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Forever Love por alexriden02

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Notas del capitulo:

29/06/2015

Hola lectoras!

Si, lo sé, he tardado mucho en actualizar. No diré mucho trabajo, porque no lo he tenido. Estas semanas ha sido para orientarnos, la universidad sí que ha sido difícil. Este es mi día libre  para estudiar, pero me he sentido culpable de no actualizar aunque sea este fanfic.

En fin, este capítulo aclarara un poco (muy poco) sobre quién es Bo Ram. Por si no la conocéis es un miembro del grupo T-ARA (yo tampoco sabía quién era pero al verla me dije “ella encaja perfecto con este personaje”)

Jaejoong ese día llego más temprano que de costumbre. Junsu por alguna razón no tenía ánimos de asistir a clases. Cuando subió las escaleras encontró al salón de clases, vacio, era muy temprano para que llegar los demás. Tomo asiento  en su silla y espero a que los demás llegaran.

 

– Hola.

 

Jaejoong abrió sus ojos al ver a Yunho parado frente a su mesa. ¿Cuándo había llegado?

 

– Hay algo que quiero decirte – habló Yunho mientras cogía las manos de Jaejoong.

– ¿Eh? – Jaejoong se sonrojo ante el repentino agarre de Yunho. ¿Yunho lucia serio? Jaejoong espero a que Yunho hablara.

– Me gustas – confesó Yunho y Jaejoong se quedo sin palabras – Me gustas mucho – se acercó hasta Jaejoong para besarlo – Jaejoong yo… ¿Te gusto?

 

Jaejoong cerró los ojos esperando el besó de Yunho.

 

– ¡Estudiante Kim!

 

El  libro fue duro contra su cabeza.

 

– ¡Auch! – gimió Jaejoong por el dolor.

– No vuelva a quedarse dormido – gruño el profesor de Literatura.

– ¿Fue un sueño? – preguntó Jaejoong volteando a ver a sus compañeros quienes empezaron a reír.

– Estará castigado después de clases – ordenó el profesor mientras Jaejoong encogía sus hombros.

 

Castigado. Jaejoong  no podía creerlo. Frunció el ceño al ver a su costado. Yunho estaba muy concentrado leyendo su libro de texto.

 

<<Castigado y por culpa de Yunho. Solo falta que aparezca GeunSuk y mi día estará arruinado>>

 

Yunho sintió una penetrante mirada de su lado izquierdo. Miró de reojo y Jaejoong parecía asesinarlo con la mirada.   Suspiro cansado, ese día iba a ser muy largo. Desde su incidente en el orfanato Jaejoong lo miraba con recelo. Inclusive lo ignoraba olímpicamente. Cuando llego la hora del almuerzo Jaejoong piso su pie sin disculparse.

 

– ¡Auch! – exclamó Yunho esperando que Jaejoong se disculpara pero solo desaprecio por la puerta.

– Veo que estas en la lista negra de Jaejoong – habló Minho levantándose de su lugar.

 

Yunho no sabía a qué lista negra se refería Minho.

 

– Minho está exagerando – habló otro muchacho acercándose a Minho con un celular muy grande entre sus manos – Jaejoong  es así con todos. No ha cambiado nada desde que lo conocemos.

– Ya veo – dijo Yunho intentando comprender.

– No me extrañaría que por ser tan amargado se quede solo – dijo Ji Yeon jugando con un mechón de su pelo mientras miraba a Yunho – Es alguien muy irritante cuando se lo propone.

– No es amable hablar de alguien cuando esa persona está ausente – dijo Yunho poniéndose de pie. La abuela Park le había dicho que hablar de alguien sin que la persona esté presente es de mala educación.

 

 

Jaejoong había escuchado a Ji Yeon. Maldecía tener tan buen oído.

 

– ¿Otra vez castigado? – Yoochun alzó una ceja – Se te está haciendo costumbre.

– No fue mi culpa – se justifico Jaejoong.

– Mejor come porque tu castigo de hoy será muy largo – dijo Yoochun intentando levantar un poco el ánimo de Jaejoong.

– No tengo mucha hambre – Jaejoong rodo los palillos por el tazón lleno de comida.

– ¿Por qué no está Junsu el día de hoy? – preguntó Yoochun y Jaejoong parecía molesto con la pregunta.

– Se sentía enfermo – respondió tajante.

– ¿Qué es lo que tiene? – preguntó preocupado.

