Vainilla y chocolate. Chillón y gruñón. Jaguar y pantera. Chico lindo y pervertido amante de los senos. Había varias formas por las cuales se identificaban o más bien eran conocidos Kise y Aomine y por lo mismo la mayoría de amigos y compañeros no entendía como podían tener una relación; y se referían más al moreno ya que todos conocían su afición por los senos y lo machista que suele ser, así que se preguntaban cómo era posible que tuviera de pareja al MODELO ¡MODELO!
Aunque se veían bien juntos muchos tenían miedo de lo que podría ocurrir con ellos, este aspecto lo ignoraba el rubio ya que él siempre era positivo y algo despistado como para tomar en cuenta estos factores. El creía que podría llevar a flote una buena relación con él, siempre se esforzaba al máximo de hacer un buen papel de novio pero ese era el problema. Aomine nunca ha desarrollado ese papel, si tuvieras que etiquetarlo sería el de amigo con derecho, era una relación retorcida en la cual solo una parte ponía de su apoyo.
¿Si solo una persona se esfuerza se puede salvar una relación?
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El miedo es algo que a veces controla la vida de las personas y hay veces donde algunos individuos pasan por alto este sentimiento y se arriesgan ya que se dice que Los que no se arriesgan no ganan pero…si lo que se arriesga es demasiado valioso, la mente solo se deja dominar por el temor.
Kuroko siempre tuvo miedo de declararse a Kagami por ser rechazado y lo más importante perder ese vínculo de amistad que tenían ya que si al menos no sentía lo mismo por él, podrían seguir estando juntos como amigos; disfrutar de la compañía de alguien, sus gestos y estar cerca de el sin ningún problema es el privilegio que tienen los amigos. Pero el sentimiento que estaba en su corazón era demasiado grande como para poder controlarlo y ocultarlo, siempre deseaba poder decir Te amo, el poder darle un pequeño beso, abrazarlo, tomarle de la mano o simplemente sonreírle sin ocultar el sonrojo que le provoca es por ello que en un arrebato de conciencia se podría decir, cuando llego a su límite le confeso todo y obtuvo sorprendentemente la respuesta deseada.
Su relación siempre fue calmada, tal vez demasiado. Paso un casi un mes como para que se tomaran de las manos, 2 meses para poder tener un beso en los labios. Kuroko siempre deseaba más afecto, a un mayor grado, en vez de un beso en la mejilla deseaba uno en los labios, tampoco esperaba un beso francés pero si algo más intenso. Kagami siempre lo evitaba avanzar más según por qué iban demasiado rápido pero kuroko evitaba presionarlo.
Había oído que en una relación es como si estuvieras con tu mejor amigo pero eso era demasiado. Quería que el pelirrojo con sus acciones marcará la diferencia entre ser amigos y ser novios.
Pasó el tiempo y seguía igual. Kuroko se había rendido y aceptado que tendría una relación sumamente ANTIGUA con su tigre que más bien parecía un gato que lo ignoraba y apenas lo rasguñaba. Se auto convencía que era un pervertido por esperar algo más fuerte y apasionado. Incluso temía que en su luna de miel en vez de tener sexo jugaran baloncesto.
ÒnÓ
La noche fresca de verano le daba un poco de tranquilidad a Kuroko mientras sentía nervios al dirigirse a cierto lugar. La sombra de Seirin estaba enfrente del departamento de su Luz ya que no lo había visto hace mucho tiempo y decidió por su cuenta que lo visitaría y le daría una pequeña sorpresa, le había comprado 6 hamburguesas (ya que solo para eso le ajustaba) aunque sabía que no serían suficientes considerando como era su novio pero le daba igual, la intención es lo que importa.
Toco pero nadie abrió, lo siguió intentando pero no recibió ninguna respuesta y cuando justamente se iba a retirar vio que había luz en el cuarto de su novio, imagino que tal vez se había quedado dormido o algo parecido así que saco la llave que tenía y abrió la puerta con lentitud para no hacer ruido. Sigilosamente camino hacia su cuarto para sorprenderlo ya que nunca se lo había dicho a nadie pero realmente le divertía asustar con su presencia a kagami y siempre lo hacía apropósito.
Abrió la puerta y lo primero que vio fue a Kagami acostado boca arriba en su cama con una toalla en su cara, con el torso desnudo y solo con unos boxers, dejando su sonrojo al lado noto que no parecía estar dormido ya que susurraba cosas que el peli azul no entendía, estaba confundido ¿Kagami se había vuelto sordo o porque no le había abierto? Se acercó y se sentó en el borde de la cama, al sentir el peso extra en su cama kagami se quitó lentamente la toalla.
