"Hades estaba en el Olimpo para presenciar el nacimiento de una más de sus sobrinas pero esta vez no era una hija de Zeus, no, era una hija de Poseidón y Deméter. Sin embargo, el dios del Inframundo no estaba muy feliz de estar allí, tenía asuntos que resolver en el Inframundo y, por si fuera poco,Deméter lo odia. Aunque el sentimiento es mutuo. Hades era obligado a ir al Olimpo para ver a cada uno de sus sobrinos que nacen, sin importar si son hijos de Zeus, lo más común, o de Poseidón. Él último generalmente no organiza una fiesta para celebrar pero esta vez la madre era Deméter.
-Espero que no tome mucho tiempo...- susurra Hades para si mismo pero su hermosa esposa Perséfone lo escucha. Ella era rubia con el pelo lacio largo hasta las caderas. Tenía una hermosa corona de flores de diferentes colores adornando su cabeza y llevaba un vestido blanco como el de las ninfas de los Campos Elíseos. Ella era la diosa de la primavera por nacimiento, y su nombre era Koré, pero al ser secuestrada por Hades, y casarse con él, cambió su nombre a Perséfone y ahora es la Diosa-reina del Inframundo aún así siempre que va al Olimpo de visita, se viste como la diosa de la primavera pero se presenta como Perséfone.
-Hades, por favor- pide Perséfone cuando llegan al Templo de Ilitía, todos los bebés dioses que nacen son presentados en el Templo de Ilitía menos los hijos de Zeus, ellos son presentados en el templo de su padre- es mi hermana por parte de madre, ¿sabes el milagro que es eso?-
-Sí, sí, como sea, Perséfone-
Cuando Hades había visto a Perséfone de inmediato se sintió atraído hacía ella, llegando a tal punto de secuestrarla para obligarla a casarse con él. Sin embargo, luego de un tiempo, Hades se dio cuenta del grave error que cometió: Perséfone era celosa y cruel, se adapto rápidamente a las reglas del Inframundo lo que sorprendió a Hades.
-Ya quiero conocerla, sé que es una niña. Supongo que es mi instinto de hermana mayor, a propósito, hablando de bebés, ¿cuándo vamos a tener un hijo, Hades? Siempre te pregunto pero tu cambias de tema o finges que tienes algo urgente que hacer para no hablar del tema-
-Perséfone, ¿cuántas veces voy a decirlo? Soy el dios del Inframundo, no debo tener hijos, es más, soy estéril- dice Hades aunque lo cierto era que no sabía si lo era o no, solo sabía que quería acabar con las esperanzas de Perséfone antes de que lo enloquezca.
-¡No me mientas, Hades!-
-Pues entonces, ¿cómo estás tan seguro que no soy estéril?-
-¡No lo sé! Pero no quiero creer semejante estupidez, Hades, ¿tan idiota crees que soy? Ningún dios, absolutamente ningún dios, es estéril-
-Como sea, Perséfone, sabes que no gusta hablar del tema-
-Está bien, por ahora pasa porque ya estamos en frente al Templo de Ilitía y no quiero que entremos discutiendo-
Por primera vez en su vida, Hades agradeció profundamente el nacimiento de algún sobrino.
-Ah, a propósito, le pediré a Ilitía que nos de un hijo- le susurra Perséfone dejando a Hades más pálido de lo normal.
Todo fue como cualquier otro nacimiento de algún dios, los invitados llevaban regalos al bebé, luego de que todos llegarán, los padres anunciaban el nombre y Zeus lo nombrara dios de tal cosa, luego continuaba la fiesta.
La bebé era muy adorable, a pesar de no tener ni un mes de vida, ya tenía rasgos muy similares a su madre y era rubia. Sus ojos eran dorados como los de Deméter. Hacía tiempo que Hades no la veía feliz, desde que el raptó a Perséfone su única hija en aquel entonteces, aunque pudo ver que, a pesar de estar feliz por tener otra hija, Deméter no mostraba toda la felicidad que mostró cuando nació Perséfone.
Durante la presentación, Deméter anunció que su nombre sería Despoina y Zeus la nombró diosa de los misterios.
-Acaso ¿no es adorable, Hades? Bueno, después de todo es mi hermanita- dice Perséfone feliz acercándose a Despoina y agarrándola en sus brazos. Hades no se sentía a gusto por recibir una mirada de odio por parte de Deméter así que prefirió no acercarse mucho porque sabía bien que la furia de Deméter podría ser tan mala como la de Hera, y con razón, si eran hermanas. Hades odiaba admitirlo pero le tenía un gran miedo a ambas hermanas cuando estaban furiosas.
-Hija mía, ¡me alegro tanto que estés aquí!- dice Deméter emocionada.
-Yo también, madre, después de todo es la presentación de mi hermana. No me la perdería por nada del mundo-
"¿Por nada del mundo? Si antes de venir aquí, tu querías tener sexo, quedar embarazada y decir que no viniste porque tenías náuseas por culpa del embarazo" piensa Hades molesto por que Perséfone le mintió en la cara a Deméter.
