Ritsu Pov
Todo lo que he tenido que sobrellevar estas semanas han sido un caos, jamás imagine que aquel petulante escritor se ganaría un lugar tan profundo en mi alma, no esperaba acabar enamorándome en el juego que Masamune nos impuso, sin embargo, en contra de todas mis expectativas mi corazón se acelera con desenfreno ante las cálidas orbes violetas de quien me enorgullece llamar mi novio.
No es fácil tener que olvidar a alguien como el azabache; nosotros dos hemos estado juntos toda una vida y mis emociones solamente han crecido conforme al paso del tiempo, aun lo amo, ese cariño nunca se va a esfumar porque él es una persona indispensable para mi subsistencia, a pesar de eso; meditando todo lo que hemos tenido que soportar; pienso que quizás estamos bien siendo solo como mejores amigos, después de todo esa es la etiqueta con la que el hombre de lucidas orbes miel se aprecia cómodo.
Me profeso sumamente culpable ante lo que está ocurriendo; si hubiera callado mis pasiones no habría incomodado a Masamune, ahora él no estaría confundido y nuestra relación no se habría tornado incomoda, no obstante, ya de nada me sirve lamentarme por mi impulsivo accionar; debo aceptar mi cruda realidad; yo me confesé directamente exponiendo mi corazón para ser rechazado; y aunque me arrepienta de haber destrozado sin piedad aquella frágil utopía que ambos construimos con esmero, me alegra haber podido sacar esas palabras de mi pecho porque me estaban consumiendo sin clemencia.
El amor por Takano no se disipara, pero el amor por Akihiko florece con dulzura, ambos son tan diferentes, tienen mi cariño de distintas maneras, sin embargo, debo pregonar que el escritor es especial, porque me hace sentir tan seguro cuando le proclama a cada una de las cínicas mascaras que nos observan que soy su pareja, ambiciono poder confiar en él y entregarle todo lo que soy, mientras Akihiko quiera mi destrozado corazón no me apartare de su lado, suspire esbozando una tímida sonrisa llevando una de mis manos hasta mi pecho percatándome de lo acelerado que se encontraba mi ritmo cardiaco.
Estar enamorado es un sentimiento maravilloso que conlleva mucha plenitud y lucidez, a pesar de esto; gracias a aquella efusión que ha apresado mi espíritu, también ha surgido un gran problema en mi vida; no me he podido concentrar en clases y debido a que falte las primeras semanas para poder pasar tiempo con mi novio, ya no logro comprender la materia.
El remordimiento me consume en cada una de mis noches, porque en lugar de repasar como lo hace el azabache termino hablando horas por teléfono con el hombre de penetrante mirada amatista, esto es realmente frustrante, me costó mucho trabajo ingresar a esta universidad para poder salir adelante con mi futuro y no he logrado cumplir con ninguno de mis objetivos, solamente me dedico a suspirar como idiota.
Además hay algo que me exalta cuando me encuentro en clases y es una profunda decepción que me llena; no me comprendo, se supone que esta sería la carrera que anhelaba estudiar desde que era pequeño, la que me ayudaría a cumplir cada una de mis ensoñanzas y alcanzar mis pasiones, por esa razón no puedo entender porque todo lo que hablan los profesores me parece sumamente aburrido y carente de sentido.
Por algún motivo que no quiero vislumbrar como las materias se han convertido en una tortura porque me desagrada de lo que se habla, esto no es como debería ser, mis expectativas están siendo desgarradas delante de mis ojos ¿Por qué no me gusta? ¿Por qué lo odio tanto? Desearía poder concentrarme, quiero tener la misma pasión que Masamune en esta carrera, pero no la tengo y termino deprimiéndome por esta clase de complejos.
Libere un quejido de mis labios mientras observa con nervios el examen que se encontraba al frente de mis ojos, el cual seguía en blanco al ser incapaz de contestar tan solo una miserable pregunta de desarrollo.
Al no comprender nada de la materia y estar en plena semana de exámenes, le pedí a mi mejor amigo que me ayudara para poder aprobar; el azabache como siempre me brindo una sonrisa incondicional y dedico cada una de sus noches para que yo me profesara seguro hoy, sin embargo, ahora que tengo el manuscrito frente a mis ojos, no le encuentro sentido alguno, esto no debería estar pasando.
