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enmendando lo que creemos incorrecto por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hello~

 

bueno, sé que he tardado mucho y que posiblemente no den ganas de leer ni nada, pero tengo las pretensiones de poder continuar seguido hasta terminar el fic, a lo más quiero demorarme dos semanas entre cada actualización. pero eso se verá en el momento.

de momento les dejo la actualización 

Con los nervios de punta y en modo sigiloso Draco miró a su alrededor para comprobar que nada raro pudiera atacarlos. Luego de comprobar que su posición no estaba comprometida miró a la profesora y posteriormente a Sirius para comprobar que estaban bien.

Con un asentimiento de cabeza comenzaron a moverse por los arboles lo más lento posible para no provocar ningún ruido, aunque las ramas siendo quebradas por sus pies hacía difícil aquella misión casi suicida. “Harry más te vale estar bien porque me debes muchas explicaciones” pensó mientras se mordía el labio inferior y apretaba la varita en su mano derecha casi con desesperación.

Aunque nunca se había enfrentado a Voldemort en un duelo, sentía demasiado miedo el tener que verlo. Quizás era por el hecho de que en su vida pasada el hombre estuvo presente o posiblemente solo por el hecho de que vivió las repercusiones del pasado. Negando con la cabeza desecho todos esos pensamientos que no le servían y siguió avanzando hasta que vio a su primer enemigo.

Chistando con la lengua porque no todo iba a ser tan sencillo como él creía soltó un suspiro y alzó su varita para atacarlos más la profesora puso una mano sobre su varita atrayendo su atención ‘déjamelo a mí’ susurró mientras guiñaba con un ojo y de un pase de varita, la cual apuntaba al mortifago de turno, dijo “lapifors” convirtiendo automáticamente al mortifago en un tierno e inocente conejo.

Sorprendidos ambos estudiantes miraron a la profesora y es que el chillido del conejo no era tan fuerte como para alarmar a los que estaban adentro de la mansión y además el hechizo no hizo mayor estruendo.

 

-una mujer tiene sus secretos

 

Con esas palabras ambos chico no tuvieron más opción que tragar con fuerza y asentir ante lo que dijo. Podía no ser un encantamiento poderoso y temerario, pero debían admitir que no querían ser convertidos en conejillos. Dispuestos a avanzar sintieron la mano de la profesora quien aún no acababa, por lo que se quedaron en silencio viendo como ahora con un wingardium leviosa la mujer mandaba a volar aquel conejo hacía las profundidades del bosque que estaba a tan solo unos pasos de ellos. Definitivamente aquel mortifago debía ser inteligente y rápido para no morir por las bestias que se encontraban en el lugar.

Si hubieran estado en otras situaciones se hubieran reído hasta la saciedad, más el nerviosismo de ser reprendidos por la mujer y obviamente ser descubiertos por el enemigo hizo que se taparan la boca con la mano y ambos chicos siguieron a la profesora como perros fieles mientras que la mujer no podía estar más orgullosa de ella misma. Hacerles ver a los chicos que con encantamientos simples se podían lograr cosas divertidas y a la vez trágicas hacía que su papel como profesora aun no acabara.

Habiendo pasado el primer obstáculo, los tres magos entraron en la mansión notando que todo estaba demasiado tranquilo y despejado. Nada normal viniendo de mortifagos que debían estar preparados para todo. Incluso para matar y morir.

Tragando en seco Draco avanzó hasta lo que parecía ser la sala de star. Fue en ese momento en que se dio cuenta que los mortifagos ya sabían de su existencia por que comenzaron los ataques desmedidos de 5 mortifagos contra su persona quien hubiera muerto si McGonagall no hubiera estado dispuesta a defender como fiera a los  dos estudiantes.

Aprovechando la oportunidad, Sirius y Draco comenzaron la ofensiva confiando completamente en la mujer mayor para la defensa contra aquellos hechizos. Los Desmaius y  Reducto no tardaron en aparecer por las dos partes, incluso un Avada Kedavra hicieron mover a Sirius y a Draco del lado de la profesora haciéndole imposible seguir defendiéndolos.

Algo asustado de que aun quedaran tres magos levantados y de que posiblemente vinieran más le hizo señas a sus compañeros para que se taparan la nariz lo más fuerte que pudieran y sin miramientos ni dudas les apuntó con su varita y gritó a viva voz ‘¡verdimillius!’. Aquel hechizo provoco que una nube de gas se expandiera desde la varita hasta donde estaban los tres magos y, rodeándolos, les causo asfixia y un dolor tan grande que ni siquiera se vieron venir el incarcerous que solo les provoco un desmayo por la falta de aire.

Suspirando Draco corrió hacía donde estaban sus compañeros y les indico que debían seguir rápidamente por lo que no dudaron en correr esta vez atacando a todo aquel que se le cruzara por el camino. Parecía ilógico, pero la escalera hacia el segundo piso no aparecía siendo que vista desde afuera aquella mansión era más a comparación de tantas otras.

Maldiciendo frenaron los tres y el rubio intentó idear un nuevo plan a seguir, mas parecía que estaban dando vueltas  constantemente y que los mortifagos lo sabían ya que poco a poco iban saliendo mucho menos, incluso los pillaban desprevenidos por las espalda causándole un cansancio mucho mayor.

