─ ¿Crees que eso funcione? ─preguntó Malik con algo de duda en su tez, tomando de su helado.
─Por supuesto Malik ─afirmó Ryou ─son así de raros, que cuando estas con ellos ni caso que te hacen pero ignóralo y dale mucha atención a alguien más para que veas que enseguida están encima de ti ─le dijo con una sonrisa, llevándose una rebanada de tarta a la boca ─wow, sí que son deliciosas.
─Ryou tiene razón ─apoyó Duke, llevándose una cucharada de helado a la boca ─es raro pero así les funciona la cabezota ─dijo con una sonrisa burlona, mirando disimuladamente a la otra mesa, a Tristán.
Luego de salir del yacusi se dirigieron a la cafetería por unos postres que hacían famoso aquel parque acuático, principalmente las copas de helado y las tartas cubiertas de crema. Yugi, Ryou, Malik, Joey y Duke se habían sentado en una mesa mientras que en la otra estaban Seto, Yami, Bakura, Marik, Tristán y Valon.
Los menores conversaban en voz moderara para que los demás no alcanzaran a oír nada. Malik se había quejado de ‘la poca atención’ que Marik le estaba dando ese día -claramente molesto por las evasivas de la mañana- y sus amigos le estaban aconsejando.
─Toma como ejemplo a nuestro buen Joey ─dijo Duke, pasándole un brazo por el cuello al rubio, sentado a su derecha ─cuando Valon-kun logra obtener algo de su atención, entonces Seto-kun se enardece y trata de separarlos o se pone a discutir con él para tener su atención y así es que se la pasa retándose con Valon por el afecto de Joey ─concluyó con una sonrisa.
─No digas estupideces Duke ─rebatió sonrojado Joey, sacándose el brazo del oji-verde de encima ─eso no es cierto, es solo que Seto es un gato amargado que siempre está dispuesto a discutir con quien sea con tal de arruinarle el día ─dijo ladeando el rostro y ocultando su mirada tras su flequillo.
─Si como no, a otro perro con ese hueso Wheeler ─le regresó Duke.
─Joey, tienes que admitir que le interesas a Seto-kun más que como un amigo ─declaró Yugi con su dulce voz y una sonrisa inocente.
─No tú también, Yug ─se quejó el rubio sonrojado.
─Joey es que es obvio para todos menos para ti ─le dijo Ryou.
El rubio jugó con el popote de su helado, rodándolo entre sus dedos índice y pulgar antes de acercar su boca ─realmente no lo sé ─dijo ahora sincero y dudoso ─a veces pienso que va a decirme algo o que hará algo especial y luego… solo hay peleas, gritos y discusiones y pienso si en realidad podríamos tener… algo.
Todos tuvieron que admitir que el rubio tenía un punto a su favor.
─Joey, tu sabes cómo es Seto-kun, no sabe cómo expresar realmente sus sentimientos puesto que la única persona con la que realmente se desenvuelve es su hermano Mokuba ─habló Yugi ─incluso entre Tristán, Valon y nuestros hermanos que son sus amigos es una persona seria y reservada pero cuando está contigo es notorio para todos que no le cuesta expresarse, contigo su personalidad fluye ¿no te das cuenta de lo que logras en él? ─le sonrió con dulzura.
Todos lo miraron sorprendido, a pesar de ser el menor Yugi parecía tener una madurez y una capacidad de empatizar con las emociones y sentimientos de las personas a su alrededor muy grande y sorprendente. Ryou y Malik estuvieron de acuerdo con él.
Joey se quedó perdido en sus pensamientos mientras comía su helado.
Yugi pareció quedarse satisfecho con lo que había dicho y siguió comiendo feliz su propio postre.
-o-
─ ¿Ese era su problema desde el principio? ─ preguntó Ryou, mirando a Malik por el espejo mientras se arreglaba un poco el cabello ─ ¿crees que Marik te ve como a un niño pequeño por qué no quiere llegar más allá contigo? ─preguntó incrédulo, acomodándose la chamarra impermeable azul.
─Pues… algo así ─confesó apenado el peli-cenizo.
─Oh pero mi querido Malik, eso tiene solución ─respondió Duke, quien se recogía el cabello en su coleta para ponerse una chamarra como la de Ryou pero roja.
─Por supuesto, esto amerita uno de nuestros planes súper épicos ─se sumó Joey, llevando una chamarra verde.
─ ¿Tienes ya una idea? ─preguntó Yugi con una sonrisa de lado, llevando una chamarra violeta. Yugi podía parecer un angelito pero cuando los cinco estaban juntos en plan acción… no había Dios que se los aguantara.
