Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HAAKON por Karenlauren

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Estábamos bailando alegremente con la demás gente del pueblo, delante de mí tenía un chico que, aunque horas antes había estado llorando cómo si no hubiera un mañana, había descubierto la libertad. Hasta ahora la gente le había encadenado al suelo culpándolo de su propio miedo e inseguridad, pero todo eso lo acababa de abandonar.
Ahora él volaba, se podía ver con tan sólo echarle un vistazo. Sus ojos brillaban cómo si acabara de nacer y su piel resplandecía, estaba en paz consigo mismo y el mundo. Me alegraba por Naruto.

De pronto él paró de bailar y me arrastró hasta  una calle. Se arrodilló y me dijo:

- Me has devuelto la vida, gracias.

Miré a mi alrededor avergonzado, nos estaba mirando medio pueblo.

- ¡Levántate! – dije nervioso. Le cogí de la mano arrastrandole hacia un callejón.

- Bien, antes de que digas nada quiero que sepas que al principio tan sólo fui a buscarte porque quería que fueras mi pareja… pero después de conocer tú pasado no te obligaré a luchar, le puedo pedir a mi familia que se ocupe de ti. Podrías vivir una vida normal.

Naruto negó con la cabeza y me miró decidido:

- Quiero estar contigo, - se volvió a arrodillar y puso mis manos sobre sus hombros – te debo la vida.

Le miré sorprendido y asentí.

- ¿Estás seguro?

- Ahora mi cuerpo y alma te pertenecen, lucharé contigo hasta el fin.

- Bien, entonces has de saber que nuestro destino es la Escuela de Leopold.

Él me miró sorprendido y preguntó:

- ¿Eres un contratista?

- Si, y la verdad es que uno no muy hábil…- dije con una sonrisa de disculpa.

- No importa, tu falta de habilidad la puede cubrir mi poder - dijo Naruto riendo ante la mirada confundida del chico –deberías saber que yo soy un muñeco mimo de clase S.

Mis ojos casi se salieron de sus órbitas de la sorpresa no podía creer lo que acababa de decir ese niño:

- ¡¿¡Eres un muñeco mimo de clase S!?!

- ¿Realmente estás tan sorprendido?

- ¿Para empezar, tú sabes que es un muñeco mimo? – me miró cómo si le estuviera llamando tonto.

- Por supuesto! Un mimo es un soldado que establece un sigma con su contratista y este lo usa para luchar. De hecho, ya te lo he contado antes, creo. Ese es el motivo de que masacraran a mi familia: a los débiles los mataron y los fuertes los vendieron cómo esclavos para luchas clandestinas.

- Lo siento, no esperaba que fueras un mimo… y menos uno tan fuerte – la verdad es que eso me hizo mirarlo con nuevos ojos. Los muñecos mimos clase S son los más fuertes, la élite, por decirlo de alguna manera. Y yo que me conformaba con uno de clase media, pensé con ironía.

Él me tiró de la mano, su cara estaba perdiendo color lentamente.

- ¿Hay algún bosque por aquí?

- Si, ¿quieres que vayamos?

Naruto asintió y se disculpó:

- Lo siento, he pasado demasiado tiempo viviendo entre árboles y acostumbrado a coger su energía así que ahora la mía se gasta muy fácilmente.

Le cargué en la espalda haciendo que soltara un gritito de sorpresa. Reí divertido.

- No tiene gracia… - susurró él.

Llegamos al bosque y le dejé apoyada en un árbol, enseguida volvió el color a su rostro pareciendo llena de vida.

- ¿Estas…

Fui interrumpido cuando alguien me inmovilizó por detrás. De las sombras salieron muchos hombres sucios y llenos de heridas con expresiones toscas. Algunos armados.

- ¡Dadnos todo el dinero!

- Sasuke… - dijo Naruto asustado. Tiré la cabeza hacia adelante cogiendo impulso y la volví a lanzar hacia atrás dándole en la nariz al hombre que me sujetaba por detrás. Enseguida me soltó y fui corriendo hasta mi rubio. Le cogí de las manos y recité el juramento.

Un círculo mágico nos rodeó y él me miró entre sorprendida y confusa. Le hice un gesto con la cabeza para que repitiera conmigo.

- Por dentro tengo a dos yo,

locura y debilidad,

cuestiono mis emociones con palabras,

nunca digo lo que realmente siento,

fingiré fortaleza,

para que no sufras por mis debilidades,

aprenderé a ser feliz,

El círculo empezó a dar vueltas a nuestro alrededor mientras nosotros terminábamos de recitar al unísono:

por qué estar triste no sirve para nada.

Nuestras miradas se encontraron y dentro de sus pupilas pude ver el hechizo que se estaba grabando en sus ojos – SIGMA.

Una luz salió del círculo y aire mágico se arremolinó a nuestro alrededor.

De repente, todo quedó absorbido por nuestros cuerpos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).