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Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!! *Hace una pequeña reverencia* Sumimase punto uno he tenido muchos examenes medicos que me atacan y mas ensima el final del hilo rojo asi que me atrase pero aca estoy y pues para compensar el otro fin de semana subire masivamente todos los fics mientras en la semana publico a diario uno o dos no se depende de como me vaya con eso.

Primero este capitulo es para Sandii por su infinita paciencia y sus animos tan amoroso muchas gracias!! <3

Y pues aca conoceras lo que piensa Takano, creo que se iran alternando cada cpitulo los puntos de vista para no centrarse solo en una emocion.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Toda una vida a su lado, siempre pensando constantemente en Ritsu, añorando que en todos esos instantes él divagara de la misma manera que yo, él lo ha sido todo en mi existencia, le ha dado un sentido a los lugares que antes estaban inmersos en la desesperanza, gracias a esos resplandecientes ojos verdes llenos de inocencia el cielo de mis amargas noches hoy tiene estrellas que irradian brillo y tenacidad.

Es por esa razón que actuó con cuidado, porque sé lo que es ese castaño para mí, estoy consciente de lo valioso que ha sido acompañándome todos estos años, lo deseo cuidar, pretendo que construyamos una senda juntos en el futuro, es por esa cognición que en lugar de arriesgarme a su lado para saltar a una relación sin seguro escogí la salida del cobarde y lo encerré en mi corazón con la finalidad de que permanezca ahí siempre.

Hay cosas que no son tan fáciles de decir, palabras que por más que uno codicie que se escapen de los  labios estas no lo hacen; Ritsu yo siempre estoy velando por tu bien, perdóname por todo el dolor que te estoy causando, lo lamento, lo último que anhelo es que tu hermosa sonrisa se destroce frente a mis ojos quedando como un gélido recuerdo de las suplencias del remoto.

Yo quiero que tú seas feliz conmigo, es por ese motivo que no puedo expresarte abiertamente mi amor, yo he tenido romances, he salido con distintas chicas por esa razón sé que la pasión se extinguen y las relaciones se fragmentan, los corazones se oscurecen y el resentimiento nos ciega, cuando el cariño se dispersa solamente quedan los padecimientos que se instalaron en una hermosa flor hasta marchitarla.

Por eso no puedo iniciar nada contigo, porque yo sé lo que nos hará un noviazgo, el amor se desvigoriza y el resentimiento crece alimentando los demonios que están empezando a despertar por los descuidos de una sádica pareja, por eso pienso que una amistad eterna es más poderosa que una relación, no aspiro terminarte dañando más, no deseo ser el causante de tus lamentos cuando nos demos cuenta de que la pasión se apaga con la mínima brisa y nuestros ojos ya no se entrelazan con dulzura, no soportare que me vislumbres con desprecio.

Te amo, si lo hago, de maneras que tu no logras comprender, con una dependencia más allá de lo racional, estoy poseído por la envidia todo el tiempo, porque ambiciono ser el viento que roza tu cabello, codicio ser el agua que limpia tus heridas, y anhelo ser tus prendas para poder abrigarte cuando sientas que todo está perdido, Ritsu quiero ser la llama que te encienda y la mano que te levante, no obstante, tengo la certeza de que eso no pasara con un amorío, ya que esos solamente devastan la ingenuidad.

Las chicas con las que salí eran dulces y tiernas al principio, sin embargo, con el transcurso del tiempo se volvieron de mente retorcida y sonrisas cínicas, de deseos impuros y miradas sangrientas porque no fui capaz de amarlas como ellas lo esperaban, aunque si las ame como yo podía, por eso me niego a verte en el mismo estado, nosotros dos nos encontramos plenos en esta amistad libre de etiquetas.

Debo admitir que mis turbias emociones no se aclararon hasta el momento en que me concediste en honor de ser tu primer beso, al probar tus finos y suaves labios todas mis barreras se cayeron en frente de mis destrozadas manos, mis creencias se derrumbaron, mis pasiones se desbordaron de mi pecho, mi respiración se aceleró y en mi nació la aspiración de poder ser el hombre con el privilegio de deleitarse nuevamente con ese dulzor.

