Hoy como siempre me levante para ir al colegio, realmente tenía ganas de salir de casa y subir al metro.
Lave mi rostro y talle bien mis ojos, quería estar perfecto, fui al closet y de el saque mi uniforme pulcramente colgado. Me lo coloque tratando de no arruinar el planchado y baje las escaleras hacia la cocina.
Mamá y Papá ya se habían ido a trabajar asique me prepare unos cereales para tener algo en el estomago, y no tener que lavar platos después.
Cepille mis dientes, mi melena rubia, agarre mi bolso y cerré tras de mí, la puerta de casa.
Camine hacia el metro, una sonrisa se extendía hoy por mi rostro y era difícil de ocultar, solo estaba feliz.
Mire a mí alrededor sintiendo que me observaban, pero al no encontrar a nadie, sonreí con aire despreocupado al ver que estaba llegando el transporte.
Subí tratado que de no chocar con nadie y me senté en uno de los asientos.
Me concentro en mis manos y juego con ellas, veo que te sentaste frente a mí, al otro lado del vagón, tal vez si fuera un poco más lindo, o tal vez inteligente… cruzaría hasta donde estas y preguntaría tu nombre.
Estaba feliz por volverte a ver, si solo supieras que todas las mañanas me arreglo así para que me dediques una mirada.
Te observo lazar un bostezo al cristal y se inundan mis pupilas
Hasta que vuelvo a sentirme observado, mire hacia adelante y encontré unos ojos grandes que se clavaron en los míos por unos segundos, te veo suspirar, nervioso cierro los ojos y te de seguro apartaste la vista
Llegando a la estación de mi escuela me bajo y emprendo camino hacia ella. Lo único que puedo llegar a pedir en este momento es que vuelvas a mirarme…
Y así pasan los días, de lunes a viernes, como las golondrinas del poema de Bécquer, de estación a estación, enfrente tú y yo, va y viene el silencio.
No volvimos a encontrarnos en el mismo tren toda la semana, ¿Te estarás burlando de mis sentimientos? ¿A caso sabes de ellos?
De pronto me miras, te miro y suspiras, yo cierro los ojos tú apartas la vista, apenas respiro me hago pequeñito y me pongo a temblar
Estamos llegando nuestra estación, si, porque descubrí que vas al mismo instituto que yo.
Te veo pararte y mis labios despiertan de su ensoñación.
-Mi-Minho-hyung…- Pronuncio en un tartamudeo
Supongo que piensas que chico más tonto,
“me quiero morir”
Me miras extrañado y te acercas diciendo:
-Yo aun no te conozco, ya te echaba de menos -Sonríes- Cada mañana rechazo el directo y elijo este tren…-
Y ya estamos llegando mi vida ha cambiado un día especial este 11 de marzo me tomas la mano llegamos a un túnel que apaga la luz
-Lo siento Hyung por no decirle antes- Y tiernamente pongo mis manos sobre sus mejillas y le beso suavemente en los labios.
-Te quiero Taeminnie-
-También te quiero Hyung…-
Y yo te regalo El último soplo de mi corazón