Apreté con fuerza la mina del lápiz hasta romperla reprimiendo mis impulsos por arrugar la hoja y arrojarla lejos del salón, mire con desespero el tiempo que marcaba en la pizarra; llevaba una hora con la mente en blanco recordando esas sonrisas que estremecen mi mundo, sin importar lo acomplejado que me perciba por esta nueva etapa, las cálidas miradas de mi pareja siempre me liberan de mis cadenas.
Me levante de mi asiento tomando mi mochila; sabiendo que no podría contestar ninguna otra pregunta del examen para entregársela al Kamijou-sensei quien me miro sorprendido por mi inusual comportamiento para permitirme retirarme del salón, antes de irme le sonreía amenamente al azabache deseándole suerte en su prueba.
Camine con fastidio hasta las afueras de la facultad ambicionando ir a mi hogar para resolver los conflictos con los que batallaba mi espíritu, deseando comprender la razón de mis constantes fracasos e intentar encontrar una motivación para levantarme.
“Amor ¿Cómo te fue?” Una ingenua sonrisa se dibujó en mis labios al vislumbrar como el peli plata se encontraba fuera del salón esperando mi llegada, cuando me da estos gestos tan tiernos no puedo evitar caer rendido ante sus pies.
“No muy bien, para ser sincero deje casi todo en blanco” Murmure abrazándome a mí mismo mientras el mayor me reconfortaba con el calor de su pecho al envolverme con sus fuertes y varoniles brazos.
“¿Te falto mucho estudio? ¿La materia es muy difícil? Si quieres te pago un profesor particular o le pido a Kirishima que te ayude” Libere una pequeña risa ante la preocupación que sus palabras demostraban.
“No fue eso” Musite sin ser capaz de liberar mis temores y exponerme delante de Akihiko, porque ni si quiera yo estaba seguro de la razón por la que fracasaba; más que falta de repaso o dificultad en los niveles yo no pude concentrarme porque todo lo que estaba escrito me parecía carente de sentido y me dejaba un amargo sabor en la boca, soy tan complicado, ni si quiera yo me logro entender.
“Debes estar cansado” Proclamo acariciando mis cabellos con despreocupación “¿Cuándo tienes tu siguiente clase?” Cerré con fuerzas mis ojos intentando recordar el extenso horario que se nos había asignado.
“En tres horas, pensaba ir al apartamento para dormir y regresar” Declare con algo de vergüenza por mi infantil comportamiento.
“Nada de eso; gracias a la época de exámenes no he podido estar tanto tiempo contigo como quiero” Me regaño el más alto arrastrándome hasta un rincón solitario de la facultad en el cual pudiéramos profesar abiertamente nuestro amor.
Sonreí al ver como el viento movía los agraciados cabellos plateados de mi novio mientras sus ojos brillaban con una profunda intensidad logrando que todo mi cuerpo se estremeciera, absorbí su masculino aroma de menta y permití que su calor me envolviera para poder hundirme en Akihiko y condenarme a su lado.
Después de alejarnos de todos los demás el más alto me llevo hasta un árbol en donde se recostó solo para sentarme en su regazo sin importarle mis reclamos, acariciando mi cuerpo con lascivia mientras mis mejillas se enrojecían por su descaro.
“Akihiko ya detente, las personas nos pueden ver” Murmure intentando retirar su mano de mis piernas en vano.
“Ritsu llevamos una semana sin vernos por las parciales, siete días en los que solamente he podido escuchar tu voz por teléfono, no sabes la falta que me has hecho” Musito apoyando su cabeza en mi hombro para aspirar sin pudor mi aroma.
“Si, gracias a tus constantes llamadas no he podido dormir ¿Qué no te aburre hablar todos los días conmigo?” Le pregunte divertido ante su posesiva actitud ganándome una mirada llena de seriedad y frialdad que removió todo mi ser.
“No” Proclamo sin vacilar en sus palabras entrelazando nuestras miradas “Jamás me cansare de estar contigo, Ritsu lo único que quiero es vivir el resto de mi vida a tu lado, te amo más de lo que imaginas, y cada segundo que estas junto a mi yo soy inmensamente feliz por poder conocer otro detalle de tu tierna personalidad” Declaro el hombre de ojos violeta mientras me volteaba en su regazo para poder besar con ternura mi nariz.
“Akihiko yo” Susurre con unos punzantes nervios intentando regularizar mi agitada respiración; aun me es difícil tener que confesarme en voz alta y escuchar esa clase de proclamaciones descaradas, desearía tener el valor para expresarle lo mucho que me importa, lo feliz que me hace con todas esas palabras, como necesitaba que me regalan esta seguridad.
