Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!! Aca les traigo una más de mis acosadoras actualizaciones ya sabes que se las doy con mucho cariño y amor?? O vamos saben que si...

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Ritsu y yo siempre hemos estado juntos en absolutamente todo desde el primer día que nos conocimos, desde aquel inocente instante en el que nuestras miradas se conectaron, supe que lo deseaba a mi lado el resto de mi existencia, que sería él la elección correcta para que lo dejara entrar en mío conflictivo corazón.

SU sonrisa es algo embriagador; como una droga, una vez que la vislumbras no logras detener tus impulsos nacientes porque cada instante te atacan unas fuertes pretensiones de poder conocer más de él; su personalidad, sus gustos, sus sueños, ser capaz de protegerlo de sus temores, besar esa frente en las noches cuando comienza a temblar por alguna pesadilla, ambicionar que la dependencia se vuelva mutua.

Es por esa razón; para perdurar aquella resplandeciente relación, que un verano me puse a trabajar un tiempo de vendedor, para ahorrar y llevar lejos del mundo a Ritsu y de esa forma perdernos en una fantasía una semana solo los dos en la playa, en ese instante no me importaron ni los extensos horarios que tuve que soportar, ni la presión por los estudios o las miradas hambrientas de la multitud, lo único en lo que se podía concentrar mi mente era en la manera en como sus ojos se encenderían por mi regalo.

Cuando finalmente junte todo el dinero necesario sin dar explicaciones, nos subimos al primer bus con el escaso equipaje que llevaba en ese momento y  huimos como si de dos fugitivos nos tratáramos por un par de días, en los que anhelaba que no existiera nada más que nosotros, que el tiempo se detuviera para que guardara los cuadros más hermosos en mis atormentados delirios.

Es tan complicado explicar el nivel de cercanía que tenemos, yo siento que sin él moriría, es por esa razón que soy sumamente cuidadoso con nuestra relación, no la arriesgare por nada, ya que el temor a perderlo es más grande de lo que mi destrozada alma puede llegar a tolerar, estoy seguro que si Ritsu desapareciera de mi vida mi corazón se detendría y mis pulmones dejarían de respirar al perder el mismo sentido de mi existencia.

Porque esos lucidos ojos verdes son capaces de adentrarse en lo más profundo de mi interior y limpiar cada uno de mis pecados para restaurar la paz que alguna vez tuve, con él puedo resistir todos los golpes que mi familia me dé en medio del divorcio, gracias a sus finas caricias siento que nunca me derrumbaran.

Esta adicción es peligrosa, no planee jamás volverme tan dependiente de otras personas, sin embargo, ese joven de castaños cabellos de sedosos supo desbaratar mi armadura para ingresar en mi espíritu y permitir que me ahogue en su dulce esencia, intentar que nos convirtamos en uno para que mis mentiras se transformen en verdad.

Los recuerdos más gratos los he construido a su lado, los más desagradables han desaparecido con una de sus tímidas sonrisas, la relación que tenemos es pura, es inocente, es la cadena que me quita el aire, es un exquisito dolor al tener que sobrellevar a diario el terror a que él se esfume, a que lo nuestro solo hay sido un melancólico sueño.

“Oye Masamune no seas tan aburrido” ME reclamo el más bajo con un puchero sentándose al frente mío “Me trajiste a la playa para quedarte sentado debajo de la sombrilla, no seas te comportes tan avejentado” Reclamo mirándome con sus grandes y deslumbrantes ojos verdes, logrando que mi razón se apagara y una vez más me sometiera a él.

“Entonces me estas pidiendo que te arroje al mar” Declare divertido al observar la expresión de pánico del más bajo, él no puede evitar ser la persona más transparente que conozco, gracias a nuestra cercanía siempre se lo que piensa.

“Nunca dije eso” Proclamo retrocediendo nervioso mientras yo me levantaba para quitarme la polera y de esa manera quedar vestido únicamente con el traje de baño negro que compramos juntos.

