- Tienes que mejorar tu defensa... a este paso no vas a conseguir un contratista tan siquiera de nivel bajo... - dijo Yuiko a Ritsuka mientras este se defensaba de sus golpes, no le gustaban las clases de entrenamiento... tenía que pelear contra Yayoi ya que era la única que tan siquiera se molestaba en hablarle a alguien de un nivel tan bajo... pero tampoco le importaba, era mejor así... si alguien llegaba a descubrir que su transformación apenas era un polluelo y era totalmente capaz de derrotar a un muñeco de clase media, no quería saber qué ocurriría cuando este alcanzara la edad madura...
Era su secreto íntimo y personal, nadie debía saber que él contenía un muñeco sin clasificar... era especial... tanto que se salió de control una vez... una sola vez que recordaría toda su vida ya que cambió su destino y existencia.
Ahora era el "criminal" más buscado de la región de Konoha... tuvo que empezar una nueva vida y decidió ir a la escuela de Contratistas de Leopold dónde se inscribió cómo muñeco de clase E, la más baja. Le dieron alojamiento en su residencia de alumnos, dos comidas al día... quizá tres si tenía suerte además de que aprendió a controlar a su transformación.
- Yuiko, ¿para qué te molestas? Él nunca va a mejorar... es un mediocre... - dijo un chico de pelo largo verde y ojos grises, Yayoi si no recordaba mal su nombre. Siempre se metía con él pero no era cómo los demás... él nunca le había agredido o destrozado sus cosas.
- ¡Vamos! - dijo ella encarando a Ristuka e ignorando a su amigo - sé que puedes hacerlo mejor... Si tan siquiera estás sudando!
De pronto sonó la campana que indicaba el fin de la hora... Salvado, pensó el peli negro con un suspiro. Rápidamente fue a los vestidores, se paró delante de su taquilla, la abrió y se puso el uniforme a tiempo de oir a los demás entrando para cambiarse.
Cerró la taquilla y echó la ropa de entrenar a lavar.
Salió de ahí con sigilo... normalmente pasaba desapercibido para los demás estudiantes y prefería que siguiera siendo así pero... Se acercaban los exámenes, daría lo que fuera para escaquearse pero... era obligatorio asistir para todos los alumnos. Incluído "mediocres" cómo él.
Esas pruebas le daban mala espina, tan sólo eran peleas entre alumnos de la misma categoria mientras los contratistas les observaban y después les elegían.
Suspiró de cansancio... mañana empezaban las pruebas, a lo mejor debería empezar a pensar lugares para escapar para cuando descubrieran su auténtica forma...
No podía volver a Konoha, tampoco a leatis, le conocían y seguramente habrían repartido folletos de "EN BUSCA Y CAPTURA" con su retrato...
Quizá debería probar con las islas del norte... se llamaban... Ki... Ku... Konitsu! eso, le habían hablado de ellas y, a pesar del frío, la comunicación era muy mala pero la gente muy amable...
- ¡Auch! - se dió contra lo que parecía una pared cayendo así de culo. Se levantó encontrándose con unos ojos violeta intenso que le miraban fijamente. - Perdón... - se disculpó con una reverencia para pasar por el lado del chico mientras sentía su insistente e inquisidora mirada en su espalda. Sintió cómo le cogía de la muñeca, reteniéndolo.
- ¿Cómo te llamas? - le dijo el de ojos amatista y pelo cenizo a Ritsuka que soltó su muñeca con un movimiento brusco de brazo mientras le miraba con desconfianza. - ¿Y bien?
Ritsuka siguió andando dándole la espalda a aquél hombre molesto... sintió todos sus movimientos, des de que levantó el brazo para alcanzarle hasta que le retuvo por el hombro y con el pie le puso la zancadilla.
No evitó sus movimientos, tan solo le dejó hacer cómo si fuera un ser sin vida.
Cayó al suelo estrepitosamente ante la sorprendida mirada del chico, los de su alrededor se rieron de él y le señalaban insultándole mientras se levantaba del suelo para seguir andando.
- ¡Oye! ¿Qué te crees que estás haciendo? - dijo una voz conocida a sus espaldas. Ritsuka se giró con una mueca de cansancio... se arrepentía de haberle hablado a aquella chica que tan solo parecía meterle en problemas.
- Yuiko, no importa...
- ¡Vas a dejar que te humille así!? - la miré y ella apretó los puños, pero nos quedamos atónitos al oir una molesta risa.
- ¿Le haces caso a un muñeco de nivel más bajo? - nos miró divertido y con un brillo que me provocó escalofríos.
- Es mi amigo y respeto su opinión. - Dijo Yuiko con seguridad pero Ritsuka sabía que aquél hombre sospechaba algo, aprovechó que estaba distraído con Yuiko y se esfumó.
Volvió a su habitación e invocó a sus familiares y únicos amigos:
- Natsuo, Youji!
- Ritsuka-chan! - gritaron ambos nada más salir del sello de invocación abrazando al nombrado. - ¿cómo has estado?
- Hacía meses que no nos llamabas! - se quejó Natsuo inflando las mejillas - ¡Estábamos preocupados!
- Vamos, os dije que estaba con los exámenes escritos! - se intentó disculpar con una sonrisa de felicidad... hacía tanto que no les veía...
Les abrazó con todas sus fuerzas.
- ¡Os eché de menos!
- Y nosotros a ti tonto! - dijeron a la vez el par Zero devolviéndole el abrazo. Tras unos minutos se separaron y acomodaron por la sala. - Cuéntanos, que tal te han ido?
- ¿Eh? - dijo Ritsuka des de la silla del escritorio, confuso.
- ¡Los exámenes escritos! - dijeron la pareja Zero enojados.
- Bastante bien, obtuve unas calificaciones por la media.
- Nos alegramos.
- Gracias pero... - les miró a los ojos mientras se le humedecían... - ...chicos...
- ¿Qué ocurre? - dijo Natsuo alzando la voz algo alarmado.
- ¡Ha vuelto a descontrolarse?! - gritó Youji asustado.
- No, no es eso pero... tengo miedo... - le miró a los ojos mientras se sentaba a la cama en medio del par - ... mañana empiezan los exámenes y no puedo evitarlos...
Los gemelos se miraron preocupados:
- ¿No puedes fingir una gripe? - dijo Natsuo.
- ¿ o una infección contagiosa? - Ritsuka les miró con lagrimitas en los ojos...
- Sabéis que yo no enfermo! Es frustrante que a cada problema que tenga me digáis que finja una gripe cuando no la puedo pillar!
- Anda, es verdad...
- Supongo que es nuestro castigo por habernos dejado tanto tiempo ahí y no llamarnos.
- Vale, de acuerdo... Lo siento! pero no sé que hacer... ¿Y si vuelve a pasar? - dijo cogiéndose la cabeza con ambas manos y juntando las rodillas al pecho mientras apoyaba la espalda en la pared.
- Ritsu... - ambos le separaron las manos de la cabeza para lanzarse a su pecho y abrazarle. - Tranquilo, todo va a salir bien.
- Gracias... - murmuró antes de quedarse dormido... se había sentido muy solo sin ellos, le agradaba su compañía.
Se quedaron dormidos los tres en la cama, a la mañana siguiente Ritsuka deshizo la invocación y fue al estadio de arena dónde habrían los primeros combates, entre ellos el suyo con un oponente aleatorio.