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Forever Love por alexriden02

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Notas del capitulo:

13/07/15

Otra actualizacion.

Gracias por leer.

 

 

 

Yunho corrió como nunca lo había hecho en su vida. ¿Alguna vez había corrido así de prisa? Abrió la boca para respirara mejor una vez que llego a las puertas del instituto. Pero estas estaban cerradas. Se cogió la cabeza desesperado. Jaejoong estaba caminando por ahí y la noche ya tocaba la ciudad de Busan. De solo imaginara que algo malo le pasaría, Yunho estallo en rabia. Debía buscarlo. ¿Pero por donde?

 

-¿Yunho-oppa?

 

 

 

Jaejoong presionó sus manos contra su cuerpo. ¿Por qué las calles lucían tan desiertas? Las luces de los postes iluminaban una calle vacía ¿Dónde estaba todo el mundo? Una parte de él se estaba arrepintiendo por haber echado a GeunSuk. Si no lo hubiera hecho tal vez no estaría solo caminando por esas calles solitarias. <<No volveré a quedarme dormido en clases. No volveré a quedarme dormido en clases. No volveré a quedarme dormido en clases>> se repetía una y otra vez mientras caminaba por la vacía calle.

 

Cogió su celular y la batería había muerto. De mal humor hizo un puchero. Un hombre que venía caminando desde la otra calle se le queda viendo. Jaejoong siente un frio recorrer su espalda cuando el hombre con una gorra de beisbol se le queda viendo. Guarda su celular y camina más rápido. Cuando cruza la calle el hombre también lo hace, ambos se cruzan pero Jaejoong sigue su camino al cruzar la siguiente calle a su casa, escucha unos pasos detrás de él. Con temor voltea y ve al sujeto de la gorra de beisbol caminando a unos metros de él. Eso ya era extraño. Intentando perder al hombre Jaejoong toma una ruta no muy habitual en su recorrido a casa. Para su mala suerte descubre que está en un lugar donde no había nadie, las luces estaba muertas en algunas esquinas y la calle se hacía empinada.

 

Aun escucha los pasos del hombre siguiéndolo. Coge su celular. Si era un ladrón le daría aquello. Los pasos se escuchan más cerca y Jaejoong tiembla. ¿En qué parte de la ciudad estaba? Temblando, Jaejoong  voltea para enfrentar al extraño, pero no había nadie. La oscura calle, iluminada por una luz vieja, estaba vacía. Jaejoong respira aliviado, pero cuando voltea el hombre está frente a él. Al verlo, Jaejoong retrocede, pero el hombre lo coge con ruda fuerza por el brazo.

 

– ¡Que hace! – Jaejoong intento jalar su brazo, pero el hombre no lo soltó – ¡Suélteme! – suplico Jaejoong inútilmente pues el hombre no lo hacía. Lo estaba obligando a caminara por esa empinada calle donde ya no había luces y parecían las casas abandonadas.

 

“Encanto, no es bueno que un chico tan hermoso como tu este caminando por ahí sol”  “No has escuchado que hay un acosador que molesta a las estudiantes cuando vuelven solas a casa”  en ese momento Jaejoong recordó las palabras de GeunSuk. ¿Un acosador? Esa idea no le gusto a Jaejoong, prefería que lo robaran no que lo mataran.

 

– ¡Ayuda! – grito desesperado pero el hombre lo golpe lo suficientemente fuerte como para dejarlo callado.

– ¡Cállate o te mato! – amenazo el hombre y Jaejoong pudo oler un repugnante olor a alcohol.

 

<<No quiero morir así>> rezo a Dios esperando que lo escuchara.

 

El hombre detuvo su caminara y Jaejoong alzo la vista. Una sombra a toda prisa bajaba por la calle. Cuando el hombre estuvo lo suficientemente cerca de la ultima luz. Jaejoong pudo ver claramente de quien se trataba.

 

 

– ¡Yunho! – grito con gran alivio de ver al mas alto  en ese lugar.

 

El hombre sujeto con fuerza a Jaejoong y lo jalo contra su cuerpo.

 

Yunho estaba aliviado de ver a Jaejoong. Pero el hombre con la gorra de beisbol se sintió acorralado por él. Desenfundó un cuchillo apuntando contra Yunho, amenazado matar a Jaejoong si éste daba otra paso más.

 

 

– ¡Suéltalo! – exigió Yunho sintiéndose tan impotente cuando el hombre acerco el filo de la navaja al cuello de Jaejoong.

