Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos..bueno odio desaparecer onda Oda Ritsu pero al que le interese llevo como dos semanas sin estar en la pagina ni para leer ni para escribir ni en internet en general porque...la universidad me colmo asi que busque un empleo de tiempo más completo porque el que tenia era de un par de horas y en eso he estado es muy dificil ser joven sin experiencia y ya saben ir con cara de dare lo mejor y te hechen T_T que cruel es la vida jaja las frases de anime no funcionan para conseguir trabajo pero....una buena oferta me llego y me reconecto!! Soy feliz!! <3 Y mañana a retomar los otros fics porque al menos esta semana tengo conmfirmado que todo saldra bien T_T ya era hora...

Ahora perdon regresando con el fic creo que por aca se daran cuenta de algo importante....

Espero que les guste <3 <3

Akihiko Pov

Jamás en mi vida espere encontrarme en este estado, he salido con muchos otros hombres sin sentir algo especial por ellos, la historia para mi tragedia siempre acababa con el mismo desenlace; yo en el suelo lamentándome por el amargo sabor con el que los miserables recuerdos me atacaban quemando mi garganta, intentando cubrirme de la tempestad que había desatado al guardar las ilusiones sobre un mundo cálido e inocente, por eso crecí con un carácter frívolo y cruel, yo no era capaz de confiar en las personas.

Es por eso que entiendo a Masamune, yo también viví en carne propia lo decepcionante que puede resultar un romance pasajero, lleno de marcas que con el tiempo solo envenenan la piel corroyéndola para nublar tus sentidos y destrozar tu corazón, aún conservo varias filigranas que me hicieron en el pasado.

Por esos motivos nunca pensé que me enamoraría, no obstante, al distinguir por primera vez la cálida sonrisa de Ritsu y observar esos despampanantes ojos llenos de un infinito amor y una ferviente pasión, supe que quizás el destino no me había olvidado, tal vez aún existía una oportunidad para que yo amara antes de que me consumieran completamente mis demonios cegándome por el odio que proclamaba mi cuerpo.

Ahora puedo sonreír con honestidad y amar con lo escabroso que me encuentro, porque me han lastimado con su indiferencia, he sido cruelmente aislado e ignorado por mi propia familia y traicionado por quien declaraban ser el amor de mi vida, pese a haber enfrentado todo eso, hoy estoy perdidamente enamorado de esos ojos verdes, porque son diferente a todo lo que he conocido y no me han dejado de sorprender desdé el momento en que selle nuestro amor con un pacto silencioso en un tierno beso.

Gracias a ese castaño mi vida ha sido iluminado, ya no existe esa penetrante soledad en la que me ahogaba sin poder respirar, mi piel ya no arde por lo expuesta que se encuentra ante las toxinas que me escupieron con desprecio, y mis lágrimas ya no fluyen de mis ojos con insolencia, porque ahora tengo a alguien que me cuida de manera incondicional, una persona que seca esas lagrimas para que mis heridas cicatricen, Ritsu me levanta de mis caídas y besa con vergüenza y dulzor mis labios para que el dolor deje de adjudicar mi organismo.

LO amo, aunque nunca haya estado enamorado, por la forma en que late mi corazón con desesperanza al ver sus hermosas orbes iluminarse con lucidez, por la manera en como cada uno de mis pensamientos se centra en mi castaño, por esa necesidad incontrolable que mis manos han adquirido por abrazarlo para que nunca se pueda ir de mi lado, sé que estoy perdidamente apasionado por Onodera.

Él fue el milagro por el que tanto tiempo rogué, quien me ha salvado de mi infinita soledad, él hombre que ha roto mis convicciones para acogerme con sus frágiles brazos, por eso me esmero tanto en acapararlo para mí, estoy consciente de que Ritsu es el tesoro que Masamune intentaba ocultar de los demás, sin embargo, algo salió mal en ese perfecto plan de amistad que el azabache había creado para retenerlo por toda la eternidad, entregándome la posibilidad de que mis tinieblas ya no se vieran tan lóbregas y tenebrosas al tener una hermosa luminaria que opacara mis demonios y me ayudara a sobrellevar con mis pecados.