-¿Chihiro?-
-¿Q-Qué?-
-¡Kuroko! ¿Qué haces aquí?- se levantó de golpe quedando sentado
-Vine a visitarte Kagami-kun-
-¡Pudiste haberme avisando!-
-Quise darte una sorpresa-
-V-Vaya que me la diste-
Si algo lo incomodaba en si no era la actitud defensiva de Kagami sino más bien que había dicho Chihiro. Su pecho empezaba a contraerse por el remolino de ideas que surcaban su cabeza.
-Te traje esto…- extendió la bolsa con la comida
-G-Gracias-
El silencio era abrumador e incluso pudo notar el aura que rodeaba al pelirrojo, una que transmitía una clara incomodidad e incluso podía jurar que parecía tener miedo. ¿Por qué?
-Kagami-kun sabes bien que si te pasa algo puedes decírmelo, siempre te escuchare y estaré a tu lado- tomo su mano presionándola para transmitir lo que no podría llegar con sus palabras- puedes confiar en mi-
-Kuroko-
Más para Kagami, esas palabras se las dirigía así mismo para auto convencerse. Una sensación espantosa se estaba apoderando de su cuerpo. Kagami alejo su mano desasiendo la unión de ambos, tomo aire y lo soltó en un suspiro que parecía eterno.
-Kuroko sabes eres un buen chico…-bajo la mirada viendo su regalo
-¿Kagami-kun?- dijo confundido
-Aunque siempre dices cosas vergonzosas, eres un idiota impulsivo, dejando eso de lado eres amable y siempre has sido un buen compañero y amigo…-
-Kagami-kun…-
-Mira incluso me compraste unas hamburguesas-soltó una risa forzada- siempre estas a mi lado apoyándome y diciendo lo que necesito escuchar-
-¿Q-Que estás diciendo?-
-he estado pensando en varias cosas…cosas sobre nuestra relación sabes-
-K-Kagami-kun-
-Lo siento por haberte evitado todo este tiempo, es que necesitaba pensar seriamente sobre cosas o más bien sobre nuestra relación…..y llegue a una conclusión, la cual no hablaría de ella hasta la graduación en una semana-
-¿Qué conclusión?-
-Realmente te aprecio pero….- se rasco la cabeza en desesperación- aghh!! Lo que trato de decir es que- lo miro a los ojos- creo que te quiero mucho pero creo como un buen amigo y no deseo perder esa amistad-
Un dolor agudo a la mitad de su pecho se hizo presente, su rostro no expresivo empezó a deformarse en una mueca de tristeza mientras unas lágrimas se acumulaban en sus ojos.
-¿Q-Qué?- un nudo en su garganta le impedía hablar claramente- Kaga-mi-kun no comprendo…-
-Seré sincero contigo, aquella vez que te me declaraste me sorprendí mucho no solo por lo que dijiste sino por la seriedad con que lo dijiste por eso- suspiro- pensé que no sería correcto rechazarte así que por eso acepte-
-Insinúas que…..Quieres decir que t-tu nunca sentiste lo mismo-
-No quería herirte, sabía que te dolería ser rechazado y todo se iría al caño después de eso-
-¿Y creíste que era mejor fingir y jugar conmigo?- bajo la mirada
-No pensé que esto llegaría tan lejos…-
-Fui amando por compasión… ¡ESO ES PEOR QUE SER RECHAZADO!-
-L-Lo lamento Kuroko, eres mi amigo así que no quise lastimarte- trato de explicar el tigre
-¡¿Y qué crees que estás haciendo ahorita?!-
-¡Te estoy diciendo la verdad porque no es correcto que siga engañándote!....no me gusta-
-Q-Que cruel eres Kagami-kun…- susurro dolido mientras se permitía llorar
-Quiero que olvidemos todo esto y sigamos siendo amigos, en serio tú me enseñaste tantas cosas como la amistad, el compañerismo y el disfrutar una victoria con mis camaradas que no dejaras de ser alguien importante para mí-
-¿Me pides que olvide mis sentimientos, el hecho de que fui engañado y que siga como si nada?-
-Kuroko- trato de tocarlo pero este aparto su mano con un manotazo
-¡No puedo! ¡Lo lamento pero no puedo hacerlo Kagami-kun! ¡Aunque tú no me amaste yo si lo hice!- se paró de golpe afrontando a Kagami- ¡Yo nunca fingí sobre mis acciones y sentimiento por ti!-
Se consideraba un idiota. Fue amando por misericordia, nunca fue correspondió al parecer. Se esforzó para nada, vivía en un engaño, en una mentira que simplemente lo ilusiono para soñar en un futuro con el pelirrojo. Se sentía estúpido y miserable. No sabía que decir, que hacer, empezaba a cuestionarse si enserio necesitaba escuchar esto o deseaba mejor nunca haberlo oído.
