Pasaron unas horas antes de que ambos chicos volvieran a despertar. Estaban desorientados, pero podían reconocer en seguida aquella enfermería, tanto por su olor como por el hecho de que la infraestructura era tal y como recordaban. Una sonrisa se escapo de sus labios y el mismo pensamiento cruzo por sus mentes “todo fue una pesadilla”.
Harry se sentó con pereza y se quedo mirando a su alrededor, la cama contigua estaba siendo ocupada por Draco, quien le miro con el mismo desconcierto antes de soltar un suspiro relajado, al parecer tenia el mismo pensamiento que cruzaba por la mente de Harry
-¿tuviste una pesadilla?
-eso creo… pero ya todo paso
fue lo único que se dijeron antes de intentar levantarse, pero dieron por abortada la misión ya que había otra cosa que era mucho mas interesante, quedarse viendo en shock como era que cruzaban por la puerta unos chicos que podían reconocer bien por todas las fotos que habían visto en su vida. Frente a ellos se encontraban nada mas ni nada menos que James Potter, Remus Lupin, Sirius Black, Lucius Malfoy y Severus Snape, quienes al momento de estar al frente de las camillas no dudaron en ningún segundo mirarlos analíticamente.
Harry al verlos no pudo mas que ahogar un grito y se recostó estrepitosamente en la cama, ahora si que estaba en un lio inmenso “estúpido deseo” pensó arrugando el entrecejo antes de ver a su compañero y quedar sorprendido. Draco con un poco mas de asombro se tapaba la boca y el chico de ojos verdes podía asegurar que miraba de arriba hacia abajo a su padre, como si la sola imagen fuera irrealista a su parecer. El no se había encargado de ver a su padre y tenia algo de miedo de hacerlo, no quería emocionarse de encontrar aquello que le había sido arrebatado para luego volver a perderlo “una mirada no haría mal a nadie Harry” se dijo soltando un suspiro antes de volver a sentarse y encontrarse a unos pasos a su padre, tan parecidos físicamente, pero estaba seguro que eran distintos en muchas cosas en lo personal. Aun así Harry sonrió amplio recorriendo con la mirada a su padre, si había que sentirse orgulloso en un momento de la vida, este era precisamente el momento para hacerlo y lo había decidido, honraría la imagen de su padre todos los días.
El azabache carraspeo y fingió acomodarse los lentes mientras miraba al otro grupo hasta toparse con Severus y dejar su amplia sonrisa en una mas pequeña, si hasta joven se veía hermoso a su parecer.
No podían permanecer todo el tiempo en silencio, eso bien lo sabia Harry, pero no tenia ni idea de que decir “venga que no podemos llegar y decir ‘hola soy Harry Potter y venimos del futuro, soy tu hijo’ no, claro que no” rodo los ojos y decidió buscar ayuda en su compañero, pero al parecer este seguía estando en shock y mirando a su padre con cierto cariño. Llevo su mirada a Lucius y noto que el chico esperaba pacientemente para que los menores hablaran e informaran de que pasaba.
Decidido a inventar una buena escusa el gryffindor abrió la boca para articular una palabra, pero justo en ese momento entraba Albus Dumbledor mucho mas joven, pero si le preguntaban a él se veía prácticamente igual a como estaba ahora, quizás con un poco menos de barba, pero el mismo al fin y al cabo y eso le causaba un poco de gracias, “de seguro muchos años atrás era el mismo hombre viejo”.
-veo que nuestros muchachos ya han despertado
-señor le juramos que ni los hemos tocados, ellos se desmallaron solos – argumento en seguida James para poder defenderse, cosa que molesto a las serpientes y en cierta medida a Harry que tenia claro lo que habían hecho los chicos
-tranquilo chico, estoy seguro que no fueron capaces de hacerles nada –dijo el mayor para luego escuchar una risa sarcástica de Severus –aunque nunca los hemos visto por acá, ¿de donde vienen?