─Sí ─el rubio sonrió maliciosamente ─esto es lo que vamos a hacer chicos ─estiró sus brazos para acercarlos a todos.
-o-
Malik se revolvió incomodo en su lugar mientras Marik trataba de abrir la puerta del cuarto de sauna donde estaban, la puerta estaba atrancada y ellos se habían quedado encerrados. Claramente no había forma de comunicarse con los demás pues no se podía entrar con teléfonos al lugar.
─Cálmate por favor Marik ─trato de tranquilizarlo, los chicos se darán cuenta y llamarán a alguien de servicio para que venga a encargarse.
─Sí… supongo que tienes razón, no hay nada que hacer ─Marik fue a sentarse en una de las bancas del lugar, algo apartado de su hermano menor.
Malik subió sus piernas, abrazándolas para recostar su rostro en ellas. Se supone que habían hecho todo esto para darle una oportunidad a él con su hermano de estar a solas y convencerlo de aquello, pero Marik parecía aún más evasivo con él.
Por su parte el mayor esta exasperado, estaban encerrados, en un cuarto caliente -afortunadamente no demasiado- a espera de que sus amigos los sacaran, y estaba solo con Malik ¡Y le estaba costando lo indecible no controlarse! A cada maldito momento que pasaban allí se le hacía más y más difícil no saltar sobre él y hacerlo suyo salvajemente. Su piel quemaba igual que su interior, sentía como si una bestia dentro de él le rugiera que no fuera estúpido y se dejara llevar, que Malik era suyo y podía tomarlo, que él también quería.
Agitó la cabeza ¡No, esos pensamientos no estaban bien!
Un ligero sollozo se escuchó, Marik miró a su hermano, notando que estaba hecho bolita y se abofeteó mentalmente. Malik podría intentar calmarlo pero seguramente también estaba preocupado.
─Malik lo siento –el menor se giró a verlo ─debes estar asustado, discúlpame por perder el control así, seguramente solo logré alterarte ─le dijo con un suspiro.
Malik negó con la cabeza ─está bien, no te preocupes por eso ─le sonrió de manera forzada ─ne Marik… ¿po-podrías abrazarme? ─pidió con un hilo de voz.
Marik maldijo para sus adentros, tocarlo era lo que menos necesitaba ahora ─ ¿no crees que ya hace suficiente calor? ─trató de bromear.
Malik agitó la cabeza ─no me importa… por favor,, qui-quiero tenerte cerca ─dijo con su dulce vocecita temblando, acurrucándose más en su posición.
Marik comprendió que su hermano debía estar más angustiado de lo que admitía en voz alta y se regañó para sus adentros ¡No era momento de pensar como un jodido depravado, era momento de actuar como el hermano mayor que Malik necesitaba!
Con un profundo suspiro se acercó al menor, rodeándolo lentamente con sus brazos. Malik de inmediato perdió la postura, acurrucándose en él, sin importarle lo húmedos que estuvieran sus cuerpos.
Se quedó unos momentos allí, reflexionando cual debía ser su siguiente acción mientras recordaba cómo habían terminado allí.
Flash Back -de hace unos minutos.
─Lo siento pero no está permitido que ingresen a esta parte del sauna ─decía una joven chica que estaba de secretaria en la parte del sauna.
Los chicos se había dirigido todos juntos al sauna, mientras los mayores se encargaban de eso, los menores estaban poniendo en acción el plan de Joey.
Duke le sonrió a la chica de forma coqueta y galante, ella se notaba que era nueva en su trabajo y se puso nerviosa en presencia del pelinegro.
─Dime ¿tienes algo que hacer después del trabajo? ─le preguntó de forma coqueta el oji-esmeralda.
Mientras Joey, Ryou y Malik aprovecharon para colarse tras la puerta donde estaba la chica que Duke y Yugi distraían.
─ ¿Estás seguro de esto Joey? ─cuestionó Malik.
─Claro, en lugares como estos siempre tienen esa clase de cosas, es para cuando vienen parejas ─afirmó el rubio, caminando en puntillas por el pasillo de almacenes y controles de los cuartos de sauna.
─Él tiene razón ─dijo Ryou ─miren, creo que es aquí ─señaló una de las puertas donde habían varias cajas y neveras portátiles ─rápido, empecemos a buscar… ¿Es esto lo que quieres? ─dijo luego de unos instantes, con una botellita de vidrio oscuro en sus manos, en la etiqueta se leía ‘Yohimbe’
─Eureka Ryou ─dijo Joey, arrebatando la botellita de su mano.
