Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! Actualizaciones masivas 4/7

Bueno aca esta lo que paso al dia siguiente con la nueva pareja que se esta armando.

Espero que els guste <3 <3

Ritsu Pov

Me encontraba ahogado por las penurias que atacaban sin compasión mi acomplejado corazón, me dolía la cabeza, mi pecho era poseído sin control por un desagradable ardor, tenía unas inmensas ganas de llorar al perderme en la desesperación, sin embargo, lagrimas para derramar era algo que ya no tenia en mi sistema.

Masamune lo ha sido todo para mí, me he esforzado cada instante de mi existencia por hacer más agradable la suya, la única recompensa que pude disfrutar fue que me enseñara esa despampanante sonrisa suya, lo amo con toda la intensidad que mi espíritu me puede otorgar, es el único que sana cada una de mis males, él único hombre capaz de vislumbrara más allá de mis expresiones para desnudar mi alma y contemplarme por lo que soy.

Aun así también es el causante de mis tormentos, porque me lastima tener que permanecer a su lado reprimiendo los deseos que tengo por probar nuevamente el dulce sabor de sus labios, ¿Por qué es tan malo lo que siento por él? Sé que puede arruinar  nuestra amistad, estoy consciente de que enamorarme de él traería consigo un riesgo muy grande, aun así es lo que mi egoísta corazón anhela poder tener; una vida a su lado.

Yo no lo entiendo, me percibo tan patético, a veces me ilusionaba con que el sentimiento era correspondido, ansiaba creer que esos ojos miel me pertenecían de la misma manera que los míos caían ante cada una de sus perfectas facciones, aunque él salió con otras personas, jamás me rendí intentando  ganarme un lugar especial.

Pero quizás ese puesto que tanto pretendo tener no exista y esta dependencia solamente sea importante para mí, ante estas divagaciones mis ojos cerrados nuevamente comenzaron a arder sin clemencia, yo lo he dado todo por esa relación y finalmente acabe guardándome cada uno de mis problemas para mí mismo, sabiendo que algún día explotaran en un doloroso traqueteo que acabara con la última ilusión que se posa en mi frágil cuerpo, pateando sin remordimiento lo devastado que quedara al ser opacada mi única luz.

Dime Masamune ¿Acaso no te he amado lo suficiente? Cada minuto de mi vida te lo dedique, siempre nos hemos apoyado mutuamente para salir adelante, cuando tus padres se divorciaron hay estuve yo incondicionalmente, siempre él primero en saludarte en tu cumpleaños, te abrase cada vez que me rogaste calor, me despoje de mis necesidades para convertirte en lo que más ambicionaba mi egoísta mente, sin embargó, eso jamás pareció ser suficiente para ti, creo que nunca fui lo suficiente, son las palaras que no se atrevieron a escapar de mi boca para no ver una mueca de dolor en sus sublimes labios.

¿Por qué rayos ellas si y yo no? Masamune en su vida ha tenido tres novias, cada una de ellas se burló en mi rostro al tener a quien yo profesaba el amor de mi vida, me lo quitaron sin haberse sacrificado como yo lo hice, por eso me duele tanto que no me haya dado la oportunidad de hacerlo feliz, cuando pudimos haberlo tenido todo.

Supongo que mis emociones nunca fueron tan fuertes como para que le llegaran, siempre me falto algo más y ahora estoy resignado a vivir una miserable existencia observando como esos resplandecientes ojos miel miran con pasión a otra persona, dejándome atrás en el olvido como el idiota que lo sustento en cada uno de sus sueños para abandonarlo en el camino.

Me he sometido tantas veces a sus caprichos, renegué de mis pasiones para que él fuera feliz y ambos viviéramos juntos, escondí mis sentimientos cuando él sabía que me provocaba con esas palabras tan inocentes, con sus desconsiderados “te quiero”, dándome alas que no existieron jamás para que me arrojara al vacío cayendo sobre el frío suelo lleno de puntas que me atravesaron hasta dejarme inmóvil en medio de mi llanto.