 

-creo que es hora de que nos separemos – hablo la profesora mientras se apoyaba en la muralla y se secaba un poco el sudor, hace mucho tiempo que no había vivido una carrera similar – es la única opción

-no podemos, si lo hacemos entonces les estaremos dando ventaja, debemos permanecer juntos

-no, debemos separarnos – volvió a hablar Minerva, aunque esta vez no dudo en ser seria y autoritaria – es la única forma de que encontremos a Harry

-pero profesora… - intentando razonar recibió una cachetada por parte de la mujer

-no puedes estar pensando en tu propia seguridad, estamos en su juego así que arriesgarnos es lo mejor ahora

-… hnng… está bien, entonces – sorprendido por la cachetada Draco tardo en recomponerse, aunque no sentía tanto orgullo como para tirarse contra la mujer que lo había defendido de todos aquellos mortifagos

-ustedes vallan juntos. Encuentren la manera de subir, yo los entretendré

 

Notando como sus dos estudiantes la miraban como si estuviera loca les sonrió con armonía y abrazo a ambos chicos rogando porque se cuidaran, ella estaría bien ya que su magia era mucho más grande de lo que jamás nadie la había visto hacer y si era por cuidar a aquellos niños revoltosos entonces no dudaría en ocupar hasta su último hechizo inútil por poder mantenerlos a salvo.

Sin darles tiempo de nada la mujer los empujó y comenzó a correr hacía donde suponía salían todos los mortifagos así que los chicos no tuvieron más opción que verse a los ojos con impotencia y hacer lo que la profesora ordenaba. Si lo hacían rápido podrían volver a buscarla más pronto de lo que creían.

Decididos y con varita en mano ambos chicos corrieron buscando cualquier anormalidad que les diera la posibilidad de subir, mas nada aparecía en su camino que les sirviera, bueno aquello fue hasta que Sirius se aburrió y con la mandíbula apretada, como la de un lobo rabioso, decidió saltar por la ventana y comenzar a escalar como un mono. Aquello dejo descolocado a Draco, pero debía admitir que era el instinto del león lo único que les iba a servir por lo que no dudo en seguirlo. Pese aquello, sus movimientos fueron mucho más lentos y nerviosos.

Draco nunca había escalado en su vida, de hecho su mente lo llevo a una escena blanco y negro donde aparecía una cabaña bastante simple, cerca de ella un niño de 5 años corría mientras era vigilado por sus dos padres, ambos rubios y con clase. De un momento a otro ambas personas se mostraron preocupados ante la repentina desaparición de su hijo por lo que perdiendo toda la clase que los caracterizaba corrieron hacía el precipicio que estaba cerca escuchando cada vez más cercas los sollozos y gritos de un niño asustado. Con rapidez el hombre adelantó su corrida y se lanzó al suelo sin importarle ensuciar su ropa. Su hijo estaba agarrado de una débil rama, aquella no duraría mucho por lo que estiro su mano y lo llamo, pero su hijo se negó a soltarse por el miedo.

La mujer quien había llegado poco después grito desesperada y se tiró también en el suelo queriendo agarrar a su pequeño, pero este volvió a negarse. Dolidos por la desconfianza los mayores siguieron estirándose sin preocuparles que también podrían caer si llevaban todo su cuerpo hacía el precipicio. Ambos notaron que la rama se rompía por lo que hicieron su último intento y lograron agarrar al chico que se encontraba en shock.

Sin dudarlo ambos lo arrastraron nuevamente hacía sus cuerpos y se alejaron un poco de aquel lugar para poder examinar a su hijo. Este parecía estar bien a pesar del susto por lo que no dudaron en abrazarlo con fuerza para calmar al menor hasta que el chico volvió a romper en llanto diciendo que los amaba más que a nadie y que tuvo mucho miedo.

Aquella escena que lo detuvo pronto comenzó a desaparecer haciendo que volver a pensar en ella se le hiciera imposible y por lo mismo doloroso. Tan preocupado estaba por aquello que estuvo a punto de caer si no fuera porque Sirius lo había agarrado desde la ventana del segundo piso mientras le susurraba lo más fuerte que podía que tuviera más cuidado.

Cuando pudo volver a poner los pies en el piso unas lágrimas cayeron por su mejilla mientras era consolado por Sirius, pero aquel sentimiento que le dieron ambos adultos en el pasado era completamente distinto al que le provocaba canuto. Amaba a este hombre y le gustaba sentirse protegido por él, pero la sensación de que sus padres demostraran que lo amaban y deseaban era algo mucho más grande. Era un recuerdo que no quería olvidar por nada del mundo.

Mirando hacía el mayor le sonrió y le pidió continuar, cosa que aceptó en seguida dada las condiciones en las que se encontraban. No podían darse el lujo de mimos en ese momento por lo que siguieron su camino con rapidez evadiendo las trampas que se encontraban tendidas por ahí, por alguna razón Draco las reconocía todas, era como si alguien le hubiera hecho pasar por esas trampas antes, incluso recordaba otro hecho de infancia en donde estuvo en la misma posición que ahora “quizás… era para cuando quería visitar a alguien en el laboratorio” pensó completamente contrariado mientras le indicaba a Sirius que se detuviera en una de las puertas.