-…- Harry bajo la vista intentando pensar en algo bueno – vera señor nosotros nos perdimos… si perdimos
-¿perdieron? ¿en pijamas?- cuestiono el hombre alzando una ceja, en seguida Harry quiso decirle ‘no es quien para hablar sobre los pijamas profesor’ pero se quedo callado para no parecer un irrespetuoso
-… lo que pasa señor – Draco recuperando la voz atrajo la atención de todos- mi compañero y yo tenemos una carta para usted, pero es de suma importancia que … - miro al grupo con cierta desconfianza – nadie mas que usted la lea, no conocemos a estos chicos y de seguro si molestan a sus compañeros Slytherin no son para fiar así que por favor le pido una entrevista en privado
-¿qué estas insinuando chico bonito? – Sirius fue el que hablo con enojo esta vez – arrepiéntete de lo que dijiste ahora que ustedes se metieron donde no son llamados y no saben de lo que hablan
-ni en un millón de años
-tuu…
-¡ya! Creo que debemos hablar con el director antes que todo – intervino Harry levantándose y poniéndose entre los dos chicos que comenzarían a pelear – no venimos a pelear, sino que a solucionar problemas mucho mas distintos que estos – dijo mirando a Draco casi enojado para luego girarse – pedimos disculpas por esto, pero han pasado muchas cosas, necesitamos hablar con usted director, es urgente que nos atienda en privado señor
Todos quedaron en silencio mirando al dúo por un momento y fue ahí cuando Albus reacciono con una sonrisa en sus labios y asintiendo con la cabeza espero a que los dos chicos salieran de sus camas para que pudieran seguirlo a su despacho.
No se escucho ninguna palabra de los chicos que dejaron atrás, mas cuando salieron de la enfermería y se cerraron las puertas se comenzaron a escuchar las palabras del grupito, de seguro Sirius estaba pataleando y James reclamando su desfachatez al enfrentarlos tan libremente mientras que los otros tres se quedaban mirándolos de manera reprobatoria, pero a la vez confundidos.
Harry miro a su compañero quien refunfuñaba por lo bajo, pero mantenía su parada Slytherin en todo momento, de seguro llamaba la atención de los otros chicos que cruzaban por el mismo pasillo, pero si le decía algo a su compañero iba a desatar otra tempestad y realmente quería mas paz para pensar en lo que estaba pasando.
No demoraron mucho en llegar a la oficina del director, la cosa ahora era decirle todas las cosas y que le creyera “de seguro siendo el director nos creerá sin rechistar” pensó Harry sonriendo suave esperando a que el hombre se sentara en aquel sillón para poder darle aquella noticia.
Con la invitación de que se sentaran, ambos chicos se miraron recelosos mas no les quedo otra opción que sentarse juntos en el sillón que estaba al frente del director y tomaron una taza de té, incluso aceptaron los dulces de limón que el director con tanto cariño les ofreció en seguida.
-y bien… ¿dónde esta la carta que deben darme chicos? – empezó el mayor con tranquilidad
-no existe – dijo Draco bajando la cabeza avergonzado por su mentira – si no lo decía no nos daría una audiencia en privado
-entonces ¿qué quieren decirme?
-señor – intervino esta vez Harry volviendo a estar nervioso sin saber que decir – se que sonara loco, descabellado incluso, pero tiene que creernos… nosotros anoche nos metimos al bosque prohibido, todo iba bien y normal… hasta que unas arañas comenzaron a atacarnos- dijo desviando la mirada – enseguida nos defendimos y corrimos
-corrí yo contigo encima querrás decir
-Draco… ahh como él diga, la cosa es que él tropezó y… y unos hombres aparecieron, fueron dos, dijeron algo en un idioma extraño y que nuestro deseo seria cumplido- torció su boca en son de descontento y volvió a mirar al director para notar lo atento que estaba – el suelo brillo y cuando pudimos salir del bosque nos encontramos aquí... en la época que nuestros padres están en el colegio
-vienen del futuro – dijo en seguida el hombre con total sorpresa mientras que una mano se iba por otro dulce
-si, pero no sabemos como volver y todavía tenemos que ven…
-no me digas nada del futuro, podría ser peligroso – dijo enseguida adivinando el pensamiento de Harry – si están aquí es por magia antigua, solo magos poderosos pueden hacer este tipo de magia y retroceder tantos años – dijo tocándose la barba pensativo – pero lo importante ahora es protegerlos y dejarlos en una casa, cuando se establezcan podrán buscar información de cómo volver y si necesitan algo yo veré como hacerlo posible, pero no deben decir nada a nadie
-¿entonces nos dejara estar en una casa? –pregunto Harry ilusionado de estar con sus padres
-pero no puede ser las mismas que estaban antes, las cosas se harían muy obvias – dijo quitándole la esperanza a ambos chicos – ustedes son demasiado obvios a la vista… tu chico serás Harry Talbot, hijo de un famoso pocionista en Irlanda e iras a la casa de Slytherin – Harry ahogo un gemido y se golpeo la cabeza – y tu Draco, serás hijo del mejor jugador de Quidditch retirado en Alemania, Draco Hayes… la sangre Gryffindor corre en tus venas
-debe ser una broma! Eso es una ofensa para mi familia – grito disgustado Draco sin poder creérselo
-ahora vallan a sus salas común y en 30 minutos el desayuno será servido para dar el anuncio
el mayor no dio pie a mas conversación, sino que saco a ambos chicos del lugar a punta de empujoncitos y les deseo un buen día antes de volver a cerrar la puerta con una sonrisa en la cara por la ultima imagen que tuvo de ambos chicos, el director sabia que a pesar de ser magia antigua y peligrosa, eso podría traer muchas emociones a Howard, lo que le faltaba a su corazón viejo para seguir con el cargo.
