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enmendando lo que creemos incorrecto por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hola~ 

 

bueno como habia prometido aqui esta el siguiente capitulo. ayer hubo corte de luz y todo asi que no pude actualizar. ademas estaba conociendo el fandom de NCIS en la noche.

bueno no tengo mucho que agregar. solo que agradezco a quienes se toman el tiempo de leer esta historia. - me acabo de dar cuenta que ya cumpli un año con esta <3

 

bueno. los dejo leer en paz

Harry despertó nuevamente desesperado. Era el sexto día en esa maldita mansión/casa/cabaña/lo que fuera y ya no podía controlarse.

Todos los días Severus se iba muy temprano con dos tipos y volvía muy tarde solo para darse una ducha, conversar un poco y posteriormente dormir. Se notaba que este no quería alarmar a Harry, pero el oji verde sabía perfectamente que había algo mal con su amigo, no solo porque sus ojeras crecían a pasos agigantados, sino porque su expresión demostraba completa falta de interés en todo. Era como si hubiera perdido la esperanza de salir de aquel nefasto lugar y no lo culpaba porque con el pasar de los días el mismo también estaba perdiendo todas las esperanzas de volver a ver el sol brillar en todo su esplendor.

Sus propios días tampoco mejoraban, de hecho podría jurar que no había cambio alguno en ellos desde que llego. Si le preguntaban, básicamente podía hacer de todo, pero siempre y cuando se mantuviera en la habitación sin una varita cerca, ya que dos guardianes, anexos a los que se llevaban a Severus, se mantenían atentos a cualquier tipo de movimiento extraño “ni que pudiera hacer algo, ni tengo mi varita” pensó mal humorado golpeando con fuerza la puerta para asustar a los mortifagos. Al menos podía hacer eso sin asustarse de que vinieran a hacerle algo “todo gracias a Severus” pensó mientras miraba decaído el suelo. Escucho las maldiciones y quejas de los mortifagos con una leve sonrisa en la cara, simplemente no se cansaba de golpear a diferentes horas del día para molestarlos, pero no era suficiente para él. Viendo que su única entretención ya había sido ocupada de muy mala manera se fue nuevamente a la cama que lo acompañaba todos los días y no dudo en lanzarse sobre ella sintiéndose libre por escasos segundos.

Recostado en ella cerró los ojos y recordó como al menos algo había salido bien de todo ello. No era que le gusto la forma en la que se enteró, pero agradecía el hecho de que Severus se había encargado de que Lily no viajara con ellos ‘es estúpido pensar que arriesgare la vida de ella por ti, me asegure de mantenerla en la habitación antes de intentar ayudarte’ fueron las palabras que salieron de la boca del mayor en cuanto Harry le había hecho notar su preocupación. Aun no entendía el hecho de porque lo había ayudado realmente, no era como si fuera completamente necesario ir a su rescate como caballero de blanca armadura para impresionar a su madre. De todos modos ya lo hacía con todo lo que lo ayudaba “me pregunto porque me hace creer que me ama y luego me estampa en la cara que es todo lo contrario…. Me gustaría que en algún momento me dijera a la cara que no siente nada por mi” pensó con cierto desgano mientras mantenía los ojos cerrados y se dejaba llevar por su imaginación. Le gustaba pensar que estaba en una montaña siendo acariciado por el pasto.

Si era honesto, el corazón aun le dolía a Harry. Los recuerdos de que esa mujer se llevaba lo mejor de Severus no era para nada la mejor de las sensaciones, tampoco lo era el hecho de que había deseado la muerte de su madre por un capricho de amor ‘son nuestras acciones los que nos hacen quienes somos, no nuestro origen’ recordó las bellas palabras de aliento que le había ofrecido Albus en su tiempo, mas esas palabras ahora solo podían significar una cosa. Él se estaba convirtiendo en alguien similar a Voldemort. Posiblemente si era igual a Tom Riddle y solo pudo darse cuenta viajando hacia el pasado “estoy seguro que nadie me conoce como el maldito de Voldemort” pensó con rabia al saberse igual ¿Qué pasaba si en el futuro, cuando Voldemort no estuviera, él se convirtiera en el nuevo señor oscuro? “no quiero pensarlo, no quiero” fue lo único que atino a responderse a sí mismo.

Soltando un gruñido de dolor se tapó la boca con una mano y con la otra se tomó la cabeza mientras se ponía en posición fetal. Sabía que así no podría controlar el dolor, pero parecía ser que Voldemort nuevamente estaba intentando hacer contacto con su mente de manera inconsciente “justo cuando pienso en ti maldito” pensó con frustración intentándose negar a la entrada del hombre, pero era imposible. Su magia aun no era del todo poderosa y que decir de su mente. Como solía decir Snape, era un penoso chico sin cerebro.

Al ver que no pudo entrar suspiro, quizás no era tan malo en oclumancia como pensaba, pero de pronto se vio en la mente de Voldemort. Obviamente había sido un juego del mago oscuro solo para frustrarlo más y lo había conseguido. Con frustración observo cómo era que se encontraba en la misma habitación que Severus. Solo por eso intento mantenerse callado y observar mejor todo  su alrededor para saber qué era lo que pasaba con el chico. Necesitaba sentirse cerca de él aunque sea un poco.

Al parecer, se encontraban en un aula de pociones, Severus era amenazado por dos varitas en su nuca mientras hacia la poción. Cualquier movimiento en falso conllevaba un golpe por parte de los mismos tipos que le apuntaban y un siseo de parte de Voldemort. Tragando con fuerza intento ahogar su grito para que lo dejaran en paz y escucho un ‘está hecho’ de parte de Severus. Lo que fuera que estuviera hecho hacía sentir dividido en dos a Harry, por un lado deseaba que todo le saliera mal a Voldemort y por otro deseaba que estuviera bien hecho para que no lo volvieran a golpear por algo que no era su culpa.

