Peter:
Ainsss Stiles... Desde aquel día donde casi mueres por culpa del Nogitsune, desde el momento en que os separasteis después que Lydia y Scott te trajeran de vuelta y te viera tan débil y vulnerable... Desde aquel mismo instante donde pensé que te perdía... Me di cuenta de lo importante que eres para mí, de que no puedo perderte y de que voy a protegerte aunque mi vida me valla en ello. Y así estoy, desde ese momento, acompañándote en tus días de soledad, en el patio de tu casa esperando a que vuelvas del instituto para poder verte, olerte, oírte hablar durante horas... Eres un chiquillo realmente molesto y embriagador... Desearía tanto tenerte para mí... Pero tu solo tienes ojos para el imbécil de mi sobrino, que pese que sé que él también esté loco por ti desde que te conoció se niega a aceptarlo y te aleja, es un necio, yo en su lugar correría hasta ti, te abrazaría y te devoraría con mis labios, pero bueno, si él no va a hacer nada contigo lo haré yo, poco a poco entraré en tu vida, haré que le olvides y que me ames como yo te amo a ti...
-Oh Dios mío... ¿Se puede ser más desgraciado? Siempre lo estropeo todo. – escucho murmurar a Stiles desde su habitación.
Esa es una señal para ir, no quiero que mi pequeño Stiles se siga torturando por algo que no es culpa suya, lo único bueno que tiene es que su soledad lo hace vulnerable a mis encantos y así poco a poco estoy entrando en su vida y espero que en su corazón.
Salto a un árbol, trepo por él y me cuelo en la habitación de Stiles. Me quedo recostado en el marco de la ventana observando a mi adorado ratón hiperactivo tumbado allí, tan solo, indefenso y triste que hace que todas mis entrañas se estremezcan ante su imagen desoladora y vulnerable, agrieta mi corazón y me dan ganas de patearle la cara a todos por no ir corriendo a ayudar y hacer sonreír a este chico que me tiene tan loco, aún no logro entender como mi sobrino se resiste a algo tan deseable como es Stiles. En ese momento Stiles detecta mi presencia, se incorpora y se queda mirándome con esos ojos avellana que tan de cabeza me traen.
-Hola Stiles, ¿vagueando un rato antes de empezar con los deberes para hoy? – pregunto con una sonrisa de medio lado.
Stiles se queda ahí, fijo, sin decir nada, creo poder oír perfectamente como da vueltas a su cabeza, tiene su mirada puesta en mí, tan cálida, suave y desesperada... Me encantaría saber en qué piensa... Me está poniendo realmente loco verlo con su mirada tan fija en mí.
-Stiles, deja de rumiar sea lo que sea que estés pensando, me pone nervioso verte tan callado mirándome, es raro, voy a empezar a pensar que te gusto. – digo con burla intentando relajar él ambiente y deseando que fuese así.
-Muy gracioso Peter, ¡más quisieras tú! ¡No te miraba a ti solo pensaba en mis cosas! – exclama ofendido.
Eso me duele, en realidad tenía la esperanza de que me mirara y que me dijera que si le gusto.
-Me encantaría que fuese así Stiles. – contesto intentando fingir cachondeo para evitar que vea mi desesperación por él.
-¿Qué quieres esta vez Peter? – pregunta cansado pero con tono frio recostándome de nuevo en la cama. – Tengo deberes de química que hacer, no puedo perder tiempo.
Algo en mí se removió, me sentí mal, yo solo quiero estar a su lado, n me gusta que me trate tan frio cuando solo vine a ayudar.
-Alguien se ha levantado hoy con el pie izquierdo... Solo venía a hacer mí vista de rigor Stiles y ver como estabas, ya sabes, para ver si estabas aburrido y... no sé... – digo nervioso mientras empezaba a removerme incómodo.
Stiles alzó una ceja en respuesta y se quedó mirándome a los ojos penetrantemente, como si me desnudara el alma con la mirada, me robó completamente el aliento y unas fuertes ganas de besarle y reclamarle como mío se apoderaron de mí. Tenía que contrólame pero con esa mirada clavada en mis ojos es imposible.
