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La maldición de la gota de agua por Keiran

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Ya eran dos semanas que Alexander y Jack no se habían parado en mi casa, tenía miedo, estaba muerto del miedo… ¿se habían ido ya? ¿Ya no volverían? Esas preguntas comenzaron a carcomer mis pensamientos al cuarto día que ellos no habían vuelto a venir… No sabía que era lo que exactamente había pasado, pero estaba desesperado por ver una señal de vida de esos chicos, y la quería ya. No había dejado de mover mis piernas sentado fuera del recibidor de mi casa, tenía que ir a la graduación de la preparatoria en tan solo treinta minutos, ¿era bueno que fuera? Eso solo se vivía una vez en la vida, después entraría a vacaciones y tendría todo el tiempo del mundo para esperar a Jack y Alexander.

Así que lo hice, me levante de ese lugar y guarde mi toga en una de mis típicas bolsas de plástico transparentado, siempre me iba por lo fácil, así que esta vez no iba a ser la excepción. Llegue a la preparatoria en un taxi, ni siquiera mi primo podría estar conmigo, pues estaba en el trabajo, me cambie en el baño de ropa… me digne a que solo me tomaran la fotografía, solo me senté entre los demás alumnos como el único a quien no lo acompañaba nadie, solo escuche ese bizarro discurso de graduación de la más inteligente de la generación y solo pase al frente por mi diploma… e igualmente, solo regrese a casa en un taxi diferente, con esa toga de un color azul metálico y sin mi carrete puesto, suspire pesadamente al llegar frente a la puerta de mi casa, ya eran las seis de la tarde y me había negado a toda invitación de lastima a comer, era cierto “era el chico huérfano” para los padres de mis compañeros de estudio…

Pero al tratar de abrir la puerta de mi casa, note que la perilla se había barrido, la habían abierto forzadamente, y había unas curiosas manchas de dedos en el marco de esta, sangre era lo que hacia esas huellas más visibles, al instante entre azotando la puerta y vi a Alexander tirado en el corredor, respirando de una manera dificultosa mientras alguien más salía de mi cocina y traía un trapo húmedo para lavar el rostro del que estaba tirado en el suelo… al verlos las lágrimas salieron de mis ojos, y me acerque con miedo a Alexander.

—     Por dios… ¿Qué fue lo que sucedió? — Alexander traía una enorme herida en el cuello, como si se lo hubieran desgarrado con las uñas, y esa herida había desgarrado parte de su ropa hasta su pecho

—     No es nada, andábamos por el bosque y una pandilla de tipos nos atacaron con sus cuchillos—Jack hablo, pero el también traía unos cuantos rasguños en el pecho dirigiéndose al hombro

—     ¿Qué hacían en los bosques de escocia? —les pregunte, le quite a Jack el trapo y comencé a curar a Alexander— Hombres no harían esa clase de herida, ¿me crees idiota? — le pregunte aun con el enorme nudo en mi garganta— ¡No mientan! ¡Por algo no vinieron en tanto tiempo! —

—     E-Estamos diciéndote la verdad peque— me dijo Alexander tomándome de la muñeca, veía mis lágrimas saliendo como una fuente— Sentimos no haber venido en tanto tiempo…—

—     Yo juzgare eso… — apreté mis labios y exprimí el trapo que estaba empapado en sangre— Son unos malditos, imbéciles… todo tienen—

—     Se te ve bien la toga— Jack hablo para aliviar un poco la tensión, me levante de golpe y estame el trapo contra sus ropas que ya estaban manchadas con sangre de por sí, el solo se quejó— ¡Hay!... me duele Kyle—

—     Me vale un pepino…— le dije enojado— Lávalo de nuevo y tráelo para seguir limpiando a Alex…—

