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Ayudándote a superar tu claustrofobia por 1827kratSN

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En un abrir y cerrar de ojos, Kyoya se hallaba en Italia. Tenía cierto malestar en su cuerpo desde que habló con el hombre de patillas, algo parecido a un mal presentimiento. Como le fue prometido, un hombre de porte elegante lo esperaba en el aeropuerto, se presentó como uno de los choferes de la familia Vongola y usaba un extraño acento japonés. Ese hombre guio a Hibari a la mansión con la única explicación de “al parecer Tsunayoshi—san abordó el avión en el vuelo correcto. A mitad del viaje se dio aviso de un fallo en el avión y aterrizaron en Turquía. La amenaza fue descartada y retomaron el vuelo, pero al parecer el joven no se encontraba entre los pasajeros. Reborn—san ha mandado a investigar los hechos y revisar todas las cámaras de seguridad. Ahora mismo está analizando toda la información” Al parecer todos estaban bien informados

Cuando Hibari llegó a la dichosa mansión, se encontró con varias personas trabajando en computadores y varios monitoreando las señales de los GPS que tenían a disposición. Al parecer también estaban bien organizados, “hasta que llegas Kyoya, escucha… si no sabes italiano serás un estorbo y…” el azabache lo miró con seriedad antes de responderle con claridad “lo hablo con bastante fluidez”. Hizo ese comentario mientras analizaba cada uno de los miembros en ese lugar, si Reborn creía que no se había preparado con anterioridad estaba loco. Desde que Kyoya supo que Tsuna tenía descendencia italiana al escuchar a Fong por casualidad, se propuso aprender y no le fue difícil. “así será mejor, te pondré al tanto de inmediato y trabajarás en la recopilación de información. Analiza cada video de seguridad, Tsuna desapareció en Turquía” Reborn ni siquiera le dio mayor importancia al azabache

la búsqueda empezaba y la desesperación de la familia se hacía presente. Hibari llegó a conocer al dueño de todas esas empresas, un hombre tranquilo, gentil con aquella aura de paz que también poseía el castaño “es un placer conocerlo Hibari—san, Tsuna suele mencionarlo en varias ocasiones. Espero que cuando mi nieto regrese pueda quedarse con nosotros un tiempo”. Timoteo se mostraba un poco alterado por aquella situación, pero mantenía la pasividad, esperando noticias satisfactorias y pronto se supo lo ocurrido “Tsunayoshi fue abordado por un par de sujetos, se perdieron en un punto ciego. Hubo un fallo en las cámaras durante cinco minutos y el rastro se borró” no cabía duda que todo había sido cuidadosamente planeado. Ahora estaba claro que el heredero de la familia Vongola había sufrido un secuestro.

 

 

Tiempo…

 

 

Los días siguientes fueron un calvario. Desplegaron todas sus fuerzas solo para buscar al castaño, pero nada daba resultados. Viajaron a Turquía en la cual nadie les daba información alguna, indagaron en todas las zonas posibles, usaron sus influencias para tener apoyo, la familia Bovino se unió a la búsqueda e incluso un Lambo bastante alterado llegó a la mansión en busca de información sin importarle cualquier asunto ajeno a su amigo. El jovencito se mantuvo cuidando de Timoteo, quien parecía bastante triste por la falta de pistas, aunque el trabajo de Lambo era simple, el anciano le agradecía enormemente que se mantuviera a su lado. Yamamoto y Gokudera permanecían en constante búsqueda con fe en descubrir el paradero de su amigo. Hibari estaba más que desesperado, se podría decir que estaba sufriendo el peor miedo de su vida, pensaba en el castaño constantemente, «¿en dónde estás? ¿Quiénes se atrevieron a hacerte esto? ¡Sea quién sea lo morderé hasta la muerte!» Kyoya se acopló a los equipos de búsqueda, pero cada vez todos sabían menos que el día anterior. Nada… no había nada… solo miedo… incertidumbre y desesperación

 

 