Sé que Onodera no me pertenece, estoy consciente de la relación que tiene con el hombre de ojos miel, la cercanía que ambos resguardan, el cariño mutuo que se han entregado, los recuerdos que han construido, Masamune ha sido un gran amigo para mi castaño, lo ha amado sin si quiera saberlo, sin embargo, esa hermosa y extraña cercanía que ambos entrelazan se acaba en estos momentos por mi culpa.

Porque soy egoísta y posesivo no dejare que el azabache me lo quite, no perderé a Ritsu, finalmente ha llegado algo que aligera mi infierno, ha entrado a mi vida una última esperanza a la que me aferro con todo mi ser implorando piedad, no puedo dejarlo ir después de conocer el genuino amor, por eso me esforzare en enamorarlo para que se entregue a mí de la misma manera que yo le pertenezco a él.

Si pienso en un futuro serio con Ritsu, me gustaría ser el hombre que lo abrase cada una de las noches, él único en sus pensamientos, él dueño de sus ensoñanzas, él que calme sus pesadillas, aspiro a ser la unión de su alma y así lograr que olvide a Takano y deje de sufrir por una relación que no surgió gracias a la asquerosa cobardía que el azabache tuvo, Masamune perdió su oportunidad, yo no le cederé la mía.

Por eso me quede todo el fin de semana con mi castaño, lo he mimado estos dos días sin importar las letales miradas de celos que me arroja mi amigo, ahora esos ojos verdes me contemplan  a mí, son mi fortuna, mi propio ángel a quien le entregue mi corazón con la quimera de que me correspondiera.

Un pequeño quejido me saco de mis pensamientos, baje mi mirada acariciando los cabellos castaños del menor disfrutando del hermoso paisaje con el que me despertaba, me agrada dormir en la misma cama que mi novio porque él es alguien sumamente cálido, con desespero me aferre a su cintura aspirando todo su aroma, sonreí al observar que utilizaba como pijama las prendas que le había obsequiado.

Aunque Masamune me detestara por haberme quedado con ellos en sus días libres sin dejar en paz a Onodera, todo ha valido la pena, porque cada instante que respiro el aire que Ritsu inhala es un instante valioso que escondo en lo más profundo de mi espíritu para que las cadenas que atan a mi hálito se disuelvan.

Levante la mirada hacia la puerta percatándome de como un molesto azabache me observaba con desprecio ante la romántica escena que había creado junto a quien él pensó que le pertenecía, apoye mi mano en el colchón de la cama para sentarme sin despertar al más bajo quien se acomodó en mi pecho en busca de refugio.

“¿Qué mierda haces acá? Te dije que estaba bien que te quedaras a dormir, pero en el sillón no en la cama de Ritsu” Me regaño en voz baja sin poder ocultar los sentimientos que posesionaban su cuerpo; la angustia, el dolor, la oscuridad, el oído, el rencor, los mismo que hace un par de semanas me consumían con lentitud y desprecio.

“Pase la noche con mi novio, no tiene nada de malo que me acueste con quien amo” Respondí besando la frente del castaño, sonriendo con arrogancia al ver como el cuerpo del más alto flagelaba ante el temor.

“Maldición” Mascullo entre dientes apretando con fuerza sus puños “Despiértalo y arréglense porque llegaremos tarde a la universidad” Declaró con frialdad azotando la puerta con rabia e impotencia.

El ruido logro que mi castaño abriera esas preciosas gemas para mirarme avergonzado sin separarse de mi pecho, esa acción tan inocente me ínsito a probar esos seductores labios que encajaban a la perfección con los míos, el sabor más exquisito que en mi tormentosa existencia he podido degustar, la piel más suave que mis garras han podido disfrutar y las palabras más cálidas que han opacado los tortuosos gritos de los demonios en mi infierno.

Me acerque sin pudor hasta sus labios para besarlo con ternura, aunque fuera un simple roce entre nosotros todo mi cuerpo se estremeció por su cercanía, mi corazón se aceleró con rapidez al notar como el más bajo llevaba sus manos hasta mi cuello para perderse en ese delicioso sabor que hemos creado, al que tanto me ha acostumbrado, el néctar que necesito para poder seguir respirando cada día.

