Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!! Avisos al final <3

Y pues aca nada que decir espero que les guste y perdonen los que se sienten confundidos como mi castañito la verdad la desicion esta complicada.

Y aca esta mas o menos la explicacion de porque usagi acepto tan facilemente este "Juego"

Espero que les guste <3 <3

 

Akihiko Pov

No es que yo haya elegido tener este carácter lleno de arrogancia, no escogí jamás tratar a las personas como si su valor dependiera de las apariencias en lugar de lo que esconden en lo más profundo de su interior, pero fue lo que me enseñaron toda una vida, a dejarme guiar solamente por la cara de una persona y construir mi destructiva opinión a base de la primera mirada que entrelazáramos.

Provengo de una familia de buenos recursos, mentiría si dijera que no he tenido oportunidades; mi padre pese a no ser el más afectuoso me ha apoyado en todos los caprichos que he nombrado, cuando quise ir al curso de verano en donde conocí a Masamune él me lo pago sin si quiera preguntar mis intenciones, no puedo evitar percibirme algo abandonado de su parte, hay veces en que la soledad se vuelve más pesada de lo que puedo tolerar porque me corrompe, me destruye, puedo notar como de a poco mi piel se pudre por su culpa.

No escogí la universidad a la cual ingresar, sin embargo, si la carrera que ansiaba estudiar, lo que más ambición es poder escribir libros para que los demás sientan en sus propios cuerpos como mi alma es atormentada, quiero que increpen en mi nombre con esa descuartizada boca de la cual cae sin piedad la sangre al vocear el nombre prohibido, que tengan miedo a que mis demonios salten de las paginas para asesinarlos sin misericordia, que se genere una catarsis más allá del mismo entendimiento, ser el dueño de las pesadillas de quienes me admiren hasta convertirme en el mismo satanás que los mortifique entre sus quimeras.

Todas estas emociones reprimidas son tan amargas y negativas que me asquean, detesto tener que verme en un espejo porque me doy cuenta de lo patético que soy, por esa razón nadie nunca se ha preocupado genuinamente por mí, toda mi subsistencia he estado solo, sumergido en las oscuras aguas de mis tormentosas lágrimas.

He intentado cambiar para que alguien bondadoso me rodee, no obstante, con cada acción que hago parecen terminar rehuyéndome, atándome con más cadenas, ahogándome en mis océanos de soledad, dejando que la densidad de mis dolencias me aplaste quebrando mis huesos para que me tenga que seguir arrastrando con el espíritu siendo carcomido por los paracitos que he creado en estos años.

Mierda, aunque lo aparente bien, la vida para mí no es fácil, aunque no tenga ningún otro problema excluyendo lo aislado que me encuentro, este se ha vuelto tan potente que ya no me permite respirar, me ahoga, es como si rodeara mi cuello con sus sádicas manos y me ahorca permitiéndome respirar levemente mientras con sus vistas inyectadas de sangre se burla de las batallas que no puedo ganar.

Levantarse era como vivir una maldición  hasta que me encontré con sus ojos verdes, en el momento en que Ritsu y yo entablamos nuestra primera mirada un fuerte ardor agradable recorrió todo mi pecho, porque en esas brillantes orbes no me encontré con odio dirigido hacia mí, no había rechazo, no existía el destierro.

Cuando vi lo cercano que eran Masamune y ese castañito me confesé envidioso, maldecí la suerte del azabache al tener a alguien tan tierno que se preocupara por él, que le regalara sonrisas incondicionales y lo abrazara sin temor o vergüenza, a pesar de que le regale mi mejor actuación a mi amigo, por dentro me desmoronaba sin tener nada, resaltando la condena con la que mi asquerosa existencia acabaría, llena de dolencias y consumida por el antipatía, con un destino tan trágico que el que lo pronuncie será preso de mis espectros.

Por esa razón no proteste cuando me pidió que saliera con él, solté una pequeña risa irónica ante la idiotez de mi amigo, Ritsu le había entregado su puro corazón al hombre de ojos miel, pero ¿Cómo este le pago? Destrozándolo al entregármelo como si de un objeto se tratara, sin tomar en cuenta las turbias pasiones que se desataban en su interior.

