miró de lado. -Además, por aquí puedo tomar diferentes rutas...

 

-Yah, responde con un sí o un no, en vez de tu jerga de hada malvada.- Le sermoneó.

 

Taesung rio, cubriéndose la boca para no ser tan grosero.

 

-Le he vuelto a hacer rabiar.- Susurró. -Trataré de avisarle con tiempo...Cuando vuelva...

 

Minho sonrió, no tenía idea de cómo, o qué, en específico le había convencido, pero se sentía tranquilo de haber logrado su cometido. El chico iba a volver, y esperaba convencerle de que no fuera sólo por una vez más.

 

-Vaya, ahora es realmente tarde...- Taesung miró su reloj. -Si no me voy ahora, no lograré llegar a la hora acordada...- Recogió sus cosas y se puso en pie. -Gracias por venir a despedirse, señor Choi.- Minho frunció el gesto al escucharle llamarlo así, provocando que Taesung riera. -Minho, lo siento.

 

-Eres malvado, no creo que cometas tantos despistes naturalmente.- Se quejó.

 

-No...confesaré, o negaré, nada.- Murmuró. Después sacó su billetera y dejó sobre la mesa el montó exacto.

 

-Yah, al menos deja que pague.

 

-Tal vez la próxima, Minho.- Susurró tras una risita. Después salió por la puerta.

 

¿Había salido todo bien? Minho se sentía confundido, puesto que aunque había logrado que el chico regresara, no sabía si lograría hacer que la próxima no fuera la última. Ademas, ¿qué significaba la curiosidad que el chico sentía por él? Necesitaba saber.

 

-·+·-·+·-·-·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·

 

-Hijo, Sunggie, ¿has visto dónde dejé la carpeta azul?- Taekwoon preguntó a su hijo, quien estaba absorto en su laptop, sin hacer algo más. Obviamente no le había escuchado.

 

-Olvídalo, Taekwoonnie, el niño lleva veinte minutos así.- Zinni apagó el televisor. -No hace o dice algo.

 

Taekwoon le gruñó, cruzando los brazos.

 

-¿No deberías de estar con tu marido?- Prácticamente le ladró.

 

-Hongbin está en una entrevista con un cliente.- Rodó los ojos. -Me aburrí en casa, así que heme aquí.

 

-Si no hay otra opción...Noona, ¿has visto mi carpeta azul?

 

-Lo siento, me temo que no.

 

-Agh, hijo, cariño...- Insistió con Taesung, aunque nada lo hizo salir de su abstracción hasta que el timbre sonó.

 

-Yo atiendo.- Se alzó de brinco y corrió a la puerta.

 

-Oh, Taesunggie,- Jaehwan les visitaba, aunque eso no era extraño. -se que suena raro, pero ¿tienen harina? Mi sobrino cumple años y quiero hacer un pastel...

 

-No tenemos; necesito hablar con usted...- Le jaló, subiendo a lo que solía ser su habitación.

 

-Vaya, mis ojos me engañan, pero Sunggie ah prefirió a Jaehwan, querido Taekwoonnie.- Zinni rio, ganándose otro gruñido. -Agh, hueles a celos.

 

-¿Por qué mi hijo quiere hablar con él?- Frunció el ceño.

 

-Si no lo has notado, nuestro Sunggie ah ha estado actuando raro desde que volvió.

 

-¿Qué significa eso?- Miró angustiado a su amiga, recibiendo a cambio ese gesto de hombros encogidos.

 

-·+·-·+·-·-·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·+·-·+·--·

 

Minho marcó el discado rápido, recostándose en el sillón. Cerró los ojos un segundo, en lo que la llamada era contestada.

 

-¿Bueno?

 

-Seo...¿no es muy tarde?- Jadeó. Admitía que no tenía idea de los husos horarios.

 

-Olvidas que estoy seis horas atrás de ti.- Rio. -Acabo de salir del trabajo.

 

-Lo siento, no...

 

-¿Qué te ocurre, Minho ah? Te escuchas afligido.- Se preocupó.

 

-Estoy pasando por algo que creí ya no vivir...- Jadeó.  -Estoy confundido, hay alguien que me obliga a voltear y verle, aun cuando no quiero.

 

-No veo el problema, habla claro.

 

-Me dijo que se siente igual con respecto a mí.- Se pasó la mano por el rostro.

 

-Te estás ahogando en nada.- Le regañó. -Si quieres dejar de tener curiosidad, conócele. Y deja que te conozca. Sé que lo sabes, ¿por qué le das tantas vueltas?

 

-Ese es el punto. No puedo dejar de darle vueltas al asunto y actuar fríamente.- Lloriqueó.

 

-Entonces deja de pensar.- Le ordenó. -Ya llegó mi marido, debo de irme.  Por favor, Minho, deja de complicarte la existencia.

 

-Trataré, Seo. Bye.

 

-Adios, Minho ah.

Notas finales:

¿Qué es lo que creen que pasará ahora? Muchos de ustedes me han dicho cosas que sí pasaran C: No sé si son clarividentes, o la historia va por buen rumbo ^-^ 

 

Además, debo decirles que dentro de una semana inicio mis exámenes (papers) Si conocen el IB sabrán el dolor que estoy sintiendo :'C Espero poder volver antes de tres semanas. Hasta entonces, los estaré extrañando TT.TT  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).