“A mí me suena que tienes miedo y te estas retractando” Bufe con una risa divertida hasta atrapar al castaño entre mis brazos y arrebatarle su polera para que quedara vestido solamente con su traje de baño celeste.

“Cambie de parecer, ya no quiero ir” Reclamo en vano al percatarse de cómo lo cargaba en mi hombro para poder lanzarnos al océano.

“Tú me provocaste, es hora de que pagues”  El oji verde se retorcía encima mío con el objetivo de que lo soltara.

Cuando llegamos a la orilla de la playa, nos metí a ambos ignorando cada una de sus protestas, lo único que escuche antes de sumergirme dentro del agua salada fue un quejido molesto que el más bajo me propiciaba, con una mueca victoriosa salí de mi refugio para vislumbrar la molesta expresión del más bajo.

“ESTA FRÍA” Grito abrazándose a si mismo intentando calentarse para así dejar de temblar en mitad del océano.

“Tú me insististe en venir a nadar, no reclames ahora” El menor se acercó a mí juntando nuestros cuerpos en busca de calor, ante aquella acción en mi interior creció una agradable sensación de calidez.

Lleve mi mano hasta sus desordenados cabellos castaños para acariciarlos con dulzura, solamente él tiene el poder para hacerme infinitamente feliz o devastar todo mi mundo, con cada segundo que pasa me vuelvo esclavo de sus ilusiones deseando que me convierta en una más de ellas para vivir junto a él en el mundo del ensueño.

¿Cómo algo puede ser tan perfecto? Aprecio que todos los momentos de mi vida a su lado valen la pena, que se deben atesorar para retenerlos en mis minutos de amargura, aquellos en donde mis sangre recorre las desgarradoras heridas que si demonios han creado, ya que en las frías noches esos gloriosos recuerdos son los únicos a los que me podre aferrar con desesperanza para que me salven de mi abismo.

Sé que es irracional que una pequeña sonrisa detenga todo tu mundo, que paralice el tiempo y destroce los males con ese simple gesto, a pesar de estar consciente de las locuras que rigen mis quimeras, no puedo evitar que todo a mi alrededor se torne confuso cuando esas despampanantes orbes verdes se conectan con las mías, desmoronando toda  la cognición que guardaba con desprecio en mi interior.

Podría sentir como algo dentro de mí se rompía, como el egoísmo tomaba posesión de todas mis exaltaciones, anhelando que nunca nadie más encontrara tan preciosa rosa sin espinas, no quiero que me lo arrebaten, esa es la causa de mi actuar tan impulsivo, de que me niegue a aceptar mis propias emociones convirtiéndome en un maldito hipócrita ante mi propio reflejo, a veces el miedo es más fuerte que la pasión.

Es porque Ritsu solo me muestra todos sus escondrijos a mí, él me hace profesarme especial delante de la valiosa confianza que me entrega, ante esas confesiones tan inocentes que alteran mis divagaciones hasta que involuntariamente empiezo a delirar su propio nombre, perdiendo la capacidad de soñar otra cosa que no sea un futuro a su lado, unir nuestros destinos en una ferviente conexión más allá de la razón.

El más bajo se acurruco en mi brazo con el cuerpo tenso mientras el nivel del agua subía, sonreí al percibir como dentro de mi ese instinto de protección crecía ante sus delicados toques, sin poder soportar más de su cercanía, mis manos se aferraron a su cintura para poder levantarlo y sacarlo de ese frío glacial.

Al elevarlo Ritsu por inercia se aferró a mi cuello mientras yo lo levantaba para después tirarme en la arena y depositarlo arriba mío, permitiendo que su cuerpo distinguiera los agitados latidos de mi corazón, apreciando aquel perfecto paisaje que reflejaba él, al ser alumbrada cada una de sus distinguidas facciones con los cálidos rayos del sol.

“Ahora si me siento mejor” Confeso el más bajo llevando su dedo hasta mis cabellos para soltar una melodiosa risa armónica “Masamune tienes todo el pelo lleno de arena, vas a ensuciar toda la casa cuando lleguemos”

“¿YO estoy lleno de arena?” Pregunte con una sonrisa infantil arqueando una de mis cejas sin soltar el cálido cuerpo del castaño.