Pero ¿Acaso eso me importo? Nunca, porque lo amo, cuando uno está enamorado antepone las necesidades del otro sin importar el dolor que uno tenga que vivir en carne propia, no obstante siento que me debería dar por vencido, quizás estoy siento muy terco con mi romance ilusorio, tal vez me estoy aferrando a la nada con más fuerza de la que debería.

Sin poder evitarlo deje que esos ahogados sollozo salieran de mi garganta en un lastimero grito de auxilio, ya no puedo con esta presión, tener que acallar los padecimientos que sufro me exige energías que ya no tengo, estoy muy cansado de todos como para tener que soportarlo, lo mejor es dejar que estos me consuman hasta destruirme.

“Ritsu” Abrí los ojos con sorpresa al percatarme que no me encontraba solo en la habitación, con vergüenza desvié la mirada de las penetrantes orbes violetas “¿Qué ocurre amor? ¿Por qué estabas llorando?” Me pregunto con una gentileza que desconocía acariciando mi rostro con cuidado como si temiera que este se corrompiera.

“No es nada, me siento muy mal por la resaca, tengo mucha sed y me duele” Conteste omitiendo la verdad para concentrarme en el agotamiento físico que me había provocado esa fiesta la noche anterior.

“Te iré a hacer un rico café con leche, no te muevas” Mire con incredulidad como el mayor salía de la habitación, me estire con cansancio percibiendo una fuerte punzada en la cabeza, me dolía el abdomen, la garganta se me quebraba ante la escases de agua, mis ojos tenían la vista nublada y unas fuertes nauseas se apoderaron de mi estómago.

Suspire sabiendo que estaba viviendo mí las primeras consecuencias de una alocada noche de diversión, es mucho más desagradable de lo que te hacen creer, no es necesario ver mi cuerpo para notar las enormes ojeras que acaparan mi rostro.

Pese a todas estas secuelas agradezco a Akihiko por toda esta atención, lo admito el peli plata si me gusta, son tan opuestos ellos dos, siento que con mi actual pareja estoy más seguro, me agrada que no tema decir lo que piensa, que se haya arriesgado a pesar de que no me haya conocido tantos años como el azabache, que me abrase y que me de besos, aunque me apenen son gestos que me hacen profesar amado.

Ya no me siento tan solo como antes, quizás si deba dejar las cosas de esta manera, ser la pareja de Akihiko es cálido, por un par de minutos logra que me olvide de cada una de mis heridas y juegue con él a existir en una burbuja que no me corresponde, encerrado en un castillo de cristal en donde armamos nuestras vidas.

¿Está mal desear coexistir en este cuento? Esquivar mi realidad y perderme en la fantasía es lo único que acapara mi mente, porque tengo la certeza de que cuando mis ojos vean la expresión de decepción que se desatara en esas sobresalientes orbes de color miel mi corazón se paralizara y una nueva mescla de pasiones se desencadenara por mi sangre.

Lo único que quiero es encerrarme en mis pretensiones y no ver nunca más la luz del día como si de esa manera pudiera aplazar mis batallas, aquellas que tengo la certeza que no lograre vencer porque mis inseguridades son muy potentes, gracias a esas flagelaciones que adquiero cada vez me hundo más en mi desahucia.

Mire con ternura como el mayor regresaba con una gran bandeja que posicionaba en la cama para recostarse a mi lado con una taza que hacia juego con la que me había entregado, es grato tener a alguien que se preocupe por ti, en quien apoyarse, no tener que pretender disfrutar una torcida sonrisa, porque otra persona te apoya en tus penurias, no sé si es amor lo que estoy viviendo por esos ojos violetas, sin embargo sé que lo quiero más de lo que puedo tolerar, él es una extraña combinación que ha llegado para turbar mi mundo.

“Espero que te guste, tu novio lo hizo con amor” Solté un bufido molesto ante la arrogante actitud que el más alto me mostraba.

“Gracias pero solo es un café” Conteste dándole un sorbo al amargo líquido, el cual no sabía tan desagradable como me lo suponía “¿No cocinas mucho?” El oji violeta  me sonrió logrando que todo mi cuerpo se estremeciera ante su sinceridad.