─ ¿Qué es eso? ─preguntó Malik.
─Es una infusión de Yohimbina ─Malik lo miró, aun sin enterarse de nada ─es un afrodisiaco ─explicó.
─Oh ─Malik se puso rojo.
─ ¿Estás seguro de querer hacer esto? ─le preguntó Ryou, poniendo una mano en su hombro ─puedes hacerlo por ti mismo ─dijo serio ─Marik solo quiere cuidarte pero no podrá resistirse mucho tiempo más a lo que siente por ti ─le dijo.
Malik miró al piso ─decídete ya, se nos acaba el tiempo ─apresuró Joey.
─Malik ─susurró Ryou.
─Malik ─repitió Joey.
─Lo haré ─dijo seguro. Ryou suspiro.
─Bien, si eso es lo que quieres ─tomó algunas cosas más y junto con Joey preparó una bebida simple que combinar con el afrodisiaco, una limonada, la vaciaron en una pequeña botella y se la dieron ─has que beba esto, nosotros nos encargaremos de lo demás ─dijo el albino.
─Tienes una hora Malik… y por favor no queremos encontrarlos en plena faena ─bromeó el rubio, logrando que el moreno se ruborizara.
Fin de Flash Back
Luego de eso habían salido del lugar, justo para que la chica insistiera en alejar a Duke gracias a una de sus superiores, lograron no ser pillados. Entonces se encontraron con los mayores. Ryou y Yugi se llevaron a sus hermanos aparte con gran facilidad, diciéndole a los demás que se adelantaran. Los demás se dirigieron al sauna pero la niebla del lugar fue la excusa perfecta que Joey y Duke usaron para encerrar a los hermanos egipcios y que pareciera un accidente, luego se llevaron a Tristán, Seto y Valon aparte.
Malik frunció el ceño, era el momento, ahora o nunca. Había logrado que Marik se tomara el afrodisiaco y si estaba en lo correcto, ya debía estar haciendo efecto
Se movió ligeramente, buscando escuchar los latidos de su hermano, sonriendo al oírlos acelerados. Se acomodó de manera que su respiración chocara con el cuello del mismo, agitando la misma de manera voluntaria, casi jadeando, cosa no muy difícil dada la temperatura ligeramente elevada del lugar.
─ ¿Te sientes bien Malik?
─S-Sí… e-estoy bien… solo me duele un poco la cabeza ─respondió, moviendo la cara para mirarlo, bajando los parpados para hacer más creíble su “malestar”.
Marik recogió con su mano los cabellos del menor, soplando en su cuello -cosa que lo hizo estremecer- y luego deposito un beso en su frente.
─Discúlpame ─musitó contra su sien.
─Descuida ─le sonrió ─saber que estás conmigo me basta ─le sonrió dulcemente.
Marik lo miró a los ojos y esa fue su perdición. Los coquetos ojos lavanda de su hermano menor lo engancharon, el deseo brillaba en ellos y eso lo hipnotizó al grado de que no fue consciente de que se acercaban el uno al otro sino hasta que tuvo la dulce boca de Malik pegada a su labios ¡Y no solo eso! Su propia boca respondía al beso con una furia y una pasión que le sorprendía de sí mismo.
Y tanto que se estaba esforzando por contenerse.
─Marik ─gimió el menor apenas se tomaron unos instantes para respirar.
Al escuchar ese gemido mandó todo a la mismísima mierda.
Tomó el rostro de su hermano con ambas manos, sintiendo como su piel hormigueaba por estar en contacto con la del menor, inmiscuyendo su lengua en la boca ajena, explorando con ferocidad toda la húmeda y tibia cavidad. Malik por su parte acariciaba con desesperación los cabellos desafiantes de la gravedad, sintiendo como se iba lentamente hacia atrás, pues Marik hacia presión contra él.
Finalmente Marik logró tumbarlo en la amplia banca de madera, con los brazos a los costados de su cabeza, apropiándose con ferocidad de su dulce boca sonrosada ─Ma-Marik ─gimió de nuevo, apartándose como pudo para poder respirar ─me dejas sin aire ─replicó, sintiendo los labios del mayor bajar por sus mejillas hasta su oreja, besando todo a su paso.
─Te voy a dejar sin aliento pero de gemir mi nombre pequeño ─le dijo al oído con voz ronca, haciéndolo estremecer ─no saldrá nada más de tus hermosos labios que gritos y gemidos mientras me deleito con tu sensual cuerpo.