Esas son algunas de las palabras que nunca estaré apto para decirle, ya que si lo hago nuevas ilusiones nacerán y todo lo que hemos construido se quemara sin que yo pueda hacer algo, deseo que siempre permanezcas a mi lado, yo seré el único que cuide de ti, pretendo ser todo lo que necesites, perdón por tener estas aspiraciones tan injustas sabiendo que no te daré lo que tu más ansías, espero que algún día comprendas que lo estoy haciendo por el bienestar de nuestro destino el cual protegeré con todas mis fuerzas.

Aunque esos sean mis ideales no pude evitar romperme ayer con la desaparición de quien  me pertenece en un profundo lazo, cuando el castaño rechazo mis llamadas pude apreciar como mi corazón se detuvo, un amargo dolor lleno todo mi pecho para dejarme en agonía, escuche el sonido de los grilletes que me ataban al haber forjado mi destino, debí planificar más las cosas, no pensé que Akihiko lograría que nuestro resplandeciente futuro se perturbara con sus galardonadas declaraciones.

Por eso cuando lo vi entrar por la puerta todos mis miedos y angustias se dispersaron, lo único que pude hacer fue sostenerlo entre mis brazos para protegerlo con toda mi voluntad, retenerlo intentado creer que lo nuestro no solo era una cruel quimera, memorizar el calor de su cuerpo, amarlo con cada segmento de mi espíritu, él es la luz que se ha encargado de mostrar lo más bondadoso que hay en mi interior.

Después de esa noche de películas en las que el menor se quedó dormido lo lleve hasta su cama, lugar en donde la cambie con recelo esas pendas gastadas para ponerle las mías, recosté al más bajo en su cama y lo abrase toda la noche intentando calmar el creciente temor que me atacaba al saber que lo perdería, intentando silenciar los desconsolados presentimientos que congelaban mi sangre y desgarraban mi frágil corazón.

Porque con cada paso que doy intentado acortar la distancia un nuevo mundo nos separa, no quiero eso, me descalabra verlo distante, tener que sobrellevar su frialdad y sobre todo; verme obligado a tolerar  ya no ser quien causa sus sonrisas, yo cedi el título de ser el hombre de su vida, eso ya lo sé, y aun así no tengo el valor como para alejarme y permitirle que me desplace como un demonio de sus pesadillas, necesito estar a su lado porque sin él mi razón de existir se esfuma, necesito tener a Ritsu junto a mí.

El castaño comenzaba a despertar removiéndose entre las sabanas, su cuerpo se tensó al percibir mi respiración, mirándome con ese característico sonrojo que graba una sonrisa en mis labios al distinguir la timidez con la que me trata, me levante para verlo con ternura y besar su frente como acostumbro, sin embargo, esta vez lo que recibí fue rechazo.

“Masamune ¿Qué rayos es lo que haces aquí? Anoche estábamos viendo una película” No fueron sus palabras, sino el tono de voz que utilizo conmigo lo que se clavó en mi piel para corroerla tortuosamente.

“Te quedaste dormido y te traje a tu habitación pero parecías con frío por eso me quede como acostumbro” El más bajo me miro lleno de incertidumbre, llevando su mano hasta su pecho con determinación.

“No es correcto que me sigas tratando con tanta confianza, sabes que yo tengo pareja y Akihiko es muy celoso, se enojara si sabe que estás acostumbrado a dormir todas las noches conmigo” Al escuchar el nombre de mi amigo un enorme disgusto se posiciono en mi estómago forzándome a poner una mueca de dolor.

“Que tengas novio no significa que nosotros tengamos que cambiar” Por favor no te alejes de mi lado, sé que es egoísta lo que te pido, puedo ver que te esta causando problemas al observar esas preciosas gemas opacarse, pero no soportare la desesperanza que me traerá subsistir privándome de tu dulce voz, por favor no lo hagas, como desearía tener el valor de declararte cada uno de mis temores abiertamente.

“Podemos hablar de eso luego” Musito sin atreverse a sostener una mirada, aspire con fuerza para pretender que mi alrededor no se estaba desmoronando frente a los cambios que me estaban obligando a confrontar, la peor sentencia que me pueden anunciar es estar lejos de esas cálidas orbes llenas de luminosidad.