—     No te enfades, teníamos unas cosas que hacer… es todo—

—     ¡Ustedes no estuvieron preocupados de saber si los habían abandonado aquí! ¡Ustedes no fueron a un lugar en donde te tomaban fotografías mirándote con lástima! ¡Ustedes no están asustados por ver a sus amigos heridos en la entrada de su casa! ¡Son unos egoístas! — le grite a Alexander quien con cada grito estridente de mi garganta, cerraba los ojos con miedo— ¡No quiero volver a verlos en mi maldita casa! ¡Lárguense! — estaba realmente enfurecido, deje a Alexander tirado en el suelo, con un Jack confundido en la entrada de la cocina, escuche que me gritaron, aun así seguí corriendo escaleras arriba…

Con brusquedad arranque la toga de mi cuerpo rompiéndola de un lado, la hice una maldita bola y la lance contra el computador haciendo que unos marcos de fotografía de cristal se rompieran estrellándose en el suelo, rasgue la bolsa plastificada y saque de ella las ropas que traía puestas en la mañana, comenzando a ponérmelas… escuche como entreabrieron la puerta y en un impulso también lance el maldito despertador que había estado a mi lado para que no entraran… era Jack quien hablaba preocupado, pero al ver que le aventaba las cosas a mi alrededor simplemente se asustó.

—     ¡Ya cálmate Kyle…!— me dijo el en un grito

—     ¡No me calmare maldito estúpido! — le grite, tome el palo de hockey de mi closet, era con el que iba a patinar en hielo con mi madre, y golpe la puerta de mi habitación con fuerza, estaba sin camiseta y los botones y la bragueta del pantalón abiertos, no quería que Jack me viera, aparte, no había dejado de llorar, me sentía estúpido

—     ¡Por favor déjanos hablar contigo, Alexander está subiendo! — me pidió ahogadamente al sentir como volvía a golpear la puerta con fuerza y casi le destrozaba el dedo pulgar que estaba en la orilla de esta— ¡Kyle maldición, no te hagas el ofendido! —

—     ¡¿Ofendido?! ¡¿Yo haciéndome el ofendido?! — Golpee de nuevo la puerta y esta vez me pegue a ella para cerrarla, ni sabía de donde había sacado tantas fuerzas, la tarde estaba acabándose y pronto la oscuridad reinaría afuera, ¿Por qué maldición siempre venían en la noche? Cerré la puerta por completo y Alexander comenzó a hablarme igual que Jack, cerré con seguro y me digne a cambiarme adecuadamente— ¡Les dije que se largaran de mi casa! —

—     Vamos Kyle… teníamos unas cosas que hacer, por eso no pudimos avisar que no vendríamos en un buen tiempo— Era Alexander, esas palabras hicieron que mi enojo volviera

—     ¡Y de buenas a primeras vienen, abren la puerta de mi casa cuando no estoy, a la fuerza, y llegan sangrando como si nada hubiera pasado, tratando de hacer que ignore ese hecho…! ¡Y todavía me dicen que me he hecho el ofendido! ¡No son mis amigos, son simples cazadores de oportunidades! ¡Eso es lo que son! —fue y me senté cruzado de piernas en mi cama mientras tomaba un cocodrilo de peluche y lo estrujaba entre mis brazos, suspire pesadamente, y el temblor se apodero de mi cuerpo con el silencio de afuera, mis sollozos comenzaron a sonar por toda mi habitación y apreté mi rostro contra el pelaje sintético del peluche, aun así, estaba sumamente feliz de volver a verlos y saber que no me habían abandonado aquí, como habían dicho en esa platica antes de ir a la feria. Estaba feliz.

—     Perdónanos… sabemos que estas no son maneras de aparecer Kyle— Alexander me pidió con su voz temblando— En verdad lo sentimos mucho… —

—     ¡Mentira! — les grite con mi voz rota— Ustedes dos son puras mentiras y secretos…—

—     Perdóname por haberte prometido algo que creíste que no cumpliría Kyle… pero aquí estoy, aquí estamos ambos… regresamos porque eres nuestro único amigo, no tenemos a nadie más—

—     ¿Me dirán quien les hizo eso? —

—     Fueron unos tipos en la ciudad, me buscaron problemas y me descontrole— Jack confeso— Alexander se metió por mí y recibió todo el daño Kyle… fue error mío que lo hirieran de esa manera—