Soltando un suspiro agarró con más fuerza su varita y le indico a Sirius que se preparara porque no sabían con qué iban a encontrarse. Una vez respiraron hondo los chicos se volvieron a mirar y moviendo sus bocas contaron hasta tres antes de hacer explotar la puerta que daba paso al laboratorio.

Alertas a cualquier movimiento miraron a todas partes mientras sus varitas seguían empuñadas hacía las personas que se encontraban en la habitación queriendo atacar a cualquier mortifago que se les quisiera enfrentar. Más cuando se dieron cuenta del entorno pronto se quisieron morir.

En un laboratorio, 7 mortifagos junto a Voldemort y a Severus los observaban como si fueran los seres más locos de la vida. Draco sabía que esta misión podría ser suicida, pero no creía que iban a meter la pata tan al fondo “al menos encontramos a Severus” pensó tragando fuerte sin bajar su varita.

Con decisión arrugó la nariz y se decidió a lanzar el primer hechizo, más la risa burlona de Voldemort hizo que se detuviera y viera con cierta curiosidad y mucho enfado hacia el castaño de ojos rojos.

 

-es hermoso tener al otro de los “elegidos” aquí entre nosotros. Aunque creo que traer un solo refuerzo es algo maleducado, creí que daba una impresión más potente en ustedes mocosos – dijo con diversión escuchando como todos los mortifagos reían ante su broma – ¿a qué debemos su visita?

-deja de presumir mal nacido, quiero que nos devuelvas a Severus y a Harry ahora – grito un molesto Sirius, mas por respuesta escucho una risa por lo que no dudo en atacar al mortifago con un hechizo – no es una broma maldito…. ¡libéralos!

-que chiste más grande, creo que es bueno conocerte antes de que uno de mis fieles aliados te mate ¿no Draco?

-¿Qué? – ambos chicos al unísono se miraron confundidos mientras Severus se mantenía tranquilo vigilando la poción, era como si nada le afectara, ni quisiera salir

- creo que Harry les debe unas grandes explicaciones ~- siseó divertido mientras que con un movimiento de dedos mandaba a dos mortifagos a pelear – tu sigue tu trabajo, Severus.

 

Aun confundidos comenzaron a batallar contra los mortifagos, mas sus movimientos eran torpes y erráticos. No podían concentrarse en la batalla pensando que Voldemort dijo como iba a morir, aunque si Sirius lo pensaba bien era imposible que algo así pasara. Voldemort no podía saber si en el futuro iba a morir y ciertamente él iba a ser uno de los mejores magos como para morir a temprana edad.

Con las convicciones renacidas nuevamente Sirius comenzó el ataque feroz que siempre lo caracterizo sin fijarse en que Draco perdía los ánimos. No era que creyera toda aquella historia de que Sirius iba a morir, pero tenía sus dudas porque el venía del futuro, porque en un principio estuvo reacio a tener sentimientos por el mayor y porque él era un Slytherin.

 

-no tienes que confundirte más Draco, tu estás conmigo – volvió a hablar Voldemort mientras los mortifagos atacaban solo a Sirius – tu estas dentro de mis tropas

-yo no…. Yo no entiendo…. Yo…. – negando con su cabeza soltó la varita y se arrodillo por el dolor de cabeza que tenía, no entendía porque en ese momento, pero parecía ser que cientos de imágenes comenzaban a atormentarlo diciéndole que él no era para nada bueno, que él nunca debía juntarse con personas como Sirius

-revisa tu antebrazo, Draco

 

Como si fuera una orden inquebrantable Draco se arremango la camisa y vio tan vivido aquel tatuaje que lo hizo soltar un grito mientras se la intentaba sacar a punta de rasguños. Sin poder quitársela volvió a alzar la vista notando que todos los presentes estaban mirándolos, los dos estudiantes se encontraban confundidos, más los mortifagos aplaudían antes de mostrar aquel mismo tatuaje.

Asustado, el rubio miró hacía canuto e intento decirle algo, más los ojos decepcionantes y la varita apuntando contra su propia persona lograron hacer que el heredero de los Malfoy retrocediera y negara un par de veces con la cabeza sin poder creerse lo que estaba ocurriendo ¿acaso Sirius estaba desconfiando de él? ¿Acaso ya no lo vería como solía hacerlo antes? No sabía las respuestas y sinceramente tenía miedo de saber la verdad por lo que solo cerro los ojos con fuerza y acepto su destino con pesar.

Escuchando como la voz de la persona que más amaba comenzaba a sonar se encogió y espero el choque contra su pecho, mas nada le llego a él, todo lo contrario. El hechizo fue directo a un desprevenido mortifago que murió por el avada kedavra. Una muerte asquerosa, pero merecida según los ojos de Sirius.

Volviendo a ver al azabache notó como este le extendía la mano y le regañaba por no tener su varita siempre con él. Se sentía completamente confundido, pero sabía que no debía llorar por el mismo en ese momento, sino que debía tragarse su llanto y comenzar a actuar como un hombre. Muchos estaban arriesgando su  pellejo en aquella misión y él no debía tirar la toalla aún.