“Oye te prometí que iríamos al centro comercial para comprarte algo” Susurre levantando su mentón para unir nuestras frente deleitándome con la temperatura a la que tan acostumbrado estoy porque me complementa “Vístete y prometo que elegiremos nueva ropa para las clases, después de todo tus poleras ya están gastadas” El menor solo una pequeña y melódica risita que libero la carga de mi espalda al advertir que todo estaba bien.

“Sabes que odio ir a comprar” Declaro con un infantil puchero “Pero si me invitas un helado sabes que iré” Asentí efusivamente saliendo de su habitación para arreglarme en lo que muchos llamarían como una cita.

Me vestí con mi mejor camisa azul sin abotonarla por completo, me puse los pantalones nuevos que tenía para emergencias y rocié con el perfume que el castaño me regalo hace un año, el mismo que he guardado utilizándolo solo en ocasiones especiales, aunque nosotros no seamos pareja por mi elección hay veces en que pretendo fantasear a su lado creyendo en un amor romántico, puro y sincero, si fuera más ingenuo como Ritsu también me arriesgaría, sin embargo, es porque tengo experiencia con las atormentas lágrimas que se derraman con los rompimientos que no estoy dispuesto a corromperlo.

Al salir de mi habitación encontré a Ritsu vestido con un simple pantalón de tela celeste y un suéter algo grande de color verde, la cual pese a ser la imagen que a diario me regala ante mi mirada es de las más perfectas porque son esos ojos verdes los protagónicos de mi obra, el centro de mis pensamientos y el intérprete de mis delirios.

Camine hacia el menor quien se limitó a esconder su expresión avergonzada y salir del apartamento, caminamos media hora en un agradable silencio que nos permitía fundirnos en un mágico ambiente ficticio gracias al delicioso aroma de los árboles y a la agradable brisa de primavera, para después ingresar al enorme edificio.

Al entrar en una de las tiendas Ritsu y yo nos miramos con complicidad separando nuestros caminos, desde jóvenes tenemos un juego en él que el elige mi ropa y yo la suya, sonreí despreocupadamente con nostalgia al percibir la falta que me hacía tenerlo a mi lado, ¿Qué mierda se supone que hare si él desaparece? Creo que mi alma sería capaz de desfallecer por culpa de la lastimosa tristeza al perder el brillo que enciende mi camino, sin Ritsu mis objetivos se nublan y los vicios poseen mi pecadora alma, asesinando con lentitud todo por lo que me he esmerado, tomando posesión de un demacrado cuerpo lleno de pavor y paralizado por el miedo al tener que sentenciarse a un destino trágico.

Mire con arrogancia y superioridad mis prendas al ver las buenas elecciones que había hecho, busque al menor para irnos a probar lo que habíamos escogido, al llegar tuvimos que hacer una gran fila para ingresar al camarín, deje escapar un bufido agotado mientras mis pies golpeaban el piso mostrando lo intranquilo que me sentía.

Cuando quedamos como los primeros en el lugar, la joven de negros cabellos nos miró a mí y al castaño con curiosidad esbozando una tímida sonrisa para después ofrecernos una tentadora propuesta de la que no sabría si estaría calificado para atravesar.

“Chicos ustedes dos parecen ser muy cercanos” Murmuro con un gesto luminoso que apeno al joven de ojos verdes, quien se escondió detrás de mi cuerpo.

“Nos conocemos de toda una vida” Conteste con descaro ignorando el golpe que el menor me dio en la espalda intentando callarme.

“Entonces ambos pueden pasar al mismo probador y cambiarse juntos, porque no creo que los demás clientes tengan la intención de salir” Mire con el rabillo del ojo al castaño cuyas mejillas estaban adornadas de un brillante color escarlata, sin esperar su respuesta le di la mano para arrastrarlo hasta el último probador.

“Masamune esto es raro” Se quejó posicionándose en una de las esquinas como si me quisiera evitar.

