Capitulo XVIII
“Vinimos por ti”
-no se preocupen, es una medida de precaución, ya les daré indicaciones de ello, escuchen- ellos asintieron, las ganas de vomitar empezaban a adueñarse de los estómagos de ambos, estaban muy asustados, sus ojos amenazaban con llorar y sus caras se volvieron pálidas como nunca, -Yuu y yo entraremos primero para asegurarnos de todo y distraerlos, ustedes tendrán que ir por él- los miró por el espejo retrovisor,
-seguramente está en alguno de los últimos pisos- habló Shiroyama, -apunten el número de Byo, si se encuentran en problemas nos deberán contactar- les extendió un papel con un número escrito en él, ambos chicos temblando sacaron sus celulares y guardaron el dicho número, ya a estas alturas estaban en una región un poco aislada, se veían pocas casas aunque muy lujosas y grandes pastizales, los jóvenes en el asiento trasero se miraron aterrados y se tomaron de las manos dándose fuerza mutua, debían hacerlo, debían rescatar a su amigo y volver con vida, no era una opción, si algo salía mal todo podría terminar de manera desastrosa, debían hacerlo bien, ¡pero estaban tan asustados!, el trayecto fue eterno y a la vez deseaban no llegar nunca, sus corazones se aceleraron cuando sintieron que el automóvil desaceleraba y se colocaba a la orilla de la carretera, para paulatinamente detenerse por completo, había un solo edificio a la vista, era muy alto y sellado, parecía una gran fortaleza, estaba como a 100 metros del lugar en el que se estacionaron,
-es ahí- susurró Shiroyama,
-¿no podremos acercarnos más?- preguntó Takanori,
-lo siento amigo, nos pondremos en evidencia- habló ahora el cómplice desconocido, -caminaremos hasta el frente del edificio y ahí ustedes se ocultaran hasta que nosotros les avisemos, buscaremos la forma de desbloquear el sistema de seguridad de la entrada principal y una vez dentro abriremos una de las puertas laterales para ustedes, ¿entendido?-
-si- respondieron los chicos con una voz de pánico,
-bien, es hora- con mucha seguridad se bajaron del auto los hombres de los asientos delanteros, sin embargo los chicos que iban detrás se movían con lentitud y temblando, Byo se dirigió a la parte de atrás del auto y sacó de su cajuela un maletín gris, y lo colocó en el suelo, una vez que Akira y Takanori estuvieron afuera, él les hizo un gesto para que se acercaran,
-bien, ahora les demostraré como usar su pistola, son solo indicaciones no esperen que funcione del todo, como tienen poca experiencia les sugiero no disparar a distancias muy largas porque fallarán- extendió la mano hacia Akira -dame tu arma-, este obedeció,
-deben tomarla con ambas manos firmes y a la altura de sus ojos, el impacto es fuerte así que deben mantener su cuerpo firme y tirar un poco los hombros hacia delante- habló dando indicaciones con su cuerpo, y le devolvió la pistola a Akira, mientras tanto Shiroyama fumaba un cigarrillo observando la escena,
-háganlo ustedes, quiero verlos- ambos chicos se colocaron en la posición indicada y levantaron sus armas apuntando a algún punto en aquella gran extensión de zacate, el hombre se acercó a Akira corrigiéndole su postura a un menor volumen,
-levanta más el arma, la mira delantera y trasera debe quedar alineada, ¿de acuerdo?- Akira asintió mientras dibujaba una mueca en su rostro, estaba a punto de llorar, Byo caminó hasta Takanori,
-debes separar más las piernas, si no tienes un buen soporte puede que el rebote del disparo te haga caer-, se alejó un poco y los miró a los dos de frente -estas son algunas indicaciones en caso de emergencia, ¿entienden lo que les digo?..., no las utilicen a menos que sea en caso de emergencia, espero que no haya necesidad de utilizarlas, ambas armas están totalmente cargadas, tienen 9 balas cada una, así que hagan lo que tengan que hacer y regresen con vida, ¿entendido?-
-si- susurraron al mismo tiempo ambos jóvenes con sus miradas en el suelo, respiraban agitados y temblaban, el rostro de Akira estaba pálido,
-vamos- se dio la vuelta el hombre y caminó por encima de la calle de piedra en dirección al edificio, todos los siguieron, Shiroyama venía detrás portando en su mano el maletín que anteriormente habían extraído de la cajuela, como a 20 metros de distancia el hombre se detuvo, y se internó a un campo abierto con el zacate bastante crecido, caminó agachado en dirección al edificio, todos lo imitaron,
- Yuu, ven adelante, ustedes quédense aquí esperamos poder abrirles esa puerta de ahí en frente- señaló con el dedo una puerta negra y pequeña, -llamen a mi celular para tener registrado sus números telefónicos, si hay un cambio de planes, llamaremos- ambos jóvenes sacaron sus respectivos celulares haciendo una llamada a aquel número que habían guardado recientemente mientras los otros hombres se retiraban,
-vamos- dijo Shiroyama para seguir caminando agachado por en medio de las plantas enormes, Akira y Takanori se quedaron ahí mirando cómo se alejaban y llegaban hasta el edificio rodeándolo con sigilo hasta que los perdieron de vista,
-mantente con vida Kouyou, ya vinimos por ti- dijo Akira en voz alta, Takanori lo miró con sus ojos llorosos y se dieron un abrazo fuerte,
-todo saldrá bien- susurró Takanori con la voz quebrada…