Intentar olvidar es algo difícil cuando esa persona golpetea incesantemente tu puerta y por ende, tu espalda apoyada en ella.
Taehyung tapaba sus oídos y presionaba sus labios para no soltar algún gemido entre los sollozos que atoraban su respiración.
Jungkook aún llamaba angustiado al mayor. Sabía que él estaba allí, Hoseok se lo había dicho.
Todo aquello comenzó hace una semana atrás, en la noche previa al primer día de vacaciones que les daban como grupo.
V, aquel alíen hiperactivo y alegre tenía una persona especial entre sus ojos, alguien por el cual agrandaba su sonrisa y soltaba suspiros antes de dormir. Aquella noche era su noche, antes de comenzar sus vacaciones pretendía revelarle sus sentimientos al contrario, inocente y risueño, planeaba pedirle compartir un viaje por unos días a Jungkook. Pero no todo funciona como lo queremos y él lo descubrió.
Jeon fue el primero en acostarse a dormir mientras los demás miraban películas, el pequeño maknae estaba rendido. Taehyung se levantó de su asiento al ver a todos concentrados en la pantalla del led tv y caminó nervioso por el pasillo hasta una de las habitaciones: La del primer y tercer maknae. La puerta del cuarto se encontraba entre abierta y se podían escuchar los suaves ronquidos del pequeño.
Entró.
El cruzar la distancia que lo separaba del cuerpo tendido dentro de las sábanas se le hizo eterno y quiso darse la vuelta una vez al estar frente a él. Sus manos temblaban y su corazón se sacudía ansioso dentro de su pecho mientras reunía el valor para agachar su rostro hasta el de Jeongguk. Con sumo cuidado de no despertarlo cerro sus ojos y unió sus labios a aquellos entreabiertos en un tímido, cálido y dulce beso, sorprendiéndose al ser levemente correspondido. Su corazón se aceleró al máximo, tanto que juraba que lo perdería en cualquier momento. Los dulces labios de su niño amado le respondían con tal suavidad que creía que los rompería. Se sentía en el cielo por él...
-Hanna...
Y ese susurro se encargó de bajarlo a tierra y pararle el corazón.
Por la mañana, antes de que cada cual se fuese por su lado, Jeon Jungkook les reveló que mantenía una relación por mensajes con Hanna: era su novia oculta y se iría con ella a casa de sus padres para pasar la semana juntos y convivir. Cinco chicos felicitaron al maknae por su primera novia y Jeon sólo sonreía apenado, uno, el alíen del grupo, lo miraba con la tristeza pintada en el rostro mientras los demás le abrazaban. Jungkook lo vio, vio las lágrimas saliendo de los ojos de su hyung.
Taehyung se había encerrado en la casa de sus padres aunque estos no estaban, se habían ido de viaje con sus hermanitos ya que no sabían de las vacaciones del AB.
Jungkook había intentado llamarlo luego de no haberlo visto cuando se despidieron pero el segundo maknae no le contestaba. Preocupado, intentó probar suerte con Hoseok, este le dijo, luego de escuchar sus ruegos, que Taehyung estaba sólo en casa de sus padres, incluso le dio la dirección.
Los golpes a la puerta se detuvieron.
Cansado de intentar sin éxito alguno, Jeon le advirtió que volvería al día siguiente diciéndole que sabía que estaba ahí y le oía, también le dijo que le dolía su indiferencia; Taehyung sólo quería morir.
Al día siguiente Jungkook no volvió.
Taehyung sonrió amargamente al pensar que él no era tan importante como para que el maknae dejara a su novia unas horas para verlo como había dicho y la piel de su pierna se enteró de ello al recibir una cortada. V nunca tuvo pensamientos suicidas así como nunca había sentido tanto dolor en su corazón que opacara su racionalidad a la hora de pensar en lo que hacía.
Luego de tapar la herida sangrante, decidió dormir el día entero.
Ya era entrada la noche cuando sus ojos se abrieron. Afuera se había desatado una tormenta y alguien golpeaba desesperadamente su puerta. Se acercó a la ventana que daba a la calle con los ojos semi-abiertos para observar quién era, terminándolos de abrir al ver que se trataba nada más ni nada menos que del maknae de BTS: Jungkook. Los pies de V se movieron por si solos hasta el recibidor pero sus manos dudaron al momento de abrir la puerta. Un rayo partió el cielo iluminando la escena.
Jeon se apretó contra el cuerpo del mayor en un abrazo que obligó a latir a aquel desolado corazón.