Ambos chicos se quedaron casi traumatizados en la salida del despacho, habían logrado bajar las escaleras con el agila, pero definitivamente no daban ningún paso y es que no podía ser que ellos, que Harry Potter y Draco Malfoy fueran a la casa que mas odiaran, pero lo peor lo estaba pasando Harry ya que tendría que compartir la sala común con Lucius y Severus, nada podía ser peor que compartir la habitación con un próximo mortifago y con el ser que se le iba a declarar muchos años después. La vida realmente lo odiaba.
Soltando un suspiro ambos chicos se miraron con resentimiento y comenzaron a caminar hasta que el pasillo los dividía en completo silencio, todavía no hallaban palabras para describir ese fatídico suceso.
-estamos perdidos ¿no?
-tu estas en Gryffindor… yo en Slytherin ¿crees que estamos bien?
-no te burles Potter… ahh… a penas tengamos tiempo libre veámonos en la biblioteca, tenemos que solucionar esto pronto
-esta bien, suerte con los merodeadores – por primera vez una sonrisa salió de la boca de Harry frente al rubio en ese lugar
-tu… suerte con los Slytherin, espero tengas la altura de ser una buena serpiente, no te perdonare lo contrario – comento sonriendo con autosuficiencia antes de comenzar a caminar en dirección contraria al chico de lentes
No dijeron ninguna palabra para despedirse, a pesar de sentirse unidos por una suerte del demonio se odiaban, porque de seguro si no hubieran estado en el bosque prohibido en horas indebidas no habrían llegado al pasado sin previo aviso.
Draco se movió con elegancia en todo momento, Harry lo veía y suspiraba al instante “Draco Malfoy, el príncipe de Slytherin estará por un tiempo en Gryffindor hmmp irónico mundo, pero gracias Merlin” su pensamiento lo hizo soltar una risa y comenzó a caminar hacia su nueva sala común pensando precisamente como era que tenia que comportarse un Slytherin sin ser tan imbécil como Draco en el pasado.
En seguida el frio le invadió cuando entro a las mazmorras, pero eso no detuvo su caminar, sino que lo reafirmo con valentía hasta llegar al frente de la muralla. Lo próximo que tenia que hacer era pensar en la contraseña, se sentía estúpido, pero no sabia cual podía ser así que cerro sus ojos y se cruzo de brazos, “piensa como un Slytherin, piensa como un niño rico de sangre pura Harry” se dijo para darse ánimos y comenzar a decir contraseñas a diestra y siniestra.
-maldito sangre sucia – no paso nada – Gryffindor descerebrado – todavía nada – ¿somos los mejores?- ni siquiera cerca – ¡joder ábrete de una vez!
-con esas contraseñas no lo lograras nunca – una voz fría se escucho detrás de su espalda – aunque los Gryffindor si son descerebrados – una risa que no se esperaba lo congelo, si que conocía esa voz- sangre pura
sin esperárselo Harry vio como ahora podía entrar, nunca se le hubiera ocurrido aquella contraseña realmente y se decía estúpido internamente por lo mismo.
De un momento a otro sintió que alguien le tomaba del brazo y lo obligaba a entrar en la sala común, no tenia que ser tonto para poder distinguir a Severus Snape llevándole de la mano como si fuera un mocoso, mas no pudo hacer nada, ni hablo, ni se aparto. Solo se quedo callado siguiendo al mayor hasta una de las habitaciones que tenían dos camas y sus escritorios respectivos junto con el closet. Era un lugar lúgubre, pero a la vez no se quejaba para nada ya que la tranquilidad que le daba era mucho mas cómoda, no se creía que en realidad podría llegar a optar a tanta tranquilidad después de estar en una sala común como lo era Gryffindor.