“Ritsu no tienes nada que ya no haya visto, vivimos juntos no te portes tan tímido ahora, además soy yo quien te ve, está bien” Murmure tocando su hombro con una cálida mirada permitiéndome perderme en cada una de sus facciones, ahogándome con la esencia que el menor representaba, extraviándome en sus extraordinarias sonrisas.

“Tienes razón” Suspiro con resignación extendiéndome las ropas que escogió para mi mientras yo le entregaba las suyas.

Mi cuerpo se paralizo mientras mi mente quedaba completamente embelesada en el instante en que el más bajo se comenzó a desvestir, jamás me había percatado de lo suave y esbelto que se veía el cuerpo de Ritsu, sin ninguna sola marca que arruinara la exquisitez que figuraba, no podía apartar mis ojos de él.

Mi corazón se aceleraba intensamente con cada uno de sus movimientos, inconscientemente comencé a memorizar el momento, aferrándome al presente para después poder soñar con la forma en que su cabello caía despreocupadamente sobre sus preciosas orbes cuando Onodera se quitaba su suéter para abrocharse la camisa que escogí, cerré los ojos aspirando su dulce fragancia con codicia, quería tenerlo y saberlo todo de él, mi único deseo es permanecer por todo el resto de la eternidad a su lado.

Antes de que el castaño notara mi seductora mirada sobre él me desvestí con agilidad para cambiarme y no levantar sospechas, el menor siempre me ha parecido bastante lindo, sin embargo, jamás lo había mirado con detenimiento, no creí que un hombre me pudiera excitar de esta manera, aunque supongo que es porque Ritsu es diferente al resto que me atrae, apreté con fuera mis dientes intentando contener mis pensamientos.

Cuando estuve listo entrelace mi mirada con la del menor analizando las elecciones que habíamos hecho, sonreí con satisfacción al vislumbrar la preciosa imagen con la que me encantaba el más bajo, la camisa que escogí se aferraba a su cuerpo a la perfección resaltando con el gris lo profundos que eran sus ojos y lo rojo que se tornaban sus labios, mientras sus pantalones se apegaban con descaro mostrando el largo de sus piernas.

“Hice un gran trabajo” Murmure con ímpetu llevando mis manos hasta mis caderas para acercarme al menor.

“No seas tan arrogante Masamune, al final el que mejor lo hizo fui yo” Revolví los castaños cabellos con una sonrisa llena de cariño al saber lo modesto que era mi acompañante.

“Ahora lo iré a pagar a la caja, espérame acá” Ordene autoritariamente intentando controlar mis deseos por darle un tierno beso en la nariz, me he acostumbrado tanto a una cercanía más allá de lo normal que ahora ni si quiera soy capaz de controlarme racionalmente.

“No es necesario” Contesto apenado el castaño tomando mi brazo “Sabes que no me gusta que pagues, yo también tengo mis ahorros, no me trates como idiota” Se quejó frunciendo el ceño con enojo.

“Tómalo como tu regalo de cumpleaños adelantado” Susurre con un tono de voz galante logrando que su cuerpo se estremeciera.

Al salir del probador me acerque a la joven para pagarle ambos cambios pidiéndole con amabilidad que nos permitiera conservarlos puestos, la muchacha se limitó a mirarme amistosamente y sonreírme delicadamente con un pequeño mohín.

Al haber cancelado regrese por el castaño arrastrándolo hasta su local de comida preferido, el menor miro con angustia todo el alimento para después dejar escapar un quejido, Ritsu tiene dieta restringida por herencia, aunque me he acostumbrado a las comidas especiales que debe comer me lastima verlo con esa mirada opaca.

Acaricie despreocupadamente su hombro ordenando en una pastelería un batido de los que están libres de los contenidos dañinos para el menor y pagarlo sin importar el precio, él siempre ha estado a mi lado, nuestra relación se basa en confianza y una entrega mutua, si no soy capaz de hacer algunos sacrificios por quien más me importa, si fracaso al apoyarlo en sus momentos de debilidad significa que mis pasiones se han convertido en algo mediocre y solté de mis manos la frágil utopía de cristal que había creado.

