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Colors Spell por AleChun

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Notas del capitulo:

Hola :DD si, lo se; ha pasado tiempo. Bien antes que nada me disculpo como siempre; en realidad habia dejado un pequeño anuncio en mi perfil explicando mi inactividad, a las personitas que no lo leyeron les explico; estuve  mal de salud y tuvieron que operarme, pero ya estoy un poco mejor asi que espero volver a actualizar con un poco mas de frecuencia. Bien, no me quiero extender, les dejo el capitulo. Espero que les agrade, la verdad no se como me haya salido pero espero que al menos este un poco decente. Muchas gracias por leer. :DD

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—Entonces—alzo la vista y le miro directamente a los ojos. Sin miedo, sin rencor, sin nada que ocultar verdaderamente. Solo con un pequeño objetivo. Solo uno autentico y preciso y tan tan tan cansado — Akashicchi sigue creyendo en su propia verdad—pronuncio en un tono desganado, pero, sin dejar de reconocer aquello. Desvió la mirada unos breves segundos y sonrió débilmente. Mostro esa sonrisa llena de dolor y angustia.

 

— ¿Crees que eres mejor que yo, Ryouta?—con los brazos cruzados y la mirada fija. Seijuuro  se mantuvo en su posición llena de seguridad. Él era la verdad, él no se equivocaba. Y por eso, creía firmemente que  no había sentido alguno  en aquella patética reunión. —Te daré una respuesta inteligente— coloco ambas manos sobre el cristal de la mesa y se mantuvo unos instantes en silencio; meditando, juntando sus pensamientos acertados, creando la pequeña trampa condenatoria para Kise y cuando creyó tener las palabras adecuados,  levanto una de sus manos — Solo necesito cinco razones para demostrarte lo equivocado que estas…

 

—Akashicchi—no soportaba eso, no soportaba la manera en que Seijuuro intentaba mostrarle su verdadero ser. El rubio se levantó de su lugar  con un pequeño temblor instalado en su cuerpo y apretó los puños—Solo quiero que detengas todas tus acciones. Deja tranquilo a Kagamicchi y también a esa persona— culmino lo último temeroso, sintiendo su voz desaparecer.

 

Abandono. Abandono total.  Furia. Dolor.

 

El sonido de la taza de te cayendo contra el frio piso, lleno totalmente los oídos de Ryouta. Akashi poseía nuevamente esa mirada llena de intranquilidad, impaciencia, frialdad total. Era capaz de perder sus minutos de tranquilidad solo por la pequeña insinuación de la presencia de Kouki—No entiendo de que estas hablando  Ryouta. Desconozco totalmente mis supuestas acciones contra Taiga.

 

Kise apretó los labios angustiado, todo era demasiado pero aun así estaba ahí para intentar arreglar cierta parte de sus propios errores. Con fuerza renovada, respiro profundamente y volvió a sentarse—No es solo Kagamicchi, también es esa persona. Lo conozco porque vive en la misma casa que Kagamicchi y Takaocchi. El punto es que debes dejar de atormentarlos, Akashicchi. Kagamicchi me lo dijo, que tú… no has parado contra tu venganza—Y la verdad era tan dolorosa. Por qué el mismo comprobó la inocencia de Kouki. —Te lo pido por favor, detente.

 

Kuroko estaba vivo, de eso no había duda; eso era más que suficiente para creer en Furihata.

 

Sin embargo.

 

¿Qué tipo de sentimientos estaban enterrados en el corazón de Seijuuro, en ese mar de confusión?

 

Ryouta no tenía idea.

 

—Eso es algo que sin duda no hare; Kouki es asunto mío y de nadie más. Respecto a Taiga, no he movido un solo dedo contra él, así que eso basta y sobra para mantener tu tranquilidad. — Se levantó de su lugar cogiendo su abrigo— Como tú lo has dicho solo tengo un objetivo ahora.

 

—Akashicchi…

 

—Furihata Kouki es algo que me ha costado mantener con vida, han sido seis años los cuales he invertido en él. — era cierto, muy cierto; todo ese tiempo había cambiado ciertos puntos de su perspectiva, de sus emociones.

 

Kise abrió los ojos sorprendido— ¿En qué momento incluiste a Furihatacchi en este círculo? —Negó con la cabeza— Él no tiene nada que ver con lo que esta pasando.