“Si, ese es tu castigo por haberme arrojado al mar” Sin esperar una reacción tome su cintura para ponerlo debajo del mío, evitando que escapara al rodearlo con mis brazos, ubicando mis piernas entre las suyas, con el objetivo de imposibilitar algún movimiento con el que se quisiera alejar de mí.

“Ahora tu eres el único que está lleno de arena” Declare con satisfacción observando como las finos semillas se pegaban a su perlado cuerpo del cual caían con descaro las gotas de agua, sin notarlo me quede embelesado contemplando esa imagen.

“Enserio eres un niño” Reclamo con un puchero intentando levantarse, acortando la distancia  entre nosotros, por algún motivo que no pude descifrar en el mar de confusiones que me estaba ahogando, mis nervios comenzaron a florecer al descubrir el dulce aroma de su fresca respiración, una fragancia peligrosamente embriagadora.

“Deberíamos regresar a casa” Proclame sin moverme de mi posición rozando la pequeña nariz del castaño, en aquel instante los lugares en donde nuestros cuerpos se acariciaban fueron recorridos por unas agradables cosquillas mientras que los que tenían lejanía a su tersa piel me comenzaron a punzar desgarradoramente.

“¿Masamune?” LA voz del más bajo me saco de mis pensamientos, solté una risa histérica en un intento fallido por alivianar la presión.

Me levante extendiéndole una mano mientras tomaba el bolso que tenía nuestras pertenencias, ambos comenzamos a caminar hasta la casa que había rentado con los ahorros del arduo trabajo que realice por varios meses.

Me sobresalte al percatarme de las múltiples miradas que no se despejaban de nuestra dirección, cegado por un impulso me aferre a su cintura para caminar abrazados como si estuviera marcando mi propiedad frente a esas irritadas miradas con las arrogantes sonrisas que los desconocidos nos dedicaban.

A su lado soy un imprudente que me deje llevar por las pasiones que recorren mi sangre comenzando a arder, porque la necesidad de atarlo a mi lado para que nunca nadie más lo vislumbre y se deleite con las magníficas imágenes a las cuales yo tengo el privilegio de acceder, es una fuerte tentación prohibida para nuestra amistad.

En todo el camino sostuvimos un agradable silencio sin desear romper la atmosfera que habíamos creado entre nosotros, mi piel se ha acostumbrado a la suya de formas que no puedo comprender, es como si solamente se encontrara con vida cuando estoy en contacto con Ritsu, cuando soy capaz de ser declarante de la manera en que sus hermosas alas blancas se elevan para cumplir sus añoranzas con determinación, salvando a este olvidado espíritu que ha sido corrompido más veces de las que puedo recordar.

Después de cinco minutos llegamos hasta la casa, abrí la puerta con la pequeña llave que me dio el encargado para ingresar a la vivienda, arroje el bolso con pereza en el sofá para fijar toda mi atención en Ritsu.

“Masamune, yo me voy a ir a duchar para sacarme la arena” Declaro con una tierna sonrisa que estremeció todo mi cuerpo.

“Hagámoslo juntos para ahorrar agua, recuerda que nos cobran el gas” El más bajo se tensó mientras sus mejillas eran presas de un seductor color carmín, solté una pequeña risa al distinguir  los nervios del castaño “Somos los dos hombres, estamos en traje de baño y no tienes nada que ya no haya visto al ser tu amigo, así que deja de temblar” El oji verde se limitó a fruncir el ceño sin poder esconder su vergüenza para dirigirse a la ducha.

Al liberar el agua caliente, el más bajo cerro sus ojos esbozando una delicada sonrisa mientras que intentaba quitarse la arena del cabello, moviéndome guiado por mis emociones lleve mis manos hasta esas sedosas hebras para ayudar a que se limpiaran, recibiendo una mirada apenada y curiosa de esas extraordinarias orbes verdes, las que lucen diferente con cada una de sus reflejos sinceros y transparentes.

