No llores.
Sasuke.
Suspira pesadamente, sin poder contenerse si tan siquiera. Lo ve ahí parado y no sabe lo qué hacer.
“¿Cómo calmar ese sufrimiento tan profundo que apenas podemos canalizar?."
Vuelve a suspirar presa de la desesperación. Si tan solo pudiese tocarle, acariciarle la mejilla de aquella forma tan íntima... si tan solo pudiese susurrarle al oído un ‘estoy aquí, por favor, sonríe'. Pero no, no puede, porque está fuera de si mismo. Literalmente.
Sasuke está viviendo su cuerpo en tercera persona desde casi el hecho de la habitación, y por un segundo piensa estúpidamente que se siente como spiderman, aquel personaje que tantas tardes ha visto por la televisión con Naruto, allí, tumbado en aquella blanca e incómoda camilla de hospital a causa de la última misión, y a Naruto al lado derecho de esta. Llorando como un niño pequeño al que le quitan su juguete nuevo. Salvo que Sasuke no es un juguete, y que no es 'nuevo'. El rubio llora desconsoladamente por miedo a perderlo, y el mayor lo sabe, sin embargo no puede hacer nada. Y se odia por ello. De pronto escucha un largo 'piiii' que inunda la habitación y tiene miedo, y por un segundo deja su orgullo de lado y se lo admite, miedo de dejar a Naruto para siempre, por lo que desea con todas sus fuerzas permanecer a su lado. Lo desea tan intensamente que nota una presión en su pecho. Por su cabeza pasa que quizá pueda ser su último deseo, y que posiblemente no se vea cumplido. Se equivoca. Siente como lo arrastran de vuelta a su cuerpo, y de pronto... no ve ni siente nada.
Abre los ojos, lentamente, por la molesta luz que entra por la ventana; cuando se acostumbra a esta, mira a su derecha y lo ve. La razón por la que sigue con vida.
-Estoy aquí, no llores...- Susurra para después acariciar su mejilla, como tanto deseaba. Amaba tanto a aquel dobe...
.
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SasuNaru
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No llores.
Sasuke.
Suspira pesadamente, sin poder contenerse si tan siquiera. Lo ve ahí parado y no sabe lo qué hacer.
“¿Cómo calmar ese sufrimiento tan profundo que apenas podemos canalizar?."
Vuelve a suspirar presa de la desesperación. Si tan solo pudiese tocarle, acariciarle la mejilla de aquella forma tan íntima... si tan solo pudiese susurrarle al oído un ‘estoy aquí, por favor, sonríe'. Pero no, no puede, porque está fuera de si mismo. Literalmente.
Sasuke está viviendo su cuerpo en tercera persona desde casi el hecho de la habitación, y por un segundo piensa estúpidamente que se siente como spiderman, aquel personaje que tantas tardes ha visto por la televisión con Naruto, allí, tumbado en aquella blanca e incómoda camilla de hospital a causa de la última misión, y a Naruto al lado derecho de esta. Llorando como un niño pequeño al que le quitan su juguete nuevo. Salvo que Sasuke no es un juguete, y que no es 'nuevo'. El rubio llora desconsoladamente por miedo a perderlo, y el mayor lo sabe, sin embargo no puede hacer nada. Y se odia por ello. De pronto escucha un largo 'piiii' que inunda la habitación y tiene miedo, y por un segundo deja su orgullo de lado y se lo admite, miedo de dejar a Naruto para siempre, por lo que desea con todas sus fuerzas permanecer a su lado. Lo desea tan intensamente que nota una presión en su pecho. Por su cabeza pasa que quizá pueda ser su último deseo, y que posiblemente no se vea cumplido. Se equivoca. Siente como lo arrastran de vuelta a su cuerpo, y de pronto... no ve ni siente nada.
Abre los ojos, lentamente, por la molesta luz que entra por la ventana; cuando se acostumbra a esta, mira a su derecha y lo ve. La razón por la que sigue con vida.
-Estoy aquí, no llores...- Susurra para después acariciar su mejilla, como tanto deseaba. Amaba tanto a aquel dobe...