“Te amo mi castaño, eres el amor de mi vida y te lo diré las veces que sean necesarias” Baje con angustia mi encendido rostro mientras mis manos apretaban con fuerza e impotencia la suave camisa del mayor.
“Yo también te amo” Declare temblando ante lo directo que fueron mis palabras intentado ocultar los rápidos latidos de mi corazón.
“Deja de seducirme” Murmuro levantando mi mentón para poder observar cada reacción de la que él es causante “Prometo jamás dejarte ir Ritsu; No sabes lo feliz que me has hecho al darnos una oportunidad real, quizás no te conozca de toda una vida como Takano, pero sé que yo puedo ser quien te amé por el resto de la eternidad” Adquiriendo coraje desconocido abrí mis ojos para tomar el rostro de mi novio entre mis brazos y darle un pequeño beso en la frente intentando desesperadamente transmitirle mis pasiones.
“Por favor jamás me dejes” Proclame con un profundo temor a que lo nuestro terminara en tragedia y mi corazón se partiera sin clemencia “No te vayas de mi vida, porque nunca te lo perdonare Akihiko”
“¿Por qué me iría?” Me pregunto liberando una pequeña risa para acariciar mi mejilla hipnotizándome con sus acciones “Si lo único que quiero hacer el resto de mis días es permanecer a tu lado”
El hombre de lucidas orbes violeta se acercó hasta mi boca mientras sus manos se aferraban a mi cintura y mis ojos se cerraban ambicionando querer disfrutar con todos mis sentidos el dulzor de aquel perfecto contacto.
Con vergüenza permití que mi novio ingresara su lengua para degustar toda mi cavidad mientras intentaba corresponder aquellas atrevidas caricias que me estaba otorgando, con nervios mi lengua se encontró con la suya para poder enredarse y perderse en una seductora coreografía a la que ya nos habíamos hecho adictos.
Un pequeño gemido se escapó de mi boca al percibir como el más alto apretaba con descaro mi trasero mientras me recostaba en la fina y delicada hierba para profundizar aún más nuestra unión, con necesidad lleve mis manos hasta sus cabellos para poder morir entre sus labios, probando su toxica esencia de tabaco.
El aire comenzó a escaparse de mis pulmones mientras aquel pasional beso nos consumía, lo necesitaba; fueron muchos días sin probar su delirante boca, la cual se ha transformado en mi perdición, obligándome a alucinar con aquel sabor prohibido, el más alto se aparato con lentitud de mi boca para poder morderla y dejarme los labios bastante hinchados por lo descarados que fueron sus movimientos.
“Creo que alguien me extrañaba” Murmuro con arrogancia limpiando la saliva que se encontraba en la comisura de mis labios.
“No me hagas decir lo obvio” Respondí apenado sin atreverme a sostener una mirada con aquellas transparentes orbes “Levántate de encima, Akihiko pesas” Me queje llevando mi mano hasta su pecho para poder empujarlo.
“Ritsu” Levante con timidez mi mirada sin retirar mi mano de su pecho percatándome de lo acelerado que eran los latidos de su corazón “¿Ves lo que causas en mi interior? ¿Te das cuenta de cómo me provocas?” Me interrogo llevando sus frías manos sobre las mías para que notara la verdadera velocidad de su ritmo cardiaco.
“Tu” Cerré los ojos consumido por la vergüenza para tomar su brazo y depositar su palma en mi corazón “También date cuenta de cómo me pones” Murmure deseando que el suelo me tragara por las palabras que acaba de pronunciar; estar con Akihiko es tan vergonzoso, siempre me dice cosas que me quitan el aliento y logra que todo mi cuerpo tiemble, sin embargo, lo único que consigue con esa clase de gestos es que desee que me apene aún más.
“Me traes loco de amor” Declaro abrazando posesivamente mi cintura para hundir su rostro en mis cabellos “Mi lindo novio es tan dulce” Aquellas palabras me obligaron a recordar un pequeño gesto que había ideado para mi pareja.
“Akihiko necesito que te levantes” Le pedí dejándolo bastante confundido por la seriedad en mi petición, inhale con fuerza tomando mi mochila para sacar un pequeño paquete dentro de esta y entregárselo al mayor.