“No cocino jamás, por eso me gustaría que me ayudaras a preparar el almuerzo como la buena pareja de enamorados que somos” Antes de poder responder el peli plata se acercó hasta mi nariz para rosarla con sus labios “Porque estamos bien acaramelados tu y yo” Me sonroje al instante por lo descarado que me resultaba su comportamiento.

“Deberías tener más recato en tus palabras” ME queje acabando la taza para dejarla vacía en la bandeja sin estar apto de sostener una mirada.

“No quiero ser prudente porque eres tú a quien le hablo” Musito depositándome en su pecho para abrazarme posesivamente.

“¿Qué hora es?” Me atreví a preguntar levantando con timidez mi mirada para perderme en sus resplandecientes orbes violetas.

“La una de la tarde” Sin poder analizar bien su declaración parpadee ladeando la cabeza para demostrar que no había entendido su comentario “Ritsu ya es más de medio día, pero te veías tan lindo que no te quise despertar”

“¿QUÉ?” Grite molesto intentado levantarme en vano por los mareos que sufría “Pero eso significa que no fui a la universidad ningún día” Murmure para mí mismo, percibiendo la enorme culpa que me aplastaba al convertirme en una especia de vándalo que escapaba de sus responsabilidades para divertirse.

“No seas tan exagerado, Kirishima me dijo que no enseñan nada el primer mes” Mire con el ceño fruncido al mayor quien me acaricio despreocupadamente los cabellos “Ya, no me mires así, te prometo que yo conseguiré la materia y te la enseñare si es lo que tanto te preocupa pero seguramente serán notas suicidas escritas por las pobres victimas del demonio Kamijou”  Contesto con seguridad rodeándome con sus fuertes brazos, si él lo dice de esta manera con tanta honestidad transmitida en tan solo un par de palabras no tengo otra opción más que creerle y entregarme al hombre de hermosa sonrisa.

“Si me lo dices de esa manera confió en ti” Murmure apenado ocultando mi rostro en la calidez de su pecho sorprendiéndome por lo rápido que su corazón latía ante mi cercanía, todo esto es nuevo para mí, no puedo evitar ponerme nervioso ante el mínimo toque que nazca entre nosotros dos y resistirme a las nuevas tentaciones que sufro.

“Tú eres quien provoca eso” Susurro llevando mi mano hasta el lugar en donde los golpes en su formado pecho se intensificaban “Deberías hacerte responsable aceptando mis besos de buenos días” Antes de que pudiera responder sus labios apresaron los míos.

Me recosté en contra de la almohada percibiendo como mi respiración se agitaba ante la intromisión que el peli plata tenía en mi boca acariciando con su lengua cada rincón que existía en esta, como si intentara memorizar la esencia que estábamos creando, un sabor distinto, novedoso, prohibido pero lamentablemente bastante adictivo.

Empecé a delirar por la experiencia de la boca del mayor, quien recorría mis piernas con sus manos mientras profundizaba el beso con la otra, provocando que todo mi cuerpo temblara ante su calor, frente a su embriagador aroma, y los deliciosos mimos que me prometía con su agitada respiración, sin poder contenerme solté un par de suspiros ahogados acariciando con timidez sus labios para no separarnos jamás de esa peligrosa fusión.

Con deseo mordió mi boca mientras su juguetona mano recorría mi espalda, bajando con lentitud mi piel hasta llevarla a mi trasero el cual apretó, logrando que me tensara y nos separa con brusquedad mirando asustado al peli plata, quien me observaba confundido del otro lado de la cama.

“Lo siento, pero yo no” Susurre perdiendo toda la determinación con la que había destrozado el ambiente “No estoy listo para tener sexo” Le debí parecer bastante lastimero, soy un hombre de casi veinte años que aún es virgen porque está esperando a la persona correcta para entregarse, seguramente me despreciara por cobarde.

“Oye Ritsu” El peli plata levanto mi mentón para entrelazar nuestras miradas, acción que rehuí al cerrar con fuerza mis ojos “No te presionare” Mis escudos se fragmentaron al auscultar el delicado tono de voz con el que me confesaba su preocupación.