—     ¿Por qué no vinieron en tanto tiempo? — pregunte

—     Bueno… unos chicos nos habían pedido ayuda, Alexander es amigo de ellos y teníamos que buscar a un tipo llamado William en la ciudad, al final llegamos a una tienda de tatuajes, y después de salir de ese lugar esos tipos nos comenzaron a perseguir por días, no podíamos simplemente llegar aquí y traerlos a donde vivías Kyle… no queríamos ponerte en riesgo, hasta hoy en la tarde se me acabo la paciencia, y Alexander así de herido fue el resultado— Jack sonaba culpable, aun así sentía que su voz estaba ocultándome algo, esa no era la verdad completa, pero lo deje pasar por el momento, me levante y me asome al espejo de mi baño, mis ojos estaban completamente rojos, me enjuague la cara para borrar un poco las marcas y mientras ellos estaban callados, quite el seguro y abrí la puerta lentamente— En verdad lo siento pequeño… lo siento mucho—me dijo al ver mi cara algo demacrada y mis ojos rojos

—     Vamos Kyle, no tenías por qué llorar— Alexander me tomo de la mano y me estiro, lo abrace con fuerza al ver sus heridas, era extraño… estaban curándose muy rápido, aun así le sonreí— así está mejor…—

—     Me deben una pizza— les dije sonriendo

—     Te comprare las pizzas que quieras— Jack me dijo y me tomo en un abrazo muy fuerte y cálido

—     Hoy fue mi graduación… las pizzas van de gratis, el helado si me lo vas a comprar tu— le dije soltándome del abrazo y parándome a su lado— y no cualquier helado, uno de yogurt—

—     Mira que no somos millonarios…— Alexander rio con el comentario de Jack

—     Ya, ya… comprémosle lo que nos pide, mira que hay que darle crédito por saber chantajear bien—

—     Me lo merezco, pase con honores— les guiñe un ojo y simplemente rieron

—     Felicidades— me dijo Jack al verme tomar el teléfono de mi habitación y llamar, tenía planeado pedir al menos cinco pizzas, pero el muy idiota acabo con mi felicidad de verlos cenar conmigo por primera vez— pero ya sabes… nosotros no vamos a comer—

—     Bufe molesto— Bien, solo pediré dos entonces…—me resigne

Estaba trapeando el suelo que tenía impregnada la sangre de Alexander, había vendado su pecho y cuello, para los veinte minutos él ya estaba bien campante viendo la televisión como era costumbre, ni siquiera se quejaba de que le doliera, a Jack también le había curado unos cuantos rasguños y una pequeña herida como de un puñal en el hombro izquierdo, igual que Alexander tampoco se quejaba, tocaron el timbre y grite emocionado ¡Pizza! muchas veces ante las risas de mis amigos, abrí y tome el dinero que Jack me había dado de mis bolsillos, pague y entre con las pizzas hasta la cocina…

Enseguida puse un plato sobre la isla y acomode dos hermosos pedazos de pizza de salami con champiñones y queso extra en él, abrí el refrigerador y rápidamente me serví refresco y me senté en uno de los banquillos… di el primer bocado y un dulce gemido salió de mi boca, era placentero, ahora entendía por qué la gula era uno de los pecados capitales… Estuve comiendo solo por un rato, después entraron los dos susodichos por la puerta de la cocina viéndome comer como un animal, no es verdad, pero así sentí que me vieron…

—     ¿En verdad no quieren? — les pregunte señalando las cuadradas cajas a mi lado, ellos solamente negaron— de lo que se están perdiendo…—

—     ¿y que paso con la fotografía que te tomaron en la graduación? — me pregunto Alex, estaba atento viendo como felizmente me acababa un tercer pedazo de pizza

—     Me la traerán en unos dos días…— les conteste— Salgo yo solo de todas maneras—

—     Sentimos no haber podido estar contigo— Alexander se disculpo

—     Descuida, no importa, de todas maneras tengo la frente en alto… me atreví a ir yo solo— reí con lo último— la mama de Sebastián quería a fuerzas llevarme a comer a su casa—