 

Esas palabras resonaron por unos momentos en la cabeza de Akashi. “Que Kouki no tenía nada que ver”  Que ironía, en realidad; era como si el mismo Furihata se hubiese incluido a sí mismo en esa cadena de sucesos. Como si él hubiese querido ser participe. Por eso Seijuuro no podía soltarlo, dejarlo huir tan fácilmente. No así, no de esa manera, no de esa  forma, no cuando ya habían tantos lazos entre ambos. Estaba siendo cruel, si, lo entendía. “Pero aun así lo mantendré aquí, a mi lado” concluyo, esta era su decisión culminante. —No voy a dejar a Kouki nunca. —respondió  el, sin duda. Con una respuesta clara y concisa.

 

 Y solo con eso basto, con esas simples palabras, Kise lo entendió. Seijuuro no era el mismo de antes. No sabía con exactitud si era un cambio para bien o para mal, pero ahí estaba, con ese pequeño giro en sus pensamientos.

 

 

 

-w-

 

 

 

Se sentó en el frio piso de madera, movió las manos en forma circular y suspiro. Era extraño estar de ese modo, por supuesto lo era; sin embargo se mantenía así para no romper aquella atmosfera. Pasaron unos breves minutos y cuando sintió que su poca paciencia culmino, levanto la vista y susurro—Hey—entonces por fin obtuvo lo que quería. Atención.

 

Kise giro el rostro brevemente y alzo una ceja en respuesta.

 

Aomine relajo los hombros. —Has estado mirando hacia la ventana durante media hora—explico con un tono de desgano aparentando su verdadero interés. Realmente había pequeños momentos en los que Ryouta se encontraba sumergido en una nube, en sus pensamientos alejados de la realidad; y esos lapsos de tiempo eran los que más confundían a Aomine; sobre todo porque tenía que estar a su lado las veinte jodidas horas del día e incluso a veces las veinticuatro.—¿Qué es tan interesante?

 

—Nada—el rubio movió la cabeza de un lado a otro—Lo siento Aominecchi—sonrió—hay algunos asuntos que me hacen pensar hasta este punto. Moo creo que moriré de estrés—se alejó de la ventana y dio unos cuantos pasos por la sala de su departamento mientras que Daiki le observaba desde una esquina. —Me gustaría solucionar todos los problemas que he causado. —se detuvo un momento y levanto los brazos hacia arriba dándose un estirón, sus músculos se encontraban demasiado contraídos. —Soy una persona terrible.

 

La sola idea de una persona terrible no pegaba con Kise, no, en absoluto. Aomine lo creía así verdaderamente, se rasco la cabeza y se levantó de su lugar. —Bueno no sé cuáles son los problemas que te rodean pero en algo si estoy de acuerdo—asintió—Es increíble que estés pensando—pronuncio en son de burla, con toda la intención de acabar con toda la tensión que Ryouta tenía encima.

 

Kise frunció el ceño e inflo las mejillas—Sabes Aominecchi en la última encuesta de una revista Salí en el top 10 de los modelos más inteligentes y atractivos del medio. No me subestimes—saco la lengua.

 

Si claro, muy inteligente” pensó, bueno el punto no era sacar de quicio a Ryouta, no por ahora. Lo que Daiki si deseaba conseguir era que dejase de pensar; porque siendo sinceros en cualquier maldito momento saldría humo de la cabeza rubia de Kise y él no quería ser testigo de ese suicidio voluntario. —De cualquier forma, ¿no crees que mantenerte encerrado en este lugar ocasionara que de verdad te falte el aire en la cabeza?

 

—Aominecchi en serio tu…—suspiro, siempre salía perdiendo con Aomine, su guardián era como un niño pequeño malcriado. — ¿Qué propones entonces?—pregunto derrotado.

 

—Dame el día libre.

 

—No.

 

Bien, no había funcionado. Se miraron durante unos breves instantes hasta que Daiki suspiro.

 

— Esta bien,  ¿qué es lo que sueles hacer en estos momentos?— pregunto. Kise le devolvió la mirada y se mantuvo dubitativo durante unos breves minutos, no había nada que realmente hiciese. Solo ejercicio, ejercicio sin parar; sin embargo, no veía agradable la idea de comenzar a hacer abdominales  y bicicletas hasta caer muerto. De pronto una idea brillante lo ilumino como faro en la oscuridad—Aominecchi.

