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Viajero Interdimensional por AkikawaYayoi

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Diario de viaje.

Anotaciones/aclaraciones y otras notas importantes

1.a.-Sobre el alma, el destino y la tragedia

En este mundo, existe el "alma", la esencia de una persona, cuando te enamoras de alguien no lo haces por su cuerpo, por sus bienes, no sabes que es con exactitud, pero algo te atrae; su alma. Antes de llegar al mundo en una existencia individual, el alma es una sola, al momento de lo que podríamos llamar una "evolución" se divide, formándose así de una sola parte dos almas.

Estas dos almas ocuparán un cuerpo mortal posteriormente, el destino decidirá en que lugar y tiempo situarlos, el destino es impredecible, imprescindible e inmanipulable.

Dos almas creadas de una sola estarán siempre destinadas a enamorarse la una de la otra

Pero no siempre tendrán la fortuna de estar juntas...

 Se encontraba de nuevo en aquel apretado taller, puede que en otro tiempo fuese más espacioso, pero la enorme máquina en el centro de este había reducido el espacio de manera considerable, repasaba planos y ajustaba tornillos, muchos dirían que quien necesitaba un ajuste era él, se murmuraba mucho sobre el misterioso inventor, su cordura era tema de discusión entre los empleados de la mansión; desde la muerte de su prometida, el joven noble (cuyo nombre mantendremos en el anonimato por ahora, ya que no es de gran relevancia, o quizá, ha sido olvidado con el tiempo) había pasado meses enteros encerrado en aquél caluroso taller, apenas y comía, apenas y dormía; insistía en que debía terminar aquella extraña máquina lo más pronto posible, había abandonado todo contacto con el mundo exterior, salvo el que mantenía con los criados, a quienes encargaba la compra de piezas necesarias para su obsesión.

La razón de su insistencia con aquel aparatejo no estaba muy clara para nadie, para algunos era alguna nueva clase de vehículo, quizá con el buscaba irse lejos de aquel pueblo donde todos cuestionaban su razón, tal vez se mantenía absorto en algo tan complejo para no enfrentar la realidad de su pérdida, el amargo sabor del duelo por su amadísima prometida... no, todos ellos se equivocaban..

Debemos retroceder un poco, sólo lo suficiente como para entender sus razones.

1846, alguna zona de Inglaterra

Se encontraban paseando por los jardines, era una hermosa tarde de verano (e incluso si no lo hubiese sido realmente bastaba el hecho de que estuviesen juntos para que lo fuera) el tiempo para su boda era cada vez menor y sus ansias, por el contrario, crecían cada vez más. Habían contado con la buena fortuna de haberse enamorado el uno del otro, especialmente en esa época en la que el estatus y el reconocimiento podían valer más que el amor y los sentimientos...

-Hay algo que quiero mostrarte- dijo él deteniéndose repentinamente, ella rió suavemente, cada vez que él decía aquello era seguro que le mostraría algo entretenido, algo sorprendente o maravilloso y aquella frase era pura cortesía; él había labrado su fortuna gracias a numerosos inventos, los cuales servían desde ayudantes a las labores cotidianas hasta mero entretenimiento de niños, adultos y ociosos; caminaron hasta el taller (algo alejado de la mansión ya que no disfrutaba mucho de ser interrumpido mientras trabajaba), bajaron las pequeñas escaleras y se encontraron en el pequeño recinto, o al menos ahora era pequeño, ya que una enorme estructura abarcaba gran parte de este; era como una pequeña cabina de cobre, oro o algún otro metal, el calor del horno donde a veces nuestro inventor moldeaba sus piezas le daba un suave resplandor dorado, en una placa en la parte frontal se leía la frase


"iter apparatus"

Ella observó el instrumento frunciendo el ceño levemente
-Y... ¿bien? ¿qué opinas? - preguntó él con un brillo animado en sus ojos y una resplandeciente sonrisa
-Es de mal gusto escribir algo en latín si sabes que la otra persona no lo entiende- respondió ella mientras agitaba su abanico, bien podría culpar al calor del horno por su sonrojo

-oh, cariño, no seas tan dura, ¡si es mi última maravilla!-exclamó él animado

-pues, si al menos me explicaras que se supone que es... - miraba con desconfianza la placa con aquella lengua extraña

-oh, claro, me olvidaba de que el latín no es una de tus prioridades...-  el joven abrió una puerta que de no ser por la diminuta perilla que la delataba, jamás se habría podido suponer que estaba ahí, hizo una exagerada (y aún así de cierto modo, elegante) reverencia invitándola a entrar -permítame presentarle, mi hermosa dama, el iter apparatus, o dicho en nuestra lengua: la máquina viajera.
El interior de la máquina no concordaba con su aspecto exterior, era hermosa, de un blanco marfil impecable, aquello no parecía una máquina, era más bien una lujosa habitación en miniatura, si bien supuso que toda esa comodidad era para los viajes que pensaba se deberían realizar en aquél aparato.