—     ¿Quién es Sebastián? — me pregunto Jack con una ceja alzada

—     Un chico gay que quiso que fuera su novio en cuarto semestre—Alexander se atraganto con su saliva y Jack simplemente se quedó callado ante mi respuesta— ¿Qué sucede? — pregunte acercando un nuevo trozo de pizza a mi boca

—     ¿Gay? ¿En serio? ¿Le atraes a los gay? — me pregunto Alexander algo rojo de la cara, parecía que a él le daba más pena que a mi

—     Si… pero él ha sido mi única propuesta, hasta hace unas horas todavía quería que fuera su cita— sonreí al recordar cómo casi se arrodillaba en plena graduación—pero él no es de mi tipo…— dije eso y me detuve mirando directamente a Jack ¿Cómo sería mi chico ideal? Como Jack, eso seguro. Blanco, alto, atlético, de ojos cafés rojizos, con cabellos cortos, y con una sonrisa espectacular, y con un perfil europeo envidiable… pare mis pensamientos al sentir como mis mejillas comenzaban a arder y trague con dificultar la pizza que traía en la boca

—     Bueno, al menos Sebastián tiene buenos gustos…— Jack hablo y Alexander le dio un codazo, el solo se sobo la parte afectada— Ya déjame… es la verdad—

—     Si pero cuando tú lo dices suenas como un gay— y todos comenzamos a reír en la cocina

Rato después estábamos en la sala jugando en la consola un videojuego de zombis, uno que me encantaba, residente evil cinco… iba ganándole a Alexander cuando de repente, siendo las ocho en punto de la noche, alguien entro por la puerta, y una voz muy conocida aviso que acababa de llegar, ¡Rayos, Gabriel si ha venido el día de hoy!

—     Kyle… te he traído algo de tarta— mirando los tres hacia el corredor vimos como Gabriel venía con un pastel en las manos, nada más y nada menos que de puro chocolate y fresas con mermelada, se me hizo agua la boca

—     Hola Gaby…— le dije sonriendo, me levante ignorando el hecho de que Gabriel no conocía en lo más mínimo a Alexander ni Jack— Creí que esta semana no ibas a venir…—

—     Gabriel vio a los chicos pero se concentró en mi más que nada— ¿Cómo que no iba a venir? Es el día de tu graduación, tenía que felicitarte, y perdóname por no haber estado para que nos tomaran la foto—

—     Descuida, remendaré la toga y me la pondré para tomarnos la foto aquí en la casa después…— tome la tarta y fui directamente a la cocina, dejando a los chicos con Gabriel, no me sorprendió que Alexander se levantara a saludarle, Gabriel se parecía a mí, sí, pero él no era para nada flacucho y bajito, era casi del mismo tamaño que Jack, con unos ojos grises y el cabello claro, aunque algo aperlado de la piel por trabajar en construcciones, era un muy buen arquitecto.

—     Mucho gusto… mi nombre es Alexander— al salir de la cocina vi a Alexander saludar a mi primo, y como Jack se levantaba del sofá poniéndole pausa al videojuego, para saludarle igual

—     Un gusto… ¿y tú eres? —

—     Mi nombre es Jack… — Jack le sonrió con amabilidad y enseguida Gaby volteo conmigo

—     Siento no haberte hablado de ellos, son mis amigos… desde hace tiempo—

—     Bueno, es una sorpresa, es bueno que no estés solo todo el tiempo— Gabriel sonrió— ¿y desde cuándo es que son amigos? —

—     Desde hace más de un año y medio— torcí la boca ante la mirada reprobatoria de mi primo— ya lo siento, es que jamás veía el momento de platicarte de ellos, venias y dejabas la despensa, te llevabas los recibos para pagarlos y hablabas del embarazo de Lidia, por eso no te dije en todo este tiempo— mire a los chicos también un poco avergonzado

—     Está bien… descuida, al menos ahora lo sé— se quitó el saco y lo dejo en uno de los sofá— ¿quieren comer tarta chicos? Les gustara, es casera—