─Marik ─ahogó una expresión de sorpresa, no lo había notado pero que su hermano le hablara de aquella manera sucia le prendía mucho.
─Siéntelo Malik ─siguió el mayor ─mira lo que provocas en mí, pequeño travieso ─le mordisqueó la oreja mientras presionaba su ingle contra la del menor, haciéndole sentir su palpitante erección caliente ─desde hace tanto que me muero por tenerte ─lamió le borde de su oreja ─por hacerte mío y aliviar todo este deseo que siento por ti.
─Yo soy tuyo Marik ─afirmó el menor, restregando sus caderas hacia arriba contra las del mayor ─yo también te deseo ¿Por qué me evitabas si sentías lo mismo? ─reclamó, consumiéndose al ardor de la pasión.
─No lo sé… porque soy un grandísimo idiota ─respondió, presionando con más fuerza, casi como si lo embistiera ─te necesito, maldita sea, no puedo resistirme más a ti ─besó su cuello.
─Yo también te deseo y te necesito Marik ─separó sus piernas para que Marik se acomodara mejor ─enséñame… cuanto me deseas ─se aferró a su espalda ─hazme el amor ─suplicó, arqueando el cuerpo cuando Marik pasó su lengua por su cuello.
─Malik ─susurró su nombre ─te haré el amor de tal forma que mi nombre será el único grabado a fuego en tu corazón ─aseguró ─y luego voy a follarte tan fuerte que no querrás que nadie más te toque pues mi tacto quedará grabado en tu cuerpo.
─Hazlo ¡por favor! ─respondió, mordiendo su cuello con algo de fuerza, dejando una ligera marca rojiza en la piel morena.
Soltando un ronco jadeo, Marik volvió a atacar los labios de Malik, dando esta vez un fugaz beso rápido que ni tiempo le dio al menor de cerrar los ojos cuando este ya se había separado de sus labios, rozándolos con su lengua.
Malik parpadeó tres veces, extrañado ante aquel acto pero de inmediato vio en los ojos de su hermano lo que pretendía, así que tomó aire y esta vez fue él quien lo besó, usando su lengua para explorar la provocativa y excitante boca que poseía su hermano.
Marik empezó a deslizar sus manos por la húmeda piel desnuda de su hermano, acariciando sus brazos, hombros y pecho, hasta que bajó sus labios en un camino de besos y mordisco a su pezón derecho, lamiendo alrededor del mismo, sin llegar a tocar el sensible botoncito que estaba endurecido… quería hacerlo rogar.
─ ¡Marik! ─gimió el menor ─no juegues así conmigo ─le reclamó.
─ ¿Quién está jugando, ángel? ─le regresó burlón, Malik repitió su queja ─dime ¿qué quieres que haga? ─siguió lamiendo alrededor de ambos botoncitos, duros como piedras, que le rogaban por que los tomara en su boca.
─Co-con tu boca ─susurró avergonzado.
─ ¿Qué quieres que haga con mi boca? ─le siguió molestando.
Malik gruñó, no iba a dejar que lo avergonzara de esta forma, tomó la cabeza de Marik con ambas manos para guiarla hasta obtener lo que quería. Marik soltó una ligera risa algo ronca, dejándolo pasar solo por esta vez, succionando gustoso el dulce botoncito izquierdo mientras una de sus manos pellizcaba el otro.
─ ¡Aww Marik! ─Malik hecha su cabeza hacia atrás, abriendo su boca de par en par, sacando la lengua por el placer mientras arqueaba su espalda, cosa que Marik aprovechó de pasar su brazo libre por la cintura de Malik, acercándolo más a sí mientras deslizaba sus dedos para tratar de bajar el traje de baño de su hermanito sin embargo Malik aprovecha esto para darle la vuelta a la situación… literalmente, se impulsó dejando a Marik debajo suyo.
─Hmmm ¿el pequeño quiere jugar? ─le dijo con una expresión maliciosa.
─ ¿Qué pasa si quiero? ─le respondió, sentándose a horcajadas de su hermano, justo sobre sus caderas, meciéndose sobre él ─ ¿eh? ─le sonrió pícaramente, inclinándose para acercar sus rostros.
─Los niños traviesos merecen un castigo ─aseguró Marik, dándole una nalgada.
─ ¡Ahhh! ─Malik se levantó sobre sus rodillas, echando la cabeza hacia atrás ─más ─susurró con los parpados apretados.
─ ¿Te gusta? ─le preguntó con malicia el mayor.