Al separarnos sonreí con aires de superioridad al ver como las mejillas del castaño se encontraban teñidas de un hermoso color escarlata que resaltaba lo verdes que eran sus ojos, Ritsu es alguien hermoso con un inmenso corazón al que codicio poder sostener entre mis manos para acunarlo con toda mi alma.

“Que agradable es despertar de esta manera” Susurre seductoramente en su oreja logrando que su cuerpo temblara.

“Cállate” Reclamo desviando la mirada “Es tu culpa, tu fuiste quien insistió que quería dormir conmigo usando esa excusa de que somos pareja” Acaricie con afecto la mejilla del menor deleitándome de los momentos más preciosos que se han instalado en mi deplorable existencia, ¿Por qué será que con él siento que lo puedo lograr todo?

 “Es porque mío novio es alguien muy lindo de quien no puedo estar lejos ningún minuto” EL más bajo me miro perplejo abriendo su boca con sutileza para después sonreírme agraciadamente, sé que lo hago sentir seguro con cada una de mis acciones, jamás me avergonzare de lo que tenemos ni lo negare, esa es la diferencia que existen entre Takano y yo, la ventaja que me permite acercarme sin tener muros que derrumbar.

“Ya levántate o nos dejaran afuera otra vez” Se quejó parándose para sacar algo de ropa de la cajonera y cambiarse en frente de mis hambrienta mirada con bastante pudor, recorrí su cuerpo lujuriosamente contemplando su piel de marfil, aquella que deseaba marcar como su fuera mía, la misma que mi boca quería besar y sostener con cuidado para que esta dulce ilusión en la que nos he encerrado no se derrumbe ante mis ojos.

EL castaño se apresuró a ponerse las prendas al percatarse de mi descarada mirada vislumbrando todo su cuerpo; sus suaves y largas piernas, su perfecto trasero, su delgado vientre, su glorioso pecho que latía con desenfreno, su tentador cuello, sus labios carmesí incitándome a morderlos, lo amaba todo de él, no existía parte suya que no me cautivara, yo estaba encantado con todo lo que era Ritsu.

“Deja de mirarme y vístete de una vez” Me regaño el más bajo acomodándose un ancho suéter verde sobre su nívea piel.

“Yo ya estoy listo” Declare con honestidad levantándome de las desordenadas sabanas; al haber planificado de ante mano quedarme en la casa de mi novio eche un par de prendas a mi mochila con la intención de permanecer  su lado, el único fallo en mi plan fue no haber empacado ropa para la noche, por eso me vi obligado a dormir con el misma ropaje que utilizaba de día, pero nada de eso importa, porque pude pasar cada instante con mi Ritsu, él vale la pena, por ese castaño me arrastraría por todo el infierno solo para ver su sonrisa.

“Eres imposible Akihiko” Murmuro tomando su bolso entre las manos para llenarlo de libros, cuando estuvo listo me dio la mano por inercia y salimos de la habitación encontrándonos con un irritado azabache.

“Buenos días” Declaro con pesadez intentando acercarse al menor para darle una muestra de afecto, acción que no permití al abrazarlo posesivamente, he trabajado muy duro intentando ganarme el corazón de este ingenuo chico, no voy a retroceder en estos momento, es hora de aclarar la situación.

“Deberíamos irnos ya” Susurro el menor ambicionando a disipar la tensión que se creaba entre quien alguna vez fue mi amigo y yo.

Envolviéndonos en un pesado y denso silencio los tres caminamos un par de cuadras hasta la facultad, me aferre a la cintura de Ritsu marcándole los límites al furioso azabache que se encontraba a mi lado, seguramente estaba ocupando el lugar que él profesaba como suyo, pese a saber que lastimo a Masamune con estas declaraciones que le hago, no dejare que Ritsu siga siendo herido por él, ya fue suficiente amargura para esos dos, Takano renuncio a un precioso amor que ahora yo cuido con angustia temiendo que me lo arrebaten.

Aunque este incomodándolos a todos con lo receloso que resulto ser delante del hombre de ojos miel no me detendré, porque Ritsu es mi pareja, mi futuro y mi vida, las cosas entre esos dos ya se aclararon, Masamune literalmente me lo entrego para que le enseñarle lo que era el amor, ya no tiene derecho a intentar ocupar mi lugar, es tiempo de que se haga a un lado y nos permita ser felices en nuestra resplandeciente pasión.