“¿Qué es esto?” Me pregunto con una seductora sonrisa mientras mi mirada evitaba con angustia a la suya.
“Bueno es que el otro día cuando hablábamos por teléfono me dijiste que te gustaban mucho las cosas dulces que te hacia tu madre cuándo eras niño, y me hablaste de unas galletas de chocolate con vainilla que eran especiales y pues como nunca te gustaron las comprados, yo lo intente pero no lo sé” Proclame regañándome mentalmente por la serie de incoherencias que escapaban de mis labios con un notorio pánico.
“¿Las galletas especiales que me hacían de niños?” Yo asentí con rapidez evadiendo su rostro “Pero Ritsu la receta era casera, de esas no se venden” Aspire con intensidad deseando que mis palabras dejaran de temblar.
“Ya sabes que yo aprendí a cocinar por Masamune; para que sobreviviera a la hora de almuerzo y pues, jamás se me han dado las cosas dulces” Musite jugueteando con mis manos “Pero como tu hablaste de ellas con tanta nostálgica yo averigüe su receta y te las intente cocinar, aunque no sé cómo salieron” Espere una respuesta del mayor quien me hundió en un indestructible e incómodo silencio que agito mi respiración, al no escuchar alguna reacción mis ojos por inercia buscaron los suyos quedando en shock por la tierna imagen que me asombro; Ahí estaba aquel imponente hombre de gélidas palabras; con un mirada compasiva hacia la pequeña caja y una sonrisa llena de sinceridad.
“Es el detalle más lindo que han hecho por mi” Declaro uniendo nuestras miradas mientras mi cuerpo era recorrido por una poderosa corriente eléctrica “Soy tan afortunado de tenerte a mi lado, amor” ¿Cómo no podría caer ante sus pies con esta clase de confesiones? ¿Cómo no podría terminar amando a este hombre?
“Solo quiero que sepas que te las hice, bueno porque te amo” Susurre en un apenas audible hilo de voz mientras el peli plata me depositaba en contra del gran árbol para poder rozar con timidez mis labios.
“Ritsu mide las consecuencias de tus palabras” Murmuro en mi oreja para después morderla provocando que un pequeño gemido saliera de mi garganta.
“Akihiko ya te dije que no quiero que hagas esa clase de cosas en público, las personas nos ven raro” Proclame intentando cubrir en vano mi rostro al ser aprisionadas mis mejillas por sus grandes y protectoras manos.
“Que nos vean todo lo que quieran, ansió hacerles saber que tú solo eres mío” Pregono con autoridad mientras me sonreía con ternura “Ritsu, no te quiero presionar para hacer nada, pero quiero saber si al menos ¿Me dejarías ser el primer y el único hombre que te posea para jamás soltarte?” Mi corazón golpeo sin compasión mi pecho; provocando que el sudor cayera por mi frente.
“Akihiko sobre eso yo creo que” Antes de que pudiera responder la voz del azabache paralizo todo mi cuerpo mientras mis mejillas se teñían de un reluciente tono escarlata al profesarme bastante apenado.
“RITSU, AKIHIKO” Grito el hombre de ojos miel sentándose a nuestro lado con una expresión que no pude leer en esos momentos.
“Masamune que sorpresa que arruines un momento tan importante y romántico para nosotros” Bufo con molestia y sarcasmo mi pareja aferrándose con autoridad a mi cintura sin querer que me levantara de su regazo.
“Ustedes son los que se andan exhibiendo en medio de la universidad, no se quejen si las personas los miran mucho” Contesto el más alto ubicándose a mi lado derecho como si tuviera la intención de ignorar a mi pareja.
“Pues sí; me gusta que las demás personas sepan sobre nuestro noviazgo” Reclamo el joven de ojos violeta apretando con aun más intensidad mi cintura para bajar sus fuertes manos hasta mis caderas sin pudor alguno.
“Ya basta ustedes dos, prometieron llevarse bien” Los regañe forcejeando en vano para levantarme y acabar con esta estúpida discusión, cuando los veo de esta manera no puedo evitar ser consumido por la culpa al haber saboteado una preciosa amistad, desearía tanto arreglar las cosas entre los hombres más importantes en mi vida.
“Perdón Ritsu, sabes que Akihiko y yo solo estamos bromeando” Proclamó el azabache ayudándome a levantarme para poder distinguirlos a ambos al mismo tiempo.