Controlando sus espasmos comenzó a lanzar hechizos a la vez que se acercaba a Severus con la única intención de hacerlo reaccionar. No lo creía un desertor o alguien que quisiera unirse a las tropas ajenas, por lo que no entendía como era posible que siguiera haciendo pociones para un imbécil como Voldemort.

Haciéndole ver que debían marcharse en cuanto pudieran, Severus no dudo en quitarse al menor de encima y empujarlo para seguir con lo suyo. Aquella acción desconcertó al menor, pero no dudo en seguir intentándolo mientras Voldemort se reía, en eso sintió como alguien comenzaba a hablar en su cabeza sin darle oportunidad para poder responder porque se sentía extraño con aquello. “no me marchare, aquí estoy bien y Voldemort no me matara…. Será mejor que se vallan mientras aún pueden escapar, Harry está en la última habitación, a mano derecha”. Aquella claramente había sido la voz de Severus, por lo que frunciendo el ceño lo empujó nuevamente y al recibir la segunda negativa no le quedó más que golpearlo en toda la cara haciendo que los presentes detuviera su acción y se giraran a verlos confundidos.

Con Severus en el suelo Draco no dudo en mirarlo como todo un Slytherin mientras ponía una posición altiva. Aquello no pudo más que hacer sonreír a Voldemort quien excitado por aquella demostración de violencia no dudo en aplaudir y acercarse lo más pronto posible a Draco para poder abrazarlo.

Algo descolocado el rubio miró al castaño y notó peligrosamente como este lo mantenía a su lado de manera posesiva. Algo le decía que aquello no estaba nada bien por lo que intento separarse, más lo único que consiguió fue un agarre mucho más fuerte y doloroso.

 

-tu serás mío, tu serás quien lidere conmigo este nuevo reino que formaremos –dijo decidido mientras mantenía una sonrisa algo maniaca en sus labios.

-mejor será que te busques una puta, porque nadie lo tocara – gritó Sirius lanzando a atacar al pálido castaño

-no me hagas reír – con su varita en mano lanzo al chico hacia un lado - ¿Qué te parecería mi bello muchacho si hacemos que tu perro ataque a sus amigos? – preguntó alzando una ceja mientras obligaba al rubio a mirarlo

-¡no! Déjalo… maldita sea ¡Déjalo! – gritó removiéndose de un lado a otro, pero nada funcionaba.

-lo hare, hasta quizás te deje conservarlo después de todo soy bastante tolerante con tener más de una pareja – dijo mientras pasaba su mano por el cuerpo del rubio con completo descaro – solo si te quedas tranquilo por un momento

-¡Maldito! ¡jodete!

 

Un encabronado Sirius se levantó y apuntando con su varita atacó repetidamente a Riddle mientras se acercaba, no conseguía darle ni tampoco atrapar a Draco, cosa que le hacía enojarse aún más, pero no perdía la esperanza, por lo que aprovechando que Severus le había lanzado el líquido viscoso a los pies de Voldemort se volvió a lanzar y consiguió agarrar el brazo de su pequeño dragón para poder tirarlo contra su propio cuerpo.

Hecho esa acción, ni siquiera se quedó a disfrutar como el mago oscuro se quejaba y retorcía por las quemaduras del líquido y el dolor del golpe, solo decidió arrancar siendo seguido por Severus quien sabía que ya no podría fingir lealtad a un hombre que había atacado.

Soltando un suspiro el “equipo” miro al slytherin  esperando una explicación, mas nada llego. El azabache solo soltó otro suspiro, se acomodó el cabello y les indico que guardaran silencio mientras comenzaba a caminar sigilosamente por los pasillos.

Tragándose todas las palabras, Draco y Sirius decidieron hacerle caso y seguirlo hasta la habitación que anteriormente le había indicado por medio de la oclumancia. Esta era custodiada por dos mortifagos que estaban atentos a cualquier movimiento. Aquello basto para que ambos chicos comprendieran que Harry se encontraba ahí y no podían perder tiempo siendo que tenían atrás a Voldemort.

Sintiéndose completamente atrapados prepararon sus varitas y se decidieron a atacar cuando el grito por sus espaldas les hizo ver que estaban jodidos “creo que debí convertirme en la puta de ese hombre” pensó Draco con algo de ironía notando como los dos guardias se dirigían a donde estaban al igual de los que venían por la espalda.

Arrugando la nariz y viendo que los otros dos estaban dispuestos a pelear, alzó su varita para poder hacer los hechizos defensivos, mas con sorpresa notó como los mortifagos que estaban antes con voldemort comenzaban a ser derribados por la espalda, provocando que la mayoría se dividiera en si debían prestar atención al trio o no. Con una sonrisa Draco y Sirius se encargaron de los guardaespaldas mientras que Severus apoyaba al grupo que venía en rescate con los otros mortifagos.