De forma repentina la conexión se perdió entre ambos así que Harry respiro con dificultad y volvió a abrir los ojos notando con sorpresa como uno de los mortifagos lo apuntaba con la varita mientras miraba hacia el baño. Al parecer había llamado la atención de sus captores “ahora es mi oportunidad” pensó con verdadera alegría, mas  ¿Cómo podía escapar sin Severus? Era imposible dejarlo solo. No quería dejarlo solo, por lo que solo cerro los ojos con fuerza y se movió para que supieran estaba bien “debería dejar de ser tan masoquista, pero no puedo, simplemente no puedo ser una serpiente” se dijo mientras se sentaba con dificultad en la cama e intentaba regularizar su respiración para no parecer tan afectado.

 

-no vuelvas a fingir maldito mocoso – dijo uno de los hombres clavándole la varita en la mejilla – no somos tu niñera

-pues eso parecen – en una pose infantil enfrento a los dos hombres antes de mostrarle s la lengua y ver como salían – ¡piérdanse!

 

Viendo como el hombre alto quiso hacer un hechizo, mantuvo su mirada retadora para luego observar cómo el otro mago lo detenía aludiendo que eran órdenes del señor tenebroso mantenerlo con vida. Vio como el posible agresor solo bufo y luego de unos segundos controlándose internamente salió del lugar gruñendo. Solo nuevamente en la habitación, dejo que su cuerpo callera por el borde de la cama y se abrazó a sus rodillas. No podía seguir viviendo así, no podía seguir soportando el hecho de que su amado ayudara al hombre que mató o mataría a sus padres.

 

-¿Qué se supone que debo hacer? ¿Qué se supone que vine a hacer aquí?

 

Su pregunta no iba a ser respondida. Lo sabía perfectamente, pero aun así quería hacerla en voz alta para no sentirse solo. Quería compañía, una simple y dulce compañía que lo animara a seguir adelante “no te puedes rendir, Draco aún no se rinde…” recordó con cierto desgano y es que a pesar de todo lo que había odiado de ese rubio siempre  hubo algo que admiro de este, su fuerza y decisión para hacer algo, como dicen los muggles “si harás algo, hazlo mejor que  nadie ya sea malo o bueno”  y ese rubio sí que sabía llevar a cabo esa frase. De igual manera lo hacía Severus, pero él no podía decir lo mismo ya que siempre fue un bueno para nada.

Soltando otro suspiro se recostó en el suelo y se quedó pensativo en ese lugar hasta que la puerta nuevamente se abrió. Por ella entraba Severus con su típico ceño fruncido por verlo y luego de un rato se iba al baño “bañarse, conversación, dormir” pensó con frustración Harry mientras ocupaba todas sus fuerzas para poder levantarse y sonreír. Aunque como ya lo había visto desganado dudaba que fuera necesario.

Sentado en la cama espero pacientemente a que saliera Severus, cosa que hizo casi al instante. Con algo de reticencia sonrió viendo como era ignorado por completo por el mayor así que solo soltó un gruñido y espero a ser regañado. Era típico ser sermoneado por Severus en esos días, no importaba que, siempre lo regañaba,  mas esta vez solo recibió un abrazo antes de ser tirado hacía atrás quedando con Severus sobre su cuerpo “esto definitivamente no es normal, no es nada normal” pensó con las mejillas sonrojadas. No es que fuera un chico fácil, pero el ser sorprendido hizo que su corazón se acelerara a mil y su mente volara en un sinfín de posibilidades sobre lo que iba a pasar en ese mismo momento. Todas las posibilidades terminaban con un final mucho más dramático que el pensamiento anterior.

 

-esto está a punto de terminar – escucho la voz de Severus antes de sentir como se escondía en la unión de su cuello y hombro – pronto esto terminara

-¿crees que salgamos con vida? – Mordiéndose el labio inferior abrazo al mayor con cariño mientras intentaba acomodarse, quería consolarlo de la mejor manera, pero no encontraba las palabras - ¿crees que volveremos a verlos?

-no saldremos de aquí – su voz salió en un hilo de frustración. Al parecer en todo ese tiempo había buscado la forma de salir del lugar, pero esa base fue construida precisamente para que nadie saliera vivo- nos matara en dos días supongo, cuando vea que funciona

-jejeje eso es triste ¿no? – Intentando sonar optimista vio los ojos serios de su azabache preferido por lo que solo negó con la cabeza – no quiero parecer idiota… pero ¿Qué podemos esperar? Estamos perdidos y encerrados aquí Severus

-no pareces idiota, lo eres Harry – soltando al chico se acostó a su lado soltando un suspiro con los ojos cerrados- creí que serias al menos un poco mas optimista

-siempre he sido optimista, pero las cosas no salen tanto como quiero – estirándose se sacó el abrigo y se abrazó al cuerpo del contrario dejando su cabeza recostada sobre el hombro del mayor – así que solo me acoplo… soy como un camaleón que intentan sobrevivir

-eres un idiota

-no lo soy

-idiota

-hmmp~

-idiota

-para ya~ - sonriendo suave, alzó la mirada y vio al mayor unos instantes, seguía sabiendo que el mayor no lo amaba, pero aun así no podía dejar de desearlo – nee Severus ¿puedo hacer algo raro?

-haz lo que quieras- ya tenía algo de sueño, por lo que por muy raro que fuera, no le prestaría atención al menor

-gracias~

 

Sonriendo como siempre por tener el permiso se levantó y se puso encima del mayor para así tener acceso a sus labios sin que el mayor pudiera arrancar. Más aun no lo besaba ya que quería tener un recuerdo completo de esa imagen fuera buena o mala.

