Había sido una semana muy agotadora para el líder de BIGBANG. Los últimos días había estado yendo al edificio de la YG a trabajar durante la noche hasta tarde, en ocasiones sus compañeros de grupo le acompañaban, estaban ultimando los detalles para su comeback, ya estaba casi todo listo.
Una noche, el CEO de la compañía había mandado a llamar al líder, a Young Bae y al maknae a su oficina. Los tres se preguntaban para qué los quería el jefe.
—¿Para qué crees que papi Yang nos quiera ver? —Preguntó Seungri, mientras mascaba una tira de dulce picante. —Digo, nos hemos portado bien... Dentro de lo que cabe. —Dijo mientras caminaba con sus dos mayores rumbo a la oficina.
—La verdad no lo sé, pero si entretenerse viendo videos en YouTube mientras estamos en reunión con él y después partirte de la risa mientras habla, es portarse bien. Entonces no sé lo que es portarse mal, Seungri.
—Pero si fue Dara noona la que me envió el url del video —Se defendía el menor.
—Ya, cállense los dos, ¿quieren? —Hablaba el líder. Estaba exasperado, agotado y lo único que quería era dormir, ya que no podría conseguir una noche de buen sexo con su novio otra vez debido a que se quedaba hasta tarde en el estudio. —No sé lo que Yang quiera, pero espero que no diga la palabra prohibida.
—¿Te refieres a un fanmeeting? —Preguntó el menor de los tres. Terminando de mascar la última tira del caramelo.
—Sí, Seungri, me refiero a un fanmeeting y por cierto, eres un gordo, siempre comiendo. —Refutó el líder.
—Di lo que quieras hyung, de todos modos lo que subo, lo bajo con Bae en la cama.
—¡Seungri! —Gritaba el moreno avergonzado por la desfachatez del menor.
Ji Yong abrió la puerta de la oficina del jefe, los tres entraron al mismo tiempo y fueron a sentarse en el cómodo sofá de cuero negro que estaba colocado estratégicamente frente al escritorio del jefe y también proporcionándole una vista de sus estantes llenos de figuras coleccionables. Aquellas que el líder odiaba tanto, porque sentía que se burlaban de él cuando el CEO los regañaba.
—Chicos, prepárense. —Una sonrisa apareció en el rostro del ceo. Ji Yong tuvo un mal presentimiento de ello. Nada bueno venía cuando el jefe sonreía así. —Seguirán con su gira de los fanmeeting, ahora irán a Harbin, China.
La cara de los tres se descompuso en un instante, justamente ahora estaban trabajando como negros y el jefe les cargaba más trabajo. Ji Yong estaba a punto de reprochar aquello, pero optó por quedarse callado, si reclamaba como lo había hecho la vez anterior, iba a añadir más fechas.
Ji sintió como sus hombros se tensaban más, le había comenzado a doler todo por la sobrecarga de trabajo y el poco descanso que había tenido.
—¿Cuándo será el fanmeeting? —Preguntó completamente rendido. Ya no quedaba de otra.
—Viajarán mañana por la mañana. Sus managers ya están enterados así que ya tienen todo listo chicos, arreglen sus maletas y después pueden irse a descansar.
—Entendido… —Suspiró cansado y se levantó del lugar, Young Bae y Seungri se levantaron y se fueron detrás del líder.
—¡Hasta pronto Papi Yang! —Se despedía el menor con una sonrisa y cerraba la puerta detrás de él. —Bueno hyung, parece que tu presentimiento se cumplió. Vayamos a casa a descansar. —Tomaba la mano del moreno y entrelazaba sus dedos con los de él y seguían su camino por el pasillo que los llevaría al elevador.
Ya los tres en elevador, pulsaron el botón que los llevaría al estacionamiento. El teléfono de Ji Yong sonó con ese particular tono de pikachu. Sonrió, porque ese tono lo tenía solo para una persona en especial en su lista de contactos, su novio. Su Seung Hyun, o Hyunnie, como de cariño lo llamaba. Sacó el teléfono del bolsillo de su pantalón, digitó la clave de desbloqueo, que curiosamente era la fecha de cumpleaños de su novio. Era un mensaje, deslizó la pantalla y leyó el contenido.
De: Hyunnie<3
Yongie, te tengo una sorpresa, ven a la villa amor, te amo.