Con el rabillo de mi ojo observe lo incomodo que se sentía Onodera, su cuerpo estaba tenso y su respiración agitada, a pesar de que es mi novio aún se preocupa por el azabache, le duele verlo deprimido porque ha estado enamorado de él bastantes años, no le exigiré que lo olvide o que lo aleje de su vida porque es una persona importante en sus memorias, tampoco le rogare que me permita ser su reemplazo  ya que no es lo que estoy intentado, lo único que necesito es que me mire a mí con un infinito cariño, esa es la verdad que ambiciono que me gobierne, más que ser un simple sustituto yo pretendo tener un lugar especial en su espíritu.

“Ritsu, no es necesario que se ignoren de esa manera” Murmure llevando mi mano hasta la suya para entrelazarlas “Si quieres hablarle no te sientas incomodo por mi presencia” Susurre ganándome una despampánate sonrisa sincera que logro que todo mi cuerpo ardiera con fervor ante tan sublime panorama.

El resto del camino Takano y Ritsu entablaron una conversación bastante amena y agradable a la que yo no le preste importancia al estar carcomido por los celos, aunque deteste que mi pareja le hable al azabache él lo hace feliz, por esa razón no lo privare de esa amistad que ambos han entablado pese a los males que me trae.

Porque el amor es un sentimiento confuso lleno de egocentrismo que te hace anhelar ser el único que la otra persona mire, tener el privilegio de conocer cada uno de sus gesto y ser el insuperable hombre que toque esa suave y fina piel, el amor implica ser carcomido por la envidia cuando sus melódicas risas no van dirigidas hacia ti, lo único que es más poderoso que este sentimiento es el deseo de observar esos ojos sin tristeza, libre de preocupaciones, por esa razón aunque deteste y me asquee ver a Takano tan cerca de mi castaño, lo que priorizare será su felicidad, quiero que se perciba pleno a mi lado.

AL llegar al salón los tres ingresamos velozmente sentándonos en una de las filas de al medio agradeciendo que el profesor aun no llegaba, acerque con descaro mi silla hacia la de Ritsu para poder apoyar mi cabeza en su hombre percatándome de como el ritmo de su respiración se irregularizaba al igual que el mío, con esos simples gestos, con corresponder uno de mis besos y observarme con una profunda preocupación, tengo la certeza de que me estoy acercando a su conflictivo y destrozado corazón.

En todos los periodos ignore al maestro que intentaba exponer aburridas lecciones sobre la literatura, lo único a lo que le prestaba atención era a las dulces expresiones que Onodera colocaba cuando el mayor hablaba temas irrelevantes; él fruncía la nariz cuando no llegaba a la respuesta correcta, sonreía cuando le agradaba el tema y ladeaba la cabeza las veces que no lograba entender algo que se explicaba.

Solté una pequeña risa llevando mi mano hasta su cintura ignorando a todo el resto del mundo, a esas mirada punzantes que me juzgan dándome una sentencia que no me corresponde como lo hizo mi familia con su frialdad, pensamientos que me obligan a hundirme aún más en la calidez que me ofrecía Ritsu, él que mantuvo mi cordura funcionando antes de que me arrojara al vacío del rencor y el odio siendo destrozado por los latigazos que implicaba mi sentencia llena de resentimiento y remordimiento.

Así pasaron las horas al lado de mi amado, en todo ese tiempo no pude despegar la vista de esos relucientes ojos perdiéndome en el mar de pasiones que estos desataban, deleitándome de lo suave que era su piel, percibiéndome victorioso cuando lograba que ese sonrojo apareciera por algún comentario sarcástico de los profesores por nuestro indecente comportamiento de pareja enamorada.

Cuando los tres primeros periodos transcurrieron fuimos a almorzar a las enormes áreas verdes que ofrecía la universidad, sentándonos debajo de unos de los frondosos arboles de cerezo que la zona tenía, sin pudor recosté mi cabeza sobre las piernas de Ritsu ignorando las miradas venenosas que me dirigía el azabache.

