Mi existencia era tan longeva como la vida misma, tantos milenios buscando algo que realmente me importara o significara algo, vigilando… siempre vigilando, y de eso constaba mi vida y vuelta a repetir, ¿lo peor? estaba aburrido de ello.
Cuando eres un ángel y naces siéndolo no hay manera de negarse, si los humanos supieran que quienes cuidaban a sus hijos en verdad existen, si supieran que Dios y Satanás son tan reales como la Luna y el Sol, tal vez dejarían de rezar o nos buscarían para cazarnos y tenernos como trofeo, así era su naturaleza después de todo; destructiva
No estoy aquí para contar la desdichada vida de un ángel que quiere dejar de serlo, quiero que se sepa el por qué he buscado la manera de ser un simple mortal, y de que daría todos los milenios que tengo encima para abandonar estas alas.
Todo comenzó hace aproximadamente un año atrás, el niño al cual yo debía cuidar y el cual debía ser mi única preocupación cayó enfermo, era inevitable y el final era completamente anunciado y no me quedaba más que quedarme con él hasta el final, fue entonces… fue allí cuando por primera vez en mi larga vida mis alas se congelaron, mi piel se erizo de frio, sentí mi corazón volver a bombear y la ansiedad como sentimiento palpable en mis manos
Un chico tan pálido, piel comparada con ceniza, de aspecto frágil y doloroso y un caminar cansado y errante, ojos oscuros cual noche sin luna y vestimentas en el mismo tono, un contraste perfecto a lo que yo era, siempre de blanco, siempre iluminando y siempre cuidando
Me encontré tan concentrado en el ser doloroso frente a mis ojos que no me percate que se acercaba al niño del cual yo custodiaba
-¿qué haces? –Al parecer aun no se había dado cuenta de mi presencia y detuvo sus pasos al escuchar mi voz – te pregunte qué haces
-es curioso que siendo un ángel no comprendas el paso que debe dar, el –apunto al niño y luego sus fríos ojos escaneándome –eres el ángel al cual llaman Jonghyun, ¿no?
-si… -me sentí idiota, novato… bastante humano frente a él, conocía mi nombre y sabia de mí y yo no tenía idea de con quien estaba tratando – ¿puedo saber quién eres tú?
-piensa un poco… eres un erudito entre tus hermanos por lo que se, te darás cuenta quien soy y lo que hago aquí –y entonces sonrió, y esa noche otra vez descubrí otro primer sentimiento, el querer hacer que un segundo durara toda la vida –vamos Jonghyun… lo sabes – insistió
Mi mirada fue a dar al niño al cual debía proteger que ahora yacía en sus brazos, tan frio y doloroso como aquel hombre, y entonces lo comprendí, estaba en frente al temor de todo Angel, al único ser capaz de hacer que hasta el mismo diablo le temiera si decidía ir por el
-La muerte… tú, eres la muerte –retrocedí pegándome a la pared de aquel hospital, la única vida que dependía de mi se encontraba en sus brazos y en mi mente no había más espacio que conocer el nombre del ser cruel que me arrebataba
-no me temes, me agradas por eso –acomodo al niño en sus brazos comenzando a caminar fuera de la sala y el maldito sonido del aparato que media la vida del niño ensordeciéndome y recordándome que había fallado por primera vez –tal vez algún día nos volvamos a ver, para tu tranquilidad quiero que sepas que no has fallado como ángel guardián, no había nada más que pudieras hacer por el
-¿donde lo llevaras?, ¿por qué has venido en persona?, ¿por qué me conoces?, ¿eres el único? –tome coraje de algún lugar recóndito de mi ser para encararlo
-lo llevare a que se reencuentre con su abuelo… se extrañan, he venido en persona por que este niño ha sufrido mucho, tú lo sabes y te dolía la situación, te conozco porque hasta en el mundo oscuro se reconoce a los buenos trabajadores, y no, no soy el único tengo un jefe igual que tú, ¿cómo crees que una sola persona pueda llevar al otro lado a millones que fallecen por día?
-¿y si no permito que te lo lleves? –tomo el rostro del niño en sus brazos, pasando a rozar sus manos que parecían hechas de algodón, nada era tan suave como aquellas frías y níveas manos – ¿si quiero que el niño siga viviendo?
-el quiere irse, odia pasar en el hospital y extraña la mejor parte de su vida que es cuando era muy pequeño, quiere descansar y tu también aunque te duela reconocerlo, no lo quieres ver sufrir mas –aparto mi mano y pensé que podría apreciar ese roce los milenios que me procederían – ¿sabes cómo nacen los fantasmas, Jonghyun?