—     ¿A-Ah? B-Bueno… nosotros…— Alexander estaba cohibido allí parado, tal parecía que a Gabriel no podrían decirle que no como a mí me decían siempre sin dudarlo— Nosotros no…—

—     Vamos, solo será una rebanada— dije sobando las palmas de mis manos como una mosca, al fin comerían en mi hogar— es una grosería negarse— recalque aún más malvado que hacía unos momentos

—     S-Solo una rebanada no nos hará daño— Jack respondió mirándome entre molesto y angustiado

Estábamos los cuatro en la cocina, Gabriel estaba partiendo el pastel en rebanadas normales, pero parecía sentir que Alexander rogaba por que las rebanadas de ellos fueran mucho más pequeñas, así que le dije a mi hermano que a ellos les tocaran pequeñas, que por que ya habían comido, me miraron con un agradecimiento que jamás había visto en sus ojos… cuando mi hermano les tendió el pequeño platillo con florecillas de porcelana, ellos lo tomaron muy lentamente, y veían el pastel como si fuera la peor cosa que pudieran llegar a comer en su vida… ¿Qué daño les hacía una pobre rebanada de pastel? Yo comencé a comerla con mucha calma, sabia deliciosa, y más el betún que estaba echo con algo de queso crema… y la serie de fresas que me había tocado por ser el celebrado, Gabriel también comenzó a comer, pero ambos notamos que ellos no habían comido ni una sola cucharada… me les quede viendo y comencé a pensar que obligarlos a comer había sido una mala idea.

Al notar Jack y Alexander que mi primo se les quedaba viendo al no comer, tomaron la cucharada de pastel y la metieron en su boca sin dudarlo… pero las muecas que hicieron provocaron mi preocupación, sus rostros mostraban el desagrado total ante el sabor del pastel, duramente se tragaron el primer bocado, volvieron a tomar pastel y lo introdujeron en su boca… Gabriel hablo en esos momentos, había abierto el refrigerador.

—     Diablos, no hay leche… iré a la tienda por ella Kyle— Gabriel tomo las llaves del coche y salió por la puerta de la cocina, Alexander y Jack esperaron un tiempo más hasta que la puerta de la entrada se azoto, enseguida ambos corrieron al lavabo y escupieron todo el pastel, comenzando a lavar su boca con algo de agua, yo me levante asustado

—     ¡Debieron de haber dicho que no! — grite al ver como Jack casi vomitaba enjuagando su boca— ¡¿Por qué están haciendo eso?! — me aleje de ellos unos pasos al escuchar las gárgaras que Alexander estaba haciendo al lado mío

—     ¡Es la peor cosa que he probado en toda mi puta vida! — grito Jack y así sin más tomo la fibra para lavar los trastes y la paso por toda su lengua

—     Joder… este sabor se me quedara para siempre en la boca— Alexander casi lloraba, y parecía que hacía arcadas, estaba a punto de vomitar en serio

—     ¡Ya basta! ¡No ensucies mi cocina! — llegue a su lado y lo dirigí al lavabo, lo tome por la nuca y lo doble, mientras a nuestro lado Jack seguía tallando su lengua desesperado— ¡Tomen algo de agua por dios santo chicos! ¡¿Por qué aborrecen el pastel?! ¡No, mejor dicho por que aborrecen la comida de mi casa! — grite enojado al escuchar como Alexander posiblemente ya estaba vomitando

—     ¡Somos intolerantes a la lactosa! — Jack parecía enojado y arrojo la fibra al suelo— ¡Joder Kyle, eres alguien horrible! —

—     ¡Yo no soy horrible! ¡Pudieron haberse negado pero les dio pena! ¡No tengo la culpa de que sean intolerantes a la lactosa! — Me cruce de brazos y los rete con la mirada, después les señale— ¡Es otra mentira suya! ¡Le hacen el feo a todas las comidas, no solo a los lácteos! —

—     ¡Ya, ya basta… tiraremos ese jodido pastel y aremos frente a tu primo que nos lo terminamos! — Alexander estaba algo verde del rostro, en verdad su estómago era delicado

