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Una simple atracción por mikuuchan

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita, mis saludos, lamento un poco la demora, pero sufrí un pequeño accidente en mi mano izquierda con un cuchillo, si, soy un peligro en la cocina, estúpidamente me corté y me tuvieron que suturar por que fue algo profunda la herida, por eso no pude actualizar la semana paada como tenía previsto, aún no me sueltan los puntos, pero estoy sanando bien. 

Si se dieron cuenta por el título del cap, tiene mucha referencia, se conocerá un poco de Naori y los planes de su padre.

Las agraciadas facciones de Naori mostraban una resplandeciente sonrisa ante lo ocurrido en los ensayos de baile. Dar con el supuesto Omega del clan Uzumaki y ser éste el interés amoroso del pelinegro no podía tratarse simplemente de una absurda coincidencia.

La morena observó con detalle cada aspaviento que Naruto realizaba, la seguridad que hacía notar el rubio al desplazarse de forma sutil en el entarimado, acompañado por su gallarda presencia revoltosa, sacaba a relucir las mejores sonrisas de los profesores y el resto de Omegas reunidos en el salón de eventos. Naori supo inmediatamente que, si ese hermoso joven de tez trigueña y ojos expresivos es la pareja destinada de su amado Alfa, tendría que utilizar su influencia en el clan Uchiha para atraer a Sasuke.

La fémina de largos cabellos oscuros siempre se ha caracterizado por su orgullosa forma de ser, es poseedora de una belleza cautivante para la distinguida estirpe que representa en la jerarquía. Además, se convirtió rápidamente en el deseo encarnado de un selecto número de Alfas, al heredar la habilidad especial de su clan, el Sharingan, poder que solo adquieren aquellos que demuestran tener la capacidad de dominarlo. Naori tiene cualidades atractivas que embelesan a los hombres, pero ha sido Sasuke quien se ha rehusado a caer en sus encantos, logrando despertar el deseo de la propia morena por tenerlo a su completa merced.

Uchiha Naori digna Omega de un reconocido linaje en la sociedad, espera alcanzar sus sueños de grandeza convirtiéndose en la esposa de un fuerte Alfa, aquel hombre que ha amado de pequeña a la actualidad, solo por él es capaz de olvidar sus principios y valores éticos para deshacerse de la competencia. Por tal razón, hallar el rastro de la persona especial del moreno es indispensable en los futuros planes de la joven, hija de uno de los Alfas con mayor influencia en el clan, Uchiha Kagami, principal interesado en abolir tal unión.

—Ruega al Dios de los cielos Uzumaki Naruto de no ser el Omega de Sasuke, porque si es lo contrario, me encargaré personalmente de que tu miserable existencia sea un calvario —fijando sus oscuros ojos en la figura traviesa del rubio, Naori detuvo su andar hacia la salida del amplio auditorio de ensayos, observando con atención a Naruto, quien correspondió el gesto de la fémina con cierto deje de curiosidad.

Naruto juró ver un destello rojizo en los ojos contrarios de la hermosa Omega, la penetrante mirada de la chica encontrándose con la suya le provocó un desagradable malestar de abatimiento, quizás por la intensidad con que la morena enfocó la vista en su presencia o el odio colosal que denotaba con rígidos gestos, junto el sorpresivo murmullo que brotó de los delgados labios de la desconocida joven con una frase que alteró en demasía al blondo.

El rubio trató de seguir los pasos de la misteriosa fémina, sin importar el debilitamiento que sufría su cuerpo al someterse a una dura jornada de horas de baile. Sin embargo, fue detenido por Hinata al sostenerle de caer estrepitosamente, producto del colapso repentino que le atacó con saña, ganando la atención de los encargados de auspiciar los ensayos.

—¡Naruto-kun! —el audible grito despavorido de Hinata alertó a los demás Omegas, haciéndoles saber lo ocurrido a los profesores, quienes se mostraron preocupados ante el inusual hecho. El numeró de personas aumentó drásticamente atendiendo al debilitado rubio que, yacía inerte en brazos de su amiga, susurrando frases ininteligibles que la morena logró entender al instante.

Hinata permitió que uno de los supervisores Beta encargados de la protección del recinto de Omegas en la institución, tomara en brazos a Naruto, seguido por el resto de profesores que no dudaron en socorrer al blondo, mientras otros miembros del colectivo trataban de calmar a las masas. Sin embargo, la pelinegra del clan Hyūga se apartó momentáneamente del tumulto de gente, dirigiendo sus pasos hacia la dirección donde se encontraba la joven de cabellos oscuros, anuente de cada acción prevista por los superiores.