-Bueno, pues si no quieres mi compañía me iré, adiós Stilinski. – dije al borde de la locura, si no salía de ahí rápido, seguro que lo besaría y Stiles, con su gran dramatismo, haría una escena digna de ver y sinceramente no tenía ganas.
Iba a salir por la ventana justo cuando me detuve.
-Espera, no he dicho que te vallas, solo he dicho que tengo deberes, aunque si quieres puedes quedarte y cuando lo termine podemos terminar de ver los últimos capítulos de Juego de Tronos... o lo que quieras. – dijo Stiles con voz suave mientras movía su mirada por toda la habitación, parecía incomodo, ¿será que el siente algo por mí al fin? Bueno, si me quedo lo confirmaré.
-Mmmm... De acuerdo, pero tengo que hacer algo mientras espero.
-Toma. – Stiles saca un libro de la cómoda y me lo da. – Este libro es bueno, es de Arturo Pérez Reverte, se llama Cabo de Trafalgar, es una novela cómica sobre lo ocurrido durante la batalla de Trafalgar entre los españoles y los ingleses, es una muy buena novela. - comenta
-Mmmm... Parece interesante, empezaré a leerla, gracias Stiles. – contesto, mientras le guiño un ojo, el parece responder a este gesto con nerviosismo, esto se pone interesante...
Alcanzo mi mano para coger el libro rozando deliberadamente su mano con suavidad, noté perfectamente cómo se estremeció y un poco de rubor inundo sus mejillas, era realmente magnifico, que reaccionara así a mi caricia hizo que me emocionara, rápido se dio la vuelta con intención de que no me diera cuenta del efecto que he tenido en él, pobre Stiles ¿no se da cuenta que soy un lobo? No se puede esconder fácilmente de mí. Estoy maravillado, todo marcha sobre ruedas. Me recuesto en la cama de Stiles embebiendo todos mis sentidos con su aroma, que parecía emanar de todos los rincones de la habitación, era realmente exquisito. Hacía como que leía, pero en realidad lo que hacía era observar al pequeño revoltoso de Stiles pelear con sus deberes, grabar en mi retina todo su cuerpo, los lunares de su perfil y embriagarme con su aroma. Pasado ya un buen rato pude observar como Stiles estaba realmente atascado en uno de sus ejercicios así que me levante dispuesto a ayudarlo a acabar para poder recostarme con él en su cama para ver la serie en su portátil, ya que días antes robe su cable de televisión para así tener que ver todo en el portátil y tener una buena excusa para estar pegado a él. Escuché como murmuraba improperios por el atascamiento con el ejercicio, me acerque lenta y suavemente por detrás, dejando que mi respiración rozara con su cuello, Stiles se quedó petrificado al instante y yo relamí mis labios con deseo.
-Venga Stiles, ¿no entiendes eso? Pensé que eras de los listos. –comenté divertido.
Tardó unos segundos en poder reaccionar, simplemente este chico es adorable.
-Y lo soy, solo... es que... no sé, últimamente me cuesta más todo, aparte la química siempre ha sido mi talón de Aquiles. – musitó.
-Bueno Stiles... – dije acercándome más a él, pegando mi pecho a su espalda, dejando así mi cara justo al lado de la suya, haciéndolo sentirse nervioso por la cercanía y el contacto. – Es muy fácil, mira,- dije quitándole el lápiz con una suave caricia haciendo estremecer a Stiles nuevamente, creo que podré acostumbrarme a esto, y empecé a explicar el ejercicio, percatándome de que Stiles se había vuelto a sumir en sus pensamientos.
-Stiles, ¿en qué demonios piensas? Te estoy explicando esto, si no prestas atención no vas a acabar nunca.
