Estábamos los dos en el comedor y ya habíamos terminado de comer, él estaba revisando que tuviera todas sus cosas en cambio yo estaba sentado a su lado curioseando.
- ¿Cuánto tiempo llevas en esta isla?- me preguntó él.
- Unos cinco años.
- Eso es mucho tiempo, ¿dónde están tus padres?
- Muertos - respondí tranquilamente.
Él se sorprendió y preguntó:
- ¿No los echas de menos?
- No - respondí indiferente, mi abuela Tsunade había cuidado muy bien de mí, no me podía quejar ni decir que me había sentido solo en ningún momento; no tenía ese derecho.
Entonces me acordé que había algo que quería preguntarle:
- Y bien, forastero ¿qué te trae por aquí?- dije con picardía.
- Estoy buscando a alguien - dijo él cortante.
- A lo mejor te puedo ayudar, conozco a casi toda la isla y ellos a mí- “Aunque preferiría que no fuera de este modo”, pensé para mí mismo.
-Estoy buscando a Kiba.- Enseguida supe quién era: el hijo del gobernador del pueblo, debería tener un par de años más que yo pero antes de que empezaran… bueno de que dejáramos de ser amigos él y yo hacíamos buenas migas, también recuerdo que fue el primero en lanzarme piedras y llamarme monstruo.
- Le conozco- dije con un hilo de voz.
Él se alegró y dijo:
- ¡Genial! ¡Gracias Menma!- me sorprendí, fue la primera vez en mucho tiempo que alguien me llamaba por mi nombre falso aquí en Leatis, emocionado se me humedecieron los ojos. - ¿Me podrías llevar esta tarde?
- ¡Claro! – dije llevado por el entusiasmo de ser aceptado.
De repente, ambos estábamos entusiasmados y riendo sin saber porqué.
Él se puso su ropa ya seca, cogió sus cosas y se preparaba para irnos.
Mientras, en mi habitación, yo me quité las dos coletas que llevaba soltándome el pelo de color ámbar que caía como una cascada de oro en mis hombros.
Lo cepillé recogiéndolo en un moño bajo sin dejar ni un mechón libre. Cogí mi chaqueta y bajé las escaleras.
Él me estaba esperando en la entrada, abrí la puerta pero él me detuvo:
- ¿No cierras la casa?
- No hace falta, no pasa nadie por aquí. ¿Sabes trepar árboles?- pregunté.
- Si, ¿por qué?- preguntó con curiosidad.
- Si no puedes seguir mi ritmo grita - le dije mientras cruzaba la puerta hacia el bosque. El se rió, supongo que pensaba que estaba bromeando pero yo iba muy en serio.
Me acerqué al árbol más cercano, antes de trepar por él me giré y le dije:
- ¿Listo?
Sin esperar a que me respondiera salté rápidamente hacia una de las ramas de la copa y empecé a saltar entre ramas sin mirar hacia atrás para ver cómo estaba, quizás en otro tiempo si lo hubiera hecho pero no ahora.
****NOTAS DE LA AUTORA****
Holis, en esta historia Naruto será más como un pequeño elfito…. Por cierto… qué prefieren Narusasu o Sasunaru? Ya me dirán, espero que les guste XD