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Ayudándote a superar tu claustrofobia por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holas como están?

 

Empezaremos con la historia, veamos como reacciona Tsuna ante lo que se le avecina 

 

Disfrútenlo 

 

Tsuna había tenido problemas de claustrofobia desde la infancia tras una mala broma de uno de sus compañeros, quienes lo habían dejado encerrado en el armario de la limpieza en la escuela. Una tarde entera rodeado de olores a utensilios de limpieza y con falta de iluminación, ¡eso sí que había sido horrible! desde entonces no podía soportar los espacios pequeños y cerrados. Esa era la razón por la que intentaba “madrugar” para usar las escaleras y bajar esos tediosos seis pisos

Desde el incidente con su tenebroso vecino decidió que durante esa semana evitaría el ascensor ya que no quería encontrarse con aquel azabache de mirada metalizada. Aún si estaba retrasado prefería tomar las escaleras, solo así logró recuperar su rutina normal. Ya más tranquilo podía disfrutar de la vida universitaria con ayuda de sus amigos, Gokudera y Yamamoto, compañeros en algunas clases

Cierto día mientras platicaba con aquel par, escuchó “deberías tener un trabajo de medio tiempo… después de todo tenemos algo de tiempo libre en las tardes” esa sugerencia por parte del peliplata le había hecho reflexionar. Si quería ser independiente lo mejor sería empezar al menos con eso, lo discutió con su tío de la forma más seria que pudo y con un “Dame—Tsuna, eres demasiado torpe para tener un trabajo…. Además, yo puedo darte todo lo que necesites, tu deber solo es concentrarte en tus estudios” transcurrió una típica charla con su tío. Tras varias analogías estudiando los pro y contras, finalmente Reborn lo permitió “será bueno que madures un poco, ¿Dónde trabajarás?”, de mesero en un café en el centro de la ciudad. No parecía mala idea, además no estaría solo, sino que Yamamoto también trabajaría ahí. Entrevista, charlas informativas, preparación y al fin, le dieron el empleo, tardó un poco en adaptarse, pero era muy agradable sentirse útil, era feliz, ¿qué más podía pedir?

 

 

 

Y de nuevo su mala suerte….

 

 

 

La puerta de la cafetería se abrió mostrando a un alto azabache de ojos metálicos junto con otro hombre con un peinado extravagante. Se ubicaron en una de las mesitas, en cuanto Tsuna divisó a aquel hombre se escondió intentando auto—convencerse de que todo era un sueño nada más, pero era la más pura y sensual verdad. Siendo que la cafetería estaba llena a esas horas no tuvo más opción que tragarse el miedo y atenderlos con una de las más realistas sonrisas que tenía en su repertorio

 

—Buenas tardes, sean bienvenidos, ¿en qué les puedo ayudar? – sonrió algo nervioso al sentir la penetrante mirada del azabache

—Dos cafés – el otro hombre fue el que realizó el pedido al notar que su jefe se mantenía callado

—¿Desea acompañar su orden con un postre? …— por fuera se mostraba calmado y gentil pero por dentro solo podía gritar como loco. Se sentía prisionero de sus miedos y recuerdos “¿Por qué Hibari—san está aquí?”

—Solo dos cafés, herbívoro – interrumpió el azabache con su voz apacible pero firme

—Enseguida – rápidamente preparó el pedido y atendió a sus “distinguidos” clientes. Por Dios solo rogaba no temblar al servir las tazas, ese hombre sí que podía ponerlo al límite

—Disfruten su pedido –mencionó cordialmente sonriéndose y preparándose a retirarse

—No me trates con tanta cordialidad y formalismo, Sawada –mencionó el azabache con enojo poniendo nervioso al castaño

—Lo lamento, pero son políticas de la cafetería – una reverencia pequeña y rápidamente se retiró de ahí, escondiéndose en la cocina y respirando ante la sonrisa de su amigo que trataba de calmarlo un poco. Tsuna rogó porque se fueran rápido y así fue. Suspiró cansado, nunca pensó encontrarse con su vecino en su actual empleo, “al menos no lo veré más” pensó con ingenuidad… ¡por supuesto que no fue así! La rutina del policía se repitió varias veces frecuentando el café, casi a la misma hora, en ciertas ocasiones la azabache venia solo y otras la acompañaba otro hombre. Tsuna al final logró perder el miedo y se acostumbró a tenerlo frecuentemente como un cliente más