Masamune fue un idiota que lo lastimo, ahora él me pertenece, tuve la fortuna de que esos ojos verdes se posaran en los míos para unirnos en una aleación sin mentiras de por medio, por primera vez me paso algo de lo que puedo estar agradecido al ser escuchados mis ruegos y traerme quien tanto tiempo espere, alguien de quien enamorarme, un hombre que hace que todo mi ser se estremezca frente a su pacífica respiración.

Aunque el azabache sea mi amigo desde hace un par de años, esta jodido, yo no le pienso devolver tan valioso tesoro, prometí luchar por sanar cada una de sus heridas, borrar a Takano de su mente para que solo pueda concentrarse en mí, crear un futuro juntos en donde nadie nos encuentre, tener que enfrentar el pecado levantándonos en esa sanguinaria batalla.

Cuando el torpe de ojos miel se dé cuenta de lo que perdió las cosas ya serán diferentes, la lucha habrá comenzado muy tarde y mis esfuerzos me conllevaran a la victoria, porque yo a diferencia de él estoy dispuesto a darlo absolutamente todo hasta renunciar a mi pasado, olvidar mi nombre por esos ojos verdes.

Apretando con fuerza mi puño me aleje del azabache para cercarme a mi lindo novio quien sostenía un café, sonreí olvidando mi furia para tomarlo de la cintura y plantarle un fugas beso en sus labios, su sabor es deliciosamente adictivo, la única droga que necesito para tener las energías y las fuerzas de continuar con mi martirio.

“Perdón por ese espectáculo, creo que Masamune debe sentirse solo y por eso reacciona de esa manera” Musito el menor mirando con nostalgia la mesa en donde se encuentra el más alto “Pero igual te conseguí un café” Con un sincera mohín lleve mi mano hasta el vaso para beberlo de un sorbo y arrojar el empaque a la basura.

“Cualquier cosa que tú me traigas es exquisita porque lo has tocado tu” EL más bajo se ruborizo al instante tensando todo su cuerpo para evitar mi penetrante mirada que recorría sin pudor su organismo, él es lo que siempre he querido, aun no puedo asimilar lo afortunado que soy protegerlo en mi pecho.

“No fue la gran cosa, solo lo compre” Se defendió con modestia dejando que lo tomara con ternura de la mano, jamás pensé que con tan solo rozar la piel de alguien más podría ser infinitamente feliz, me gusta tanto su calor que deseo tenerlo cada instante entre mis brazos y esconderlo de las miradas ajenas para privarlos de la misma perfección.

“Ritsu recibe un alago cuando me esfuerzo en dártelos” Conteste sin deshacer la mueca de éxtasis que había formado.

Me lleve al menor lejos de la celosa mirada de Takano, puedo ver que él está enamorado de Ritsu, no obstante, el miedo a tener que perderlo lo paraliza, soy empático con el pánico del que es víctima su mente porque también sufro de terror al imaginar que mis acciones alejaran al castaño de mi lado, la diferencia radica en que yo si estoy dispuesto a saltar de ese precipicio con las alas atadas, ya que tengo la certeza de que con toda mi fuerza de voluntad ganare el ingenuo corazón de Onodera.

No me planeo rendir sin tener que luchar contra los malignos que azotan mi espalda, lograre de alguna manera vencer a cualesquiera de mis suplicios para hacer feliz mi a mi castaño, lidiare en contra de todas las adversidades y lo resguardaré sin importar las consecuencias que esto traiga para mi fragmentado espíritu.

Lleve a mi pareja hasta el campus en donde se encontraba Kirishima, ese irresponsable al cual le debo más de un favor al haberle pedido que no lastimara a mi novio en el mechoneo causándoles traumas innecesarios, bienvenida de la cual yo me pude escapar al tener conexiones positivas con mis sempais.

Ritsu se tensó al escuchar la  fuerte música proviniendo de una oscura habitación, le revolví los cabellos cálidamente dándole a entender de que no me alejaría de su lado, cuando él me regalo un hermosos gesto que ilumino sus preciosos ojos logrando que mi respiración se agitara, decidí proseguir hasta la enorme puerta gris en donde me informaron que se encontrarían los mayores en un parrandeo salvaje.

