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Forever Love por alexriden02

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Notas del capitulo:

29/08/2015

Hola mis lectoras, antes de terminar el mes os tengo otra actualización. Lo sé, me aman jajajaja 

 

Yoona lo miró alzando ambas cejas. Junsu se encogió de hombros.

 

– ¿Dónde estabas?

– Con un amigo – respondió Junsu intentando no trastabillar con sus palabras.

– ¿Quién es? ¿Cómo lo conociste? ¿A dónde fueron?

 

Junsu pensó las respuestas.

 

– Es del Instituto. Lo conocí porque él se unió al club de música. Canta realmente bien y…

– ¿A dónde te llevo ese depravado? ¿Se besaron?

– ¡Noona! – Junsu se sonrojo avergonzado – No vas a usar mis salidas para tus historias…

– Si usara las de Jaejoong mis historias serian extrañas – dijo Yoona riendo divertida- Vamos dime. ¿Se besaron?

– No nos besamos, es guapo y todo un caballero.

– Como Yoochun – dijo Yoona mientras tomaba lugar en el sillón – Juro que si tuviera tu edad me hubiera enamorado de él.

– Es el amigo de Jaejoong – dijo Junsu tomando lugar en el sofá y coger uno de los dulces que su cuñado les había regalado.

– Eso no me detendría – Yoona robó el dulce de la mano de Junsu.

– Eso… yo estoy enamorado de alguien más – dijo Junsu intentando cambiar de tema. Existía una razón por la que él no podía ver a Yoochun como un posible romance y ese era su secreto.

– ¡Oh! Si es así ¿Por qué saliste con este otro chico?

– No fue una cita. Él solo me pidió mostrarle la ciudad porque se había mudado hace muy poco.

 

Yoona abrió los ojos y se reincorporo de su cómoda posición.

 

– ¿Es uno de los estudiantes nuevos? – preguntó y Junsu asintió – ¿Cuál es su nombre? – inquirió esperando que la respuesta no fuera el nombre de Yunho. Ella creía que ese chico alto y guapo podía sacar a su hermano de esa tristeza por no tener el amor de Yoochun. ¿Pero qué pasaría si sus dos pequeños hermanos se involucraran sentimentalmente con la misma persona?

– Geun Suk – respondió extrañado y más cuando su hermana respiro aliviada con su respuesta.

 

Junsu quería pregunta, pero prefirió no hacerlo después de todo su hermana era extraña.

 

Yoona estaba más aliviada.

 

– Deliciosos, ¿verdad? – dijo ella con voz suave enseñando los dulces de sabor fresa  y Junsu asintió – A todo esto… ¿Dónde está Jaejoong?

 

 

….

 

Changmin caminó sin rumbo fijo. Odiaba estar en un tiempo desconocido. Se detuvo frente a una tienda de dulces. Su estomago rugía del hambre. Dinero, él sabía que necesitaba esos papeles que llamaban wons. Cogió en su bolsillo y no era suficiente. Maldecía su actual estado. De vivir en un palacio a ser casi un mendigo.

 

Una muchacha de pelo corto se puso a su lado admirando los postres de la tienda.

 

 

– Se ven deliciosos, ¿verdad? – dijo ella con voz angelical pero su fría expresión asusto a Changmin.

 

La mirada sin emociones de esa chica le dio escalofríos.

 

– S-Si – respondió para no ser tan descortés con la jovencita.

– Entonces compraré algunos – dijo dándole la espalda y entrando a la tienda.

 

Curioso, Changmin observo a la jovencita. Lucia como una niña pequeña, su rostro era precioso y tan delicado, pero sus ojos eran fríos. Los empleados de la tienda incluso parecían temerle. Changmin se preguntaba como una muchacha tan bella podía dar miedo y mas siendo tan pequeña.

 

Cuando ella salió de la tienda se acerco a Changmin, quien abrió los ojos al verla sonreír. La niña era hermosa, de eso no tenía dudas, pero había algo extraño en ella.

 

– ¿Tienes hambre? – preguntó borrando su sonrisa y suavizando su expresión facial.

– Yo… no – negó pero su estomago gruño diciendo que era mentira.

– Por lo que escucho tienes mucha hambre – endulzo el tono de su voz – Vamos – señala la calle.

– ¿A dónde?

– Compre estos dulces para compartir con los niños del orfanato – dijo ella Changmin alzo una ceja – También puedo compartirlos contigo – enseño la enorme caja de pastelillos.

– Una niña no debería hablar con extraños – dijo Changmin esperando que la muchacha se alejara.

– No soy una niña, tengo diecinueve años – dijo ella señalándose y Changmin abrió los ojos como platos.

– P-Pero pareces una niña de catorce años, eres tan pequeña  – dijo él y ella ladeo la cabeza.

– ¿Pequeña? – Changmin asintió y ella  frunció el ceño dándole la espalda a Changmin.

 

Cuando empezó alejarse, Changmin la seguía imaginando que la había ofendido.

 

– No quise decir pequeña, fue un desafortunado comentario – intento explicarse mientras seguía los pasos de la muchacha de pelo corto.