─Ahhhh ah sí ─Marik volvió a golpear con ligereza aquella zona y Malik gimió más alto ─ ¡Marik! ─en respuesta Malik empezó a mecerse con más fuerza.
─Ohhh así… Malik muévete más… me encantas, pequeño ─Marik lo tomó de las caderas, acelerando el movimiento de caderas ─así precioso ángel ─Marik empujaba sus caderas hacia arriba, golpeando justo en la entrada de Malik, aun cubierto por el traje de baño.
Malik empezó a dejar suaves chupones en lo que bajaba por el torso de su hermano, dejando un camino de saliva, deteniéndose para que su lengua jugueteara un poco en el ombligo del mayor, provocando que este se retorciera bajo suyo.
─Ma-Malik para ─se quejó el mayor, revolviéndose.
─ ¿Qué pasa Marik-nii? ─dijo dándose un aire de inocencia que hizo a Marik sentir aún más dolorosa presión en su entrepierna, provocándole una inconsciente mueca de incomodidad que Malik notó de inmediato.
El menor le dio una sonrisa pícara, y siguió bajando hasta el borde de la prenda, tomándola con sus dientes. Sorprendentemente, Marik se ruborizó un poco, cosa que hizo sonreír al menor; jaló hacia abajo el borde de la tela, liberando el ansioso miembro palpitante de su hermano. Malik lo miró coqueto, deslizando su lengua desde la base hasta la punta de aquella polla caliente que palpitaba deseosa de adentrarse en su boca, sin embargo el menor quiso jugar un poco con él. Abrió su boca para cubrir con esta únicamente la punta, soplando su cálido aliento, provocando que Marik soltara un bajo gruñido bestial.
─ ¡Malik! ─rugió molesto por la forma en que su hermano se burlaba de él.
─ ¿Qué? ─preguntó sencillamente, poniendo su carita de niño bueno.
─Maldita sea, deja de jugar conmigo ─regañó.
─ ¿Quién está jugando? ─le regresó sus propias palabras. Marik gruñó ─dime ¿Qué quieres que haga, nii-chan?
─Quiero que hagas como aquella noche de la tormenta y me tomes con tu exquisita boca mi ángel ─le dijo sin rodeos, sintiéndose asfixiado por lo caldeado del ambiente ─por favor Malik.
─Tus deseos… son órdenes para mí, Marik ─Malik rodeó la punta sonrosada con su lengua, antes de cubrir por completo aquel pedazo caliente de carne, que ahora palpitaba en el interior de su boca.
─Arggggggh ─Marik rugió de placer, arqueando la espalda contra la banca donde estaba tumbado, empezando a mover las caderas de forma desesperada contra la boca de su hermano, sus manos también fueron a enredarse en los sedosos cabellos del menor, rogando por que no se detuviera.
Aunque Malik no tenía intensión de parar, subía y baja su boca rápidamente por todo aquel miembro, dejando que su saliva cubriera la tierna piel, provocando que Marik gimiera alto y ronco por el gran placer que Malik le brindaba.
─ ¡Ahh así!... ¡Maldita sea, que bueno Malik, sigue! ─gemía el mayor, demostrándole sin pena alguna a su bello ángel cuanto disfrutaba de sus atenciones.
Feliz de poder complacer a su amado hermano, Malik aceleró aún más el ritmo de su boca, sintiendo como la punta le tocaba la garganta, casi dándole arcadas de vez en cuanto, pero eso no le importaba, solo quería hacer disfrutar a Marik y volver a sentir aquel tibio liquido en su boca.
─ ¡Joder Malik, eres una delicia! ─Marik tensó las piernas, elevando el torso mientras presionaba más la cabeza de su hermano hacia abajo ─chupas como un dios… ¡Argggggg! ─largó un ahogado grito, apretando fuertemente los parpados en cuanto sintió su esencia salir a chorros en la garganta de Malik.
El menor se hizo un poco hacia atrás para no ahogarse con semejante descarga, sin dejar escapar ni una sola gota del tibio y espeso líquido, limpiando con su lengua los restos que quedaban en el miembro del mayor y tragando con gusto todo aquello.
─ ¿Te gustó, onni-chan? ─preguntó con un aire inocente, pestañeando un par de veces.
─Eres increíble Malik ─le dijo el mayor, en lo que recuperaba el aire ─me gustas tanto… te amo mi pequeño ─besó su cuello con delicadeza.