– ¡NO! – Jaejoong grito al sentir el filo del metal en su cuello.

 

Antes de que el hombre hiciera otro movimiento Yunho se movió muy rápido. El hombre pestañeo y tenía a Yunho a centímetros de distancia. El joven estudiante lo cogió sorprendido por el brazo impidiendo que siguiera con la amenaza de rebanarle el cuello a Jaejoong. Estrello su cabeza contra el del hombre. Éste cayó al suelo mientras ríos de sangre brotaba de la cortadura por el golpe de Yunho.

 

Jaejoong abrió los ojos y vio como Yunho estaba parado mirando al hombre retorciéndose con el rostro cubierto de sangre. Yunho alzo la nava. Jaejoong no esperaba que Yunho fuera un asesino.

 

– ¡No lo hagas! – pidió Jaejoong tragándose las ganas de llorar.

 

Yunho lazo la navaja y dio un último golpe al hombre. Inconsciente el atacante, Yunho se acerco hasta el lugar donde estaba Jaejoong. El pelinegro estaba temblando. Yunho sabía el susto que había pasado Jaejoong y eso lo hervía su sangre. No quería imaginara que hubiera pasado de no llegar a tiempo.

 

– ¡Ugh! – Jaejoong no pudo contener su llanto y se lanzo a los brazos de Yunho – ¡Gra-Gracias!

 

Su corazón latió como la primera vez que vio a Jaejoong. Un cosquilleo viajo por todo su cuerpo ante el abrazo del más bajo. Trago saliva esperando refrescara su garganta que ahora estaba seca.

 

 

– ¿Te hizo algo? – preguntó y Jaejoong negó con la cabeza hundiéndose mas en el pecho de Yunho.

 

El llanto de Jaejoong entristecía a Yunho. La rabia corría por sus venas.

 

– ¡Debí golpearlo mas fuerte! – dijo Yunho rechinando los dientes de cólera e impotencia.

 

El ruido de la policía detuvo a Yunho. Los uniformados llegaron junto a una muchacha que había alertado lo sucedido.

 

BoRam junto a un policía se acerco ante ambos.

 

– ¿Están bien? – preguntó el policía a ambos jóvenes. Yunho asintió mientras seguía abrazando a un Jaejoong que no dejaba de llorar.

 

BoRam no dijo nada, solo sonrió al ver como Yunho abrazaba a Jaejoong.

 

En la estación de policía, Yunho prestó declaración y Jaejoong también lo hizo.

 

– Yunho-oppa estaba corriendo por las calles. Preocupada me acerque – habló BoRam viendo que en toda su declaración Yunho no soltó la mano de Jaejoong – Él me dijo que estaba buscando a Jaejoong-shi porque estaba preocupado porque había escuchado en las noticias sobre el acosador.

 

Jaejoong abrió sus ojos al escuchar que Yunho había ido a buscarlo. Su corazón latió recordando como Yunho fue a salvarlo. Lo que él no podía explicar fue con la rapidez que Yunho actuó y redujo al asqueroso hombre.

 

– Nos dividimos. Le dije que fuera por esa calle y yo por la otra – dijo BoRam con certeza – Cuando no volvió a nuestro punto de encuentro. Llame a la policía para ir a ese lugar. Eso fue todo.

– Gracias a ustedes atrapamos a ese malnacido – dijo el policía que tomaba la declaración de BoRam – Como usted es mayor de edad puede retirarse – le habló a BoRam y luego miró a Jaejoong y Yunho – Ustedes son estudiantes de secundaria. No los podemos dejar ir hasta que un adulto venga a buscarlos.

– Mi hermana salió con su novio y no hay nadie en casa – dijo Jaejoong recordando que su hermana estaría en un lugar muy alejado con su novio. Ella le había dicho que no llevaría su celular ni nada para no ser molestada y aprovechar su cita con el hombre que amaba.

– ¡Yunho! – entro la abuela llevando su bastón para apoyarse. Abrazo fuertemente a Yunho - ¡Me alegra verte bien!

 

Jaejoong reconocía a la anciana. Cuando Yoochun ingreso por la puerta, supo que no estaba equivocado. Esa amable mujer mayor era la abuela de Park Yoochun.

 

– ¡Jae! – Yoochun dijo.

– Hola – respondió Jaejoong. Y sin pensarlo se lanzo a los brazos de su amigo.

– ¿Estás bien? – preguntó sin ver que Yunho lo estaba viendo con malos ojos.