“Aguafiestas” Mascullo el peli plata molesto por la lejanía que Takano nos impuso; no me agrada tener que incomodar a alguno de los dos con mi relación, no me gusta tener que separarme de Akihiko, sin embargo, a Takano parece desagradarle nuestra profunda cercanía, por eso prefiero ser precavido y evitar alguna tragedia.
“Como digas” Musito el hombre de ojos miel acercando su mano hacia la mía para poder llamar mi atención “Saliste muy temprano el examen, apenas habían pasado un par de minutos, así que me preocupe” Una deprimente mueca se dibujó en mis labios al romper mis fantasías y forzarme a aterrizar con mi realidad.
“Masamune yo no estaba seguro de lo que hice” Susurre escondiendo mi expresión debajo de mi flequillo.
“Hey, Ritsu mírame” Me pidió con gentileza el más alto alzando mi mentón para unir nuestras miradas “Sé cómo te angustia fracasar en un examen, pero no te tienes que deprimir por eso, los dos estudiamos muy duro, nos desvelamos y leímos más de lo que era humanamente posible, así que no me pongas esa mueca de dolor, por favor no te desanimes por cosas así” Una inocente sonrisa se posó en mis labios ante las cálidas y acogedoras palabras con las que el más alto me consolaba.
“Fue un examen bastante extraño para ser sincero” Murmure para mí mismo recordando con nostalgia la dedicación que tenía en la escuela, cuando no me importaba ni si quiera comer con tal de aprobar las parciales.
“Los niveles cambian de aquí en adelante; las cosas serán difíciles” Confeso el mayor sin despegar su mano de la mía, transmitiéndome esa tranquilidad que me ha acompañado más años de los que soy capaz de recordar.
“Aun así; gracias por ayudarme a estudiar” Declare avergonzado por haber fallado al hombre que se esmeró tanto velando por mis sueños.
“Para la siguiente estudiaremos mucho más tiempo juntos ¿Si?” EL azabache desordeno mis cabellos con amabilidad mientras su mano acariciaba con gentileza y dedicación mi cabeza, intentando transmitir un mar de desenfrenadas emociones.
“Gracias por esa oferta, pero me jode que me quiten tiempo con mi novio” Pregono el peli plata arqueando el entre cejo “Sé que eres el mejor amigo de Ritsu pero acá él que tiene privilegio de tiempo soy yo, su pareja, su amante, el ladrón de sus suspiros, el amor de su vida” Suspire ante los excesivos celos de mi novio, quien pese a todas estas palabras de inseguridad me hace profesarme más amado que nadie.
“Y todo este problema ha sido tu culpa, ya deja de incentivar a Ritsu a faltar a clases para llevarlo a lugares ostentosos, ni si quiera le agradan esa clase de sitios” Se defendió el mayor excluyéndome de una conversación que giraba en torno a mis errores, profundizando con desesperanza nuevas heridas.
“Pues se ve muy feliz cuando está a mi lado” Proclamo el más alto acercándome sin vergüenza para depositar su cabeza en mis piernas, logrando que mis mejillas se encendieran delatando mis pasiones.
“Como su novio, él debe ser tu prioridad, no puedes ser tan egoísta y acapararlo sabiendo que lo estas limitando” Pregono el hombre de ojos miel con una notoria desesperación reflejada en cada una de sus palabras.
“Eso es lo que hago” Contesto sin interés de seguir con esta disputa para aspirar con descaro mi aroma.
“No lo haces, cuando amas a alguien dejas de lado tus intereses y antepones los suyos” Takano detuvo sus palabras para entrelazar nuestras miradas con una profunda sinceridad y melancolía reflejada en sus hermosas orbes “Incluso si eso implica tener que verlo con alguien más, no me importa tener que sufrir mientras la persona que amo se encuentre feliz, después de todo tiene la sonrisa más hermosa que he conocido” Por alguna razón esas palabras golpearon el fondo de mi pecho obligándome a bajar la mirada.
¿Porque? ¿Por qué sigues haciendo esto? ¿Acaso fue una indirecta para decirme lo que sientes? O ¿Solo te estas burlando de mis emociones al jugar de esta forma con mi delicado corazón? Masamune no es justo; si ya has tomado una decisión afróntala ¿Por qué tienes que llegar a perder algo para saber lo mucho que te importa?
