Yunho entro al bar. Un ambiente bastante tranquilo, por no decir vacio, varias mesas de pool y mesas pequeñas para los clientes que preferían compartir la noche con amigos. Él se acercó a la barra de bebidas. Un chico de ojos felinos lo saludo con amabilidad.
– ¡Eres guapo! – él chico miró a Yunho de hito a hito – ¡Muy guapo! – sonrió mordiéndose los labios.
Yunho se rasco la nuca no sabiendo que responder.
– No lo veas como tu nuevo juguete – apareció un chico con unos folios entre las manos. Él miró a Yunho – Por favor disculpa a KiBum – señalo al chico de mirada felina y rasgos delicados como una mujer – ¿Tú debes ser el dongsaeng de Yoochun?
– Sí.
– ¡Su vos es tan sexy! – tarareo KiBum.
– Regresa a tu puesto de trabajo – ordenó a KiBum y de mala gana éste se fue sin reclamos – Mi nombre es Lee ShinKi, soy el dueño de este bar, pero puedes decirme Onew.
– Soy Park Yunho – hizo una reverencia a Onew – Por favor cuide de mí.
Onew asintió ante él. Ese día Yoochun no podía asistir a su trabajo de medio tiempo en el bar de Onew, así que para no perder el día Yunho se ofreció a suplantarlo. La idea no le gusto a Onew, pero no estaba como para desperdiciar personal.
Después de unas horas el bar estuvo muy lleno de clientes. En especial mujeres. Todas pedían ser atendidas por Yunho.
– ¿Crees que sea cien por ciento hetero? – preguntó KiBum a Onew mientras preparaba un Cosmopolitan que había pedido una mujer sentada en la mesa del fondo.
– Conociéndote, eso no te detendría – bromeo Onew con un sonrisa en sus labios al ver su bar lleno.
– No, no me detendría – sonrió viendo a Yunho moverse de mesa en mesa para apuntar los pedidos.
– Solo espera a que termine su hora de trabajo para atacarlo – pidió a KiBum antes de perderse en su oficina para revisar algunos informes contables de la semana.
Yunho se acercó hasta la barra y Ki Bum le entrego el Cosmopolitan, no sin antes halagarlo por tener un cuerpo perfecto. A él, Yoochun le parecía lindo, pero Yunho era un hombre con todas las palabras. Alto, de piel acaramelada, fuerte y músculos, mirada masculina y una sonrisa que podía derretir al mismo iceberg del Titanic.
La mujer de la mesa solitaria llamó la atención de Yunho. Ella era muy hermosa pero tenía los ojos rojos, como si hubiese llorado por horas. Tan solo pidió una botella de wiski. Cuando Yunho volvió a verla la botella estaba vacía y junto a ella estaba un hombre de barba.
En un rápido movimiento el hombre introdujo una pastilla en la bebida de la mujer. Yunho lo había visto, eso era extraño.
– ¿Qué tanto estás viendo, sexy? – preguntó Ki Bum y Yunho le señalo la mesa donde estaba la mujer con el hombre de barba.
– Ese tipo puso algo en la bebida de la mujer.
– ¿Algo? – preguntó viendo como el hombre con barba incitaba a la mujer a beber todo el contenido de la bebida – ¿Algo como una píldora chiquita? – Yunho asintió – No permitas que ese hombre se vaya.
– ¿Por qué?
– No lo permitas.Ahora vuelvo.
Ki Bum corrió hasta la oficina de Onew en busca de los custodios.
La mujer se levantó y el hombre la cogió por la cintura. Yunho como le ordenó Ki Bum impidió que el hombre se fuera.
– ¡Suéltame! – el hombre grito de dolor ante el agarre de Yunho sobre su cuello.
– ¡Aigoo! – exclamó Ki Bum al ver como Yunho levantaba con una sola mano al sujeto por el cuello. La mujer cayó desmayada.
– La policía viene en camino – dijo uno de los custodios esperando que Yunho bajara al hombre.
Al llegar la policía Onew explico lo que Yunho describió en su relato. El hombre había puesto una píldora en la bebida de la mujer. Los paramédicos confirmaron que era una píldora para dormir. La policía se llevó al hombre de barba y la mujer fue llevada al hospital.