Al poco tiempo los mortifagos fueron derrotados por un grupo de niños. Fue en ese momento en que Draco notó con una sonrisa agradecida que Lily y James estuvieran ahí para apoyarlos. Decididos a completar su cometido, todos comenzaron a avanzar con la única finalidad de sacar a Harry de aquella habitación. Los primeros en abalanzarse contra la puerta fueron Severus y Draco mientras que el resto hacia la guardia.

En la habitación algo adormilado, se encontraba Harry quien ni se había enterado de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Más aquello solo tranquilizo a los dos chicos quienes no dudaron en agarrarlo y sacarlo de la habitación.

Con los chicos recuperados decidieron que era hora de salir de ahí por lo que corrieron hacía la salida derribando a cualquier que se les atreviera interrumpirlos, aunque claro aquello se les hizo mucho más sencillo por ser un grupo grande y porque habían menos mortifagos que antes.

Cuando estuvieron cerca de la salida Draco se detuvo y agarró la mano de Sirius con algo de nerviosismo. Ahora que se acordaba la profesora Minerva se había quedado atrás entreteniendo a todos los mortifagos. No podían dejarla atrás por lo que decidido giró sobre sus talones y soltó la mano de Sirius para ir a buscar a la mujer aunque fuera solo.

 

-ella esta fuera ya Draco, salió en cuanto le dimos la oportunidad –dijo Lily con una cara aproblemada, como si algo hubiera pasado

-¿en serio? ¿No me mientes cierto? – preguntó tragando con fuerza el rubio

 

Ante el asentimiento de Lily no le quedó más que mirar a Sirius un momento para luego decidirse a volver avanzar, aunque la cara de la chica no terminaba de gustarle ¿Qué cosas pudieron haber pasado como para poner esa cara? Tenían a Harry y a Severus, que era lo que más importaba. Voldemort debía haber arrancado o estar escondiéndose al ver a sus mejores mortifagos fracasar, entonces ¿Qué era lo que pasaba? No sabía, pero tenía claro que no podía detenerse a preguntar con una taza de té por lo que recompuesto corrió lo más rápido que pudo junto con los otros chicos.

Al llegar a la salida pudieron ver con satisfacción la luna en todo su esplendor, no era luna llena así que no tenían miedo de que Lupin se transformara.

Con una sonrisa por parte de Draco y Harry ambos se abrazaron y susurraron algo inentendible para el resto de las personas antes de seguir corriendo. En esta parte de la misión los menores tan solo seguían a la muchacha y a James para poder encontrarse con todos. Draco necesitaba encontrarse con Narcisa para poder pedirle uno de esos calurosos abrazos que tanto le gustaba y Harry quería poder respirar más aquel aire de libertad, más cuando llegaron a donde estaba el grupo la tensión que se sintió en el ambiente hizo que decidiera pedirlo en otro momento.

Con nerviosismo Draco miró a Harry como si le estuviera preguntando qué tan jodidos estaban, más el azabache solo miraba al frente con decisión, como si conociera la muerte tan de cerca que no llegaba a causarle ningún miedo en el mundo y probablemente era así con todo lo que había vivido.

Harry era uno de esos chicos que al ver tanta gente morir ya no llegaba a asustarse, de hecho podía jurar que después de ver a Cedric morir ya le daba igual quien moría o no. Era una ley de vida que Voldemort le había enseñado bastante bien en su quinto año por lo que con decisión y apretando el agarre que tenía en la mano de Draco comenzó a caminar mientras escuchaba el sollozo de Lily y las maldiciones de James por ser lento.

En ese momento debían ser fuertes, sabía que tenía los ojos de Severus sobre si, sabía que tenía que saber ser el apoyo de Draco porque este nunca había perdido nada en su vida que le importara tanto. Harry sabía tantas cosas y aun así no pudo evitar soltar un gemido de dolor en cuanto vio a Lupin tendido en el suelo sin movilidad alguna. Lupin estaba ya sin vida.

Apretando la mandíbula lo más fuerte que podía evitó cualquier quejido, incluso evitó el llanto que quería salir de sus ojos mientras veía como Sirius gritaba y comenzaba a mover fuerte a Lupin para que dejara la broma. Para que dejara de fingir estar muerto, pero nada conseguía ya que Remus no podía quejarse de los bruscos movimientos del chico.

Sintiendo su mundo girar vertiginosamente Harry soltó un suspiro y cerró los ojos censurándose a sí mismo de cualquier acción. Los líderes tenían que mantenerse firmes frente a la guerra por que las bajas siempre venían de la mano con ellas, el futuro se lo había enseñado, y en ese momento Harry sentía que debía mantenerse como un líder de su grupo, a pesar de haber provocado todo aquello por su mediocre desempeño y egoismo.

Volviendo a abrir los ojos mientras fingía estar sereno el ojiverde dirigió su mirada hacía Draco y luego siguió la mirada de este notando que su preocupación mayor era Lucius. Pidiendo perdón internamente Harry notó con pesar como el chico se mantenía inmóvil, estaba casi en Shock, mientras que Narcissa le pedía perdón constantemente ‘debí ser yo, discúlpame Lucius, Discúlpame’ susurraba la mujer una y otra vez sin recibir respuesta del chico.

