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insécurités por sehunnie swift

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Notas del fanfic:

fic de regalito por el cumple de sunggyu o/ (un poco atrasado xDD) 

Para ser sinceros, Sunggyu estaba un poco cansado, y lo único que quería hacer era llegar a casa y dormir.

Se encontraba en ese mismo instante retocando una de las canciones de su segundo disco, afinando una nota por aquí, o mejorando una nota por allá. Últimamente había trabajado sin cesar en aquel disco, y la verdad es que no se podía decir que no estuviese orgulloso del resultado.

En su opinión, siempre había algo que mejorar, algo que añadir, pero desde su primer álbum, había decidido tomárselo con más calma, y trabajar con Jongwan siempre era un placer (y, aunque nunca lo diría en voz alta, su lado fanboy siempre salía a flote).

Al trabajo que suponía sacar un disco en solitario, debía de sumarle el hecho de que había participado en aquel programa de la India (en el cual, por cierto, no es que le hiciera mucha ilusión participar al principio, aunque luego se encontró haciendo buenas migas con todos), y su nivel de cansancio y estrés se había aumentado peligrosamente.

Y aún había más, puesto que debía de acudir a las promociones del programa y, después, también tenía que atender los conciertos en Japón debido a su comeback japonés.

Todo se estaba acumulando en un período de tiempo muy corto, y Sunggyu no sabía si podía dar más de sí.

Por si fuera poco....últimamente su relación dentro del grupo no iba viento en popa. Los más jóvenes andaban desperdigados, cada uno con sus cosas personales, y Sunggyu prefería morir de dolor antes que decirles algo que pudiera preocuparlos en lo más mínimo. Para él, verlos feliz era lo más importante.

Los chicos de infinite H estaban tan contentos con sus promociones y las victorias que habían conseguido, que contarles cómo se sentía sería, de nuevo, aguarles la fiesta.

Por último, la única persona disponible que quedaba era Woohyun, su Woohyun. Sunggyu desconocía los motivos de por qué este había reaccionado de esa manera últimamente cuando Sunggyu estaba cerca, por qué estaba tan distante. Si Sunggyu ya de por sí se encontraba cansado y agotado mentalmente, el no tener a Woohyun a su lado le hacía el camino aún más pesado.

Sunggyu no era una persona que soliera abrirse a los demás con facilidad. Solía ser extrovertido, y siempre dispuesto a ayudar a los demás, pero cuando se trataba de su vida personal, había que sacarle las palabras con pinzas, y a veces sin ningún fruto como resultado.

Pero con Woohyun....había sido tan fácil expresar cómo se sentía respecto a cualquier cosa, que para Sunggyu había sido una experiencia completamente nueva, a la que se había acostumbrado de tal manera que ahora, al notar su ausencia, no sabía muy bien qué hacer.

Cuando llegó al dormitorio, todas las luces estaban apagadas y, a diferencia de cómo había sido hacía dos años, cuando Woohyun lo esperaba cada noche sentado en el sofá a que llegara del estudio, ahora no había nadie que se quedara despierto por él.

Tras tomar una ducha, se dejó caer en la cama, y no tardó mucho en dormirse, cediendo al cansancio.

***

Por la mañana temprano, Sunggyu fue despertado cuando unos dedos comenzaron a acariciarle la pantorrilla, y entreabrió los ojos para ver a Dongwoo, quién le sonreía sentado a los pies de la cama.

“Buenos días, dormilón.”

“¿Qué hora es?” preguntó Sunggyu, incorporándose deprisa, asustado de haberse quedado dormido y haber faltado al programa que tenía preparado.

“No te preocupes, es temprano. Aún faltan dos horas para tu ensayo.”

Sunggyu asintió aliviado, y se dejó caer hacia atrás con un pesado plof.

La persiana estaba medio subida, y la luz matinal entraba por la ventana, medio cegando a Sunggyu, quien se dio la vuelta, enterrando la cara en la colcha.

“¿Por qué has venido?” preguntó, su voz amortiguada por las sábanas.

Dongwoo suspiró.