“Pero tú no” Sin poder terminar el más alto me dio un casto roce en mis hinchados labios para eventualmente sonreírme con cariño.

“Te amo y no te presionare a que hagas nada de lo que te puedas arrepentir, cuando llegue el momento y tú te sientas confiado lo haremos” Mis ojos se encendieron al encontrarme con tanta amabilidad, Akihiko era una persona completamente opuesta a quien yo imaginaba que seria, él es la prueba de que no nos debemos dejar engañar por las primeras impresiones, ya que ese semblante de superioridad solamente era una barrera para que no lo lastimaran con las traiciones que las lenguas venenosas ofrecen.

“Eres un buen novio” Conteste con vergüenza besando con timidez su mejilla para levantarme de la cama abandonando mis males físicos y mentales, dejando que el acogedor momento absorbiera cada una de angustias.

“Y tu uno muy malo que me obliga a reprimirme ¿Lo sabes?” Solté una pequeña risa divertida tomando del brazo a mi pareja.

“Como recompensa te daré un buen almuerzo” Respondí con alegría dejando que un agradable calor se posesionara en el centro de mi existencia.

Ambos caminamos hasta la cocina en donde encendí el gas para comenzar a prepararle algo al peli plata, solté un quejido frustrado al encontrarme con los vacíos cajones llenos de comida preparada, sin embargo, al no tener la intención de rendirme desordene todo el lugar hasta descubrir un pequeño paquete de arroz aun cerrado junto a un trozo de carne y algunas plantas que podría usar para hacer un extravagante curry.

Con maestría lleve los granos hasta la olla mientras cortaba las verduras, sonreí con melancolía recordando cómo le había rogado a mi madre que me enseñara a preparar alimentos cuando era bastante pequeño porque la familia de Masamune era muy descuidada y muchas veces se olvidaban de su hijo, por esa razón yo decidí convertirme en quien cuidaría de ese azabache para que siempre se sintiera pleno a mi lado.

Pese a los fallidos fracasos que tuve en mi casa, nunca se rindieron hasta que aprendí con dificultad a preparar comestibles, arreglando todos los días dos platillos para que el joven de ojos miel me mirara con sinceridad y confiara sus temores entre mis manos, porque estas jamás los romperían sino que intentarían sanarlos con la inocencia que ahora he perdido al estrellarme con mi propia y lastimare realidad que tan intensamente deseo olvidar.

Toda una vida dedicándosela a alguien más, aunque mentiría si digo que no recibí nada a cambio porque Masamune si me dio su amor incondicional, me apoyo cuando lo necesite, solamente no lo hizo de la manera que yo ambicionaba, quizás estamos mejor con una amistad y yo deba rendirme para dejarlo ser feliz con una familia, tal vez estoy siendo muy egoísta al privarle la posibilidad de tener hijos, después de todo él es heterosexual, fui yo el torpe que no se percató de su situación hasta que fue muy tarde.

El ruido del arroz coaccionando me saco de mis amargos recuerdos, sonreí con orgullo ante el decente aspecto que tenían los granos, pese a la dudosa procedencia de estos, vacíe la olla repartiendo en pequeña porciones los granos blancos, asegurándome de que al peli plata le quedaran almacenadas varias raciones para tiempos difíciles.

El más alto me ayudo con los cubiertos para posicionarlos en la mesa central, una muy hermosa y ordenada, aunque fuera un departamento de soltero el que manipulara se veía sospechosamente metódico, no como los desastres que yo hago al momento de estudiar.