-E-Esto no puede ser peor…-
-Kuroko, tengo que decirte que…-
La puerta se abrió dejando entrar a un peli plateado con una simple toalla en su cintura mientras restregaba otra por su cabeza para secar sus hebras grises. Una mirada expresaba sorpresa e incomodidad, otro miedo y desesperación mientras que la última tenía la mirada vacía al ver la figura enfrente de él dándole entender un mensaje más que claro. Así como vino Chihiro se fue, al ver que sobrara y no debía haber llegado en ese momento. El hecho de que kagami estuviera en esa fachas, el que no le allá abierto la puerta y la presencia del jugador de Rakuzan le llegaron de golpe dejándolo sin aliento asimilando todo lo que podía significar.
Descansar en paz. Deseaba cerrar los ojos y no volver abrirlos, soñar con un Kagami que lo recibí con los brazos abiertos mientras devoraba sus labios y se entregaban a su puro y sincero amor. Quería creer que todo esto era una pesadilla.
Si enterarse que todo fue una mentira era como si le encajaran un puñal el saber que alguien más, NO, el saber que su copia, su versión mejorada había tomado el lugar que siempre ha añorado era como si le hubieran pasado por encima de su corazón sin compasión alguna.
-Kuroko yo-
-Así que como no sabías cómo pretender ser mi novio practicabas con Chihiro-san-
-Yo no- en serio que no es lo que piensas es solo que….-
-No tienes por qué hablar, es más que claro que fui engañado en dos formas diferentes-
-K-Kuroko- susurro
Su típica mirada inexpresiva ahora era fría, vacía y sin emoción alguna a un grado totalmente diferente al usual. Dio unos pasos hasta estar enfrente de su luz y sin previo aviso lo beso, sus labios se rosaron.
Kagami estaba sorprendió por lo cual se quedó en shock, sin mover un musculo. Kuroko besaba al pelirrojo tratando de ver si realmente todo fue falso pero al ver que no era correspondido noto que el único enamorado era el, se separó y se irguió con la mirada baja mientras su cuerpo entero temblaba. Aquel beso seria el ultimo que guardaría en su memoria aunque no era mutuo quería tener un pequeño recuerdo, quería quedarse con algo, quería mantener ese preciado cariño que tuvo ya que sino posiblemente se perdería en la tristeza.
-¿Kuroko?- dijo confundido Kagami mientras se cubría su boca por la impresión
-Ehh~ así que al final si fue un amor no correspondió-
-Kuroko yo- no pudo terminar su oración ya que un puñetazo lo detuvo. El sonido del golpe resonó en la habitación.
-Lamento tanto haberme enamorado de ti, al parecer te cause muchas dificultades- dijo secamente
-Basta…Tu no-
-Por mi culpa tuviste que decir mentiras-
-Detente…-
-Lo siento…-
-¡Kuroko!-
-¡LAMENTO HABERME ENAMORADO DE TI KAGAMI TAIGA!-grito furioso
Salió corriendo sin ver exactamente hacia donde se dirigía, solo quería alejarse de aquella presencia porque no quería sucumbir, no quería mostrarse débil ante él. Se tropezó al llegar a un parque, su cara dio contra el suelo pero sin hacer mucho daño, se sentó sobre sus rodillas sintiendo ese dolor en la frente el cual le comprobaba que esta era su realidad.
Recapacito todo. Y en serio deseaba morir, se sentía tonto al no darse cuenta de la verdadera naturaleza de su relación, sentía furia innecesaria al ver que Kagami andaba un Chihiro pero no tenía porque ya que nunca fue real lo que mantenían y sentía vergüenza al actuar como un enamorado ante alguien que no miraba con otros ojos.
-¿Nunca tuve la oportunidad de ser algo más que su sombra?-
Una verdad que pocos comprende es que el llorar si sirve de algo. Un corazón herido siente tanto que empieza a llenarse de tantas emociones adoloridas al grado de que si no deja salir un poco de agua salada se ahogara en un mar tan oscuro. El guardarse las lágrimas solo ahoga más el corazón en su pena.
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