Una boba sonrisa se dibujó en los labios del ahora, pelinegro, y su corazón latió con desenfreno, le encantaba cuando el mayor le decía que tenía sorpresas. Tanto que logró disipar el mal humor que le había provocado la noticia de su jefe minutos atrás. Rápidamente comenzó a teclear su respuesta, sin borrar la tonta sonrisa y la envió.
Las puertas del elevador se abrieron, dándoles paso al estacionamiento. Seungri y Bae se soltaron de las manos y subieron a la camioneta que les llevaría al departamento del grupo. Ji Yong por otro lado, subía a su auto y partía con un rumbo ya muy conocido. Ri y Bae solo sonrieron mientras miraban por la ventanilla. Su amigo era un tonto enamorado, al igual que ellos.
El trayecto del cantante se hizo corto, el señor de seguridad de la entrada abría las rejas para darle paso y rápido tomó la calle que daba directo hacia la villa de su novio. Estacionó el auto, apagó el motor y antes de salir, se miraba en el espejo retrovisor, arreglándose un poco y tratando de calmar su ansiedad, tenía aproximadamente una semana de no verlo, solo las llamadas y algunos mensajes, pero eso no calmaba su necesidad de verlo, besarlo y muchas cosas más. Se sentía emocionado ahora. Como toda una colegiala en su primera cita. En momentos se sentía ridículo, pero qué podía hacer. Estaba enamorado. Sin perder más tiempo, salió del auto, activó la alarma de este y comenzó a subir las escaleras.
A cada escalón trataba de tranquilizarse, pero no podía, se sentía nervioso y a cada escalón que subía, el nerviosismo aumentaba más. Llegó al final de las escaleras y caminó hacia la puerta principal de la casa. Digitó la clave de acceso, y otra sonrisa boba se dibujó en sus labios. Ahora la causa era que la clave, era la fecha de su cumpleaños. 880818.
Ambos eran tan predecibles. Los dos eran tontos enamorados. Sabían lo que el otro pensaba con tan solo una mirada, las palabras sobraban para ellos cuando sus reacciones y acciones demostraban lo que se amaban.
La puerta se abrió y entró a la villa, cerrando esta, detrás de él.
Se sorprendió ante la vista tan maravillosa que tenía, conforme iba avanzando. El mayor había colocado velas que iluminaban tenuemente el lugar, Ji Yong caminó, guiándose de las velas, estas terminaron en el balcón. Una mesa para dos y una botella de vino de la más selecta calidad. Mordió sus labios, porque sentía que si sonreía, le iban a doler los músculos de la cara.
De pronto sintió dos fuertes brazos abrazarlo por la espalda, y estos se enredaban a su cintura y lo atraían más al cuerpo que estaba detrás. Sus brazos en acto reflejo abrazaron los brazos que rodeaban su cintura. El corazón de Ji Yong comenzó a latir con desenfreno. El rostro del mayor reposó sobre su hombro.
—Te extrañé tanto, Yongie. —Musitó con esa ronca voz que hacía que el cuerpo de Ji Yong se derritiera. Dio un suave beso en su hombro y el intérprete de crayon iba a estallar de felicidad.
Con cuidado y sin deshacer el agarre, Ji Yong se dio la vuelta y enredaba sus brazos al cuello del alto, se paró de puntitas y sonrió sobre sus labios antes de besarlo con lentitud. Ambos labios se unieron en un cálido beso, Ji Yong ladeó su rostro para mayor comodidad, besándolo perezosamente mientras sus dedos repartían suaves caricias en su cuello. Seung Hyun separó un momento el beso y habló.
—Esta no es la sorpresa que te tenía, es otra amor. —Soltó su agarre en el menor y caminó hacia la mesa, agarró la botella de vino y con el descorchador la abrió. Vertió el vino en las copas hasta llenarlas un poco más de la mitad, las tomó entre sus manos y caminó de regreso hacia su novio, tendiéndole una copa. —Sígueme amor…
El mayor pronunció aquellas palabras que hicieron despertar en el menor aún más la curiosidad que traía desde que había salido de la compañía. Seung Hyun caminaba por los pasillos de su hogar, subió las escaleras y Ji Yong caminaba detrás de él. Este se preguntaba qué clase de sorpresa había preparado su novio. Hasta que lo vio entrar a una habitación. Se sintió nervioso y entró seguido de él. Se asombró al ver lo que el mayor había preparado para él.