—     Y yo me voy a creer que ambos son intolerantes a la lactosa, ¡Que me muerdan las-…!— (Censura) les grite a los chicos y se me quedaron viendo estáticos, después estallaron en risas por la maldición que había soltado, algo que hizo que me pusiera realmente rojo de la vergüenza, se me había salido sin querer— L-Lo lamento— tape mi rostro por completo

—     Tranquilo… está bien…— Jack seguía riéndose, después escuchamos la voz de Gabriel dentro de la casa y trataron de acabar con sus risas, rápidamente me apure a poner el pastel de los chicos en mi plato y simule que estaba comiendo pastel de más… me serví leche, y los chicos se negaron, les saque la lengua y ellos a mi

Rato después de haber terminado mi primo y yo con casi todo el pastel, note que Jack y Alexander miraban con repudio el poco pastel que quedaba, una pequeña risa se me salió y me tape la boca, Gabriel me miro confundido y yo solo negué con la cabeza, para que siguiera platicando con los chicos mientras yo guardaba el pastel en la nevera…

—     Bien chicos… es bueno saber que Kyle tiene a sus protectores todos los días por las noches, ya puedo estar más tranquilo gracias a ustedes, juzgando la hora tengo que irme ahora mismo—Gabriel les sonrió, y vi como Jack iba hasta mí y me tomaba por los hombros

—     Descuide, Kyle está sano y salvo con nosotros… siempre estaremos cuidand-…— Jack corto su comentario por completo y sentí como se apoyó en mis hombros dejando caer su peso, voltee a verle y parecía que algo le dolía, una horrible mueca de dolor se formó en su rostro ¿algo le había caído mal? Dios mío, me mataría a mí mismo si se había enfermado por mi culpa

—     Jack… ¿te sientes bien? Siéntate por favor—le dije llevándolo al banquillo

—     Me siento mareado— me dijo quedamente, Alexander enseguida se sentó— Alex… algo anda mal—

—     ¿Quieres que te llevemos al hospital? — mi primo le pregunto, Jack negó con la cabeza

—     Vamos Jack, que te revise un médico es lo mejor— la culpa y la preocupación azotaron mi cuerpo con brusquedad

—     No hace falta chicos, pronto se podrá bien…—Alexander nos sonrió— No tiene por qué quedarse más tiempo, su familia lo está esperando en casa… vaya con cuidado—

—     B-Bueno— Gabriel dudo— si no se siente bien en unos minutos, hay en el botiquín del baño algunas pastillas para el mareo y dolor de cabeza… me voy Kyle, cuida bien de Jack ¿sí? —

—     Claro que si Gaby… hasta pronto y salúdame a Lidia—le pedí y Gabriel salió de la cocina aun un poco preocupado

Después de que escuche el arrancar del coche, me acerque a Jack que ya estaba tratando de tranquilizarse, tragaba saliva con dificultad, podía ver que estaba sintiéndose muy mal, Alexander estaba a su lado y note que estaba susurrándole cosas, me acerque preocupado… lo tome del hombro y me tomo la muñeca con mucha fuerza, asustándome…

—     ¡No me toques cuando me pasa esto! — vi su mirada, se había enojado de repente, estaba tan enojado porque le tocara, pero note algo extraño… por un momento vi que su mirada oscura cambio a una rojiza, ¿no había sido mi imaginación? En verdad vi cuando sus ojos cambiaron a unos rojos… me aleje de él, me había recorrido un horrible escalofrió por toda la espalda al verle, cuando vio que me aleje de el sin que me lo pidiera su expresión cambio a una de miedo— L-Lo siento Kyle… no quise asustarte—

—     N-No… no es nada— baje la mirada, había sentido un nudo horrible en mi pecho cuando me dijo esas palabras, así que simplemente salí de la sala dejándolos a ellos solos