 

Ella se paro en una esquina antes de cruzar con la luz verde.

 

– Lamento si te ofendí – dijo él y ella volteo a verlo sin decir una sola palabra o mostrar alguna expresión en su rostro. Eso empezaba a desesperar a Changmin.

 

La luz cambio a rojo y ella cruzo la calle siendo seguida por Changmin.

 

– ¿Planeas ignorarme por decir aquello?

– Yo no planeo nada – dijo ella continuando con su firme paso – Debemos llegar al orfanato.

– ¿Debemos? – Changmin se dio un golpe, había estado siguiendo a la muchacha después de todo – Lo tenias todo planeado.

– Ya te dije que  no planee  nada, tu empezaste a seguirme – dijo ella sin detener su caminar.

 

Changmin no se detuvo, siguió a la hermosa y fría jovencita. Después de todo que podía perder. Estaba hambriento y cansado.

 

….

 

Yunho miró de reojo a Jaejoong que estaba cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

 

– ¿Estás enojado? – preguntó y Jaejoong le dio la espalda.

 

La gente pasaba a su lado y sonreía. Era el mejor lugar para ser feliz y Jaejoong estaba enojado.

 

Jaejoong se sentía peor que un niño. Cerró los ojos respirando profundamente. Claro que estaba enojado. ¿Cómo se atrevía Yunho a dejarse tocar por esa mujer? Molesto volteo para gritarle a Yunho, pero éste ya no estaba.

 

– ¿A dónde se  fue? – miró a los costados y solo había personas caminando divertidas.

 

Resignado, alguien toca su espalda y se da vuelta. El panda gigante cubría por completo el rostro de Yunho y más de la mitad de su cuerpo. Un lazo rojo estaba atado al brazo del panda y de este pendía un enorme globo rojo que decía “Lo siento”.

 

– Yunho está triste – dijo aniñando su tono de voz y fingir que hablaba el panda  –  él piensa que es su culpa que estés enojado – movió al panda un poco para ver de reojo a Jaejoong que no parecía creer lo que estaba haciendo – ¿Podrías perdonarlo?

 

Jaejoong difícilmente creía estar viendo aquello. Era lo más tierno que alguien alguna vez ha hecho por él.

 

– ¿Lo  has perdonado? – preguntó jugando a ser el panda.

– Deja de esconderte detrás de ese panda – dijo divertido y Yunho bajo al panda hasta dejar ver su rostro. Él realmente se veía como un niño que estaba pidiendo disculpas y eso enterneció a Jaejoong.

– ¿Quieres que me vaya?

– Quiero… quiero al panda – pidió.

 

Yunho no dudo en darle el panda gigante a Jaejoong, quien parecía más feliz.

 

– ¿Eso quiere decir que no estás enojado?

– Tal vez – divago Jaejoong sintiendo la suavidad del panda en sus manos. Evitó por todo los medios reír como un bobo por la tierna actitud de Yunho. Dio media vuelta orgulloso de su panda gigante.

 

Antes de dar otro paso, miro por sobre sus hombros a Yunho que no parecía moverse de ese lugar.

 

– Tenemos que subir a mas atracciones mecánicas – dijo y Yunho lo mira con sorpresa – ¿Vienes o te quedas ahí mirando con ojos de gato asustado?

 

Yunho sonrió alegre siguiendo a Jaejoong.

 

 Después de subirse en varios juegos mecánicos, Yunho tuvo curiosidad por uno en especial. Aquella atracción de nombre “Viaje en el tiempo”. Había algo familiar.

 

– Es solo un túnel que muestra cosas pasadas – explicó Jaejoong aburrido, pues odiaba la historia – No es divertido. No estamos en el instituto para aprender historia.

 

Yunho se quedo viendo aquel túnel. Su mirada estaba perdida en algún punto de su mente y eso preocupo a Jaejoong.

 

–  ¿Pasa algo?

– No – negó sacudiendo la cabeza – ¿Qué es eso? – señaló una pequeña tienda que hacia algodón de azúcar.

– Algodón de azúcar – alzo una ceja – ¿Es tu primera vez en un lugar así?

– Si – asintió sin dejar de ver aquella tienda que tenia esos pedacitos de nube de caramelos – Son como nubes.

 

Al decir lo último caminó  hipnotizado a la pequeña tienda. Jaejoong no tuvo más  opción que seguirlo.

 

– ¡Son de fresas! – dijo emocionado pagando por dos algodones de azúcar – Este es tuyo – estiró la mano con el algodón de azúcar suspendido en una barra de madera. Jaejoong no dudo en aceptar, después de todo se moría por algo dulce.

 

Ambos se sentaron en una banca a comer el dulce.

 

– ¡Se está derritiendo en mi boca! – exclamó asustado.

– Es algodón de azúcar. Es normal que se derrita una vez que entra en contacto con la saliva, después de todo es un azúcar – tranquilizó a Yunho.

– ¡Oh! – asintió y volvió a comer en pequeños mordisco su algodón de azúcar de fresas.