-Eeehh... esto... si perdona, mi mente ha ido a otro lugar, ya sabes, Scott, la manada y demás... – dijo al borde del colapso, sabía perfectamente que mentía y si era así es que seguro pensaba en mí, eso me lleno de satisfacción, por fin lo estaba consiguiendo.
Terminé de explicarle el ejercicio y lo hice para él, mientras usaba mi cercanía y nuestro roce para hacer que Stiles se pusiera muy nervioso, podía oír su corazón a km y todo esto era por mí, estaba realmente encantado.
-Bueno Stiles, - dije incorporándome y posando mis manos sobre sus hombros. – si ya has acabado vamos a lo que nos ocupa, que se va a hacer de noche y hay que cenar dormir y esas cosas.
-Sí, de acuerdo Peter, solo déjame recoger esto un poco, si quieres coge el portátil y ve preparándolo todo si no te importa.
-Claro que no me importa, ahora mismo me pongo a ello. – contesto apretando el suave agarre de sus hombro.
Nos sentamos en la cama, uno alado del otro, con el portátil puesto en mi regazo. Podía notar como Stiles se ponía nervioso por la cercanía y como a veces se quedaba mirándome fijamente mi perfil, yo aguanté las ganas de girarme para que el chico no se sintiera demasiado nervioso y se fuera de mi lado, necesitaba que fuera tranquilizándose y aceptando lo que estuviera empezando a sentir, no quería asustarlo y perder toda oportunidad después del trabajo que me costó llegar a aquí. Empezó a removerse incomodo, más de lo normal.
-Tranquilo Stiles, solo es una serie. – espeté para tranquilizarlo y que pensara que no me doy cuenta de que es por mí, aunque no pude reprimir la necesidad de pasar un brazo por sus hombros, recostar su cabeza en mi hombro y apoyar la mía en la suya. Su contacto se sentía jodidamente bien, tenerlo apoyado en mi era una increíble sensación.
El agarré que tenía sobre él era fuerte y firme, esto hizo que su corazón se acelerara y se pusiera más nervioso si era posible, sus mejillas enrojecieron. Era perfecto, podía sentir su calor, y olerlo con más fuerza si era posible, su olor es dulce, jodidamente dulce y suave, muy puro, su corazón me estaba volviendo loco, latía tan rápido y con tanta fuerza que me estaba haciendo salir de mis cabales
-Stiles, ¿qué te ocurre? Tu corazón va a salirse se tu pecho de un momento a otro, nunca te has puesto tan nervioso por una maldita serie. – dije mientras levantaba mi cabeza y lo miraba.
El levantó la suya y yo solté un poco mi agarre para que pudiera mirarme bien a los ojos.
-Yo-Yo... no sé... – tartamudeó.
Giró del todo su cabeza mirándome a los ojos, yo lo miraba curioso y divertido por todas las reacciones del chico y el me miraba como escudriñando mi alma y grabando a fuego mi mirada. El aire se tensaba, su corazón estaba realmente frenético y el mío ya no se quedaba atrás, me estaba volviendo loco, tenía que besarlo, aquí y ahora, él ahora era mío... Solo mío.
-Stilessss... – susurro con la voz muy ronca por la excitación y el deseo que sentía mientras apretaba más mi agarre para acercarle más a mí.
Milímetros separaban nuestros rostros, el ambiente se tensaba y el magnetismo entre nosotros era palpable. Stiles estaba completamente ido y yo estaba completamente loco de deseo, loco por él, quería besarlo, lamer sus lunares y recorrer su delgado cuerpo con mis manos. Justo en ese momento mí móvil empezó a sonar, parecía hecho a propósito. Gruñí por la interrupción y Stiles se separó un poco. Saque el móvil viendo quien era, Derek, entonces sí que ha sido a propósito, maldito bastardo.
-¿Qué quieres? – pregunte algo molesto.
-Necesito que vengas, tenemos que hablar.
-Ahora no puedo, estoy ocupado.
-Eso me da igual. Ven ahora al loft.
Bufé ante la tenacidad de mi sobrino, es realmente molesto cuando quiere.
-¿Y no puedes esperar?