“No es necesaria que hagas eso” Reclamo sin alejarse de mi agarre, acción que me alegro olvidando todos mis problemas.

“Si no salen todos después el encargado me reclamara por haber ensuciado su casa” El oji verde se paró con la punta de sus pies para llegar hasta mi altura y desordenar mis rebeldes cabellos con su mano.

“En ese caso preocúpate de ti, tu eres el que tiene el desastre en el pelo” Agache mi cabeza para que los delicados toques del más bajo consumieran mi juicio y me poseyeran unas ardientes impresiones efecto del roce de su nívea piel, mi respiración se comenzó a agitar por el calor del que era presa mi cuerpo.

Al acabar de ducharnos me vestí en el baño solamente con un pantalón de pijama al estar en pleno verano, siendo víctima de las elevadas temperaturas que nos ofrecía el día y de la falta de aire acondicionado en el lugar que rente.

Me senté en el sillón buscando al azar algo que ver en la televisión hasta que escuche la puerta de nuestra habitación abrirse, dejándome ver a un despreocupado Ritsu vestido solamente con bóxers y la parte de arriba de mi pijama, mi respiración se aceleró al igual que un fuerte golpe en mi pecho ante aquella imagen, Onodera camino hasta mi lado recostando su cabeza en mi regazo para ver con desinterés los canales del aparato.

“Ritsu” El menor entrelazo nuestras miradas efusivamente “¿Por qué te pusiste mi ropa?” Nuevamente un tierno rubor se posiciono en su perfecto rostro resaltando el precioso color de sus ojos.

“Porque hace mucho calor y tú me secuestraste por eso no traje más ropa que la que tenía en la mochila, si me hubieras dicho que me ibas a llevar a la playa habría echado más dinero para comprarme algo además de un traje de baño” Reclamo con falsa molestia intentando relajarse debajo de mi sorprendida mirada.

“No me molestas que la uses” Confesé dejando escapar mis pensamientos “Creo que te ves lindo en ella” Los ojos de Ritsu brillaron con una intensidad de la cual nunca antes había sido testigo permitiendo que me ahondara cada vez más en él.

Esas palabras fueron inocentes en ese momento, solamente exprese las nuevas turbaciones que mi corazón sentía, sin embargo, lo que jamás pude haber predicho es que esa nueva clase de pensamientos que me estaba consumiendo creando la sentencia para mi tortura, serían los conflictos que me convertirían en el villano que evitaría su propio final feliz al verse cegado por los impulsos.

Desperté con la respiración agitada, el ánimo acelerado y un amargo sabor en mi boca aprehendiendo todo mi cuerpo, con la mirada busque a Ritsu en la cama, quien estaba de espaldas acurrucado en las sabanas, guiado por un mal presentimiento me acerque para ferrarme a su cintura y hundir mi cabeza en sus sedosos cabellos.

Aunque admita lo que siento, a pesar de que sea idóneo de eliminar esa barreras y sacarme la venda llena de oscuridad y mentiras que yo mismo me impuse al no ser capaz de querer vislumbrarme en esos preciosos ojos verdes que me leen sin temor, nada volverá a ser lo mismo para nosotros dos, sin importar el coraje que tengan mis acciones.

Dime Ritsu ¿Qué esperas que haga? ¿Cómo rayos debo aceptar las nuevas pasiones de las que mi alma es una mártir si te puedo llegar a perder? Eres lo más importante para mí aunque no lo sepas, me desespera tener que sobrellevar tu lejanía, anhelo poder tocar tu fina piel, extraño con demencia tu sonrisa, delirio con su voz la cual es el mejor sedante para todos mis males, te necesito, eres indispensable cada uno de mis instantes.

Sin ti el aire me falta, mi cuerpo comienza arder destrozando mi interior en una desgarradora tortura, sin ti mi meta desaparece en frente de mis ojos, pierdo toda esperanzan de poder volver porque si no estás a mi lado prefiero que me corten las alas a avanzar.