– No es nada, es solo que hoy no quería venir al Instituto – Jaejoong frunció el ceño – Debes dejar de preocuparte por él.

– ¿Por qué?

–  Yoochun, no quiero que te hagas ilusiones con mi hermano. Ya sabes que él…

– Lo sé – Yoochun confesó mientras robaba unos pimientos de l tazón de Jaejoong – Aunque sé que él jamás me amara, no puedo evitara sentir lo que siento.

– Aun somos jóvenes. Si Junsu no es el indicado tal vez conozcas a alguien más.

– Tal vez – dijo Yoochun sin la certeza de amar a alguien más como amaba a Junsu.

 

Cuando la hora del almuerzo terminó Jaejoong se despidió de Yoochun. Su amigo como presidente del consejo estudiantil siempre estaba ocupado, pero agradecía que lo acompañara en el almuerzo.

 

– Es una muchacha rara – hablo con voz nasal una de las estudiantes de tercer año.

–  Siempre sola y en el mismo lugar  – habló una chica a su  grupo de  amigas mirando detrás de ellas – Me da escalofríos de solo verla.

 

Jaejoong volteo para ver de quien hablaban y allí estaba la muchacha de pelo corto del orfanato leyendo un libro sentada en una de las mesas del comedor del instituto.  La muchacha estaba sola, por lo que Jaejoong escuchaba no tenía muchos amigos y los pocos estudiantes que intentaban acercársele eran ignorados por ella.

 

Bo Ram alzo la vista de su libro y vio que Jaejoong la estaba observando, pero inmediatamente cuando sus miradas se cruzaron el pelinegro miró a otra dirección. Jaejoong fingió buscar a alguien y siguió por el pasillo que daba a las escaleras.

 

– Si sigues ignorando tus sentimientos perderás a Yunho   – murmuro en voz baja mientras regresaba en la lectura de su libro – Y si eso sucede, el futuro… será muy aburrido.

 

 

 

Al terminar la jornada de clase  Jaejoong se quedo en el salón viendo por la ventana como sus compañeros se marchaban a sus casas y él yacía en una silla esperando su castigo.

 

– No es divertido estar castigado – Yoona llegó cruzándose de brazos.

– Viniste a burlarte – Jaejoong inflo sus mejillas mientras recargada sus manos sobre la mesa.

– Si terminas de guardar unas cajas, podrás irte antes – ofreció  Yoona.

– ¿Sí? – Jaejoong sonrió amable y Yoona asintió –  Es un trato.

 

Yoona señaló a unas cajas llenas de papeles  viejos.

 

– ¿Podrías llevar estas cajas al sótano? – pidió su hermana a Jaejoong.

 

Las piernas de Jaejoong temblaron ante el pedido de su hermana. El sótano estaba oscuro y húmedo. Jaejoong odiaba los lugares oscuros.

 

– No hay de que asustarse – dijo ella  en tono amable viendo el miedo en los ojos de Jaejoong – Las luces están encendidas.

 

Llegando a la habitación bajo tierra, Jaejoong agradecía que estuviera iluminada. Bajó las escaleras y dejo las cajas en una esquina.

 

Jaejoong  miró el lugar, había muchas cajas. Escuchó unos pasos bajando las escaleras y volteo asustado.

 

Yunho llevaba consigo unas cajas pequeñas. Las dejó en una esquina. Cuando alzo la vista se cruzó con Jaejoong que no dejaba de mirarlo.

 

– ¿Qué haces aquí?

– El profesor de Literatura me pidió que bajara estas cajas al sótano.

 

Jaejoong guardo silencio, pues el sótano era un lugar para guardar muchas cosas, desde libros viejos hasta materiales de estudio viejos..

 

– ¿Escuchaste eso? – preguntó Jaejoong, asustado con la posible respuesta.

– Si – respondió Yunho.

 

Jaejoong corrió hasta el final de la escalera. La puerta estaba cerrada. Volteo a ver a Yunho con una mirada acusadora.

 

– La puerta no se abre.

– ¿Y? – alzo una ceja cruzándose de brazos.

– ¡Nos quedamos encerrados!

 

Yunho abrió los ojos como platos. ¿Encerados? ¿Él y Jaejoong? Si ese día iba a ser largo, ahora parecía eterno.

 

Jaejoong estaba empezaba a cansarse. La batería de su celular estaba muerta y nadie vendría a buscarlo pues su hermana se iría a una cita con su novio.