Nueve días después recibieron algo, una llamada simple con un mensaje claro. “me parece que aún no están lo suficientemente desesperados, pronto les llegará un paquetito interesante” aquellos malditos se habían dignado a comunicarse, pero los rastreadores no pudieron dar con el lugar en concreto, debido a la corta llamada. Y tal y como se les fue mencionado, una entrega llegó a la recepcionista de la empresa en donde Timoteo pasaba la mayor parte de su tiempo. Cuando descartaron la amenaza de algún elemento explosivo, el contenido fue cedido a los familiares. Se les obligó a usar guantes para evitar la mezcla de cualquier huella digital o evidencia por mínima que fuera. Todos con horror tomaron las cosas que allí se mostraba.

La chaqueta que llevaba Tsuna el día de la desaparición estaba manchada con alguna sustancia rojiza, rasgada en varias zonas. Timoteo las tomó entre sus dedos apretando la prenda con desesperación, Lambo se mantuvo al lado de aquel anciano para darle fuerzas, aunque sus lágrimas brotaban con ligereza. Unas fotografías en donde el jovencito se mostraba atado de manos y con una tela cubriendo su boca impactó al azabache de ojos metálicos que las miraba mientras se mordía el labio. Kyoya podía apreciar el maltrato hacia su pequeño y solo sintió rabia. El hombre de patillas tomó el último objeto de la caja, un casete, al parecer le mandaron un mensaje. Se reunieron para escuchar aquella pequeña grabación, se mantuvieron en silencio mientras las voces empezaban

 

 

—Habla niño, sé bueno y no pasará nada – el silencio se mantenía mientras pequeños ruidos irreconocibles adornaban el mensaje – ¡habla de una maldita vez! – se escuchó un golpe y un quejido leve, todos sabían lo que significaba

—golpeas como niña – aquella voz altanera era del castaño. Lambo no pudo evitar sonreír ligeramente, pues conocía bien ese mal carácter, el mismo que se le había sido influenciado por el azabache de patillas. De nuevo un golpe se escuchó y Hibari podía jurar que mataría al desgraciado que le puso las manos encima a su pequeño conejo – No diré eso… tsk… estoy bien, pero me apena saludarte así abuelo… en verdad lamento haber dejado que esto pasara… Turquía es un país bonito… vuelo rápido, lástima que la bolsa en mi cabeza no me dejó ver gran cosa… Italia no merece descendientes así, estos tipos son idiotas – Reborn sonrió abiertamente, sintió orgulloso de esa resistencia por parte de su sobrino a pesar de la situación

—en verdad su nietecito nos ha dado muchos problemas señor Timoteo, pero vale la pena si al final tenemos lo deseado. Por ahora se quedará así, pronto te diremos las exigencias… ¿quieres despedirte mocoso? – parecía que el chico no hablaría, pero…

—te quiero abuelo y en verdad lo lamento. Saluda a Reborn de mi parte, él sabrá qué sentir

 

 

La grabación terminaba ahí y el silencio adornó la habitación. Todos estaban tan perturbados que se les hacía difícil pensar en algo más que en Tsuna y en las horribles cosas que le harían

 

 

—los morderé hasta la muerte – gruñó el azabache preso de la furia mientras golpeaba una de las paredes de aquel lugar, matando así la incomodidad del ambiente

—Tsuna es fuerte, saldrá bien de esto – hablaba Lambo mientras tomaba una de las manos del anciano para darle apoyo

—lo sé, pero aun así estoy preocupado – mencionó Timoteo mientras dejaba la chaqueta en la caja y los demás imitaban su accionar – pueden llevársela para los análisis – ordenó al hombre que ingresaba al lugar y que en seguida se llevó el paquete

—¿Se puede saber quién la trajo? – empezó el azabache de mirada metálica, no  iba a quedarse sin hacer nada – puede guiarnos a esos sujetos

