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Hopeless por PanquequeS

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Notas del fanfic:

Disclaimer:

 
Ninguno 
de los hechos acaecidos en este relato ha ocurrido en la realidad; todo es puro y completamente ficticio.
La autora de este relato no posee ninguna clase de derecho ni propiedad sobre los artistas citados en él, ni está vinculada en modo alguno con ellos, sino que utiliza sus nombres sin su consentimiento explícito. Con su trabajo, no pretende ofenderlos o causarles perjuicio alguno, sino, simplemente, crear una forma de entretenimiento para ella y quien quiera disfrutarla, sin obtener beneficio económico de ninguna clase.

Notas del capitulo:

A/N: Un Chanbaek que había estado posponiendo por varias semanas. Me ha costado horrores terminarlo y a pesar de que el prompt es este vídeo (no todo el vídeo pero la idea principal llegó por verlo), escribirlo y hacerlo a mi manera es una cosa que me cuesta muchisimo. Espero que les guste y nos estaremos leyendo después. Enjoy!!
Pd: Decidí subirlo sin revisar (planeaba hacer una revisión rapida pero mi hermano llegó y me pide la laptop. Cosas mala por compartir tu laptop con el engendro del demonio aka hermano mayor) así que si encuentran algún error, luego estaré corrigiendo. 

 

 

Advertencia: Drogodependencia, cambio de eda.

Hopeless

 

Era como si estuviese gritando, sin que nadie lo escuche. Se siente avergonzado de como alguien puede ser tan importante, que sin él se siente como si nada. Nadie podrá entender cuanto duele. Se siente sin esperanza, como si nada pudiese salvarlo, y cuando todo termine y se haya ido, hasta deseará que todas esas cosas malas regresen para que pueda tener lo bueno. Baekhyun lo entendió. De mala manera, pero lo hizo. Él había encontrado el amor en un lugar sin esperanza.

Comenzó cuando él se encontraba en un estado vulnerable, cuando sentía que el mundo se le venía encima, solo y necesitado. Cuando llegar a su casa y escuchar los gritos de sus padres era inevitable. Se sentía tan exhausto de la vida que le había tocado, estaba cansado de ver lo mismo cada día cuando volvía del colegio y lo odiaba como jamás había odiado algo en toda su vida. No está seguro cuando las cosas comenzaron a desmoronarse a su alrededor, cuando se torcieron hasta el grado de asquearlo. Él sólo quería regresar al pasado pero el pasado era exactamente eso, el pasado, y ahora estaban en el presente. En uno que Baekhyun hubiese deseado no estar.

Él recuerda como los conoció y como todo desencadenó a los momentos vividos y lo que lo llevó hasta donde está hoy. Tenía quince años, estaba abrumado por los sentimientos negativos que lo perseguían todos los días, estaba tan cansado psicológica y físicamente que ese día decidió quedarse hasta tarde en el colegio, porque no quería volver a casa. Cuando vio el cielo supo que estaba a punto de anochecer por lo tanto tenía que regresar a casa–y no es porque sus padres se preocuparan, no, por supuesto que no–.

El silencio era su fiel compañero en esas solitarias caminatas que tomaba todos los días y sólo se iba cuando llegaba a casa, y escuchaba a sus padres gritarse mientras se arrojaban objetos en el proceso. Ese día no era la excepción pero duró tan poco cuando escuchó a lo lejos un cuidado, pero para cuando se vino a percatar de lo que sucedía ya era demasiado tarde. Baekhyun no pudo evitar el impacto de otro cuerpo más grande y fornido que el suyo propio, y cayó.

—Hombre, lo siento tanto.-Se disculpó el otro muchacho, cogiendo del brazo a Baekhyun, quien aturdido se puso en sus dos pies —No te vi y cuando lo hice no pude parar a tiempo.-se excusó el más alto, quien sostenía en su mano una patineta — ¿Te hiciste daño?-preguntó para finalizar.

—Uh, no.-Respondió el más bajito, sacudiendo su ropa en el proceso —Estoy bien.

— ¿Seguro, amiguito?-Preguntó el otro, quien lo miraba de pies a cabeza, asegurándose por sí mismo —Te golpee muy fuerte.

—Bueno, tal vez me haya lastimado las mano, pero no es nada grave, enserio.-Aseguró rápidamente Baekhyun, quien había mirado como el contrario planeaba soltar su patineta.

—Deja que lo revise.-Propuso pero Baekhyun negó —Está bien, no te haré nada si eso te preocupa.-el más alto le dedicó una sonrisa conciliadora al más bajito, quien lo miró para luego parpadear —Me llamo Jongin pero puedes decirme Kai.

—Oh…oh.-Baekhyun estaba un poco aturdido por el comportamiento del chico. El bajito no solía hablar mucho y menos con desconocidos.  Kai, quien estaba más cerca de Baekhyun, sonrió divertido.

— ¿Tienes nombre, amiguito?-Cuestionó.

—Sí.-Respondió Baekhyun, quien pensó en si decía o no su nombre —Baekhyun.-se presentó. ¿Qué daño le podría causar ese chico? Se veía amable, no, en realidad era amable.

