Giudecca
-¿Qué haces aquí, Athena?- pregunta Hades visiblemente irritado por su presencia e inoportuna aparición.
-Vine a salvar a mi caballero pero la verdadera pregunta es ¿en qué estás pensando, Hades? Sabes perfectamente que si él come algo del Inframundo jamás podrá meter un pie fuera de aquí- dice Sasha desafiándolo.
-Athena, ¿me estás cuestionando en mis dominios?- Hades no puede evitar soltar una carcajada al oír eso- veo que Zeus te consintió demás, ¿no lo crees, Pegaso?-
Tenma aprieta uno de mis puños al escucharlo hablar mal de Sasha.
-Cuida tus palabras, Hades, o te arrepentirás- Hades vuelve a reír al escucharlo decir eso.
-¿Tú me amenazas en mi propio territorio?, ¿tienes idea que eso es algo que se paga con la muerte, algo que ni el mismo Zeus puede evitar?-
-No me importa, moriría feliz de saber que defendí a mi diosa de un monstruo como tú, Hades-
Esas palabras le rompieron el corazón a Hades.
"Después de todo, para ti, yo siempre seré un monstruo...¿por qué no puedes ver más allá de mi ser, Tenma? Así comprenderías que te amo, que tu y yo estamos destinados a estar juntos... entiende que si sigues del lado del Athena, morirás, pero si te unes a mi, tendrás mi protección contra el mismo Zeus de ser necesario, te defendería con mi vida, Tenma... te ofrecería un futuro seguro a diferencia de ella"
-¿Qué pasa, Hades?- le pregunta Sasha al ver que el estaba pensativo.
-Nada de tu interés, Athena Ageleia°- dice molesto Hades.
-Cualquier asunto que incluya a mis caballeros es de mi interés, Hades-
-¿Tanto te interesan tus caballeros como para venir al Inframundo por ellos? Athena no lo entiendes, ellos serán tu perdición-
-El amor le da a los humanos la capacidad de superar sus limitaciones-
-¿Sólo a ellos?, ¿acaso así no son también los dioses?-
-Hades, ¿tú amas a alguien?-
-Eso no es de tu interés, ahora...¡largo de aquí o ahora mismo acabo con todos los caballeros que aún tienen vida!-
-Vamos, Tenma- le dice Sasha a Tenma caminando hasta la puerta.
-El caballero Pegaso se queda, Athena- le dice Hades tranquilamente y Athena lo mira asustada y al borde de las lágrimas.
-Por favor, Hades, ten piedad- le pide Athena arrodillándose frente a él y bajando su cabeza.
-Tus lágrimas no cambiarán nada, Athena- dice Hades y camina hasta Tenma- come la Granada- ordena.
Tenma reacciona sorprendido por un momento se había olvidado que tenía la Granada en su mano.
-Lo lamento, Sasha, pero es por el bien de todos- dice Tenma y muerde la Granada. Sasha no puede contener más las lágrimas que caen sin cesar por sus mejillas.
-¿Ya viste, Athena? Ahora no hay vuelta atrás, el caballero Pegaso pertenece al Inframundo- dice Hades con superioridad- un trato es un trato, le di mi palabra divina de que si él comía la Granada, yo reviviría a sus compañeros muertos, esto es para que veas que un dios cumple con su palabra, Tenma-
Hades eleva su cosmos y los caballeros muertos en batalla son revividos en el Santuario.
-¿Satisfecho?- le pregunta a Tenma y luego mira a Sasha serio- antes de que te vayas, Athena, quiero que me digas como entraste al Inframundo y qué pasó con Lune-
-Soy una diosa, Hades, al igual que tú, soy una de los 12 Olímpicos y... puedo venir aquí siempre y cuando no este activada la barrera que impide a los demás dioses de entrar-
-¿Y cómo burlaste a Lune?-
-No lo hice, lo inmovilicé con mi cosmos, no se puede mover- dice Sasha avergonzada.
-Vete de aquí, Athena, ahora- ordena Hades y Sasha desaparece dejando solos a Hades y Tenma.
-¿Qué quieres, Hades?- le pregunta Tenma luego de unos segundos de silencio.
-Quiero admirarte, quiero que te sientas cómodo aquí... quiero mostrarte que el Inframundo no es tan cruel como piensas...-
Tenma no puede evitar reír al escuchar eso.
-Pues necesitarás esforzarte mucho pero realmente mucho para lograr tus objetivos, Hades-
-Lo sé pero lo difícil lo hace mejor-
-¿A qué te refieres?- le pregunta Tenma sin entender pero Hades solo gira su cabeza hacía la puerta.