“Se ve delicioso” Musito el mayor llevándose un cucharada hasta la boca “Y sabe exquisito, muchas felicidades”

“Es que Masamune cuando era niño jamás llevaba almuerzo, yo me preocupaba mucho por eso aprendí a cocinar” Murmure jugueteando con el curry “Aun recuerdo lo que pensé la primera vez que lo vi sonreír; Como me gustaría que siempre mantuviera esa expresión, es muy linda” Libere una risa sarcástica perdiéndome en mis divagaciones “Pero que ingenuo he sido todo este tiempo con esa clase de sentimientos”

“¿Qué tienen de malo?” Mis acciones se detuvieron ante el frío tono de voz que utilizo el más alto ante mis palabras “Tú estabas enamorado, todos cometemos locuras para ver feliz a quien se roba cada uno de nuestros pensamientos” Lo mire con ternura permitiendo que entrelazara nuestras manos “Como yo por ejemplo, un día estaba tan enamorado que secuestre a mi lindo novio a un parque de diversiones solo para usarlo como escudo de agua” Solté una pequeña carcajada al escuchar ese comentario.

“Idiota no me recuerdes eso porque sigo enojado, al final mojaste toda mi ropa y termine usando la tuya” Conteste fingiendo molestia sin éxito.

“Justo como ahora” Mire confundido al oji violeta quien recorría lascivamente mi cuerpo con su hambrienta mirada, percibí un escalofrió apoderándose de mi estructura hasta que recordé que anoche había dormido solamente con sus prendas, me sonroje intentando cubrir en vano todo mi cuerpo.

“Devuélveme mi ropa” Le ordene autoritariamente abrazándome a mí mismo con mis brazos ganándome una mirada seductora.

“No” Contesto autoritariamente “Quiero que te lleves mis prendas para que en las noches aspires su aroma y me extrañes, quiero que las rodees demandando el calor de mi cuerpo, ansió que te atormente el silencio al no escuchar mi voz”

“No seas tan” Antes de que acabara mi reclamo él me cubrió la boca con uno de sus dedos incitándome a guardar silencio.

 “Porque de esa manera yo conservare tu ropaje y  extrañare tu delicioso aroma cuando estemos a un par de metros de distancia, añorare tu melódica voz aunque hablemos por teléfono, me sentiré condenado si no te sostengo en mi pecho, perderé mi razón de ser mientras no estas frente a mi cada segundo de mi vida, por esa cognición me aferrare con desespero a tus prendas esperando que vuelvas por ellas mientras tu vacilas en regresar para devolverme las mías” Mis mejillas se agolparon de un color escarlata ante su desvergonzada declaraciones.

“Es tonto intercambiar ropa para que nos extrañemos” EL peli plata me miro con decepción callando sus palabras “Pero es un gesto lindo que estoy dispuesto a hacer porque uno comete locuras por amor” Murmure apenado intentado no salir corriendo para ocultarme en algún lugar lejano en donde nadie me encontrara.

“Enserio eres increíble Ritsu, me encargare de que me ames con la misma intensidad que yo lo hago contigo” EL mayor me abrazo con afecto dándome un sentimiento de protección, permitiendo que mis miedos se esfumaran al haber encontrado al héroe por el que tantas noches clamaba, alguien en quien confiar plenamente sin pánico al rechazo.

“No, solo soy alguien que no teme arriesgarse por quien le importa” Musite con sinceridad dejando que me mimara con sus amables tactos.

“Eres el tesoro que voy a guardar” Susurro con seguridad “Alejando a todos los que te quieran tener, secuestrándote en una isla muy lejana en donde nadie más te encontrara” Murmuro en mi oreja arrojándome al suelo para plantarme muchos pequeños besos en el rostro, los que me causaron cosquillas.

“Oye Akihiko tu; ¿Quieres que me enamore de ti o que me de él síndrome de Estocolmo?” Pregunte reprimiendo las carcajadas que amenazaban con brotar debido a los cosquilleos de los que era víctima mi cuello

“Ambos si se trate de ti” Pronuncio con un insinuante tono de voz sonriéndome mientras movía los cabellos de mi frente “¿Alguna vez te he dicho que me encantan tus ojos?” Me tense al percatarme del comprometedor momento que estábamos viviendo.

“No son especiales y extravagantes como los tuyos” Murmure dejando escapar uno de mis pensamientos.

“No, los tuyos son más hermosos porque son verdes y están lleno de vida y luz, siento que podría contemplarlos todo el día” Antes de que ambos juntáramos nuestros labios en un nuevo contacto el sonido de una molesta alarma nos sacó de nuestro trance.