 

 

 

Sus días tranquilos se habían acabado, Hibari no solo lo visitaba en su trabajo, sino que también se lo topaba a la salida del edificio o cuando regresaba a casa. Eran demasiadas coincidencias… pobre ingenuo. Uno de esos días al llegar a su hogar y tras correr a su departamento, literalmente, le comentó el asunto a su tío, “Hibari—san es un hombre muy extraño, últimamente me lo encuentro seguido”, su tío sonrió con malicia ante las palabras del castaño mientras solo un comentario salió de sus labios “eso sí que es interesante

A Tsuna le parecía que cada vez que se encontraba a Hibari en algún lugar era simplemente concordancia en sus horarios, aunque poco a poco le incomodaba menos la presencia del azabache. Hasta empezó a parecerle interesante de cierta forma, además no se había repetido “ese” incidente de nuevo, y sin darse cuenta estaba esperando verlo por lo menos una vez al día

 

 

Era hora de regresar a casa después de un día agitado en su trabajo y su mente estaba volando en algún otro planeta. De repente se dio cuenta que había tomado el camino equivocado para la estación de trenes, trató de regresar, pero terminó por perderse por completo, típico de él, ¿cómo podía perderse tan fácilmente? estaba cansado y empezaba a anochecer así que decidió sentarse en medio de un parque y tratar de orientarse un poco. Suspiró pesadamente al no lograr hacerlo y se dispuso de nueva cuenta a seguir con su camino con esperanzas de encontrar a alguien y pedir indicaciones, pero ¡nada! dio algunas vueltas por allí y salió a una gran avenida iluminada. Nunca había pasado por esos lugares y le pareció raro que un sitio así estuviese transitado. Ingresó un poco, tratando de reconocer el lugar, solo le bastó mirar un momento para darse cuenta en donde había caído. Sus mejillas se tornaron rojas al leer los grandes letreros luminosos “Posada de amor”, ¿Cómo diablos había llegado allí? ni siquiera sabía que esa ciudad tuviera un sitio así. Rápidamente trató de salir de ahí, pero tropezó con alguien y cayó al piso

 

 

—¿Estas bien? – esa voz podía reconocerla y el castaño se tensó de inmediato

—Si… solo me tropecé, discúlpeme – dijo rápidamente mientras se levantaba y empezaba a caminar, evitando la mirada del otro

—oye…  ¿tú no eres el de la cafetería? – era el hombre que en ciertas ocasiones acompañaba a Hibari—san como cliente y ahora lo había descubierto en medio de “ese” lugar

—si… soy yo – habló con nerviosismo mientras un rubor leve invadía sus mejillas

—¿qué haces por estos lugares? no eres muy joven para beber – habló con voz muy seria mientras lo miraba penetrantemente, logrando que el castaño bajara su vista al suelo

—si… pero no era mi intención estar por aquí – dijo con prisa mientras evitaba la mirada del hombre

—entonces, ¿por qué caminas por estos lugares? – a aquel pelinegro le pareció que el rostro del menor era algo tierno, tal vez por eso su jefe se había interesado en ese chico

—m—me perdí – dijo Tsuna mientras se sonrojaba un poco más

—vamos, te llevaré a la calle principal – ese hombre sentía que debía ayudar al castaño, se veía tan indefenso que no dudó en hacerlo

—lamento las molestias – su rubor se hizo constante y su vergüenza no dejaba de atormentarlo mentalmente “¿por qué a mí?”

—no te preocupes, es mi deber ayudarte – mencionó mientras caminaba seguido por el castaño

—puedo preguntar… ¿porque usted está aquí? – mencionó el menor mientras se arrepentía de inmediato, él no debía entrometerse en la vida de los demás – lo siento, no es de mi incumbencia

—estoy patrullando – fue su simple respuesta observando la vergüenza del más bajo “es bastante inocente” pensó mientras seguía su camino

—ah… era eso – se reía nervioso mientras podía divisar una avenida normal y suspirar aliviado

—vives en el edificio de Kyo—san, ¿verdad? – procesó la frase “Kyo—san” por un momento, recordando que alguna vez lo escuchó mencionarlo mientras hablaba con Hibari—san, dedujo que se refería al azabache así que asintió levemente – entonces podrías irte junto con él – mencionó y de inmediato el castaño paró en seco

—HI—Hibari—san… ¿e—está a—aquí? – mencionó entrando en pánico “¿Qué voy a hacer?”