-no lo sé –negué efusivo
-es gente que no quiero irse porque se supone le quedan asuntos que resolver –pauso su hablar y me atravesó con sus oscuros ojos, sentía como si pudiera leerme –si la muerte ha venido por ti es mejor que la acompañes, quedarse amarrado a un lugar por siempre es la peor decisión del mundo
Hizo camino hasta la puerta luego de aquella explicación, haciendo mi corazón doler y una sensación en mis piernas de querer correr detrás dé el, fue así como desapareció frente a mi llevándose todo lo que yo solía ser
El siguiente año vez que había riesgo de muerte en algún lugar, allí me encontraba yo tratando de encontrar al hombre doloroso, pero nunca volví a verlo, siempre había alguien más que venía por la persona destinada a morir
En mis tiempos de ocio comencé a investigar sobre la desdichado mundo de la muerte que a pesar de ser oscuro se alejaba bastante de la crueldad creada en el infierno, eran como ángeles con una oscura misión y rechazados por lo mismo, nosotros los ángeles solíamos morir de manera distinta, se nos era quitada la “gracia” por traicionar a Dios y la traición hacia nuestro creador era simple: aliarse con un demonio del infierno, dejarse ver por un humano o renegar de dicha gracia y entonces se nos condenaba a como un humano mas, con todo lo que esto significaba, penas, amor, dolor, enfermedad, tristeza y finalmente soledad, pero siendo inmortal, lo que también significaba ver familiares y seres que amas morir uno tras otro, año tras año y quedarse solo por el resto de la eternidad, un destino cruel.
Luego de cinco largos años en donde tenía tareas simples y otro periodo descansando y observando desde el cielo, pude presenciar cómo algunos de mis hermanos fueron desterrados por enamorarse de humanos, casi siempre ocurría eso; le daban una persona a la cual cuidar y se convertía en el mundo entero para dicho ángel, tanto así que no podía dejarle ir y finalmente se enamoraban
-Jonghyun necesitamos que cuides de una joven esta noche, su ángel… bueno es el padre del bebé que ella dará a luz esta noche –dijo uno de mis hermanos con el pesar en sus ojos, pero no había nada que hacer, se trataba de un ángel desterrado y la mujer que amaba
Tocar la tierra nunca fue más triste, debía cuidar de aquella chica y su bebé pero no podría hablar con mi hermano desterrado, por lo menos tendría la oportunidad de ver una nueva vida poblar la tierra y era algo bueno en un trabajo como el mío
Nuevamente en un hospital, solo que no tan lúgubre como la ultima vez y una misión completamente renovadora para mí que sentía mis alas entumirse estando de flojo en el cielo
Y nuevamente esa sensación llego a mí, mis alas congelándose y mi corazón agitándose como el galope constante de un caballo salvaje, mi hombre doloroso en frente
-¿me has estado buscando, Jonghyun? –sus palabras era la canción más triste y sus pasos la danza mas hipnotizante que mis ojos habían presenciado – ¿por qué?
-eres como la espina que no logras detectar en tu cuerpo, pero que de todas maneras duele, te ronda y cada cierto tiempo te recuerda que sigue impregnada en ti –me explique – y porque creo que me enamore de la muerte, trágica decisión, ¿no?
-no lo creo –volvió a sonreír, perforando mí corazón con su frialdad desmesurada –creo que la muerte corresponde a tus sentimientos –se acerco enfriando todo el rededor mas no mi cuerpo – tengo un secreto… ¿quieres saberlo?
-¿quieres contármelo? –Mi corazón golpeaba mis costillas y pecho con fuerza, quería que me tocase y ser desterrado si podía tenerlo a mi lado costara lo que costara –dímelo – le confirme
-solía ser humano, por un descuido tuyo logre verte y jamás lo supiste, en ese entonces yo era un niño y al saber sobre los ángeles mi propio Ángel guardián me rebelo su existencia y me conto de ti, me conto también de una manera a la cual recurrían muchos ángeles desterrados para volver al cielo
“Solo los ángeles se hacen daño, porque no les gusta la vida en la tierra. El mundo los está destruyendo y desean volver a casa, volver al cielo nuevamente”
-te suicidaste para poder verme –caí de cuenta en el sacrificio que él había hecho por mí –pero… como llegaste a ser…
-¿la muerte? –Pregunto y supe que tenía la respuesta precisa a mis dudas – mi ángel guardián estaba enamorado de otro humano y como sabia que sería desterrado por aquel amor, negocio su inmortalidad para que la “muerte original”me acogiera entre sus filas
-obviamente lo logro –dijo sorprendido, el hombro doloroso frente a mí se había quitado la vida, se hizo parte del mundo oscuro solo para poder volver a verme alguna vez – ¿qué paso con tu ángel guardián?
-fue desterrado finalmente, pero vivió una muy feliz vida mortal con el chico que amaba… cuando llego la hora de su muerte me los lleve a ambos agradeciendo el favor que me hizo, un final justo, ¿no crees?