—Bueno Baekhyun, muchos gusto.-Guiñó un ojo para luego reír —Ahora que nos conocemos, vamos.-dijo sin más, comenzando a jalar del pequeño.

—Espera.-Murmuró Baekhyun, tratando de detener a su acompañante quien aún se aferraba al delgado brazo del castaño —Kai, espera, ¿A dónde estamos yendo?-preguntó desesperado.

—A curar esas heridas Baek, estas sangrando.-Contestó el moreno. Baekhyun, inconsciente del sangrado, miró sus manos sólo para ver el color carmín. Nadie dijo nada en el camino, de hecho, Baekhyun comenzó a divagar en sus pensamiento, discutiendo consigo mismo acerca del porque estaba yendo con un total desconocido. Cuando volvió a prestar atención a su alrededor, se dio cuenta que habían llegado a una casa y entonces la desconfianza albergó en su corazón. Jongin se detuvo en el momento que sintió al otro tensarse, y entonces dijo —Tranquilo Baek, confía en mí.-Baekhyun asintió y se dejó llevar al interior de la casa, no totalmente seguro pero si dando una parte de su confianza a Jongin.

— ¡Kai!-Una voz más gruesa se escuchó en el momento que el moreno había abierto la puerta para luego dejar ver una figura mucho más alta que el mencionado. Baekhyun tembló un poco.

—Tranquilo Yeol,-Comenzó Jongin —asustas a mi invitado.-lo siguiente que vio Baekhyun fue la figura alta del otro chico acercarse más, luego unos enormes y expresivos ojos escrutarlo por unos segundos para finalizar con una sonrisa en los labios.

—Lo siento.-Dijo, riéndose — ¿Quién es?-pregunto el gigante, quien sólo quitó sus ojos de encima de Baekhyun para mirar a Kai.

—Choqué con él.-Contestó Kai para luego dejar soltar una risita —Lo he lastimado un poco así que le curaré las heridas.-explicó mientras soltaba el brazo del más bajo y se iba a otra habitación, dejando al gigante en la misma habitación que él, quien estaba-robando-su-espacio-personal. Bien, Baekhyun le gustaba exagerar a veces.

—Hm.-Murmuró el gigante —Así que, ¿Cómo te llamas?-cuestionó y Baekhyun parpadeó, lleno de confusión por unos segundos, pero luego su cabeza proceso la pregunta del otro.

—Baekhyun.-Susurró el bajito, tratando de ignorar la incomodidad que sentía en esos momentos. Él no sabía cómo socializar con personas, era más de los solitarios y callados.

—Soy Chanyeol pero puedes llamarme Yeol.-Sonrió ampliamente el gigante, quien había extendido su mano en dirección de Baekhyun. El otro miró la mano por unos segundos y luego estrechó su pequeña mano con la más grande, estremeciéndose levemente ante el calor de su compañero.

—Estoy de vuelta.-La voz interrumpió el denso ambiente, provocando que Baekhyun se soltara del fuerte agarre de Chanyeol, quien sólo sonrió cuando el más bajito lo miró sin comprenderlo en absoluto —Ven aquí, Baek.-pidió el moreno y el nombrado asintió, caminando al lugar que el otro le indicaba. Kai le indicó al más bajito estirar sus manos para proceder a curarlas. Unos minutos después Baekhyun tenía limpias y curadas las heridas que había obtenido y luego sintió que toda incomodada volvía. No se sentía en lo más mínimo cómodo alrededor de ellos, sí, eran amables, pero Baekhyun era el problema–o eso creía el castaño–.

—Gracias.-Susurró Baekhyun cuando volvió Kai, quien había ido a dejar el botiquín de nuevo a su lugar.

—No es nada, Baek.-Sonrió —Después todo no era para tanto pero tenía la obligación de curarlas, yo te tiré.-el nombrado negó.

—Yo iba distraído, por lo tanto no fue tu culpa.-Jongin rió, provocando que las orejas del más bajito se encendieran. ¿Por qué se reía? ¿Qué era tan gracioso? Baekhyun no lo entendía.

—Eres tan terco.-Murmuró Kai —Fue culpa de ambos, ¿qué tal así?-cuestionó y consiguió un leve asentimiento de cabeza de Baekhyun —No es que llevemos bastante conociéndonos Baek, pero ¿qué haces tan tarde fuera de casa? Pareces joven y andar por la calle es peligroso.-Chanyeol, quien se había mantenido en silencio, se acercó hasta sentarse frente de Baekhyun.

—Ahora que lo dices,-Habló el gigante — ¿Qué edad tienes, Baek?-curioseó un poco Chanyeol. Entonces Kai y Chanyeol lo supieron; cuando los ojos de Baekhyun decayeron, ellos entendieron que el castaño no era precisamente un niño muy feliz. Es igual que…ellos, bueno ahora ellos si son feliz. De cierta y retorcida manera pero lo son.

