-¡Ah, maldición! Me enfurezco cada vez que pienso en él ¡Ese maldito Leorio...!- se quejaba en su casa un chico rubio, apretando los puños -Es el mayor error que he cometido en toda mi vida... Leorio Paladiknight... Eres realmente irritante-
Tras decir esto se dirigió a la puerta -Vas a pagar por eso-
*Flashback*
Era de noche, había pasado mucho desde la última vez que se vieron y volverían a reunirse al día siguiente, él debería estar emocionado por eso, pero Kurapika estaba en su cama, en silencio, tranquilamente recostado, incluso podría decirse que... aburrido -Ahh- suspiró -No se si quiero verlos en este momento, además Leorio me pidió que fuera por él al aeropuerto, realmente no quisiera verlo, no quiero estar a solas con él-
A Kurapika le daba miedo estar con él porque se sentía nervioso e incómodo con su presencia y no entendía el porque... (o no quería entenderlo) -Leorio...-
Al día siguiente...
-¿Eh? ¿Cuando me quedé dormido? ¿Que... hora es?- se preguntó al despertar -¡No puede ser! Ya es muy tarde- dijo, mirando el reloj -¡Sino me doy prisa no llegaré a tiempo con Leorio!- exclamó y en sólo cinco minutos ya se había levantado de la cama, se había bañado, vestido, cepillado los dientes y estaba corriendo hacia el aeropuerto (Al parecer Kurapika le hace la competencia a Killua en cuanto a velocidad).
-Me pregunto que debería hacer cuando lo vea... Sólo debo actuar normal, como siempre- decía para si mismo mientras corría, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta que había alguien más corriendo en dirección contraria, iba a gran velocidad, así que no tuvo tiempo para detenerse y chocó contra él. Ambos cayeron al suelo y "el sujeto misterioso" quedó sobre el rubio y con sus labios sobre los suyos, los dos se miraron fijamente por unos segundos, sin saber que hacer -¡¿Kurapika?!- preguntó sorprendido y alejándose rápidamente -¿Leorio?- preguntó también -Me alegra verte, creí que no vendrías, por eso decidí...- -Espera... ¿Que acabas de... hacer?- -¿Huh? ¿Que hice...? Mmm, yo... creo que...- trataba de recordar -...Te bese- se dio cuenta al fin, se veía asustado, mientras Kurapika se estaba enojando -Sí, eso hiciste- le dijo, sus ojos se volvieron rojos, pero ese rojo brillante no era nada comparado con el rubor en sus mejillas -¡Oye, espera!-
Leorio sabía que si veía esos ojos sólo podía significar una cosa... tendría serios problemas
-¡Alto! Fue sólo un accidente, yo no quise...- decía, tratando de calmarlo...
Demasiado tarde, las cadenas ya estaban en sus manos y Kurapika corría tras él, agitándolas furiosamente
-¡Ahhhh!- gritaba el perseguido, cuando de pronto vio un callejón donde podría esconderse y así lo hizo, se escondió, rezando para que el Kuruta no lo encontrara y lo matara, o algo peor... (Puede haber cosas peores que la muerte)
-¿Donde te metiste?... ¡Deja de esconderte y sal de una vez!- -¿De verdad cree que voy a salir? Ni loco lo haría- pensaba Leorio
-Se está acercando ¿Que hago?-
Cuando los pasos de Kurapika se escuchaban peligrosamente cerca, Leorio decidió hacer lo único que se le venía a la mente en ese momento
-Te encontré, ahora discúl...-
"Inesperadamente" Leorio lo volvió a besar, pero fue muy rápido, lo suficiente para lograr escapar antes de que el rubio reaccionara
-¿Eh?- -¡Lo siento!-
El cobarde doctor corrió de prisa hasta perderse de vista y Kurapika se quedó de pie, sin saber que hacer
-Tú... ¡Estas muerto!-
Volvió a perseguirlo, aunque sin saber donde podría estar, ya que lo había perdido
-¿Que diablos le pasa? Le dije que fue sólo un... Espera, ese segundo beso sí se lo di consiente-
Y finalmente, el lindo y atemorizante rubio lo había encontrado y estaba muy cerca de atraparlo
-¡Oh, no! ¡Dame un respiro!!-
En casa de Kurapika...
-¡Maldición! Lo perdí ¿A donde pudo haber ido? Necesito encontrarlo y... y... y...-
Era inútil, no podía quitar de su mente esos besos que le había dado Leorio "No fue nada romántico, deja de pensar en eso" se repetía una y otra vez
-Él no me gusta ¡No puede gustarme! Es una estupidez-
En otra habitación de esa misma casa alguien escuchaba su diatriba
-Me pregunto que haría Kurapika si descubriera que estoy aquí-
(Una aclaración: Kurapika, al tener mucha prisa y salir corriendo hacia el aeropuerto se había olvidado de cerrar la puerta, por eso pudo entrar Leorio).