La habitación estaba decorada de forma armoniosa, había velas aromáticas y vaporizadores que hacían que el ambiente en aquella habitación fuera cálido y relajante acompañado de la música clásica que era reproducida en una pequeña bocina. Había una pequeña cama en el centro del lugar, una cama de aquellas que había en los spa.
—Se me ocurrió esta idea… —Musitó el mayor algo inseguro por aquello. —Has estado trabajando tanto… que apenas has tenido tiempo para descansar...
—Y menos lo haré ahora que el ceo nos notificó a Bae, Ri y a mí que mañana partimos a China para seguir con la gira de los fanmeeting… —Ji Yong suspiró. De solo recordar aquello, el dolor en su espalda creció. —Estoy cansado Seung… —Bebió un poco de la copa.
—Te daré un masaje para relajarte, después nos iremos a dormir
—Hmmm… Vale —No podía negarle nada al mayor. Comenzó a desvestirse, algo avergonzado por el hecho de que el mayor le estuviera viendo. Se sintió cohibido por el hecho de que hacía algo de tiempo en que no lo habían hecho, debido a las agendas de ambos.
Seung Hyun viajaba seguido a Hong Kong a los museos, todo debido a que su carrera como diseñador iba iniciando, y él, estaba feliz por aquello. Cuando su novio volvía, él debía salir también por compromisos de trabajo. Su tiempo era completamente limitado.
Terminó de desvestirse y fue a recostarse en la cama boca abajo, el mayor se acercó hasta él y cubrió su trasero con un albornoz. Ji Yong suspiró intentando relajarse.
Seung Hyun tomó uno de los botes que había en un estante, esencia de lavanda y otros aceites más. Lo destapó y dejó que el frío líquido cayera en la espalda de su novio. Ji Yong dejó escapar un gemido por lo frío del líquido y frunció su ceño. Seung Hyun sonrió ante aquel hecho. Vertió una cantidad generosa sobre su espalda y hombros antes de dejar el bote en su lugar nuevamente.
Sus grandes manos se posicionaron en la blanca y suave espalda de su novio, Seung Hyun comenzó con un suave masaje de abajo hacia arriba, haciendo un poco de presión en sus hombros y cuello, consiguiendo que el menor cerrara los ojos y soltara tenues gemidos de manera inconsciente debido a lo bien que estaba comenzando a sentirse.
La presión que Seung realizaba en la espalda baja del menor hacía que respingara el trasero de manera involuntaria. El castaño ya no estaba muy seguro de poder seguir aguantando aquellos ruidos incitadores que emitía su novio. Comenzaba a dudar de su fuerza de voluntad al tener el cuerpo desnudo, solo cubriendo su trasero redondo con un pedazo de tela.
—Hnnn… Hyunnie… —El menor musitó. —Se siente tan bien… —Su voz sonó aguda, y el mayor estaba a nada de mandar su cordura al carajo. Estaba comenzando a dudar se que su novio no lo estuviera provocando de forma indirecta.
Seung Hyun decidió cambiar el ritmo del masaje. Sus manos se deslizaron a propósito por el redondo trasero de su novio, y a su mente vino la última vez que lo poseyó. Sus manos se posaron en sus muslos y los apretó un poco. Ji Yong gimió, todo él era sensible ante el toque del ahora, castaño.
El rapero mayor sintió su miembro vibrar, oculto debajo de la ropa. Quería hacerlo suyo sin importar si jugaba sucio.
Sus pulgares hicieron presión en el muslo interno y separaba ligeramente sus piernas.
—Sabes Yongie, siento que han pasado siglos desde la última vez que te hice el amor... —Su voz sonó ronca, y se tomó su tiempo para quitar el albornoz que lo cubría y deslizar suavemente ese trozo de tela por sus piernas y después dejarla caer en el suelo.
Ji Yong tembló de placer con tan solo escuchar esa grave y profunda voz, no tuvo que atar muchos cabos para llegar a la conclusión de que su querido novio estaba excitado. —Ha pasado tanto tiempo que siento que soy virgen de nuevo…
El mayor al escucharlo no pudo evitar reírse, sabía que el rapero menor estaba nervioso y al mismo tiempo ansioso. —Será un placer para mí, desvirgarte por segunda vez…
—¡Eres un cínico! —Ji Yong gritó completamente avergonzado y escondió su rostro entre sus manos.