Acariciando la mejilla del mayor escucho un gruñido por lo que ahogo una leve risa y poco a poco se acercó al mayor hasta que sus narices se rozaron. Logro ver como Severus abría un poco los ojos, pero pronto los volvía a cerrar con la intención de dormir así que algo frustrado Harry rozó  sus labios con los del mayor ‘te amo Severus, te amo más que a nadie’ con esas simple palabras atrapo los labios del mayor en un beso suave.

No quería aprovecharse del contrario mientras dormía, por lo que solo los junto, mas al poco tiempo  sintió como este le respondía al beso de la misma manera. Seguía siendo algo inexperto y eso sumado a que Harry no había gozado de tantos besos en su vida hizo que el beso fuera más torpe que apasionado, aun así mantuvo aquel gesto dulce y cariñoso.

Quizás en ese momento de sueño Severus estaba pensando en Lily, realmente a Harry no le importaba para nada porque se sentía condenadamente bien. Se sentía como si volara por los cielos e intentara permanecer ahí por más tiempo a medida que continuaba aquel beso. Lástima que uno nunca logra lo que quiere ya que el ruido de afuera hizo que Harry se separara de Severus.

Viendo al azabache comprobó que este estaba despierto, pero más que recriminarle el beso se levantó y fue hacia la puerta. Esta seguía cerrada con magia y posiblemente no podrían abrirla desde ahí.

Gruñendo Severus pateo la puerta y volvió a la cama.

 

-ahh… Sev…

-no digas nada, no me importa – dijo acomodándose en la cama dispuesto a dormir – si salimos de aquí, hablaremos de eso

 

Sin poder entenderlo Harry asintió con las mejillas sonrojadas y se recostó al lado de Severus con una sonrisa, al menos podía mantener esa ilusión hasta que los mataran “será imposible salir de aquí” pensó sonriendo aún más grande. No le importaba ahora mucho si llegaba a morir ya que podría conservar ese hermoso recuerdo hasta el último de sus días

A mitad de la noche el pequeño león abrió los ojos un poco adormilado. No sabía como, pero sentía que alguien lo estaba llamando en ese momento por lo que se deshizo del abrazo del mayor y fue directamente hacia la puerta. Intentó abrirla, pero esta seguía cerrad. ‘Alohomora’ susurró tocando la puerta. Volviendo a intentar abrirla notó como esta cedía, por lo que sonrió de lado y cruzo por el umbral de la puerta notando como los mortifagos estaban durmiendo tranquilamente. Ni siquiera le preocupo el hecho de que estos andaban de vagos o su reciente hechizo sin varita.

Rodando los ojos se alejó de ambos y camino por los pasillos hasta llegar al primer piso. Con algo de nerviosismo y más despierto que antes fue en busca de la biblioteca y entro con cuidado. Uno nunca sabía lo que podía encontrarse.

En una silla, Voldemort le sonreía con una copa de vino. Si no tuviera la imagen viva del calvo cara de serpiente, estaba seguro que podría decir que Tom era una persona muy atractiva “la maldad vuelve feo todo” pensó con cierta diversión mientras entraba a la sala. No se iba a dejar amedrentar por alguien que ni sorprendido estaba de que hubiera escapado.

Soltando un suspiro se sentó en el sillón que estaba al frente de Tom y lo miró  seriamente, mas este desmereció cualquier acto de mala educación y movió su mano ofreciendo una copa de lo que parecía ser jugo de calabaza y una que otra galleta. Harry no era maleducado, pero estaban hablando de Voldermort así que negó con la cabeza y se cruzó de piernas intentando fingir una seriedad que no poseía.

Pasaron segundos antes de que algún movimiento se volviera a presentar. Al parecer ambos estaban en una pelea de no querer ser menos que el otro. Aunque  claro, Harry llevaba todas las de perder ya que siempre fue el chico desesperado que actuaba mucho antes de pensar si quiera en algo.

 

-¿Qué es lo que quieres de mí? – pregunto con el ceño fruncido sintiendo demasiada hambre

-yo no te traje Harry Potter – sonriendo de lado miró como el menor se asustaba – no debes tener miedo, Severus no sabe de esto

-¿Cómo…como lo sabes? – pregunto entre molesto y asustado. No sabía que repercusiones podría llegar a tener este hecho en el futuro

-simple, tienes una cabeza muy fácil de leer, mientras te encargabas de cerrarme puertas yo abría otras que si quería – dijo divertido ante la cara del menor. Parecía un poema  - no debería sorprenderte

-yo… ¿Qué es lo que quieres? – quería mantener su posición, mas estaba perdiendo de a poco la paciencia y compostura. No podía ser como los demás

-ambos tenemos planes similares, tú quieres a tus padres muertos para estar con Snape y yo quiero dominar el mundo mágico – dijo divertido bebiendo su vino con tranquilidad – no debes oponerte a mi… ambos queremos cosas similares

-¿Qué? – confundido pensó un poco, quizás el mayor solo había abierto las cosas que no quería proteger, las cosas que quería olvidar. Su egoísmo - ¿y nos dejaras salir con vida de aquí?

-no puedo dejar que Snape se valla, es un elemento valioso para mi… pero si te puedo permitir quedarte y ser una de mis tropas a pesar de ser un inútil sin varita

-yo no…

-piénsalo, no quiero respuesta ahora, como Snape dijo… les quedan dos días

 

Sin más el mayor se levantó y se acercó a Harry haciendo que este se levantara rápidamente para defenderse, más lo que hizo el contrario lo descoloco por completo. Nunca se esperó a que este le tomara de la mano y le diera una mordida en el antebrazo “justo donde va la marca tenebrosa” pensó con cierto asco mirando su mano mientras el contrario desaparecía de la estancia. Al parecer este iba muy en serio con marcarlo y no dudaba de cuál era su razón. Harry era un peligro por ser del futuro y era mejor mantenerlo cerca  o muerto que dejarlo escapar.