No sé que como debería actuar contigo, aunque acepte las emociones que ante el resto son evidentes como si vieran mi frágil exterior construido de cristal, tengo miedo, me aterra perderte, no puedo arriesgarte a que te alejes de mi porque moriré sino te tengo, esa es la razón, soy humano y el miedo me consume empujándome cada vez más a enfrentar el vacío del cual ya no puedo salir porque me ahoga, me hundo ante la consternación y me vuelvo el prisionero de mis pesadillas, atado a los grilletes que forje con las lágrimas de la desesperanza.

El pánico y la angustia me obligan a actuar imprudente, me duele ser el causante de sus males, no quiero que se vaya de mi lado, sin embargo, no codicio que se acerque mucho hasta rechazarme, me lastima la idea de tomar entre mis manos un frágil amor para dejarlo caer y ganarme el odio de mi castaño, clavando nuestras emociones en mis manos para que las cicatrices me marquen por siempre, lo único que hago es lastimar a luz que ha alumbrado mis penurias, aquella pequeña estrella en el cielo de mí descompuesto pasado.

Me abrase aun más fuerte a su cuerpo intentando reprimir las amargas lágrimas, puede que suene tonto e infantil desesperarse por lo que yo he provocado, no obstante, ya no sé cómo intervenir, no sé qué es lo correcto, de lo único que estoy seguro es de que lo anhelo ser todo para Ritsu, la vida era mucho más fácil antes de que nos tuviéramos que etiquetar como amigos o pasar a ser pareja, cuando solamente existíamos nosotros dos ¿Por qué no podemos regresar a lo que era antes? Cuando los dos éramos felices.

“Masamune” Musito el más bajo dándose vueltas para entrelazar nuestras miradas sorprendiéndose por mi estado “¿Pero qué te paso?” Me pregunto con una inmortal preocupación reflejada en su voz al tocar mi húmeda mejilla.

“Tuve una pesadilla” Suspire con una falsa sonrisa sabiendo que aquel hermoso recuerdo que tuve por sueño era en donde ambicionaba poder subsistir y las pesadumbres en las que hoy vivo son la verdadera pesadilla.

“Solo fue un sueño” Musito acariciando con cariño mi rostro para después dirigir su atención al reloj que teníamos en la pared “PERO QUE TARDE ES” Grito histérico levantándose de la cama, acción que me hizo sonreír.

Me vestí con rapidez agarrando mi mochila, observando los convulsivos movimientos del más bajo, es sumamente egoísta desear consumir a alguien más sin ser e apto de corresponder el infinito amor lleno de pureza que me entrega, lo que más ansió es poder corresponderle, sin embargo antes de que las palabras escapan de mi garganta, esta comienza a retorcerse en el dolor guiado por una sola palabra; el temor, los tormentos son muy grande, me asusta tener que dejarlo ir, no obstante, percibo que cada instante se separa más de mí, dejándome como el único dependiente de esta relación que hemos atesorado por tantos años.

EL oji verde me regalo un resplandeciente gesto que erizo mi piel, para que ambos fuéramos corriendo hasta la facultad ignorando todo lo que estaba a nuestro alrededor, tome un gran suspiro de aire sin poder llegar a una decisión concreta al estar batallando en una perpetua lucha interna sin ningún vencedor.

Cuando finalmente llegamos nos sobresaltamos al ver nuestro salón de clases cerrado, el castaño me miro con una expresión llena de pánico mientras yo lo tomaba de la mano para que fuéramos a sentarnos en la cafetería, me dolía ver ese perfecto rostro siendo presa de las emociones más desagradables, porque cuando sus miradas están llenas de plenitud y éxtasis una cálida sensación de satisfacción desborda mi mente.

EL menor se sentó al frente mío bastante apenado apoyando su mentón en sus pequeñas manos para soltar un quejido lleno de resignación, al ver lo tenso que se encontraba su cuerpo lleve mi mano para acariciar la suya y transmitirle confianza y comprensión.