Malik sonrió besando su mejilla, mientras que con su manó imitó el ritmo que antes llevara su boca en la polla de Marik. El mayor, que no se esperaba tal cosa, apretó sus puños con fuerza, mordiéndose los labios para ahogar los jadeos de placer, sin embargo no iba a quedarse quieto, una vez Malik hubo aliviado parte de su tensión estaba listo para que dedicarse a volver loco de placer a su pequeño, tal como se lo había dicho.
Con agilidad tumbó al menor de espaldas, volviendo a intercambiar posiciones, llevando sus manos a pellizcar y apretar los pezones de Malik mientras su lengua se encargaba de atender su dulce cuello, como sabía que le gustaba.
─Ahh-Ahhhh-Awwww ¡Ma-Marik! ─Malik movía la cabeza de lado a lado, presa de exquisitos corrientasos de puro placer que le hacían sentir su cuerpo más y más sensible ante las caricias de su hermano, eso provocó que aumentara los movimientos de su mano.
El mayor se separó bruscamente del cuello de Malik para tomarlo de la nuca y plantarle un beso ardiente, moviendo sus caderas contra él.
─ ¡Malik, Malik… Ahh! ─el mayor mordió sin querer la boca de su hermano, lamiendo y succionando aquellos dulces labios cereza.
─M-Marik ─le llamó el menor en un caliente jadeo ─por favor ─tomó una mano de su hermano para llevarla a su trasero, dejándola allí con un fuerte sonrojo en sus mejillas.
─Malik ─el mayor le dio una ligera nalgada.
─Hazlo ya… onegai ─suplicó el menor, desviando el rostro, sin descuidar el movimiento de su mano. Marik susurró su nombre ─hazme el amor ─le pidió, mirándole con una tierna y apenada expresión, los ojos brillantes y las cejas arqueadas ─enséñame lo que se siente… que seamos uno solo ─le pidió, abrazándose a su cuello.
─Sí ─Marik tomó el traje de baño de su hermano y empezó a bajarlo ─Malik, te amo ─le dio un suave beso ─eres mi bello ángel y de ahora en adelante no permitiré que nada te separe de mi ¿me escuchaste? ─lo acomodó de modo que le rodeara las caderas con sus piernas ─me perteneces y no hay nadie que pueda decir lo contrario ─adentró suavemente un dedo en el interior del chico, moviéndolo en círculos para dilatar la entrada, podía sentir las débiles contracciones de sus entrañas, delatando el alto grado de excitación del que era preso, además el sudor que perlaba sus cuerpos y el pesado ambiente húmedo facilitó su intromisión por lo que Malik no se quejó de dolor.
Añadió luego un segundo dedo con suavidad, provocando que el menor se revolviera en su lugar de incomodidad. Los dedos de su hermano se movían sin darle tregua, en forma de tijera para abrir más aquel estrecho canal.
─Con cuidado ─musitó Malik.
─Lo hago para que no te duela mi ángel, solo relaja el cuerpo ─le susurró al oído antes de dedicarse a lamer su cuello ─ ¿me quieres, Malik?
El menor negó con la cabeza ─Iie, yo te amo nii-chan ─le respondió, estirando el cuello para besarlo ─te amo ─le dio varios besos cariñosos en los labios, acariciándolos con amor y ternura.
─Y yo… ─besos ─te amo demasiado ─más besos ─mi bello ángel ─añadió un tercer dedo, moviéndolos en círculos. Malik se quejó en voz alta, apretando los parpados con fuerza, mordiéndose los labios ─tranquilo mi pequeño ─le susurró al oído, lamiendo su oreja, el lóbulo de la misma y su clavícula hasta llegar a su cuello, donde su cálida y húmeda lengua de entretuvo en acariciar la aromática piel, provocando de nuevo que los conocidos corrientasos de placer le hicieran estremecer, distrayéndolo de la incomodidad ─Malik, voy… ¿estás listo?
Malik lo miró con ojos húmedos y una expresión de lo más sensual a opinión de Marik ─sí, hazlo ─asintió apenado.
─Relaja el cuerpo y abrázame ─pidió, entrelazando unas de sus manos, permitiendo que se le abrazara a la espalda ─si te duele dímelo y te juro que pararé ─le prometió, mirándole a los ojos mientras se acomodaba para penetrarlo.
El menor asintió ─confío en ti… quiero que seamos uno ─y sin decir más lo beso, dando su consentimiento para poder por fin consumar el acto.