Quiero ser todo para Onodera, aunque él sea el novio de Usami soy yo quien ha permanecido a su lado pese a todos los obstáculos que nos han atacado, soy yo quien calla sus pesadillas, la persona que besa sus lágrimas, quien lo conoce a la perfección y el hombre que dejara de respirar cuando esos hermosos ojos dejen de mirarme con la inocencia que hoy me profesan a través de sus gestos llenos de preocupación, él ha sido quien me ha cuidado como si fuera su familia, ahora soy yo el encargado de velar por sus sonrisas, sin importarme el costo a pagar me asegurare de que sus metas se cumplan y si eso implica soportar su relación con Akihiko hasta el momento en que esta los consuma en amargura, lo hare.

Porque nuestro lazo es algo trascendental que me asegurare de mantener sin importar la tempestad que nos azote, el amor es una pasión que se apaga al seré consumido por el rencor, levantare a Ritsu en sus noches de decepción, le enseñare que soy el único que ha prevalecido a su lado con insistencia apoyándolo en todo lo que su corazón ambiciona.

LA voz del empleado me saco de mis pensamientos al enseñarme lista la malteada, tome la bebida con dos bombillas dirigiéndome a la mesa en donde reposaba el más bajo quien me miro con curiosidad y algo de angustia.

“Masamune yo no” Antes de que siguiera hablando con mi mano roce sus labios con la finalidad de se guardara silencio.

“Descubrí que acá tienes la posibilidad ordenar lo que sea, si puedes comer de esta” Confesé con emoción acomodando las pajillas.

“¿Dónde está la tuya?” Me pregunto con incomodidad sin despegar la mirada de la bebida mordiendo su labio, de esa manera supe que estaba alterado, yo aún lo pongo nervioso, él no me ha reemplazado con su pareja porque Ritsu todavía me pertenece.

”Estas salen muy costosas, deberás confórmate con compartirla” El menor se acercó hasta su bombilla para comenzar a sorber mientras yo hacía lo mismo quedando a escasos centímetros, podía percibir el frío aliento del castaño sobre mi rostro.

Mi respiración se agito al ver las expresiones que  Ritsu depositaba en sus facciones, al observarlo tan vulnerable y abierto esquivando mi mirada por lo apenado que se sentía no pude evitar buscarlo, con ansiedad tome su mano para unirlas, esta dependencia me está consumiendo sin pudor, convirtiendo todo lo que pienso, todo lo que soy y lo que ansió llegar a ser en esos hermosos ojos verdes.

El más bajo al percatarse de mis intenciones intento separarse de mi cuerpo en vano, acelerando el ritmo con el que tragaba el líquido, permitiendo que este escapara por la comisura de sus labios, trague con dificultad al reprimir mis tentadores deseos, las cosas se han vuelto más complicadas ahora que mis pasiones se han tornado evidentes, ya no tiene sentido seguir renegando lo que mis ensoñanzas me indican.

Al acabar me acerque hasta el rostro del menor limpiando con mi pulgar lo que quedaba de la bebida siendo presa de una poderosa corriente eléctrica que ataco sin piedad mi cuerpo, sin tener mucho éxito intente ocultar lo nervioso que me apreciaba ante la presencia de quien ha estado conmigo en cada una de mis caídas.

“Gracias por preocuparte, no sabía tan mal como las otras” Susurro intentando aligerar la tensión que había creado con mis imprudencias.

“Sabes que lo haría todo por ti, porque te quiero” Proclame con seriedad sin vacilar en mis palabras ni temblar  con mis acciones.

“Yo también te quiero Masamune” Al escuchar esas tiernas confesiones algo en mi íntimo se despeñadero porque el tono de voz con el que me las otorgo no fue el mismo de siempre, la mirada que me mostró no estaba igual de encendida y el temblor de sus labio delataba la duda de la que era presa, una fuerte opresión me golpeo en ese instante, nuevamente el temor por perderlo latía con fervor en mi espíritu.

Con la finalidad de olvidar esas amarguras lo lleve por toda la plaza comercial para perdernos en una fantasía del pasado, extrañaba los días en los que lo podía abrazar sin las etiquetas que han arruinando todo lo que amo, codicio el día en que lo puedo llegar a besar sin ser víctima del pánico al confrontar la posibilidad de que se aleje de mi lado.