Seung Hyun no perdió más tiempo y sin pensarlo más se quitó la ropa. El intérprete de crooked estaba ajeno a todo lo que hacía el mayor, este se subió a la cama y se sentó, dejando sus piernas colgadas a cada lado de esta. Sus manos grandes volvieron a agarrar el trasero de su novio y lo jaló.
—Ah… ¿Qué haces Seung? —Preguntó Ji Yong con un tono de sorpresa al verse acomodado de aquella forma. Su trasero estaba alzado y su pecho pegado a la camilla. El castaño no contestó, tanto con sus manos abrió un poco las nalgas del menor dejando a la vista aquella rosada entrada y sin pensarlo, deslizó su lengua por aquella ranura. Ji Yong tan solo gimió y se agarró con firmeza del borde de la camilla para no resbalar. —A-ah… Dios…
—No lo menciones mientras te hago estas cosas amor… —Una sonrisa llena de malicia es la que tempo le regaló a su novio. Volvió a repetir aquella acción y esta vez adentró un poco su lengua en aquel estrecho orificio y sus manos estrujaban con fuerza su trasero.
Ji Yong ante aquella sensación de ser penetrado por la sin músculo de su novio, lanzó un gemido, dejándolo sin aire haciendo su espalda se curveara y su trasero quedara más alzado. Seung Hyun tan solo continuaba lamiendo y dilatando la entrada, preparándolo para lo que se avecinaba.
—Ah… H-Hyunnie… hmm…
El chico que estaba recostado en la camilla, ya comenzaba a deshacerse en gemidos, gemidos que al de orbes oscuras le parecían los sonidos más excitantes que pudiera escuchar en toda su vida. Se percató de que la entrada ya estaba dilatada lo suficiente para que pudiera recibir su miembro en su interior y detuvo su quehacer.
—Ji… Voy a entrar… ya no resisto más amor…
Seung Hyun musitó aquello, era cierto que ya no podía contener sus ansias de hacerle el amor, se hincó en la camilla y con una de sus manos libres agarró su propio falo, escupió en su otra mano y con ella lubricó un poco su miembro. Ji Yong no se había movido de la posición en la que estaba, también estaba nervioso por lo que se venía a continuación. El mayor movió lentamente su cadera y rozó su glande contra la rosada entrada de su novio, este tan solo soltó un suspiro. Con la mano que aun sostenía su erección, la movió de arriba hacia abajo en el trasero del menor. Movimientos de atrás y hacia adelante, golpeando su punta contra la ya necesitada entrada del menor.
Ji Yong estaba sintiéndose ya nervioso por la espera. —Joder Hyunnie… Apresúrate ya y métemela…
El castaño rió ante la voz desesperada del chico. —Te daré eso que tanto anhelas amor… —Sin más, Seung Hyun metió de una sola estocada toda su longitud en Ji Yong.
Ji Yong apretó sus dedos al borde de la camilla, sus nudillos quedaron blancos ante la presión que ejercía y un gemido que no pudo ser reprimido fue lo que salió de su garganta. Aquella penetración había dado contra su punto. Seung Hyun sin perder más tiempo comenzó con las embestidas, hizo su cuerpo hacia adelante, pegando parte de su abdomen con la espalda del menor y seguía dando en aquel punto que hacía al menor gritar de placer.
—¡Aahh! ¡Sí, ahí! Maldición dame ahí de nuevo…
Ji Yong tan solo podía gemir sin control, no había cambiado la posición debido a que se sentía tan bien que aquello no le importaba, echó su cabeza hacia atrás y Seung Hyun empezó a besar sus hombros y parte de su cuello, dejando marcas que más tarde serían más notorias, pasó una de sus manos por debajo de la axila del menor y de ahí lo sujeto de la quijada. Ji Yong tan solo se dejaba hacer, mordía sus labios y sus cabellos se pegaban en parte de su frente y mejillas por el sudor.
Comenzó a mover su cadera contra la del mayor para hacer mayor la fricción entre ambos cuerpos, su miembro se frotaba contra la sabana que cubría la camilla, haciendo que comenzara a embriagarse del placer y su mente se nublara de placer.
Seung Hyun soltaba gemidos roncos y en ocasiones su quijada se tensaba debido al placer extremo que estaba sintiendo en el momento. Sentía que estaba próximo a acabar y sabía que ji Yong estaba en la misma situación ya que contraía sus paredes con mayor insistencia haciendo que el miembro del mayor le dificultara las arremetidas. Las embestidas eran fuertes, certeras y torpes a la vez debido a tanto placer, ji Yong ladeó su rostro y con desesperación buscó los labios de su novio, estampándolos en un beso necesitado en el cual por la intensidad del momento hacia que chocaran sus dientes.