—No quiero llegar a casa.-Contestó en un susurró el más bajo —Estar en casa es como estar en un maldito infierno y odio eso. Detesto tanto soportar sus gritos, insultos y el desastre que provocan por sus inútiles peleas.-Baekhyun no está de seguro del porque él decía eso con tanta facilidad a ese par de muchachos que apenas había conocido, pero no le importaba mucho en realidad. Cuando Kai preguntó que hacia fuera de casa, fue como susurrarle cuéntales todo, lo necesitas, y así lo hizo.

— ¿Tienes problemas en casa?-Preguntó Chanyeol, acercándose más a Baekhyun hasta quedar por las piernas del bajito.

—No–si.-Baekhyun cubrió su rostro en ambas manos, mordiéndose los labios para contener un sollozo. Estaba confundido —Mis padres discuten mucho, todo el tiempo.-explicó —Parece que todo lo que piensan es en discutir, gritarse y decir cuan arrepentidos están de haberse casado.-sollozó sin poder evitarlo —No sé en qué momento comenzó a retorcerse todo en casa y empezaron a dejarme de lado, haciéndome de menos y como si yo jamás estuviera ahí, escuchándolos.

—Lo siento tanto Baek.-Arrulló el gigante, quien se encontraba más cerca, y acarició su mano con parsimonia —Tus padres no saben el daño que te hacen.

—Me siento tan solo cuando estoy en casa,-Continuó el bajito —y por eso siempre prefiero regresar tarde. No me importa, sólo quiero estar tranquilo y dejar de oír sus gritos.-el delicado cuerpo del muchacho más joven tembló un poco y los sollozos habían ido aumentado, pero eso ya no le importaba.

—Está bien, todo estará bien a partir de ahora Baekhyun.-Consoló Kai, quien se había mantenido en silencio —Estaremos contigo, ¿está bien? Sólo no sufras más, te ves horrible llorando amiguito.-Kai dejó ver una conciliadora sonrisa que, inevitablemente, hizo sonreír a un lloroso Baekhyun.

 

 

Baekhyun nunca volvió a sentirse solo. No desde que conoció a Jongin y a Chanyeol. Recuerda que ese día que los conoció, ambos se ofrecieron a llevarlo a casa y en todo el camino habían bromeado, reído y brindado el cariño que Baekhyun había dejado de recibir hace tanto tiempo. Los chicos se habían despedido y se habían marchado, nunca le habían prometido nada, así que Baekhyun estaba casi seguro que no los volvería a ver.

Él se equivocó.

Al día siguiente volvió a salir tarde del colegio, evitando a toda costa llegar a casa y escuchar a sus padres discutir. Lo que él nunca imaginó fue ver a aquel par de muchachos en la entrada. Baekhyun los miró confundido y se quedó en el mismo lugar, sin saber qué hacer. ¿Lo buscaban a él? No estaba seguro y dudaba mucho que fuese por él que ellos estuviesen ahí.

— ¡Baek!-El gritó de su nombre lo sacó de sus pensamientos y cuando alzó la mirada se encontró de lleno con la sonriente y brillante cara de Chanyeol — ¡Hola!-saludó alegremente.

—Hola.-Susurró — ¿Qué hacen aquí?-cuestionó, sin poder evitarlo. Él más que nadie quería saber que hacían ellos a las afuera de su colegio.

—Bueno,-Comenzó Chanyeol —ayer te preguntamos tu edad, pero recordamos que jamás nos respondiste, así que decidimos venir y preguntarte de nuevo.-sonrió el gigante y Baekhyun parpadeó, confundido.

—Y además,-agregó Kai, quien comenzó a acercarse —queríamos saber si te gustaría que nosotros vinieras a buscarte después del colegio. Podrías pasar el rato con nosotros, claro, si tú quieres.-Baekhyun estaba sorprendido, debía admitirlo y su corazón se agitó, llenándolo de felicidad y emoción.

—Gracias.-Murmuró cuando unas pequeñas lagrimas comenzaba a surcar sus ojos —Enserio que gracias.-sollozó. Chanyeol abrazó al más bajito, arrullándolo hasta que Baekhyun sólo hipaba y unas que otras gotitas saladas resbalan por sus pequeñitos ojos.

—Deja de llorar tontito.-Kai pasó su mano por los cabellos castaños, acariciándolo en el proceso —Mejor dinos tu edad, así podremos saber que tan bebé eres.-bromeó el moreno.

—No soy un niño.-Susurró el bajito —Sólo soy un poco bajo para mi edad,-se excusó —y tengo quince años.

— ¿Quince?-Cuestionó con incredulidad Chanyeol —Creí que tendrías al menos trece años.

— ¡No!-Chilló Baekhyun, ofendido — ¡Tengo quince años, enserio!-hizo un pequeño mohín que provocó el sonrojo del gigante y haciendo reír a Kai, quien silenciosamente miraba la interacción de los menores — ¿Cuántos años tienen ustedes?-curioseó un poco Baekhyun.

—Tengo dieciocho.-Respondió Chanyeol.

—Veinte.-Kai fue el último en responder.