Entendiendo los sentimientos de la mujer al pequeño león no le quedo más que alzar la vista y soltar un pequeño y muy leve gemido sintiéndose casi irónico. Sus preocupaciones de que Lupin se convirtiera en Lobo ya no eran necesarias. Aquel apacible muchacho no volverá a sufrir los cambios repentinos de su cuerpo para matar a quien se enfrentara a él “los cambios ya están hechos, descansa Remus y discúlpame por ser un tonto egoísta” pensó mientras una leve sonrisa aparecía en sus labios y una pequeña lagrima rodaba por su mejilla izquierda.

Ya sin poder darles más espacio para el trauma y la frustración Harry hizo sonar su garganta con fuerza y llamó la atención de todos mientras se arrodillaba a tomar el cuerpo de su querido profesor y mentor. En un momento sintió las manos de Sirius agarrarlo con fuerza, pero pronto fue liberado debido a que Severus lo había frenado. Con un agradecimiento mudo Harry se levantó y miró a  Draco este aún se encontraba en Shock mirando a sus padres, quizás esa no era la mejor manera de ver como sus padres se unían en el nuevo mundo, pero en estos momento no era hora de llorar por sí mismo. Tal vez, nunca era hora para llorar por si mismo.

 

-debemos marcharnos, nos descubrirán y no podemos tener más bajas – hablo con la mayor seriedad del mundo e incluso intento sonar lo menos sentimental posible sintiendo la mirada confundida de todos los presentes, incluso de sus padres.

-¿bajas? ¿Remus para ti es una baja? – Lucius enojado se levantó e intentó quitarle el cuerpo de Remus, pero nuevamente Severus se interpuso sin decir nada - ¡vinimos a salvarlos! ¡Nosotros no los vimos a ustedes como bajas! Maldito mocoso malnacido…. ¡no trates a Remus como una baja!

-debemos marcharnos – la voz de Harry titubeó un poco, pero se mantuvo lo más fuerte que pudo para luego mirar a la mujer – profesora, ayúdenos por favor

-si…

 

Sin mover su mano izquierda, Minerva dio unos pasos y miró a sus estudiantes con pesar antes de obligar a que todos le tocaran el brazo para poder aparecerse en el campamento nuevamente. Parecía algo ilógico, pero tenían que volver ahí para encontrarse con Albus y explicar la situación.

Al llegar Lucius no aguantó más y le quitó a Harry el cadáver de las manos para luego marcharse siendo seguido por la mayoría. Solo Severus y Draco se quedaron con Harry, el primero porque no pensaba despegarse del muchacho y el segundo porque no podía moverse para nada. Aun se encontraba en Shock con todo lo que estaba pasando.

Soltando un suspiro Harry miró a Severus con una pequeña sonrisa y negó un par de veces con la cabeza. El chico podía ser tan cabeza dura como el mismo y aquello le daba mucha gracia, no porque con eso confirmaba que algo le importaba Harry, sino porque eso era justamente lo que más le gustaba de Severus “y quizás sea esto lo que más odies de ti mismo, porque si no sintieras esta necesidad de protegerme podrías estar con ella ahora mismo, consolándola” pensó Harry antes de ver al rubio y soltar un pequeño gruñido mientras se rascaba la nuca, realmente nunca supo dar un pésame a la gente por lo que el tema le complicaba demasiado la existencia.

 

-es duro ver algo así, pero debes ser fuerte Draco y se….

-el morirá ¿no es cierto? – preguntó el rubio bajando la cabeza inesperadamente. Aquello más que pregunta fue una aseveración

-Remus está muerto – Harry desvió la pregunta esperando no tener que responder lo otro

-sabes a lo que me refiero Potter, no te hagas el idiota ¿Sirius morirá? – volvió a preguntar mientras sentía todo su cuerpo temblar. Todo su ser tenía un inexplicable miedo por escuchar aquella respuesta

-si…. – sin preocuparle que Severus escuchara bajó la cabeza también y cerró los ojos – morirá por mi culpa…

-¿sabes? Es irónico pensarlo… todo esto lo hicimos por ti, más que por Severus, queríamos salvarte a ti, pero tú solo causas problemas ¿no? Murió por ti el amor de mi padre y en un futuro el amor de mi vida morirá también por ti, pero eso no importa ¿cierto? porque solo tú puedes vencer a Voldemort –comenzando a caminar no se giró a ver como dejó a Harry – creo que apoyar a ese maldito no es tan malo… si todo esto no pasara por ti podríamos tener a quien nosotros queramos, espero no mates en el proceso a Severus también.

 

En completo silencio Harry miró como el rubio se marchaba dejándole un sabor amargo en la boca. Él también tenía muy claro esa situación, se la repetía constantemente en el futuro y si había olvidado un poco aquella situación fue porque en esos momentos se había empecinado con el pasado y con un ‘podemos vivir felices aquí’ siendo que aquella era la peor mentira que se podía decir en aquel momento. Harry tenía claro que nunca podría ser feliz por completo.

Sonriendo de lado negó un par de veces con la cabeza y comenzó a caminar viendo como Severus lo seguía, aunque en ese momento no quería tener contacto con nadie por lo que lo mejor sería ignorarlo para así poder deshacerse del mayor más rápido “eres un idiota, él es terco, él se quedara a tu lado como lo hizo en el futuro” pensó con cierta gracia caminando hacia donde se había refugiado y donde Remus había hablado con él a solas por última vez.  