Tome su cálida y pequeña mano llevándolo por todos los lugares del edifico para ver nuevamente esa expresión tranquila y pacífica, la misma que plantaba en alma una semilla llena de esperanza para un destino a mi lado, yo lo necesito junto a mí, me niego a avanzar si no es con Ritsu, renunciare a cada una de mis creencias por ese castaño, arriesgare todo lo que hay en mi deplorable mente para satisfacerlo, sin embargo, lo que no voy a exponer es nuestra relación, porque lo amo demasiado como para tolerar una perdida.

Ambos recorrimos todas las tiendas entre un par de risas permitiendo que nuestro lado más infantil e inocente quedara en evidencia, fuimos a varias lugares en donde solamente nos burlamos de quien estaba a dentro, hojeamos cada una de la revistas sin comprar nada, ingresamos a la peluquería para jugar con los productos de muestra, por un par de horas fui capaz de olvidar todos mis males y hundirme en su mirada, concentrarme solamente en su risa y amar con cada segmento de mi espíritu a Onodera.

Cuando se nos hizo tarde cargamos varias bolsas con dificultad, teniendo  los pies agotados por tanto corretear nos formamos en una de las filas para tomar un  colectivo a casa al procesarnos acabados como para caminar de regreso, el menor por la extenuación que lo consumía apoyo su rostro en mi hombro logrando que los golpes en mi pecho se intensificaran mientras los nervios me traicionaban exponiéndome con un par de gotas de sudor.

LO único de que pude hacer en esos instantes fue apoyar mi rostro en contra de sus cabellos para aspirar su aroma y tranquilizar ese latente miedo que tenía por perderlo, por tener que despertar y encontrar su cama vacía, no deseaba que él se fuera de mi lado, aunque sea egoísta lo mantendré junto a mi porque es el único ángel que bajo para ayudarme cuando me estaba hundiendo en la desesperación siendo presa de las maquiavélicas voces sádicas que plantaban la duda en mi inocencia.

“Disculpe joven” Mire con desprecio al hombre que nos llamaba intentando intimidarlo para que no se acercara a Ritsu “Usted y el castaño se ven muy cercanos” Insinuó con un tono juguetón que logro desatar mi furia.

“¿Qué tiene eso de significativo? A usted no le importa mi relación con él, no se meta en donde no lo llaman” Lo regañe con un tono lleno de ira que logro amedrentar al mayor alejándolo del más bajo, a quien abrase posesivamente dejándome cegar por el pánico.

“Perdone mi atrevimiento, pero es que se ven muy cansados” Declaro con una mueca que reflejaba amabilidad “Soy el conductor de uno de los colectivos, ustedes se ven muy cercanos, por eso pensé que no les importaría compartir un asiento, es que los demás ya están ocupados” Mire con una sonrisa seductora al joven de ojos verdes quien se tensó.

“Muchas gracias por ofrecernos su ayuda, no nos importa tener que compartir, después de todo en más de una vez he llevado a Ritsu en mi regazo” El castaño me golpeo en la cabeza con fuerza mostrando el infortunio que sentía.

“Lo que el idiota de mi amigo quiero decir es que estamos muy agradecidos por lo gentil que ha sido su propuesta” Contesto el menor con una tímida reverencia enseñando el respeto que merecía el conductor.

“No te enojes conmigo” Le rogué con un tono infantil sentándome en el asiento del copiloto mientras golpeaba mis piernas en señal de que esperaba que se sentara sobre estas, mirando con satisfacción sus ruborizadas mejillas.

“Algún día cambiaremos de papel y tú te sentaras en mi regazo” Se quejó obedeciendo con molestia mis órdenes.

“Cuando tú seas más alto que yo, con gusto lo haremos a tu manera” Susurre aferrándome a su cintura “Pero por mientras tendrás que tolerarme como siempre” Murmure apoyando mi cara en el cuello del castaño.

“Tú en verdad no tienes vergüenza alguna” Musito pagando los pasajes para que nos llevaran hasta el apartamento.

“Cuando se trata de ti no me quiero tener que contener” En esos momentos cerré los ojos para recordar por siempre este momento de cercanía, me abrase con desesperación a su fino torso permitiendo que mi piel lo tocara sin pudor sobre esa molesta prenda, jamás me he sentido tan cómodo con alguien que no sea mi castaño.