 

—….

 

— ¿Bailamos?—bien, era tonto; y en realidad el acto en si se salía de serie ya que ambos eran hombres. Pero, no había otra magnífica idea que se le cruzase por la cabeza.  Jugar básquet era imposible debido al clima.

 

— ¿Ah?—Aomine negó con la cabeza—Claro que no,  tengo dos pies izquierdos; no se bailar en absoluto y tampoco quiero aprender. No lo hare. Me niego. Jamás. Nunca. Nunca. Nunca.

 

Para cuando pronuncio nuevamente la palabra nunca; Aomine ya se encontraba dando pasos torpes con Kise a su lado y con una extraña canción que jamás en su vida había oído. Dios, todo era tan ridículo y sobre esforzado que creía que en cualquier momento ambos caerían.

 

—No es tan difícil—Kise sonrió a su lado— ¿Ves? Es como si solo estuvieses recorriendo un cuadrado imaginario. Además esta canción es muy popular ahora, puedes bailarla con Sakuraicchi en otro momento. —continuaron dando vueltas unos minutos más.

 

—Es cursi.

 

— Un poco, a las chicas les encanta

 

—Y a ti también—Los pasos se detuvieron y volvieron a mirarse fijo durante unos instantes.  Kise sonrió y alzo los hombros despreocupado.

 

—Sí, para que negarlo—volvieron a retomar el ritmo—esto puede ser tonto pero siempre quise bailar esta canción con una persona.

 

Aomine se mantuvo en silencio, escuchando calmadamente aquello.

 

—Quería compartir esto con una persona especial; sin embargo, jamás tuve oportunidad y— entrecerró los ojos— posiblemente jamás lo haga—culmino con resignación. Estaba bien, Ryouta lo aceptaba, sus culpas, sus errores, cada ilusión rota era bien acomodada en su corazón. Porque jamás tuvo la intención de hacerse el desentendido, solo estaba ahí, en medio de tanto dolor persistiendo como nunca antes y deseando dejar atrás el amor que tenía hacia Kagami.

 

La música termino y Aomine dio un paso hacia atrás—Está bien que no lo hagas, de todas maneras ya está hecho y no se solucionara. Déjalo ir.

 

Silencio.

 

Solo eso, no había nada más. Era cierto, a pesar de que Aomine no tenía conocimiento del problema en sí; tenía tanta razón y Kise lo sabía. Tenía que dejarlo ir.

 

“Abre esa pequeña puerta para mi”

 

 

 

-w-

 

 

 

Cuando aquellos documentos descendieron frente suyo, Kuroko  alzo la vista y miro con duda a Murasakibara. “Un regalo” eso es lo que le había dicho, a pesar de que Tetsuya siempre se había caracterizado por mantenerse tranquilo no podía evitar sentir interés en aquellos papeles.

 

— ¿De qué se trata todo esto, Murasakibara kun?—pregunto con la curiosidad brotando como un pequeño calor en su estómago. Eran muchas las dudas que lo embargaban indiscutiblemente.

 

—Kuro chin nunca ha recibido un regalo de mi parte. — Atsushi se sentó frente a él y giro la cabeza— creo que esto te ayudara un poco. —susurro bajito, muy bajito; intentando que nadie escuchase aquello.

 

Kuroko simplemente cogió el montón de papeles y el acomodo rápidamente, no quería tomar en serio las palabras de Murasakibara, después de todo,  él siempre se tomaba todo como un juego; y creía nuevamente que todo se trataba de una sorpresa, de una trampa infantil. Sin embargo a medida que leía aquellos papeles, sus ojos se abrieron desmesuradamente y para cuando volvió a levantar la vista, los papeles cayeron sobre el piso.

 

Era demasiado.

 

—Esto—recogió los documentos y los levanto a la vista de Murasakibara— ¿Esto es cierto?

 

—Lo es—asintió el peli morado—Acabo de descubrirlo y creí que te serviría Kuro chin, tal vez me equivoque pero te ayudara mucho.

 

—En que momento…—negó con la cabeza— ¿Akashi kun tiene un hijo?

 

Silencio. Confusión. Y secretos… más secretos.

 

—En realidad—lanzo un bostezo— Aka chin no lo sabe…

 

 

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Notas finales:

Bien, aqui termina; creo que no se xD ojala este bien el capitulo. Nos vemos pronto :'D  


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