Durante la clase Jaejoong se negó a ver su lado derecho. Las piernas le temblaban. Mordió su labio fingiendo no saber que el más alto estaba a su lado. Por primera vez en su vida no quería que llegara la hora del almuerzo.
- ¿No puede nadie pasar a resolver este simple problema?
La voz de la profesora despabilo a Jaejoong que se negaba a responder temiendo cruzar sus ojos con el nuevo estudiante.
- Es un triangulo rectángulo. Primero se deben obtener los catetos – habló Yunho poniéndose de pie – Después debemos obtener la altura relativa de la hipotenusa y al final obtendremos el área del triangulo.
Jaejoong escuchó esa masculina, pero suave voz como un susurro y no pudo resistirse más y volteo a su derecha.
El más alto paso delante de la clase y realizo el ejercicio encontrando el área del triangulo. La profesora sonrió satisfecha por la perfecta respuesta del su nuevo estudiante.
Jaejoong quedo con la boca abierta al cotejar que la respuesta era perfecta.
- No solo es guapísimo, es muy inteligente – sonrió Ji Yeon aplaudiendo.
Yunho caminó con las manos atrás de su espalda hasta su mesa y por un instante su mirada se cruzo con la de Jaejoong. Éste rápidamente volteo hacia la ventana, negándose a verlo.
<<Que demonios me sucede… lo veo y mi corazón empieza a latir>> Jaejoong perdió su mirada en las páginas de su libro de matemática. No quería pensar en Yunho, ni siquiera recordar su nombre porque su corazón saltaba y un extraño cosquilleo nacía de sus estomago. En su mente se agolpaba miles de pensamientos, pero más recordaba las palabras de su madre <<- Y cuando la mirada del príncipe se cruzo con la de la doncella. El corazón de ella latió a prisa. Amor a primera vista>>
- ¡Jaejoong! – lo zarandeo Minho sacándolo de su trance.
- ¿Eh? – volteo a su derecha y vio a Minho, pero no había rastro de Yunho.
- Te perderás el partido entre mi hermano y el nuevo – jaló a Jaejoong fuera del salón que no había nadie.
- ¿Dónde están todos? – preguntó, pero él quería preguntar por el nuevo estudiante llamado Yunho.
- Están en el gimnasio.
El gimnasio estaba repleto de alumnos de primer año, segundo año y especialmente los de tercer año. Las chicas gritaron al ver aparecer a Choi Siwon. Minho jaló a Jaejoong hasta las primeras filas para ver mejor la derrota del contrincante de su hermano.
- Un estudiante de segundo año no es rival para el capitán – murmuró uno de los estudiantes de tercer año.
Jaejoong tan solo rogaba porque fuera GeunSuk el humillado.
- ¡Encanto!
Él se acercó y lo cogió por la cintura.
- ¡Aléjate! – empujo a Geun Suk y éste tan solo sonrió.
- Te gustan las cosas rudas – lamio sus labios – Eso me gusta.
- Cállate o te romperé…
El grito de las chicas gritaban eufóricas impidió a Jaejoong seguir hablando. Desde la otra puerta del gimnasio ingresaba un varonil estudiante con las manos atrás de su espalda y la cabeza en alto. Jaejoong abrió sus ojos no creyendo ver a Yunho en ese lugar.
- ¿Al menos sabes lo que es un desafió? – preguntó Choi subestimando a Yunho.
- Challenge – Yunho pronuncio en ingles – Competición deportiva en la que el ganador conserva el título obtenido hasta que un competidor le despoja de él en una prueba.
Las palabras no importaban en sus ojos había clara rivalidad por ganar.
- Sera al mejor de diez – desafió Siwon cogiendo el balón y rebotándolo un número de veces par.
Yunho no respondió nada, solo se quito el saco quedando vestido con la camisa.
Jaejoong no le podía sacarle los ojos de encima. Yunho se movía rápido, robó el balón de Choi y encesto una canasta de tres puntos.