Intente convencerme a mí mismo que él estaba entre mis brazos a mi lado, que todavía era yo quien lo sostenía con dulzura, Ritsu todavía era mío, eso era lo que me repetía incesantemente en mis confusas divagaciones, sin embargo, cada vez que lo pronunciaba un punzante dolor se hacía presente en mi pecho porque muy en el fondo sabía que lo estaba distanciando de mí, estaba consciente de que Akihiko era quien lo tenía entre sus brazos y besaba esos perfectos labios, aun así no quería aceptar que ya no era su hombre.

Aunque solamente vivamos en una amistad lo que yo ambición es sumergirnos en esa poderosa conexión que hemos forjado, una que no necesita un nombre para poder florecer, un tacto más suave y delicado del que se narra en las novelas llenas de pasiones, porque el romance se destruye, su relación con el peli plata en algún instante va a perecer rompiendo sus corazones, no obstante, nuestro lazo, la unión de nuestras almas es algo que no se quebrara sin importar las complicaciones que nos golpeen, por eso me mantendré firme y fiel a mi opinión de no dar un paso más con quien me ha acompañado toda mi existencia.

Pero quizás estos pensamientos son lo que utilizo para no sentirme como un cobarde al estar dominado por el miedo, al no querer perder a la única luz que me ha alumbrado, lo único que deseo es llegar a nuestro hogar y acostarme a su lado para que estos malditos miedos se callen de una vez por toda y mis sacrificios tengan su recompensa.

Al bajarnos del auto tome todas las bolsas para dirigirnos hasta el ascensor y subir hacia nuestro piso, mire con una melancólica sonrisa las pacíficas expresiones que el más bajo me regalaba iluminando a diario mis penurias, el jamás entenderá lo importante que es al darle un sentido a mis respiraciones.

Cuando descendimos del elevador deje las bolsas en el suelo para abrir la puerta y finalmente ahogarme en mis añoranzas, poder estar tiempo con el castaño que se ha adueñado de cada parte de mi ser, que me ha prohibido ver a alguien más al acaparar cada una de mis memorias y los planes que he creado para un destellante futuro.

Al entrar mi cuerpo se tensó, mi mandíbula se apretó con rabia y mis cejas se curvaron al observar la imponente figura del peli plata apoyado en nuestro sofá mientras veía la televisión con un gran desinterés.

“¿Akihiko?” Lo llamo el más bajo ladeando su cabeza “¿Qué es lo que haces acá? Nos vimos apenas ayer” Murmuro mientras el más alto se acercaba hasta Ritsu para tomar sus caderas y darle un beso en sus agraciados labios, ante esa desagradable imagen mis ojos comenzaron a arder, apreté con fuerza mis puños conteniendo el despiadado dolor que destrozaba mi corazón con lentitud como si se deleitara con mis malestares

“No soporto estar un segundo lejos de mi lindo novio” Murmuro acariciando con lascivia y recelo todo su cuerpo, solté un quejido lleno de ira al ver como esa mano se arrastraba por su fina piel corrompiéndola.

“Aunque seas mi amigo no te he dado permiso para entrar a nuestra casa cuando se te de la puta gana, eso es de mal gusto” Reclame sin poder contener mis frustración, alejando por inercia el cuerpo del menor del oji violeta.

“Es que ha alguien se le quedo su teléfono celular y sus llaves en mi departamento” Susurro ignorando mis reclamos para unirse nuevamente con el más bajo quien se apeno por el descuido de sus acciones.

“Perdón, tenía el presentimiento de que estaba olvidando algo” Murmuro desviando la mirada hasta la mesa para sonreír al ver sus pertenencias “Lamento que te hayas tomado la molestia de venir hasta acá”

“Bueno, mentiría si dijo que fue por desinterés” El castaño elevo su mirada con timidez permitiendo que se uniera con la del mayor “También vine porque te traje el libro que tanto querías” El rostro de Ritsu se ilumino ante esas palabras esbozando una delicada sonrisa en sus labios para después besar en la mejilla a su pareja logrando que toda mi sangre se encendiera quemando todo mi organismo.