“¿Qué ocurre?” Lo interrogue dándole la mano para que me ayudara a levantarme del suelo del comedor.

“Ya son las cinco de la tarde es hora de que vaya a tomar mi siesta” Confeso desvergonzadamente con una sonrisa socarrona.

“Yo me debería ir” Susurre agarrando unos pantalones al azar del closet del peli plata cuya mirada se encontraba clavada en cada una de mis acciones, logrando que mi respiración se agitara ante sus movimientos.

“Deja que te lleve a casa amor, no quiero que algo te pase” Me rogo con una infantil expresión la cual yo no me pude negar.

Sin protestar me subí al convertible rojo del oji violeta con el cual forje una amena charla todo el camino perdiendo la misma noción de tiempo, sonreía bastante cuando me encontraba a su lado porque su personalidad era agradable, me liberaba de las tensiones que opacaban mi vida, me arrebataba los problemas para ser él quien me ayudara en las contiendas que profese haber perdido antes de comenzar.

Al llegar al edificio nos despedimos con un tímido roce de labios y un par de promesas amorosas que sin que él supiera guarde en lo más profundo de mí ser, codiciando a que estas se convirtieran en mi verdad y mi lastimado espíritu dejara de sollozar para comenzar a vivir la plenitud que implicaba tener apoyo.

Me baje con una torpe expresión de su convertible subiendo en el ascensor hasta mi departamento, me abofetee mentalmente al recordar que había abandonado mis llaves y mi celular en casa de mi novio, con una leve e ingenua ilusión levante el tapete esperando que mi arma en contra de una emergencia aún se encontrara en su lugar.

Sonreí al encontrarme con la pequeña llave girando silenciosamente de la cerradura para ingresar con sutileza a mi hogar, esperando que Masamune no se encontrara en casa al no percibirme listo de enfrentar su mirada miel, sin embargo, al darme vuelta mi corazón se detuvo cuando supe que esos deseos solamente se perderían como unas simples fantasías.

“¿Dónde diablos estabas?” Me pregunto con unas notorias ojeras apoyando su cuerpo en la pared de la sala principal, cruzando sus brazos en señal de desaprobación a mi comportamiento, me sentía como un pequeño niño que era regañado por sus padres al haberse escapado de casa para ir a una fiesta.

“Como se hizo muy tarde me quede a dormir en casa de Akihiko” Confesé intentado mantenerme firme, no quebrarme nuevamente “Pero supongo que eso a ti no te importa, después de todo hubo más de una vez que tu saliste tarde”

“Pero siempre te mensajeaba” Se defendió el más alto acercándose a mí, al notar sus intenciones mis pies retrocedieron hasta que mi espalda se encontró con la muralla, no quiera verlo a sus ojos porque no lo resistiría.

“No eres mi pareja para andar reprochándome nada, si yo me quiero quedar en casa de mi novio para dormir lo hare sin consultarte” EL azabache se detuvo extendiendo su mano con furia lanzándome una mirada llena de frialdad, cerré los ojos presa del pánico sintiendo como él me abrazaba con sus temblorosas manos.

“Idiota, no sabes lo mucho que me preocupe por ti” Contesto aferrándose a mi cintura con desesperación “Como no me contestaste el celular llame a la policía que solo se burló de mí ya que no tenías las 48 horas necesitas para reportarte, no me vuelvas a hacer esto jamás, sentí que podría morir en cualquier instante” Takano eres tan injusto conmigo, si no quieres amarme como yo lo hago no me hagas esto, no me abraces con tanta fuerza, no me digas esas palabras tan dulces solo para después tratarme con lejanía porque ya no lo puedo seguir soportando, soy débil ante ti y nuevamente termino rindiéndome a tus pies.

“Lo lamento mucho, apague mi celular y lo olvide en casa de Akihiko” Me excuse correspondiendo su agarre para aspirar su esencia.

“Ritsu me muero si te pasa algo, dime ¿Qué sería de mi sin ti?” Me pregunto con timidez uniendo nuestras miradas, abrí los ojos con preocupación al notar que esas preciosas orbes miel estaban enrojecidas.