-Si me disculpan, voy a salir un rato. No estoy acostumbrado a estar en lugares llenos de dioses, así que saldré a respirar aire unos momentos- dice Hades despidiéndose y saliendo del templo. No necesitaba mirar para atrás pues sabía que su esposa le estaba dando una mirada asesina y que Deméter aprovecharía para decirle un montón de cosas malas sobre él, aunque eso no le importaba en lo absoluto, después de todo, ya estaba acostumbrado.
-Ah, al fin solo- dice Hades para si mismo cuando un joven choca con él por accidente- ¿¡Quién te crees que eres para...!?-
Hades estaba furioso pero cuando vio al atractivo joven, no fue capaz de pensar con claridad. ¡Por el Inframundo, era el joven más hermoso que había visto en su vida! Llevaba puesta la tradicional toga blanca hasta las rodillas, su cabello era castaño, corto (algo muy poco común en el Olimpo) y desordenado. Sus ojos eran marrones rojizos, aunque para Hades parecían hermosos rubíes. Tenía la apariencia de un joven de 15 años.
-¡Lo siento tanto, señor dios!- se disculpa avergonzado el joven.
-¿Quién...Quién eres?- pregunta Hades luego de unos segundos en silencio.
-Pegaso...Soy Pegaso, señor dios-
-Bien, Pegaso...¿Qué haces aquí?-
-Vine a conocer a mi hermana. Soy hijo de Medusa y Poseidón-
-Oh, ya veo. Entonces, eres mi sobrino...No recuerdo que hayas tenido una fiesta de presentación-
-Es que no la tuve. Mi padre considera que eso es una pérdida de tiempo así que decidió no hacerla aunque todos los dioses aquí me conoces... Espere un momento, ¿sobrino? ¿Usted es el tío Hades, dios del Inframundo?-
-¿Cómo lo supiste?- pregunta Hades sorprendido. La verdad, esperaba que la mayoría de sus jóvenes sobrinos no lo conocieran pero se impresionó al ver que Pegaso si sabía sobre él.
-Papá me hablo de ti. Dijo que tenía cinco hermanos, tía Hestia, tío Hades, tía Deméter, tía Hera, y tío Zeus. Yo le preguntó por ti ya que nunca te había visto en el Olimpo y el respondió que tu, al ser el dios del Inframundo, tenías muchos deberes y que rara vez venías aquí-
-Oh, ya veo- Hades se sintió extraño. Nunca antes había tenido esa sensación, era cálida como el fuego, reconfortante y tranquilizadora. De hecho, se sentía demasiado bien. Hades nunca la sintió ni siquiera cuando vio a Perséfone por primera vez.
"¿Es esto lo que los humanos...Llaman "amor"? " se pregunta Hades.
-¿Se siente bien, tío Hades?- pregunta Pegaso al verlo tan pensativo.
-Sí, es solo que estaba pensando- dice Hades sonriendo y se acerca a Pegaso, dándole un tierno beso en la frente, haciendo que el más joven se sonrojado como un tomate.-Te ves lindo sonrojado, Pegaso-
-Tí-tío Ha-Hades...¿Qué fue eso?- pregunta sorprendido, nunca había recibido una demostración de afecto.
-Sólo un beso de despedida por hoy. Mi esposa quiere pasar, por lo menos, una semana en el Olimpo para poder estar con vuestra pequeña hermana, Despoina- dice Hades sonriendo mientras volvía al Templo de Ilitía. Sabía bien que si demoraba, entonces, Perséfone lo iría a buscar y armaría una escena al verlo con Pegaso.
Hades cumplió lo dicho y todos los días iba a verlo, obviamente a escondidas de Perséfone. Sin embargo, el último día, Pegaso lo sorprendió.
-No quiero que se vaya, tío Hades. Lo extraño- dice Pegaso y Hades lo abraza.
-Lamento que las cosas tengan que ser así, pequeño, pero no hay nada que pueda hacer. Créeme que si hubiera algo, lo haría sin dudarlo, sin importar las consecuencias-
-Quiero un beso de despedida. Después de todo, este será nuestro último encuentro- dice Pegaso triste.
-Pero será el más especial...- dice Hades besándolo pero esta vez en la boca. Pegaso se sonroja violentamente pero corresponde al beso.
Hades le saca la toga a Pegaso sin dejar de besarlo mientras él hacía lo mismo con la toga del dios del Inframundo. El dios coloca delicadamente a Pegaso sobre el pasto y empieza a besarle el cuello, bajando y bajando.
-Ah...Ahhh- pequeños gemidos salían de Pegaso, lo que excitaba más a Hades. Finalmente el dios llegó a la parte más erógena del joven. Sin perder tiempo, el dios empezó a lamerlo y a chuparlo, haciendo que Pegaso aumente el nivel de sus gemidos, más altos y más desesperados.
-¿Te gusta, mi amor?- pregunta Hades sin parar de lamer.