Harry mirándose la muñeca izquierda soltó un suspiro y negó con la cabeza. No quería tener nunca en su vida una marca como esa en su mano. Su lucha era precisamente para que en el futuro no tuvieran problemas con ella por lo que decidido se acercó a la puerta para volver al cuarto. A mitad de camino se frenó a pensar en algo.

Si mal no recordaba, había logrado salir del cuarto con magia sin varita y Voldemort no sabía eso, por lo que habían dos opciones. Tom le había abierto la puerta en ese instante o él lo había hecho y el mago tenebroso pensó que sus guardias no eran lo suficientemente precavidos para mantenerlos todo el tiempo encerrados. Con una idea totalmente repentina cerro los ojos y se quedó en el centro de la habitación esperando que su brillante idea funcionara. Estaba seguro que cualquiera le diría que era un idiota y que mejor volviera a dormir antes de que alguien lo pillara, pero si lo había logrado una vez lo quería lograr dos veces.

 

-accio Libro “los mitos griegos”

 

Había extendido su mano para que el libro llegara a su mano. Espero unos segundos y con un suave golpe logro sentir en su mano un encuadernado de tapa dura.  “¡funciono!” pensó más que feliz viendo el libro que había invocado en su mano.

No sabía específicamente por qué había convocado ese libro, pero si estaba feliz de que funcionara por lo que lo abrió con emoción y comenzó a ojearlo “¿dios del tiempo?” se preguntó internamente mientras comenzaba a leer.

Con eso de la magia su mente estaba más abierta a creer en esas barbaridades que decían los mitos, pero aún le parecía algo fantástico que existieran tres tipos de tiempo, que dioses se comieran a sus hijos o que nacieran de los mismos hombres en los lugares más extraños “jejeje creo que este tipo de lectura es más para Hermione que para mí” se dijo dándose vuelta para dejar el libro donde correspondía.

Con sorpresa, el chico logro divisar la vieja figura de un anciano que sostenía un reloj de arena en sus manos. El hombre estaba sentado en un sillón bastante antiguo haciendo que Harry alzara una ceja por no haberlo visto antes, más cuando miro todo su entorno noto con cierta preocupación que todo había cambiado.

Soltó el libro asustado e intento moverse, pero el simple hecho de que podía llegar a caer y morir lo aterraba por lo que se quedó quieto mirando con preocupación al mayor. Lo mejor sería esperar a este hablara y le dijera que mierda estaba pasando. No podía ser que se había metido en más problemas de lo que ya estaba.

El hombre solo lo miró y negó con la cabeza. No sabía que quería decir con eso, pero Harry no sintió rabia, sino que solo trago con fuerza y miró hacía la supuesta pared que se encontraba detrás del mayor. Esta estaba llena de imágenes de todo lo que había hecho durante su instancia en el pasado “estas en problema Harry” pensó dramáticamente al ver como el tiempo había pasado tan rápido para él.

 

-el tiempo se acaba…

-¡pero no he logrado hacer nada! Aun no podemos irnos – gritó desde su puesto sin atreverse a caminar

-el cambio ha sido efectuado, nada será como antes

-¿el cambio ha sido efectuado? Pero, pero… - asustado negó con la cabeza y dio un paso hacia adelante viendo como algunas baldosas caían

-7 días para regresar. No más no menos. El destino ya está sellado

-¿lo hemos hecho bien al menos? – pregunto intentando entablar una conversación con quien parecía solo querer expresar su opinión

-mañana será el gran día. Solo dependerá de ese momento para ver resultados – dijo con tranquilidad antes de mirar por primera vez a los ojos al menor.

 

Sorprendido. Harry se quedó prendado a los ojos del viejo dios del tiempo y se sonrojo suavemente, esos ojos estaban llenos de sentimientos, de sabiduría y vivencias que abrumaban a cualquier mago o muggle. Quizás ahora no dudaría tanto de lo que decían los mitos, aun así se sentía extrañado de que tantas cosas pasaran en su vida cotidiana.

Sintiendo que su estabilidad se perdía vio cómo su cuerpo callo en una oscuridad, pero sinceramente no tuvo miedo. Se sentía tranquilo  en paz. Como si todo le quisiera decir que estaban haciendo bien las cosas y que nadie saldría lastimado “quizás no sea para mí, pero estoy seguro que Severus será feliz… espero poder ser su hijo y que James encuentre una mujer a la cual amar” el pensamiento lo encontraba bizarro, pero prefería tener una relación sanguínea en donde también recibiría amor de Severus que a tener su completa indiferencia por no ser nada de él.

Sintiendo que ya no caía para nada abrió los ojos y noto como la luz del día le decía que un nuevo amanecer había llegado y lo había saludado en la cama que compartía con Severus “pero si yo no dormí ¿Qué paso?” extrañado miró todo a su alrededor y sintió como el agua corría. No sabía si el mayor se estaba bañando o si de por casualidad se estaba lavando los dientes o manos.

Soltando un suspiro se acomodó en la cama y soltó otro quejido. No podía creer que realmente hubiera soñado todo eso. Era imposible que lo hubiera soñado todo.

Algo desilusionado se sentó en la cama y evito las ganas de llorar. No podía mostrarse débil frente a Severus. Sería el colmo con todas las cosas que tenía que soportar el mayor por su culpa. respirando  hondo e intentando  mantenerse con una leve sonrisa se dirigió al baño una vez que la puerta fue abierta para también comenzar su día.