- Es bastante bueno – susurró GeunSuk llevándose la mano a la barbilla.
Por alguna razón GeunSuk estaba mirando con detenimiento el partido. Y Jaejoong agradecía que éste no estuviera molestando como un animal en celo.
- Demasiado bueno – habló GeunSuk al ver como Yunho burla la defensa del Siwon y encesta otro punto.
- Mi hermano solo está calentando – dijo Minho presionando sus puños. Negándose a ver perder a su hermano – ¡Tú puedes hermano!
Siwon había logrado empatar el contador de Yunho, pero solo faltaba un tiro que declararía a uno perdedor y al otro ganador.
- El capitán está muy cansado y ese otro chico no tiene una sola gota de sudor – GeunSuk dijo mirando fijamente a Siwon que intentaba recuperar el aliento mientras el otro chico no lucia cansando.
Al escuchar a GeunSuk, Jaejoong observa con detenimiento. Mientras Siwon estaba sumamente cansado, Yunho parecía tan relajado y confiado.
- A-Asombroso – susurró Jaejoong al ver lo rápido que Yunho robó el balón de la mano de Siwon, lo picó varias veces y esquivo la barrera de Siwon encestando una canasta perfecta.
Las chicas gritaron y aplaudieron la victoria de Yunho, mientras otras lloraba por Siwon. En cambio los estudiantes de segundo año coreaban a su igual. No muchos podían vencer al capitán de básquet de tercer año Choi Siwon.
Con una sonrisa animada Choi Siwon estiró su mano para felicitar a su rival. Yunho aceptó el saludo formal e hizo una reverencia.
- ¿Dónde aprendiste a moverte así? – preguntó Siwon fascinado de escuchar la respuesta.
- No lo sé – respondió Yunho con sinceridad – Es como si al tener el balón en mis manos mi cuerpo se moviera por cuenta propia.
- Eres alguien muy talentoso, Park Yunho. No serviría alguien de tu talento en el equipo.
Mientras Jaejoong estaba consolando a Minho, dándole palabras de aliento por el dinero perdido. De repente apareció GeunSuk y lo cogió por la cintura sonriendo atrevidamente al tener los labios del pelinegro tan cerca.
- Deberías consolarme, también he perdido dinero – estiro sus labios para besar los de Jaejoong.
- No… no – forcejeo Jaejoong mientras sacudía la cabeza.
GeunSuk estaba por besar a Jaejoong, pero sintió como alguien alejaba al chico de sus brazos.
- Tú – frunció el ceño odiando ver a ese estudiante otra vez – Suéltalo.
Yunho tenía a Jaejoong sujeto por la muñeca y lo jalo más a su cuerpo. Su mirada era tranquila pero oscura. En su mano libre tenía el balón de Básquet. Cuando GeunSuk estaba por coger la mano de Jaejoong, Yunho lanzó el balón directo al estomago de GeunSuk. Éste se desplomo sobre sus rodillas. El golpe había sido tan fuerte que le saco parte del aire.
- Él es mío – dijo Yunho serio mientras giraba sobre sus pasos llevándose a Jaejoong sin importarle los reclamos del otro estudiante.
El corazón de Jaejoong saltó a tal velocidad que parecía querer salir de su pecho. Los dedos de Yunho sobre su muñeca eran tan cálidos que quemaba todo su cuerpo. Yunho lo jaló fuera del gimnasio. En silencio Yunho no dijo más nada.
Jaejoong era observado por los demás estudiantes ser arrastrado por Yunho. Sonrojado sacudió su mano para apartarse de Yunho.
- ¡¿Qué fue eso?! – reclamó a Yunho frunciendo el entrecejo.
Yunho no dijo nada, inclinó la cabeza como sino comprendiera la pregunta.
- P-Porque… ¿Por qué dijiste eso tan vergonzoso?
- ¿Fue vergonzoso? – preguntó como un niño ingenuo.