—¡¿Qué le hiciste a Naruto-kun?! —la sonrisa cínica en las delicadas facciones de Naori molestó de sobremanera a Hinata. La Omega del clan Uchiha se limitó a observar con desdén a su interlocutora, mientras giraba su cuerpo con sutiliza para proseguir hacia su destino, ignorando por completo la presencia de la fémina.

—Posiblemente mi inofensivo actuar no pasó desapercibida por tu grandiosa visión heredada del clan Hyūga. Sin embargo, no pretendo perder el tiempo contigo, Hinata. Tengo una infinidad de actividades por hacer y departir de forma civilizada no es una prioridad que en este momento me apetece.

—Es bien sabido que el clan Uchiha posee habilidades impresionantes a lo que se refiere su visión, el Sharingan, por ejemplo. Se rumora que eres una de los pocos Omegas que heredó tal poder, convirtiéndote en un peligro para el resto.

Naori rio con sorna, girando sobre su eje para encarar a Hinata. Caminó aproximándose lo suficiente al cuerpo de la Omega, tomando un mechón del largo cabello oscuro para jalarlo con fuerza, provocándole un aullido de dolor a la chica de ojos claros.

—Me agradas y solo por esa razón te diré qué ocurrió para provocar tal alboroto, Hinata —Naori liberó el agarre, mirando fijamente el rostro colérico de la morena—. Tu estúpido amigo se metió con el Alfa equivocado, si eres consciente a lo que me refiero tienes una ligera idea de quién hablo. ¿No es así?

Guardando cierto recato, Naori prefirió abstenerse de emplear el Sharingan en la morena para evitar inconvenientes, sabía que una confrontación directa con una Omega de la familia principal del clan Hyūga, sería el detonante para iniciar un enfrentamiento entre los Uchiha y los herederos de Byakugan, acción que en tales instancias no auguraba nada prometedor en ambas clases nobles de la jerarquía.

La primogénita de Uchiha Kagami dio uso de su inteligencia, pensando en arrinconar a Hinata para que ésta hablara sin la necesidad de buscar por otros medios la verdad que corroborara sus sospechas. La fémina sopesó en decir frases inconclusas, terminando por capturar la atención de la pelinegra y la misma revelara información de manera inconsciente.

—No tengo la menor idea de quién hablas, Naori.

—Como bien dices, al ser una de los pocos Omegas en heredar el Sharingan, debo unirme en matrimonio con un miembro de la rama principal del clan, mandato aprobado por el propio régimen. El primer hijo de Fugaku-sama tiene pareja, el mismo no pertenece al linaje puro que nos distingue del resto de la nobleza. Sin embargo, el menor está sin vincular, convirtiéndolo en la esperanza de la familia y mi interés personal —entreviendo el rumbo de la conversación, Hinata entornó sus llamativos ojos en la figura grácil de Naori, mientras ésta embozaba una pequeña sonrisa de autosuficiencia.

Al ser la mejor amiga de Naruto, la morena del clan Hyūga conocía los pormenores que el rubio en su momento le confió. La relación que a lo largo de las semanas se dio espontáneamente con el Alfa, incluyendo el sorpresivo beso que éste le propinó, sin olvidar la inesperada reunión de ambas familias aceptando el vínculo.

Hinata percibió el aura de peligro que Naori emitía, su mirada fría carente de sensibilidad la delataba de tal manera que sus expresiones faciales ensombrecían cualquier rastro de incredulidad. La Omega del clan Hyūga adoptó una actitud seria, dejando en evidencia su malestar ante las palabras pronunciadas por la fémina. 

—Sigo sin comprender el punto al que quieres llegar…

—No hace falta que te hagas la desentendida conmigo, Hinata. Entiendes perfectamente de qué va el asunto. El rubio Omega del clan Uzumaki es la pareja de Sasuke-kun y por obvias razones, pienso impedir que su unión prevalezca para el sufrimiento de algunos y la osadía de otros.

Externando con seguridad las suposiciones que albergaba, Naori decidió arriesgarse con la mención de Naruto, quería ver alguna reacción que le indicara el mínimo indicio de sorpresa en la pelinegra, logrando en cuestión de segundos, observar un atisbo de extrañeza en los ojos claros de la fémina.

Hinata por su parte recuperó con rapidez el juicio, enfrentado la mirada fiera de la Omega del clan Uchiha. No pensaba dejarse amedrentar por las insinuaciones funestas de Naori.

