Junsu no imaginaba estar peleando con su hermano mayor y menos ese día.
– Hyung, sé que me escuchas. Levántate. Es hora de ir al instituto.
– No iré – Jaejoong se acobijo mas entre las telas de su cama..
– ¿Por qué?
Jaejoong no estaba dispuesto a contarle a Junsu sus verdaderos motivos para faltar a clases. De solo recordarlo se sonrojaba y se hundía en su vergüenza. << ¡Nos besamos delante de todos! ¡Todos nos vieron!>>
– Estoy enfermo – mintió con la esperanza de no ser molestado.
– No te escuchas enfermo. Vamos, dime la verdad.
– Es eso – tosió esperando sonar convincente.
– Si noona se entera que faltaste por una mentira te asesinara.
– Junsu, solo cúbreme por hoy – pidió descubriendo parte de la cara para conmover a su hermanito.
– Vale, pero solo será por hoy. ¡Adios hyung, diviértete con tu no enfermedad!
Junsu salió dando saltos como es su costumbre. Jaejoong respiro aliviado. Al menos tenía un día para pensar cómo explicar su beso con Yunho. Él acaricio sus labios, recordando la forma de besar de Yunho. Se sonrojo al recordar que aquello no fue un sueño, si no la más pura realidad. Después de todo había muchos testigos que lo vieron.
– Porque tiene que besar tan bien – se escondió bajo la almohada queriendo retroceder el tiempo y evitar ese beso.
…
Ese día era uno de los más calurosos del año. Yunho agradecía poder usar el uniforme de verano. Una camisa con mangas cortas, su corbata y el pantalón. Y no era el único vestido de esa manera.
– Estos días son más largos – dijo Yoochun, pero Yunho no le prestó atención – ¿Buscas a alguien?
Yunho al escuchar la pregunta volteo a verlo. La respuesta era obvia, si estaba buscando a alguien.
– Sí, pero parece que no vino hoy – le respondió a su amigo intentando no verse nervioso.
– Aun no empezaron las clases y dices que esa persona no está – dijo Yoochun con una sonrisa – ¿Conozco a esa persona?
– Tal vez.
– ¿Es hermosa y con el pelo lacio?
– S-Si – dudó en responder. Solo faltaba que Yoochun preguntara si era Jaejoong y Yunho respondería con un “si”. Después de todo, a él no le gustaba mentir.
La campana sonó y Yunho respiró aliviado de que Yoochun no siguiera con sus preguntas.
…
Yunho notó las miradas de sus compañeros. Él sabía que todos vieron su beso con Jaejoong y era uno de los temas más hablados en los pasillos.
– Aun no puedo creer que la noticia de tu beso con Jaejoong volara tan rápido por los pasillos – comento Jong Hyun tomando lugar en la mesa para almorzar.
– ¿Besaste a Kim Jaejoong? – le preguntó Siwon a Yunho.
– Creo que si…
– Ahora entiendo porque las chicas te miran de esa manera – señaló a un grupo de chicas que tenían el ceño fruncido y los ojos rojos.
– Ellas se ven como si hubieran llorado por ti – bromeo Minho cogiendo unas patatas francesas.
– ¿Por qué llorarían por mí?
– Por favor… no puedes ser tan inocente. No después de cómo besaste a Jaejoong – Jong Hyun alzó una ceja.
– Mira el encabezado del diario del instituto – Minho extendió un papel a Yunho.
Yunho al ver lo que tenía el papel casi se atraganto con su comida. Una perfecta imagen de él besando a Jaejoong. ¿Quién había tomado la foto?
– El encabezado los nombra como la “pareja perfecta” – leyó Siwon – Después de todo una imagen vale más que mil palabras.
Yunho quedo con la boca abierta. <<Definitivamente Jaejoong va a asesinarme. Soy hombre muerto.>>
– En eso tiene razón – apareció ella con una gran sonrisa viendo que su nota periodística es la más leída por el instituto – La imagen quedo perfecta con mi redacción.
– ¿Tú publicaste esto? – Yunho preguntó a la chica de cabello corto.
– Si, es mi mejor nota y ahora vengo por una exclusiva – Amber tomo lugar junto a Yunho para empezar con su interrogatorio – ¿Cómo empezó su historia de amor? ¿Desde cuándo son novios? ¿Ya lo hicieron?
– ¡Eh! – MInho, Siwon y Jong Hyun en coro escupieron su comida al escuchar la última pregunta de Amber.
– Es normal que las parejas lo hagan. No actúen como vírgenes.