“La verdad es que estoy...todos estamos preocupados por ti, hyung. Apenas duermes, comes muy poco, y no descansas. Queremos saber cómo estás.”

Sunggyu frunció el ceño. Esto es lo que él quería evitar a toda costa.

Se incorporó de la cama, acercándose hasta estar prácticamente sentado al lado de Dongwoo.

“Estoy bien.” dijo, asintiendo con la cabeza. “Es cierto que he tenido muchas actividades últimamente, pero lo estoy sobrellevando bien. Dentro de nada podré descansar más y todo estará aún mejor.”

“Hyung...” Dongwoo comenzó a jugar con los dedos de su mano, entrelazándolos en un gesto nervioso. “Sé que no te gusta hablar sobre tus sentimientos, sobre cómo te sientes, y mucho menos si es algo negativo...pero quiero que sepas que todos estamos ahí para apoyarte. Y que puedes confiar en mí para contarme lo que sea.”

Sunggyu suspiró.

“Lo sé, Dongwoo. Sabes que vosotros sois una de las cosas que más aprecio, y no os fallaría por nada del mundo. De verdad que estoy bien, solo necesito acabar cuanto antes y descansar un poco más.”

“¿De verdad que estás bien, hyung? Siempre he pensado que era a Woohyun a quien le contabas cualquier cosa, pero apenas os he visto hablar y...”

Sunggyu se frotó los ojos con la palma de las manos.

“Woohyun debe de estar también cansado últimamente. No...no quiero poner ninguna presión sobre él, con solo saber que él, que todos vosotros, estáis bien, yo me conformo.”

Dongwoo asintió una vez más, y abrazó a Sunggyu antes de levantarse e irse del dormitorio.

Sunggyu volvió a dejarse caer en la cama con un pesado plof.

La verdad es que lo último que le había dicho a Dongwoo no era completamente cierto. Claro que él estaba más que contento con saber que sus chicos estaban bien, pero sí que había mentido sobre respecto a Woohyun. Lo necesitaba más que nunca.

****

Woohyun apoyó la espalda contra la puerta de su dormitorio, dejándose caer en el suelo.

Enterró la cara entre sus rodillas, abrazando estas con sus brazos.

Le dolía mucho el pecho, y su respiración comenzaba a ser errática. Además, sentía ganas de llorar.

El haber escuchado la conversación entre Dongwoo y Sunggyu había hecho que algo hiciera click en la mente de Woohyun.

Es cierto que había estado evitando a Sunggyu durante, prácticamente, todo el mes pasado, pero tenía varios motivos.

El primero de todos: Woohyun estaba celoso.

Puede parecer una tontería a simple vista, pero Woohyun no solo estaba celoso del hecho de que Sunggyu pasara tanto tiempo cerca de Minho, o que incluso dejara que este le sobeteara.

Lo que más le daba miedo, lo que asustaba a Woohyun hasta tal punto que apenas podía dormir sin darle vueltas al tema, era que Sunggyu acabara prefiriendo a aquellos chicos antes que a infinite.

Woohyun había visto un par de capítulos del programa, y lo había encontrado tan...a gusto, relajado, cómo si estuviera en su propio ambiente. Woohyun tenía miedo que Sunggyu prefiriera irse con los demás, que prefiriera salir los sábados con aquellos chicos en vez de con infinite, en vez de con él.

Probablemente, Sunggyu era una de las personas más importantes en su vida, y perderlo de esa manera....no sabía como podría siquiera afrontarlo.

Y la otra razón era que Sunggyu últimamente estaba tan cansado y agobiado, que lo menos que Woohyun quería hacer era meterse en el medio y cansarlo más.

Pero, al parecer, no podía haber estado más equivocado.

****

Por extraño que parezca, a pesar de haberlo estado recordando a las fans tanto tiempo, Sunggyu se levantó el día de su cumpleaños sin siquiera recordar que lo era. Su mente había estado ocupada con mil cosas más, y su cansancio había llegado a tal nivel que los dolores de cabeza eran una rutina constante en su vida, a los que últimamente se les habían sumado las constantes náuseas. Ni siquiera un par de pastillas parecían poder atenuar aquellos síntomas, y Sunggyu no sabía cuánto más podría aguantar.

