Todos quedamos completamente petrificados ante la imagen que se cernía sobre nosotros, un arcángel en todo su esplendor, un guerrero y guardián, un ser que cualquiera creería que solo existe en cuentos para creer que realmente hay algo tras la muerte y que alguien vela por nosotros... Pero lo que más desconcertado me tenía a mí, no era el hecho de que los arcángeles existieran, era el hecho de que quería decir con lo de “nephilin como yo” y el hecho de que mi “tía” sea un arcángel...
-¿Qué es un nephilin? – se aventuró a preguntar Kira cuando mi “tía” volvió a su forma normal.
-Es el nombre que se le da a los hijos de un ángel y un humano, he escuchado mitos referente a ellos, en diferente culturas y religiones, pero no podría haberme imaginado que estos fueran reales... – contesto Deaton que aún no salía de su asombro.
Todos dirigían sus miradas a mí y luego al arcángel, así todo el rato.
-Entonces... ¿Mi madre también era un arcángel como tú? – pregunté saliendo del shock en el que me encontraba.
-No, tu madre era un serafín, un “ángel” o mejor dicho ser celestial de alto rango, encargados de guardar los cielos, no un arcángel, ella era un sefarín caído para ser más exacta. – contestó.
-¿Caído cómo lucifer? – preguntó Scott.
-No, mi hermano lucifer, junto a otros “ángeles”, fueron encerrados en los confines de este mundo por mi hermano Miguel y sus “ángeles”, pero ellos conservan todo su poder y su estatus, aunque se les consideren caídos, hay otro tipo de caídos, que son los que desertan del cielo y bajan a la tierra con sus alas y su poder intacto, estos son perseguidos por la guardia de mi hermano Miguel y por los demonios creados por mi hermano Lucifer, siendo cazados y dándoles muerte a no ser que vuelvan a casa y paguen su castigo, luego hay un tercer tipo de caído, que es en el que se encuentra la madre de Stiles, son los desterrados de los cielos, a los cuales se les cortan las alas y se les arrebata su poder convirtiéndolos casi en humanos, aunque aún conserven su esencia de “ángeles”, esto se realiza por algún tipo de castigo por desobediencia o cosas así, luego de ser despojados de sus alas y poder suelen matarlos.
- No entiendo por qué dices “ángeles” entre comillas, ¿acaso no son eso? – preguntó Derek nervioso.
-Bueno, no propiamente dicho, vosotros llamáis ángeles a todos los seres celestiales, pero solo son una parte, existen varios tipos de seres celestiales o ángeles, están los Querubines, son ángeles de bajo rango, están en el cielo y en la tierra, en la tierra cumplen la función del reparto de poderes entre todos los seres del universo y de unir a ciertas parejas predestinadas, en el cielo sirven a otros “ángeles” o seres celestiales de mayor rango y son mensajeros, luego están los Ángeles propiamente dicho, que son los seres celestiales más cercanos a la tierra, son guardianes de esta, también son guerreros y consejeros, también están las Potestades, seres celestiales o “ángeles” encargados de la preservación de la historia y el conocimiento, guardianes del destino y de los nacimientos y muertes, después están los Sefarines, como la madre de Stiles, estos son los guardianes del cielo y forman parte del ejercito de este, son seres celestiales o “ángeles” de alto rango, también actúan como consejeros, luego tenemos a las Dominaciones, estos seres celestiales son los encargados de regular los deberes de otros seres celestiales, mantener el equilibrio en el universo y en los cielos, son muy poderosos e independientes a los demás tipos de seres celestiales, son pocos en número pero con gran poder, por último están los Arcángeles, como yo y mis hermanos Miguel, Rafael, Gabriel y Lucifer, nosotros somos el rango más alto de los seres celestiales, somos la primera obra de nuestro padre, en un principio fuimos encargados de gobernar en los otros seres celestiales y preparados para ser los mejores guerreros de nuestro padre, después de la rebelión de mi hermano Lucifer junto con otros seres celestiales, mi padre nos abandonó, nunca supimos más de él y entonces mis hermanos y yo nos repartimos el trabajo que el antes hacía, Miguel se quedó gobernando los cielos, con los serafines a su cargo, Gabriel se encargó de la tierra y el universo, ya que él estaba realmente enamorado de la creación de mi padre, así que se quedó a cargo de los ángeles, Rafael se quedó a cargo de las Potestades y todo lo que ellas deberían realizar, yo como la mayor de todos, me quedé a cargo de vigilar el equilibrio y también a cargo de las Dominaciones.