No es que desee convertir al castaño en un insensato imprudente que se salte todas las materias, simplemente codicio que tenga todas las nuevas experiencias que implica crecer a mi lado, su primera fiesta, su primer examen, sus lágrimas secarlas yo, sus sonrisas ser su causante, su primera vez, su marido, ahora el cielo es el límite de mis fantasías, no me detendré creando las ilusiones más resplandecientes junto a él.

Solté una carcajada dejando pasmado a mi acompañante sin poder ocultar mis pensamientos, esto es ridículo, había auscultado que las personas cambian a los demás, pero nunca concebí que alguien me tomaría entre sus brazos para moldearme con cariño y devoción en lugar de destrozar aún más mi lastimare carne, supongo que no todos son unas arpías interesadas en apuñalar con sus garras las espaldas ajenas para deleitarse con el cadáver que abandonan.

“Akihiko ¿Dónde diablos estamos?” Me pregunto impaciente el más bajo aferrándose a mi brazo al estar inmersos en una penetrante oscuridad.

“No te preocupes. El idiota de Kirishima me dijo que la fiesta seria en el edifico del centro en el subterráneo” Sin poder distinguir bien mi medio, camine con torpea hasta el ascensor apretando el ultimo botón como mí destino.

“Nunca he ido a una fiesta de verdad, solo a esa en donde Masamune nos presento” Confeso con un leve temblor en su voz.

“Ritsu” El más bajo me miro con inseguridad despertando cada uno de mis instintos “No tienes porque sentirme incomodo, no te dejare, prometo que te divertirás y sino lo haces cuéntamelo y nos vamos a ver una película, lo último que quiero es que te deprimas amor” Las bellas orbes verdes se abrieron con sorpresa, en sus mejillas se posó un tierno carmín, sin poder evitarlo me acerque para robar nuevamente el delicado sabor de su prohibida boca.

“Wow, Akihiko consigue una habitación de hotel para eso” Fruncí mi entrecejo con una notoria molestia al distinguir la inoportuna voz de mi sempai.

“Perdón nosotros no estábamos” Intento excusarse en vano el castaño ante el semblante lleno de superioridad que nos regalaba el hombre de cabellos claros.

“Oye no te pongas así, acá estamos entre amigos, ahora vengan para que les presente a mi adorada pareja” Solté una risa divertida al observar como el joven de ojos azules a su lado enrojecía apretando con fuera sus dientes, sin esperar respuesta de mi Ritsu lo tome de su mano guiándolo hasta esa pareja inusual.

“Mucho gusto, yo soy Usami Akihiko y esta preciosura que está a mi lado es mi novio Onodera Ritsu” Nos presente recibiendo un golpe molesto en el hombro de parte de mi apenado castaño, me agradaba conocer cada una de sus expresiones.

“Kirishima Zen y mi amado Yokosawa Takafumi”  El más bajo hizo una respetuosa reverencia sin dejar su entrecejo fruncido en ningún instante.

“Por favor perdonen al imbécil de Zen, creo que ha bebido mucho últimamente” Contesto el peli negro sonriéndole cálidamente al más bajo, acción que me alerto por lo que decidí abrazarlo por la cintura.

“Ya no seas tan posesivo con tu pobre novio, dale un respiro Akihiko” Suspire tocando mi frente intentado dejar mis miedos en vano “Vengan los dos para que juguemos a los tragos, así aprovechas de sacarle un par de verdades” El hombre de ojos almendrados se llevó al de ojos zafiro hacia un sofá rodeado de vasos de cerveza.

“Tienes amigos muy simpáticos” Confeso el menor con una dulce expresión empujándome hasta donde se encontraban esos dos, no pude ocultar mi mirada de enamorado ante cada una de las palabras que recitan sus perfectos labios, me gusta mucho Onodera, siento que con él las cosas en mi vida valen la pena.

“Muy bien las cosas son así; a cada uno se le hará una pregunta o un reto que si no responde será castigo al verse obligado a tomar uno de los vasos de alcohol, no hay límites en lo que se indaga mientras más vergonzoso mejor” Explico sin descaro el mayor lanzándole una mirada lujuriosa a su pareja quien se tensó.