-¿puedo dejar mis alas y mi inmortalidad para estar a tu lado? –no importaba que mi vida durara horas luego de dejar mi gracia en el cielo, si esas ultimas horas podía pasarlas al lado de aquella muerte – ¿puedo quedarme contigo?
-enamorarte de la muerte es razón suficiente para que Dios te saque a patadas del cielo, Jonghyun –me acaricio encendiendo fuegos internos que siempre lleve dormidos – si renuncias al cielo… tengo permitido llevarte ante la muerte original y que seas como yo –me explico
-entonces así ¿ambos seriamos inmortales? –lo quería a él, al precio que fuera y por el tiempo que fuera –contéstame… ¿viviría por siempre a tu lado?
-lo harías, pero al costo de tener que quitarle la vida a las personas cuando llegara su momento y dejarlos en el limbo para ver a donde iría su alma, ¿estás dispuesto a ello? –su frialdad era lo único que necesitaba, probar el placer y amor en sus brazos me bastaba
-estoy dispuesto –confirme – renuncio al cielo y acepto a la muerte –esa fue mi promesa y sentí un intenso dolor seguido de la luminosidad abandonándome
El frio llego con naturalidad, haciéndome sentir mas cómodo de lo que jamás estuve en mi vida como ángel, la mano de mi muerte personal estaba atada a la mía, mi piel era parte de él, mi corazón quería correr a las manos de su verdadero dueño el cual aun no tenía un nombre pero si un rostro y era el más hermoso que jamás vi
-Jinki –susurro en mi oído y luego acaricio mi rostro con el dorso de su mano que aun tenía ese toque tan suave sobre mí –así me llamo, Jinki es mi nombre
-Jinki es el nombre de mi hombre doloroso, entonces ya puedo asociarle un nombre al dueño de los sentimientos que tengo –cerré los ojos haciendo que su toque sobre mi piel se intensificara
Me saco de aquel hospital ya que mi misión como ángel no se llevaría a cabo, había dejado de ser uno después de todo. Llegamos a una cabaña en media carretera, ni un alma se aparecería por allí quizá en cuanto tiempo y solo éramos los dos
La lluvia se hizo presente y fuimos a refugiarnos, la ropa empapada y me deseo de investigar la piel de Jinki era el deseo más tangible que jamás había tenido, se deshizo de mi camiseta rozando la piel de mi espala en donde alguna vez existieron mis alas, sus manos parecían secar mi cuerpo por donde pasaba ya que mi piel parecía arder deseando mas
Era una desnudes cómoda y ansiosa, jamás había tenido una experiencia humana, ni un sentimiento impropio como se le llamaba al placer en el cielo, pero Jinki había sido un humano hace muchos años atrás y sabía perfectamente lo que yo deseaba en estos momentos
Su boca dejo calidez sobre mis labios los cuales desvirgué al tocar los suyos, moverlos sobre los de Jinki y enloquecerme devorándolo cada vez más, robando su aliento y provocando jadeos, dejando una sensación de hormigueo en mí, estaba siendo besado por la mismísima muerte y curiosamente yo también lo era
Su lengua llego a inspeccionar y desatar la necesidad en mi, y no pude controlar lo que se me negó por años, siglos… milenios, lo necesitaba de la manera más carnal y sucia posible, arranque sus ropas y el las mías y el dolor llego cuando la necesidad llego a mi entrepierna y fue curada con la sensación de estar dentro dé el, sudando placer y comiéndolo a besos, me sentía pleno y completo por primera vez en mi vida
-esta es la historia de cómo la muerte se enamoro de un ángel, aun siendo un humano –volvió a los roces suaves cuando todo el placer acabo de momento y lo volveríamos a repetir toda la eternidad –te amo Jonghyun, demasiado como para haber vivido mi triste vida sin ti
-vuelvo a repetirte que acepto a la muerte por que curiosamente es vida para mí, me enamore al momento de sentirte cerca de mí , todo lo que sucedió en tu vida y la mía nos preparo para llegar a este punto, para que yo te amase como lo hago ahora, no extraño mis alas ni el cielo, Jinki –lo bese disfrutando de ese banal placer que era tocar sus labios con los míos – extrañaría no poder estar con mi hombre doloroso, no importa que ahora este destinado a quitar vidas… ya que solo me importa tu vida y la mía, lamento ser egoísta pero estuve mucho tiempo sin ti
-tendremos mucho tiempo juntos, Jonghyun –el sol del amanecer nos golpeo en la cara y me dio la vista más hermosa, el hombre que amaba a mi lado y jamás se iría –mucho tiempo… somos inmortales
-eres mi inmortal y es lo único que importa –confirme, apoyando mi cabeza en su hombro y dejándome abrazar en los brazos de la muerte
El aburrimiento ya no existía en mi, mis alas ya no eran necesarias, había encontrado el amor en el lugar más imposible de la tierra y compartía mi corazón con el ser más oscuro y frio, pero que me llenaba de calidez.
Fin