Marik apretó su mano, besándolo mientras hacía presión para invadir la virgen entrada de su hermanito. Malik apretó la mano de su hermano, respirando profundamente, enterrando el rostro en el cuello de Marik al sentirlo entrar en su cuerpo; el mayor lo hacía con toda la delicadeza que el calor del momento le permitía. Malik arqueó la espalda hacía arriba al sentir la ligera punzada de dolor en su espalda baja y caderas.
─ ¿Estás bien? ─le susurró el mayor, preocupado al ver la expresión de su hermanito.
─Sí, hazlo ya ─pidió, con los ojos cerrados con fuerza.
Marik se acomodó de forma que Malik se apoyara en su hombro, apretó su mano, terminando de entrar de una sola embestida, provocando un grito ahogado de su hermano quien mordió su hombro y enterró las uñas en la espalda, dejándole un rasguño de unos 7 u 8 centímetros.
─Malik ─lo llamó.
─N-No te muevas todavía ─suplicó el menor, revolviéndose ligeramente en busca de una posición más cómoda.
─Cuando tú me digas, mi vida ─beso y lamió su cuello con mimo, respirando pausadamente para contener las ganas de embestir salvajemente contra él.
Luego de un minuto o dos así, Malik movió sus caderas en un suave vaivén, delatando que se sentía mejor y que Marik podía comenzar a moverse ─y-ya estoy bien, Marik-nii.
─ ¿Seguro? ─Malik asintió ─sujétate fuerte a mi ─Marik lo agarró con su mano libre de la cadera y empezó a embestirlo con fuerza.
─Ahh ahhhh Ma-M-Marik Awww Ohhhh ─puso sus piernas alrededor de las caderas del mayor, cercándolas como candado, bamboleando las caderas al compás del otro.
Juntos, creaban una hermosa danza antigua, donde se demostraban el gran y puro amor que se profesaban mutuamente.
Porque, aunque la mayoría de personas pensara que la homosexualidad y el incesto era una aberración de la naturaleza, la realidad es que sentimientos como esos son los más puros y hermosos que se puedan encontrar, porque son los que más dificultades y pruebas tienen que superar.
─Argggg M-Malik, maldición eres tan… tan estrecho y caliente ─decía el mayor, su cuerpo estaba tenso y el corazón le galopaba como un caballo salvaje. El pequeño y sensual cuerpo de Malik bajo suyo, aferrado entre sus brazos se sentía tan bien, y aún más los eróticos y dulces gemidos que emitía eran la más hermosa melodía que haya escuchado nunca ─te amo mi hermoso ángel ─le plantó un furioso beso que Malik correspondió con gusto, ahogando en la boca de su hermano los incontrolables gemidos que emitía su garganta.
─Kyaaa Marik ahhh… ¡más-más M-Marik! ¡¡Marik-nii-chan!! ─Malik abrió los ojos como platos, tensando el cuerpo cuando sintió que el mayor tocaba un punto dulce en su interior ─ ¡Kyyaaaaa!
─Asi pequeño… córrete conmigo ángel ─Marik enterró el rostro en el hombro de su hermanito, sintiéndose justo al borde de la locura al notar que el interior de Malik lo apretaba aún más ─estoy a punto ─avisó.
─Y-Y yo ─le respondió el menor, tratando de que Marik lo mirara a los ojos.
─Te amo ─se dijeron a la vez, juntando sus labios en un beso furioso que ahogó el grito de ambos al llegar al clímax juntos ─ ¡Ahhhhhhhh!
Malik tembló al recibir aquella descarga en su interior. Marik se tomó unos segundos para recuperar el aliento antes de salirse lenta y suavemente del interior de su hermano.
─ ¿Estás bien, Malik? ─preguntó, acariciándole el cabello al menor, moviéndolo para que se recostara encima suyo.
Malik no pudo más que asentir con la cabeza.
─Por favor, dime algo ─le pidió, aquel silencio le preocupaba, no sabía cómo interpretarlo ─ ¿te lastime, Malik? Perdóname por favor.
─No es eso, nii-chan ─movió la cabeza para brindarle una bella sonrisa ─estoy bien, solo agotado… pero ha sido,, maravilloso ─afirmó, dándole un suave beso ─perdóname a mí por haberte rasguñado ─le acarició los hombros, moviéndose ligeramente para empezar a esparcir besos en la zona.
─Descuida pequeño, no fue nada ─le calmó ─en realidad me ha gustado… mi sexy fierecilla ─le dijo pícaro, tomándole el mentón con una mano. Malik se puso sumamente rojo, enterrando el rostro en el pecho ajeno ─jajaja, eres adorable mi ángel. Malik dejó un suave golpe en su pecho a modo de regaño ─Anda, hay que arreglarnos antes de que venga alguien… nadie más que yo puede ver tu hermoso cuerpo.