“Deberíamos poner una alarma” Declaro uniendo nuestro agarre con aun más fuerza al juguetear con mis dedos.

“Quizás si dejáramos de ver tantas películas hasta el amanecer esto no nos pasaría” Confesé con un tono de superioridad aligerando en ambiente entre nosotros dos, levante mis ojos encontrándome con el desordenado cabello de Ritsu.

“No es mi culpa, la compañía las regala gratis el primer mes” Se defendió tensándose al percatarse de como mi mano rozaba su castaña melena “Masamune ¿Qué estás haciendo?” ME interrogo con un evidente nerviosismo consumiéndolo.

“Ni si quiera tuviste el tiempo para peinarte” Conteste divertido por la manera en como el rebelde mechón se levantaba pese a mis esfuerzos “Tienes un pelo bastante terco, creo que heredo tu carácter” Antes de que Onodera me contestara con enfado a mis declaraciones una molesta voz me saco de mi perfecta fantasía.

“¿Podrías dejar de tocar a mi novio con tanta confianza?” Gruñí con frustración al notar al imponente peli plata que se ubicaba al lado del más bajo, para depositar su brazo encima de su hombro.

“Akihiko” Susurro el oji verde en un apenas audible tono de voz, el más alto tomo con cuidado la mejilla de Ritsu para que este lo mirara y le diera un beso en esos labios que producen las canciones más dulces.

Algo en mi interior comenzó a romperse, la oscuridad nuevamente me envolvió, era presa de mis impulsos, mierda eso me dolió, tener que ver como la persona más importante en tu vida está en los brazos de alguien más, la sangre me ardió de manera irracional, mis ojos se movieron solos al ya no desear ver esa destructiva escena, apreté con fuerza mis puños comprimiendo la furia que ascendía con cada una de mis respiraciones.

Estoy consciente de que yo fui quien los empujo a eso, deseaba que Ritsu saliera con alguien más para así regresar a la estabilidad de la que disfrutábamos, que experimentara y se diera cuenta de que nuestro vinculo va mucho más allá de lo que son las malditas etiquetas que él anhela poder poner, sin embargo, jamás me imagine que sería tan insoportable tener que tolerar esas imágenes que destrozan mis ilusas orbes.

“EJEM” Grite molesto sin poder contener mis indiscutibles emociones desenfrenadas, las cuales se escapaban a lo que las personas llaman razón.

El más alto se separó con una sonrisa socarrona dejando al menor con las mejillas teñidas de ese tierno escarlata del que profesaba ser el único dueño, del que pretendía poder denominar como si fuera algo propio de mi espíritu.

“No hagas eso en público idiota” Se quejó el castaño escondiendo su mirada debajo de su flequillo mientras que el oji violeta lo acercaba a su pecho, intentando contener mi rabia me limite a morder mi labio.

“Eres mi novio y quiero que le quede claro a todo el mundo” Proclamo con seriedad besando su frente con ternura.

“¿Qué tu no deberías estar en clase?” Pregunte cansado del ambiente romántico que se formaba entre estos dos, el peli plata me observo con un aire de superioridad apegándose aún más al pequeño cuerpo de mi compañero de vida, no lo recordaba tan petulante en el curso de verano en donde nos conocimos.

“Si, pero Kirishima va a hacer una fiesta y me invito, así que pensé en llevarte amor” Confeso el más alto sin descaro.

“Ya no voy a seguir faltando a clases, además Masamune y yo no vamos a fiestas” Contesto con seguridad el más bajo dejando que un suspiro de alivio escapara de mis labios y mi corazón retomara el ritmo de sus latidos.

“No te preocupes por las clases, se por los de segundo año que no estaban haciendo nada y si ya perdiste el primer periodo es como un día menos, úsalo para relajarte y mañana yo te ayudo a ponerte a día con los reclamos del demonio Kamijou” Ritsu con timidez levanto sus lucidas orbes verdes reflejando algo de confusión.

“Bueno es que si lo pones así supongo que no estaría mal ir” Musito apenado sin atreverse a verme al rostro.