Me duele cuando me dices esa clase de cosas y aun así me llamas tu mejor amigo, si me amas deberías dejar de ser un cobarde, escapar de ese semblante lleno de mentiras que has creado y decírmelo de frente porque yo también te necesito con pasión, sin embargo, en mi vida ya existe otra persona que es más importante.
Como hubiera deseado que tú usaras el lugar de mi único amor, abrazarte y probar nuevamente tus labios, pero las cosas no sucedieron de esa manera, no, tú solo me entregaste por temor a amarme, por miedo, y por esa misma razón yo acabe amando a otro hombre con desespero en quien ahora poseo la hermosa ilusión de formar un futuro.
Masamune ya es muy tarde, ya no hagas esto, has ganado la batalla, ahora solo seremos amigos, después de todo es lo que siempre quisiste ¿Cierto? No es justo que me manipules de esta manera, ese lugar que proclamabas como tuyo ya no existe porque ahora mi alma tiene otro dueño, ya es muy tarde.
Suspire cansado sin poder dejar escapar esas palabras en mi garganta, jamás le he ocultado nada a Takano, porque las mentiras y los secretos solo terminan devastando todo lo que te importan, no obstante, siento que al declararle esta clase de pensamientos sus ojos me miraran con gélido y su boca me escupirá veneno, lo único que puedo hacer es demostrar con mis acciones que las cosas han cambiado.
“Oye amor ¿Estas bien?” Me pregunto el más alto preocupado acunando mis mejillas entre sus manos mientras mi cuerpo se deleitaba con sus toques.
“Si, creo que me perdí en mis pensamientos” Me excuse con vergüenza tratando de rehuir de su reveladora mirada amatista.
“Me preocupaste porque de repente pusiste una expresión de tanto dolor” Contesto el mayor abrazando mi espalda “Si te sientes muy mal te puedo cargar hasta la oficina principal para pedirles que te den algún té o una pastilla” Un gran calor se posiciono en mi centro ante tan consideradas acciones de mi pareja.
“Enserio estoy bien” Murmure escondiendo mi cabeza en su pecho para deleitarme con los latidos de su corazón “Idiota” El peli plata libero una melódica risa para seguir acariciando mi cuerpo con dulzura y ternura.
“Bueno lamento romper su momento amoroso, pero debemos ver aun que hacemos con el gran trabajo del libro de tiempos oscuros” Sin tener intenciones de separarme de mi pareja mire con cansancio al azabache rogando por tener las fuerzas necesaria para confrontar los desafíos de la universidad.
“Supongo que no tenemos más opción que leerlo cada instante de nuestra vida para terminar a tiempo” Proclame con fastidio al recordar el gran tamaño de ese libro escolar, me pone nervioso tener que aprender sobre tantas fechas en tan pocos días, supongo que he perdido la confianza con la que antes me caracterizaban.
“Ritsu tenemos el libro en nuestro apartamento solo por un día más, lo que podríamos hacer es dividirnos el trabajo para que no se haga tan pesado y deje de ser una misión imposible” Sonreí ante lo inteligente que era Masamune, como desearía volver a tener esa energía y emoción cuando hablo de lo mucho que amo mi carrera.
“Es una brillante idea” Conteste con una gran sonrisa provocando que él se estremeciera, acción que me asombró.
“Si, supongo que no es tan mala viniendo de ti” Refunfuño el más alto liberándome de mala gana de su agarre solo para poder acariciar de manera seductora mis piernas en frente de mi amigo y en contra de mi voluntad.
“Entonces está decidido” Declaro el hombre de ojos miel con la intensión de disipar la poderosa tensión que se creaba entre nosotros.
“Bueno Masamune deberías irte a almorzar; yo y Ritsu nos quedaremos súper acaramelados un rato más y te alcanzamos” El azabache apretó con fuerza sus puños para liberar un gruñido que expresaba su evidente molestia.
“Te lo he dicho cientos de veces, no porque seas el novio de mi castaño voy a permitir que me lo arrebates todo el tiempo, así que me tendrás acá molestándolos” Pregono con furia Takano exponiendo su frágil semblante.
“Como quieras” Proclamo mi pareja tomando mis mejillas para depositarme un dulce beso en mis labios, obligándome a perderme nuevamente en su esencia y aspirar con fuerza y necesidad su varonil aroma.
“AKIHIKO” Al percatarme de una voz desconocida con pánico empuje a mi novio para observar como un pequeño castaño de ojos esmeraldas nos contemplaba con una mirada frívola y una sonrisa torcida.
“Misaki”