—Son demasiado altos para tener dieciocho y veinte.-Farfulló el bajito, aún entre los cariñosos brazos de Chanyeol — ¿No van al colegio?-quiso saber. Todos tenían una historia que querían mantener oculta, Chanyeol y Kai no eran la excepción, pero ellos se lo debían a Baekhyun.

—No estudiamos, Baek.-Respondió Chanyeol —Somos más…liberales, por llamarlo de alguna forma.-se encogió de hombros.

—Al igual que tú, tuvimos problemas en nuestras vidas y terminamos siendo lo que somos ahora.-explicó Jongin, sin decir muchos detalles —Luego, con el tiempo, te hablaremos de ello.-aseguró el mayor.

 

Baekhyun comenzó a ir con Chanyeol y Kai a todas partes. La mayor parte del tiempo estaba en casa de Jongin y es ahí donde el menor conoció lo que era fumar y drogarse. En un comienzo fue sorprendente y apabullante para Baekhyun, pero con el pasar de los días, una curiosidad atroz comenzó albergar en sus pensamientos. Quería saber que se sentía, como le haría sentir esas drogas en su cuerpo, quería experimentar, por primera vez, la tranquilidad.

Chanyeol siempre era el primer en drogarse, Kai, en cambio, se dedicaba un tiempo a estar sin meterse nada para acompañar al menor, quien los miraba con curiosidad. Fue un día, cuando Chanyeol deliraba y reía por las drogas en su sistema, que Kai habló.

— ¿Odias lo que hacemos, Baek?-Preguntó de la nada, donde, aparte de la risa del gigante, era lo único que se oía.

—No, por supuesto que no.-Respondió rápidamente Baekhyun —No soy nadie para juzgarlo, Jongin.-murmuró —Cuando los vi por primera vez me sorprendí pero no tenía porque juzgarlo.

—Eres tan bueno.-Susurró el moreno, fumando su cigarro —Chanyeol, él comenzó a drogarse a los dieciséis años, fue su único escape de la tortura mental que lo mantenía despierto todo el tiempo.-explicó Kai —No debería estar contándote esto, pero creo que lo mereces, eres nuestro amigo después de todo.

—Está bien, si no quieres está bien, puedo entender.-Agitó sus pequeñas manos, para impedir que Kai continuara hablando —No es necesario que me cuentes lo que pasó con ustedes si no quieren.

—Quiero, Baek.-Contestó Kai —Porque quiero decirte esto, es por ello que estoy hablando. Eres una parte de nosotros y mereces saberlo, ¿no crees?-cuestionó pero Baek no respondió. Él realmente entendía si no querían hablar de su historia, todo el mundo tenía la suya y habían unas más que otras que dolían como el maldito infierno.

—Jongin, enserio no–Kai colocó una de sus manos en la pequeña boca de Baekhyun, silenciándolo rápidamente.

—Quiero contarlo, Baek.-Sonrió pero no era una sonrisa, era más bien una triste, nostálgica —Los padres de Chanyeol murieron y él se quedó solo. Fue enviado a un orfanato donde escapó de ahí y fue cuando nos conocimos. Chanyeol vivió una vida llena de maltratos físicos como verbales en ese orfanato, lloraba mucho y echaba de menos a sus padres. Ni siquiera sabe que fue lo que pasó en realidad y sólo había despertado en ese lugar que lo único que hacía era dañar a los niños. Yo ya me drogaba cuando lo conocí y yo no meto a nadie en esta vida Baek, pero tampoco les impido nada si ellos quieren, ¿entiendes?-el castaño asintió —Chanyeol comenzó con las drogas tres meses después de que nos conocimos y vivió conmigo hasta que cumplió los dieciocho. Se mudó hace poco, pero siempre viene a visitarme y eso me alegra mucho, al igual que tenerte con nosotros. Chanyeol es muy juguetón y le agradas demasiado, él te quiere.

—Lo siento.-Murmuró Baekhyun. Él la tenía más fácil a comparación de Jongin. Lo único que él no tenía era el amor de sus padres y Chanyeol había quedado sin padres que, seguramente, amaban con toda su alma a su pequeño bebé.

—No ha pasado más que dos años desde entonces pero créeme, Chanyeol está un poco mejor ahora.-habló Jongin. Baekhyun entonces se preguntó que había pasado con Kai para comenzar con la drogodependencia. Sin darse cuenta de su propia acción, el bajito miró con intensidad a su acompañante. Kai lo miró de vuelta, percatándose de lo que Baekhyun quería preguntar pero que no se atrevía hacer.

—En cambio yo,-Rompió el silencio el mayor —perdí a alguien muy importante. Fue un accidente quien me arrebató a Kyungsoo.-Baekhyun se mordió los labios, no quería llorar.

— ¿Kyungsoo?-Susurró.

—Mi novio.-Respondió Jongin —Nos conocíamos desde la infancia, eras los mejores amigos, estuvimos juntos en las escuelas y decidimos mudarnos juntos cuando comenzamos a salir en nuestro último año de secundaria.-explicó —Fue difícil pero supimos sobrellevar las cosas hasta que cumplí diecisiete y la cagué toda.-el castaño escuchó la voz de Kai, llena de dolor y angustia, con reproché y culpa.