Escuche unas cuantas frases de su conversación, unas muy extrañas… “¿no comiste bien?” “No encontré nada en el bosque” “Tienes que conseguir alimento pronto” “Saldré a un hospital de último recurso”. Después de esa última frase Jack salió caminando normalmente de la cocina con Alexander detrás, y me vio a mi sentado en el sofá viendo por la ventana, voltee lentamente con él y baje mi mirada al ver que me sonreía… ¿Por qué no había querido que le tocara? Se suponía que debía de reconfortarlo al sentirse mal, pero no me había dejado… me hablo y subí mi mirada, él estaba parado frente a mí, sonriéndome aun…

—     Siento haberte gritado…— se disculpó y le sonreí

—     Está bien… te sentías muy mal— por alguna razón siempre ocultaba lo triste, molesto o enojado que estaba ante el

—     Kyle, me iré unas dos horas, Alexander se quedara contigo… volveré pronto— yo me levante enseguida

—     ¿Pero a dónde irás? —

—     Iré a buscar algo que me falta… es un medicamento—

—     ¿no puedo acompañarte? — en verdad quería ir con él, pero el recordar como sus ojos se hicieron rojos por unas milésimas de segundo me hicieron dudar de mi deseo

—     No, ya te dije, vendré en unos momentos, será más rápido de lo que crees, tal vez regrese antes— me dijo haciendo que me sentara nuevamente— lo prometo… ¿sí? —

—     E-Esta bien, te esperare con Alex…—

Jack simplemente me dijo adiós y desapareció por la puerta de la casa, estaba confundido… Alexander trataba de hacer que las horas que estaba por pasar estuviera distraído, pero simplemente no podía dejar de pensar en Jack ¿en realidad había conseguido su medicamento? Estaba preocupado…

Seguimos jugando al videojuego en la consola y escuche el azotar de la puerta de la entrada, habían pasado más de tres horas… vi a alguien subir las escaleras al segundo piso muy rápidamente, Alexander y yo subimos detrás de esa sombra, habían abierto la puerta del baño del corredor, y estaba escuchando claramente como corría agua… al entrar vi a Jack de reojo en la regadera de este, por su clavícula llevaba algo de sangre, sangre que enseguida enjuago al notar que estaba abriendo la puerta, vi la sangre diluida colándose por la rejilla del drenaje, y mire con horror como Jack enjuagaba con rapidez sus manos, sin siquiera conseguirlo… me asuste al ver su mirada, me estaba viendo con enojo, como cual entrometido. Me hice un paso hacia atrás siendo sujetado por Alexander, Jack cerro la llave y con enojo miro la expresión asustadiza que tenía en mi rostro…

—     ¡Deja de verme de esa maldita manera! — me grito, me hice hacia atrás de un brinco, Alexander simplemente me tomo con más fuerza— ¡No es mi sangre contento! ¡No estoy herido Kyle! ¡Maldición! — seguido salió rápidamente empujándome… me quede viendo como la sangre iba colándose por la rendija, hasta que desapareció por completo, comencé a temblar de miedo ¿si esa no era la sangre de él? ¿de quién era?

Después de ese grito, de ver como Alexander me dejaba en el baño y bajaba al primer piso y comenzaba a gritarle a Jack… fui directamente a mi habitación, aun al ni siquiera poder descifrar lo que se estaban gritando cerré con seguro la puerta y me fui a recostar enseguida, me cubrí con la manta esperando a que al menos algo de sueño me diera… pero no ocurrió, el sueño jamás llego gracias al escuchar como Jack estaba enrabiado, estaba muy enojado, tal vez conmigo… tal vez con el mismo, pero ahora estaba escuchando al Jack enojado que jamás me hubiera gustado ver, y ahora oír.

¿Qué clase de secretos tenían ellos dos? ¿Eran asesinos? ¿Sicarios? ¿Caza recompensas? Probablemente ya me hubieran matado si eran psicópatas… ¿Por qué no me decían la verdad? Estaba preocupado por Jack ¿Qué era lo que había hecho para que no quisiera que viera la sangre que había estado bañando su rostro? Estaba muy confundido… seguramente después de esto nuestra relación iba a cambiar mucho, porque el sabría que yo no iba a querer quedarme con la duda… y en verdad esta vez no iba a poder tragarme mis dudas. 

Notas finales:

Siguiente cap :3


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