– Desde niño que no vengo a un lugar así – dijo nostálgico viendo a los niños de la mano de sus padres – Mi madre solía traernos una vez al mes a mí y mis hermanos.

– ¿Solía? – preguntó dejando de comer.

– Ella murió cuando era un niño – entristeció al recordarlo – Era muy hermosa y alegre, siempre estaba sonriendo. Cuando ella murió fue como si algo en mi también muriera.

 

Él se detuvo en seco. ¿Estaba hablando de su madre con Yunho? Sorprendido, no tuvo valor para seguir hablando. ¿Qué le pasaba? Estaba hablando con un extraño sobre la muerte de su madre.

 

Yunho aprieta la mano de Jaejoong buscando reconfortarlo. Jaejoong voltea  a verlo. Sus miradas se cruzan y en silencio se miran unos segundos.

 

– No conocí a tu madre, pero apuesto que ella estaría muy triste al ver que no sonríes.

 

Jaejoong mordió sus labios. Ese nudo en su estomago al hablar de su madre era tan doloroso, pero el toque de Yunho y sus palabras alejaban esa tristeza.

 

– Gracias – recuesta su cabeza en el hombro de Yunho y con la mano rodea su brazo.. No quería soltarlo porque temía caerse. Era la primera vez que conocía a alguien con quien se sentía así de reconfortado.

 

 

 

Yunho agradecía su buena memoria, había recordado perfectamente como volver a casa de Yoochun. Después de aquel abrazo, Jaejoong había actuado como siempre. Se negaba a que Yunho lo acompañara a casa, pero no había ganado. Juntos estaban a unas calles de la casa de Jaejoong. La tarde caía. El cielo estaba por oscurecer. Yunho recordó un atardecer igual ese día que se quedo hablando con BoRam al terminar las clases.

 

Jaejoong se sentía tan tonto siendo acompañado como una chica por Yunho. Pero le gustaba sentirse así de tonto e importante para Yunho.

 

– ¿Recuerdas como nos conocimos? – Yunho rompió el silencio. BoRam le había dicho que eligiera un momento y él había elegido ese.

 

Jaejoong, avergonzado no respondió. Pero lo recordaba.

 

– Desde ese día en la única persona en quien pienso eres tú.

 

Jaejoong deja de caminar para ver a Yunho. El más alto no parece estar bromeando o mintiendo.

 

– Tú y yo…  – pensó mirando al panda de felpa y buscando las palabras para hacer su pedido a Jaejoong.

 

Jaejoong se tenso. Apretó con más fuerza al oso panda entre sus manos. Estaba tan nervioso. Se sentía como si fueran a declarársele. Sus mejillas se sonrojaron ante la mirada de Yunho. Esos ojos marrones  brillaban como las estrellas.

 

Finalmente Yunho estuvo preparado para decirlo.

 

– No puedo olvidar esos labios que me llamaron por primera vez– confesó y Jaejoong se sonrojó aun más – Que me besaron…

 

Jaejoong baja la mirada al suelo. Su corazón palpita rápido. ¿Qué estaba por decir Yunho?

 

–  He pensado en esto muchas veces – Yunho habló sin trastabillar. Recordando las palabras de BoRam  – Tú y yo… ¿Podemos estar juntos?

 

Sorprendido, Jaejoong lo mira y parpadea. No esperaba aquella pregunta a tan solo metros de su casa y con el sol cayendo.

 

– Claro – respondió Jaejoong con un fino hilo de voz y sonriendo de costado. Era muy difícil que Yunho le estuviera pidiendo ser pareja o algo así. Trago saliva  – Tu eres primo de Yoochun y compartimos la misma clase. Pasaremos mucho tiempo juntos.

– No hablo de ese estar juntos – dijo sintiéndose incomodo por primera vez.

– ¡E-Esta oscureciendo! – dijo Jaejoong intentando salir corriendo al dar media vuelta pero Yunho lo sujeta por la muñeca y lo obliga a volver – S-Suelt…

 

Jaejoong soltó al panda, dejándolo caer, al momento que Yunho tomo posesión de  sus labios. El beso fue suave y delicado, solo sus labios unidos. En ese instante Jaejoong mando al demonio todo. Enredo sus brazos alrededor del cuello de Yunho y correspondió el beso. 

Notas finales:

Jaejoong poco a poco empezara a enamorarse de Yunho, aunque Yunho ya esta enamorado. Sé que creen que Junsu será un obstáculo entre ellos, lo será pero también os sorprenderá como actuara al saber que Yunho y Jaejoong están, bueno estarán juntos y tendrán un hijo… creo que hable de mas. Os espero en el próximo capitulo (^^)

Gracias por vuestras lecturas!

Después de mi  no cita al cine – existen ciertas salidas que no son citas, ese fue mi caso – he quedado un tanto nostálgico. La película que vi fue “El principito” fue uno de los libros que olvide, me lo leyeron cuando era muy pequeño y fue la puerta para que amara la literatura. A veces olvidamos cosas que son realmente importantes cuando crecemos, pero volver a recordarlas es maravilloso porque eso significa que no hemos olvidado del todo. 

Saludos

Alex


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