“No entiendo para que carajos vienes a clases si todo lo que hiciste fue molestar a Ritsu” Se quejó el más alto cruzando los brazos, incitándome a soltar una risa sarcástica por lo hipócrita de sus palabras.

“Es culpa de él por ser tan hermoso” El más bajo se ruborizo furiosamente por mi comentario provocando que el azabache soltara un bufido molesto, ahora yo soy el dueño de esas pacíficas expresiones.

“No digas idioteces como esas, Masamune tiene razón si vienes a clases deberías prestar atención, aún me duele la cabeza por el librazo de Kamijou-sensei, el que me llego por tu culpa” Se quejó sobándose la cabeza, sin pensarlo dejando que mis impulsos me guiaran me levante hasta su frente para depositar un tímido beso en esta.

“Ahora te dejara de doler” Sentencie revolviendo sus sedosos cabellos para después perderme en esos preciosos ojos.

“TU enserio no tienes vergüenza, ¿Qué no te da pena decirme todo eso?” Me pregunto aferrándose a mi camisa para esconder su expresión debajo de su flequillo, gesto que no le permití al tomarlo del mentón para entrelazar nuestras orbes en una perfecta conexión que lograba que nuestras razones fueran cegadas por la pasión que se desata entre nosotros.

“Claro que no, amo decir cosas que te hagan feliz porque amo ver esa sonrisa tuya” Murmure acercándome hasta sus labios para probarlos nuevamente, aunque estos se hayan juntados con los míos más de una vez, siempre se unen de diferente manera, envolviéndome en un mar de infinita satisfacción.

Mordí con lujuria el labio superior de Ritsu logrando que él soltara un seductor gemido mientras mi lengua saboreaba cada parte de su boca, intentando memorizar lo adictiva que me resultaba su esencia, sonreí al percibir como él me intentaba corresponder moviendo sus labios al compás de los míos, creando el ritmo perfecto.

Mi legua ínsito a la suya a juguetear en un baile lleno de coquetería en el cual mis sentidos se nublaban y mi sangre comenzaba a arder, el sabor de Onodera era delicioso, uno que logra opacar toda la amargura que me ha consumido para reemplazarla por un exquisito dulzor, sin poder contenerme mis manos bajaron por su espalda hasta su trasero para unirnos aún más en ese contacto naciente.

Cuando el aire comenzó a escasear recorrí por última vez la cavidad del más bajo embelesándome por el placentero sabor que su elixir poseía, mordí su labio con expectación para después observar con una sonrisa socarrona el fino hilo de saliva que nos estaba uniendo, prueba de que esa preciosas ilusión no fue un simple sueño.

“Te amo tanto Ritsu” El menor me miro con una tierna sonrisa acompañada de ese tentador sonrojo para poder contestarme, sin embargo, antes de que me pudiera responder el gruñido molesto del azabache nos trajo de vuelta a nuestra realidad.

“No me jodan, vinimos acá a almorzar, al menos tengan algo de respeto por la institución” Se quejaba el más alto intentando ocultar la rabia que lo consumía al ver que esos labios ahora me pertenecían a mí.

“Masamune no seas tan gruñón, siempre te pones así cuando no comes nada” Musito el castaño abriendo su bolso para sacar un pequeño embace desechable “Ten, prepare tu almuerzo favorito porque sabía que estarías de mal humor” El más alto miro con cariño al menor tomando el empaque que le ofrecía.

“Muchas gracias Ritsu, no sé qué haría sin ti en mi vida” Ante las roncas palabras del mayor el más bajo se ruborizo furiosamente comenzando a temblar intentando esconder lo irregular que se volvía su respiración.

Fruncí el ceño al tener la certeza de que esta competencia no sería fácil, Takano es alguien especial en la vida de Ritsu, él ha estado a su lado más años de los que puedo recordar, lo ha apoyado incondicionalmente, por eso tiene el corazón del más bajo al igual que su devoción, pero aunque esto no sea sencillo, no me pienso rendir con la idea de tener a Ritsu porque ahora es la luz que alumbra mi desgarradora oscuridad, lo amo y no me rendiré, no me importa si este romance acaba destrozándome, no me pienso ir al infierno sin dar todo lo que mi atormentado espíritu puede ofrecerle.