– ¿Puedo decir algo? – Yunho levanto la mano y Amber asintió – ¡Adiós!
A toda velocidad Yunho huyo de Amber, pero ella salió tras él. Como reportera no se perdería los detalles del romance.
– Pobre Yunho – dijo Jong Hyun comiéndose la comida que dejo atrás Yunho.
– Amber no lo dejara respirar hasta obtener su primicia – dijo Siwon compadeciéndose de Yunho.
– Pero debo admitirlo, él y Jaejoong se ven bien juntos – dijo Minho viendo la foto del beso.
…
Yunho esquivaba algunos estudiantes esperando despistar a Amber, pero la chica de cabello corto era rápida.
– Es persistente – dijo mientras subía las escaleras con Amber siguiéndolo como un perro de caza.
Al llegar al planta alta se topo con dos pasillos. ¿Derecha o izquierda? Al tener a Amber a unos pasos Yunho huyo por la derecha. Las puertas estaban cerradas, salvo una y Yunho no lo dudo e ingreso desesperado.
Ya cerrando la puerta volteo para saber que estaba a salvo y se encontró con un enorme salón donde había cámaras fotográficas de todos los tamaños y colores. Pero también vio a dos chicos dejando unas cajas en un rincón de la habitación.
– Gracias por ayudarme – agradeció Him Chan a Junsu.
– No tienes que decirlo. No podía dejarte cargar con todas estas cajas – señaló las cajas de cartón.
– ¿Todas estas cámaras son tuyas? – preguntó Yunho asombrado con el tamaño de algunas.
Ambos chicos voltearon y vieron con verdader0o asombro a Yunho.
– S-si sunbae – Him Chan hizo una reverencia.
– Y-Yunho – dijo Junsu mostrando su alegría al verlo – ¿Qué estás haciendo aquí?
– Yo…
– ¡No te escondas!
Yunho se tenso, después de todo él reconocía esa voz.
– Por favor no dejen que me encuentre – suplicó escondiéndose detrás de las cajas que Junsu y Him Chan habían apilado.
La puerta se abrió y Amber la atravesó toda agitada por su persecución. Junsu y Him Chan fingieron estar limpiando.
– ¿Necesita algo? – preguntó amablemente Him Chan.
– Han visto a un chico alto, de piel oscura y un lunar en el labio – señalo sus labios para especificar donde estaba el lunar.
– No.
– Si – respondió Junsu y Him Chan lo miró reprochándole la acción – ¿Pero qué haces tú aquí? – Amber no parecía entender – Salto por la ventana.
Junsu agradecía haber abierto la ventana para que entrara un poco de aire. Ámber parecía creer su mentira. Y más si la enredadera que decoraba la pared era una perfecta escalera orgánica. Muchos estudiantes elegían ese viejo salón para escapar de clases.
– Ya puedes salir. Ella se fue – dijo Him Chan mirando el reloj – ¡Oh! La hora del almuerzo terminara. Tengo que ir a buscar una última cosa. Junsu por favor quédate hasta que vuelva.
– Si – sonrió Junsu de manera tierna. Después de todo Him Chan sin saberlo le estaba reglando un momento a solas con Yunho. ¿Qué podía ser más perfecto?
– Gracias por la ayuda – le dijo Yunho mostrando una sexy sonrisa que derritió a Junsu.
– Te amo – susurro encandilado por la belleza masculina de Yunho.
– ¿Dijiste algo? – pregunto Yunho no habiendo escuchado a Junsu.
– Te invito a comer – dijo tratando de no verse nervioso – Hoy prepare mas comida esperando encontrarte.
– ¡Eres mi ángel! Tenía mucha hambre y esa chica no me dejo comer.
– ¿Por qué te perseguía Amber? ¿Lanzaste basura al jardín?
– No, ella me estaba haciendo muchas preguntas y yo solo quería comer – hizo un puchero que encanto a Junsu.
– Bueno debo darle las gracias Amber.
– ¿Por qué? – preguntó Yunho cogiendo un bollo de arroz.
– Que tú huyeras de ella te trajo a mí. Tal vez estamos destinados a estar juntos – dijo lo ultimo sin poder evitar sonrojarse.
Yunho no dijo nada, solo dio un mordisco al bollo de arroz y sonrió para Junsu.
…
– ¿Tú no me dirás de que tiempo eres?
– No tengo permitido decirlo – le dijo ella guardando su caja de almuerzo.
– Eso no es justo – Changmin frunció el ceño – Tú sabes mucho de mí y el príncipe… puede que tú seas…
– Quien tiene que evitar una nueva guerra – dijo ella poniéndose de pie.