—No hay nada que puedas hacer al respecto, si Naruto-kun y Sasuke-kun son una pareja destinada nadie puede intervenir en un vínculo de ley, su conexión siempre les llevará a encontrarse por el lazo que los une, independientemente que terceros deseen actuar en contra. 

—Sasuke-kun me pertenece desde el momento que fijé mi atención hacia él. El maldito rubio solo es una distracción para mi Alfa y como tal, terminará desapareciendo de su vida. —obtenida la información que deseaba confirmar, la morena dio por terminada la charla, sonriendo con prepotencia —. Por cierto, debo de darte mis agradecimientos por esclarecer mis dudas, Hinata.

—¿A qué te refieres?

—Para serte sincera, no tenía plena certeza de conocer en sí al Omega que le interesa a Sasuke-kun. Tú simplemente fuiste el medio que corroboró mis suposiciones.

—No te atrevas hacerle daño a mi amigo o sabrás de lo que soy capaz ­—Hinata se enfureció, tomando con fuerza las solapas del uniforme escolar de Naori para estrellarla sin ápice de remordimiento en la pared del corredor, mientras la morena siseó de dolor activando inconscientemente su Sharingan.

—¡¿Qué está sucediendo aquí jóvenes?! —la voz fuerte de uno de los Betas encargado de la vigilancia en el pabellón de Omegas, se pronunció con seriedad, haciendo que ambas chicas terminaran con la riña.

—No ocurre nada, simplemente diferimos en algunas pequeñeces sin importancia, superior. Discúlpenos por favor.

—Por esta ocasión dejaré pasar el incidente, pero si vuelvo a ver una rencilla entre ustedes haré el reporte de conducta inmediatamente. Ahora vuelvan a sus secciones —realizando una formal venia en muestra de respeto, ambas Omegas retomaron el camino hacia el auditorio, mirándose con desprecio.

—Adviértele al imbécil de Naruto que, si se atreve a cruzarse en mi camino no tendré ningún tipo de contemplaciones. Lo que hoy sucedió en los ensayos fue un mísero abrebocas de lo que le espera —siendo persuasiva en sus palabras, Naori fijó su atención en la Omega de ojos claros para transmitir con mayor amenaza su mensaje.

—Naruto-kun no le teme a nada y sabrá ponerte en tu lugar, Naori.

—Mi persona no se acobarda con frases absurdas y contestaciones groseras, prefiero encarar a mis enemigos de la peor forma, Hinata. Recuérdale a tu amigo mis palabras —desviándose de la dirección indicada por el Beta, Naori se retiró del colegio para hacerle saber a su padre la información conseguida.

 

 

Una vez Naori ingresó a los dominios del clan, la morena buscó a su padre en el santuario Nakano, lugar de reunión de los miembros para tratar asuntos de relevancia ligados a las decisiones del actual líder, Uchiha Fugaku.

La Omega encontró a su progenitor en la habitación principal junto a los demás consejeros del clan, haciendo énfasis en los futuros matrimonios que aprobarían para el bienestar de la estirpe que les distingue del resto de familias nobles en Konoha.

—¿Qué se te ofrece, Naori? —mostrando sus respetos a los miembros presentes, la morena saludó a las figuras del clan Uchiha, esperando una acción por parte de su padre—. Mi querida hija necesita de mi atención. Nos reuniéremos al anochecer para continuar con las conversaciones en pro de nuestros Omegas —abandonando el recinto, los consejeros dejaron a Kagami y a la fémina hablar con tranquilidad.

—No sé si sea conveniente hablar aquí, padre.

—Iremos a la casa, quiero presentarte a unos peculiares jóvenes dispuestos a acatar mis órdenes, Naori.

Con una sonrisa siniestra en sus facciones varoniles, el Alfa de cabellos cortos condujo a su hija a la salida del aposento en dirección a su hogar.

—Encontré al Omega del clan Uzumaki; de hecho, tuve un altercado con una de sus amigas, pero fue la persona indicada para corroborar nuestras sospechas, papá.

—No esperaba menos de ti, Naori.                             

—Su nombre es Uzumaki Naruto, Omega rubio de ojos azules, tez trigueña y aunque me pese decirlo, es un prospecto atrayente para muchos Alfas.