El azabache no le había dirigido la palabra ni la mirada por lo que tampoco dijo nada y se comenzó a lavar los dientes “es increíble como una acción tan  común puede llegar a ser tan incómoda cuando estas con él” pensó con algo de diversión y es que en ese mismo momento se sentía como si estuviera con el profesor y no con el adolescente. En eso, al verse en el espejo sintió mas vivido el momento en que había hablado con el dios por lo que trago fuerte y miro al mayor con algo de desesperación

-Severus…

-¿hmm?

-¿es posible que los dioses existan? – preguntó algo inquieto controlar el temblor de su mano

-¿Por qué lo preguntas? – alzando una ceja se acercó al menor para ver la razón del porque tiritaba

-anoche tuve un sueño – dijo mordiéndose el labio inferior – hoy será el último día, sino… Voldemort nos matara igual

-¿Cómo sabes eso? – algo alarmado tomo de los hombros al menor y lo obligo a que se tranquilizara

-Severus… hoy pasara algo así que por lo que más quieras prepárate. No dejare que te pase nada – decidido dejo a un confundido azabache en el baño mientras él iba a cambiarse

Ambos terminaron de lavarse y vestirse sin ningún problema, la incomodidad se veía a kilómetros, mas ningún de los dos se dispuso a hablar.

Como todos los días Severus salió del lugar y Harry se quedó en la pieza. Miró a su alrededor como si algo tuviera que haber cambiado “¿me estaré volviendo loco? No importa, hoy no cuenta así que son 6 días más y si no es verdad mi subconsciente debe querer decirme algo” pensó con frustración mientras daba vueltas por la habitación. No serbia de nada frustrarse en ese momento por lo que solo negó un par de veces con la cabeza y se sentó en el suelo como un niño enojado.

Cerrando los ojos intento pensar en hacer algo productivo, pero lo único que se le venía a la mente eran sus clases en primeros años, en como conoció a sus amigos, como conoció a Draco y por sobretodo como se enteró de que existía la magia “el mejor año de mi vida sin lugar a dudas, ese año nada lo va a poder superar” dijo completamente seguro y feliz ya que sabía que era cierto.

Estirándose miró un momento el techo para luego alzar su mano. Era imposible hacer magia sin varita por lo que sabía, al menos debía serlo para él, mas su sueño fue tan real que pensaba que podría ser posible lograrlo “tal vez…” en silencio miró el escritorio y se concentró con su mirada en el tintero para poder lanzarlo de un lado a otro mas no funcionaba para nada.

 

-va… debe ser una estu… - En silencio miró nuevamente su mano y la apuntó hacia el tintero. Cerro los ojos e intento concentrar toda su magia en la punta de sus dedos antes de mirar el objeto nuevamente – wingardium leviosa

 

Sorprendido, pero sin perder la concentración, miró como el artículo se movía temblorosamente por el cielo hacia donde el apuntaba. Era como si realmente él lo estuviera haciendo “espera un momento, ¡yo lo estoy haciendo!” se dijo en sus pensamientos mientras la sonrisa aparecía nuevamente.

Confiado intento traer el tintero hacia su propio cuerpo, más cuando estuvo a punto de agarrarlo con su mano libre la puerta se abrió de manera precipitada y un grito avisando que la comida estaba lista lo hicieron desconcentrarse.

La tinta cayó sobre su mano y ropa haciendo que su frustración y enojo se dirigieran contra el mortifago que ahora se reía estrepitosamente de él sin saber que lo había atraído con la magia precisamente “ya veras, cuando pueda vengarme… ya verás” pensó con el ceño fruncido mientras iba al baño para poder cambiarse de ropa y lavarse la piel. No quería quedar con marcas de tinta o de seguro Severus encontraría la forma de burlarse de él a pesar de la tensión de esos días.

Al volver a la pieza se dio cuenta de que estaba nuevamente solo por lo que mirando a todos lados decidió que lo mejor sería practicar ese tipo de magia sin varita. No sabía si lo que había pasado en la noche fue un sueño o no, pero debía estar preparado si Draco decidía aparecer como el caballero de la blanca armadura para rescatarlo.

 

En otro lado. Con una frustración mucho mayor Draco tiritaba mientras intentaba secarse con rapidez. Era obvio que había logrado avanzar mucho en esos días. Ya podía ocupar protego, desmaius, expeliarmus e incluso por una corta cantidad de tiempo su patronus, pero aun así Godric gryffindor no lo había querido soltar en ningún momento. El hombre estaba preocupado y Draco lo entendía, pero así como iban sentía que iba a morir antes de siquiera salir de esa habitación nuevamente.

En sí, su día lo ocupaba solo en practicar y en dormir y comer bien. Tenía que mantenerse de la mejor forma si quería rendir en las clases de Godric mientras el resto seguía con lo que fuera que estuvieran haciendo.

Con un gruñido asintió con la cabeza al escuchar cómo el contrario lo llamaba para poder seguir practicando. No quería volver a sentir el agua congelada sobre su cabeza mientras recibía distinto tipos de ataques, magias o indicaciones “soy lo bastante capaz para aprender de manera civilizada, ¡¿Por qué me toca con un maldito cabeza hueca?!” pensó mientras se ponía en el cuadro de siempre.

Sintiendo el chorro intento olvidar el congelamiento y abrió los ojos para ver al mayor. Esta vez tendría que seguir indicaciones así que con habilidad comenzó a hacer todos los hechizos que le indicaban. Mas a mitad del entrenamiento  algunas cosas empezaron a ser lanzadas contra él. No era nada nuevo, por lo que separo sus piernas y ocupo un protego para luego realizar la magia que se le había solicitado, bombarda, “nadie me ganara” pensó determinado a pasar esa clase con honores a pesar de que nadie lo felicitara al final del día.