 

Jaejoong asintió y notó la extraña mirada de Yunho.

 

– Yo me hare cargo de mi nieto y de Jaejoong – dijo la abuela hablando con el policía.

– Por favor firme aquí.

 

Yunho miró a Yoochun exigiéndole una explicación.

 

– Yunho, eres un héroe – dijo Yoochun soltando a Jaejoong – No solo salvaste a Jaejoong, también atrapaste al acosador que lastimo  a muchas jovencitas.

– ¿Ustedes se conocen? – preguntó Yunho sin importarle ser o no un héroe.

– Somos amigos desde  niños – sonrió Yoochun recordando su infancia junto a Jaejoong – Él es el amigo del que te hable – miró a Jaejoong que estaba igual de sorprendido que Yunho – Jae, él es quien   quería que conocieras – señaló con amabilidad a Yunho.

– ¿Él? – preguntó Jaejoong sin salir de sus asombro. En su mente había muchas preguntas, pero su garganta estaba seca y las preguntas no salían de sus labios.

 

Afuera estaba los reporteros, enfocaron sus cámaras y micrófonos a Yunho. El más alto se quedo como una estatua. ¿Qué querían aquellas personas?

 

– ¿Cómo lo detuvo?

– ¿Es verdad que usted practica artes marciales?

– ¿Fue un golpe de suerte?

– ¿Qué relación tiene usted con el otro estudiante?

 

Jaejoong se escondió tras Yoochun al escuchar esa pregunta. Agradecía a dios que Yunho no hablara.

 

 

– Estoy en su lista negra – respondió Yunho y los reporteros rieron divertidos.

– No lo creo – dijo una joven y hermosa reportera mientras se acercaba a Yunho – Un estudiante de secundaria que detiene a un acosador que la policía no había podido atrapar, no está en la lista negra de nadie. Eres un héroe muchacho. La gente te esta agradecida.

– ¡Por favor mi nieto está cansado! –  grito la abuela apartando a los reporteros con su bastón – Como lo dijeron, es un estudiante y mañana debe asistir a clases. ¡Permiso!

 

Jaejoong y BoRam fueron invitadas por la abuela a cenar. Para Jaejoong era muy difícil de creer que Yunho fuera parte de la familia Park. ¿Cuándo había llegado un nuevo pariente? ¿Por qué Yoochun nunca habló de él? ¿Venia de Seúl?

 

Al terminara la cena BoRam se despidió abrazando a Yunho con fuerza. Eso no le agrado a Jaejoong. ¿Cómo esa niña fría emocionalmente trataba con tanto afecto a Yunho? Rezongó malhumorado. Su cabeza dolía de tanto hacerse aquellas preguntas.

 

– Yoochun-oppa me acompañara – dijo BoRam a la abuela y Yoochun asintió conforme a la idea.

– Yunho lleva   a Jaejoong a su casa – pidió  Yoochun mientras entregaba un abrigo a Yunho – Si sucede algo, no te metas en muchos problemas y controla tu fuerza.

 

¿Controla tu fuerza? Jaejoong juraría que aquello no era un abroma de Yoochun, lo decía con tanta seriedad.

 

Las calles estaban silenciosas. Jaejoong caminaba un paso más adelante que Yunho. Él estaba avergonzado por haber llorado como una mujer en brazos de Yunho.

 

– Esta es mi casa – dijo Jaejoong señalando la hermosa mansión de su familia. Su madre  les había dejado una valiosa fortuna antes de morir y su hermana Yoona se había encargado de cuidarla y crecer esa fortuna.

– Vives en un palacio – dijo asombrado al ver los enormes ventanales. La fachada era igual a los palacios que Yunho vio en las ilustraciones de los cuentos que leía – Es enorme.

– No es tan grande – Jaejoong se avergonzó al ver Yunho lucia como un niño al ver su casa – Gracias.

 

Yunho volteo a ver a Jaejoong dejando su curiosidad por la enorme y lujosa casa.

 

– ¿Por qué?

– Me salvaste – sus mejillas se colorearon de un rojo brillante – Si no hubieras llegado, no sé qué sería de mi. Tal vez estaría muerto.

– Si eso sucediese  hubiera tomado la vida de ese hombre en mis manos.

 

A Jaejoong no le pareció una broma. Yunho habla muy serio.

 

– No exageres.

– Cuando lo vi intentando lastimarte, perdí  todo el control. No me detuve a pensar que si fallaba ese hombre te haría mucho daño.