No, ahora mismo. – lo escuche gruñir.
-Vale, ya voy, eres realmente molesto sobrino, pero creo que me imagino él porque de tanta prisa.- dije poniendo una sonrisa de medio lado.
-Pues si lo sabes ¿qué mierda haces aún ahí? ¡Sal ya o iré a por ti Peter!
-Adiós. – dije colgando la llamada, sabía perfectamente que ha sido a propósito, seguramente esté abajo y cuando oyó los latidos de nuestros corazones y olió la excitación en ambiente decidió cortar por lo sano, es un imbécil, ni come ni deja comer...
Suspire mirando el móvil aun en mis manos, entonces me giré y sonreí a Stiles con algo de picardía.
-Creo que vamos a tener que terminar de ver esto otro día, me reclaman para asuntos familiares Stiles, es una pena, cuando parecía ponerse interesante... – musite cambiando mi sonrisa a una de medio lado.
Stiles se encendió como un Gusiluz, era francamente gracioso verlo tan ruborizado y nervioso.
-Bueno, pues otro día nos vemos Peter, no hagas esperar a Derek, ya sabes que no tiene nunca muy buen humor... – dijo removiéndose muy incómodo.
-Mmmm... Si, cierto, aunque a mí mi sobrino no me da ningún miedo la verdad.- reí divertido.
Con esto me levanté, cogí mi chaqueta, me la puse, me acerqué a Stiles y rápidamente cogí mi cara entre mis manos y le planté un suave y corto beso en los labios antes de irme, no quería quedarme con las ganas de besarlo, me tenía realmente engatusado y hechizado.
-Hasta luego Stiles, si necesitas cualquier cosa llámame, vendré enseguida. – dije mientras guiñaba un ojo y salía por la ventana, sin darle oportunidad a Stiles de volver en sí.
Nada más salir, en el patio, pude observar a un Derek muy cabreado moviéndose de un lugar a otro y maldiciendo bajo.
-¿Qué pasa Derek? – pregunté poniéndome enfrente de el con cara enfadada.
-Aquí hago yo las preguntas, ¿qué quieres tú de Stiles? ¿Qué diabólico plan tienes en mente Peter? ¿Por qué vienes tanto a verlo?
-No tengo ningún plan en mente, solo me gusta el chico y vengo a verlo porque todos los que os hacéis llamar sus amigos lo habéis dejado de lado.
-Aléjate de él Peter. – gruño con odio e ira Derek.
-No, tú has tenido su corazón mucho tiempo y lo has tratado muy mal Derek, ahora voy a conquistarlo y a cuidarlo como merece, si no lo querías antes no lo quieras ahora. – escupo con odio.
-Peter... Te lo advierto, Stiles no es tuyo.
-Ni tuyo, nadie lo reclamó aún y el no entregó su corazón a nadie, es libre de hacer lo que quiera, si lo quieres de verdad lucha por él.
-Voy a arrancarte la garganta Peter. – medio gritó Derek viniendo como una fiera a por mí.
-No lo creo, y menos aquí, ¿quieres que Stiles nos escuche y se asome? ¿No verdad? Pues tranquilízate y juega limpio, si me matas o me haces cualquier cosa a Stiles no le va a gustar nada, por si no te das cuenta soy su único apoyo y el que evita que haga cualquier tontería.
Derek gruñó, creo que se dio cuenta que tenía razón, su mirada era pura ira y odio, puro fuego, eso me era bastante gracioso.
-Vámonos. – espetó furioso mi sobrino.
En todo el camino de vuelta a casa no pronunciamos palabra, Derek estaba totalmente colérico y yo totalmente sumergido en el recuerdo del beso que robé a Stiles antes de irme. Esa misma noche volví a casa de Stiles, desconecté un cable de la batería de su coche para así mañana recogerlo y llevarlo a la escuela. Derek sale temprano a correr así que aprovecharé ese momento para coger su coche, ya que aún no me compré uno, debería de ir a hacerlo.