“Akihiko” Baje mis orbes hasta el menor quien me extendía un contenedor igual al que el azabache sostenía “Sabia que no habías traído almuerzo tu tampoco así que también te hice” Confeso con una mirada que en ese momento pese a resultarme como algo indescifrable removió todo mi ser para que los gritos se callaran por un ínstate repleto de paz.

“No me provoques de esa manera o no me podré contener” Proclame mordiendo su oreja para después depositar un pequeño beso en su mejilla como muestra de lo agradecido que me sentía, porque aunque no sea él primero en sus divagaciones, ahora tengo la seguridad de que si me encuentro en un lugar especial en sus preocupaciones y eso pese a ser algo tan cotidiano para los demás, para mi es una acción que me hace infinitamente feliz.

“Nadie te esta intentando seducir idiota” Murmuro apoyando su cuerpo en mi hombro para empezar a devorar sus alimentos “Solo pensé que estarías muy hambriento después de todas esas clases y no me gusta que compres la comida chatarra que ofrece la cafetería, por eso yo te hice eso, ni si quiera se porque te lo estoy diciendo” Susurro en un apenas audible hilo de voz, devorando con rapidez el arroz como si de esa manera toda la vergüenza que atacaba su cuerpo se pudiera disimular.

Lo único que fui capaz de hacer después de tan lindas declaraciones fue sonreír y comer en silencio sintiendo que una nueva calidez envolvía todo mi cuerpo, porque por primera vez tenia a alguien que se preocupaba genuinamente por mis emociones, ahora Ritsu velaba por mis sueños y esperanzas, me percibía tan agradecido por tenerlo en mi vida, es la primera vez que me muestran tanta gentileza y aunque suene bastante patético el estar feliz por esas simples palabras, sentía que podría haber llorado por el temor a que esto solamente fuera un dulce sueño más del que no quería despertar.

“Estar enamorado es algo maravilloso” Murmure para mí mismo sin dejar que ninguno de mis dos acompañantes lo escuchara.

“Ritsu ¿Cuándo vamos a hacer el trabajo de Miyagi-sensei?” Bastaron esas palabras del azabache para que mis ilusiones fueran descuartizadas bajándome brutalmente de las nubes para que regresara a mi guardia.

“Mi novio hará el trabajo conmigo, su pareja, su protector, el hombre de su vida, el que le roba besos, el que será su primera vez” Antes de que siguiera el menor me pego con fuerza en la cabeza para que callara mi ataque de celos.

“Es un trabajo de tres personas” Declaro con una notoria molestia ante mis desvergonzados comentarios “Lo sabrías si hubieras estado escuchando algo de lo que se habló en la clase en vez de picarme la mejilla toda una hora” Solté una pequeña risa traviesa ante las palabras del castaño, es increíble como con cada uno de sus gestos solamente logra reforzar esa fuerte dependencia que le tengo a su bondad.

“Es que molestarte era más divertido a tener que escuchar sobre la poesía antigua” Confesé despreocupadamente acariciando la cálida mejilla del más bajo “Además es tu culpa por sonrojarte de esta manera incitándome a no quitar las manos de tu cuerpo” Proclame dejando a Onodera perplejo con las palabras muriendo en su garganta.

“Ten algunos límites con Ritsu, no es de tu propiedad, es una persona, Akihiko ya déjalo en paz lo estas hostigando” Se quejó el hombre de ojos miel sin ocultar el desagrado que sentía hacia mis acciones, podía distinguir la ira en lo más profundo de sus ojos.

“Masamune no te entiendo, ¿No eras tú el que quería que le enseñara a mi lindo novio lo que es ser una pareja súper acaramelada?” El más alto me miro lleno de rencor golpeando el suelo mientras se mordía el labio, maldiciendo en silencio lo cruel y sádico que resultaba ser el destino porque cuando te estas ahogando solamente te hundes más profundo, cuando encuentras una hermosa luz te la arrebatan sin pudor para que perezcas sin misericordia, por eso sostengo con tanta ansiedad a mi novio, no lo dejare caer.