Salió de su dormitorio, algo desorientado, y no encontró a nadie en aquella planta.

Bajó hacia abajo, casi cayéndose por las escaleras en el último segundo, aunque tuvo los suficientes reflejos como para agarrarse a la barandilla antes de abrirse el cráneo.

El salón estaba en un sinuoso silencio, y Sunggyu frunció el ceño.

Nada más entrar, un montón de confeti fue disparado hacia su cara, y los chicos salieron de detrás de los muebles, cantándole cumpleaños feliz a grito pelado. Incluso había una tarta en el centro de la mesa que ponía “Felices 30, Grandpa Gyu.”

"¡Perdón pero cumplo 27!" Sunggyu hizo un puchero.

A pesar del cansancio, no pudo evitar sonreír abiertamente, lleno de felicidad, y abrazó a los chicos, uno por uno, quienes continuaron felicitándole y dándole palabras de ánimo y apoyo.

Justo cuando Sunggyu terminó de abrazar a Sungjong, sintió una punzada en el pecho.

Había alguien que no estaba ahí.

Alguien a quien Sunggyu quería ver más que a cualquier otra persona.

“¿Dónde está Woohyun?” preguntó, mordiéndose el labio.

“Dijo que tenía planes.” respondió Dongwoo, desviando la mirada hacia el suelo.

Sunggyu asintió, ignorando el dolor en el pecho y las ganas de volverse a su cuarto, y esbozó otra sonrisa, indicándoles a los chicos que cortaran la tarta para desayunar.

“¡Hyung!” exclamó Sungjong, al cabo de un rato. “Aún no te hemos dado nuestros regalos.”

Varias cajas pequeñas fueron depositadas sobre la mesa, y Sunggyu sonrió, deseoso de poder abrirlos todos.

“Además, tenemos un regalo sorpresa.” dijo Hoya, dándole una palmadita en la espalda.

“¿Qué es?”

“¡El regalo soy yo!”

Sunggyu abrió los ojos sorprendido, al ver a Woohyun en la puerta, con un gran lazo rojo alrededor del cuello y el otro atado como una cinta sobre su cabeza.

El chico comenzó a hacer aegyo, lanzándole corazones y besos, y Sunggyu puso los ojos en blanco, aunque no pudo evitar que fuera visible lo contento que estaba de tener a Woohyun ahí.

“¿Teníais todo esto planeado?” preguntó Sunggyu, y todos los chicos asintieron.

Woohyun se sentó a su lado para comer un trozo de tarta y, mientras Sunggyu masticaba, sintió como la mano del chico se colocaba sobre la suya, acariciándola delicadamente, y el corazón de Sunggyu comenzó a latir con fuerza. Quizás aquel cumpleaños iba a ser uno de los mejores.

****

La puerta se cerró tras Woohyun, quien se apoyó contra esta, observando como Sunggyu se sentaba en la cama, mirando hacia el suelo y jugando con el borde de la manga de su camiseta.

Woohyun suspiró y caminó hacia él, sentándose a su lado.

“Te he echado de menos.” dijo.

Sunggyu levantó la vista del suelo, esta vez mirando al chico a los ojos.

“¿Me has echado de menos?” bufó. “Me has estado evitando casi por dos meses...”

“Lo sé.” Woohyun apoyó la cabeza sobre sus manos. “Lo sé y lo....lo siento, de verdad.”

“Woohyun.” Sunggyu sujetó al chico de la barbilla, obligándolo a mirarlo fijamente. “¿Qué te pasa, Woohyun?”

El susodicho negó con la cabeza.

“No quiero que hablemos de mi.” dijo. “Quiero que hablemos de ti. ¿Cómo estás, Sunggyu? Me tienes muy preocupado...tengo miedo que un día de estos te vayas a desmayar por falta de sueño y por alimentación incorrecta, y tengamos que llevarte al hospital, o algo peor.”