—espera Kyoya – mencionó Reborn mientras se acomodaba su fedora y miraba por la ventana – ¿no te parece raro lo que dijo Tsuna? – al ver que no lo entendieron se explicó más claramente – no es normal que Tsuna hable de forma entrecortada y apresurada en diferente ritmo. Además, mencionó algo extraño al final

—lo golpearon, debe ser por eso – opinó Lambo mientras le daba un vaso de agua a Timoteo

—quiero escucharla de nuevo – dijo el azabache de patillas mientras salía del lugar seguido por sus acompañantes. Todos vieron a Reborn repetir la grabación una y otra vez sin que dijera palabra alguna

—creo que ya lo entendí – susurró Hibari mientras que el azabache de patillas sonreía y se levantaba para tomar un papel – los intervalos tienen cierto…

—mensaje – terminó Reborn, mientras volvía a repetir una vez más la grabación. La pausaba y escribía algo –  No…estoy…en verdad…Turquía…vuelo…Italia… además dijo “Reborn sabrá que sentir”, eso es algo absurdo ¿no?

—eso quiere decir que… — Lambo sonrió abiertamente al entender el mensaje

—Tsuna dejó un mensaje – se emocionó Timoteo – parece que lo preparaste bien, hijo mío

—Tsuna no está en Turquía, movilicen todo el personal a Italia. Busquen en cada rincón de este país – ordenó a su equipo por la radio – mi sobrino es mi orgullo, no creerás que es solo un niño ingenuo – le sonrió con malicia a Hibari que la devolvió gustoso

—me uniré al equipo de inmediato. Morderé hasta la muerte a cada uno de ellos

 

 

 

Ahora tenían una pista una en la cual podían confiar. Tsuna no era nada débil, podía notarse con solo escucharlo en la dichosa grabación. Voz seria y fuerte a pesar del maltrato. Las fotos tenían esa mirada decidida y se lo veía calmado, además el hecho de que les esté dando problemas significaba que nunca tuvo intención de quedarse quieto sin tratar de escapar. Los ánimos de todos habían vuelto y así empezaban un escaneo de la zona. Italia no era un sitio pequeño, pero buscando en los lugares correctos lograrían alcanzar sus objetivos

 

 

Días…

 

 

Con el pasar de los días el asunto se volvió estresante. La búsqueda no daba los resultados deseados y los problemas empezaron a surgir. Primero el rumor del secuestro se extendió hasta los socios de Vongola que no sentían la seguridad de tener a un nuevo sucesor en condiciones aptas a tiempo para tomar las riendas del negocio, incluso algunos estaban resignados a no encontrar con vida al castaño. Timoteo soportó a cada individuo que le lanzaba indirectas desalentadoras con respecto a su nieto. Reborn soportaba un duro día a día entre los negocios familiares y la búsqueda de Tsuna, al menos podía apoyarse en Hibari quien coordinaba todo con detalle

Lambo regresó a casa para apoyar a su familia, la misma que también estaba involucrada en éste horrendo asunto debido a sus estrechos lazos con los Vongola. Después vino el problema más grande, la visita inesperada de Iemitsu y Nana los cuales al no poder entablar una conversación con su único hijo estaban algo inquietos. A su llegada ese par se enteró de los detalles, la mujer no soportó la noticia, el llanto, los gritos, la desesperación de aquella madre denotaban lo grave de la situación. Iemitsu no se quedó sin hacer nada “no dejaré que nada el pase a mi hijo” a pesar de no estar completamente capacitado de la misma forma que Hibari o Reborn, también demostró potencial en cuanto a la búsqueda se refería. Así su eficacia subió otro nivel y esperaban buenos resultados

 

 