—Sí, era nuestro último turno de vigilancia, es hora en la que Kyo—san vuelve a su departamento –mencionó el más alto mientras se dirigía a un auto estacionado cerca ellos

—creo que debo irme – dijo el castaño tratando de huir, pero una voz penetrante lo detuvo

—Kusakabe, te dejo el resto a ti – ahí estaba el azabache imponente y de presencia atemorizante

—Kyo—san encontré a Sawada—san caminando por “ese” lugar – mencionó Kusakabe y el castaño no podía sentirse más avergonzado, no sabía en donde esconderse ante tal declaración

—No sabía que herbívoros como tú frecuentaban esos lugares – habló con molestia mirando al más bajo que mantenía su vista en el piso

—n—no es l—lo que pi—piensa Hibari—san…— ¿Cómo diablos iba a explicar la razón por la cual llegó a esos lugares?

—Estaba perdido – eso completó su horrible noche. Kusakabe no dudó en brindarle la explicación necesaria a su jefe y el castaño sentía que se volvía pequeñito de pronto

—hmm… — ese sonido hizo que el castaño mirara al azabache – Sawada – su voz era fuerte y se notaba que estaba enojado

—¿si? – “¡está enfadado!, ¿Qué hago?”

—sube al auto, te llevaré a casa – ordenó con molestia

—no quiero causar problemas – lo que no quería era estar tan cerca del azabache y menos después de pasar aquella vergüenza

—no me gusta que me contradigan – mencionó lanzándole una mirada fría y sin más el menor acató la orden sin chistar. Vio a Hibari dar algunas órdenes a su subordinado y en seguida subir al asiento del piloto – ¡ponte el cinturón!

—s—si… —“trágame tierra”

—¿cómo llegaste ahí? – esa era la pregunta del millón

—es—estaba distraído y tomé el rumbo e—equivocado – evitó la mirada del más alto observando a la ciudad cruzar por la ventanilla

—¿o acaso te gusta frecuentar esos sitios? – sonaba enfadado

—¡claro que no! – casi gritó al enfrentar la mirada acusadora que le dirigían, el castaño no pudo evitar sonrojarse – solo estaba perdido – giró el rostro para romper el contacto visual y mantener la calma mientras el auto se detenía en un semáforo

—Sawada – el mayor tomó el mentón del castaño obligándolo a mirarlo – no quiero verte por esos lugares de nuevo – mencionó enojado mirándolo con reproche

—e—está bien – habló Tsuna admirando los profundos ojos del otro y por un momento sintiéndose atraído por la enigmática mirada

 

 

El resto del camino fue silencioso, tranquilo. Al llegar al edificio, Tsuna le agradeció mucho la ayuda con una reverencia, pero no tomó el ascensor e intentó desviarse a las escaleras como era su costumbre. Pero el mayor se lo impidió arrastrándolo y metiéndolo al dichoso aparato

 

 

—Hi—hibari—san no quiero subir ahí – trató de soltarse desesperado

—si no enfrentas tu miedo, jamás te recuperarás – fue la única afirmación para enseguida meterlo al cubículo vacío y apretar el botón para cerrar las puertas junto con el piso al que deseaba ir, el siete

—pero sabe que no puedo… — su voz sonaba alterada, de nuevo estaba empezando a asustarse por estar en un lugar tan pequeño y asfixiante

—te ayudaré entonces – mencionó mientras acorralaba al más joven al momento de cerrarse las puertas

—e—espere, no haga eso – trató de apartarlo, pero no logró y el beso fue inevitable. El rubor adornó sus mejillas al sentir el calor del cuerpo contrario, el perfume era tan agradable, y los labios ajenos lo hacían sentir… extraño

—es un castigo – mencionó alejándose un poco para admirar el rostro sonrojado del más joven para después atacarlo de nuevo. Disfrutaba de aquellos suaves labios, podría acostumbrarse a eso

 

 

 

Continuará…. 

Notas finales:

Me pareció gracioso poner a Tsuna en esa situación, me encanta y a ustedes?

 

No puedo dar feccha exacta acerca de las actualizaciones pero les aseguro que el lapso de espera entre cada capítulo no sobrepasará una semana, a menos que alguna cosa fuera de mi control lo impida

 

Con ésta declaración me despido, cualquier duda, crítica, opinión será bien recibida ^_^

 

Nos veremos pronto 

Besos!!!


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