Cuando por fin se separaron, Tatsuya estaba completamente sonrojado Nijimura sonrió ante eso, para después voltear a ver al par de chicas y dedicarles una mirada asesina que a todas luces decía “aléjense”, el par trago en seco, parpadeo y se alejo lo más rápido posible. Himuro no perdió detalle de aquello y no pudo evitar reír suavemente, aquella persona era increíble. El otro al escuchar el alegre sonido regresó su atención al chico que tenía enfrente
-¿Qué es tan gracioso?
-tu
-¡¡¡aaahh!!! ¿De qué hablas?
-creo que fue lindo lo que acabas de hacer –Nijimura se enderezo, parpadeo, frunció los labios y llevo una de sus manos a su cabello
-bueno… ellas te hicieron sentir mal, además de que llevan rato fastidiando
-¿te diste cuenta?
-claro que me di cuenta, hasta el lento de Kagami lo hubiera notado –Himuro soltó un suspiro
-supongo que todo este tiempo he sido un asco de actor
-mmm no quiero poner sal en la herida pero si, eres pésimo actor hahaha pero dejando eso de lado ¿Qué haces aquí? Dijiste que tenías clases hasta la próxima semana
-¡ooh cierto!, pues resulta que me apure a entregar trabajos y pude venir una semana antes.
-y ¿cómo supiste del partido? Creo que estoy empezando a sentirme menos culpa por haberte stalkeado, me espiaste ¿cierto?
-hahahaha claro que no, Kuroko me dijo
-¡¡¿¿aaahhh Kuroko??!! Ese enano otra vez, empieza a darme un poco de miedo y ¿el cómo se supone que supo? –Himuro levanto los hombros y negó con la cabeza
-ni idea
-bueno, ya no importa, me da gusto que vinieras. Me imagino que no tienes toque de queda y podemos dar una vuelta, aprovechando que estas aquí
Nijimura sabía exactamente a donde llevarlo. Por suerte no quedaba tan lejos de donde se encontraban. Empezaron a caminar uno al lado del otro y antes de darse cuenta Nijimura lo había tomado de la mano. Himuro se volvió a sonrojar pero apretó ligeramente la mano contraria, parecía que su mano se había a moldado a la del mayor.
Se detuvieron en lo que parecían los jardines de un templo, el lugar estaba fresco y bastante tranquilo. Había farolas encendidas que indicaban un camino que bordeaba un pequeño río. Shuuzo lo guió por ese camino, las luciérnagas también se asomaban y le daban un aire místico a todo el lugar, el camino terminaba en un pequeño kiosco. Nijimura por fin soltó su mano y respiro profundo, sin embargo el que rompió el silencio fue Himuro.
-este sitio es hermoso ¿Qué es? Parece un templo pero no estoy seguro…
-pues era un templo. Lo fue hace mucho tiempo pero la familia que lo llevaba se fue y el lugar se quedo solo. El gobierno decidió convertirlo en un pequeño parque, es bastante tranquilo gracias a que muchos creen que sigue siendo un templo, yo, por ejemplo cuando lo encontré creí que lo era
-no pareces el tipo de persona que asista a templos, si me permites decirlo
-y no lo soy pero en ese entonces yo… no era precisamente la misma persona que soy ahora –Tatsuya se sentó en los escalones de piedra
-cuéntame –Nijimura dejo escapar un suspiro y se sentó junto a él mientras contemplaban como el agua fluía y las luciérnagas se reflejaban en el agua
-cuando me contaste por lo que estabas pasando, yo sabía de lo que estabas hablando… tal vez no eran las misma circunstancias pero tenían algo en común, ambos dejamos de jugar basket sin que fuera nuestra primera intensión. Por lo menos en mi caso si había sido mi decisión pero tenía que ver con las circunstancias que me rodeaban… mi padre estaba enfermo y yo no sabía cómo manejarlo. Sumado a eso, era el capitán y tenía a mi cargo no solo a uno sino a cuatro mounstros. Esa era una tarea titánica que requería de todos mis sentido y por desgracia no estaba a la altura. Al igual que tu no quería y no podía quedar por debajo de las expectativas que pesaban sobre mí. Y con la situación de mi padre encontré una forma de hacerme a un lado sin sentirme del todo derrotado… pero me equivoque, tenía demasiado tiempo libre y mi cabeza no dejaba de regresar a los mismos pensamientos de sentirme frustrado y avergonzado por creer que era un perdedor. Una tarde mi padre tuvo una crisis bastante fea y sentí que todo se venía abajo… deje el hospital e intente anclarme a aquello que era más grande que yo, así fue como encontré este sitio, en un primer momento me sentí decepcionado y tenía la intensión de irme pero de algún modo este sitio me trasmitía calma, por eso cuando dijiste que vendrías, pensé que este sería el primer lugar que te mostraría
-es un buen sitio, parece tan ajeno al mundo
-lo sé, por eso cada vez que me sentía agobiado venia a este lugar. Por suerte después de aquel ataque mi padre empezó a mejorar y entonces yo tenía que pensar que haría partir de ese momento. Aun me sentía molesto y era una completa tortura extrañar lo que más amas en el mundo y aun así sentir que no puedes volver. Era como ver a través de un cristal, demasiado cerca pero lo suficientemente lejos. Estaba en este mismo lugar cuando llego la respuesta, mi madre me llamo diciendo que tenía que regresar a casa, que algo había pasado. Yo temí lo peor y corrí desesperado a casa. El alma casi se me cae al piso cuando vi que ya había salido mi padre del hospital y que toda la urgencia tenía que ver con cinco cartas que habían llegado esa misma mañana.
-¿cartas?
-sí, cinco universidades querían reclutarme para que jugara basket. Cuando termine de leer cada una, no pude evitar ponerme a llorar, era como si todo estuviera acomodándose. Habían sido meses muy duros pero al final todo parecía mejorar. Por eso puedo comprender lo que sientes y se lo duro que debe estar siendo pero te recuperaras y yo estaré ahí para verte volver a la cancha –Tatsuya no podía dejar de ver a aquella persona, que no dejaba que nadie viera a través de él y que en ese momento le estaba entregando sus sentimientos. Su corazón latía demasiado rápido y las mariposas en su estomago solo podían significar una cosa, estaba muy enamorado de Nijimura
-¿lo prometes?
-por supuesto
Entrelazo sus largos dedos con los de Tatsuya y llevo su mano hasta su boca donde deposito un beso para después acercarse aun mas y pasar su otra mano por el pelo del menor y terminar acariciando su mejilla mientras se besaban, sin temor a ser descubiertos. Era un beso más profundo y cargado de sentimientos, a los cuales ninguno de los dos eran capaces de poner en palabras. Tatsuya entendió en ese momento que no necesitaba el titulo o que siquiera le pidiera ser su novio mientas estuviera a su lado y fueran capaces de estar así de cerca para él era suficiente. Se tuvieron que separar no tanto porque quisieran sino porque la falta de aire se los exigía, se miraron a los ojos y ambos sonrieron
-después de todo el desbarajuste que había sido mi vida, aun me hacía falta responder a una pregunta. Y la respuesta paso a mi lado por casualidad durante un juego de basket…