-Sí...¡Ahhhh! ¡Dioses!...Me encanta...AHHHHHHH- Pegaso da un último gemido antes de venirse en la boca de Hades.
-Eres delicioso. Lo mejor que he probado- dice Hades haciendo que Pegaso de sonrojara mucho más, si es posible. Hades coloco a Pegaso en cuatro patas y empezó a lamerle la espalda.
-Ahora quédate tranquila que esto solo va a doler al principio- dice Hades y empieza a introducir lentamente su erecto miembro en Pegaso, quién se sobresalto.
-Ya...Ya, tranquilo...Ya pasó- dice Hades cariñosamente acariciándole la espalda. Pegaso empezó a tranquilizarse un poco.
Al verlo más tranquilo, Hades empezó a moverse lentamente para que el joven se vaya acostumbrando y después que vio que ya estaba, aumentó la velocidad de las embestidas mientras lo masturbaba con una mano.
Los gemidos eran cada vez más alto y las embestida más fuertes hasta que Hades se vino adentro de Pegaso y este en su mano.
-Nunca me...Había sentido...Así- dice Pegaso tratando de recuperar el aire que perdió- ¿Qué es eso?- pregunta asustado al ver sangre al rededor de ellos.
-No te preocupes, eso significa que ya no eres virgen, que eres mío- dice Hades sonriendo y besa a Pegaso en la boca.
Sin embargo, como cualquier momento feliz dura poco, Perséfone apareció acompañada de su madre, Deméter.
-¡¿PERO QUÉ SIGNIFICA ESTO, HADES AIDONEAUS?!- grita Perséfone.
-¡ESTO ES IMPERDONABLE!- exclama Deméter y mira furiosa a Pegaso-¡TÚ! ¡TÚ TIENES LA CULPA DE TODO! ¡NUNCA ME DISTE UNA BUENA IMPRESIÓN-
-¡Ya basta!- exclama Hades parándose e ignorando que estaba desnudo.
-¿Cómo te atreves a engañar a mi preciada hija con...CON ESTE AQUÍ?-
-Deméter, no te soporto y la sabes muy bien pero no permitiré que insultes a Pegaso-
-¡¿LO ESTÁS DEFENDIENDO?!- grita Perséfone- YO SOY LA VICTIMA AQUÍ. MI MARIDO COMETIÓ ADULTERIO Y ENCIMA DEFIENDE A SU AMANTE. ME ENGAÑASTE CON UN HOMBRE, MISERABLE. ES LA PEOR HUMILLACIÓN DE TODAS.-
-ESTO LA PAGARÁN CARO, ¡LOS DOS!- exclama Deméter creando una esfera dorado- ¡TÚ, PEGASO, HIJO DE POSEIDÓN Y MEDUSA, NO SERÁS HUMANO, SERÁS UN CABALLO ALADO Y NADIE TE QUERRÁ!-
Deméter lanza la esfera que golpea directo a Pegaso. Él sale volando y Hades va corriendo para ver si estaba bien. Sin embargo, Pegaso empieza a dar vueltas como si estuviera sufriendo un intenso dolor. Dos alas blancas salieron de su espalda y su piel se tornaba cada vez más blanca. Sus ojos perdieron sus pupilas y quedaron totalmente rojos. Sus manos y pies se convirtieron en patas... Ahora Pegaso era un caballo blanco con alas.
Horrorizado con lo que se había convertido, Pegaso alzó vuelo y desapareció en el cielo. "
Habitación de Tenma, Inframundo.
Tenma despertó agitado y sudoroso.
Qué sueño más raro. No...No lo entiendo, fue tan real. Como si...Como si lo hubiera vivido- se dice para sí mismo y se lleva una mano a la cabeza- debo estar enloqueciendo-
Afuera de la habitación, un dios rubio se estaba alejando con una esfera blanca que mostraba imágenes del sueño de Tenma.
-Me tomo tiempo, señor Hades- dice Hypnos cuando lo encuentra- pero he logrado encontrar la esfera con los recuerdos de la Era Mitológica, mi señor. El caballero Pegaso ya los ha soñado, acaba de despertar-
-Excelente, Hypnos, puedes irte a descansar. Como recompensa, tendrás el día libre mañana- dice Hades.
-Muchas gracias, señor Hades- dice Hypnos haciendo una reverencia y se retira.
-Ahora solo falta esperar- susurra Hades para sí mismo sonriendo.
Templo de Athena, Santuario
-Señorita Athena, discúlpeme por molestarla a estas horas de la noche pero es que...Es un asunto muy importante- dice Yuzuriha de Grulla.
-No hay problema, Yuzuriha, si es un asunto importante, puedes venir a cualquier hora- dice Sasha sonriendo.
-Es que...Discúlpeme, señorita Athena, pero...¡Yo no sabía que las cosas terminarían así!...Yo... Yo estoy...¡Yo estoy embarazada de Tenma!- dice Yuzuriha, sorprendiendo a Sasha.
Continuará...