“Ustedes dos ya dejen de pelear, se supone que son amigos” Exclamo firmemente el más bajo levantándose de mi lado “Ya dejen de comportase como un par de niños malcriados, porque no soporto que se lleven tan mal cuando él ultimo que tuvo opinión en esta situación fui yo, así que como hombre afronten sus decisiones” Declaro con firmeza mirándonos con algo de resentimiento y dolor.

“Perdón” Murmuramos los dos al mismo tiempo sin querer ver como esas orbes se apagaban por nuestra culpa.

Sus palabras han sido ciertas, Ritsu fue el último que enjuicio sobre su futuro, Masamune y yo acordamos que ambos saldríamos en un noviazgo aunque el castaño ni si quiera estaba presente en esos momentos, y aun así es capaz de tolerar  las elecciones que ha escogido seguir, su fortaleza interior me sorprende, lamento mucho haberlo hecho sufrir de esta manera con lo despiadado que nos hemos comportado el azabache y yo, lo último que anhelo es ver dolor en ese rostro por mi culpa, se supone que debo ser un apoyo para sus caídas no causarlas, me debo redimir ante la esperanza que me entregaron.

“Si quieren quedarse como imbéciles discutiendo por estupideces háganlo, pero no a mi costa, no soporto que me incluyan en sus conflicto, ya dejen de ser tan egoístas” Proclamo mordiendo su labio con algo de saña intentando ser reprimida “¿Saben qué? Mejor iré a la biblioteca por un libro para el trabajo” Pregono alejándose de nuestra vista, mire confundido la escena reaccionando antes que el azabache para perseguir a mi pareja y así poder darle la seguridad que necesitaba y secar esas frágiles lágrimas.

MI cuerpo se movió solo hacia la institución, en donde corrí con inquietud hasta mi novio quien estaba apoyando en el mesón de madera en frente de las jóvenes que atendían la biblioteca con una expresión llena de confusión y pesadumbre dejando escapar un suspiro ahogado de sus tentadores labios mientras su rostro se apoyaba entre sus manos, sin poder soportar verlo de esa manera me acerque y lo abrase por la espala sin importarme las miradas reprochadoras con la que las personas nos juzgaban.

“Akihiko no estoy de humor para esto, por favor déjame solo” Me rogo con la voz destrozada sin ser capaz de sostener sus propias murallas, aunque intente mantenerse fuerte se desmorona al no soportar las dolencia acumuladas.

“No te dejare” Conteste aferrándome aún más a su vientre para hundir mi rostro en sus exquisitos cabellos “Me porte como un idiota, lo lamento mucho pero Ritsu cuando se trata de ti no me puedo controlar tengo tanto miedo de perderte” El menor se dio vueltas para mirarme con una frágil seriedad mientras sus labios temblaban.

“Esto es difícil para mí” Susurro observando el piso con desgano “¿Acaso crees que no me daría cuenta de cómo se tratan? Akihiko este fin de semana fue terrible, tener que soportar esas peleas entre ustedes dos, no lo entiendo se supone que se llevan bien, son amigos y siento que por mi culpa se rompió ese lazo, además ver a Masamune tan incómodo me duele mucho” Musito llevando su mano hasta su pecho para apretarlo con fuerza.

“Sé que los dos nos portamos como niños, Takano es tan celoso como yo por eso nuestras personalidades chocan, no es tu culpa que nos distanciemos, no cargues con un peso que no te corresponde” Le pedí acariciando su espalda para que se dejara de tensar y se abriera hacia el hombre que le entrego su alma.

“Pero me lastima ver a Masamune tan deprimido, yo estoy enamorado de él” Esas palabras oprimieron lo más profundo de mi pecho, pese a saber que yo no soy el que ocupa sus pensamientos tener que escucharlo de sus labios es algo que desgarra mis ilusiones con sus sádicas manos para arrojarme al vacío sin piedad “Y también me lastima  verte a ti enojado porque Akihiko, yo te quiero mucho” Murmuro dejándose caer en mi pecho.

Aunque ese no fuera él te amo que esperaba, esa pequeña y tímida declaración logro que una ingenua sonrisa se instalara en mis labios, y ese destrozado corazón latiera con más fuerza al tener un motivo por el cual luchar, con perseverancia le enseñare a Onodera que valgo la pena, que puede arriesgarse a amarme porque no lo defraudare.