– Esa mujer fue muy descuidada – dijo Ki Bum llevando su mano a su cintura – Si mi sexy Yunho no veía que puso una píldora para dormir, ella definitivamente estaría perdida.
– ¿Por qué? – preguntó Yunho viendo a Ki Bum observarlo como si quisiera devorarlo.
– Mi Yunho eres tan sexy, pero tan inocente – pellizco la mejilla de Yunho con ternura – Eso hombres drogan a la mujeres para después abusar de ellas… o cosas peores.
– ¿Peores? – preguntó asustado.
– Pueden matarlas después de abusarlas. Onew siempre cuida que eso no suceda, pero hoy escapo a su vista.
Yunho asintió. Ese día había aprendido otra lección valiosa. Cuida lo que bebes y con quien bebes.
…
Al día siguiente nuevamente la atención estaba en él. Todo el instituto volteaba a verlo. Minho lo saludo invitándolo a participar en un encuentro en el club de baloncesto. Él le aseguro que era una práctica cerrada y nadie iría a molestarlos.
– Y chico simplemente desaprecio del hospital – habló Minho cogiendo el balón en sus manos y lanzándolo a Siwon.
– ¿Cómo pudo desaparecer? – preguntó Tao intentando robar el balón de las manos de Siwon.
– Nadie lo vio salir – explico Siwon dribleando a su hermano menor.
– Tal vez salto por la ventana – dijo Yunho robando el balón de Siwon y encestando un punto perfecto.
– Eran más de diez metros – respondió Siwon con una enorme sonrisa al ver que Yunho jugaba muy bien, realmente bien – Tal vez solo se escabullo sin que nadie lo viera.
– ¿Cuál era su nombre?
– Changmin – respondió Minho volviendo al centro – Pero creo que mintió.
…
Yoochun subía las escaleras llevando entre sus manos varios papeles. Alzo las pestañas y vio al final de la escalera a Junsu. Una enorme sonrisa se posó en sus labios. Odiaba tener tanto trabajo como presidente del consejo que no había visto en varios días a su hermoso Junsu. Subió enérgico las escaleras. Al llegar arriba no podía dejar de ver a Junsu. El menor hablaba con una muchacha y reía. El corazón de Yoochun brinco de alegría. Tan perdido estaba en su vista en Junsu que no sintió el golpe.
– L-Lo siento – él hizo una reverencia mientras cogía los papeles que Yoochun había tirado al suelo.
Volteando, Yoochun vio que quien había chocado contra su espalda fue el joven que días atrás había visto en el salón de clase de Junsu.
– Him Chan – Junsu se acercó hasta el pelinegro – ¿Estás bien? – Him Chan asintió y luego miró a Yoochun – ¡Oh! ¡Chunie! ¿Estás bien?
Yoochun asintió y su mirada se dirigió al pelinegro más joven. Him chan agacho la cabeza y estiro la mano con los papeles que había cogido del suelo.
– Gracias – agradeció al ver que Him Chan se negaba a verlo. Cogió los papeles y le pareció ver que las manos del menor temblaban.
Junsu de alguna manera se sentía invisible. ¿Acaso Yoochun no había escuchado su pregunta?
– ¡Chunnie! ¿Estás escuchándome? – hizo un mohín y Yoochun volteo a verlo.
– Ah, sí – respondió y Him Chan dio media vuelta retirándose – Espera – detuvo al pelinegro y Junsu abrió sus ojos de manera curiosa – ¿Cómo estás de tu pierna?
Los labios de Him Chan temblaron, le era imposible responder algo coherente.
– ¿Se conocen? – preguntó Junsu a ambos.
– T-Tengo que irme – musito Him Chan huyendo por el pasillo – Lo siento.
Him Chan a paso veloz se alejó de Yoochun.
– Me agrado verte – repuso Yoochun a Junsu ordenando de forma torpe los papeles en sus manos – Tengo mucho trabajo. Nos vemos luego.