Malik dejó pálido a un tomate en época de cosecha.
-
Luego de eso, unos 5 o 10 minutos más Ryou y Joey llegaron a sacarlos del cuarto de sauna, fingiendo suma preocupación por ellos, informándole a Marik que llevaban una hora metidos allí.
El mayor sacó a Malik en su espalda puesto que el menor aún estaba dolorido de aquella sesión, con la excusa de que tanto calor lo había mareado y que se sentía a borde del desmayo.
Y finalmente se fue cada quien a su casa.
-
─ ¿Y bien, mi Malik? ¿Te ha gustado tu cumpleaños? ─le preguntó Marik, acostado de perfil, apoyando el rostro en su palma cuyo codo reposaba en la cama, mirando con ojos pícaros y astutos a su hermanito que estaba acurrucado a su lado; acariciaba con una de sus manos los sedosos cabellos perfumados del menor.
─Sí, Marik-nii, el día ha sido fabuloso, estoy muy feliz ─le respondió con una sonrisa sin abrir los ojos, con sus manos pegadas al pecho, igual que su nariz, inhalando el varonil aroma natural del cuerpo de su hermano.
─Tengo algo para ti ─le dijo de la nada.
─Oh Marik, no tenías que comprarme un regalo ─le dijo enternecido.
─De eso nada, anda y mira en el cajón de la mesita de noche ─le indicó. Malik se dio vuelta en la cama, estirando una mano para abrir el cajón, topándose con una cajita rectangular cubierta por papel celofán; la sacó y cerró el cajón antes de darse la vuelta para quedar de frente a su hermano ─ábrelo ─Malik retiró el lazo color ocre y el papel dorado pero antes de que pudiera abrir la caja Marik se la arrebató de las manos, la abrió y sacó de una bolsa de terciopelo unas gargantillas doradas.
Malik abrió los ojos como platos ¡eran perfectas! Justamente lo que quería para complementar los accesorios que le habían regalado sus amigos.
─Marik… me encantan ─dijo, llevándose ambas manos al pecho, en señal de estar conmovido ─eres el mejor ─dejó que le pusiera las gargantillas antes de lanzársele a abrazarlo ─te amo, mi vida ─le plantó un delicado beso en los labios.
─Y yo te amo más, mi cielo ─le regresó, devolviéndole aquella cálida y amorosa caricia ─ ¿quieres ser mi novio?
─ ¡Sí, sí, SÍ QUIERO! ─lo abrazó por el cuello ─ ¿Marik-nii?
─Dime.
─ ¿Siempre estaremos juntos, verdad?
Marik lo abrazó con mucha más fuerza ─ siempre mi ángel… no permitiré que nada nos separe, estaré a tu lado tanto como tú me lo permitas ─prometió.
Malik sonrió, acurrucándose entre los brazos de su amado hermano ─Este ha sido el mejor cumpleaños ─susurró, antes de quedarse dormido, arrullado por los latidos y la calidez del cuerpo del mayor.
…
..
.
─Bien, creo que al fin hemos dado por finiquitado todo este asunto ─dijo la joven morena se dejó caer en el sofá del hotel donde ella y su hermano se estaban hospedando.
─Así parece ─el hombre que la acompañaba se sentó a su lado, masajeando los hombros de la fémina.
─Podremos regresar a casa ¿cierto Odion? ─la dama lo miró con amor.
─Tienes razón, Ishizu ─se acercó para besar a la menor, rodeándola con sus fuertes brazos ─mañana arreglaremos el vuelo... disfrutemos esta noche ─le susurró al oído en tono provocativo.
La morena lo miró con lujuria brillando en sus orbes zafiro, abriendo sus brazos para recibir aquel fuerte y cálido cuerpo junto a ella ─deberíamos llamar a los niños para avisarles de nuestro regreso.
─Mejor démosles la sorpresa ─contradijo él, empezando a retirar el vestido dorado que cubría aquel bello y estilizado cuerpo que tan bien conocía y que lo volvía loco ─por ahora olvídate eso mi bella princesa… permíteme hacer que te olvides de todo por esta noche.
─Ahhhh ¡Odion! ─gimió ella, al sentir la boca de su hermano lamer y succionar uno de sus prominentes pechos mientras terminaba de retirar su vestido y sus propias manos buscaban desabrochar los botones de la camisa negra.
Continuará…