— ¿Qué pasó?-Baekhyun se acercó hasta quedar al lado del mayor y comenzó acariciar el brazo del moreno, tratando de calmarlo.

—Discutimos. Fue una tontería y discutimos hasta llegar al grado de hacer enojar a Kyungsoo. Él recogió todas sus cosas y se marchó. ¿Qué iba hacer yo sin él, Baek? No podía estar sin él, así que salí tras él, le supliqué que regresara, que me perdonara, que había sido un idiota, que merecía su enojo que pero por favor volviera. Kyungsoo estaba enfadado que no quería oírme pero lo detuve, forcejamos un poco y al final él se logró soltar de mi agarre.-los ojos de Kai se comenzaron a llenar de lagrimas, derramándose lentamente —Cruzó la calle sin fijarse y entonces–Baek no pude hacer nada. Vi como su delicado y pequeño cuerpo fue arrollado, vi su sangre salpicar por el pavimento, vi la sangre bajo su cabeza y yo no hice nada para evitarlo.-sollozó —Lo perdí frente a mis propios ojos y no sabes cuánto me odie por ello y continúo haciéndolo.

—Ya, ya.-Baekhyun envolvió sus cortos brazos en el cuello de Kai, consolándolo —No fue tu culpa, ¿escuchaste? Tú simplemente no te fijaste como tampoco lo hizo Kyungsoo al cruzar la calle. Ninguno fue culpable, sólo fue una discusión en el lugar y momento menos inconveniente. Lo siento, Kai.-Baek tampoco pudo controlar las lágrimas y lloró junto a Kai. Cuando ambos detuvieron el llanto, Jongin estaba lo suficiente inestable para seguir cuerdo y preparó una jeringa.

—Yo quiero.-Habló el castaño —También quiero.-dijo convencido, viendo la jeringa que estaba por usar Kai.

—Si quieres, está bien.-Asintió Kai —Dame tu brazo. Todo estará bien con esto.-le aseguró —Olvidaras todo el daño y tristeza que te han causado. Sentirás la tranquilidad y paz que te han quitado, Baek.

Baekhyun supo, desde hace mucho tiempo, que su vida ya estaba hecha un desastre, que nada entre su familia podía tener arreglo, que todo seguiría igual y él ya estaba cansado de las mierdas de su hogar. Con Chanyeol y Kai había encontrado felicidad, amor y sinceridad. Con las drogas y el cigarro, descubrió un mundo lleno de paz y tranquilidad.

 

 

 

Fue cinco meses después de eso. Chanyeol, Kai y él se mantenían todo el tiempo jugueteando por el centro de la ciudad, fumaban y drogaban en casa del mayor. Fue un día, cuando únicamente Chanyeol estaba junto a Baekhyun, en el parque de patinaje cuando Baekhyun encontró el amor.

Desde hace algún tiempo Baekhyun había comenzado a tener pensamientos sobre Chanyeol; los guapo que era, su sonrisa hermosa, sus risueños ojos, su encanto de niño. Eran pequeños detalles que Baekhyun comenzó a ver en Chanyeol y que cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Él ya estaba enamorado.

Ese día Chanyeol estaba un poco distraído pero se mantenía al lado de Baekhyun, a pesar de que el bajito le aseguraba que estaría bien sentado, que podía ir a patinar con Jongin, pero el gigante negaba. Baekhyun a veces no lograba entender el comportamiento de Chanyeol pero no le desagradable en lo más absoluto, él creía que era encantador, de alguna forma.

— ¿Qué pasa, Yeol?-Cuestionó Baekhyun después de una hora, donde él y Chanyeol se encontraban alejados de las rampas de patinaje —Llevas una hora en silencio y te noto nervioso.

—Bueno, me alegro mucho que me notes Baek.-Chanyeol sonrió, provocando el sonrojo de Baekhyun.

—Es que no pasas desapercibido ¿sabes? Además de que eres una persona muy parlanchina y no te escuchado, así que dime, ¿qué sucede?-preguntó.

—Eres muy observador.-Susurró Chanyeol.

—O simplemente me importas.-Completó Baekhyun. Chanyeol lo miró en silencio por unos minutos hasta que, decidido, se acercó al más bajito.

—En realidad Baek, lo que sucede es que me gustas mucho y llevaba tiempo pensando como decírtelo. No era tan fácil, al menos hasta hoy. Me gustaría que comenzáramos a salir porque realmente te amo, como jamás había amado a nadie a parte de mis padres y Jongin.

—Yeol.-Susurró Baekhyun.

—Significas mucho para mí y te quiero conmigo, a mi lado. Por favor.-Completó. No saben en qué momento uno estaba enfrente del otro y cuando se percataron de lo que sucedía, sus labios ya habían entrado en contacto, compartiendo un apasionado pero tierno beso. A lo lejos podían escuchar los gritos y silbidos de los amigos de Chanyeol y, obviamente Kai. Baekhyun y Chanyeol rieron, para luego compartir otro beso más corto. Ambos decidieron acercarse hasta donde estaba Kai, sonriéndole como si fuese un padre orgulloso.