- ¡Claro que lo fue! – exclamó sonrojándose más de la cuenta – Yo-yo… no soy un objeto que alguien reclame como suyo o de su propiedad.
- ¿Un objeto? – alzó una ceja intentando comprender las palabras de Jaejoong – Sé que no eres un objeto, eres un chico.
- ¡Claro que soy un chico! – llevo sus dos manos al costado de su cintura intentando mantener el control ante la actitud de Yunho.
Yunho no pudo evitar reírse un poco.
- ¿De qué te ríes? – preguntó haciendo un mohín con sus labios por la burla de Yunho.
- Verte haciendo ese gesto con la boca hace que quiera reír – respondió mostrando una larga sonrisa, alegre, que dejaba ver sus perfectos dientes como perlas.
Jaejoong al ver dibujar esa sonrisa en Yunho su corazón se detuvo. Detrás de esa actitud un tanto despistada y fría, el más alto tenía una hermosa sonrisa. Él se deleito con aquel simple movimiento, una sonrisa.
- Tengo que ir – zarandeo a Jaejoong por la manga mientras se movía de un lado a otro.
- ¿Eh? – Jaejoong apenas comprendió, pero al ver balanceándose de un lado a otro a Yunho era muy divertido.
- Tengo que ir al baño – empezó a dar pequeños saltos en el mismo lugar – Es por eso que te aleje de ese otro estudiante. La profesora dijo que me enseñarías las instalaciones y ahora tengo que ir al baño.
De alguna manera escuchar esas últimas palabras entristecieron a Jaejoong. Sus labios se curvaron en descontento.
- Busca tu mismo el baño o aguántate – rezongó molesto cruzándose de brazos.
- ¡¿Qué?! – abrió sus ojos y poco a poco sentía su vejiga estallar – Eres un… - gruño y su vejiga ya no parecía resistir – No cabe dudas que eres un novio.
Jaejoong abrió los ojos al escuchar de la boca de Yunho la palabra “novio”.
- ¿N-novio? – preguntó con un tic en su ojos derecho.
- Si – respondió Yunho con orgullo, como si hubiera ganado alguna batalla.
- ¿Estás de broma?
- ¡Novio! – dijo Yunho fuerte y claro como un niño peleando con otro por sacarlo de sus casillas. Sus ojos triunfantes parecían haber olvidado su vejiga llena.
Jaejoong no supo que responder, era como si las palabras se esfumasen de sus boca al escuchar al más alto con tal enfado decir “novio”.
- ¡Yunho! ¡Has jugado muy bien! – ella corrió hasta cogerlo por el brazo, pero lo sintió temblar – ¿Oppa te sucede algo? – ella preguntó a Yunho y éste volteo a verla.
- ¿Dónde está el baño? – preguntó Yunho a la hermosa joven que no parecía querer soltar su brazos.
- Al final del corredor a la derecha – respondió extrañada.
- Gracias – agradeció a JiYeon mientras salía huyendo hacia el final del pasillo.
Ella se acercó hasta Jaejoong.
- Ya puedes irte – dijo ella con una sonrisa tan falsa que era evidente para Jaejoong – Ve a hacer tus cosas. Yo le enseñare las instalaciones a mi futuro novio.
- ¿Tu futuro novio? – parpadeo recordando que la chica ya tenía uno y era bastante grande – Tu-Tu ya tienes uno.
- Rompimos – sonrió alegre como si aquello no le importara en lo más mínimo – Ahora quiero a Yunho-oppa. ¿No crees que haremos una hermosa pareja?
Jaejoong trago su cólera. No. Yunho no podía salir con alguien como JiYeon. Su belleza era un veneno para los hombres.
- Es todo tuyo – respondió Jaejoong recordando que estaba enojado con Yunho. ¿Por qué debía salvarlo del veneno de JiYeon? Tal vez así dejaría de jugar con él llamándolo novio como si fuera un insulto.