“Primero yo” Declare autoritariamente “Yokosawa ¿Qué es lo que más te atrae de ese idiota?” El menor miro con desconfianza al castaño claro quien se limitó a esbozar una mueca llena de satisfacción.

“No lo confesare contigo mirándome así” Reclamo molesto tomando una jarra para beberla hasta abandonarla vacía.

“Esto será muy divertido” Confeso el chico de cabellos claros con una perversa sonrisa “Akihiko dime ¿Ya has pensado en tomar a Ritsu?” Solté una pequeña risa al escuchar la patética interrogante cuya respuesta era más que evidente.

“Claro que sí, quiero ser el único hombre que conozca cada rincón de su cuerpo” El menor palideció al percatarse de mi desvergonzado descaro.

“Ritsu dime ¿Por qué rayos tu y yo debemos tolerar a unos imbéciles tan grandes como ellos dos?” Cuestiono el hombre de ojos azules a lo que mi novio rio con diversión al verse comprendido en alguien más.

“Porque alguien debe ser el adulto en la relación” Respondió infantilmente el más bajo con un puchero.

Al percatarnos de la timidez de nuestras parejas Kirishima y yo entablamos un plan en contra de nuestros amados; retándolos a cumplir con todas nuestras fantasías, así paso la tarde entre protestas para que nos bailaran de manera provocadora, a que nos confesaran sus emociones, besaran en público, nos enseñaran su lado más vulnerable, nos marcaran de manera recelosa y acariciaran con gentileza, acciones que ambos prefirieron evitar llevándose la amarga cerveza a sus labios.

Después de un par de horas los menores se encontraban inhabilitado a seguir tomando al haber consumado  todo el alcohol, afirme a Ritsu quien estaba apoyado en mi hombro con las mejillas cubiertas por un tentador carmesí mientras que Zen lisonjeaba los cabellos de su indomable amor con una mirada llena de cariño.

“Aun no puedo creer que estos dos se negaran a todas nuestras peticiones” Contesto el más alto sumido en sus ideologías “Pero no me molesta que me lleve la contraria porque me enamore de ese carácter tan terco, me encanta todo lo que tiene que ver con Yokosawa” Lo mire con una cálida sonrisa ganándome la atención del más alto.

“Yo nunca pensé verte tan enganchado a alguien más” Musite dejando escapar mis pensamientos de mi difusa mente.

“Lo sé, pero desde que lo vi me esforcé por conquistar su testarudo corazón y todo valió la pena, encontré al tesoro más grande que he tenido” Contesto sin pudor el mayor “Aunque tú no eres nadie para hablar, te ves muy acaramelado con tu noviecito, pero ten cuidado con este juego no quiero que te quemes después” Agradecí haberle contado mi relación a Kirishima sin omitir los detalles, le declare la manera en como los dos habíamos acabado siendo pretendientes sin si quiera conocernos, le hable de Takano, del dolor que veía en esa hermosas orbes verdes y en cómo estas lloraban amargamente por el azabache.

“Para mi Ritsu no es un juego” Proclame con honestidad “Estoy enamorado de él y aunque no sea propio de mí, quiero ganarme su afecto”

“Vale la pena cuando encuentras al indicado” Susurro Zen para sí mismo levándose mientras cargaba en su espalda a su inconsciente pareja “Bueno llevare a Takafumi a nuestro departamento antes de que despierte acá y me quiera asesinar por haberlo emborrachado con preguntas tan vergonzosas” Observe con una sonrisa melancólica como esos dos se alejaban de mi vista dejándome con mi castaño.

“Ritsu ¿Te sientes muy mal?” Pregunte con  preocupación mientras que el más bajo se separaba de mi cuerpo.

“Estoy bien, después de dormir estoy mejor” Musito con una cálida expresión, sin esperar su consentimiento lo levante del suelo para jalarlo al centro de la habitación y unirnos a la aglomeración de personas que se encontraban cegadas por el éxtasis de la música que rodeaba todo el lugar.

“Akihiko yo no sé bailar, yo convulsiono de formas extrañas” Declaro con honestidad al ser presa de los descontrolados insumos de bebidas.