—¡Qué interesante, cariño! Te comento que me di la tarea de mover mis hilos con los Betas encargados de la seguridad de Fugaku, me hablaron de la reunión secreta que se llevó a cabo hace algunos días con los miembros del clan Uzumaki, Namikaze y Senju, respectivamente. Cita que nuestro respetado líder no informó a los consejeros Uchiha. Sin embargo, al persuadirlos con el Sharingan, éstos me dieron material suficiente para conocer pormenores de lo que ocurrió en dicha cena.

—Es decir que Fugaku-sama aprueba la relación entre el Omega del clan Uzumaki y Sasuke-kun.

—Podemos asumir que es cierto, pero hay algo que es importante mencionar, Naori —levantándose del asiento de su ostentoso despacho, Kagami se acercó a su hija para que ésta le mirara con fijeza—. Recuerdas porqué se nos hizo bastante difícil averiguar el rastro de ese Omega —la morena negó con la cabeza, esperando una respuesta del Alfa.

—Los Namikaze protegen fervientemente a los Omegas del clan Uzumaki por un tratado que desde generaciones pasadas se concretó. En el acuerdo mencionado, las crías que nacen dentro del matrimonio de estas poderosas alianzas, conservan solo el apellido de la madre si son Omegas. Una forma de mantener el linaje de los miembros Uzumaki y la soberanía absoluta de los Namikaze en la sociedad.

—No comprendo, si realmente los Namikaze quisieran proteger a las crías Omegas de los Uzumaki, deberían darles su apellido al ser éstos portadores de su estirpe.

—Tienes toda la razón, pero ahí está el detalle del asunto. Según rumores de pobladores, los Omegas del clan Uzumaki son descendientes cercanos del Sabio de los Seis Caminos, específicamente de su hijo Asura, llegando a ser venerados por ciertos extractos de la jerarquía. Los Namikaze muestran respeto de la tradición acatando el mandato establecido para despiste general y conservación del linaje Uzumaki.

—Los Uzumaki se caracterizan por tener una tasa amplia de Omegas, mientras que los Namikaze poseen entre sus filas un número impresionante de Alfas y Betas poderosos. La cuestión se basa en el significado de protección.

—En síntesis, los Namikaze sirven a los Uzumaki por creencias mitológicas, no por poderío político como se piensa.

—Ahora entiendo todo. Los Namikaze se han encargado de hacernos caer en trampas para proteger la información que salvaguarda a los Omegas del clan Uzumaki, entre ellos Naruto. —Kagami asintió orgulloso por la deducción de Naori.

—Al conocer el interés de Sasuke por un Omega del clan Uzumaki, supe que no sería sencillo dar con su paradero, inclusive pensé en renunciar por los ingeniosos engaños de los Namikaze, pero afortunadamente obtuve cierta información en los registros históricos del régimen. Lo demás fue cuestión de manipulación por obra mía.

—¿Qué haremos ahora, papá?

—Con la ayuda de ciertas personas que cayeron bajo los efectos del Sharingan, pude obtener copias de los miembros oficiales del clan Uzumaki, entre ellos Naruto —tomando del escritorio los papeles que Kagami hacía referencia. Abrió un folder con datos del rubio Omega entregándoselo a Naori.

—¡Ese es el infeliz rubio, padre! —señalando con rabia la foto impresa de Naruto, la morena arrugó con molestia las hojas que sostenía.

—Es una preciosura de Omega, no descarto la posibilidad de convertirlo en tu futura madrastra —riéndose ante su propio comentario mordaz, el atractivo Alfa tomó la imagen de Naruto, mirándolo con cierto interés.

—¡No pienso permitirlo! —bramó colérica Naori, mientras el pelinegro Alfa reía divertido ante la peculiar reacción.

—¡Qué posesiva eres, cariño! Eres igual de impulsiva que tu difunta madre. Sin embargo, dejaremos las bromas de lado para enfocarnos en el eje principal que nos concierne —volviendo a tomar asiento, Kagami se ubicó al frente de su hija entrelazando sus masculinas manos en un gesto sereno.

—Hay que actuar a la brevedad, si es posible ahora mismo, padre.

—No será de ese modo, Naori. Tomar cartas en el asunto días antes que se lleve a cabo la festividad, nos delataría estúpidamente. Fugaku sospecharía en mi persona por la sencilla razón de oponerme a sus decisiones de emparentar con otros miembros ajenos al clan Uchiha, inclusive si yo estuviese en su lugar, lo analizaría con la misma lógica.

—¿Piensas planear un secuestro, papá? —intentando comprender las ideas de su padre, la fémina preguntó lo primero que le vino a la mente, ganándose la severa mirada del Alfa.