-Hyung ¿Por qué no contestaba?-susurró angustiado aferrándose a él, Taehyung no contestó. Extrañado, el joven cantante se separó del alíen y lo miró, miró aquellas lágrimas que eran las mismas que vio la última vez-hyung... ¿Por qué...?
-Vete-fue lo único que le había dicho fríamente mientras intentaba contenerse y no gritarle. Jungkook lo miró sin entender y quiso acercarse, V lo alejó de un empujón-¡Vete!-le repitió con más fuerza
-pero hyung ¿Qué te pasa?-aquel pobre niño casi cae al piso al recibir un segundo empujón
-¡Tú me pasas!-le gritó-¡Por ti me he vuelto un masoquista! ¿Qué acaso no entendías lo que quería demostrarte? ¿¡Creías que era broma cuando te dije que te quería!?
Un empujón más les hizo avanzar a la acera
-¿De qué habla? No le entiendo, hyung-respondía el Golden maknae asustado
-¡Hablo de tu tonta novia!-Jeon abrió grande los ojos y pronunció el nombre de la chica con sorpresa-sí, ella...-Tae denotaba dolor en su voz-trabajé tan duro para demostrarte mi amor, junté tanto valor para robarte un simple roce de labios para que una niña me aparte de ti, yo que tanto te quiero... ¿Que no lo notaste?-Kookie no podía contestarle nada, sólo miraba incrédulo y sin poder creerlo.
-hyung yo...Hanna...
-¡Hanna, Hanna, Hanna! ¿Es lo único que puedes decirme? ¿¡A qué demonios vienes!?-le empujó-¡Te burlas de mi cariño! ¿No es así? ¿¡Que tiene ella que no tenga yo!?-encaró el mayor antes de tomar con fuerza el rostro del menor para besarlo.
Jungkook lo miró con impresión y gimió adolorido cuando una mordida rompió su labio inferior, haciendo que saliera de su shock para golpear la mejilla del otro en un acto reflejo.
-hyung...-susurró arrepentido cuando vio a Taehyung cayendo de rodillas contra el asfalto mojado.
-¿Por qué?-repetía una y otra vez dejando que la lluvia se juntara con sus lágrimas saladas-si yo te amo tanto...¿Por qué no me quieres?-una vez más, no tuvo respuesta y apretó los puños-¡Tú no me quieres ! no lo haces...no me amas...-se lamentaba y temblaba bajo las gotas de lluvia.
Jeon se agachó hasta él y le levantó el rostro mirándolo preocupado.
-¿Quién dice que no lo hago?-susurró quedo mientras le acariciaba el rostro al contrario-Tae hyung, por favor, no saque conclusiones por ti mismo, yo...-nuevamente un rayo iluminó la noche y perduró su luz enceguecedora junto a un estruendoso sonido que los hizo a ambos girar sus rostros hacia aquella luz que se volvía más cercana a gran velocidad.
Jungkook miró con terror al mayor antes de que este lo empujara fuera de su alcance, logando que golpeara su cabeza contra la fría senda asfáltica. Kook sólo podía oír ruidos distorsionados de personas gritando sumado a un fuerte dolor de cabeza que le dificultaba a horrores el abrir sus ojos. Logrado su cometido intentó restablecer sus sentidos aún aturdidos. Alguien de blanco y con guantes azules de látex le pedía que se quedase quieto, Jungkook no le obedeció al ver a tan sólo unos metros a un auto detenido con el frente destruido y restos de sangre que se esparcían por la calle mezclada con el agua. La desesperación le detuvo el corazón cuando se puso de pie, ignorando el dolor en su cuerpo, los gritos, el sonido de la ambulancia y la incesante lluvia, tampoco le importaban aquellos truenos que cuando niño no le dejaban dormir por el miedo. Miles de imágenes pertenecientes a sus recuerdos le invadieron a cada paso que daba. Sus pies se arrastraban, llevándose en las suelas la sangre derramada camino a la multitud que se encerraba en torno a algo. Temiéndose lo peor apartó a la gente de su camino y se arrojó sobre el cuerpo ensangrentado de Kim Taehyung, sin importarle que los camilleros le tomaran por los brazos para apartarlo del cuerpo sin vida del otro chico. Jungkook peleaba por soltarse, gritando que no lo apartaran de su lado, pidiéndole al mayor que se levantara, gritándole que lo amaba, pero Taehyung ya no lo oía y esto lo entendió el menor cuando la manta blanca cubrió el cuerpo quebrado y pálido de aquel por el cual había sufrido tantas noches, ahora que el brazo sangrante colgaba de la camilla él se daba cuánta que había perdido en un sólo instante aquello que tanto había querido para su vida: el amor de Taehyung
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