Yunho suspiró mientras apoya la cabeza contra la mesa que está en la cocina.
– ¿Te sucede algo cariño? – le pregunta la abuela Park acariciando el cabello de Yunho.
– No lo sé – dice Yunho haciendo un puchero con los labios.
– Luces triste, cariño –acarició la mejilla del más joven.
– Creo que lo estoy.
– ¿Por qué estas triste?
– No lo sé – responde con verdadera amargura. Él lo sabía, pero no podía contarle a la abuela. Desde que habló con Jaejoong, Yunho sintió algo extraño como si no debería estar en ese lugar. Que su sola presencia dañaría a muchos.
– Cariño, tal vez solo estas aburrido – cogió su abrigo del perchero – Hoy visitare a una amiga. ¿Quieres acompañarme? – antes de que Yunho se negara ella habló – Tiene dos chicos de tu edad, tal vez podrían ser amigos.
Yunho no estaba interesado. Era un día melancólico para él.
– Yoochun está trabajando, acompáñame – le dijo intentando sonar triste para ablandar a Yunho.
– Vale. Iré. Pero no prometo ser bueno con esos chicos.
– Lo serás, son un encanto esos dos.
…
Changmin había bajado la guardia al escuchar de boca de BoRam aquellas palabras. ¿Cómo ella sabía de los viajeros del tiempo?
– No somos tan diferentes – repuso ella sonriendo amablemente. Cosa que dejo más perplejo a Changmin.
– Tú también eres una viajera – le dijo sin poder creerlo. Él sabía que no era un único viajero del tiempo en el mundo, pero encontrarse con otro era realmente alarmante.
– No debes asustarte. No pertenezco a tu tiempo – ella le dijo y Changmin casi se le salen los ojos.
– ¿Quién eres?
BoRam estiro ambas manos. Abrió las palmas y como si fuera una luz cegadora. El tiempo se detuvo.
Changmin volteo a su alrededor y las personas parecían congeladas. Todo era estático.
– Los humanos dicen que el tiempo es relativo. Que todo depende del punto de un observador. Bueno, nosotros somos ese punto.
– Detuviste el tiempo – dijo Changmin después de salir de su asombro. Él sabía que no está frente a cualquier viajero del tiempo – No eres un viajero ordinario. Tú eres…
– Algunos viajeros logran usar la ocarina para viajar, y estamos lo que podemos viajar sin necesidad de ese aparato.
– Ese clan fue prácticamente exterminado en la guerra de milenios. El príncipe Uknow y mi maestro son los únicos descendientes.
– No es tan cierto ese relato – le dijo ella acercándose más a él. Ella quería ver más cerca a Changmin antes de revelar parte de su misión – Tú fuiste criado por la familia real cuando quedaste huérfano por esa guerra.
Los ojos de Changmin se abrieron de asombro. ¿BoRam sabia de su pasado? Nadie más fuera de la familia real sabía su historia.
– Usar la ocarina trae consecuencias para los viajeros de nuestro clan, nos borra la memoria. Es por eso que tú no recuerdas a tu madre o a tu padre.
– Yo… yo los perdí en esa guerra… – Changmin no recordaba el rostro de sus padres. Cuando despertó en el palacio junto a él estaba la madre de Uknow acariciándole la frente. Desde ese día él había crecido junto al príncipe. Cuidado por la reina y entrenado por los guardianes del tiempo – ¿Quién eres? ¿Cómo sabes todo esto?
– No puedo decirte quien soy, pero si puedo decirte que hago en este tiempo – le dice mientras estira la mano para estrechar la de Changmin.
Changmin siente la calidez de las manos de BoRam. Una calidez que lo apacigua y reconforta.
– Tú y el príncipe pertenecen al mismo clan. La diferencia es que tú eres un guardián del tiempo y el príncipe morirá.
– ¿Qué? Uknow no puede morir. Si él muere no habrá paz, las guerras seguirán y mucha gente morirá – a Changmin le desesperaba ese futuro. No quería que más chicos perdieran todo como él.
– Estoy aquí por eso – dijo ella sin soltar la mano de Changmin – Para evitar que asesinen al príncipe.
– ¿Quién podría asesinarlo?
– Él es descendiente de un clan que se creía extinto. Los demás viajeros del tiempo querrán acabarlo. Ellos están aquí.
– ¡Traidores!
– Te cuento esto porque necesito tu ayuda. Sola no puedo protegerlo.
– Tenemos que protegerlo. ¿Sabes donde esta él?
BoRam asintió más aliviada sabiendo que contaba con la ayuda de Changmin.
….
