Observaba el amanecer sentado al lado de las cenizas de lo que había sido un fuego y no pude evitar recordar a aquél príncipe...
Al principio parecía frío y distante pero enseguida me mostró cómo era de verdad cuando trató de... "atacarme"... aún así no había podido dejar de pensar en él... de cierta manera parecía... amable, no había desvelado mi secreto. Cuando intentó hacerme aquello aún no controlaba del todo mis poderes y los activé por error, no sé qué ocurrió después pero al abrir los ojos estaba en mi habitación. A él jamás volví a verle.
- Zero... Buenos días... - dijo una voz dulce y adormilada, miré a Yuuki desperezarse.
- Buenos días...
- ¿Has dormido?
- No... - susurré lo suficientemente alto como para que me oyera.
- Esta noche avísame a medianoche e intercambiamos turnos...
- No hace falta. - Dije en un tono seco... tan temprano y ya estaba causando problemas... en cierta manera me recordaba a mi hermana pequeña.
- Tienes que descansar... después de todo eres tú el que monta al caballo y conduce. No quiero tener accidentes - hizo un puchero inflando sus mejillas, no pude evitar estirar los brazos y estirar esos mofletes tan regorditos... eran como los de un bebé...
- Mfe Jhaces dañuo - dijo mientras le estiraba los mofletes... que suaves... pensé impresionado. La dejé en paz y desaté al caballo.
- Vamos, hay que ponernos en marcha... no estamos lo suficientemente lejos del pueblo, aún pueden pillarnos.
Ella asintió, la subí detrás de mí en la silla y ella pasó los brazos alrededor de mi cintura.
- ¿Lista?
- Cuando quieras! - dijo Yuuki cogiendose fuerte a Zero mientras espoleaba al caballo con suaves golpes de pies.
Cabalgaron durante tres días descansando por las noches. Ahora se encontraban a unas millas de Leopold, podían ver las torres del castillo alzarse por las murallas a lo lejos.
- Es preciosa... - murmuró Yuuki para sí misma mientras miraba embelesada la ciudad.
- Sí, ¿alguna vez saliste de Palacio?
- No, - dijo negando con la cabeza - siempre he querido saber que más había detrás de ese jardín de rosas...
Zero la miró comprensivo:
- Yo prefería el jardín de lirios...
- ¿De verdad? - la chica apartó la mirada del paisaje para encarar al chico que la miró sonriendo... era la primera vez que le veía sonreir... pensó Yuuki, y tenía una sonrisa preciosa.
- Sí, me encanta la forma de los lirios, su olor... y mis favoritos son los blancos... me transmiten tanta paz...
- ¿Sabes que su significado es la pureza? - y muy acertado en tú caso... eres una buena persona Zero, pensó la chica... la había acogido y realizado su sueño de ver el exterior... sin dañarla o pensar en ella en "ese" sentido, no la había tocado nada más que para darle su chaqueta cuando tenía frío por las noches...
Le vió asentir.
- Sí, aunque no va mucho conmigo... - más de lo que crees, pensó la chica con una mirada cariñosa. Él la trataba como una hermana. - ¿Cuál es tu favorita?
- ¿eh?
- De rosa, digo.
- Las amarillas, supongo que es por mi edad pero me parecen muy... alegres, me anima mucho verlas u olerlas... y sus pétalos son dulces.
- ¿Te comes los pétalos?
- Solo en verano, la cocinera pica hielo y cojo unos cuantos del jardín para darle sabor.
- Vaya... yo eso lo hacía con la menta...
La chica le sonrió y se acostó:
- Avísame a medianoche... - dijo bostezando.
- Buenas noches. - Le susurró Zero mientras veía la ciudad, a la mañana siguiente llegarían pero tendría que ideárselas para esconderla... después de todo no quería que los pillaran, e ir con una chica con un tatuaje más que llamativo estampado en la cara no era su idea de discreción pero... que le haríamos...
Sonrió y le acarició e lpelo a la chica con cariño.
- Sabes, me recuerdas a mi hermana Ichiru pero... tú me gustas más... - dijo para sí mismo sin ser consciente que la chica aún no se había dormido y, feliz, se acurrucó en la cama improvisada.
A LA MAÑANA SIGUIENTE.........
- Perdone, ¿qué ocurre? - le preguntó Zero a un hombre que iba corriendo a yo qué sé dónde.
- Hoy empieza el torneo en la Real Academia de Leopold! - gritó el hombre corriendo calle abajo. Zero se giró hacia Yuuki que le miró por debajo de la capa con la capucha puesta.
- ¿Quieres ir?
- Por supuesto... - dijo la chica a la que consideraba su hermanita.
Fueron por el camino por dónde había desaparecido el hombre y llegaron a un lugar abarrotado de gente que más que una academia parecía un estadio de lucha...
Entraron y Zero vio que no se había equivocado... ERA un estadio de lucha.
El lugar estaba totalmente lleno de gente, habían tenido suerte de poder conseguir unos de los últimos asientos.
Se sentaron y esperaron a que empezara lo que se supone que habían ido a ver.
- Bienvenidos! - dijo una voz des del centro del escenario, enseguida se oyó un silencio sepulcral por el lugar para poder oír la voz del hombre. - Vamos a empezar los combates de nivel E! Los primeros en enfrentarse serán: Irina, Pavel y Ritsuka!
Todos aplaudieron desinteresados sin saber que ese iba a ser el primer y último combate....