Recorriendo la habitación con la mirada comenzó a caminar por si solo para memorizas cada una de las partes hasta que bajo su mirada y se encontró con que Severus se había acomodado en una de las camas mientras lo miraba penetrantemente, eso lo hizo sonrojar enormemente y desviar la vista para encontrarse con que en la otra cama estaba Lucius Malfoy y Narcisa Black.
La mujer, siendo la primera vez que la veía joven, era verdaderamente hermosa a la vista, casi esculpida por un artista que tuvo la delicadeza de crear su mejor y mas grande obra de arte “ya se sabe de donde a salido Draco” pensó sonriendo suave para luego dar un suspiro, de seguro tendría que dar una buena escusa para librarse.
Abrió la boca, pero enseguida la cerro ¿qué le iba a decir? Claro, hijo de un pocionista famoso… ¡el ni sabe hacer pociones!. Maldijo a Dumbledor en parsel como si eso lo hiciera sentir bien y trago fuerte, un nuevo sonrojo apareció en sus mejillas y se mordió el labio inferior, si antes se sentía idiota cuando Severus lo retaba por las estupideces que hacia ahora se sentía un súper imbécil por no saber que hacer ni que fingir
-realmente era tan lindo como dijiste Lucius – dijo ella levantándose de la cama y tomando las mejillas del chico- eres una lindura chico
-¿eh? … yo…
-increíble, te comieron la lengua los ratones luego de que tu amigo y tu nos gritaran en la enfermería – hablo esta vez Snape concentrándose en su libro con claro tono enojado
-¡no le grite a ustedes! – se excuso Harry al instante
- ahora lo hiciste – le corrigió Severus evidentemente molesto
-pero yo… argh- incluso en esos momentos le era difícil mantener una conversación decente con el mayor
-lindura – la chica sin quitar su sonrisa lo abrazo fuerte y la cara de Harry quedo contra los pechos de la chica, aquello le avergonzó, pero principalmente le empezó a quitar el aire
-Narcisa… debes tener cuidado con él – una voz suave y divertida que no parecía la de Lucius se hizo presente y la chica lo soltó – así que eres Harry Talbot, el director nos informo de todo así que no debes dar explicaciones a nadie – levantándose de la cama se acerco al menor para darle la mano – cualquier duda que tengas puedes informármelo
-gra… gracias – no sabia que el chico era simpático, mas no hizo alguna mueca ni nada- ¿dónde dormiré?
-con Severus, lamentablemente no existen camas disponibles con los de tu curso y Severus se encuentra solo, pero no te preocupes a pesar de lo serio es un buen chico
-si no te gusta puedes dormir con las chicas Harry, ellas te aceptaran encantadas y yo te puedo dejar dormir conmigo – coqueta y con una sonrisa comenzó a jugar con el cabello del chico sonrojado
-Narcisa…
-ya Lucius – se acerco al rubio y le beso la mejilla – no te preocupes que solo lo cuidare, bueno nos vemos … Harry no llegues tarde al desayuno o vendré por ti
el oji verde no pudo mas que tragar fuerte y asentir con la cabeza rápidamente ganándose la risa de la mujer, era bonita pero se notaba a kilómetros que también era peligrosa y por ello no la enfrentaría.
Lucius después de darle ciertas informaciones de clases y horarios salió de la sala con elegancia, tanto como la que veía en Draco cada día que se encontraban. El rubio tenia razón, los mortíferos mataron a esos dos chicos que se veían tan libres y felices en Howard. Una sonrisa cruzo por su rostro aunque no duro mas de 5 segundos, estaba a solas con Severus y de seguro este chico no seria para nada compasivo con él, así que se giro con cuidado y lo miro temeroso para poder enfrentarse con la triste realidad, mas este estaba demasiado concentrado en su libro de pociones.
El chico suspiro y se acerco a su cama, en seguida se encontró con dos uniformes de Slytherin a su medida, un pijama y libros junto a cuadernos. La sonrisa apareció nuevamente en su rostro y tomando uno de los uniformes aviso en voz alta que ocuparía el baño, mas no recibió respuesta nuevamente.