 

Baekhyun terminó yéndose de su casa, dejó a sus padres, escuela y vida. Sólo para iniciar una donde Chanyeol  estaba y Kai también. Chanyeol acogió a Baekhyun en su pequeño departamento, donde habían decidido vivir y pasar lo que restaba de sus vidas.

Las tardes eran divertidas, alegres y tranquilas cuando estaba con Chanyeol. Las locuras, risas, besos y caricias compartidas era el pan de cada día. Kai solía llegar menos al lugar donde suelen patinar, incluso se había visto un poco enfermo pero el mayor había asegurado que sólo era un resfrío, y ambos creyeron en las palabras de Jongin.

Los besos a veces volvían loco a Chanyeol, necesitado de más. Baekhyun era primerizo en todo pero si era Chanyeol, él castaño podía intentarlo. Primero habían comenzado con tocarse mutuamente para pasar a felaciones, después a los besos negros y terminar en tener relaciones sexuales.

Fue doloroso, Baekhyun lo sabe, pero no se arrepiente de nada. Chanyeol había comenzando con repartir besos por todo el cuerpo desnudo de Baekhyun, lamiendo, mordiendo y chupando la pálida piel. Los jadeos y gemidos que el menor soltaba eran música para Chanyeol, quien con lentitud y cariño poseyó al bajito.

El primer dedo llegó, haciéndolo gritar. Entrando y saliendo de su cavidad, el deseo comenzó a recorrer todo el cuerpo de Baekhyun, quien cuando se dio cuenta tenía el segundo dedo dentro de su agujero. Chanyeol abría y cerraba los dedos, en forma de tijeras para dilatar el anillo muscular del ano de Baekhyun. Cuando el tercer dedo llegó, Baekhyun gemía necesitado de más. Chanyeol, ansioso, uso movimientos más rápidos para abrir un poco más la entrada del más bajito para luego sacar los dedos y escuchar un quejido de reproche de su novio por la ausencia de sus largos dedos follandolo.

—Chanyeol.-Se quejó Baekhyun.

—Ya voy cariño.-Contestó Chanyeol, untándose el lubricante por su largo y grueso miembro. Una vez que terminó, se colocó entre las piernas de Baekhyun, donde pasó su virilidad por el fruncido agujero, frotándose y encendiendo más la pasión y el deseo de ambos.

— ¡Chanyeol!-Gritó Baekhyun y rápidamente metió su pene dentro del ano del pequeño, haciéndolo gritar del dolor. Se mantuvo quieto por unos minutos hasta que sintió a Baekhyun moverse, pidiendo silenciosamente por más. Las caricias, besos y palabras de amor salieron de ambas bocas mientras compartían fluidos corporales. Baekhyun jamás había tenido relaciones sexuales con nadie, Chanyeol es su primero en todo. Y más que lujuria y pasión, el acto que acaban de hacer era haber hecho el amor.

Todo el tiempo era de sonrisas, caricias, besos, amor y diversión. Baekhyun junto a Chanyeol consumían drogas, claro, a una medida exacta y no exagerada, Baekhyun ya no lo necesitaba en realidad, él era feliz con Chanyeol.

El momento color rosa que ellos estaban compartiendo era agradable, dulce y delicado, pero nada es perfecto. Nunca lo es y ellos lo supieron cinco meses después. Cuando ellos estaban en su burbuja llena de felicidad y amor, se habían olvidado completamente de Jongin–el mayor no los culpaba en lo absoluto–, quien se sumergía cada día más a la oscuridad, donde la añoranza y recuerdos de Kyungsoo torturaban al mayor.

—Sólo quiero volver a verte.-Susurró Jongin, inyectándose una dosis más fuerte que de las que él estaba acostumbrado a usar. Jongin se sentía muerto, nada que no fuese Kyungsoo lo volvería a la vida. Chanyeol estaba feliz junto a Baekhyun, y viceversa. La felicidad de Jongin tenía nombre y apellido pero ya no estaba en el mundo terrenal, y sin él ya no quería seguir, nunca quiso seguir pero Chanyeol había llegado a su vida y no podía dejar a un chico tan destruido como había sido alguna vez Park Chanyeol. Entonces Baekhyun; un chico triste, con cicatrices al igual que ellos, llegó a sus vidas. El más joven fue una luz para alumbrar el camino de Chanyeol, y entonces Kai podía dejarlos, a ambos e irse a encontrar con Kyungsoo, algo que siempre había deseado desde hace tanto tiempo —Lo siento Yeol, Baek, pero necesito estar con Kyungsoo. Yo–simplemente no quiero seguir sin él.-lloró mientras se inyectaba la droga —Sólo quiero volver a comenzar con Kyungsoo.