-Entonces... Mi madre era un Sefarín ¿no? – pregunté intentando atar cabos después de toda esta información.
-Ajam – respondió Isabel.
-Ella, como Sefarín, estaba bajo las ordenes de tu hermano Miguel y se encargaba de custodiar el cielo ¿cierto?
-Digamos que era una de sus funciones.
-Vale... Entonces... ¿Cómo acabó aquí? Me refiero con mi padre, teniéndome a mí, con el tío Gabriel y todo eso...
-Eso es una larga historia, pero supongo que mereces saberla. Tu madre era un alto cargo entre los Sefarines, era bastante poderosa, un día mi hermano Miguel le pidió personalmente que bajara a la tierra a buscar a nuestro hermano Gabriel, ya que este no respondía a su llamada y hacía tiempo que no se lo veía por casa. Los Sefarines nunca han bajado a la tierra, les está prohibido a no ser que se les ordene ir para algo, tu madre cuando llegó quedo totalmente enamorada de este mundo y de los humanos, le parecieron criaturas realmente fuertes, hermosas e interesantes, le sorprendía su capacidad de definir sus vidas, de elegir, perdonar hasta los mayores errores, ya que en nuestro mundo los grandes errores se pagan con la vida y nosotros no tenemos capacidad de decidir qué hacer, tenemos un camino marcado del que uno no se puede salir. Estando en búsqueda de Gabriel, tu madre conoció a tu padre, fue amor a primera vista, después de encontrar a Gabriel, tu madre siguió visitando el mundo mortal a espaldas de Miguel, cuando este se enteró hizo que la castigaran, le cortaron las alas, le quitaron su poder e iban a matarla, pero mi hermano Gabriel lo impidió, rogo a Miguel que se la dejará, ya que uno de sus ángeles había sido asesinado hacía poco y tenía que tener un enlace en este pueblo, mi hermano se negó, pero yo intervine ya que Gabriel siempre fue mi hermano querido, Miguel no tuvo más remedio que dejarla con vida a cargo de Gabriel, cuando todo esto pasó, tu madre estaba ya embarazada de ti, yo lo sabía y le dije a Gabriel que debía arreglarlo, ya que los seres celestiales no pueden tener hijos con los humanos, es un gran pecado y se castiga matando al ser celestial y al Nephilin. Mi hermano Gabriel siempre tuvo buen corazón, así que para que no te encontraran, antes de que nacieras, selló tu esencia de Nephilin y te quitó tu poder, guardándolo en un lugar recóndito que solo tu madre y el sabían. Cuando naciste una potestades del nacimiento, de mi hermano Rafael, hizo acto de presencia, como siempre que había un nacimiento. Esta potestad al darse cuenta de lo que ocurría iba a delatar a tu madre y Gabriel ante Rafael, Miguel y yo, tu madre no lo podía permitir, así que usó un antiguo conjuro junto con su espada celestial, que aun poseía, para robar el poder y la esencia de la potestad y así luego darle muerte. Gabriel y ella, prepararon las cosas de manera que pareciera obra de unos demonios junto con algún caído. Eso pareció funcionar, nadie se dio cuenta de esto, excepto yo y mis Dominaciones, ellas me advirtieron de todo y fui a darle un toque de atención a Gabriel, ya que estaba empezando a alterar el equilibrio y eso no lo podía permitir. Pasaron los años y todo parecía ir bien, hasta que un día, unos demonios llegaron a Beacon Hills, tu madre para poder defenderos bien de estos tomó la esencia que robó de la Potestad, cogiendo temporalmente su poder y derrotando a los demonios sin problemas, pero utilizar la esencia y el poder de otro ser celestial tiene un precio, y es que te consume hasta la muerte si no recuperas tu esencia y tu poder, por eso parecía que tu madre estaba enferma, Gabriel fue en busca de la esencia y el poder de tu madre, ya que se encariñó mucho con ambos, el me pidió ayuda pero yo tenía las manos atadas, yo me encargaba del equilibrio y no podía estar metida en estas tonterías, el me pidió que al menos, mientras no estuviera cuidara de ti y guardara el secreto, acepte. Mis hermanos descubrieron las intenciones de Gabriel y mandaron a algunas Potestades y Sefarines tras de él, no volví a saber nada de mi hermano, pero por lo que averiguaron mis dominaciones, los que volvieron de esa caza dijeron que mi hermano había muerto. Yo ardí en ira ante esto, no debían matar a Gabriel, él era el Arcángel encargado de los ángeles y de cuidar este mundo y al matarlo habían alterado totalmente el equilibrio, aparte de que Gabriel siempre fue mi hermano querido. Tras esto, tuve que asumir su papel aparte del mío, no sin antes vengarme de mis hermanos dándoles una soberana paliza, ya que yo siempre fui la más poderosa de todas, aunque también es cierto que soy la menos conflictiva.