“Solo déjate llevar por lo que sientes por mi” Conteste con un tono galante en su oreja logrando que se tensara.

Al no ver resistencia coloque mis mano en su cintura mientras él se aferraba a mi espalda, ubicando uno de sus dedos de manera juguetona por mi cuello, mordí mi labio al percatarme de que Ritsu me estaba seduciendo sin si quiera ser capaz de notarlo, esa inocencia suya me enloquece, es la causante de mis delirios.

Nuestras caderas se empezaron a rozar sugestivamente, el sudor caía de nuestros cuerpo al igual que la adrenalina fluía con descaro en nuestra sangre, aspire con profundidad el exquisito aroma que desprendía el cuerpo de Ritsu, el más delicioso me ha deleitado en toda mi tortuosa vida, me embeleso lo suave de su piel, ante mis manos era frágil, no quería romper con mi veneno la joya que se me había encomendado.

Mis manos recorrieron con  osadía su vientre uniendo su cálida piel con la mía, fundiéndonos en un lazo que jamás separaría, la adición cegaba mi ser, deseaba poder tener más del castaño, convertirme en su todo, ser el único que sus ojos vislumbraran, marcarlo para que nunca nadie me lo arrebate.

Caí encandilado al contemplar la imagen que tenía frente a mis ojos; Ritsu estaba con toda la piel cristalizada debido al sudor que caía desvergonzadamente de su cuerpo incitándome a probar su cuello, mientras sus ojos fulguraban con una pasional intensidad que ataco lo más profundo de mi ser para llenarme con quien él era, sus labios se abriendo con insinuación, sus mejillas se calentaban ante mi indiscreta mirada.

Sin ser capaz de reprimirme me acerque a su boca para morder su labio y unir nuestras esencias en un beso que él correspondió aferrándose a mis cabellos, baje con insolencia a su trasero para apretarlo dejando que un par de gemidos ahogados nacieran entre nosotros, mi lengua batallo con la suya sometiéndola a que me proclamara dueño de sus divagaciones, me sostuve con fuerza de su quebrantable cuerpo, al separarnos de a poco gracias a la escases de aire que nacía en mis pulmones, lamí con atrevimiento sus perfectos e hinchados labios víctima de las marcas que deseaba que nos condenaran a ambos.

“Deberías tener más cuidado con tus imprudencias” ME regaño ocultando su muy apenada expresión debajo de su flequillo.

“¿Porque? Yo quiero proclamar mi amor por ti a todo el mundo, me siento orgulloso de que seas mi pareja” EL castaño me observo anonado ante la proclamación que había hecho, sonreí con dulzura sabiendo que él se sentía amado por mí, a diferencia de Masamune yo le otorgaría seguridad y valentía.

“Gracias por traerme pero creo que me debería ir” Confeso con un gesto que no logre descifrar en esos instantes, sin embargo al apreciar la seriedad en su voz decidí apoyarlo para que no se asustara y eludiera de mi presencia.

Ambos caminamos hasta el ascensor en donde el castaño se apoyó con fuerza en la muralla, al parecer sus piernas estaban temblando al no estar acostumbrado a la ingesta de alcohol, al profesarme preocupado lo tome entre mis brazos con suma delicadeza  como si su cuerpo estuviera constituido por el más despampanante cristal que mis manos hubieran acariciando con temor a destrozarlo.

“Gracias” Susurro dejando que su rostro descansara en mi pecho, lugar en donde los latidos se aceleran con ímpetu ante el tacto que estaba teniendo con Ritsu, el joven que se ha adueñado de mi ilusiones cegándome con su exquisita personalidad, es tan diferente a todo el que conocí, es alguien sumamente valioso que no perderé.

Camine con cuidado por toda la facultad hasta llegar a la salida en donde nos subí a un taxi, le susurre al conductor la dirección de mi apartamento sabiendo de ante mano que el castaño reclamaría por el supuesto secuestro que estaba cometiendo, con el único objetivo de que descansara y estuviera seguro entre mis brazos.

