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Forever Love por alexriden02

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Notas del capitulo:

28/08/2015

Hola mis lectoras y lectores!

Porque sé que morían por saber que pasaba con el Yunjae en su no cita. Aquí os traigo otro cap.

Yunho parecía como un niño corriendo de un lugar a otro, emocionándose con cada atracción mecánica.

 

– Ese – señaló emocionado al ver  la montaña rusa.

– ¿Estás loco? No me subiré a eso – Jaejoong se cruzó de brazos y Yunho encogió sus hombros como si fuera un niño al que regañaron – Esta bien, pero solo lo hare una vez.

– ¡Vamos! – cogió la mano de Jaejoong emocionado por subir a la montaña rusa.

 

Cuando la mano del más alto sujetó su mano y una corriente eléctrica viajo por todo su cuerpo.

 

<<Esto no es bueno, no… no es bueno>>

 

Cuando Yunho grito al subir mas alto, Jaejoong no pudo evitar reírse. Hacía mucho que él no se divertía en una salida. Para Yunho fue la mejor sensación de su vida, el viento golpeaba su rostro y lo despeinaba. Cuando quedaron boca abajo pensó que se caí, pero Jaejoong le dijo que apretara los ojos porque vendría algo mejor. Al caer al vacío su estomago se contrajo y sus latidos aumentaron. Alzo ambos brazos al caer, esa sensación le era agradable, la adrenalina recorría todo su cuerpo y se sentía tan libre.

 

– ¡Eso fue increíble! – Yunho saltó emocionado.

– Pero gritaste como una niña – dijo  Jaejoong sin poder evitar  reírse.

– Me gusta cuando haces eso.

– ¿Hacer qué? – preguntó desconcertado por la repentina atención de Yunho.

– Sonreír – dijo y sonrió para mostrar su alegría – Deberías hacerlo con frecuencia.

– No lo hare porque tú me lo pides – gruñó a Yunho.

 

Yunho jugó con sus dedos para después soltar una risa socarrona.

 

Jaejoong alzo una ceja.

 

– ¿De qué te ríes?

– A veces eres irritante, pero no me molesta tu actitud – respondió dando media vuelta para ver las demás atracciones.

 

Jaejoong reconoció que Yunho lo sacaba de quicio, pero también hacia latir su corazón cuando sonreía y terminaba diciendo aquellas palabras.

 

 Yunho se detuvo frente  una atracción y Jaejoong lo siguió.

 

–  ¿Y eso? – señala curioso  el enorme martillo al hombre que estaba junto a la atracción.

–  Por solo 500 wons podrás demostrar que tan fuerte eres – explicó el hombre canoso esperando atraer al chico a usar su dinero – Con este martillo golpeas aquí y si haces 100 puntos ganaras este increíble oso de felpa – enseñó el panda gigante.

 

Yunho lo pensó. ¿Para que necesitaba él un oso  gigante?

 

– ¡Solo hice 60 puntos! – se quejó el chico junto a su novia.

– Tendréis un premio consuelo – dijo el hombre canoso y le entrego un pequeño oso de felpa del tamaño de un puño.

 

El chico cogió el oso y se lo entrego a la chica que estaba a su lado. Ella con una enorme sonrisa lo cogió y besó la mejilla del chico.

 

– Si obtengo el oso gigante Jaejoong sonreirá  – murmuro imaginando la sonrisa en el pelinegro – Y tal vez…  – acarició su mejilla imaginando el besó de Jaejoong –  ¡Obtendré el oso gigante!

– ¿Eh? – Jaejoong lo escuchó gritar – ¿Para qué quieres a ese oso deforme? – Jaejoong miró al oso panda gigante que en sus patas delanteras sostenía un corazón. Bordado sobre el corazón decía “te amo”. <<Tal vez lo quiera para su novio>> entristeció con la sola idea del novio de Yunho.

 

Yunho estaba decidido a ganar ese oso de felpa gigante. Agradecía haber ayudado en el bar de Onew y quedarse con las propinas. Nunca imagino ganar tano dinero en dos noche. Ahora entendía porque Yoochun trabajaba en ese lugar.

 

Antes de que Yunho pudiera pagar, otro chico se interpuso en su camino y le pagó al hombre canoso asegurando que con su fuerza obtendría el panda gigante para su novia. La mujer de prendas ajustadas y una bella silueta sonrió coqueta a su fuerte novio.

 

Jaejoong alzó la vista y vio que el chico lucia muy fuerte. Alto, sus brazos parecían roca moldeada,  un torso bastante ancho y fuerte.