“Es mentira todo lo que te dijeron” Declare con un temible tono de voz sin tener las intenciones de perder esta batalla “Ayer ya empezamos a ver cosas que no conocíamos, si faltas mucho te perderás”

“Amor se me olvido tomar desayuno, ¿Podrías ir a  comprar un café en el negocio de más allá?” El más bajo al leer el ambiente decidió escapar de la tensión que se estaba creando entre nosotros dos, mire con nostálgica como el castaño se alejaba de mi vista para dejarme a solas con el presuntuoso oji violeta.

“Sé lo que estas intentando” Proclame con seriedad “Mira Akihiko, se lo que te pedí pero jamás te dije que tú me quitaras todo el tiempo que pasamos juntos, te demandé que no afectaras mi relación con Ritsu” El mayor se limitó a dejar escapar una carcajada en señal de burla a mis confesiones llenas de sinceridad.

“Masamune escúchate a ti mismo, se lo que me pediste pero lo voy a intentar enserio con Ritsu, me gusta mucho, no te mentiré creo que él podría ser el chico indicado para mi” Una mueca de disgusto se dibujó en mis cara automáticamente al distinguir esas palabras que llenaron todo mi cuerpo para corroerlo con el veneno que trasmitían.

“¿Qué quieres decir con eso de que vas enserio?” Lo interrogue sin poder ocultar el miedo que fluía en mis frases, las que se arrastraban lastimosamente por mi garganta al conocer de ante mano su respuesta.

“Aún no lo sé, quiero estar con Ritsu, quiero ser su primera vez, su única pareja, no estoy seguro, tal vez hasta nos casemos dependiendo de qué tan estable sea nuestra relación” Suspiro el peli plata dejando escapar un aire iluso “Debo sonar tan patético, hace años te dije que lo último que quería era atarme a alguien, sin embargo parece que ahora me estoy transformando en un romántico, solo sé que quiero verlo feliz” Mi cuerpo se tensó al escuchar las mismas declaración que hacían eco en el interior de mi desesperada mente.

“Pero Ritsu iba a estar el resto de su vida conmigo” Susurre para mí mismo con el pecho ardiendo insufriblemente, siendo carcomido por el dolor.

“No Masamune” Proclamó con ira mi amigo levantándose de la mesa “Tu tuviste tu oportunidad con él, tú fuiste quien me lo presento, quien nos obligó a salir y ya no dejare que le hagas más daño así que si lo sigues lastimando te las veras conmigo, y tu enojado aun no me has conocido Takano” Arquee mi entre cejo con impotencia al ver como el más alto se dirigía al lado de esos ojos verdes que creí que solo me conjeturaban a mí.

Mordí mi labio con exasperación apretando con fuerza mis cabellos, mierda, no medí las consecuencias de mis acciones, las palabras de Akihiko se encontraban llenas de seguridad es por esa razón que la desesperanza nace en lo más profundo de mi alma.

Lo único que deseo es no alejarlo de mi lado, mantenerlo junto a mí para verlo sonreír, para ser testigo de cómo todas las ilusiones de Ritsu se vuelven realidad, pasar cada instante descubriendo más de los milagros que oculta en su preciosa pureza, vivir más valiosos recuerdos a su lado para almacenarlos en mi corazón y aferrarme a ellos.

Lo que quiero es que se quede junto a mí, sin embargo, con cada una de mis acciones termino alejándolo más de mi espíritu, separando nuestros destinos para que su desenlace me lleve hasta una tragedia, ahora todo lo que puedo hacer es dejar que la rabia me corrompa y nuevamente siga siendo el mismo esclavo del miedo, resignado a marcarse a sí mismo con las cicatrices de las heridas amargas de las promesas vacías.

Notas finales:

Y bueno para bien o para mal los celos de Takano han solamente comenzado porque como se dieron cuenta Usagi va muy encerio con Ritsu y pues mi castaño pobrecito ellos dos me lo terminaran confundiendo!!

Espero que les haya gustado, ojala comente y mil gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).