Yunho saludo a la señora Kim con una reverencia. La mujer era muy hermosa, su pelo recogido dejaba ver su rostro de porcelana y algunas arrugas debajo de sus ojos. Nada que restara su belleza. Con amabilidad y encanto, la señora Kim los invito a tomar lugar en el sillón.
– ¿Qué te parce Busan ahora? – le pregunta la abuela Park tomando lugar junto a Yunho.
– No está mal, abuela – sonrió y Yunho se quedo viendo a la señora Kim y luego a la abuela Park.
– Ella es mi nieta política – le explico la abuela a Yunho – No tenemos la misma sangre, pero ella era la prometida de mi hijo.
– Hablando de Jung Min, ¿Cómo esta él?
– Esta en Japón en un congreso de médicos. Estará feliz de saber que regresaste.
– Logro convertirse en medico – dijo ella notablemente orgullosa – A mí también me alegrara verlo.
Yunho no tenía dudas que alguna vez escucho aquel nombre en la boca de Yoochun.
Una mujer con uniforme blanco y negro les trajo tres tazas de café y una tarta de fresas.
– Su hijo…
– Yoochun – la abuela termino la frase – Él está bien. Está en el último año del instituto Busan. Es el presidente del consejo estudiantil.
– Mi hijo asiste a esa escuela.
La abuela Park pensó de cuál de los dos hijos se trataba. El mayor estaba enfermo como para asistir a un instituto normal y solo quedaba su hermano.
– Him Chan, lo recuerdo cuando era un bebe. Debe estar enorme. ¿Está en casa? – le pregunta entusiasmada con verlo.
– Está con su hermano. Si se quedan a cenar podrán verlo.
Antes de aceptar la invitación. Una niña entro corriendo a la sala.
– H-Hola – dijo cuando vio a los invitados de su madre.
– Ella es mi pequeña hija, Tiffany – dijo la señora Kim – Ella es la abuela Park y un amigo de su nieto, Yunho.
Tiffany sonrió al chico más alto.
– ¿Puedo llamarte Oppa? – le pregunta la niña entusiasmada a Yunho.
– Tiffany – la señora Kim le llamo la atención.
Him Chan bajo las escaleras buscando a su hermana menor. Al llegar a la sala se quedo viendo al chico junto a la anciana.
– Sunbae – lo saludo con una reverencia.
– Tu eres el chico del árbol – le dijo al pelinegro.
– ¿Chico del árbol? – le pregunto su madre a Him Chan.
– Estaba tomando unas fotos – se encogió de hombros apenado. No por ser regañado por su madre, si no por haber caído en brazo de aquel chico.
La empleada de vestido blanco y negro llamo a la señora Kim, ella con cortesía se disculpo.
– Yunho-shi, ¿te gusta leer cuentos? – pregunto Tiffany sentándose junto a Yunho con una sonrisa angelical en su rostro.
– Si.
– ¿Quieres leerme este cuento? – le dijo Tiffany alzando un libro pequeño en sus manos.
– Tiffany, no molestes a Yunho-shi – recordó el nombre de aquel chico que lo salvo.
– No me molesta – dijo Yunho ansioso por leer un nuevo cuento.
– ¡Yupi! – gritó Tiffany emocionada por compartir más tiempo junto al chico que había capturado toda su atención.
…
Junsu estaba practicando una coreografía nueva sin percatarse de la presencia de su hermano.
– Realmente bailas bien, pero tenias que arruinar la sala para practicar – dijo Jaejoong con los brazos cruzados viendo los sillones y mesas todos en un rincón.
– Hyung – Junsu se llevo su mano a la frente para secar su transpiración – ¡Regresaste! – cantó saltando a los brazos de Jaejoong – ¡Te extrañe!
– Solo fueron un par de horas – dijo Yoona enseñando las bolsas de compra – Y trajimos la cena.
Como un niño Junsu corrió a las bolsas de compra y saqueo el alimento que había. Jaejoong y Yoona rieron ante la actitud casi infantil de su hermano menor.
– Tu luces muy feliz, hyung – le dijo a Jaejoong enarcando una ceja.
– No lo creo – tragó saliva un tanto nervioso.
– No me engañas. Algo bueno pasó con el chico del panda – Junsu supo que decía la verdad cuando su hermano se sonrojo hasta las orejas.
– ¿El chico del panda gigante? – Yoona preguntó a Jaejoong – ¿Están saliendo?
– No… entre él y yo no hay nada.
– Estas mintiendo – Yoona señaló a Jaejoong de manera acusadora – Estas rojo como un tomate. Algo paso entre ustedes… ¡Se besaron!
Jaejoong se mostró ofendido y frunció el ceño.
– Tengo hambre – dijo llevando las bolsas de compra para la cocina.