…
Jaejoong veía como todas las estudiantes sonreían viendo las fotos de Yunho en aquella revista que había cortado su rostro como “el chico que Park Yunho rescato”. Cogió su caja del almuerzo y subió hasta la oficina de Yoochun. Como buen amigo almorzaría con Yoochun. Él mejor que nadie sabía cuan ocupado estaba su amigo con lo del consejo.
Abrió la puerta y Yoochun estaba leyendo unos documentos mientras los demás miembros del consejo almorzaban en la cafetería del Instituto.
– Sigo pensando que debí ser tu vicepresidente en lugar de Bang – habló y Yoochun le sonrió de costado – Yo no dejaría todo el trabajo a ti solo.
– Bang no es cruel – defendió a su vicepresidente mientras dejaba los papeles a un costado – Desde hace días que estamos trabajando arduamente y antes de que se desmayara lo obligue a que bajara a comer.
– ¡Un auténtico líder! – sonrió animado dejando la caja de almuerzo sobre la mesa – Pero tú no escaparas de la comida.
Yoochun agrando su sonrisa. Jaejoong era increíble. De todos los estudiantes era el único con el poder suficiente para mandarlo y que no le molestara.
….
– No fue un golpe muy fuerte – se defendió Minho ante la enfermera.
– Esta inconsciente – ella dijo y Minho se encogió de hombros.
– No te preocupes, estará bien. Despertara en algunos minutos – ella tranquilizo al joven estudiante.
Minho asintió ante la enfermera. No entendía como Yunho no pudo atrapar el balón y que este diera en su frente. Un golpe que no era muy fuerte basto para derrumbarlo.
– Fue cuando dijiste ese nombre – comentó Siwon viendo a Yunho dormido en la camilla de la enfermería – Yunho se distrajo y no vio venir el balón.
– ¿El nombre de ese chico extraño?
– El nombre de la persona que evito que un coche pisara a Taemin – recordó a Minho con severidad.
– Ya dije que lo sentía – Minho se cruzó de brazos negándose a ver a su hermano mayor.
– No puedes jugarle esas bromas – reprendió a Minho con más severidad que de costumbre – Taemin tiene fobia a las ranas. ¿Cómo pudiste enseñarle esa rana cuando estaba por cruzar la calle?
– No sabía que él le temía a esas cosas.
– Eres su hermano mayor, compórtate como tal – dijo Siwon esperando que Minho madurara y dejara de molestar a Taemin.
– Él no es nuestro hermano – murmuro Minho y Siwon lo sujetó por los hombros, viéndolo fijamente a los ojos.
– ¡No vuelvas a repetir eso y menos delante de Taemin! – Minho apretó los dientes y soltó un suspiro – Padre se casó con su madre, ahora somos una familia, por favor respeta eso.
Minho no respondió. Odiaba recordar que su madre no estaba viva y que su padre se casara con la madre de Taemin. Al principio la idea de tener una hermana no le molesto, pero al ver a Taemin nada le agrado. Aquel niño pequeño se había ganado el cariño de su padre y de Siwon. Minho no teníapor qué seguir fingiendo, tenía celos de Taemin.
…
BoRam sacudió la cabeza mientras cogía la mano de Yunho entre las suyas.
– Él está aquí, pronto te encontrara – hablo bajito como un susurro – No sé qué hacer para detenerlo. Por favor despierta. Tengo miedo.
…
Changmin había estado escondido detrás del árbol, observando desde la mañana. Él sabía que ese lugar era una Instituto donde los humanos se instruían de conocimiento. Entre tantos estudiantes no podía reconocer al príncipe. Suspiró y su estómagorugió hambriento.
– ¿Por qué haces las cosas a medias? – pregunta al ave y ella solo se rasco las plumas ignorándolo – ¿Qué haría hyung en este lugar?
– Hola Changmin.
Aquella voz le era familiar. Volteo y vio al joven de pelo amarillo viéndolo con una enorme sonrisa.
– ¿Qué hacia esa ave sobre tu brazo?
El ave blanca desplego sus alas y remonto vuelo lejos de Changmin.
<<¡Esto es grandioso! ¡Si, huye y déjame solo!>>
Changmin volvió su vista a Taemin, él recordaba su nombre y en especial su rostro.