Cuando las horas pasaron Draco sintió con alivio como el agua dejaba de correr y un agradable calor lo envolvía haciendo que sus ánimos crecieran aún más. Eso solo quería decir que Godryc daba por finalizada la clase y ahora solo debía ir a comer y descansar para que sus ánimos no decayeran. Aunque sus ánimos no podían estar más decaídos.

Mordiéndose el labio inferior se envolvió con la toalla y salió del cuadrado para así acercarse a la chimenea. En cierto sentido tenía miedo de hacer esa pregunta al mayor, pero por otro lado tenía muchas ganas de hacerla. Tragando con fuerza se dispuso a acercar su cuerpo mucho mas al fuego antes de abrir la boca.

 

-Godryc, quería hacerte una pregunta

-dime – concentrado en lo suyo comenzó a ordenar la sala

-¿crees que Harry y sev se encuentran bien? – preguntó medio indeciso mientras comenzaba a secarse el cabello

-no lo sé, pero si queremos que esto funcione pues entonces tienen que estarlo

-pero… son mortifagos ¿tú crees que ellos…

-creo en Salazar y en Rowenna, dudo mucho que hayan sacrificado a Helga solo para un capricho. Algo deben tener planeado y para ello necesitamos que ustedes dos estén vivos. No los van a sacrificar – dijo decidido intentando dejar por zanjado el tema. Realmente no le gustaba pensar en que Helga había muerto por nada y que Salazar volvía a traicionarlos

-¿a qué te refiere con nosotros dos?

-Harry y tú

-¿y Severus? Él también fue secuestrado y nosotros no podemos...

-¡Draco! ¿Crees que es momento de pensar en esas estupideces? Es hora de que te muevas. Ve a comer y punto… ya sabremos que paso – dijo más que molesto dispuesto a lanzarle un hechizo al mocoso si no se callaba ya

 

Algo sorprendido asintió con la cabeza y salió de la habitación pensativo. No se podía creer que los guardianes pensaran eso. Se suponía que tenían que cuidar a todo estudiante que perteneciera a una casa, para eso se habían formado las casas y amistades ¿no? Entonces ¿Por qué ahora dudaba que Severus estuviera vivo? No lo sabía, pero si sabía que tenía que apurarse si quería encontrar a Severus.

Escuchando el gruñido de su estómago no pudo más que sonrojarse y desviar su mirada a la vez que dejaba a un lado la toalla y salía del cuarto. Tenía que apurarse a llegar al comedor o de seguro otro sonido vergonzoso saldría de su estómago así que no dudo en casi correr hasta el gran comedor y comer una buena porción antes de buscar a Sirius “Godryc no tiene por qué saber cómo paso mis noches” sonriendo con cierta travesura en los labios movió su  dedo y en unos segundos ya se encontraba completamente seco y como nuevo. Adoraba la magia sin varita y estaba seguro de que pasaría el resto de sus días ocupándola y presumiendo frente a Sirius el que podía tener una habilidad que el azabache no.

Pensando en canuto no pudo más que sonreír con felicidad y correr lo que quedaba del camino. Al llegar vio como todos estaban sentados en una misma mesa mientras cenaban tranquilamente manteniendo una  charla. Bueno se podía decir que era tranquilamente por que James, Lily, Sirius y Remus se encontraban por lo demás agotados. Eso lo sabía con solo verlos.

Saludando a todos los presentes se sentó al lado del gryfindor y se dispuso a comer. Últimamente su humor estaba mucho mejor así que no pudo evitar mostrar una sonrisa frente a todos los presentes como si quisiera presumir de que había pasado algo verdaderamente bueno en esas horas que había desaparecido. Aunque claro no podía decir nada de lo que hacía, se lo había prometido a Godric un par de veces.

La primera persona en darse cuenta de aquello había sido Narcisa, quien lo había estado mirando desde el principio con preocupación. No era por ser una madre preocupada, pero si sus cálculos no eran errados podía asumir que Draco había bloqueado todos sus recuerdos del futuro. Esa mirada que le lanzaba ya no la tenía, tampoco se ponía nervioso cuando estaba con Lily o triste cuando estaba con Sirius y eso solo podía significar una cosa. Draco se creía un chico de ese presente que debía rescatar a Harry para seguir su vida cotidiana.

La segunda persona en notarlo fue quien más tiempo pasaba con él, Sirius, pero lo de él no era preocupación ni nada, sino que realmente estaba feliz de poder tener a su dragón sonriendo como debía. Lo sentía mucho por Harry y en cierta forma por Quejicus, pero en esos momentos donde las relaciones Vivian tensionadas y las deslealtades las encontrabas a la vuelta de la esquina, no podía darse el lujo de imponer un primer favorito sobre Draco. El rubio era su prioridad máxima y haría lo que fuera para ser un hombre de bien y poder ser aceptado en la familia del chico cuando la conociera por fin.

-veo que la estás pasando muy bien mientras no estás conmigo ¿eh dragón? – alzando una ceja, Sirius siguió comiendo tranquilamente mientras miraba al menor

-bueno si… estoy haciendo avances con mi magia – sonriendo con malicia le dedico una mirada al mayor antes de seguir comiendo con alegría - ¿y ustedes? ¿Cómo van?