“Estoy bien....” Sunggyu susurró, mordiéndose el labio. “El comeback japonés, el programa, mi solo...quizás ha sido demasiado en un intervalo de tiempo muy corto. Ha sido demasiado estrés y además no estabas y...” Sunggyu se mordió el labio, dándose cuenta de lo que acababa de decir en voz alta.

“Lo siento.” volvió a decir Woohyun, quien parecía al borde del llanto. “Lo siento mucho, siento haberme alejado de esa manera, te prometo que nunca voy a dejar que eso vuelva a pasar. Sunggyu, sabes que puedes contar conmigo, para lo que sea, bueno o malo. No te voy a dejar solo.”

Sunggyu asintió, su corazón latiendo con fuerza contra su pecho, y se inclinó para besar a Woohyun.

Sus labios se rozaron de manera delicada, despacio y con suavidad, como si ambos tuvieran miedo a que, con un poco más de fuerza, el otro fuera a desaparecer.

Poco a poco, la ropa fue tirada al suelo, al igual que la delicadeza con la que el beso había comenzado.

Ahora se besaban con fuerza, intentando saborearse al máximo el uno al otro, intentando explorar cada rincón disponible.

Woohyun acarició el torso de Sunggyu, trazando cada curva y cada rincón como si fuera la primera vez. No importa cuántas veces estuvieran juntos, sus manos aún temblaban, y su corazón amenazaba con salírsele del pecho.

Sunggyu se dejó acariciar por el chico, observando cómo los ojos de este se entrecerraban como cada vez que se encontraba concentrado en algo, y se dio cuenta de que quería a Woohyun con todo su ser.

Cuando sus cuerpos, sudorosos y encendidos, se colocaron el uno junto al otro, Woohyun cerró los ojos, mordiéndose el labio, y Sunggyu frunció el ceño.

Sunggyu estaba colocado sobre él, con las piernas del chico alrededor de su cadera, su pecho contra el de él, y sus manos a cada lado de su cabeza. Pero la posición de Woohyun le dio a entender que algo no estaba bien.

“Woohyun.” dijo, sujetándolo de la barbilla. “Woohyun, mírame.”

El chico así lo hizo, poco a poco, y Sunggyu vio como sus ojos estaban llorosos.

“¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así?”

Woohyun siguió en silencio como una tumba, y Sunggyu comenzó a depositar pequeños besos a lo largo de su cuello y sus clavículas, hasta que Woohyun rompió a llorar.

“Tengo miedo, Sunggyu.” dijo finalmente. “Tengo miedo de que un día de estos me vaya a levantar y no estés. De que decidas que prefieres a una chica de alguna girlband antes que a mí. Que prefieras a los chicos del programa de India antes que a nosotros.”

Sunggyu lo miró, perplejo.

“A veces eres realmente idiota, Nam Woohyun.” Sunggyu esbozó una pequeña sonrisa, inclinándose hasta estar a la altura de su oído. “Escúchame, no hay nada ni nadie que me pueda hacer cambiar de opinión sobre infinite. Sois mis miembros y os quiero por encima de prácticamente todo. Y tampoco hay nada ni nadie que me pueda hacer cambiar de opinión sobre ti. Te quiero, Woohyun.”

Woohyun había dejado de llorar, visiblemente más relajado ante las palabras del chico, y volvió a unir sus labios en otro dulce y apasionado beso, hasta que Sunggyu sujetó sus piernas de tal manera que su miembro pudo entrar fácilmente en su interior.

Encontraron el ritmo adecuado, en una perfecta armonía, y Woohyun sujetó a Sunggyu por la espalda, empujándolo para que estuviera más cerca y fuera más adentro.

Cuando terminaron, Sunggyu quedó recostado sobre su pecho, ambos respirando erráticamente, y sus manos estaban entrelazadas.

“Yo también te quiero, Sunggyu.” susurró Woohyun. “Y, por cierto, feliz cumpleaños.”

Notas finales:

Hola ~

Tbh este fic iba a ser inicialmente solo smut y mirad donde ha acabado... u_u

espero que os haya gustado, though, y me dejéis un review <3


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