 

∫∫

 

Encontrar el cuerpo inerte de Jongin no fue lo que esperaban encontrar ese día. Chanyeol y Baekhyun esperaban encontrar a un Jongin tumbado en la cama, comiendo o sólo leyendo, pero no esto, no a un Jongin muerto.

Baekhyun puede ralentizar esa escena; Chanyeol soltando su mano y correr al cuerpo sin vida de Jongin, él yendo tras de Chanyeol y luego hincado al lado de Kai, llorando, suplicando para que volviera pero era tarde. Ni el llanto ni la suplicas harían volver a Jongin a la vida y ellos lo supieron después de escuchar a los paramédicos. Chanyeol gritó lleno de impotencia y dolor, Baekhyun sollozaba con dolor, porque ninguno de los dos quería perder a Kai. Jongin había sido y sería alguien importante de ambos chicos.

El velatorio fue sencillo y con pocas personas. No había más que amigos que solían patinar con Kai, Chanyeol, Baekhyun y la familia de Jongin con los familiares de Kyungsoo. Chanyeol había dejado de llorar pero no había hablado desde entonces. Baekhyun sólo podía llorar porque no podía hacer más. La perdida de Kai lo había golpeado tan duro y sorpresivamente que no sabía como más reaccionar. El dolor recorría su pecho, la angustia y la escena volvía aparecer y Baekhyun no lo soportaba, él no quería ese final para Jongin.

Los días siguientes después de eso fue algo diferente; la ausencia y el dolor era palpable. Chanyeol no hablaba más y había comenzado a fumar y a drogarse continuamente. Baekhyun también lo hizo, porque el dolor lo abrumada de sobremanera que no podía evitarlo.

Los besos, caricias y el amor que una vez habían compartido se habían vuelto simplemente en algo carnal y lujurioso. Chanyeol follaba a Baekhyun mientras estaba drogado y cuando estaba en su sano juicio sólo era silencio y frialdad. La perdida de Kai había golpeado tan duro en las vidas de Chanyeol y Baekhyun, más en el gigante.

Las peleas llegaron dos meses después de la partida de Jongin, llanto y gritos era lo único que escuchaba todo el tiempo Baekhyun. Estaba cansado, dolido, triste y no quería eso. Jongin significó mucho para el menor pero tenían que continuar porque Kai siempre deseó la felicidad de Chanyeol, y Baekhyun lo sabía. En cambio Chanyeol divagó en un lugar lleno de penumbras sin su mejor amigo, olvidándose de la persona que más amaba en el mundo pero Jongin siempre significó tanto para el gigante que superar su muerte nunca podría ser posible. Le causaba dolor y llanto por la media noche, angustia, sufrimiento y arrepentimientos. Chanyeol pensó que el haber conocido a Baekhyun fue una cosa maravillosa pero si eso significaba el haber perdido a Jongin, él hubiese deseado jamás encontrarse con el castaño.

Baekhyun puede recordar el final de su relación con Chanyeol. Nunca lo olvidaría porque ese día entendió que él había encontrado el amor en un lugar sin esperanza, en una persona que había perdido la fe en su propia vida, que el daño que había obtenido con la muerte de Kai, era algo que nunca superaría ni con el amor que Baekhyun le ofrecía.

Fue medio año después de la muerte de Kai que Baekhyun terminó en un hospital y cuando dio por terminado todo tipo de relación con Chanyeol. Ellos estaban discutiendo por nada, pero así era su relación desde hace meses. Gritos, gritos, gritos y más gritos.

— ¡Eres un estúpido!-Gritó Baekhyun — ¡Detén tu mierda ya, Chanyeol!-dijo agitado el menor.

— ¡Cállate!-Gritó el gigante — ¡No sabes nada!

— ¡Se cuanto significó Jongin para ti, pero no voy a permitir que te mueras, ¿Me estas escuchando, gigante estúpido?!-gritó una vez más Baekhyun —Te amo, lo hago, estoy perdidamente enamorado de ti y por lo mismo no quiero perderte a ti también.-sollozó el menor —Ya perdí a Kai y no voy a perderte a ti tampoco, Yeol.

— ¿Te importó alguna vez Kai?-Cuestionó con sorna Chanyeol —Tú fuiste el que me alejó de él y lo abandoné, lo dejé solo y murió.-el gigante comenzó a llorar, demostrando en su rostro el dolor que sentía en esos momento — ¡Tu eres el único culpable de esto, Baekhyun!-gritó — ¡Tu tuviste la culpa de esto!

— ¡No es cierto!-Negó el menor —Jongin siempre su culpó por la muerte de Kyungsoo. Yo no tengo nada que ver con la muerte de Jongin, yo también lo amaba, Chanyeol y su muerte me destrozó, pero a él le hubiese gustado que nosotros continuáramos, él vio algo que nosotros nunca pudimos ver, Yeol.

—Yo no quiero más esto, Baekhyun.-La ronca voz de Chanyeol se escuchó por el departamento que estaba en completo silencio —No quiero tenerte más conmigo.-Baekhyun derramó lagrimas pero se negó, no iba a dejar a Chanyeol, nunca. El gigante era la felicidad de Baekhyun a pesar de los últimos meses de mierda que habían tenido. Haría lo que fuese para recuperar otra vez los tiempos donde eran felices, a pesar de que ya no estaría Jongin con ellos.