-¡Drusila°!- grita y al cabo de unos segundos, aparece una hermosa mujer de cabellos celestes hasta un poco más abajo de los hombros. Tenía ojos violetas. Era un poco más baja que Tenma y tenía puesto un vestido negro hasta las rodillas. Tenía un escote en la espalda y era de tirantes anchos. En los pies llevaba zapitallas de igual color.
Drusila se acercó a Hades, se arodillo y le hizo una reverencia.
-¿Qué desea, mi señor Hades?- le pregunta con la cabeza baja.
Tenma supuso que ella no era una espectro sino una de las sirvientas de Hades que no luchaba y se dedicaba a limpiar el castillo o cocinar.
-Drusila, prepara el cuarto de invitados para nuestro invitado... aseguráte que se sienta cómodo- ordena Hades con voz dulce pero en el fondo escondía una amenaza. Ella solo asiente y se levanta mirando a Tenma.
-Bienvenido al Inframundo- le dice y se retira.
-Bien, ¿qué quieres hacer primero?, ¿Recorrer el Inframundo o visitar los Campos Elíseos?...¡Casi se me olvida!- dice Hades y saca de su bolsillo una especie de pulsera- esto es para que puedas ir a los Campos Eíseos cuando quieras... ningún mortal puede ir ahí, moriría al pisar el Camino de los Dioses... esta pulsera te permitirá ir y venir cuando quieras-
Tenma agarra la pulsera y se la coloca en su brazo. No en el que está la pulsera de flores sino en el otro.
-Prefiero esperar a que regrese Drusila- dice Tenma sin mucho ánimo- quiero descansar-
-Como desees- dice Hades y Tenma se sorprende.
-¿Por qué dijiste eso? Estamos en el Inframundo y tú me tratas como si yo fuera el rey- dice Tenma sin entender. Hades le estaba pareciendo cada vez más raro.
"Pronto serás el segundo rey del Inframundo... tienes que acostumbrarte a como ser tratado, eres muy humilde"
Drusila vuelve a aparecer avisando que el cuarto está pronto. Tenma le pide que lo acompañe y Hades le hace una señal para que ella vaya.
Pasillo de Giudecca
Reinaba un silencio incómodo entre Drusila, que tenía la mirada en el suelo, y Tenma, que la miraba analizándola.
-¿Quién eres?- le pregunta Tenma de repente y ella reacciona sorprendida, levantando la cabeza de golpe y mirándolo.
-Soy Drusila, una de las sirvientas del señor Hades, mi trabajo es limpiar Giudecca-
-Giudecca es enorme, ¿quiénes más la limpian?-
-Sólo yo y dos sirvientas más-
-Para limpiar Giudecca se debe necesitar, minímo, catorce doncellas...¿tienes algún poder?-
-No, caballero, solo soy una mortal que el señor Hades convirtió en inmortal-
-¡¿Te secuestró?!-
-No, yo morí, fui violada, cruelmente golpeada... cuando entré a la Primera Prisión, el señor Minos le avisó al señor Hades, creo que realmente le había dado pena, estaba completamente herida y llena de moretones, con la ropa toda rota... el señor Hades me llevó a Giudecca y me preguntó que me había pasado... yo le dije toda la verdad, él me propuso convertirme en inmortal a cambio de que yo fuera su sirvienta, también se ofreció a matar a mi violador y enviarlo a la prisión más cruel del Inframundo, yo acepté... también me dio una pulsera especial para que pueda acceder a los Campos Elíseos, realmente son hermosos, caballero, nada se puede comparar con su belleza, su paz, su tranquilidad, su clima... es perfecto-
-¿Cuánto tiempo llevas en Giudecca?-
-No estoy segura, tal vez dos siglos...llegamos, caballero- dice deteniéndose enfrente a una puerta y la abre. Drusila entra primero, seguida por Tenma.
-Está será su habitación, caballero, es la mejor habitación después de la del señor Hades y la de la señorita Pandora... espero que la disfrute y se sienta cómodo, con su permiso- Drusila se retira mientras Tenma miraba cada detalle de la habitación. Era una habitación muy grande y para Tenma, ahí podían dormir hasta cuatro personas sin problemas. Tenía una puerta que conducía a un baño.
Tenma suspiró y se dejó caer exhausto en la cama. Luego de unos minutos, se quedó dormido sin notar la presencia de alguien más en la habitación.
Hades estaba parado a un lado de la cama sonriendo. Delicadamente, sacó algunos mechones de pelo de la cara de Tenma.
"Eres realmente perfecto, Tenma, estoy completamente enamorado de tí, mi caballero... te amo"
Continuará...