 

– ¿Podrías dejar de gritar?

– ¡No! – Jaejoong se agarro la cabeza en señal de desesperación – ¡¿Alguien me escucha?!

– Yo – dijo Yunho alzando la mano.

– ¡Esto es tú culpa! – señaló a Yunho.

– ¿Cómo podría ser mi culpa? – se acercó hasta Jaejoong que seguía golpeando la puerta.

– Todo esto es tu culpa – dijo  mientras fruncía el ceño.

 

Yunho se agarro el puente de la nariz intentando no perder la calma.

 

– ¿Siempre eres tan irritante?

– Solo contigo – gruño Jaejoong.

– Eso es bueno – suspiró aliviado.

– ¿Eh?

– Si fueras así de irritante con todo el mundo no tendrías amigos.

– Para tu información tengo amigos – enseñó una sonrisa, pero su estomago rugió hambriento.

– Ahora tienes hambre – Yunho esculco el bolsillo de su uniforme sacando una bolsa de frituras – ¿Quieres?

–  ¡No! – Jaejoong se cruzo de brazos.

 

Yunho no suplico, abrió la bolsa de patatas fritas y empezó a comer.

 

Jaejoong empezaba a adiar a Yunho más. El aroma era tan delicioso que su estomago no paraba de rugir. ¿Cuántas horas habían estado encerrados? Cansado se dejo caer al suelo. Sus rodillas chocaron contra su pecho esperando calmar su hambre. El frio del sótano atravesaba la tela de su uniforme.

 

Yunho se descubrió del abrigo de su  uniforme y cubrió con la misma a Jaejoong.

 

–  ¿Qué haces? – preguntó alarmado. Yunho no respondió, solo ubicó  la bolsa de frituras entre las manos de Jaejoong.

– Come algo, pronto vendrán a buscarnos. Solo hay que esperar  – dijo Yunho recostándose en una colchoneta vieja.

– ¿Cómo puedes estar tan calmado?

– No lo estoy – Yunho habló y Jaejoong solo veía como su espalda se movía al respirar – Ahora tengo mucho sueño.

– ¿Sueño? – preguntó Jaejoong curioso. Pero Yunho no contestó.

 

Después de terminar de comer un puñado de patatas fritas, Jaejoong sentía el lugar muy silencioso.

 

– Al menos hay luz – murmuro resignado a esperara. Después de todo ¿Qué mas podría salir mal?

 

Ni bien mira la lámpara que pendía en el techo esta se apago. El lugar estaba completamente a oscuras.

 

– ¡Uoaaaa! – grito saltando de su lugar esperando llegar hasta Yunho.

– ¿Qué sucedió? – preguntó Yunho despertándose con los gritos de Jaejoong.

– ¡No hay luz! – grito caminando sin saber  a dónde. Tropezó con algo y eso con lo que tropezó tenía una mano sobre su espalda – ¡Ah! ¡Algo me atrapo!

– Soy yo – susurro Yunho cerca del oído de Jaejoong – Tranquilo.

 

Jaejoong dejó de retorcerse. Estaba sobre Yunho.

 

– Tengo miedo – confesó Jaejoong temiendo no ver nada en la oscuridad. Odiaba la oscuridad y quería llorar.

– No tengas miedo. Yo estoy aquí – abrazo el tembloroso cuerpo de Jaejoong esperando calmarlo.

– Y-Yunho – Jaejoong habló sintiendo que su corazón no dejaba de latir. Si esa cercanía continuaba Yunho se daría cuenta que en su entrepierna  estaba despertando algo.

– Me moveré – dijo en voz baja moviéndose con Jaejoong en brazos.

– ¡Ah! – gimió  sintiendo como Yunho rozaba su entrepierna con una rodilla  al intentar levantarse  – Y-Yun-Yunho.

– ¿Te lastime? – pregunta esperando la respuesta de Jaejoong.

– No – negó Jaejoong avergonzado por soltar un gemido.

– Tu cabello huele  a fresas – dijo Yunho oliendo el cabello  de Jaejoong. Si había algo que le gustaba a Yunho  eran las fresas, pero ahora le gustaba más Jaejoong oliendo a fresas.

– ¡Pervertido! – golpeo el pecho de Yunho y se puso de pie cubriendo su entrepierna. El cuerpo de Yunho era caliente y estaba despertando a su entrepierna – T-Tu planeaste todo.