“No tenías que hacerlo, te dije que no me molestaba esperar” Declaro cruzando los brazos con falsa molestia.

“Si tan mal te sientes invítame a tu habitación para leerlo juntos” Las mejillas del menor se encendieron de un brillante color escarlata mientras su mirada cambio a una más alterada e inquieta.

“Dame un par de minutos, es que esta bastante desordenada” Susurro corriendo hasta su pieza para limpiarla, solté una pequeña risa divertida al recordar que yo fui el hombre que se encargó de romper con el orden perfecto de Ritsu.

“Masamune eres mi amigo y lo sabes, pero ya me estoy cansado de repetirte lo mismo, aléjate de mi novio” Ordeno con frivolidad en su voz, creando un ambiente lleno de incomodidad en el que ninguno quería ceder.

“Que sea tu pareja no anula la amistad que tenemos entre nosotros” Me defendí con rabia sin dar a torcer mi brazo “Yo lo he conocido por más tiempo, yo he estado a su lado y no me alejare de él porque estaremos juntos en un futuro” Mis palabras provocaron que el más alto liberara una estruendosa risa irónica.

“Desearía creerte, sin embargo, esas son las palabras de un hombre enamorado” Declaro observando a través de mis irritadas barreras “Tu eres un cobarde por no atreverse a estar a su lado, yo no lo voy a defraudar ni a cedértelo, así que hazte la idea de que me veras bastante seguido por acá, porque hare que Ritsu te olvide y me ame con la misma intensidad con la que yo lo amo” Golpee la mesa con impotencia, me sentía débil, humillado, expuesto y sobre todo asustando por la seguridad en que profesaba sus verdades.

“Tu relación se romperá, el amor de esa naturaleza es frágil” Proclame dejando en evidencia mis anteriores experiencias.

“El mío no” Respondió con un aire de supremacía acercándose a la habitación de mi castaño “Yo no me pienso separar de su lado así que despídete de esa cercanía tan rara que tenías con él, ahora debes respetar que soy su pareja y por ende el único que lo puede abrazar en las noches y besar sin pudor” EL más alto antes de ingresar a la pieza me miro con desdén para declararme sin dudas las palabras que sellarían mi condena “Tu mismo saboteaste la guerra para terminarla perdiendo, ahora yo disfrutare y cuidare lo que es mío”

Cuando escuche como el peli plata entraba al cuarto del castaño sin poder sostenerme más caí de rodillas golpeando el piso para liberar toda la frustración que sentía, quería llorar, deseaba poder gritar al habernos llevado a este extremo, me percibía como alguien impulsivo y arrepentido quien no debió interferir en el curso que tomaba nuestro reluciente destino.

Camine hasta mi cama dejando que mis emociones escaparan y mostraran lo vulnerable que era, mi lecho jamás se había sentido tan frío, mi cuarto tan silencioso y mi corazón tan destrozado, estaba vacío sin ese castaño consolándome en mi soledad con sus melodías risas, a mi cielo le habían arrebatado todas las estrellas para que me perdiera en la desesperanza, estaba cayendo sin que nadie me atrapara, estaba perdiendo a Ritsu por la cobardía que mostré al haberme intimidado por mis anteriores decepciones.

“Lo siento Ritsu, pero no te dejare ir tan fácilmente” Susurre como una promesa intentando consolarme por lo desolado que me encontraba, sin importar el costo a pagar o los enfrentamientos que tendré que soportar uniré nuevamente el futuro que habíamos planeado juntos, recuperare a mi Ritsu, porque no estoy dispuesto a hundirme en la lobreguez mientras mis sollozos se pierde en un mar sin sentido.

Notas finales:

Por si quedo algo confuso:

Takano si ha salido con varias chicas y todos sus romances han fracasado terminando en una relacion de odio y rencor, guiado por la experiencia cree que si comienza con Ritsu el lo terminara detestando como esas chicas y se ira de su lado por eso se aferra a lo de amistad.

Despues de todo se dice aca que una amistad es eterna y los romances son algo pasajeros, aunque no se como que Akihiko no esta tan de acuerdo con eso...

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


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