Poco tiempo después otra llamada llegó, “pedimos un rescate. Las exigencias les llegarán en un paquete de nuevo”. Al igual que la primera vez, un paquete llegó a las oficinas, pero éste era más pequeño. Las notas les daban a saber la cantidad en efectivo que pedían, las nuevas fotografías mostraban a un Tsuna un poco más desanimado que la primera vez, no había mensaje auditivo así que no había pista alguna. Además, había una pequeña tarjeta escondida al fondo, “deberían dejar de intentar encontrarnos. Si no sentimos la seguridad que necesitamos para largarnos con el dinero, no tendrán noticias de su pequeñito. Deberían calmarse o nos desharemos del paquete debido al cansancio que produce llevarlo a cuestas”. La amenaza estaba clara, debían reducir su búsqueda, ser más discretos y esperar, todo para que al menos ellos se contactaran. No podían poner en riesgo la vida de Tsuna

 

 

Al cumplirse los veinticuatro días, las esperanzas decaían. Sin ninguna noticia, no lograban dar con aquel sujeto que enviaba las encomiendas, pues al parecer, el paquete hacía tantas vueltas para al final dar con un lugar común y corriente en donde nadie sabía nada. Ningún indicio y peor aún ningún contacto con los involucrados en ese secuestro. Los problemas se duplicaban, las personas dudaban ya del buen estado del futuro heredero, la desesperación estaba afectando a los miembros de aquella familia y poco a poco todo se iba derrumbando. Los únicos que parecían todavía estar al mismo ritmo desde que iniciaron con la búsqueda eran Reborn, Hibari y Timoteo, éste último con la fe intacta de tener a su nieto sano y salvo a su lado

 

 

—es un gusto volver a hablar con ustedes – de pronto y cómo si aquellos tipos en la oscuridad hubiesen adivinado el estado de pánico que sufrían los Vongola, habían contactado con la familia. Todos se pusieron en alerta, el equipo de rastreo estaba trabajando con empeño – lamentablemente no podrán encontrarnos

—dime… ¿qué necesitan? – el que hablaba era el azabache de patillas, usando señas se comunicaba con el equipo encargado de localizar el lugar de llamada. Sabía que mientras más tiempo hablaran más efectiva sería la búsqueda – ya basta de juegos

—parece que acataron la sugerencia, veo menos sujetos buscándonos, pero aun así nos sentimos en desventaja

—devuelve a Tsuna y más te vale que esté en buen estado – amenazó al sujeto detrás de la línea

—eso depende de ustedes – la voz se reía con maldad y cada miembro en esa habitación tenía colocado los audífonos para enterarse de lo sucedido. Hibari parecía querer matar al maldito detrás de la línea, pero se mantenía parado esperando con paciencia

—comienza a mencionar tus exigencias de una buena vez – por más que preguntaba a sus empleados si el lugar fue detectado solo recibía negativas

—bueno, la cantidad no ha cambiado, es una suma enorme ya deben tenerla lista, ¿no es verdad?

—el maldito dinero está a disposición – una vez más el encargado de la localización negaba con la cabeza, era algo muy extraño

—creo que… quiero un 20% más. Ya sabes, por la espera y los problemas

—entonces decide la fecha y el lugar – Reborn cada vez se cabreaba más

—pronto les enviaré un nuevo paquete indicándoles la dirección y no se molesten en buscar el origen del envío, porque no será fácil

—eres bastante hábil

—somos… y tampoco es necesario tratar de localizar la llamada. Les será imposible – todos se tensaron al escucharlo – tenemos a un maniaco en la tecnología con nosotros, estamos preparados para todo… ¿acaso creíste que somos aficionados? si no tuviéramos las herramientas necesarias, jamás atacaríamos a alguien tan importante

—parece que me darás más problemas

—cambiando de tema. Me estoy hartando de esperar así que la fecha será en una semana, quiero largarme y ser millonario en otro país – rió el tipo a través del aparato

—déjame hablar con Tsuna – gruñó Reborn al ver que en verdad no había como localizar la llamada, pero aun así ordenó que siguieran intentando

—será un placer… — escucharon varios ruidos al fondo. Todo estaba siendo grabado. Los segundos pasaban mientras los presentes trataban de no entrar en pánico – habla mocoso… ¡hazlo de una vez!

—¿Reborn… eres tú? –

 

 

Continuará...


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