NO se lo llevaría a Masamune porque me regañaría y además no confió la vida de lo que más necesito frente a un extraño, él lo lastimo, provoco que de sus luminosos ojos verdes se fugaran lágrimas de dolor que lo destrozaron, lo empezaron a marcar corroyendo esa ingenuidad que me hipnotiza, no permitiré que suceda una vez más ese daño, de ahora en adelante yo seré su guardián y protector.

Aprecio a mi amigo, sin embargo, lo daré todo para cuidar a quien atesoro, es por esa razón que no dudare en pulverizar a Takano hasta convertir su existencia en algo insignificante si se atreve a tocar uno de los cabellos de mi novio, no más dolor, no más tortura, ya basta de tener que vivir en un constante estado de amargura, de tener que reprimir sus deseos y anhelos por anteponer los de su mejor amigo, deber esperar que un milagro ocurra en vano, esta vez Ritsu velara por su felicidad, quiero que sea egoísta, ambiciono que sea feliz y que se sienta pleno cada instante de su vida, meta que no lograra con el azabache arrastrándolo a la miseria.

EL conductor me saco de mis pensamientos al indicarme que ya habíamos llegado, le pague con una generosa propina arrastrando al más bajo hasta en segundo piso en donde lo introduje con fuerza a mi hogar, para que finalmente se relaja y descansara, que todo el agobio que reflejan sus ojos se apague por tan solo un par de minutos.

“Pensé que me llevarías  mi casa” Se quejó con los brazos cruzados mirándome acusadoramente como si hubiera cometido algún crimen.

“Creo que tu mejor amigo me hubiera golpeado si te ve en esas condiciones” Señale con mi mano apuntando a su empapada ropa “Estas lleno de cerveza, al parecer no estás acostumbrado a tener que beber”

“No digas esas” Antes de que el castaño pudiera terminar su rostro palideció para eventualmente irse corriendo el baño en donde devolvió todo lo que habíamos festejado hace un par de horas, con cariño me acerque agachándome a su altura para sobarle la espalda en señal de apoyo, permitiendo que no se reprimiera.

“Perdón” Contesto apenado bajando sus hermosas orbes “Akihiko no quiero ser muy aprovechado pero ¿Me puedes prestar la ducha? Por favor” Al distinguir ese tono lleno de súplica no me resistí a besar sus perfectos cabellos y asentir con gentileza.

Salí de la pieza para ir a mi armario buscando mi pijama y unos boxers que me quedaran pequeños, cuando escuche el ruido del agua ingrese con sigilo tomando la ropa de Ritsu para reemplazarla con la mía, suspire cansado dejando en la lavadora las sucias prendas esperando que las manchas salieran para que no me detestara por las impulsivas acciones a las que lo he estado sometiendo, pese a esto, al deliberar que soy yo la razón de que este cambiando y ahora luzca con más vida, me hace infinitamente feliz.

Sonreí quitándome mi vestuario para ponerme el pantalón que uso para dormir, lleve mi mano hasta mi pecho sonriendo por lo alterado que se movía este, jamás dejare de agradecer esta oportunidad que se me ha dado, no tengo miedo de decirle a Ritsu que lo amo y nunca lo dejare, de prometer un amor eterno gritándole a los cielos que ese ángel no caerá de entre mis brazos porque tengo la certeza de que no romperé esas proclamaciones.

Calenté un poco de café para la resaca mirando la puerta del baño al escuchar como esta se abría estruendosamente dejándome ver a un apenado castaño con la parte superior de mi pijama y la ropa interior que le preste mientras las gotas de agua recorrían seductoramente su perfecta, sedosa y nívea piel.

“¿Dónde está mi ropa?” Me pregunto amenazadoramente “Y ¿Por qué rayos solo me dejaste una polera y no un pantalón?” Me acerque hasta el menor para besarle tiernamente la mejilla debilitando su cuerpo.

“Los novios usan las prendas de sus parejas” Musite con un tono de voz ronco en su oreja mordiéndola lascivamente.

“No soy una chica para que me trates de esta manera” Se defendió intentando entablar una nueva distancia entre nosotros dos, acción que no le permití.

“No te estoy diciendo que seas una chica, yo te amo independiente de tu sexo y no te hará más femenino aceptar el cariño que te estoy dando, son atenciones especiales” Confesé con dulzura abrazando su espalda.