Ji Yong no podía resistir más el placer el que terminó corriéndose sin poder evitarlo, separó sus labios de la boca ajena y gimió sonoramente y contrajo, apretando el miembro de su novio, provocando que este diera una última embestida y terminara por soltar su esencia en el interior de rapero menor.
—¡AAAAHHH! —Gimieron al unísono. Seung Hyun sacó su miembro del interior de su novio, el cual aún goteaba semen. Ji Yong cayó rendido en la camilla, su respiración era agitada y su corazón latía como loco. No tenía las fuerzas suficientes para poder moverse.
—Hmm… Hyunnie… —El menor pudo pronunciar esas palabras ya que había reunido un poco de fuerzas. —Llévame a la cama amor…
Seung Hyun asintió y cargó a Ji Yong como si fuera una princesa, Ji al sentirse entre los brazos del mayor se acurrucó entre su pecho y cerró los ojos, estaba totalmente agotado que se quedó dormido y no se había percatado en qué momento Seung Hyun lo había metido a la cama y cobijado.
Seung Hyun miraba las facciones de su novio mientras este dormía y sonrió, se veía hermoso así. Bostezó y dio un casto beso en los labios de su novio.
—Te amo… descansa Ji…
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La alarma sonó y Ji Yong malhumorado la golpeó con su mano y la lanzaba a otro extremo de la habitación que compartía con su novio. Intentaba quedarse dormido nuevamente entre los brazos de su amado y el teléfono comenzaba a sonar, mandándolo directamente a la contestadora.
—¡Mierda Ji Yong! ¡Despierta, sé que estás con hyung pero ya despierta! ¡Son las 8:30 de la mañana y el vuelo sale a las 9:30! Manager Hyung está yendo a buscarte ahora mismo.
Ji Yong escuchó la voz de Young Bae y abrió sus ojos como platos. —¡La mierda! ¡Se me hizo tarde! —Gritó y salió de la cama de un brinco. —¡Seung Hyun despierta! ¡Se me hizo tarde carajo! —Gritaba Ji Yong mientras corría al baño a darse una ducha que duró menos de cinco minutos. Seung Hyun no se había inmutado ante el grito del menor que estaba a punto de entrar en una crisis, corría hacia el vestidor de su novio y tomaba ropa que tenía ahí para casos de emergencia y se vestía.
—¡Que te despiertes carajo! —Gritó el menor y le lanzaba uno de los zapatos que había encontrado en el suelo.
—¡Que demonios sucede! —Gritó el mayor sobándose donde había recibido el golpe, era bien sabido que el mayor se convertía en un rey demonio de sangre fría cuando lo despertaban temprano y no tenía nada que hacer. —¡¿Por qué me golpeas?!
—¡Porque se me hace tarde para tomar el vuelo! —Respondió histérico Ji Yong mientras se abrochaba el pantalón y metía se los zapatos a la fuerza.
—No tenías que despertarme así…
—Lo siento amor —Ji Yong se acercó a la cama no sin antes mirar el reloj y darse cuenta que tenía mínimo unos minutos para darse arrumacos con su novio antes de que llegara su manager e irse. —Te voy a extrañar… —Murmuró, dando pequeños besos en el rostro aun adormecido de su novio.
—También te extrañaré… —Lo abrazaba por la cintura y lo acercaba un poco más, hundiendo su rostro entre el pecho de su novio. A lo cual Ji Yong también lo abrazó y besaba sus cabellos.
—Te amo… —Dijo y volvía a dar otro beso. —Gracias por el masaje de anoche amor… —Sonrió con picardía y pudo escuchar una pequeña carcajada por parte del contrario.
—Yo también te amo Yongie…
—Antes de regresar de China, compraré esencias para más masajes… —Volvía a reír mientras hablaba, viéndose interrumpido por el ruido del timbre que solo significaba que habían llegado por él. —Ámame y extrañame mucho, que yo lo haré también.
—Cada segundo Yongie… —Lo soltó para dejarlo ir, no sin antes dar un pequeño beso y acariciar su mejilla. —Te extrañaré cada segundo.
—Yo también Hyunnie, yo también… —Respondió con una sonrisa antes de salir de la habitación.