Al entrar al baño se dejo caer al suelo y suspiro con pesadez, esos días de acostumbrarse e inventar un pasado que no existía iban a ser difíciles, pero tenia que ser fuerte si quería seguir con su vida y solucionar ese problema que había llegado a obtener por su imprudencia “si tan solo Severus me hubiera encontrado y dicho lo estúpido que soy mientras me devolvía a mi sala común esto no hubiera pasado” pensó en conjunto que soltaba un gruñido para comenzar a bañarse.
Mientras tanto en otra parte, precisamente en una torre, un chico se debatía entre entrar o no en aquella sala común, no conocía la contraseña así que no podía entrar ¿irse? Si seria lo mejor, pero luego Potter se burlaría de él por ser un cobarde, así que clavo sus pies al piso y miro atentamente a la dama gorda con recelo, esta hablaba una sarta de estupideces que ni le interesaba escuchar.
Retrocedió un paso y soltó un suspiro, si solo hubiera quedado con sus padres todo seria mucho mas fácil, pero el viejo había decidido no hacerlo “creo que la misión de matarte será mucho mas fácil ahora viejo” pensó con cierta malicia para luego sentir la mano de un chico a su espalda, no pudo mas que alzar la vista y quedarse sorprendido al encontrarse con un joven Remus sonriéndole con paciencia y cariño. Si hubiera estado en Slytherin le hubiera gritado que un licántropo no puede tocarle con tal desfachatez, pero al no estar en sus tierras ni época arrugo el entrecejo y se hizo a un lado esperando a que el chico dijera la contraseña.
-Alea iacta est – en seguida la dama gorda los dejo entrar – vamos Draco, el director me ha informado de todo, te llevare a tu habitación
-esta bien, pero no necitas sostenerme, no soy tu perro – dijo de manera mordaz y sosteniendo una sonrisa triunfante mas no recibió queja ni nada –hmm… no era mi intención
-no, esta bien… venga vamos para que conozcas a tus compañeros
sin mas, ambos chicos entraron dando paso a un bullicio que dejo impresionado al menor en todo sentido, no podía creer que ese podía ser un lugar en donde los Gryffindor pudieran estar sin tener alguna queja “por eso todos son tan bulliciosos” pensó gruñendo y siguió al mayor hasta una habitación dando paso a cuatro camas con motivos de Gryffindor hasta el cansancio, era increíble pero todo rojo no era tan malo para su pensamiento.
Analizando todo el lugar se quedo con que Remus, James, Sirius y Pettigrew lo observaban de la misma manera, pero un tanto mas enojados, bueno eso solo contaba a James y Sirius que no cesaban para nada con su desconfianza “no es para menos, soy hijo de quien siguió al que los mato” pensó con cierto descontento antes de ver la cama que había dispuesto para él. Cerca de la ventana no era su mejor opción, mas de seguro no podría quejarse y pedir que le cambien la habitación.
Soltó un suspiro y empezó a ver sus cosas sintiendo cierta nostalgia, el titulo de príncipe se lo habían quitado y ahora era odiado por todos.
-Draco, lo siento mucho por esto, pero tendrás que compartir habitación con Sirius, James y Peter ya que no hay mas espacio –hablo Remus extendiéndole el horario de clases- cualquier duda puedes informarme a mi, soy el prefecto de la torre así que…
-lo tengo todo anotado, no te preocupes- lo interrumpió tomando el papel y empezando a organizar sus cosas – no me molestan yo no los molesto
-de verdad eres un maldito engreído – hablo Sirius enojado ante su actitud – somos mayores que tu ¡nos debes respeto! Sobre todo a Remus, pero andas con esa maldita actitud de serpiente
-vamos Sirius déjalo, debió tener un mal día
-no lo justifiques él…
-ya, ya canuto, da igual hagamos lo que dijo y todo bien, dejémoslo solo – por increíble que sonara james había hablado, aunque a Draco no le convenció mucho eso lo dejo pasar.
Sin mas palabrería de por medio los cuatro chicos salieron del lugar y Draco se sentó en el marco de la ventana de su torre, nunca había estado tan arriba y se sentía pésimo “en estos momentos es cuando deseo que mi madre me acaricie la cabeza y diga que todo saldrá bien… que solo debo aguantar un poco mas” pensaba completamente enojado y abrazo con fuerza sus piernas para reprimir las ganas de llorar porque realmente un Malfoy nunca lloraba a pesar de todas las humillaciones que tenia que vivir.