“Masamune tu ¿Estuviste llorando?” Lo interrogue sin ser capaz de ocultar mis verdaderas intenciones.

“Estaba muy preocupado por ti, jamás te habías desaparecido de esa manera, además estamos acostumbrados a pasar las noches de los Viernes juntos en un maratón de películas de horror, llevamos años con es tradición, aunque me alegra que hayas llegado a tiempo a pesar de estar retrasado con nuestro compromiso” Y así nuevamente ante sus gentiles palabras y sus sinceras expresiones termino cayendo.

“Vamos a ponerlas” EL mayor me examino con cuidado agarrando con algo de desprecio la manga de mi polera.

“Esto no es tuyo, te queda bastante grande” Mis mejillas se ruborizaron al recordar todo lo que había ocurrido con Akihiko, todas aquellas hermosas declaraciones y promesas que ambos hicimos en una mágica atmosfera.

“Mi novio me presto algo de ropa porque la mía estaba bastante mojada” El azabache tenso su rostro creando una mueca que nunca antes había podido contemplar, él parecía estar dolido por mis palabras.

“Ya veo” Susurro escondiendo su expresión debajo de sus perfectos cabellos oscuros “Pero oye mañana que es fin de semana tú y yo vayamos al centro comercial a comprarte algo que si puedas usar” Sonreí con despreocupación asintiendo con la cabeza para dirigirme a la cocina y calentar el paquete casero de palomitas de maíz que cocinábamos todos los Viernes en nuestro maratón de películas.

“Te avisare cuando estén listas, tú por mientras escoge los films” Le pedí concentrándome en mi nueva labor.

“Ritsu” Deje que un pequeño ruido escapara de mis labios dándole a entender que si estaba escuchando sus frases “¿Tú estás enamorado de Akihiko?” Me di vuelta confundido entrelazando nuestras miradas.

“Yo” Susurre con miedo al notar la expectante contemplación que esos destrozados ojos miel me regalaban, no entendía el porqué de esas miradas tan extrañas, esa preocupación en su voz, lo único que pude hacer ante esa imagen fue contestar con la verdad “No lo sé, pero él me gusta mucho aunque las emociones no desaparecen de un día para otro” El más alto soltó un suspiro acercándose hasta mi cuerpo para abrazarme con cariño.

“Es un alivio que este bien” Susurro dejando caer su cabeza en mis cabellos, Takano es tan injusto cuando hace estas cosas, me lastima sin saberlo, sin embargo, ese dolor de alguna manera es bastante dulce, siento que lo puedo soportar todo con tal de ver su sonrisa, supongo que el amor no se disipa tan fácilmente.

“Fuiste un exagerado al llamar a la policía” Musite sacando el paquete de la máquina para servir las palomitas en un plato más grande.

“Me preocupe porque te quiero” Eso ya lo sé, jamás he dudado del afecto o la preocupación que me tienes, sin embargo, esta lamentablemente no será de la manera con la que tanto tiempo he aspirado, nosotros no tendremos esa relación que he anhelado manteniendo una ensoñanza como mi objetivo, volando muy alto para después caer sin ser capaz de enfrentar el duro golpe que me he dado en contra del verdadero infierno lleno de demonios que gozan con verme en ese deplorable estado.

Sé que no me amas de la forma en que yo lo hago, así que ¿Estaría mal intentar darle ese amor a un hombre que si lo quiere?

Notas finales:

Quiero aclarar un par de cosas; primero Ritsu lleva una vida enamorado de Takano no es facil si es un amor de tanto tiempo por eso ya saben, le cuesta corresponder.

Por otro lado a los que se preguntaron porque Usagi es tan rapido y romantico pues si solo ha habido oscuridad valoras la luz que se te entrega y como takano todo el tiempo ha vivido con el amor de Ritsu se acostumbro a esa cotidianidad.

Y que me dicen la teja le cae o no le cae a Takano?? YO creo que ya se esta empezando a percatar de que las cosas van a cambiar ahora que AKihiko es su novio...

Espero que les hay gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).