…
Él no podía estar trepando una pared. Sin embargo, Kim Jaejoong lo estaba haciendo.
– No volveré a llegar tarde o noona me asesinara – se dijo mientras subía hasta la parte final del muro.
– ¿Qué haces ahí montado?
Temiendo que fuera un profesor, dudo en mirar abajo. Pero respiró aliviado al ver que no era un profesor.
Yunho con el cuello estirado se quedo viendo a Jaejoong montado en el muro del instituto.
– Llegue tarde y me encontré con las puertas cerradas – le dijo viendo la manera de bajar sano y a salvo.
– Eso explica porque no estás en clases.
– ¡Tú tampoco estas en clases! – se defendió frunciendo el ceño.
– Todos están en la piscina, yo solo llego tarde porque me perdí – rió divertido por perderse otra vez.
Jaejoong creía aquello, pues Yunho aun traía consigo el uniforme.
<<Seguro se perdió yendo al vestuario>> pensó Jaejoong.
– Tengo que bajar, así que hazte a un lado – pidió Jaejoong dispuesto a saltar. No era la primera vez que hacia aquello y estaba seguro de caer bien.
Yunho dio un paso al costado. Y cuando Jaejoong salto para caer a Yunho se le detuvo el corazón. Sin pensarlo volvió sobre sus paso, con un fuerte impulso cogió en brazos a Jaejoong antes de que cayera.
– ¿Qué haces? – preguntó avergonzado al verse en brazos de Yunho.
– No esperaba que saltaras – le dijo respirando por la boca – Podrías haberte lastimado.
En los ojos cafés de Yunho había verdadera preocupación y Jaejoong se sintió culpable.
– No es la primera vez que hago esto. Siempre caigo bien – se excuso olvidándose que aun estaba en brazos de Yunho.
– No lo vuelvas a hacer – le dijo serio.
Sus ojos se encontraron. El brillo de los ojos de Jaejoong era atrayente para Yunho. No podía apartara la vista. Deseaba que el tiempo se detuviera para siempre.
– ¡¿Qué estás haciendo con mi futuro novio en brazos?!
Esa queja los despabilo de su ensoñación a ambos. Voltearon y vieron a GeunSuk con los brazos cruzados esperando respuesta. Entonces Jaejoong se percato que estaba en brazos de Yunho al estilo princesa. Se sonrojo avergonzado.
– Él no es tu novio – le dijo Yunho con mirando intensamente a GeunSuk. Ambos estaban desafiándose y Jaejoong quería solo esconder la cabeza bajo tierra.
– Tuyo tampoco – le desafío GeunSuk – Suéltalo
– Yunho… por favor bájame – le pidió a Yunho con voz lastimosa. Él no quería dejar los brazos de Yunho, pero le avergonzaba estar actuando como una princesa en brazos de su príncipe.
Yunho con cuidado soltó a Jaejoong. Sus oscuros ojos no se despegaron de GeunSuk. El ambiente se volvió muy tenso entre ambos.
Jaejoong soltó un bufido. Aquellos dos parecían dos fieras listas para atacarse. Y no dudaba que Yunho ganase pues ya lo había visto en acción.
– Tenemos que ir a clases – le dijo a Yunho interponiéndose en su cruce de miradas con Geun Suk – Vamos – da media vuelta esperando que Yunho lo siga.
– No te atreves a estar cerca de él – lo amenazó GeunSuk y Yunho sonrió de costado. Demostrándole que no tenía miedo.
– No vemos – le dijo Yunho dándole la espalda.
…
GuenSuk salió del pasillo hecho un mar de furia. Aun no podía creer como Yunho se atrevió a desafiarlo. Con furia pateo una lata de soda sin importarle a donde caería.
– ¿Cómo se atreve? Me las va a pagar – maldice entre dientes.
– ¡Tú como te atreves! – le llama y Geun Suk voltea.
Geun Suk ve a un chico con un bañador y una sudadera. El cabello corto, peinado de costado y unos ojos oscuros muy furiosos.
– ¿Pero qué demonios?
– Esto va al cesto de basura – le dijo el chico enseñando la lata vacía en su mano – Planeas contaminar el planeta.
– Es solo una lata.
– Hoy es una lata, mañana será un pesticida. Apuesto que usas mucho espray para mantener ese peinado. Sabes que ese tipo de productos aumentan la probabilidad de destruir la capa de ozono.
El chico hablo tan rápido que GeunSuk se le quedo viendo sin entender más que la última frase.
– ¡Tu mocoso! ¿Cómo te atreves a hablarme así?
El chico de pelo largo apretó los puños. No dejaría que un idiota como el que tenia en frente lo insultara.
– ¡Idiota!