He escuchado muchas veces a las personas decirme que me quieren y que les importo, no obstante, estos siempre se auscultado tan vacíos y llenos de cinismos, esta es la primera vez que alguien lo pronuncia con tanta sinceridad que logra que todo mi cuerpo se estremezca, yo si lo valorare, lo cuidare y lo amare por siempre, por eso no flagelare con mis emociones solo porque un desafío se volvió más difícil, le enseñare a Masamune quien se los dos está dispuesto a hacerlo todo por esos preciosos ojos verdes.

 “Ritsu ¿Sabes que fue lo que pensé la primera vez que te vi?” El menor sin atreverse a despegar la mirada de mis ojos negó perdido en el trance de sus pensamientos “Pensé; ese chico es alguien realmente hermoso, se ve tan sincero, tan real, tan diferente a todo lo que he conocido, pero que suerte tiene Masamune al tenerlo a su lado” Respondí con algo de nostalgia en mis palabras “Por eso no podía creer lo afortunado que era cuando se me ofreció la posibilidad de ser tu pareja, sé que no soy lo que has estado esperando ni podre ser el reemplazo de Takano, por eso concédeme el honor de ser algo más en tu vida” Le rogué tomando entre mis palmas sus mejillas para evitar que ocultara sus sentimientos.

“Si no fueras algo más no me preocuparía tanto por ti” Susurro cerrando que fuerza sus ojos como si esperara que mis labios recorrieran los suyos “Aunque lo nuestro aun no sea amor, y tú solo me confundas aún más, sé que te quiero tener en mi vida, perdón por lo inseguro que he sido, es que no es fácil esto, no sé qué hacer con todos estos sentimientos” Con una mirada cálida me acerque hasta su frente para besarla nuevamente sin tener intenciones de esconder lo nervioso que me profesaba a su lado.

“NO te deshagas de esas emociones, no es malo que lo ames, pero quiero que a mí me ames con aun más intensidad” El menor me miro con un nuevo brillo en sus ojos refugiándose en mi pecho en busca de protección, acción que me hizo soltar un suspiro de enamorado por lo feliz que me sentía cada instante a su lado.

“Perdón, pero joven Onodera” El más bajo se separó bruscamente con una expresión apenada para mirar a la muchacha que lo llamaba “Usted me pidió el libro de literatura clásica tiempos oscuros, la doceava edición ¿Cierto?” El castaño asintió rápidamente “Acá tiene, devuélvalo en dos días más por favor” Tanto mi novio como yo quedamos perplejos por el tamaño que tenía ese manuscrito de tres mil páginas.

“¿Cómo rayos lo leeremos los tres en dos días?” Murmuro para sí mismo intentando levantar en vano el gigante libro gastado, al ver a mi pareja en problemas me acerque elevando con mucha dificultad el endemoniadamente grueso manuscrito.

“Tomemos un taxi hasta mi casa y leamos lo que más podamos” Declare pretendiendo mantener firme mi brazos los cuales temblaran sin pudor, traicionando la falsa seguridad que le quería brindar al castaño.

“Creo que no tenemos otro remedio” Murmuro ayudándome a sostener el libro con el ceño fruncido y el rostro bastante rojo.

Jamás había conocido a alguien como Onodera, lleno de consideración, quien antepone las emociones de los demás antes que sus propias necesidades, lleno de cariño y dulzura, una gema preciosa en un lugar lleno de punzantes rocas, aun no estoy seguro de como he tenido tanta suerte para que él llegara a mi lado, sin embargo, lo cuidare y protegeré hasta que sea tan dependiente de mi como yo lo soy de él, lo siento mucho Masamune pero esos cálidos brazos que te abrazaban en la noche ahora me pertenecen.

Notas finales:

Y si!! Akihiko si tiene un lugar muy especial con mi castañito...yo diria que demasiado especial, es que de verdad se ha esforzado y aunque si se pase de celoso (Tiene sus motivos) de verdad lo esta intentando pero por otro lado Takano tambien ya se pego el golpe...

Akihiko (Nuevo novio super romantico) + Takano (Mejor amigo ahora decido) = Ritsu con la mente en colpaso.

Espero que les haya gustado, ojala comente, sumimase por mi desaparecion de Oda y gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).