Luego de un tiempo Draco salió de sus pensamientos y decidió tomar su baño correspondiente antes de ir a desayunar. El baño en si no fue la gran maravilla realmente, pero le dejo pensar en las cosas que tenia que hacer “solo debo saber volver y todo estará bien” pensó bufando mientras se lavaba bien el cabello.
Pronto el rubio salió del baño con el uniforme de Gryffindor puesto. Aquello era una blasfemia en todo sentido así que con cara de hastió salió del cuarto y posteriormente de la sala común para ir al gran comedor.
En los pasillos la gente lo miraba con extrañeza, de seguro nunca habían visto a un Gryffindor comportarse como Slytherin pero eso tampoco le importo porque siempre fue criticado por todo su entorno, una vez mas o una vez menos le daba igual.
Continuando con su caminata se encontró con una escena que lo desconcertó, nunca le había tocado ver a una Gryffindor ser molestada por tres hombres Slytherin y sentirse mal “el uniforme debe estar afectándome la cabeza” pensó con enojo. Lo siguiente que iba a hacer no estaba perdonado por Salazar, pero su pensamiento lo obligo a ayudar a esa chica que podía tener la misma edad que su madre.
Sin pensarlo mas se acerco a paso acelerado y se interpuso entre los hombres y la chica poniendo una cara de pocos amigos, si era necesario repartiría golpes a los chicos. Así fue, porque tan pronto cruzaron palabras comenzaron los golpes entre los chicos en conjunto con los chillidos de la chica que avisaron a los profesores y los Slytherin salieron corriendo
-¡sed mas imponente idiotas! – grito Draco mientras se limpiaba el labio
-¿estas bien? – pregunto la mujer poniendo una de sus manos en el hombro del chico
-claro que si… no me toques – hizo un intento de separarse pero la chica lo abrazo con cariño – o-oye… ¿que haces?
-estaba demasiado preocupada, dios, chico no tienes que hacer eso – dijo sonriéndole al rubio y despeinándolo con diversión - no debes creerte tanto un héroe, aunque es difícil decírselo a un Gryffindor ¿no?
-¡que no soy un Gryffindor! – grito dejando descolocada a la chica-ah… lo siento… no soy tan… hmmg…
-debes tener mucha presión, conozco un chico que es tan enojón como tu – dijo ella tomándolo del brazo para comenzar a caminar – es todo un Slytherin
-¿eh? ¿a dónde vamos? Y ¿por qué voy contigo? Ni siquiera te conozco
-Lily Evans y claro que vamos a desayunar – dijo con una sonrisa amplia mientras caminaba sin reservas – quiero conocerte mas… amm
-genial – no podía creer que estuviera con la madre de su enemigo, mas con un bufido acepto la situación y camino junto a la chica – Draco M… Hayes…
- ¿Draco Hayes? ¡dios debes ser bueno en vuelo! Como James – comento con una sonrisa en la cara disfrutando el momento – deberías postular para estar en el equipo junto a Sirius y James
-no gracias, no quiero estar en el equipo – dijo mirando al frente y quedándose paralizado-no… me… quedare
-Lily Evans
-Narcisa Black
ambas chicas se vieron con una sonrisa sarcástica en los labios y se abrazaron mucho mas a los chicos que tenían a su lado, Lily a Draco quien no dejaba de mirar a su madre mientras que Narcisa apegaba mas a su cuerpo a un nervioso Harry que se sonrojaba cada vez que miraba a la pelirroja, casi queriendo lanzarse a abrazar a su madre.
No cruzaron mas palabras, las chicas se llevaron por su lado a ambos chicos que querían permanecer un momento mas con aquellas mujeres de diferentes casas.
Cuando Harry llego a la mesa se sintió algo extraño, nunca pensó que Lucius y Regulus le dieran la bienvenida con un pequeño saludo, incluso le guardaron un puesto “al lado de Snape… perfecto” pensó con el mismo sonrojo en su cara y no le quedo mas que sentarse al lado del chico.
El director dio paso a el desayuno y todos comenzaron a comer y hablar, en realidad los chicos no eran tan malos, incluso incluyeron mucho en toda la conversación a Harry, aun así se sentía demasiado fuera de lugar y su vista no se iba muy lejos de Lily “dios porque me pasa esto a mi… me gustaría abrazarla… decirle que soy su hijo” pensaba soltando un suspiro y siguió comiendo.