—Es la pregunta más estúpida que has hecho, Naori. Por supuesto que no. Privar de su libertad al Omega del clan Uzumaki a vísperas del convivio, sería ponernos en la mira de Fugaku y sus hijos. La treta de todo es confabular un plan el mismo día que se realice el festejo. Es bien sabido que hay un minúsculo número de Alfas y Betas renegados que logran violar la seguridad para infiltrarse en el recinto, queriendo hacerse con ciertos Omegas. Nosotros simplemente patrocinaremos tal acto sin ser notados en el proceso.

Con una enorme sonrisa plasmada en sus delgados labios, Kagami se levantó con parsimonia de la cómoda silla. Abrió la puerta de la estancia, dejando a la vista de su hija a cuatro curiosas personas con vestimentas extrañas.

—¿Quiénes son estas personas, papá?                     

—Te presento a Sakon, su hermano gemelo Ukon, el formidable Jirōbō, por último y no menos importante el misterioso Tayuya, conocidos entre la mayoría como "Los Cuatro del Sonido” provenientes del País de los Campos de Arroz. Éstos amables Alfas y Betas se encargarán de cumplir con nuestro plan al pie de la letra, Naori.

—Un placer conocerlos —sorprendida por la presencia desagradable de los singulares tipos, la Omega saludó con amabilidad, siendo correspondida al instante por los mismos.

—Un Omega manchando antes de ser emparejado con un Alfa, es una falta grave en las normas que dicta el régimen. Por ende, nos apegaremos a los mandatos estipulados por nuestros nobles superiores. Lo que quiero decir es sencillo, convertiremos al Omega del clan Uzumaki en la burla de la jerarquía al ser brutalmente ultrajado por éstos valerosos hombres —la sonrisa grotesca de los presentes contagió a Naori, entendiendo el punto que su padre quería llegar.

—Ahora comprendo todo, papá. La violación es un pecado que la jerarquía atribuye únicamente a los Omegas, piensan que son incitadores en el descontrol de Alfas y Betas.

—El círculo jerárquico jamás consentiría que un Alfa digno de la estirpe Uchiha se emparejara con un Omega ruinmente sucio, aunque fuese el propio Sasuke quien tomara el rol de salvador personal del involucrado. El posible futuro líder del clan jamás podrá tener un lazo con Naruto si éste es señalado por el Alto Mando del País del Fuego, acción que sucederá por obra de estos generosos caballeros.

—El régimen es capaz de exiliar a un Omega si llegan a determinar el porqué del comportamiento violento del Alfa o Beta, el ganador siempre será el victimario pese a lo nauseabundo del asunto.

—Sasuke no debió poner sus ojos en un Omega fuera del clan Uchiha, por desgracia el será el responsable de este bochornoso acto, siendo tú mi querida hija, la amable Omega que se encargará de acompañarlo en su dolor 

—Así será, padre...

Segura de sus palabras, Naori sonrió victoriosa ante los planes previstos de Kagami, esperando ansiosa el día que se realice la anhela ceremonia para cientos de jóvenes, entre ellos el propio Naruto.

Notas finales:

Si se dieron cuenta se revelaron algunos importantes detalles, recuerden que a los Omegas lo ven de forman despectiva en el régimen, dígamos que si a un Omega lo violan le hechan la culpa a él o ella por ser un provocador, por decirlo de alguna manera, es igual como ocurrió o ocurre en nuestra sociedad, algunas veces desgraciadamente aún existe cierto pensamiento machista y cuando sucede una violación aquellas personas que tienen pensamientos retrogadas hacen una mención estúpida como diciendo "ella se lo buscó" o cosas así, pero recuerden que aquí en este fic manejo temas políticos, denigración hacia una clase en especial, los Omegas y de alguna manera todo se está tejiendo.

Kagami y Naori son unos de los villanos principales, ambos son astutos y son un peligro porque los dos poseen el Sharingan, si algunos no lo saben, entre las habilidades del Sharingan es hipnotizar a la gente, eso hizo Kagami para obtener información.

Incluí a los Cuatro del Sonido como victimarios, Sakon y Ukon son una misma entidad, pero aquí serán gemelos y Tayuya será hombre para hacer referencia a 2 Alfas y 2 Betas.

El próximo capítulo será el convivio, demorará un poquito en salir porque necesito investigar cosillas de cultura general japonés para armar todo, pero ya tengo escrito una página en Word.

Comentarios, opiniones siempre son bien recibidas y contesto gustosamente.

Nos estamos leyendo. 


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