La anciana esta barriendo el polvo de la entrada al templo, cuando escucho unos pasos aproximarse a ella una sonrisa se dibujo en sus labios.
- Yunho – sonríe la amable anciana al ver al muchacho – ¿Cómo te ha ido en tu primer día en el instituto?
- Ajumma – el más joven coge la escoba para ayudar al anciano a barrer – No fue divertido, me perdí en varias ocasiones.
La anciana rió divertida. Yunho por si era alguien ya despistado.
- De no ser por mi ayuda no estaría de vuelta en casa – respondió Yoochun haciendo una reverencia a su abuela.
- Eso no es verdad – refunfuño Yunho ahora barriendo las escaleras de la entrada a la casa.
- Te perdiste cuando te tenías que ir a la oficina de la Directora para llevar unos papeles – dijo en tono burlón.
- No son muy amables en ese instituto tuyo – respondió Yunho cruzándose de brazos – Esas chicas me persiguieron y me perdí, cuando intento pedir indicaciones un estudiante me golpeo – enseño su barbilla, en donde el puño del otro estudiante lo había impactado.
- Debes mostrarme a ese estudiante. No puedo creer que alguien fuera tan rápido como para golpearte – dijo Yoochun curioso.
- ¡Enhorabuena!
Ambos jóvenes miraron sorprendidos a la abuela aplaudiendo.
- Es hora de comer – sonrió la anciana caminado a la entrada de la casa junto al templo.
Después de una tranquila comida. Yunho miró el cielo teñirse de naranja. Realmente estaba muy pensativo ese día.
- ¿Me estas escuchando? – zarandeo el hombro de Yunho y este lo miró con mala cara – ¿Sucede algo?
- Es frustrante – dijo Yunho pensativo
- ¿Qué es frustrante? – indago Yoochun curioso.
- No puedo sacar a alguien de mi cabeza.
- ¿Es una analogía o estás hablando enserio?
Yunho suspiro pesadamente.
- ¿Estas hablando de alguna de tus admiradoras? – enarco una ceja divertido.
- Las chicas en ese instituto son tan ruidosas – rezongó Yunho llevándose las manos detrás de la espalda. Erguido alzo su barbilla mientras cerraba los ojos.
- Te dije que no te pararas así – Yoochun intento romper el agarre de las manos de Yunho por la espalda – Esa pose parece la de un rey y no la de un estudiante – regaño Yoochun al estudiante.
- Yo no pedí ser un estudiante – hablo Yunho deshaciendo su agarre y llevando las manos a los costados.
- La abuela pensó que deberías estudiar mientras recuperas tu memoria – dijo Yoochun suspirando pensativo.
- Me gustaría saber quien soy – llevo su hasta el extraño brazalete que según Yoochun se llamaba reloj – Es frustrante no recordar mi pasado y si recordar el rostro de ese estudiante que me golpeo.
- ¿Era un chico o una chica? – pregunto intrigado recordando que algunas veces Yunho era muy ingenuo como un niño.
- Llevaba un uniforme igual al mío, pero tenía un carácter horrendo.
Yunho froto sus manos buscando calentarlas cuando la noche llego y las estrellas brillaron ene l firmamento nocturno.
- No se disculpo por golpearme sin ninguna razón. Es un descarado… no tiene modales – gruño Yunho frotando con más fuerza sus manos.
Yoochun rio a carcajadas. Yunho podía ser muy fuerte, pero por el tiempo que llevaba conociéndolo sabía que era alguien de noble corazón. Difícilmente iniciaba una pelea. Claro, difícilmente los encontraba encerrado entre las paredes del templo. La abuela le había pedido cuidarlo y alejarlo de los problemas. Yoochun esperaba que él encuentro con aquel estudiante fuera solo un accidente y no llevara a mayores problemas.
Jaejoong había llegado temprano como cada mañana. Pero aun así sus pisadas eran perezosas y bostezaba al caminar por el corredor.
- Jaejoong-hyung… si sigues así otra vez te quedaras dormido en clases –advirtió Junsu
- No pude dormir bien – bostezo Jaejoong cubriéndose la boca con ambas manos.
- Te fuiste a dormir temprano anoche – hablo Junsu sin perder de vista el cansancio de su hermano mayor – Oh… puede ser que… ¿Te escapas en las noches y por eso no duermes?