Mirando el lugar en donde estuvo cantando con Remus, Harry soltó otra lagrima y negó con la cabeza. Lupin ya había demostrado depresión por su estado y lo peor que pudo hacer fue decirle que se quedaría solo. Claro, era obvio que Remus era necesitado, todo el mundo lo era si se ponía pensar, mas por una guerra, pero Harry nunca le había dicho que tan importante era aquel licántropo en su vida, en la vida de todos los estudiantes. Solo lo dejo seguir pensando sobre lo inútil que era y ya “Lucius y Draco tienen razón, soy un maldito que se parece más a Voldemort que a otro ser bueno” pensó mientras su cuerpo se tensaba de impotencia.

Negando un par de veces con la cabeza se sentó donde una vez estuvo Remus contando sus preocupaciones para luego mirar hacia arriba notando como Severus se mostraba completamente tranquilo, como si la muerte de uno de sus compañeros no le afectara para nada “tú y yo somos los más malditos del mundo…. No podemos estar juntos o seremos peor que Voldemort” se dijo internamente mientras no aguantaba más la angustia.

Poniendo ambas manos sobre sus ojos comenzó a llorar desconsoladamente, ya no le importaba soltar gritos desgarradores ni llamar la atención, solo estaba con el apacible Severus, con el estoico Severus, con el perfecto Severus.

Sin controlar su lloriqueo, el menor sintió como una mano, algo grande, se posaba sobre sus cabellos y pronto los dedos se perdieron en el cabello haciendo que la caricia fuera un poco más placentera que de costumbre.

Aquel intento de consolación que le ofrecía el mayor logró que los espasmos se mantuvieran controlados y que el llanto fuera más leves. Era obvio que aún no aceptaba la muerte de Remus, simplemente no podía hacerlo ¿Qué tanto afecto al futuro? ¿Acaso ya no vería a Remus? ¿Acaso no tendría a quien sonriera a sus estudiantes y les diera seguridad?

 

-Severus… sev me equivoque – susurró entrecortado mientras seguía con sus manos en los ojos

-¿Por qué Harry? – la simple pregunta le hizo notar que Severus era un experto en controlar sus sentimientos

-yo… yo le dije a Remus que en el futuro era necesitado, pero no le explique las dimensiones de eso… él creía que era algo simple como que un niño caprichoso lo necesitaba, pero… pero… - volviendo a temblar se puso en posición fetal mientras negaba con la cabeza - ¡es más que eso! Remus era el mejor maestro que tuvimos en años… el único que sin importar que, nos trató a todos los gryffindors como hijos, que nos hizo sentir especiales, queridos…. No importaba si eras huérfano o tenías la mejor familia, simplemente él te ofrecía una taza de té y te demostraba lo especial que eras…. Pero yo no pude hacer eso por él cuándo más lo necesitaba

-entiendo… - aquella única respuesta irritó a Harry

-¿no tienes nada que decir? ¿No quieres recriminarme por el futuro? ¿No quieres matarme por ser hijo de quien más odias? – sonriendo con ironía se sentó para mirar al tranquilo chico – soy el niño que te va a atormentar 6 años de tu vida Severus, soy el chico que sacrifico a la persona que más amabas en la vida

-supongo que es así en el futuro

-¡¿Por qué eres así?! ¡Golpéame! ¡Ódiame! ¡Hazme sentir una mierda! – Le gritó mientras lo agarraba del cuello de la camisa y zarandeaba un poco queriendo recibir una respuesta del mayor, más lo único que recibió fue un suspiro - ¿será acaso que realmente disfrutas ver morir a la gente y si o si deseabas que Voldemort te reclutara? ¿será incluso que mi existencia vale tan poco para hacerte reaccionar?

-no cambiaría mis decisiones Harry… - soltándose del agarre con facilidad llevo su mano hacia la cabeza del menor para empujarlo contra el piso, al instante recibió un quejido, pero no lo soltó para que el menor no se levantara y a la vez no lo viera- lo siento por Remus, pero estoy seguro de que fue su decisión morir. Dices que es la mejor persona ¿no crees que al único chico que vio como hijo o hermano menor eras tú? Remus sabía a lo que iba y aun así se sacrificó siendo que podía dejar morir a Narcisa… yo tome mi decisión, odio estar enamorado de ti y le ruego a Merlín todos los días que quite este sentimiento de mi pecho, pero no lo consigo… sigo prendado a ti como la primera vez que lo sentí así que no me queda más que seguir adelante con la única intención de que sigas vivo… Lily se volvió poco importante desde que apareciste tu – finalizó haciendo un poco más de presión para luego soltarlo

-tu…. ¿tú estás enamorado de mí? ¿Enamorado realmente de mí? – preguntó algo sonrojado

-¿no te lo deje claro en el baile? – alzandó una ceja se preguntó porque le gustaba un maldito idiota como Harry

-pero después te separaste, no te importaba si te besaba e incluso estuviste con Lily… te preocupas por ella… - quitándose la mano del mayor lo miró confundido – no te entiendo para nada Sev, no sé lo que quieres sino me lo dices