Changmin la observó. Él no podía creer que en un cuerpo tan pequeño pudiera verse tan fuerte. La observo otro poco buscando algún parecido con Yunho o su familia, pero la muchacha era muy hermosa como para parecerse a Yunho.
– ¿De dónde obtuviste ese uniforme? – preguntó BoRam a Changmin.
– Lo tome prestado.
– Eso se llama robar.
– Es un préstamo sin víctimas – alzo sus pulgares mostrándole que todo estaba bien – Además gracias a este uniforme puedo moverme libremente por el instituto.
– Por un tiempo hasta que sea sospechoso ver a un chico con el uniforme de instituto que nadie vio en ninguna clase.
– Tiempo suficiente para localizar a los conspiradores.
– No será fácil – se cruzo de brazos pensado los meses que estuvo buscándolos – Antes de que el príncipe llegara estuve buscándolos y solo pude descubrir una cosa.
– ¿Una cosa?
– Ellos no son un grupo numeroso y no conocen el rostro del príncipe.
– Eso quiere decir que… Ellos lo estuvieron esperando por un tiempo largo y solo saben de su llegada pero no conocen a Uknow.
– Saben que no está lejos, pero mientras el príncipe no tenga recuerdos de quien fue la ocarina permanece dormida.
Changmin miró el brazalete de su mano. La ocarina era el artefacto que muchos viajeros usaban para saltar de tiempo en tiempo. Al viajar en el tiempo la ocarina cambiaba de forma.
– Si él recupera su memoria y despiertan los poderes de la ocarina. Entonces… ellos lo encontraran.
– La ocarina que el príncipe lleva en su muñeca es un legado de su madre, es muy antigua. Aun no entiendo como el príncipe pudo usarla. Me fue difícil localizarlo… Si no fuera por Hanuel, aun estaría saltando de tiempo en tiempo.
BoRam alzo una ceja no pareciendo entender que tenía que ver Hanuel con la búsqueda del príncipe.
– No puedo explicarlo tampoco, pero esta ave tiene una conexión muy especial con la ocarina de la antigua reina, la madre del príncipe.
La campana sonó indicando el fin de la hora del almuerzo.
– Tengo que volver a clases – dice BoRam cogiendo su caja de almuerzo – No olvides que no deben verte caminando por los pasillos.
– No lo harán.
– Y recuerda… no puedes acercarte al príncipe, no aun.
– No lo olvide.
…
Him Chan traía en sus manos tres pequeñas cajas apiladas una arriba de la otra. Las tres eran pesadas así que estaba intentando equilibrarlas para no caerse de bruces al piso. Solo faltaba un escalón y estaría a solo unos metros de llegar al club de fotografía. Pero su mala coordinación lo llevo a pisarse, tambaleo intentando no dejar caer las cajas pero ya era demasiado tarde. El peso de las cajas lo tiro para atrás. Él cerró los ojos deseando que nadie lo viese caer por las escaleras, pero algo detuvo su cuerpo. Al abrir los ojos observo unas manos rodear su cintura. Se volteo y vio a Yoochun con una sonrisa encantadora.
– Parece ser que tú y yo no encontramos en situaciones peligrosas.
Him Chan avergonzado se separó un poco intentando no sonrojarse, pero le era inútil y menos con Yoochun respirándole cerca del cuello.
– P-Para mi buena fortuna… eso es bueno. Siempre estas para salvarme.
Yoochun estiró la mano despeinando el cabello de Him chan sin borrar su sonrisa.
– Entonces, tal vez debo estar pegado a ti para que no te sigas metiendo en problemas.
– Eso me gustaría.
Al decir lo último, Him Chan quedo estático y con los ojos abierto. No esperaba decir en voz alta algo que estaba pensando. <<¡Tierra trágame! >>
Yoochun por segunda vez sintió que sus mejillas se sonrojaron. Después de todo el comentario de Him Chan lo tomo desprevenido.
– Yo… lo que dije… fue por…
<<Vamos cerebro piensa algo bueno>> se dijo a si mismo buscando una buena excusa.
– Las cajas, te ayudo con ellas – habló Yoochun cogiendo dos cajas entre sus manos así evitar seguir sintiendo ese extraño latir en su corazón al recordar las palabras del más joven – ¿Son para el club de fotografía?
Him Chan asintió.
– Entonces vamos.
Yoochun empezó a caminar por el pasillo para ir al salón del club de fotografía. En todo el trayecto guardo silencio y caminó dos pasos delante de Him Chan.