Geun Suk no pudo esquivar el golpe. El chico le había dado un buen gancho. Se agarro donde el golpe impacto, esperando no tener el labio roto.
– ¡¿Sabes a quien golpeaste?! – le recrimino GeunSuk molesto por ser golpeado por un simple estudiante. Uno más joven por lo que veía al tenerlo a unos centímetros. Estaba decidido a golpearlo.
– ¡Amber! – apareció otro chico con el mismo bañador – Estamos llegando tarde, todos están en la piscina.
– ¿Amber?... Eres una chica.
Amber se cruzo de brazos como si fuera obvia la respuesta.
– Lo soy y tú tienes que aprender a ser más amable.
Ella se fue y Geun Suk quedo pasmado.
– Me golpeo una chica. Esto es tan vergonzoso… pero ella parecía un chico. ¡Aah!
…
Yunho se quedo junto a Leeteuk que le estaba dando instrucciones de cómo nadar. Pero Yunho no estaba prestando mucha atención. Su completa atención estaba sobre Jaejoong. él estaba nadando, compitiendo contra otros estudiantes. Se movía como si el agua fuera una extensión de su cuerpo. En cada brazada el agua danzaba alrededor de él.
– ¿Me estas escuchando? – Leeteuk elevó el tono de su voz mostrándose más autoritario. Yunho volvió su atención en el delegado y se encogió de hombros.
– Tengo que pensar que no te interesa aprender a nadar o que te gusta Kim.
– Me gustan las fresas – respondió recordando la tarta de fresas de la casa de la señora Kim.
– Son ricas – dijo Leeteuk menos enojado – Pero ahora practicaremos las brazadas. Yo estaré a tu lado así que no olvides la técnica.
– ¡Vale! – alzó sus dos pulgares en señal de que todo estaba bien.
Al principio a Yunho le costó mantenerse a flote, las primeras brazadas eran torpes. Aun así Leeteuk le tuvo mucha paciencia para instruirlo.
…
Amber salió del agua. Se secó el rostro mientras se acercaba al chico que le gano la carrera.
– Eres rápido – lo felicito estirando la mano.
– Tú también eres rápida – dijo Jaejoong aceptando el apretón de mano.
– Gracias por notar que soy una chica – le dijo ella secándose el cabello.
– Es un poco difícil descifrar que eres una chica, pero no imposible.
Ella soltó una débil carcajada.
– Soy Amber Liu del aula D.
– Kim Jaejoong del aula C – se mareo y se zarandeo un poco para despabilarse.
– ¿Estás bien? – ella le preguntó notándolo más pálido.
– Yo…
– ¡Kim! – ella grito viéndolo caer al agua.
Yunho asustado uso todas sus fuerzas para nadar hasta Jaejoong. Lo encontró inconsciente cayendo hasta el fondo de la piscina. Rodeo sus brazos a la cintura de Jaejoong para sacarlo a flote. Leeteuk llego en su ayuda para sacar a Jaejoong a la orilla.
– ¡Jaejoong! – le llamo Yunho, pero este no respondía.
– Trago agua, hay que hacerle respiración boca a boca – dijo JiYeon mirando a Yunho.
Leeteuk estaba bajando para cumplir con su deber.
– ¡No! – Yunho lo detuvo poniendo su mano como un muro para alejarlo de Jaejoong.
– ¿Qué te pasa Yunho? – pregunto perplejo por la actitud del primo de Yoochun.
– Yo… lo hare – se dio valor para hacerlo.
– ¿Sabes cómo hacerlo?
– Es lo primero que me enseñaste – le respondió y Leeteuk se hizo a un lado.
Las chicas gritaban enojadas. No podían creer que Yunho le hiciera respiración boca a boca a Jaejoong.
– ¡Es injusto! – chillaron varias con mala cara.
– ¡Oh, es tan cute! – gritaron otro grupo de chicas.
Yunho coloco una mano en la frente de Jaejoong y con la otra levanto el mentón para que se abran las vías respiratorias. Arrodillado, con la mano tapó la nariz de Jaejoong. Tomo aire y le paso aire a Jaejoong. Su boca cubrió por completo la boca de Jaejoong. Sus labios estaban juntos.
Jaejoong abrió los ojos y sintió el calor de los labios de Yunho sobre los suyos. Cerró los ojos disfrutando del beso de Yunho. Era el mejor sueño que estaba teniendo y se dejo llevar. Movió sus labios torpemente y con ambas manos rodeo el cuello de Yunho así intensificar el beso.
– ¡¿Lo está besando?! – grito una chica.
– ¡Qué cute!
– Parece que Yunho está besándolo también – dijo JongHyun no pudiendo dejar de ver a ambos chicos besarse.