-¿Y exactamente a dónde piensas viajar?- preguntó ella mientras examinaba cada rincón

-¡Al pasado, al futuro, a dónde sea!- respondió él entusiasmado

-Querido... ¿estás seguro de que no inhalaste algún gas tóxico?- lo miró ella entre preocupada y divertida- ¡es imposible viajar por el tiempo!- se echó a reír mientras se sentaba en el pequeño sofá de la "iter A."

-Que nadie lo haya logrado hasta ahora no significa que sea imposible- contestó él calmadamente.

-Claro, si tú lo dices seguro que es posible... - Y es que había ocasiones en que lo que ella pensaba era imposible, ocurría

él lo hacía ocurrir...

Pensaba imposible poder enamorarse de alguien, había crecido viendo el matrimonio como una alianza por estatus y poder, el amor como un simple cuento de hadas; pero se había encontrado con él, había cruzado miradas con aquellos brillantes ojos azules, pero un compromiso ya estaba arreglado y su amor era imposible, estar juntos era imposible... Por alguna extraña razón, el noble con quien contraería nupcias había retirado la oferta (lo cuál, por supuesto no causó ninguna pena a nuestra pequeña dama, aunque no podemos decir lo mismo de su ambiciosa madre...) lo imposible comenzaba a volverse lo contrario.

Poco después llegó al pueblo un joven y solitario noble, todos se preguntaban quien era, las damiselas cotilleaban sobre el misterioso recién llegado cada que tenía la oportunidad, que si bien era bastante bien parecido, era también muy extraño, no acudía con mucha frecuencia a los bailes y cuando lo hacía era difícil acercarse a él ya que los caballeros lo rodeaban rápidamente intentando averiguar más sobre él (o más bien sobre su notoria fortuna y el cómo la había conseguido) y, por supuesto, esto bloqueaba las posibilidades de conquistarlo, parecía alguien imposible de alcanzar...

y de nuevo, lo imposible, sucedió...

Una tarde llegó a casa suya, ella se encontraba con su madre, bordando en el jardín, sus miradas se cruzaron por apenas unos segundos, pero aquella sensación era indescriptible, pero él estaba ahí por simples negocios, en cuanto el padre de la joven apareció, tuvieron que volver a guardar distancias, pero aquella sensación seguía en su pecho, ardiendo intensamente, pero era imposible que aquello fuese amor...

imposible...

Y lo imposible ocurrió, las visitas del joven eran cada vez más frecuentes, algunas veces se quedaba a cenar después de las largas jornadas de negocios con su padre, se lanzaban discretas y ansiosas miradas, se encontraban a escondidas en los pasillos, se enviaban recados con los criados a quienes a veces debían pagar una moneda para no ser delatados. Con el tiempo, su relación se formalizó, daban paseos por los jardines, por la plaza del pueblo, salían al lago y él disfrutaba de pintarla cada que tenía la oportunidad. Los días iban pasando y su amor no decrecía, seguía tan vivo, tan dulce e intenso como el primer día, a pesar de los intentos de intrigas por parte de supuestas amistades de la joven, a pesar de que el tiempo que disponían en ocasiones era realmente corto debido a el constante trabajo de él, a pesar de todo, se amaban, y juraban amarse con una intensidad que nadie más había experimentado nunca antes. Decidieron , después de un tiempo, que querían pasar su vida entera juntos, lo cuál, la familia de la joven aceptó encantada.

Pero ser feliz es imposible...

Y esta vez el imposible era para él.

Alguien había irrumpido en casa de su amada, habían asesinado a los nobles, las riquezas habían desaparecido y la servidumbre había quedado devastada, nadie supo como ocurrió, no había señales de que alguien hubiera entrado a la fuerza, tampoco había muchos indicios de resistencia, no existía lógica en aquel asunto, lo único que era cierto, era el hecho de que , por capricho del destino, aquellos dos jóvenes jamás podrían estar juntos de nuevo, era imposible...

Pero él podía hacer que lo imposible ocurriese. El "iter apparatus" se había transformado ahora en el "tempus et spatium et apparatus" la máquina del tiempo y espacio, había pasado noches enteras en vela estudiando todo lo posible sobre la materia, el universo, el tiempo y el espacio, no podía desperdiciar ni un minuto llorando por la pérdida de su amada prometida, ¡debía terminar aquella máquina para poder verla una vez más, para poder evitar aquella tragedia!
 

--------Y la máquina funcionó, pero no del modo esperado------

Notas finales:

Entre más reviews más pronto actualizaré, espero les agrade, esperen al segundo capítulo, está cargado de sorpresas, risas y quizá alguna lágrima.
¡Gracias por leer!


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