– ¿Planear qué? – preguntó Yunho a la oscuridad, sin poder ver a Jaejoong.

– Encerarnos aquí para hacer… – Jaejoong trago sus palabras. Como decir que Yunho planeo estar encerados para tener sexo – ¡Eres un pervertido!

– Yo no planee nada – se defendió Yunho – ¿Dónde estás?

– ¡No te me acerques!

– Estas temblando  – dijo Yunho intentando no tropezar con algo en su búsqueda por Jaejoong.

– ¡Es tu culpa! – rechino sus dientes como castañuelas – ¡T-Tengo miedo a la oscuridad!

– Si es mi culpa que tengas miedo a la oscuridad – dijo Yunho siguiendo el perfume de Jaejoong para encontrarlo – Lo siento – pidió disculpas tocando el hombro de Jaejoong.

 

Jaejoong no dijo nada. Yunho se sentó a su lado. Saber que no estaba solo lo calmaba. Jaejoong no sabía qué hacer, Yunho se disculpo por algo que no era su culpa. Tal vez solo fue un error que ambos terminaran encerrados en el mismo lugar.

 

–  No es tu culpa – Jaejoong rompió el silencio – Cuando tenía cinco años  me caí en un pozo que estaban haciendo  para plantar un árbol  a la vuelta de mi casa. Estuve por más de tres horas gritando y llorando.

– ¿Te sentiste solo? – Yunho se acercó más Jaejoong. Tanto que sus brazos chocaron.

– Si – Jaejoong inclino su cabeza sobre el hombro de Yunho -  Ese día un muchacho me rescato. Mi madre dijo que si pasaba otra hora ahí estaría  muerto. Desde ese día no me gustan los lugares oscuros.

–  Cuando cerramos los ojos todo se oscurece – Yunho buscó la mano de Jaejoong, cuando la encontró la sostuvo con fuerza – Yo tenía miedo de cerrarlos y despertar en un lugar diferente. Ahora solo cierro los ojos esperando despertar en la casa de la abuela y ver a alguien.

– ¿A quién? – preguntó Jaejoong mas   reconfortado al sentir la mano de Yunho.

– No lo sé – confeso Yunho – Cuando despierto olvido de quien se trata, aun así quiero verla y saber quién es.

– Tal vez es solo algún sueño – dijo Jaejoong olvidándose que tenía miedo, solo Yunho podía conseguir hacerle olvidar su miedo.

– No quiero que esa persona sea solo un sueño – dijo Yunho emitiendo un suspiro por la boca <<Quiero verla. Tal vez si la encuentro puedo recordar quién soy>>

– Hablas como un niño que está enamorado de una ilusión.

 

Jaejoong no quería seguir escuchando de aquella persona a la que Yunho quería ver.

 

– ¿Qué es una ilusión? – preguntó Yunho.

– Algo que no se puede ver.

– Tú – dijo Yunho soltando la mano de Jaejoong.

– ¿Eh?

– Ahora eres una ilusión porque no te puedo ver. Cuando te vea dejaras de ser una ilusión.

 

Jaejoong no podía salir de su asombro. Justo cuando estaba por responder, las luces se encendieron y escucho un ruido desde  la puerta.

 

– ¡Te veo! – Yunho habló sonriendo mientras Jaejoong no parecía creer sus palabras –  No eres una ilusión.

– Yunho ¿Te gusto? – preguntó Jaejoong con el corazón rebotando dentro de su pecho. Se sonrojó. La pregunta había escapado de su boca sin poder detenerla.

 

Yunho lo miró sin pestañear. Se acercó hasta quedar a una mínima distancia del rostro de Jaejoong, haciendo un gesto de actor sensacional respondió.

 

– Si.

 

 

Notas finales:

Jajaja Ok, este fanfic trata sobre Mpreg. No desesperéis. Como toda historia tiene dos finales algunos escritores escriben hasta más de tres posibles finales, eso he aprendido hace poco, pero yo creo que con dos posibles desenlaces es suficiente. Volviendo a los dos finales, se deben a dos desenlaces de la historia diferentes.  Tranquilas, no habrá mucho drama. Si  Jaejoong sufre  o algo malo le pasa a Junsu se que terminaré asesinado por mi hermana o su amiga. Así que mi niveles de drama se han reducido en un 70% (?)

 Espero leernos pronto.

Saludos.

 

 


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