Ya creyéndose un acosador desvió su vista y se encontró de lleno con Severus quien leía y comía al mismo tiempo, lo encontró divertido, pero ahogo su risa y se acerco un poco mas tan solo para ver que leía, era el libro de pociones que había reformulado en su sexto año. En seguida sonrió suave y se le quedo mirando sin saber que Severus estaba consiente de su persistente mirada.
-¿necesitas algo Talbot?
-¿eh?... no… yo solo… creí que era interesante lo que hacías – dijo nervioso antes de bajar la cabeza
-¿te gustan las pociones? Bueno tu familia es famosa por ello – dijo bajo mientras se acariciaba el mentón – pero no es nada fuera de lo común – dijo mirando por primera vez a Harry
-creo que reformular cada poción para poder explotarla y mejorarla es fuera de lo común – comento ampliando su sonrisa, nunca había hablado tan cercano con el mayor- yo no soy tan bueno en pociones y siempre defraudo a los mayores por lo mismo… daría lo que fuera por ser la mitad de bueno que tu
-…- Severus se quedo helado, nunca había recibido un alago de tal manera, pero tampoco debía dejar que los demás vieran su debilidad, así que con una tos fingida recupero su posición – si quieres… puedo ayudarte, mas si te veo vagando no cuentes conmigo nunca mas
-¡me encantaría! Yo realmente quiero aprender señor- ese ofrecimiento lo había pillado por sorpresa, pero no dejaría pasar esa oportunidad y es que al fin hacía bien las cosas con ese chico
-¿señor?
-eso es perfecto Harry- Lucius apareció detrás de los chicos y los abrazo por la espalda – porque tienes que tener un tutor al ser nuevo y entrar recién, el director me lo dijo y no sabia quien podría encargarse… pero quien mejor que Severus para hacerlo
-¿qué? Yo no quiero hacer esto, que sea…
-le enseñaras pociones, duermen juntos y eres un año mayor que él, Severus eres el indicado- dijo Lucius encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia al asunto, sabia que para esas cosas podía contar si o si con Severus
-te odio Lucius, me la debes – y ahí estaba lo que Harry estaba esperando, Severus gruñía molesto por la imposición – siempre me metes en problemas que no quiero
-cuento contigo Severus – la sonrisa encantadora de Lucius tranquilizo el ambiente - ¿te parece Harry?
-nada me agradaría mas, prometo no causar problemas para nada – la sonrisa confiada de Harry sorprendió a muchos
-realmente se parece al idiota de James-dijo Regulus sin grandes intenciones de meterse
-que mala suerte la tuya Harry, parecerse a un Gryffindor y sobretodo a ese james nunca es bueno – agrego Lucius negando con la cabeza
-yo no tengo problema, puedo parecerme físicamente, pero lo que importa es nuestro interior… estoy seguro que les demostrare ser mas Slytherin de lo que ustedes piensan – dijo completamente confiado mirando a todos, pero a quien mas le puso énfasis fue a Severus, necesitaba hacerle ver desde un principio que sus sentimientos eran puros hacia él “bueno a tu yo del futuro Severus”
Con ese ultimo comentario de Harry todos se quedaron callados, en realidad en ese momento se vio como un Slytherin por lo que no criticaron ni dijeron nada, solo le revolvieron el cabello al que se había convertido su nueva mascota para luego volver a comer.
Por parte de Severus se quedo en silencio viendo atentamente a Harry, el chico tenia algo que le causaba desconfianza y no le agradaba para nada, pero a la vez sus ojos verdes le gustaban demasiado, casi tanto como las palabras ultimas que dijo “quizás encargarme de él no sea tan malo, pero aun así no debo confiarme” fue el ultimo pensamiento que cruzo su mente antes de seguir comiendo y conversando esporádicamente con Harry, al parecer tendría que encargarse de informarle de todas las cosas.
En la mesa de los Gryffindor la situación no era tan favorable, ya que por decisión unánime o mejor dicho porque el azabache no dejaba de hablar obligaron a Sirius para que fuera el encargado de ser una especie de tutor de Draco a pesar de que el chico se negaba rotundamente y como no le sirvió se quedo gruñendo mientras comía su almuerzo y conversaba en ocasiones con Lily, era la única persona en Gryffindor que valía la pena. Además que en cierto sentido Draco no quería saber las barbaridades que esos chicos llegarían a hacer en un futuro.