 

– Mi novio es muy fuerte – sonrió la chica a Yunho con cierta coquetería que a Jaejoong no le gusto.

– Yunho también puede – desafío Jaejoong a la chica que estaba jactándose de los músculos de su novio.

 

Yunho miró extrañado a Jaejoong que parecía mirar a la mujer de esbelto cuerpo como quien ve a un asqueroso insecto..

 

– Mi novio es muy fuerte, tu amigo es guapo pero no se ve tan fuerte – dijo ella con voz seductora mientras veía a Yunho – Quiero el panda – señaló ella a su novio y él sonrió de costado.

– Es tuyo baby – dijo cogiendo el enorme martillo y golpeando el cilindro para conseguir los cien puntos.

 

Jaejoong abrió sus ojos cuando los puntos iban subiendo después del fuerte golpe del sujeto al cilindro.

 

– 93  puntos – dijo el hombre canoso mientras sonreí divertido pues nadie había alcanzado a sacar 100 puntos – Lo siento, has perdido. Pero aun así ganaste esto – entrego un oso de felpa del tamaño de un puño.

– ¡Ese juego es un engaño! – gruño  por perder con sus fuertes brazos.

– Ahora es turno de Yunho – dijo orgulloso Jaejoong viendo como la mujer de pechos grandes fruncía el ceño.

 

Agarró el cuello de la camiseta de Yunho  para ponerlo a su misma altura.

 

– Más te vale obtener 100 puntos – dijo en un susurro casi aterrador.

 

Yunho, asustado, solo asintió rápido a la amenaza de Jaejoong. Con temor cogió al martillo y golpea aquel cilindro.

 

Jaejoong quedo con la boca abierta al igual que el hombre canoso.

 

– ¡Sí! ¡Puntaje perfecto!– saltó Jaejoong viendo como todos no dejaban de ver el número 100 en la pantalla del juego mecánico.

 

El hombre canoso no podía creerlo, ese chico de  secundaria había conseguido superar al musculoso. La maquina era un engaño, pero aquel chico lo había logrado. Cogió al enorme panda en sus brazos y se lo entrego al chico moreno.

 

– ¡Es enorme! – chillo la mujer de pechos grandes.

– Ten – sonrió regalando el panda a Jaejoong.

– ¿Eh?

– Lo gane para ti.

 

Jaejoong abrió los ojos más. ¿Yunho estaba regalándole un oso panda que era casi tan grande como él?  ¿Acaso el era una chica? Frunció el ceño.

 

– ¿Y para que quiero esa cosa?

 

Yunho no dijo nada, entristeció al escucharlo.

 

La mujer de figura esbelta sonrió de costado. Ella tenía mucho interés en aquel estudiante tan fuerte y atractivo. Con encanto rodeo su brazo al de Yunho.

 

 

–  A mí me gustan los pandas – sonrió coqueta.

 

Yunho la miró con sorpresa, pero un Jaejoong bastante enojado le cogió el otro brazo jalándolo con fuerza para separarlo de la mujer.

 

– El es muy joven para ti, ajhuma – dijo de forma burlona sin soltar a Yunho y la mujer se puso roja de furia.

– Eres un…

– Soy hermoso, lo sé. Gracias  – dijo antes de llevarse a Yunho por otro camino dejando a la mujer de malhumor.

 

 

 

Yoochun había terminado un largo día de papeleo con Bang antes de que el cayera y diera paso a la noche. Estaba saliendo de la tienda de comestibles para preparar la cena. Mira a su costado y ve una pequeña plaza con niños corriendo de un lado a otro. Sonríe recordando su infancia con Jaejoong y Junsu.

 Cruzo al otro lado para recordar viejos tiempos. El lugar no parecía haber cambiado. Los mismos arboles, las mismas bancas, los juegos aun estaban ahí. Los niños que jugaban ahora eran diferentes, corrían de un lado a otros metidos en un mundo de juegos al que los adultos no entraban.

 

– Los tres mosqueteros – murmuro recordando su infantil juego.

 

Cuando estaba por seguir su camino, se detuvo al ver a un chico de rostro angelical caminando junto a otro chico. No tenía dudas ese era Junsu.

 

– ¿Estás saliendo con alguien?

– No – rió divertido Junsu.

Ahora era cuando Yoochun odiaba tener tan buen oído. Era una maldita habilidad que solo funcionaba con Junsu. No importara lo lejos que éste estaba, Yoochun podía escucharlo.