-Ajám... Muy bonito todo, pero eso no nos aclara el que haces aquí y que se supone que amenaza a Stiles, ¿no se supone que si esencia está sellada y no tiene poder? – pregunto Peter.
-Bueno, eso tiene fácil explicación, cuando el Nogitsune poseyó a Stiles, rompió el sello que guardaba su esencia de Nephilin, dejándolo expuesto para que cualquier ser celestial puedo encontrarlo y reconocerlo, así que por eso vine, para buscar su poder y ayudarlo a controlarlo, para que así cuando seres celestiales y demonios vengan, pueda defenderse. Utilicé las garras de tu madre para encontrar donde estaba escondido su poder, ya que Claudia se lo contó antes de morir.
Yo aún no podía asimilar tanta información, mi madre era un ángel muy poderoso, que se reveló por nosotros, lucho y murió por salvar este pueblo y a su familia, mi tío Gabriel murió por intentar salvar a mi madre, resulta que yo no soy totalmente humano, y ahora voy a ser un foco para seres muy poderosos que vendrán a acabar con mi vida...
-Isabel, quieres decir que soy...
-Cómo un faro que atraerá seres muy poderosos, y una cosa, solo tu Stiles puedes llamarme Isabel, el resto llamadme Eli o Elisabeth.
-Entonces será mejor que me vaya de aquí, no quiero poner en peligro a mis amigos...
-No Stiles, no te dejaremos solos, lucharemos a tu lado, sea lo que sea que venga. – gritó Scott posicionándose a mi lado.
-Stiles, te quedarás con nosotros, esta es tu manada y las manadas permanecen unidas siempre, somos más que una familia. – apuntó Derek.
-Gracias chico pero...
-Stiles, ya no hay mucho que hacer, es mejor quedarse, al menos así los podrás proteger, si los dejas solos los cogerán para usarlos en tu contra, yo les enseñaré a defenderse como puedan y a ti a protegerlos. – sentencio Isabel con una sonrisa tranquilizadora.
-Bueno, supongo que si estás aquí contándonos todo esto es porque tienes ya el poder de Stiles ¿no? – inquirió Peter.
-Sí, justo aquí está.
Y sacó de uno de sus bolsillos como una especie de colgante, de unos 5 cm, con un líquido azul brillante. Luego lo lanzó hacía mí y yo lo cogí en el aire.
-Ábrelo y toma el contenido, los demás cierren sus ojos, tápenselos y den sé la vuelta, la luz que Stiles desprenderá al recobrar su poder los dejaría ciegos de por vida. – espetó Isabel.
Todos hicieron lo que ella les dijo sin pensárselo dos veces, yo en cambio estaba muerto de miedo, mi vida iba a dar un cambio de 360º sin posibilidades de retorno, no era que no quisiera ser más poderoso, pero todo esto me asustaba un poco, ángeles, demonios... Todo un lio muy grande. Isabel me miraba impaciente y pude escuchar como Isaac y otros me metían prisa, así que haciendo acopio de todo el valor que pude encontrar, abrí el colgante y tomé su contenido. Sentí como si mi garganta ardiera al paso del líquido, era peor que tomar alcohol de las heridas, sentí mi cuerpo temblar y empezar a convulsionar, podía sentir el poder y la fuerza entrar dentro de mí, todo mi cuerpo se activaba y ardía, una gran luz empezó a emerger de mí, mi cuerpo seguía convulsionando, ardiendo y un dolor agudo se apoderó de él. Di un gran grito cuando el dolor se hizo insoportable y la luz se hizo cegadora. Pude, escuchar a la perfección a Derek, Peter y Scott gritar mi nombre antes de sentir que me rompía en mil pedazos.