-para nada bien – hablo james con voz cansada a la vez que tomaba un poco de jugo – somos buenos en hechizos, pero los de protección nos joden

-solo Remus y yo lo hemos logrado a la perfección, yo no sabía que era tan buena en ello –Lily pensaba lo mismo que Narcisa por lo que miraba algo desconfiada al menor de vez en cuando

-no creo que yo sea tan bueno como Lily, pero si… lo estamos logrando de a poco – dijo con un suspiro antes de sonrojarse al sentir una caricia en su pierna – hnng… Lucius

-no demostraciones de amor aquí~ - el grito de James hizo reír a casi todos. Lily aun no podía creer que su amado hijo y amigo estuvieran encarcelados – tranquila Lily, los encontraremos

-han pasado seis días James ¿Cómo puedes decir eso? – la mujer no hablaba de manera recriminatoria, sino que más bien intentaba encontrar las fuerzas para tranquilizarse

-no creas que estoy mejor que tu… solo creo que debemos ser fuertes. Harry lo es

-no tengas dudas de eso Lily – metiéndose en la conversación. Draco logro mirarla de manera seria, como antes solía ser – si de algo puede presumir Harry es que siempre logra conseguir lo que quiere, no tengas dudas. Tiene más vidas que un gato

-pero…

-no sirven los peros, solo mejora y podremos actuar

 

No se escuchó más conversación, quizás uno que otro susurro por parte de las parejas que intentaban tener un poco de intimidad en esa mesa para consolarse o amarse. No era que olvidaran a los dos desaparecidos, pero nada podían hacer preocupándose por ellos si ni siquiera estaban cerca.

Luego de un rato todos se separaron. Lucius arrastro a Remus a quien sabe dónde, James se fue por su cuenta al igual que Regulus. Narcisa se fue junto a Lily charlando de alguna cosa sin importancia y Sirius se quedó con Draco.

El rubio no podía estar más que sonrojado por aquello. Pocas veces tenían la oportunidad de estar solos, Narcisa siempre encontraba la forma de interponerse entre ellos, mas esta vez con la mujer fuera pudieron caminar por los pasillos hasta la habitación de Sirius en donde no dudarían perderse hasta acabar una acción que ambos disfrutaban tener.

Como si fuera un pacto de común acuerdo ninguno de los dos hablo, más los besos no tardaron en llegar junto a las caricias que cada uno se repartía. Ese día no tendrían sexo. Ambos estaban cansados, pero no quería decir que se negarían a darse amor por unos cortos minutos antes de que alguien arruinara su momento o que Morfeo los fuera a buscar.

Llegando a la cama Draco cayó sobre esta y miró con una sonrisa al mayor diciendo las palabras que más emocionaban al animago ‘te amo Sirius’ eso emocionaba a cualquiera ya que el rubio tenía la gracia de hablar con una voz suave y seductora. Una que solo era para él.

Con rapidez se posó sobre su cuerpo y volvió a besarlo con pasión por toda la cara. No fueron sus labios los únicos beneficiados de aquel acto de amor.

Era irrealista pensar que tendrían total privacidad en ese lugar, ya que cuando Sirius había decidido bajar al cuello la puerta fue tocada con tres simples golpes

 

-justo cuando se estaba poniendo bueno – dijo Sirius con una sonrisa resignada

-no te preocupes, tendremos mucho tiempo en el futuro

-no te soltare nunca en el futuro

-tendrás que trabajar vago, yo no te mantendré

 

Con la ropa arreglada, Draco se levantó y abrió la puerta encontrándose con el director y las dos mujeres al otro lado. Sabía que estaba en problemas y de seguro lo sermonearían por estar en la pieza de Sirius haciendo cosas “indecentes”, pero tenía su justificación así que abrió la boca dispuesto a argumentar cuando apareció también la enfermera.

Aquello no podía más que sorprenderlo y hacer que se pusiera a pensar las cosas. Dudaba que se encontrara tan mal como para que también recibiera una charla de la mujer por lo que solo cerró la boca y salió del cuarto cerrando la puerta detrás de sí. Después de todo lo necesitaban solo a él y no a Sirius.

Siguió a los dos mayores con una gran interrogante en su cara. Ni siquiera quería dirigirle la mirada a las chicas porque no sabía lo que habían hecho “de seguro Narcisa anda de paranoica, no es como si yo me fuera a interesar en ella, tiene a Lucius” pensó algo malhumorado intentando no gruñir. Una persona como él nunca debía de demostrar debilidad.

Al llegar a la enfermería solo Albus, la enfermera y Draco entraron. El rubio ahora estaba más nervioso, pero asintió con la cabeza a cada indicación que le daba la mujer. Si querían hacerle una revisión no tenían que ser tan dramáticos “quizás no es una simple revisión” pensó algo asustado, más borro ese pensamiento de su cabeza mientras se acostaba en la camilla con cierto nerviosismo.

Los siguientes minutos que pasaron fueron increíblemente lentos. Escuchaba como los dos hablaban en ocasiones y como en otros momentos la mujer solo pasaba su varita por sobre su cuerpo como si quisiera seguir encontrando cosas. Por donde más lo pasaba era por su cabeza y eso hacía que su mente volara a más de una conclusión. Ninguna era buena.

Cuando termino la revisión Draco se levantó con una mirada seria y no se movió de su lugar hasta que alguien se dignara a decirle que era lo que pasaba. No le servía  para nada que le dijeran que luego hablarían con él. El único implicado era él así que no podían llegar a correrlo.

Viendo como el director suspiraba, le pidió a la mujer que saliera del lugar y pronto el anciano se dirigió hacia la oficina de la mujer. Draco no perdió tiempo y le siguió el paso de cerca memorizando cada expresión, cada gesto, cada cosa que pudiera darle algún indicio, pero el hombre parecía estar reacio a querer darle información antes de tiempo.

 

-Draco, tenemos una situación algo grave aquí – le dijo el director ya sentado – siéntate también

-hmm… - algo nervioso asintió con la cabeza y se sentó en la silla con elegancia - ¿Qué es lo que pasa director?

-tu mente ha sufrido un trastorno

-¿un qué?