Jaejoong abrió los ojos de par en par ante las conjeturas de su hermano.
- Eres malo – hizo un puchero inflando sus mejillas – Si vas a salir por las noches debes llevarme. Me gustan las fiestas.
- ¿Yo escaparme como una rata? – pellizco las mejillas de su hermano – No me divierten las fiestas y no bebo hasta el coma alcohólico como tú.
- ¡Qué va! ¡Ya comprendí! – grito adolorido Junsu esperando que su hermano lo soltara.
- ¡No lo creo! – dijo aplicando más presión en las mejillas de su hermano menor.
- Yo creo que Junsu aprendió su lección – dijo Yoochun apartando a Jaejoong de Junsu.
Junsu se sobó las mejillas mientras le sacaba la lengua a su hermano y se escondía detrás de Yoochun.
- Chunnie eres mi salvador – sonrió risueño mientras seguía desafiando a su hermano detrás de la espalda del mayor.
- Es tu sunbae, no lo llames Chunnie – reclamo Jaejoong molesto al ver como su amigo era feliz siendo llamado así y Junsu sin saberlo jugaba con él.
- Chuinnie es también mi amigo – respondió Junsu con un mohín tan inocente que Yoochun no pudo volver a enamorarse más. Aunque dolía ser llamado solo amigo, él lo aceptaría. Aceptaría todo con tal de estar cerca de Junsu.
- Junsu, regresa a tu salón de clase – dijo Yoochun acariciando las mejillas de Junsu con una amable sonrisa, sin delatar sus sentimientos – ¿Mejor? – preguntó después de frotar las mejillas del menor.
- ¡Sí! – sonrió aliviado al no haber más dolor después de los masajes de Yoochun – No hay duda que Chunnie será un gran medico.
- Deja de molestarlo y vete – dijo Jaejoong empujando a su hermana para que se fuera.
- Yo no molesto, ¿Verdad Chunnie? – sonrió angelicalmente y Yoochun asintió.
Jaejoong rezongó y volvió a empujarlo para que se fuera, y Junsu esta vez se fue con una sonrisa en sus labios.
- No debes consentirlo tanto – dijo Jaejoong con una mueca de disgusto caminado por el corredor con Yoochun.
- Consentirlo es lo único que puedo hacer.
Como el presidente del consejo estudiantil, Yoochun era respetado y muy popular. Los alumnos lo saludaban haciendo reverencias y eso era algo incomodo para Jaejoong. Él juraba que Yoochun en otra vida era un rey o algo así, los alumnos y profesores le tenían mucho respeto y estima.
- Trata de no quedarte dormido – palmeo el hombro de su amigo antes de despedirse y dirigirse a su salón de clases – No vemos en el almuerzo, tengo a alguien a quien presentarte.
¿Alguien? Jaejoong no quería conocer a nadie. Su madre le había narrado tantas historias de mundos mágicos, que ahora en la realidad no funcionaban. Ser rechazado no era su plan, pero había sido rechazado. Ese día encerró su corazón, prometiéndose no volver a expresar sus sentimientos a nadie.
Todas las chicas estaban murmurando sobre los nuevos estudiantes, sobre lo guapos y varoniles que eran. Algo que no le agradaba a la mayoría de sus compañeros. Ellas los amaban y ellos estaban celosos.
- Jaejoong – saludo el más alto invitándolo a sentarse en su grupo.
- Minho – sonrió amable al ver a la mayoría de los chicos reunidos – ¿Sucede algo?
- Estamos apostando quien ganara – sonrió animado al poner un billete de 50.000 wons sobre la mesa.
Jaejoong seguía sin comprender sobre esa apuesta.
- Estoy seguro que mi hermano le ganara – respondió Minho confiado de la victoria del capitán de básquetbol Choi Siwon.
- ¿Qué tiene que ver tu hermano en esta apuesta? – preguntó Jaejoong sin comprender nada.
- Hoy llegaste muy tarde – sonrió divertido mientras relataba lo sucedido hace minutos atrás – Uno de los nuevos se tropezó con mi hermano y el muy arrogante le dijo a mi hermano que se disculpara.
- Siwon estaba con la ira de mil demonios…
<<Que sea GeunSuk, que sea GeunSuk>> rogó Jaejoong esperando que Siwon le diese una paliza.