—No voy a dejarte, Chanyeol.-Aseguró Baekhyun —Podemos comenzar de nuevo, dejando atrás el dolor y mantener inmortalizado en nuestros corazones a Kai. Él nunca nos abandonará si lo mantenemos vivo en nuestros recuerdos. Por favor Yeol, dejemos esta vida; las drogas, la nicotina, comencemos de nuevo una vida sana y mejor.

—Vete al infierno, Baekhyun.-Lo que el menor quería evitar es que su novio se inyectara la droga. Tendría una sobredosis, estaba casi seguro que eso ocurriría si permitía que Chanyeol se inyectara. Era demasiada droga para una sola persona.

—Vamos Yeol, hablemos de eso y suelta la jeringa, ¿Está bien?-Trató de persuadirlo —Ven, vamos a hablar.

— ¡Déjame en paz!-Gritó Chanyeol. Baekhyun cogió el brazo del gigante, usando toda la fuerza que le era posible para evitar a cualquier costa que se inyectara esa sustancia.  Ambos forcejaron con brutalidad, pero el más pequeño no se rendiría con facilidad. Entre empujones, gritos, llano y dolor, nadie se percató en qué momento, accidentalmente Chanyeol había introducido la aguja en la tersa piel de Baekhyun ni cuando la sustancia fue inyectada en el sistema del menor. Cuando Chanyeol se dio cuenta de ello, él sostenía a Baekhyun entre sus brazos mientras el otro se agitaba por las convulsiones de su cuerpo. El gigante, desesperadamente sacó su móvil y pidió ayuda con el 911. Chanyeol estaba llorando, suplicándole al cielo para que tampoco perdiera a Baekhyun, él era el único culpable si algo le llegase a pasar a su pequeño novio, mejor dicho ex–novio.

Cuando la ambulancia llegó, él subió y rápidamente fueron trasladados al hospital. Chanyeol lloró por la culpa porque él jamás quiso lastimar a Baekhyun de esta forma, él siempre deseo ser la felicidad de Baekhyun pero desde la muerte de Kai todo había cambiado y Chanyeol no podría cumplir su deseo. Todo lo bueno que habían logrado a lo largo de los meses se estaba yendo lentamente por el desagüe y Chanyeol jamás deseo llevarle dolor a Baekhyun, no quería eso para el castaño, pero fue principalmente él quien le había causo dolor al pequeño castaño y jamás se lo perdonaría. Por eso le rogó al cielo, suplicando una oportunidad más.

Si Baekhyun vivía, se Dios le daba la oportunidad al castaño para sobrevivir, Chanyeol se iría lejos. Lejos de la vida de Baekhyun para que el bajito comenzara de cero, en otro lado, con otras personas, en otro ambiente, pero nunca más con él, quien ya había perdido las esperanzas.  Decidido, oró por el bienestar de Baekhyun antes de correr fuera del hospital e ir a un lugar que había ido meses atrás. Tocó la puerta y una señora, bajita, ojos apagados, sin vida, lleno de tristezas, rasgos parecidos a los de Baekhyun abrió la puerta.

 

 

Cuando Baekhyun despertó, encontró a su madre, mirándolo con ojos lleno de lágrimas, dolor y sufrimiento a partes iguales. Él, inevitablemente, lloró al lado de su progenitora. Su madre le contó que un muchacho alto y joven fue quien ido a su casa, contándole que él se encontraba en el hospital.

La señora Byun lloró, disculpándose y rogando por el perdón de Baekhyun. Había hecho mal, descuidó a su hijo por un absurdo matrimonio que ya no tenía arreglo, perdió a su hijo y no se había dado cuenta. Baekhyun la perdonó porque él necesita el amor y cariño de su madre, siempre lo necesitó.

A partir de ese día Chanyeol jamás apareció en su vida. Baekhyun estaba comenzando una mejor vida, a lado de su madre, en un hogar lleno de amor, cuidados y protección, pero eso no quitaba el hecho de que Baekhyun siempre rogaba todas las noches por volver a ver a Chanyeol. Aunque fuese de lejos, no le importaba en lo más absoluto. Era como si estuviese gritando, sin que nadie lo escuche. Se siente avergonzado de como alguien puede ser tan importante, que sin él se siente como si nada. Nadie podrá entender cuanto duele. Se siente sin esperanza, como si nada pudiese salvarlo, y cuando todo termine y se haya ido, hasta deseará que todas esas cosas malas regresen para que pueda tener lo bueno.

Estaba en lo más cierto. Podría tener a su lado a su madre pero su gigante idiota le hacía falta. Él hubiera continuado al lado de Chanyeol si no hubiese ocurrido aquel accidente, Baekhyun hubiese deseado seguir así mientras estuviese Chanyeol pero ellos habían encontrado el amor en un lugar sin esperanza.

 

 

 

 


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