– La estaba alimentando – respondió seguro de su mentira <<¡No se tragara esa mentira!>>
– Eres tan considerado – sonrió amable.
<<¡Se tragó mi mentira!>>
– ¿Estudias aquí?
– Si – respondió rápido <<¡Esto es grandioso! ¡Ahora digo mentiras a la velocidad de la luz!>>
– ¿Por qué huiste del hospital?
– No me gustan los hospitales.
<<¡Por favor piensa algo mejor!>> se regañó así mismo.
– Estaba muy preocupado de que algo malo te pasara – su mirada se entristeció y Changmin tenía ganas de golpearse por mentir para poner triste a Taemin.
– Ya ves, nada me paso – Changmin intentó animar a Taemin – Estoy completo.
– Por eso estoy feliz – dijo y luego se puso a ver el atuendo que Changmin traía – Si estudias aquí… ¿Por qué no llevas puesto el uniforme?
<<Ahora genio, inventa la mejor mentira de toda tu vida>> Algunas veces Changmin odiaba a su cerebro y más cuando era tan sarcástico como él.
…
Yunho abrió los ojos. Miró de hito a hito el lugar.
– ¿Y ahora que te paso? – preguntó curioso al ver a Yunho tendido en la camilla.
El más alto lo mira como si no lo conociera. Jaejoong traga saliva y desvía la mirada. Sus mejillas se sienten calurosas. ¿Nervioso? No, no lo estaba. ¿Vergüenza? Si, era eso. Una parte del él odiaba recordar que había llorado en brazos de Yunho como una niña.
– ¿Dónde estoy?
– En la enfermería – respondió fingiendo desinterés – Yo solo vine a buscar algo y te vi recostado ahí.
– ¿Tú me odias? – preguntó a Jaejoong.
– ¿Por qué haces una pregunta así?
– BoRam-shi dijo que tú me odiabas.
Jaejoong abrió sus ojos como platos.
– Ella dijo que las personas como tú no pueden sentir amor, solo odio – dijo y Jaejoong parecía más sorprendido que al principio – Que por esa razón me odiabas.
– ¿Personas como yo? – murmuro entre diente frunciendo el ceño.
– Lo siento – Yunho se levantó de la camilla y caminó hasta la puerta – Yo no te odio, pero si tú lo haces no me enfadare. Prometo no cruzarme en tu camino.
Yunho salió de la habitación dejando a Jaejoong con la boca abierta. ¿Qué había pasado? Una fuerte opresión se instaló en su pecho y algo en su estómago se revolvió.¿Por qué BoRam le había dicho aquello?
Desde esas palabras. Jaejoong había querido hablar con Yunho, pero éste lo ignoraba.
<<Idiota>> gruño viendo como Yunho hablaba animadamente con Minho. Ni siquiera volteaba a verlo.
– Otra vez dejaste plantado a tu cita – bromeo Minho a Yunho.
– Si fuera tu novia, ya mismo te abandonaría – JongHyun palmeo el hombro de Yunho divertido por la idea – Mira, que es la segunda vez.
– Él es muy mable y solo sonrió diciendo “todo está bien, lo importante es que tu estés bien”– dijo Yunho guardando sus libros en su mochila.
– No hay duda que es un ángel – dijo Minho siguiendo a Yunho de cerca.
– ¿Yunho-oppa tiene novia? – preguntó JiYeon a JongHyun que reía divertido al leer algo en su teléfono móvil.
Jaejoong no pudo evitar escuchar aquella pregunta. Curioso, se acercó hasta JongHyun y JiYeon, fingiendo buscar algo en el suelo.
– No – negó y Jaejoong respiró aliviado – Tiene un novio – el corazón de Jaejoong se detuvo.
– ¡Es mentira! – gruño ella y JongHyun sonrió de costado.
– Cree lo que quieras, pero su novio es muy hermoso. No creo que puedas superara su belleza – dijo llevándose el bolso al hombro y dejando a JiYeon maldiciendo en voz baja.
<<¿Novio? ¿Yunho tiene un novio?>> se preguntó Jaejoong quedando de rodillas en el suelo. ¿Podía sentirse más miserable ese día?