Al ver la reacción del mayor una idea cruzo por su cabeza. Yoochun estaba molesto y podía imaginar cual repulsivo se veía ante los ojos del más alto. No pudiendo soportar más esa actitud distante de Yoochun, Him Chan hablo.
– Yo… lo siento. No quise decir aquello, si te molesto…
Yoochun volteo a verlo.
– No estoy molesto.
Y al decir aquello la tristeza desapareció del rostro de Him Chan dejando ver una agradable sonrisa. Había algo en ese chico de piel pálida y rasgos delicados que confundían el corazón de Yoochun. ¿Pero qué?
– Yoochun… ¿Estás bien?
Yoochun al escuchar a Him Chan salió de sus pensamientos. ¿Qué estaba pensando? Él no lo recordaba, pero sabía que era en el pelinegro que tenia frente a sus ojos.
– Sí, estoy bien.
– Menos mal – sonrió mostrando una encantadora sonrisa que Yoochun no pudo resistir. Su corazón latía de manera extraña al verlo.
Nerviosos, Yoochun voltea a la puerta para ingresar. Con un leve empujón la abre y queda con los ojos abiertos al verlos.
Junsu de pie se fue acercando más a Yunho, quien se quedo parado en un lugar sin entender la pronta cercanía del otro chico.
– Debe ser el destino quien te puso en mi camino. Tú y yo nacimos para estar juntos…
Yoochun podía ver esa mirada llenada de amor en Junsu y un sabor amargo se apodero de su boca, de todo su ser.
Him Chan se aclaró la garganta y Junsu rápidamente se alejó de Yunho.
– Chunnie…
– Hyung – le saludo Yunho con una expresión de alivio al verlo, pero no pudo evitar sentir que algo malo sucedía al ver a Yoochun con el ceño fruncido – ¿Pasa algo malo?
Yoochun se trago su rabia y amargura. Después de todo no era culpa de Yunho.
– ¿Llamaste Hyung a Yoochun?
– Somos primos – respondió Yunho.
– La hora del almuerzo termino. Ambos deben estar en clases – miró a Junsu que parecía no importarle el dolor que le estaba provocando, pero tampoco era su culpa. Eso Yoochun lo sabia – Vuelvan a sus clases.
– Chunnie… yo estaba ayudando a…
– Ahora.
Yunho asintió y salió por la puerta. Junsu nunca espero que Yoochun lo tratara de aquella forma tosca y fría. ¿Dónde estaba el Yoochun amable y cariñoso?
Junsu fue el último al salir y Him Chan no necesito preguntar. De ante mano sabía la respuesta a la reacción de Yoochun.
– Dicen que el amor es ciego, pero no es así – Him Chan rompió el silencio y Yoochun volteo a verlo – Ciega es la persona que no valora el amor que le dan.
Yoochun en ese momento se sintió desnudo. ¿Sus sentimientos eran tan visibles que Him chan pudo verlos?
– No es lo que crees…
– Es algo que no puedes ocultar. No es malo sentir lo que sientes.
– ¡No tienes ningún derecho a decirme si lo que siento está mal o bien! – le gritó a Him Chan.
– Tienes razón. Lo siento – dijo antes de salir a toda prisa por la puerta.
Sólo en aquella habitación. Yoochun no pudo evitar sentí rabia y dolor. Estaba enojado consigo mismo por haber tratado de esa manera a Him Chan, no era la culpa del pelinegro su dolor, no era culpa de nadie. Solo de él.
– ¿Por qué tuve que sentir esto por ti? ¡¿Por qué?!
…
Al terminar la clase Yunho no pudo evitar preguntarse por el paradero de Yoochun.
– ¡No te advertí que te alejaras de él!
Yunho volteo para ver quien le había lanzado aquel bolso a su espalda.
– ¡Tú! – frunció el ceño reconociendo al chico.
– Kim Jaejoong es mío. ¡Aléjate de él!
Él se mostro indiferente, incluso hizo un ademan de sacarse la cerilla de los oídos.
– ¿Terminaste? – preguntó Yunho tranquilamente.
– ¡Pero tú quien te has creído! – le grito viéndose humillado ante la atenta mirada de los demás estudiantes que habían parado para verlos a ambos.
– No soy nadie, pero déjame decirte algo – Yunho se mostro amable y eso molestaba mas a GeunSuk – No me alejare de él. Ni ahora, ni nunca.
Todas las chicas presentes aplaudieron a Yunho y muchas suspiraron al ver cuánto amaba a Jaejoong.
– Parece ser que esta historia de amor recién empieza – dijo JiYeon mostrandose emocionada y muchas asintieron.