-si ella vive tu nacerás, lo importante es que tu nazcas – dijo mirando hacia otro lado – además, no porque me preocupe de otra persona querrá decir que me dejes de gustar. Mis sentimientos no son tan débiles

-suena como si mama fuera solo un utensilio

-soy así de maldito… estamos en el mismo barco Harry… quizás lo mejor sea permanecer separados para no hacer más mal, pero la única seguridad que me preocupa ahora es la tuya y como todo egoísta no me separare de ti. Eres mío hoy y para siempre

-¿sabes? Creo que Remus lo sabía – dijo sonriendo mientras se sobaba la parte trasera de su cabeza- sabía que ambos somos malditos, pero nos quería… quizás su muerte era necesaria

-¿a qué te refieres?

-Remus era la cabeza del grupo – dijo sentándose en el pasto para mirar a su amado- él sabía quiénes eran nuestros padres, quienes eran a los seres que amábamos, lo más seguro es que vio en los ojos de Draco y los míos las muertes de las personas y por lo mismo se sacrifico

-¿intercambio equivalente? Esto no es alquimia Potter

-pero el futuro cambio…. Todo cambio – susurró mirando a Severus con ojos confundidos antes de sonreír

-¿ahora qué?

-creo que podemos vencer de una forma a Voldemort…. No es convencional y de seguro me dirás que ya perdí la cabeza, pero con lo que hice y con lo de “te quedan seis días” podemos hacerlo, podemos vencer a Voldemort para siempre – dijo ampliando su sonrisa- pero tenemos que hacer algo que nos hará aún más malditos, incluso el grupo se dividirá aún mas

-¿Qué? – levantándose igualmente tomó de los hombros al menor para controlarlo

- tenemos que robarle algo a Rowena Ravenclaw y hacer sangrar a Lucius Malfoy… de Godric me encargo yo… en síntesis debemos de hacernos del poder de los fundadores

-¿el poder de los fundadores? Eso es un mito

-como la magia sin varita Sev~

-solo una cosa, deja de llamarme Sev – sonriendo acercó al menor para besarle en la frente. Nunca creyó encontrar alguien tan retorcido como el mismo, pero aun así lo amaba

-está bien… - sonriendo abrazo por la cintura al mayor y mostró una sonrisa traviesa disfrutando de aquella cercanía singular. El momento era completamente perfecto para él a pesar que para el resto el dolor – Severus, ¿puedo pedirte un favor?

-si tengo ganas de hacerlo, sí, sino, arréglatelas solo

-dentro de estos seis días, cuando muera voldemort ¿podrías besarme y hacerme el amor? – Viendo la cara sorprendida y avergonzada del azabache no pudo evitar reír – después de eso quiero que me olvides. Que sigas tu vida y que te enamores de un chico o chica de tu tiempo… desvívete por él

-haré lo que se me dé la gana, así que no se si pueda llegar a cumplir alguna de esas peticiones

-me bastaría con que te enamoraras de alguien y te desvivieras por él

 

Sonriendo con tranquilidad soltó un suspiro y posteriormente apoyó su frente en el pecho ajeno como si se estuviera recargando por completo en este, quería sentirse un poco más protegido que lo normal. La verdad no estaba tan alejada de la realidad porque en esos momentos estaban los dos solos contra el mundo. Quizás hasta podría llegar a ser su último momento para poder seguir adelante.

Sintiendo como el azabache acariciaba nuevamente su cabello ronroneo y abrazo con más fuerza a Severus para decirle cuanto le gustaba. Era increíble cómo podía llegar a amar tanto a ese hombre, no solo por lo que se había convertido en el futuro, sino porque también amaba como era ahora en el “pasado”.

Separándose un poco volvió a mostrar su sonrisa de siempre y tomó ambas manos del pálido chico para así llevarlas hasta su boca y poder darles un beso como si fueran parte de una novela antigua llena de elegancia y romanticismo. Al menos Harry quería poder creer que eso era cierto hasta cierto punto y que su final feliz estaba cerca, aunque fuera trágico para el resto.

 

-debo ir a hablar con el director, espero que puedas robarle la sangre a Lucius antes de que nos quiera matar

-ya sabes… puedo hacerlo sin problema

 

Viendo la sonrisa del mayor a Harry no le quedo duda alguna sobre la realización de aquella misión. Sabía que quien más arriesgaba en ese momentos era Severus “siempre es Severus el que está en el ojo, siempre es el más odiado” pensó con cierta diversión mientras se giraba y corría en dirección a la que creía era el despacho del director. 

Notas finales:

aquí finalizamos~

 

espero que les haya gustado. la verdad la situación de Harry se me escapa de las manos, en algunos momentos me sale un chico malo, en otras un chico tonto y también un chico bueno, pero no puedo seguirle la línea. quizás sea por la falta de inspiración, no lo sé... espero que esto no afecte en el final de la historia.

sin más que decir, espero que dejen un comentario si gustan y nos  vemos en el siguiente capítulo.

un beso, un abrazo y se me cuidan

atte

Zack Engel~


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