– Por fortuna, no fallaste.

– Yoochun-hyung dice que debo controlar mi fuerza, pero al verte en peligro no pensé, solo actué. Ese hombre pudo lastimarte si fallaba – entristeció ante aquella posibilidad – No quiero que nada malo te suceda.

– ¿Por qué?

– Aquí – señaló su pecho – Al ver que ese hombre podría lastimarte, mi corazón se detuvo. Entonces si algo malo te sucede, mi corazón dejaría de latir.

– ¡Aish! No te entiendo – Jaejoong dijo molesto – ¿Por qué  dices cosas tan cursis?

 

Yunho  cogió la mano de Jaejoong y la llevo hasta su pecho.

 

Bom. Bom. Jaejoong sentía  lo rápido que latía el corazón de Yunho. 

 

– No sé cómo explicar esto – dijo Yunho viendo a Jaejoong con la esperanza de éste pudiera explicarle – Mi corazón solo actúa de esta forma cuando te ve, cuando estoy así de cerca de tuyo.

 

Los ojos de Yunho eran tan sinceros. No había más que pureza cuando Jaejoong los veía. Aquel estudiante que una vez se cruzo por accidente en su camino, ahora se veía tan masculino y guapo. Jaejoong mojo sus labios. Esos ojos eran un imán que lo estaba atrayendo. Su corazón palpitaba más rápido, como si fuera a escaparse de su pecho y saltar a los brazos de Yunho. ¿Por qué?

 

 

– No todos los cuentos de hadas terminan con un final feliz – sonrió amargado – No existen los príncipes.

– ¿Por qué?

– Porque esto es el mundo real. El amor es una imagen creada  para vender cuantos de hadas estupidos. El amor es solo una mentira.

– ¿Cómo sabes que el amor es una mentira? – se interpuso en el camino de Jaejoong.

– Porque fui rechazado por una persona a la que amaba. No existe el amor.

– El mundo está lleno de amor – explicó Yunho recordando las palabras de la abuela – Tan solo hay que buscar.

– ¿Has encontrado el amor? ¿Acaso sabes cómo es? – Yunho negó – Es porque no existe.

– No sé como es el amor, pero el día que lo encuentre no lo dejare ir… Lamento que hayas sido rechazado.

 

Yunho hizo una reverencia para despedirse de Jaejoong.

 

Frunciendo el ceño, Jaejoong cogió uno de sus zapatos y se lo lanzo a Yunho en la cabeza.

 

– ¡Tú sientes lastima por mi! – grito colérico – ¡No necesito tu lastima ni la de nadie!

 

Yunho levanto el zapato, muchos más pequeño que los suyos.

 

– No es lastima lo que siento por ti – camino hasta un  descalzo Jaejoong – No debes arrojar tus zapatos a la gente.

– Te lo mereces por hablar estupideces – inflo sus mejillas cruzándose de brazos.

 

Yunho se puso de rodillas.

 

– Levanta tu pie – pidió a Jaejoong.

– ¿Eh?

– No puedes andar descalzo por ahí – dijo Yunho apoyando el zapato para que Jaejoong se calzara – Te pondré el zapato.

 

De mala gana, Jaejoong levanto el pie y Yunho le calzo el zapato.

 

– Genial… ¿Ahora soy la cenicienta? – preguntó malhumorado.

– ¿Quién?

– Nadie – Jaejoong se dio media vuelta para entrar a su casa – Ten cuidado de regreso  a tu casa.

– Lo tendré – dijo Yunho viendo como Jaejoong se perdía por las escaleras que daban a la puerta de su casa.

 

 

Cuando llegó a su casa, las luces seguían encendidas.  Subió hasta su dormitorio. Con ambas manos intento calmar el latir de su corazón, pero este no cesaba.

 

 

– ¿Por qué le conté que me rechazaron?–  se recostó en su cama aun sosteniendo su pecho como si su corazón fuera a salirse – ¿Por qué no dejo de pensar en él? ¡Aish! ¡Me estoy volviendo loco!

Notas finales:

Muchas gracias por comentar! (Aun no los he respondido, eso no significa que no los lei. Pronto responderé cada uno de vuestros RW,  aprecio el tiempo que os tomáis en escribir)

Se imaginan a Jaejoong embarazado de Yunho? seguramente se preguntaran como sucederá eso? Muy pronto llegaremos a ese capítulo.

Sobre mi otro fanfic, intentaré actualizar lo más pronto que pueda.


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