 

– Mentiroso   – cogió la cintura de Junsu y éste solo rio más divertido – ¿Te he dicho que me gustas?

– No, pero me gustaría escucharlo  – respondió con un mohín infantil.

– Pues, me gustas.

– ¡Geun Suk deja de jugar! – Junsu apartó la mano del chico que estaba dirigiéndose a su trasero.

– No estoy jugando belleza – cogió la mano de Junsu y la besó.

– Tengo que volver a casa o Noona se enojara – sonrió alagado por el chico guapo que lo había invitado a un paseo por la ciudad con la excusa de que se la mostrara.

– Es una lástima que mi precioso guía tenga que irse.

– Podemos elegir el camino más largo para volver a mi casa.

– Eso me gustaría.

 

  Yoochun se quedo de pie mirando como Junsu se alejaba con ese chico. Junsu no había cambiado. Él adoraba cuando alguien lo alagaba por su belleza, era como una droga que siempre necesitaba escuchar. Suspiró resignado.

 

– Deja de ilusionarte Yoochun – se dijo así mismo. No importaba lo que hiciera, Junsu nunca lo miraría.

 

Cuando Yoochun se dio cuenta alguien había chocado contra él, haciéndolo soltar las bolsas de compra. Las verduras estaban por el suelo y las cajas también.

 

 

– ¿Está  bien? – preguntó  el chico y Yoochun le quedo mirando.

– ¿Tú? – pregunta sin olvidar la noche esa en que Bang le grito al menor. Por alguna razón Yoochun  estaba preocupado desde esa noche por él.

– Lo siento  iba distraído – Him Chan hizo una reverencia reconociendo a Yoochun  y cogiendo los comestibles para volverlos a guardar.

 

Yoochun sonrió de costado cuando Him Chan le entrego las bolsas mezcladas entre verduras y cajas.

 

– ¡Oppa!

 

Una niña salió detrás de un árbol malhumorada. Yoochun la miró y era igual a HimChan.

 

– Mejor cuenta hasta cien. No encuentro buenos lugares para esconderme, todos los ocuparon ellas – señaló a las otras niñas escondidas.

– Vale – sonrió HimChan revolviendo el cabello de la pequeña niña de diez años.

 

La niña se percato de la presencia de Yoochun y lo mira como si estuviera pasándolo por rayos X.

 

– ¿Quién eres tú? ¿Por qué hablas con mi hermano?

– No hables así de arrogante – pidió a su pequeña hermana.

– Soy Park Yoochun, compañero de Instituto de HimChan – se presentó agachándose un poco.

– Hola y adiós – dijo tomando la mano de su hermano para alejarlo de Park Yoochun.

 

Him Chan detiene a su pequeña hermana.

 

– ¿Qué es lo que estás haciendo?

– Está oscureciendo, debemos volver a casa.

– Entonces ve a buscar a tus amigas. Las espero aquí.

– Pero…

– No me desobedezcas – dijo y ella hizo un mohín resignada.

 

Antes de irse a buscar a sus amigas, fulminó con la mirada a Yoochun como si dijera “aléjate de mi hermano”

 

– Lo lamento, sunbae – Him Chan se disculpo – Tiffany no actúa así siempre. Es una niña amable y muy dulce.

– No te preocupes – Yoochun rió divertido por la actitud de Tiffany. Le recordaba a él mismo cuando protegía celosamente a Junsu y Jaejoong de algún extraño – Para ella soy un extraño molestando a su querido hermano.

 

Him Chan no pudo evitar sonrojarse al escuchar “querido”. La palabra sola hacia latir su corazón aunque Yoochun no lo usara con una intención romántica.

 

– H-Hoy vinimos con Tiffani y sus amigas a jugar un poco. Hace poco nos mudamos de Seúl  y ella ha hecho amigos con mucha facilidad. A veces le envidio.

– En ese caso – Yoochun mira al menor y asiente – Podríamos ser amigos.

 

Yoochun no pregunto, solo afirmaba su decisión.

 

– Pero… usted es un superior… a-además es el presidente del consejo…

– Aun así, sigo siendo una persona común y corriente.

– D-Después de lo que vio con Bang usted debe pensar que yo…

– No pienso nada. No soy quien para preguntar o decir algo. Solo quiero que seamos amigos.

 

El corazón de Him Chan brinco de alegría.

 

– Usted…

– Somos amigos deja de tratarme de “usted”. El primer día que nos conocimos te pedí que me llamaras por mi nombre.