“Es muy extraño que me trates así” Murmullo con un apenas audible hilo de voz “Ustedes dos son tan distintos” Murmuro para sí mismo, palabras que me molestaron, no quería que me compararan con nadie más.

“Ritsu no hables de Takano” Le ordene tomando con gentileza sus mejillas “No quiero que ese nombre este en medio de nuestras relación, sabes que voy enserio contigo y hare que te enamores de mi sin importar el tiempo que me tome, por eso por favor dame una oportunidad y por el tiempo que este conmigo borra ese nombre de tus memorias” El más bajo se tensó, sus labios se abrieron para responderme hasta que el ruido e su celular rompió la atmosfera.

“Debe ser Masamune, supongo que lo preocupe desapareciendo todo el día” Suspiro agotado el chico de ojos verdes caminando hacia la mesa para tomar el celular que deje en aquel lugar con el objetivo de evitar que se mojara en la lavadora.

“No le conteste” Pedí en un ruego desesperado, el castaño me miro confundido sin comprender la razón de mi celoso actuar.

“Pero si no le contesto llamara toda la noche conociéndolo” Me acerque hasta su cuerpo dejando caer mi cabeza en su hombro, mostrándome débil y lastimero por primera vez frente a quien le entregaba mi corazón.

“Ritsu estoy consciente de que soy egoísta por quererte solo para mí, pero no lo soporto, Takano te lastimo, es un hipócrita por pedirte que te mantengas a su lado cuando tu estás sufriendo” El más bajo me miro impactado ante el descubrimiento de su secreto “Sé que no estás de acuerdo con seguir manteniendo una relación que te tortura, sé que es difícil pero acá estoy yo abriéndome para que tú me recibas, yo si quiero que tú seas feliz, respetare tus deseos y jamás te hare daño por eso” Susurre sin ser capaz de sostener una honrada mirada “Aunque sea esta noche dame la ilusión de que estas tan enamorado de mi como yo de ti” Lleve mi mano hasta el último botón de su teléfono para apagarlo.

“Supongo que sería vergonzoso que me escuchara ebrio” Musito logrando que una corriente eléctrica apresara mi cuerpo.

“No tienes idea de lo feliz que me has hecho” Conteste rozando sus labios “Vamos a mi habitación, quiero ver una película contigo abrazándote en la cama” EL menor se ruborizo al ser presa nuevamente de mis descaradas palabras.

“No me trates como si fuéramos una pareja de recién casados” Se quejó dejando que lo moviera hasta mi dormitorio.

“Amor, no te preocupes, cuando nos casemos haremos cosas más divertidas, por ahora confórmate con que te cuidare todo el día de mañana por la resaca que tendrás” Ritsu se limitó a esconderse debajo de las sabanas mientras yo buscaba una película romántica para que los dos viéramos acurrucados.

Cuando logre mi propósito me acomode a su lado, arropándolo con las frazadas, permitiendo que él reposara en mi pecho para que nos perdiéramos en una de las hermosas fantasías que antes ansiaba poder destruir, imaginando que el amor era algo que las personas de buen corazón vivían alardeando en frente de los demonios desafortunados como lo era yo.

Nunca entendí cuál fue mi gran pecado para que se me privaran de todas las resplandecientes luces en la vida, el estar condenado en la soledad ha sido siempre la cadena más pesada que me ha asfixiado, es por ese motivo que me siento completo cuando estoy con Ritsu porque él es la luz que existe en mi penosa existencia, el mismo por el cual ahora respiro y por el que mi corazón seguirá batallando por latir.

Notas finales:

Bueno eto..este espacio es para mi publicidad y avisos asi que primero los invito a leer otro fic nuevo que saque, el otro capitulo se sube mañana; "Reencuentro de pasiones ocultas".

Y aviso la verdad iba a subir actualizaciones masivas mañana pero estoy en cama muriendo e ire al medico mañana asi que el sabado o el domingo dependiendo de lo que me digas se suben los siete fics actualizados <3

Fin del espacio publicitario......

Takano dios recapacita!!! T_T jaja perdon pero Usagi esta de galante con Ritsu y bueno si se siente querido por el ya que si le da como el afecto que pedia...

Espero que les hay gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).