- Antes de golpearlo apareció el Presidente del Consejo Estudiantil y le dijo que si ambos peleaban serian expulsados.
<<Yoochun siempre tan heroico>> pensó orgulloso de su mejor amigo.
- Siwon desafío al nuevo a una competencia – dijo Minho mostrando su más grande sonrisa. Confiado de que su hermano haría morder el polvo de la derrota al nuevo.
- Eso es todo – bufo Jaejoong. Triste de que Siwon no haya golpeado a GeunSuk.
- Sera un mini partido entre mi hermano y el nuevo. Estamos apostando por cuantas canastas ganara mi hermano – sonrió triunfante Minho.
Jaejoong devolvió la sonrisa. Si de algo estaba seguro era que Siwon humillaría a GeunSuk y eso lo satisfacía. Nadie se atrevía a llamarlo “encanto”.
- ¡Silencio! – dijo en tono autoritario la profesora Jang de Matemática. Hermosa ante los ojos de muchos estudiantes, pero era un demonio disfrazado de ángel – ¡Tomen sus lugares!
Los estudiantes como soldados tomaron lugares en sus sillas y guardaron silencio. La profesora Jang acomodo el flequillo de su largo pelo e hizo una señala a la puerta. Esta se abrió y de ella ingreso un apuesto muchacho.
Wow. Fue lo que se escuchó de las estudiantes asombradas con su presencia. Él llevaba las manos detrás de su espalada y caminaba con la frente en alta.
- Saluden a su nuevo compañero de clases. Su nombre es Park Yunho – invito al estudiante a ponerse delante de la pizarra – Se incorporo el día de ayer a nuestro Instituto, sean amables.
Yunho no pudo evitar ver al chico que estaba sentado en la mesa junto a la ventana. El estudiante de piel nívea y cabellos oscuro también lo estaba mirando. Sus miradas se cruzaron y Yunho juro ver las mejillas de un color rojo.
- Hola – su voz masculina y suave encanto a las estudiantes que no paraba de murmurar palabras de amor ante el nuevo estudiante. Pero su mirada estaba puesto en el estudiante junto a la ventana que realmente estaba asombrado de verlo – Mi nombre es Park Yunho. Tengo 17 años y… vengo de fuera.
- Bienvenido Yunho, espero que seas puntual en mi clase – sonrió amable la profesora.
- Me alegra no llegar tarde – hizo una reverencia a la profesora – Ayer me perdí en los corredores.
Una alumna de ojos bonitos y rostro angelical alzo la mano devorando con los ojos al chico nuevo.
- Yunho-shi – endulzo el tono de su voz – Si quieres puedo mostrarte el Instituto así no vuelves a perderte.
- Ji Yeon – hablo la profesora molesta de la actitud coqueta de su alumna ante el nuevo estudiante – Tu no harás ese trabajo, aun no me has entregado la tarea. Lo hará… – la profesora alzo la mirada buscando a quien darle ese trabajo – Kim Jaejoong, será el encargado de enseñarle el Instituto a Yunho.
<<Tierra trágame>> suplicó Jaejoong no queriendo alzar la vista. Escondió la cabeza entre uno de sus libros para que el nuevo estudiante no lo reconociera. Maldecía su suerte. No esperaba que su corazón latiera frenéticamente al ver al moreno ingresar por esa puerta. Yunho. Hasta su nombre era tan masculino que Jaejoong se sonrojo al oírlo.
- ¿Estudiante Kim porque se esconde detrás de su libro? – preguntó la profesora con tono demandante.
- Estoy repasando unas lecciones – tartamudeó al responder negándose a bajar su libro y ver al más alto.
- No hace falta repetir que hará a la hora del almuerzo – dijo la profesora.
- No, no hace falta. Me encargare personalmente – respondió con la cabeza escondida entre los libros, lo más tranquilo que pudo fingir. No. Él no quería estará solas con ese estudiante. Su corazón latía tan aprisa que estaba seguro que sus mejillas estaban rojas.
<<Dios, ¿Por qué me odias?>> pensó Jaejoong sin quitarse el libro de la cara.
- La mesa al lado de Kim esta libre – la profesora Jang señala el lugar – Toma lugar junto a él.
El cuerpo entero de Jaejoong tembló al escuchar que Yunho estaría sentado en la mesa a su lado. <>