– Sí, pero… - Yoochun enarco una ceja y Him Chan cedió – De acuerdo.

 

Him Chan sonrió de oreja a oreja.

 

Yoochun no lo podía creer. Algo poco usual se agitó en su pecho cuando los ojos de Him Chan brillaron de alegría mostrando esa hermosa sonrisa en sus finos labios.

 

– ¿Nos vamos? – pregunta Tiffany rompiendo el encanto y Him Chan asiente disculpándose con su sunbae por la actitud de su pequeña hermana.

– ¡Oh! ¡Qué guapo! – tres niñas saltaron al ver a Yoochun y eso molesto a Tiffany. ¿Cómo sus amigas podían creer que ese intruso era guapo?

– No tiene nada de guapo, su frente es enorme.

– ¡Tiffany!

 

Him Chan volvió a disculparse con Yoochun, pero Yoochun soltó una carcajada.

 

– ¿Cuántos metros crees que tiene mi frente? – preguntó divertido y Tiffany frunció el ceño.

– Muchos – respondió la niña y Yoochun rio divertido.

– ¿No estás enojado? – preguntó Him Chan con temor.

– Para nada – Yoochun respondió y eso parecía molestar a la pequeña – No recordaba la última vez que me reí tanto.

– Eres extraño – dijo Tiffany cruzándose de brazos.

– ¡No importa! – las tres amigas de Tiffany se pegaron a Yoochun – ¡Oppa es muy muy guapo! 

 

Him Chan camino con su hermana de la mano mientras las tres niñas se peleaban por coger de la mano a Yoochun para cruzar la calle ya que solo podía sujetar porque con la otra mano sujetaba las bolsas de compras. Al final solo una había podido ganar la mano de Yoochun.

 

Yoochun amablemente les pidió a las dos niñas que se sujetaran a su amiga así cruzar la calle, sin más opción las dos niñas lo hicieron. Al llegara al otro lado de la calle, Yoochun abrió los ojos como platos.

 

– ¿Una limosina? – preguntó y Him Chan parecía  avergonzado.

– Es de mi familia – dijo apenas en un hilo de voz. Him Chan no era alguien que le gustara presumir del dinero de su familia.

– Nuestra familia es muy rica. Oppa es el heredero principal de la corporación Kim  – añadió Tiffany llevándose las manos a la cintura mostrando superioridad.

– Yo… este…

 

Him Chan balbucea  sin saber que decir. Su chofer salió de la limusina y Him Chan quiso esconder su cabeza bajo la tierra. El asombro era muy visible en los ojos de Yoochun.

 

– Hola  – saludo con amabilidad y el chofer abrió la puerta – Tiffany, lleva a tus amigas adentro.

– Este… pero…

– Ahora.

 

No grito, pero Tiffany se encogió de hombros como si lo hubiera hecho.

 

Cuando los dos estuvieron solos. Him Chan se aclaro la garganta y Yoochun se le quedo viendo como si tuviera muchas preguntas para hacer.

 

– Lo lamento.

– ¿Por qué te disculpas?

– No lo sé – suspiró – Mi familia no es tan rica, mi padre trabaja y yo… no me gusta presumir… a Tiffany tampoco, pero yo… no… no sé porque lo hizo. Lo siento.

 

Yoochun alzo su brazo libre  y de forma juguetona despeino el cabello del menor.

 

–  Creo que eso es lindo – Him Chan alzo la vista, sus mejillas estaban coloradas y no parecía entenderlo. Así que Yoochun continuo sin quitar la mano de la cabeza del pelinegro –  No debes disculparte. El dinero no muestra el valor de las personas si no sus acciones. Y tus acciones me demuestran que no solo eres lindo, también eres una buena persona.

 

Him Chan mordió su labio inferior. ¿Cómo detener el frentico latido de su corazón?

 

– Es hora de irnos – Tiffany sujeta de manera posesiva la mano de su hermano jalándolo para entrar en la limosina.

– Nos veremos en el Instituto – Yoochun se despidió de Him Chan.

 

Ya en la limosina Him Chan sujeta su pecho intentando calmar sus latidos <<Le parezco lindo>> sonrió recordando la mano de Yoochun sobre su cabeza, revolviendo sus cabellos.  Ese toque le agradaba y mucho. Tal vez su estadía en Busan no sería tan mala.

Notas finales:

No tengo mucho para decir más que gracias por  leer y comentar. Tengo muchos RW para responder y agradecer, así que manos a la obra! – me gusta usar esa expresión-

Abrazos.

Alex.


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