-un trastorno, el shock de haber llegado aquí altero tu mente mucho más que la de Harry dando resultado en que tengas pérdida de memoria – le dijo con completa tranquilidad mientras buscaba algún dulce en sus mangas

-pero yo…. No entiendo lo que dice ¿llegar de dónde?

-del futuro claro esta o lo que fue el futuro, con todo lo que han hecho no sé cómo estará el futuro

-¿futuro? ¿Qué futuro? Es imposible, yo no soy – un pequeño rayo  de una mujer rubia esbelta y hermosa se mostraba en su mente mientras lo cargaba, parecía querer calmarle y quitarle el llanto, pero nada conseguía – no entiendo

-es obvio que no lo hagas, pero no tengo tiempo para poder decírselos. Hoy mismo ustedes saldrán en la noche – mostrando un papel se lo entrego a Draco quien seguía confundido – Severus logro mandar esto. Es un chico muy inteligente en ocupar a fawkes como aliado

-esto es … - mirando sorprendido al anciano se levantó y golpeo la mesa –explíqueme que pasa aquí

-no soy quien para hacerlo, pero sí puedo decir que otra persona tiene que darte buenas explicaciones… ahora ve, Harry te necesita

-¿usted no ira?

-no me compete ir ahora mismo, los seguiré, pero tengo que hacer otras cosas que creo necesarias

 

Levantándose hizo que Draco saliera del lugar a base de empujones y golpecitos. nE la salida se marchó hacia quien sabe dónde mientras Lily y Narcisa intentaban ver que había pasado con Draco.

El chico aún seguía callado. No se podía creer lo que le dijeron, fue muy vago la información que recibió así que negó con su cabeza reacio a creer las disparatadas ideas del hombre y sin contemplación miro a Narcisa “mama” pensó con sorpresa, más pronto desecho la idea ya que era básicamente imposible, la mujer tuvo que haber nacido embarazada.

Recordando su primera misión mostro el papel e hizo que las chicas lo siguieran en busca del resto del grupo. Le daba igual que todos estuvieran ocupados o durmiendo. Era momento de actuar así que mando a las chicas a buscar a todos y que se reunieran en la salida del campamento.

En su caso, el solo fue directo con la profesora Mcgonagall y toco insistentemente la puerta esperando que la anciana le abriera la puerta, cosa que paso casi al segundo. La mujer se mostraba preocupada y algo asustada, pero luego de que fuera informada de lo que iban a hacer y de que Albus les hubiera dado permiso estuvo más dispuesta. Tanto así que siguió a Draco aludiendo a que también iría.

En un principio Draco creyó que era demasiado exagerado, pero recordó que con Voldemort nada podía ser exagerado “ha encontrado adeptos y es de temer, no te fíes” se dijo en todo el camino hasta la entrada en donde todos se sorprendieron por la presencia de la mujer, mas también la mayoría se alegró de tener una persona tan buena en encantamientos como ella.

 

-Esta es la dirección – mostrando el papelito una vez más  todos asintieron con la cabeza- deben tener claro que apenas nos aparezcamos… urghh – quejándose se tocó la cabeza. Había visto a Lucius, pero también vio como un hombre le enseñaba a ocupar su primer bastón, como también fue su primera ida al ministerio de magia

-¿Draco? ¿Estás bien? – Sirius lo abrazo por el hombro y le dio un beso en la frente

-s-si… lo siento, ya estoy bien

-entonces, continua – James, algo ansioso estaba dispuesto a aparecerse

-apenas aparezcamos en el lugar nos atacaran. Así que iremos de a tres personas  y nuestra prioridad es la pieza del segundo piso. No sé porque pero estará cerrada con magia. Quizás es donde tienen encerrado a Harry o es donde se oculta Voldemort

-bien…. Podemos hacerlo

 

Todos asintieron con la cabeza y se pusieron en grupos de a tres. James obviamente fue con Lily y no tuvieron problemas en integrar a Regulus ya que en ese tiempo había demostrado ser una persona de confianza, demasiada callada y sarcástica, pero de confianza al fin y al cabo. El otro grupo fue conformado por Narcisa, Lucius y Remus quienes se podían acoplar muy bien, es más podría decirse que era el mejor trio para un equipo. Sobre todo porque los tres eran grandes maestros de magia. El tercer grupo fue evidentemente conformado por la profesora Mcgonagall, Sirius y Draco quien no pudo estar más agradecido de tener de aliados a dos personas que lo habían cuidado mucho.

Quería mucho a Narcisa y sentía un extraño deseo de querer estar con ella en todo momento, pero Mcgonagall era una profesora que se ganaba su cariño con todas las reprimendas, castigos y preocupaciones que siempre tenía. Es más, Draco dudaba encontrar una persona que fuera similar a la mujer alguna vez en su vida

 

-solo recuerden, la importancia es encontrar a los chicos y volver, no se dediquen a pelear… hoy no es necesario pelear – dijo recordándole a los chicos que no buscaban muertes ese día, mas también lo había dicho para que el mismo no hiciera ninguna cosa imprudente. No era el momento

 

Todos asintieron con la cabeza ante lo que dijo y no quedo más que unir las manos y cada uno pensar en el lugar al que querían ir. A los segundos después se vieron los tres grupos rodeando la casa. 

Notas finales:

aqui terminamos.

espero que les haya gustado el capitulo. no se, como que ando medio perdida con mi forma de escribir. necesito reencontrarme lo mas seguro, pero no se. hasta el momento hare que la historia avance porque cuando la inicie me puse la meta de 20 capitulos solamente. espero cumplir.

ya dejo de hablar sola. espero que esten bien, si desean dejan un review que bien que lo agradecere.

sin mas que decir

un beso, un abrazo y se me cuidan.

 

Bye Bye

Zack Engel~


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