*Fin de flashback*
El furioso rubio había salido de la casa, para continuar buscando al moreno.
-Sí que es histérico... En cualquier caso, debo darme prisa y salir de aquí-
Minutos después de que Kurapika se había ido, Leorio se acercó a la puerta para irse, pero en cuanto la abrió se encontró con los inoportunos amigos faltantes; Gon y Killua
-¿Leorio? ¿Que haces aquí?- preguntó el de ojos cafés -¿Gon, Killua? ¿Que hacen aquí?- les preguntó, nervioso
-¿Lo olvidaste? Íbamos a vernos aquí hoy- dijo el peliblanco
-¿Por que te ves tan nervioso? ¿Y donde esta Kurapika?- lo interrogó el pelinegro -Ehhh... yo...-
Ese nerviosismo de Leorio hizo que Killua sospechara (Y pensara mal)
-¿Acaso pasó algo entre ustedes?
El hecho de que Leorio comenzara a sudar y a sonrojarse, dibujó en el rostro de Killua una sonrisa de triunfo
-Lo sabía- le dijo, creyendo que sí había pasado algo... (Bueno, algo más que un par de besos "accidentales")
-N-no... te equivocas, no...-
-¿Pasar algo? ¿A que te refieres, Killua?- le preguntó inocentemente Gon, pero el albino sólo reía y miraba sospechosamente al otro
-Nada, Gon... sólo que nuestros amigos se nos adelantaron- respondió al fin -¿Se nos adelantaron? ¿De que hablas?- continuaba preguntando, todavía mas confundido
-¡Nosotros no hicimos nada! Bueno... N-no, quiero decir...- -Hahaha! Vamos, estas...-
-¡Leorio!!-
Sí, Kurapika había llegado y no parecía muy feliz que digamos
-¡Ah, Kurapika! ¿Donde...?-
-Ahora no, Gon... Tengo algo que... "discutir" con Leorio- le dijo, acercándose lentamente al pobre doctor, que temblaba de miedo, aún con las cadenas en sus manos y sus ojos enrojecidos
-Oigan, al menos deberían esperar a que nos vayamos, no?-
Ese comentario de Killua hizo desaparecer las cadenas y el rojo de sus ojos pasó a sus mejillas
-¿Que?- preguntó el rubio
-E-es que Killua cree que nosotros...- intentó explicar Leorio
-Sí, se a lo que se refiere- lo interrumpió, enojado
Kurapika podría fingir enojo cuanto quisiera, pero cualquiera se daría cuenta de lo que sentía de verdad (O no?)
-¡Vamos! ¿Alguien puede explicarme que está ocurriendo?- suplicó Gon
Los otros solamente se miraron sin decir nada, hasta que el más valiente de los chicos se compadeció del pelinegro y le contó lo que él entendía
-Ellos están enamorados y no quieren admitirlo- le dijo
-¡¿Que?!- preguntaron al unísono -¿Eso es cierto?- preguntó Gon
-P-por supuesto q-que no- negaba el Kuruta -¿No? D-digo ¡Claro que no!-
Después de algunas horas de preguntas incómodas y respuestas nada sinceras, los dos más chicos se fueron, dejando a los otros solos.
-Kurapika...- comenzó a decir Leorio
-Vuelve a besarme y te mato- lo interrumpió
-¿Besarte? ¿Por que crees que iba a hacer eso?-
Kurapika se quedó como piedra, sabía que no debió haber dicho eso, sus mejillas retomaron ese lindo color carmesí
-Y-yo... ¡No me refería a eso, idiota!... Pero ya me besaste dos veces ¿Lo olvidaste?-
-Ah, eso, yo... lo siento- se disculpó, eso sorprendió al Kuruta
-Olvidalo... No necesitas disculparte- le dijo serio y sin mirarlo a los ojos
-Entonces... ¿Puedo volver a hacerlo?- le preguntó riendo
Y como ya era habitual, el rostro de Kurapika enrojeció de nuevo
-¡Por supuesto que...!-
La sonrisa de Leorio lo ponía nervioso, por más que lo negara, él sabía bien que sí quería que lo volviera a besar, sin embargo debía conservar su orgullo
(Él se sentía frustrado y avergonzado por haberse enamorado de Leorio)
-...Haz lo que quieras, no me interesa- le dijo, con el tono más indiferente posible
-Bien...-
Leorio se inclinó sobre él y lo volvió a besar, esta vez de verdad, estando consiente de ello y Kurapika lo aceptó
-¿Por que demonios me gusta este sujeto? Es tan...- pensaba el rubio
-...tan Leorio- concluyó con una sonrisa